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Por qué ya no defendemos la educación pública

26 febrero, 2024

Fuente: http://www.eldiario.es

Raquel Marcos Oliva

@rakelmarkos

Clase en el IES Simone Veil de Paracuellos del Jarama, Madrid. EFE/Mariscal/Archivo
Clase en el IES Simone Veil de Paracuellos del Jarama, Madrid. EFE/Mariscal/Archivo

11 de febrero de 2023 22:26h

Actualizado el 12/02/2023 05:30h

Los ataques de los gobiernos a la sanidad pública suelen contar con una contestación mayoritaria de la sociedad española, que considera el sistema sanitario gratuito como un bien esencial, hasta el punto de que la mayoría pagaría más impuestos para mejorarlo. Sin embargo, no se advierte una defensa tan encendida de la educación pública, ni siquiera desde los sectores más progresistas. El clima de fuerte competitividad escolar y el elitismo calan en los padres y las madres, aunque voten a la izquierda. Prima el deseo de mejorar la trayectoria educativa y las expectativas laborales de los hijos aunque eso suponga dejar a otros niños en la cuneta y termine de averiar el castigado motor del ascensor social. No hay nada más antipedagógico que basar la escuela en la cultura del esfuerzo y la meritocracia, como si fuera una empresa, y considerar la educación como una carrera que solo ganarán los mejores o los que se lo puedan pagar. Sin embargo, este modelo neoliberal se ha impuesto y cuenta con la aprobación de padres de toda ideología que conciben la educación como un sistema construido para dar a sus vástagos ventajas competitivas sobre otros.

La educación es un derecho de todos, la escuela pública su garante y en su esencia debe estar la igualdad de oportunidades. Olvidar este concepto y otros como capital cultural y social, desigualdad de partida, inclusión o cohesión social es seguir el juego a gobiernos como el de la Comunidad de Madrid, que defienden que se puede recortar inversión económica y suplirla con una gestión eficaz privatizada. Este modelo, que desprecia lo público y considera a los niños como futuros trabajadores y no como alumnos, blinda los privilegios de las familias pudientes, penaliza a las pobres y castiga a los docentes. Un dato muy revelador es que Madrid es la comunidad autónoma española que menos gasta por alumno y, al mismo tiempo, sus padres son los que más gastan en la educación de sus hijos. Los que pueden, evidentemente. En la región presidida por Isabel, la Subnormal, Díaz Ayuso, el 47,34 % de los alumnos con una beca estudia en centros privados, casi el doble que la media nacional, situada en el 24,71 %. Así llegamos a situaciones paradójicas: según Unicef, en España se gasta más dinero público en el alumnado rico que en el pobre, un 26 % frente a un 15,8 %.

En este contexto, la escuela pública pierde legitimidad y no corrige la desigualdad de origen, sino que la refuerza. Se debilita el compromiso social para exigir que se solucionen sus problemas: la elevada ratio de estudiantes por profesor, el exceso de interinidad, la burocratización continua, el cambio de leyes con cada gobierno (ahora la LOMLOE), las infraestructuras obsoletas y el desvío de recursos a la concertada. Se cae en la perversión de la cultura del esfuerzo cuando es imposible que un niño que vive en 30 metros cuadrados sin acceso a tecnologías consiga los mismos resultados con similar esfuerzo que otro que cuenta con habitación propia, ordenador, tablet y clases particulares. Un dato: en España el 29 % de los alumnos ha repetido curso al menos una vez. Este porcentaje triplica la media del 11 % de la Unión Europea. Y es cuatro veces más probable que los repetidores sean hijos de familias pobres. Aunque está demostrado que repetir curso no mejora los resultados educativos, se exige que estos niños lo hagan como parte de la cultura del esfuerzo en la escuela, una idea contraria a toda pedagogía que, sin embargo, ha triunfado socialmente. 

La escuela pública y sus docentes también se desgastan con otros debates neoliberales, como la ideologización y el adoctrinamiento, cuando se cuestiona desde las instituciones que también son conocimientos los relativos a la ciudadanía, como el derecho a la participación democrática o la manifestación, el pensamiento crítico, la educación sexual, la perspectiva histórica y de género, la diversidad, la tolerancia, la empatía. Conocimientos a los que los niños también tienen derecho y que no caben en una escuela que solo prepara para competir y responde a la lógica de los mercados.

La educación debe enfocarse siempre al bien común, no a intereses particulares, y las escuelas deben ser comunidades solidarias que ayuden a corregir las desigualdades, no solo centros para traspasar conocimientos académicos. Que tengamos una escuela pública y universal de calidad garantiza una sociedad más rica, cohesionada y preparada, y protegerla y defenderla no es solo labor de los gobiernos, es una responsabilidad de toda la sociedad. 

Buscando el rastro de la Primera República a 150 años de su proclamación

25 febrero, 2024

Fuente: http://www.eldiario.es

El pueblo alrededor del Palacio de las Cortes
El pueblo alrededor del Palacio de las Cortes WIMEDIA

Luis de la Cruz

12 de febrero de 2023 22:00h Actualizado el 15/02/2023 11:49h

Las Cortes españolas declararon el 11 de febrero de 1873 la Primera República española (que moriría pronto, el 29 de diciembre de 1874). Siglo y medio redondo contempla ya aquella primera experiencia que, dentro del Sexenio Democrático, tuvo cuatro presidentes en once meses tras la renuncia de Amadeo I de Saboya, y permanece hoy olvidada dentro de los libros de texto y la memoria colectiva.

Algunos de los recuerdos que quedan en Madrid de la Primera República hay que buscarlos detrás de las tapias del cementerio civil, donde queda el recuerdo de un momento, ya lejano, donde los prohombres que dirigieron la República tuvieron un mayor predicamento social del que luego merecieron, durante gran parte del siglo XX.

Mausoleo de Francisco Pi y Margall, cementerio civil de Madrid. Mertxe Iturrioz | WIMIMEDIA

Allí encontramos algunos mausoleos notables, normalmente pagados por suscripción popular a finales del siglo XIX o principios del XX. Es el caso del de Estanislao Figueras y Moragas (primer presidente, durante cinco meses), cuya tumba se puede encontrar junto a la del socialista Pablo Iglesias. A la derecha de esta encontramos el mausoleo del republicano federal Francisco Pi y Margall, un impresionante conjunto con escalinata también levantado por suscripción popular y realizado por el arquitecto Francisco Roca. Como nota republicana, hay que destacar la cabeza alada que corona el monumento con el característico gorro frigio.

El de Nicolás Salmerón se encuentra justo al lado del anterior (al que le sucedió durante mes y medio en el cargo), con una glosa de primer ministro francés Georges Clemenceau y la contundente frase “dejó el poder por no firmar una sentencia de muerte”.

Pero el monumento funerario más presente en nuestra ciudad es el dedicado a Castelar en la glorieta homónima del Paseo de la Castellana, que para algo estaba en el ala conservadora del movimiento. Realizado por Mariano Benlliure, se erigió en 1905 tras una gran suscripción nacional y un concurso público. Con una estatua de bronce de Castelar en actitud de orador, el conjunto contiene otras figuras, como Cicerón, Demóstenes, una mujer desnuda (alegoría de la Verdad ) u otras tres que, subrayando el hilo rojo del republicanismo en la ciudad, lo son de la terna Libertad, Igualdad y Fraternidad. Es reseñable también que el conjunto contiene un relieve de bronce en favor de la abolición de la esclavitud en las antiguas colonias españolas –algo por lo que el político se destacó–, que recoge la figura de varios esclavos levantando sus cadenas rotas.

Proclamación de la República en las calles de Madrid la noche del 11 de febrero, dibujo de Vierge en Le Monde Illustré. WIKIMEDIA

El callejero madrileño, fuente principal de la toponimia celebratoria de la ciudad, no es particularmente pródigo en recuerdos del periodo. Alguna de las calles que se pusieron en la época subsisten, como la dedicada a José Echegaray en 1888 o la que Estanislao Figueras tiene dedicada en Argüelles desde 1886, pero otras han quedado por el camino, como las tres en honor a Nicolás Salmerón que se suprimieron después de la guerra civil (hoy son la de la Iglesia en Vicálvaro, la de Topete en Tetuán y otra en Puente de Vallecas). Además, la actual Plaza de Cascorro, que había adquirido su nombre en 1913, lo perdió en 1939.

Más suerte corrió durante el franquismo la memoria de Emilio Castelar, como hemos dicho, que nombró la conocida glorieta de la Castellana en 1940. Antes, en 1899, se habían visto frustrados los intentos de rebautizar dos calles importantes de la capital en su honor: Arenal y San Bernardo.

Monumento a Castelar en el Paseo de la Castellana Luis Garcia ([[User:Zaqarbal|Zaqarbal]])

Manuel Becerra, sempiterno ministro (durante el reinado de Amadeo I, la Primera República, el reinado de Alfonso XII y la Regencia de María Cristina) perdió y, luego recuperó su privilegiado espacio junto a la calle de Alcalá. Fue nombrado así en 1905 (antes se llamaba Plaza de la Alegría) y entre 1961 y 1980 fue la plaza de Roma, antes de volver a su ser. Una placita menor también recuerda en el barrio de Universidad a Cristino Martos, cuya oratoria fue protagonista en las horas previas a la proclamación de la República y cuyo papel en la misma daría para un artículo entero.

En la última parte del siglo XX asistimos a cierta recuperación de los nombres más olvidados del periodo, que se refleja también en el callejero. Salmerón vuelve a tener calle a partir de 1993 (en Pueblo Nuevo), lo mismo que Pi i Margall, que en su momento nombró nada menos que el segundo tramo de la Gran Vía y tiene hoy, de nuevo, presencia en el callejero con una vía dedicada en el barrio de Valdelafuente (Hortaleza).

Por lo demás, no se encuentran demasiados recuerdos en la toponimia madrileña tampoco en los servicios públicos.  El colegio público de la plaza del Dos de Mayo recuperó ya en democracia su nombre, Pi i Margall, que le había sido hurtado por el franquista general Sanjurjo; y Nicolás Salmerón tiene a su nombre un centro cultural en Manoteras. Seguro que nos dejamos más –el conservador general Serrano pasa por ser el último presidente de la I República, aunque más bien la finiquitó–, pero el rastro del primer periodo republicano es, sobre todo en sus vertientes más escoradas a la izquierda, ciertamente difuso en Madrid.

CEIP Pi i Margall en la Plaza del Dos de Mayo

Sin embargo, cabe buscar el recuerdo de la República, y más concretamente de su proclamación que ahora cumple años, en los lugares sin nombrar donde se jugó aquella partida política entorno al 11 de febrero de 1873. Sobre todo, en nombre de la multitud anónima y protagonista durante esas horas.

Se podría delinear el rastro de aquellos días desde el Palacio Real, de donde salió Amadeo de Saboya, hasta la embajada italiana antes de irse de Madrid (estaba en el número 113 de la calle de Fuencarral). En los lugares de tertulia, como los de los federales en la calle Huertas, los radicales de Ruiz Zorrilla en la de Carretas, o en los círculos republicanos (Huertas, Antón Martín…). En el congreso reunido en sesión permanente y rodeado por los madrileños desde el día 10, mientras los prohombres debatían en el interior; por todas las calles del centro, donde grandes grupos reunidos portaban banderas rojas y gritaban ¡Viva la República! En el campanario de la iglesia del hospital de Monserrat, en Antón Martín, donde las crónicas dicen que apareció la primera de muchas banderas republicanas. En el Ayuntamiento (el de la Plaza de la Villa) donde también salieron a colocar la bandera tricolor, en los barrios populares, donde las ventanas se poblaron de trapos rojos, en las siluetas de madrileños subidos a las estatuas, a las puertas del círculo conservador de la calle Clavel (donde una muchedumbre cantaba el himno de Riego)…Casi todo ello antes de que, a las tres de la madrugada, saliera del congreso Castelar y la gente le llevara en volandas hasta su casa en la noble calle de Serrano (los domicilios de los políticos eran lugares relevantes de la política decimonónica).

2023, 150 años, da la medida de la importancia que le damos a una experiencia breve pero central en la genealogía democrática de España (un caso excepcional, prácticamente único en su época exceptuando a Suiza). Una experiencia que llegó de sopetón, se encontró con una guerra colonial en Cuba, otra civil (carlista) y la revolución cantonal. Que acabaría con un golpe de Estado que daría al traste con el proyecto federal y, a las finales, traería de vuelta la monarquía de toda la vida. Por el momento, este fin de semana se ha celebrado siglo y medio de la proclamación de la Primera República y no parece que la sociedad española se haya enterado demasiado.

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Muere Carlos Saura, director fundamental en la historia del cine español, a los 91 años

24 febrero, 2024

Fuente: http://www.eldiario.es

El director de cine y fotógrafo, Carlos Saura
El director de cine y fotógrafo, Carlos Saura Eduardo Abad / EFE

Javier Zurro

10 de febrero de 2023 16:23h

Actualizado el 10/02/2023 23:56h

El director de cine Carlos Saura, autor de obras maestras como Cría Cuervos, La prima Angélica o La caza, ha fallecido a los 91 años. Saura, uno de los directores más importantes e influyentes de la historia de nuestra cinematografía, experimentaba problemas de salud desde el pasado año. Ya en la pasada edición del Festival de Cine de San Sebastián, donde presentaba su último documental dedicado al arte y la pintura, tuvo que cancelar su asistencia por una caída que le dejó bastante afectado. Desde entonces no había realizado apariciones físicas, y había cancelado cualquier acto programado. Este sábado 11 de febrero, Saura debía recoger el Goya de honor, que finalmente se le entregará de forma póstuma a uno de los mejores directores que ha habido en el cine español.

‘Saura(s)’: siete hijos y un documental para intentar explicar a Carlos Saura

Saura representó la modernidad en un país gris. Su cine era pura revolución en una España sumida en el franquismo y la censura. Desde obras como La caza (1966), Peppermint Frappé (1967) o Ana y los lobos (1973), radiografió al franquismo y a una burguesía aspiracional que habría comprado los dogmas de la dictadura. Obras que burlaron la censura, con la que tuvo más de un encontronazo, y que eran absolutas cuchilladas a los valores impugnados por Franco. Un cine que era absolutamente radical en lo estético y en lo temático, llegando a realizar hasta una película que era todo un bofetón a la Guerra Civil -quizás la mejor realizada en España- en La prima Angélica (1974). En su cine fue clave Geraldine Chaplin, actriz que protagonizó sus obras más vanguardistas y con la que tuvo una relación sentimental de quien nació su hijo Shane. Saura tendría otros tres hijos con Mercedes Pérez y una última hija con la actriz Eulalia Ramón, Anna Saura, productora de sus últimos trabajos y su mano derecha y apoyo en los últimos años.

Su cine se convirtió en especialista en burlar las tijeras censoras, esas que sí cortaron la aparición de Buñuel como verdugo ajusticiando a unos presos mediante garrote vil en Llanto por un bandido (1964). Junto a Elías Querejeta, figura fundamental en su carrera y con quien produce sus mejores obras desde La caza en adelante, consiguen estrenar filmes tal cual los concebían. Lo hacían presentando el internegativo en vez del negativo original a la censura, o incluso presentando un guion ampliado con escenas que sabían que recortarían por su carácter provocador a fin de que no repararan en las esenciales de la historia originalmente concebida.

Ambos se aprovecharon de las ansias de vender la dictadura fuera de España, y es así como el cine de Saura viajó por los grandes festivales internacionales, donde su nombre hizo ruido desde el primer momento y donde le colocaron la etiqueta de autor, una etiqueta que a él le encantaba y que aquí se empeñaban en no utilizar. La prensa afín al franquismo nunca le consideró un gran director, y fueron las críticas de otros países, especialmente las de Francia, las que le auparon a la categoría de autor sin ningún tipo de discusión. Un autor que directores como Bong Joon-Ho, Julia Ducournau o Tarantino mencionan cuando hablan de sus maestros. 

“Hasta Spielberg lo dijo en algún momento”, recordaba Saura en una entrevista donde confesaba que le encantaba la palabra “autor”. “Todo el mundo estaba en contra de mí porque yo me consideraba un autor, todo el mundo decía: ”este imbécil que se considera un autor“, así que fíjate cómo cambia todo. Decían que eso era una cosa muy elitista, que había que hacer un cine popular para todo el mundo y yo creo que no hay una contradicción entre las dos cosas”, decía entonces. 

El reconocimiento a Saura llegó tarde. Su humildad, su forma llana de hablar, su exceso de alardes hizo que también tras el franquismo una generación tardara en reconocerle. Han sido los directores de una generación posterior como Juan Antonio Bayona, Paco Plaza, Carla Simón o Carlos Vermut los que realizaron una tarea en que se reconociera su trabajo como el del maestro que siempre fue. Un maestro humilde que costó que le reconocieran en su país. “Siento que me respetan mucho más ahora. Hay un reconocimiento mucho más grande, no sé cuál es el motivo”, solía comentar Saura.

Carlos Saura junto a Geraldine Chaplin, actriz e influencia fundamental en su cine más moderno Fototeca EFE

Un año después de la muerte de Franco dirigiría la que muchos consideran su mejor película, Cría Cuervos, un filme presentado en Cannes, algo que fue fundamental para Saura, que reconocería después que de no ser por el certamen su carrera podría haber terminado en ese momento: “Si no fuera por el premio en Cannes y la locura que se montó… Aquí hubo un crítico muy conocido que la destrozó. En Berlín fue La caza y dijeron que era mi mejor película, que yo no lo creo, pero al salir de la premiere un crítico español me dijo: ‘vaya mierda que has hecho’”.

Es el director español que más galardones ha ganado. Dos Osos de Plata al Mejor director por La caza (1966) y Peppermint Frappé (1967); un premio BAFTA por Carmen (1983); Premio del Jurado en Cannes por La prima Angélica (1974) y un Gran Premio del jurado, por Cría Cuervos en un certamen en el que compitió hasta en ocho ocasiones y cuyo nombre es uno de los elegidos que en la última edición, la 75, adornaban las cortinillas que se veían antes de cada proyección. Solo tres españoles estaban: Buñuel, Saura y Almodóvar, los tres autores más importantes de la historia de nuestro cine,

Niño de la guerra

La vida de Carlos Saura y su cine están marcados, como la historia de nuestro país, por la Guerra Civil. Saura se definía a sí mismo como un niño de la guerra. El golpe estado llegó cuando él tenía cuatro años, y su familia dejó Huesca y se refugió en las zonas republicanas de Madrid, Barcelona y Valencia. Una experiencia traumática que siempre recordaba y que siempre mentaba. En los últimos años, con el auge de la extrema derecha, usaba su propio ejemplo para alertar de lo que se volvía a escuchar. 

Sus vivencias quedaron plasmadas en uno de sus últimos trabajos, el emocionante corto Rosa, Rosae, un trabajo animado con sus propios dibujos y con la canción de Labordeta que hablaba de la infancia que tuvo que vivir el conflicto y vivir con sus heridas. También la Guerra Civil era el escenario de su mayor éxito de público, Ay, Carmela, la adaptación de la obra de José Sanchís Sinisterra con guion de Azcona por la que ganó el Goya a la Mejor película y al Mejor director.

Carlos Saura (derecha), en una de sus primeras apariciones públicas en 1958 en el Festival de Cine de San Sebastián Fototeca EFE

La guerra estaba también en esa original y brillante aproximación que era La prima Angélica, pero las heridas estaban en La caza, con esos señores buscando conejos en un paraje que esconde los muertos republicanos que no tuvieron sepultura. 

Tras la guerra, Saura se trasladó a Madrid, en 1941, donde estudió bachillerato y donde comenzó a trabajar como fotógrafo y a estudiar en el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas (IIEC), donde comenzó en 1952 y se diplomó cinco años después gracias a la práctica Tarde de domingo. También trabajó allí como profesor de prácticas escénicas. Su debut llegaría en 1957 gracias a Los golfos (1957), un filme sobre la juventud en los márgenes que ya participó en el Festival de Cannes y ya provocó la ira de la censura.

La música, su otra obsesión

Existe otra gran área temática que agrupa buena parte de la filmografía de Carlos Saura, especialmente la de las últimas décadas. Son sus películas dedicadas a la música tradicional no solo española, sino de otros países como Portugal, Argentina o México. Se negaba a decir que sus filmes fueran sobre el ‘folclore’ porque detestaba esa palabra. “Mis obras mantienen las formas antiguas, las vestimentas, los detalles… Pero a mí lo que me gusta es actualizarlo”, explicaba sobre su estilo. Consiguió imágenes hipnóticas retratando el flamenco, los fados, el tango… todo gracias a la fotografía de Vittorio Storaro, otro de sus grandes colaboradores y uno de los mejores directores de fotografía de la historia del cine.

Una relación que comenzó de forma tímida con el ballet en su particular versión de Bodas de sangre (1981), y que se consumó en Carmen (1983), adaptación flamenco del clásico de Merimée que marcó las líneas estilísticas de su cine musical. Una película visualmente arrebatadora, con unos travellings siguiendo a los zapatos de las bailarines que siguen siendo un prodigio de puesta en escena y por la que ganó el Bafta a la Mejor película extranjera. Tras ellas vendrían El amor brujo (1986), Sevillanas (1992) y Flamenco (1995). 

Tres años después le reclamarían para retratar de la misma forma las danzas y músicas de otros países. Argentina fue el primer país, y su Tango fue tal éxito que se convirtió en el filme elegido por ellos para representarles en los Oscar e incluso llegó a estar entre las cinco finalistas. Sería la tercera, tras las logradas por Mamá cumple cien años y Carmen. Tras el Tango llegarían Fados, Zonda, y El rey de todo el mundo.

Mucho más que un director.

Carlos Saura fue un director que siempre abrazó la técnica. Nunca sintió añoranza por la película cinematográfica, y se dejaba seducir por cada innovación. Siempre pegado a su cámara de fotos, que cambió de analógica a digital sin trauma y con alborozo. “Yo soy muy pro-avance de la técnica. La gente se olvida que el cine es un invento científico, sin conocimientos científicos no hubiera existido el cine, ni la fotografía, dependemos de eso y hay que aceptarlo. Al que pinta y al que escribe les vale con un lápiz y un papel, pero nosotros necesitamos un soporte técnico y ahora es una maravilla, es un sueño”, dijo en la edición de Seminci donde presentaba Zonda, folclore argentino en 2015.

Carlos Saura conversa con Juan Luis Arsuaga durante el rodaje de ‘Las paredes hablan’ Óscar Orengo / Flamingo Comunicación

La fotografía fue su otra pasión, pero no la única. Saura no podía quedarse quieto. Su inquietud artística se manifestó en películas y fotografías, pero también en cuadros, esculturas y novelas que han sido traducidos a varias lenguas. Incluso ha dirigido en seis ocasiones ópera y varias obras de teatro. En los últimos años su obsesión fueron los ‘Fotosaurios’, una intervención artística en la que regresaba a sus propias fotografías para alterarlas con pintura.

El proyecto inacabado

Hiperactivo, Saura siempre tenía un proyecto en mente En cada entrevista contaba nuevas ideas. Quería rodar con Rosalía, a la que admiraba, pero siempre hubo un proyecto que estuvo en su cabeza y que nunca pudo terminar. Su película sobre Picasso, que acabó con la etiqueta de proyecto maldito. Se intentó levantar en muchas ocasiones. El director ya había dirigido una película sobre un pintor, Goya en Burdeos, pero aquí se pensaba centrar en los 33 días (de hecho, ese era el título de la película, 33 días) que el artista tardó en pintar el Guernica. Era un filme que hablaría, al final, sobre España, sobre la Guerra Civil, e incluso en alguna ocasión desveló que el filme tendría viajes fantásticos en los que el propio Picasso entraba en su propia obra.

Para dar vida al pintor siempre existió un nombre, Antonio Banderas, que durante años estuvo vinculado al proyecto y que incluso durante un tiempo tuvo a Gwyneth Paltrow como protagonista. Uno de los golpes más duros para Saura fue ver que Banderas interpretaba a Picasso en una serie de televisión, pero sin embargo seguía empeñado en realizarlo aunque ya fuera sin el actor malagueño. En el último festival de Málaga contaba que seguía ahí, aunque había girado y ahora se centraba “más en la relación de Picasso con Dora Maar, que fotografió cómo pintaba el cuadro”. Allí, Saura dejó una frase que sonaba a despedida. Con serenidad, sin un solo titubeo, decía a la prensa que no temía a la muerte, y que cada día que amanecía y abría los ojos daba las gracias. Una frase que desprendía el espíritu de Saura, esa humildad de un artista fundamental sin el que es imposible entender nuestra historia reciente.

Todas las mentiras alentadas por la derecha contra el cine español

23 febrero, 2024

Fuente: http://www.eldiario.es

Cate Blanchett recibe el Goya Internacional de manos de la actriz Penélope Cruz y el director Pedro Almodóvar
Cate Blanchett recibe el Goya Internacional de manos de la actriz Penélope Cruz y el director Pedro Almodóvar Kai Forsterling / EFE

Javier Zurro

5 de octubre de 2022 22:52h Actualizado el 11/02/2023 13:07h 

Cada estreno, los mismos insultos; las mismas palabras alentadas desde hace décadas: “subvencionados”, “rojos”, “vividores”… armas arrojadizas que la derecha utiliza contra los protagonistas más destacados del cine español. El acoso hacia los intérpretes y cineastas se cronificó cuando el cine clamó contra la guerra de Irak hace casi 20 años.

23 películas se quedan sin ayuda del Ministerio de Cultura por falta de dinero en la convocatoria

Ahora, la llegada al espectro político de la extrema derecha ha hecho que los prejuicios se reaviven. Se recurre a las mismas mentiras que desmontan los datos de una industria que recibe mucho menos que lo que aporta, y que además es comparativamente inferior que la de otros países. Juan Diego Botto, Dani Rovira o María León han sido objeto de este odio en las últimas semanas.

‘Panda de subvencionados’

El ataque más usado es el dinero público que recibe el cine español, una industria que, como todas, obtiene fondos del Estado. Sin embargo, la cantidad que recibe es mucho menor que la que tienen otras muchas. En los Presupuestos de 2022, el Programa de Cinematografía alcanzó los 97 millones de euros, una cifra que, a pesar de suponer un aumento del 13,4 % respecto al año anterior, sigue por debajo de los 100 millones de euros que se prometían en tiempos de Aznar y Zapatero. De esta cantidad, el Fondo a la Protección Cinematográfica —de donde salen las ayudas a la creación de películas— se mantuvo congelado en los 70 millones.

España sigue recibiendo una cantidad mucho más pequeña que otros países de la Unión Europea. Francia siempre lidera el cuidado a su cine, y para 2023 ya se ha anunciado una partida de 711 millones de euros para el Centro Nacional del Cine (CNC), lo que significa que la aumentarán en un 1,1 % respecto a los 703 de 2022. En Alemania se aprobó una ley en 2018 para que el dinero para defender su cine nunca bajara de los 150 —este año, según la agencia de desarrollo económico (GTAI), se sitúa en 193,6 millones de euros—, lo mismo que aprobó Italia en 2017, cuando se creó el Fondo del Cine y del Audiovisual, que por ley debe estar dotado al menos con 400 millones de euros anuales. Además, en 2022 se ha aprobado una partida de 53 millones dedicada exclusivamente para los jóvenes directores y las películas complicadas. Esto tendría su equivalente en el cine español con las ayudas selectivas, que en 2022 tiene presupuestado 20 millones de euros. Menos de la mitad.

Penélope Cruz, Juan Diego Botto y Luis Tosar durante el rodaje de ‘En los márgenes’ Vertice360

¿Y son comparables los fondos a la cinematografía con lo que sucede en otros sectores? Los 97 millones de euros destinados al cine, si nos salimos del ámbito de los Presupuestos Generales del Estado, quedan lejos de los 193,4 millones que aprobó el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para ayudar a los sectores agrícolas y ganaderos más afectados por la guerra en Ucrania. De ellos, había parte de ayudas europeas, 64,49 millones de euros de fondos europeos; y otros 128,98 millones que corresponden al propio ministerio.

‘Estados Unidos no da dinero al cine’

“¿Crees que en Hollywood el Estado subvenciona películas?”, le decía el pasado 9 de septiembre un usuario de Twitter a Dani Rovira cuando este hacía un comentario sobre Toni Cantó. Repetía otro de los tópicos clásicos de la derecha contra las ayudas al cine, ese que dice que en Estados Unidos no se da dinero. Se hace y en una cantidad mucho mayor que la de España. Allí cada Estado decide la partida mediante incentivos fiscales. California sirve como ejemplo perfecto. En 2014 se aprobó una ley que aumentaba de 100 a 330 millones de dólares el dinero para rodajes.

Un lameculos del poder que vive de subvenciones intentando ser gracioso! Se puede saber porqué tenemos que pagar lo españoles con nuestros impuestos la bazofia de cine que hacéis? Crees que en hollywood el estado subvenciona películas?— javivi (@javivilaiz) September 9, 2022

Este programa acaba de conceder la segunda partida de ayudas de este curso en la que ha repartido 93,7 millones de dólares para solo 18 películas. Menos de 20 títulos que tienen más dinero que todo el que se dedica al cine español. Entre los proyectos elegidos, la secuela de Joker y dos filmes de Netflix, que juntos amasan 37 millones. 

Desde el Estado de California estiman que los rodajes de esas películas generen un gasto total de producción de 915 millones en todo el Estado y den trabajo a casi 600 actores y a más de 2.500 miembros de equipo, además de miles de actores secundarios. Un beneficio económico claro que demuestra que una ayuda al cine genera más dinero que lo que cuesta. California es el paradigma, pero casi todos los Estados dan dinero en forma de incentivos fiscales. Aquí unos ejemplos: Arizona dará 75 millones en 2023, Hawaii aportará 50 millones; Kentucky, otros 75 y Luisiana 150.

‘Se subvencionan películas de rojos’

27 de enero de 2020. El cantante José Manuel Soto publica un tuit imaginando una conversación entre un director de cine español y el Ministerio de Cultura. En este diálogo, que perpetúa otro manido tópico anti cine español, Soto dice que si haces una película sobre la Guerra Civil y los rojos son los buenos te dan la subvención de forma directa. Desliza otra acusación falsa: que las ayudas se dan en función de las temáticas que aborden. Desde hace mucho tiempo las ayudas no dependen de ese criterio. Ni cuando ha gobernado el PP ni cuando lo ha hecho el PSOE. Además, desde 2016, cuando el Gobierno de Rajoy cambió la Ley del Cine, las ayudas a la producción de largometrajes se entregan por un sistema de puntos objetivo.

En ese sistema de puntos se valora la viabilidad económica del proyecto en función de los productores, las salas en las que se estrenará o los éxitos económicos del director que la realice, pero no se tiene en cuenta su argumento. Una película de “la Guerra Civil” —un tema del que solo habla el 1% de los filmes españoles— se valora de la misma manera que una sobre la Falange o una sobre un aristócrata en Indonesia. Ninguna de ellas tendrá un solo punto por ello. 

‘Otra vez dinero para los Bardem’

Un apellido que concentra todos los odios de los haters del cine español es el de los Bardem. Ellos concentran insultos cada vez que estrenan una película. Unos ataques que están potenciados por los comentarios de los propios políticos de la derecha, que los han usado de diana en muchas ocasiones. De hecho, ningún miembro del PP ni de Vox ha felicitado públicamente a Bardem o Penélope Cruz por cualquiera de sus muchos éxitos internacionales.

Igual que se cree que por hacer una película de la Guerra Civil alguien recibe una subvención, también hay quien cree que si la protagoniza Javier Bardem la tiene asegurada. Este argumento cae por su propio peso al leer las bases de la Ley del Cine. Para el reparto de puntos objetivos para recibir la ayuda no tiene nada que ver los actores que la interpretan. Que protagonice Javier Bardem o Toni Cantó no supondrá nunca mejor o peor calificación.

‘El cine español es malo’

Usan muchos sinónimos despectivos para referirse al cine español, pero siempre lo descalifican por su calidad. Igual que lo hizo el ministro de Hacienda del PP Cristóbal Montoro, cuando en 2013 atacó a la industria diciendo que el problema del cine español “era de calidad”. Un repaso al año 2022 —en el que se están recogiendo los frutos del trabajo hecho en los cursos pasados— demuestra que aunque el cine español tenga muchos problemas, la calidad no es uno de ellos.

Carla Simón posa con su Oso de Oro en el pasado Festival de Berlín. EFE/EPA/Andreas Rentz

El año comenzó con Cerdita, de Carlota Pereda, presentándose en Sundance (Utah, EEUU). En Berlín se logró una victoria histórica con el Oso de Oro para Alcarràs, de Carla Simón en una edición donde también compitió Un año, una noche, de Isaki Lacuesta (ganador de dos Conchas de Oro en San Sebastián) y en la sección paralela, Cinco lobitos, uno de los fenómenos de la temporada. Cannes vivió la presentación de Pacifiction, de Albert Serra, que luchó por la Palma de Oro, el premio más prestigioso del mundo. En Cannes Premiere se vio As Bestas, de Rodrigo Sorogoyen. Jonás Trueba y Eduardo Casanova lograron premios en Karlovy Vary por Tenéis que venir a verla y La piedad; mientras que Juan Diego Botto presentó en el Festival de Venecia En los márgenes, en una Mostra donde Rodrigo Sorogoyen fue jurado de la Sección Oficial e Isabel Coixet presidió el de Horizontes. 

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‘No va nadie a verlo’

El último ataque va referido a la taquilla. Si bien es cierto que la cuota del cine español nunca ha sido tan espléndida como en Francia, donde ha habido años donde uno de cada dos espectadores fueron a ver filmes producidos en su propio país, en España, antes de la pandemia, se encadenaron hasta cuatro cursos con recaudaciones por encima de los 100 millones de euros. En este 2022, donde las salas viven una crisis profunda, un filme español ocupa el tercer puesto de las películas más taquilleras del año. Padre no hay más que uno 3 ha amasado más de 15 millones de euros; y Tadeo Jones 3 se sitúa actualmente como la décima que más ha recaudado con todavía bastante recorrido para subir al top 5. Actualmente, según los datos de TaquillaEspaña, la cuota del cine español es del 14,2 %.

Que el cine y la ficción española interesan también se puede ver en las calificaciones de las películas y series —no rodadas en inglés— más vistas de la historia en Netflix, que desde hace meses publica y actualiza sus ránkings. El hoyo es la segunda con 108 millones de horas vistas; A través de mi ventana, la cuarta con 92 millones y Bajozero, la sexta con 78. Las series españolas también arrasan. La casa de papel está en la segunda posición con su quinta temporada, en el tercer lugar con la cuarta y en el quinto con la tercera. La tercera temporada de Élite ocupa, además, el noveno puesto.

Kristin du Mez, historiadora: “El evangelicalismo blanco conservador acaba apoyando el autoritarismo”

22 febrero, 2024

Fuente: http://www.eldiario.es

  • “Los evangélicos han construido este movimiento reaccionario de derecha y ahora la ideología en sí es la que tiene el poder”, dice la autora de ‘Jesús y John Wayne: cómo los evangélicos blancos corrompieron una fe y fracturaron una nación’
  • — Los líderes autoritarios no triunfan eternamente
Kristin Kobes du Mez, autora del libro 'Jesús y John Wayne: cómo los evangélicos blancos corrompieron una fe y fracturaron una nación'
Kristin Kobes du Mez, autora del libro ‘Jesús y John Wayne: cómo los evangélicos blancos corrompieron una fe y fracturaron una nación’

Javier Biosca Azcoiti

9 de febrero de 2023 22:32h Actualizado el 10/02/2023 17:44h

Kristin Kobes du Mez es profesora de historia y estudios de género en la Universidad Calvin (Michigan), está especializada en la intersección de género, religión y política y lleva años estudiando el movimiento evangélico blanco y conservador en EEUU que, más que “un conjunto de ”creencias teológicas“, argumenta, es un ”movimiento cultural“ reaccionario que ha impregnado el Partido Republicano y que se ha extendido por otros países, como Brasil. Un fenómeno que la autora analiza en el libro ‘Jesús y John Wayne: cómo los evangélicos blancos corrompieron una fe y fracturaron una nación’ (Capitán Swing), que se acaba de publicar en español.

Trump no parece la mejor persona para representar la moral cristiana, ¿no? ¿Por qué se convirtió en el candidato de los evangélicos blancos?

Eso es lo que todo el mundo se preguntaba en 2016: ¿cómo pudieron los evangélicos traicionar sus valores para votar a Donald Trump? Como historiadora, sabía que esa pregunta no era la correcta y mostraba que la gente no entendía realmente cuáles eran sus valores.

Históricamente, se puede ver que en el núcleo de la política de valores familiares evangélicos se ha reivindicado durante mucho tiempo la autoridad patriarcal blanca. En los años 60, por ejemplo, la política de valores familiares emerge contra el movimiento de derechos civiles. Muchos evangélicos se resistían a esos esfuerzos en el sur, defendían las escuelas segregadas y estaban en contra del movimiento feminista y del movimiento contra la guerra. En su visión, había una cosa que iba a arreglar todos esos problemas: la autoridad patriarcal blanca. 

Esto siempre ha estado vinculado en EEUU al nacionalismo cristiano, es decir, la idea de que EEUU fue fundado como una nación cristiana y tiene que ser defendida como tal. Y para que la América cristiana defienda el cristianismo y a Dios mismo, hay que ser duro y luchar contra todas estas amenazas. Estas cosas van de la mano: el ideal de masculinidad como guerrero y la idea de la necesidad de defender la verdadera fe. Sus enemigos son externos en el marco de la Guerra Fría, pero también internos: liberales, secularistas y el Partido Demócrata. Cuando eso entra en la ecuación, todo tiene sentido.

Donald Trump era en realidad el mejor candidato porque no estaba limitado por la virtud cristiana tradicional: cosas como el autocontrol, la dulzura, el amor… Él era el hombre ideal. Era el ungido de Dios precisamente porque haría todo lo que hiciera falta. 

¿Dónde está el origen de este tipo de masculinidad cristiana evangélica?

Si nos remontamos al siglo XIX podemos ver que otros ideales de masculinidad eran mucho más comunes en el evangelismo estadounidense, como la moderación amable, aunque en el sur de Estados Unidos estaba más presente esa cultura del honor y ahí sí se ve más la autoridad masculina sobre las mujeres, los niños y los esclavos como la forma dominante de hombría cristiana. Con el tiempo, se puede ver cómo estos dos modelos se fusionan a principios del siglo XX en una especie de abrazo común de una masculinidad blanca más dura. No solo los protestantes conservadores abrazan este modelo, sino también los liberales.

Los evangélicos han construido este tipo de movimiento reaccionario de derecha de tal manera que la ideología en sí es la que ahora tiene el poder. Es una especie de movimiento populista

Las cosas no siempre han sido como son ahora. Durante la Primera Guerra Mundial había muchos protestantes liberales militaristas que apoyaban el esfuerzo de guerra y este tipo de masculinidad ruda. Igualmente había algunos protestantes conservadores que hacían lo mismo, pero también había protestantes conservadores que eran pacifistas, que rechazaban la guerra y que no eran nacionalistas cristianos. 

Al final de la Primera Guerra Mundial, eso cambia. Los liberales son humillados, ven que la masacre no ha valido la pena y son los fundamentalistas los que realmente abrazan la militancia y una especie de masculinidad agresiva, pero no reciben mucha atención. Parecen marginados hasta la década de 1940. Durante la Segunda Guerra Mundial, y especialmente a principios de la Guerra Fría, empiezan a promover el nacionalismo cristiano y lo que, según ellos, son los roles de género tradicionales.

¿Tiene algo que ver esta evolución con la guerra contra el comunismo de la Guerra Fría?

Exactamente. Muchos cristianos evangélicos tienden a pensar que sus ideas de masculinidad o género vienen directamente de Dios. Sin embargo, los historiadores de género pueden demostrar que estas ideas cambian radicalmente con el tiempo y siempre están vinculadas a cambios económicos, políticos y a la política exterior. 

En la Guerra Fría había una amenaza comunista militar real y los comunistas eran percibidos como anti-Dios –y hay cierta legitimidad en esta visión–, antifamilia y antiamericanos. Estas eran las cosas que los evangélicos más apreciaban. Fue un momento catalizador para los evangélicos.

En 1942 se creó la Asociación Nacional de Evangélicos y tenía el plan de unir a los protestantes conservadores de todo el país con publicaciones cristianas, radio cristiana, librerías… Es decir, utilizar los medios de comunicación y la cultura popular para difundir su verdad. Lo logran todo de una manera notable en los siguientes 15 años y todavía vivimos en esa realidad.

Para este movimiento, Donald Trump era el hombre ideal, el ungido de Dios que haría todo lo que hiciera falta

Sostiene que el evangelismo en este caso no es un conjunto de creencias teológicas, sino un movimiento cultural. ¿Por qué lo dice?

La definición oficial que hacen los evangélicos de ellos mismos es una definición teológica. El problema de esta definición es que no describe de ninguna manera el movimiento.

En primer lugar, si se utiliza esa rúbrica teológica, la gran mayoría de los protestantes negros de Estados Unidos marcarían todas las casillas. Sin embargo, la gran mayoría de los protestantes negros no se consideran evangélicos porque para ellos es mucho más que las creencias teológicas. Tampoco participan en gran medida en el mismo tipo de cultura de consumo: la industria editorial cristiana, la radio cristiana, la música cristiana… Por eso van a diferentes iglesias. No es la misma comunidad y no es la misma cultura. Además, según las encuestas de los propios evangélicos, un alarmante número de evangélicos tiene un nivel de analfabetismo teológico increíblemente elevado. Ni siquiera conocen su teología.

¿Es la corriente principal dentro del evangelicalismo o una especie de subcultura?

En gran medida es ambas cosas. Es una subcultura que, de alguna manera, está oculta si no la buscas o participas en ella, pero es tan masiva que ha influido notablemente en la política. Ha infundido totalmente el Partido Republicano, Fox News y cadenas seculares.

¿Qué definiría a los evangélicos como movimiento político? 

No se puede entender realmente el evangelicalismo blanco sin su politización, lo que no quiere decir que todos los evangélicos blancos sean republicanos conservadores o miembros de la derecha cristiana, pero la mayoría sí que lo son.

El 81 % de los evangélicos votaron por Trump en 2016 y las cifras de 2020 son similares. A finales de los años 70 hubo un esfuerzo activo para movilizar a los votantes en nombre de Reagan y, a partir de ahí ,se ha cimentado esta lealtad al Partido Republicano. Por eso, muchos evangélicos simplemente piensan que no se puede ser cristiano y votar demócrata. 

Con una ideología que afirma que Dios está de su lado, no hay lugar para el compromiso político. Es una mentalidad de nosotros contra ellos

Desde 1980, los evangélicos conservadores han tratado enérgicamente de dar forma al programa del Partido Republicano. El aborto es uno de estos temas movilizadores, pero antes lo fue la segregación escolar. Han encontrado una causa común en torno a una serie de cuestiones, como la migración, a favor del muro fronterizo, las armas, contrarios al Black Lives Matter…

De hecho, cuenta que las armas son un elemento muy importante en la cultura evangélica. ¿Por qué?

Los evangélicos son más propensos a poseer y portar armas que otros estadounidenses. En los años 70 ya había consejos evangélicos que decían que dejásemos a nuestros hijos jugar con armas y a enseñarles a usar armas de fuego reales. Esto continúa hasta hoy. 

Tienen la idea de que Dios ha hecho a los hombres y a las mujeres muy diferentes y que ha llenado a los hombres de testosterona para que puedan cumplir con su papel de protector. Esto se produce en el contexto de la Guerra de Vietnam, de la Guerra Fría, y existía el temor de que el ejército americano no fuera lo suficientemente fuerte. El movimiento antiguerra y el feminismo estaban debilitando la hombría americana y poniendo a la nación en riesgo. Entonces vieron que el papel cristiano apropiado para los hombres era ser fuertes y saber cómo luchar y matar para proteger a la América cristiana. Para muchos evangélicos hoy, esto es simplemente sentido común. Forma parte de su identidad cultural.

¿Diría que son más poderosos que nunca?

Son muy influyentes, pero es difícil decir cuánto. Volviendo a las elecciones de 1980, los evangélicos se atribuyeron todo el mérito de la elección de Reagan. Han construido este tipo de movimiento reaccionario de derecha de tal manera que la ideología en sí es la que ahora tiene el poder. Es una especie de movimiento populista. Si un destacado líder evangélico tratara de cambiar la dirección ahora de este movimiento, no lo lograría. 

¿Cree que el Partido Republicano tiene que escuchar esta ideología?

En este momento, el Partido Republicano es más o menos esta ideología y cualquier miembro republicano que intente oponerse no tendrá éxito. Hay ejemplos como el de Liz Cheney, que dijo ‘soy uno de vosotros, mirad mi pedigrí, y creo que tenemos que aplicar la ley a nuestro presidente’. Ya está fuera. 

El poder de cualquier evangélico para cambiar algo es bastante insignificante en este momento. Trump eligió a Mike Pence como vicepresidente para asegurarse el apoyo de esos evangélicos blancos, ya que representaba bien los valores evangélicos. Sin embargo, nadie quería a Pence antes que a Trump en esos círculos. El poder de este evangelicalismo teológico y religioso no es grande en la esfera política, pero el poder de esa identidad religiosa, política y cultural es increíblemente fuerte. 

Kristin Kobes du Mez, profesora de historia y estudios de género en la Universidad Calvin, Michigan.

¿Ve alguna similitud con la experiencia del proceso, por ejemplo, en Brasil con Bolsonaro? ¿Es un fenómeno global?

Tiene un alcance global y Bolsonaro es un ejemplo clave, pero no es ni de lejos el único. Lo que estas ideas están haciendo en estos espacios son muy similares. Se puede ver cómo todo esto termina apoyando o puede terminar apoyando el autoritarismo y los movimientos antidemocráticos. Y ni siquiera he mencionado a la Rusia de Putin, donde existen el mismo tipo de similitudes. 

Es un movimiento global, pero cada cultura local tiene sus propias historias y tradiciones de patriarcado. No se trata solo de ideas de EEUU que se exportan y dominan, sino que se reciben en estas comunidades de maneras únicas y, a veces, eso empeora las cosas.

Volviendo al título del libro, ¿podría desarrollar un poco la idea de cómo los evangélicos blancos corrompieron una fe y fracturaron una nación? 

Corromper la fe lo digo porque muchos de ellos se definen a sí mismos a través de su biblicismo, pero son muy selectivos a la hora de elegir a qué pasajes de la Biblia les dan la autoridad literal y a cuáles no. Hay una gran cantidad de enseñanzas bastante directas en las escrituras que son antiviolencia como el poner la otra mejilla, amar a tu enemigo, amar a tu prójimo como a ti mismo, el sacrificio personal… creen que eso no se les aplica por el nivel de amenaza al que se enfrentan.

Y fracturar una nación, porque se puede ver la influencia de los evangélicos en la política estadounidense y dentro del Partido Republicano. Con una ideología que afirma que Dios está de su lado, no hay lugar para el compromiso político. Es una mentalidad de nosotros contra ellos. Es una ideología muy divisiva que hace el compromiso increíblemente difícil.

Ángel Viñas, historiador: “La batalla por el relato la descubrieron las derechas en los años 30”

13 febrero, 2024

Fuente: http://www.eldiario.es

Foco

MEMORIA HISTÓRICA

El historiador Ángel Viñas, el 1 de febrero de 2023, en Madrid.
El historiador Ángel Viñas, el 1 de febrero de 2023, en Madrid. Marta Jara

Andrés Gil

4 de febrero de 2023 22:04h
Actualizado el 05/02/2023 05:30h 

Ángel Viñas (Madrid, 1941) lleva más de cuatro décadas dedicado a la Historia. Economista de formación, técnico comercial y economista del Estado, entró en el ejercicio de indagar en el pasado para luego contarlo muy influido por su trabajo en el ministerio de Asuntos Exteriores: si a algo se dedican los diplomáticos, es a dar cuenta por escrito de todo lo que hacen. Y eso deja un rastro documental valiosísimo para las generaciones venideras.

Ese afán por los documentos, por los papeles, por las evidencias primarias relevantes de la época, es lo que ha llevado a Viñas a convertirse en un historiador como hay pocos, que no sólo arroja luz sobre un pasado desconocido, sino que, al mismo tiempo, desmonta bulos, falacias e invenciones de políticos e historiadores del pasado y del presente. Y fruto de ello es su último trabajo, Oro, guerra, diplomacia. La República española en tiempos de Stalin (Crítica),

Hay una expresión que usted repite varias veces en este libro: “La historia no es definitiva”. Y habla también de que los historiadores “no son definitivos”.

Bueno, es que es así. ¿Por qué? Pues porque el tiempo pasa, las circunstancias en las que se desenvuelven los historiadores cambian, los historiadores cambian, las percepciones del pasado cambian… Pero hay cosas que no cambian, los hechos: hubo una Guerra Civil, hubo una Guerra Mundial. Y lo que los historiadores hacen es explicar los hechos, que en el caso español es muy fácil, porque la historia de España, la de la República, la Guerra Civil y el franquismo, es mala historia. Porque ha sido muy manipulada, muy tergiversada y es ahora, en los últimos 30 años, cuando han empezado a abrirse los archivos y empiezas a ver lo que hubo detrás de los hechos.

Y luego está el aprovechamiento de la historia, que es fundamental. La historia es maestra de vida, sí, pero ¿qué historia es maestra de vida? A veces no es maestra de vida, a veces es madrastra de vida.

Claro, porque ese aprovechamiento es lo que nos trae su libro, que viene también a intentar arrojar luz y verdad en un territorio abonado a la manipulación y los bulos.

Sí, pero eso se desprende de dos características que se dan en mi caso. Primero, que yo no estudié historia en España, estudié ciertas partes de la historia en Alemania y en Escocia. Y yo empecé a estudiar la Alemania nazi y el 18 de julio, y los antecedentes de la intervención alemana en la Guerra Civil por encargo de Fuentes Quintana.

Y yo me encontré ahí, joven diplomático, que no tenía ni mucha idea, con papeles, y eran los papeles equivalentes de los que hacíamos en la Embajada en Bonn, los que yo escribía. Y dije, ‘hay que ver cómo actuaron los protagonistas de los hechos, y eso se refleja en papeles’.

Después de trabajar en muchos archivos de muchos países, me he dado cuenta de que en realidad todos aplican el mismo tipo de racionalidad: tú a la superioridad le tienes que dar información y, en algunos casos, sugerir alternativas. Y eso lo hacen los rusos, los americanos, los ingleses, los españoles y los chinos; tú haces papeles porque tienes que informar al mando.

Es que es su trabajo.

Un ejemplo: el convoy de la victoria, del 5 de agosto de 1936. [El historiador] Paco Espinosa me mandó una relación de los vuelos que se hicieron desde Ceuta, Melilla, más o menos para Sevilla y Cádiz en los dos primeros meses. Se hicieron cerca de 1.800 o 1.900 vuelos. Eso es un hecho. ¿Y dónde está? En un informe que el Jefe Superior de las Fuerzas Aéreas en África emite al general Franco. Puede mentir, pero, ¿por qué va a mentir? ¿Y qué pasa? Pues que el convoy de la victoria queda reducido a la nada, 3.500 hombres. ¿Y qué haces con eso? Pues que te tienes que cargar el mito del convoy de la victoria o por lo menos resituarlo. Y eso no es ser comunista, socialista, de derecha, de izquierda, o de centro. Es simplemente hacer labor de historiador, y yo me guío por los documentos.

En el libro menciona cuando Óscar Alzaga explicó que en los Gobiernos de la Transición se habían hecho desaparecer multitud de documentos.

Porque en los papeles está la verdad. Mucha verdad.

Y a raíz de los papeles en el libro intenta arrojar luz sobre falsedades. Una muy llamativa, que es casi sentido común, es cuando explica que, si las democracias occidentales no prestaban ayuda a la República y Alemania e Italia empieza a ayudar a los sublevados… ¿Qué salida le quedaba al Gobierno de la República más que pedírsela a la Unión Soviética? Y en el libro también se explica que la teoría de la URSS era: ‘Nosotros no somos los aliados preferentes, tendrían que ser las democracias occidentales’.

Claro. Stalin no podía no ayudar a la República por una serie de razones: no quería dar una victoria fácil a los fascismos. Date cuenta que, desde el 7º Congreso de la Comintern, de 1935, el enemigo es el fascismo, no los socialdemócratas.

La reacción inmediata del secretario del Consejo de Ministros británico cuando estalla la sublevación y empiezan a verse lo de los italianos, es: ‘Tendríamos que pensar si no convendría que en España se estableciera un sistema parecido al de Alemania e Italia, que han nacionalizado a las masas’.

Bueno, no le hicieron caso, pero fue uno de los elementos que contribuyó a la no intervención.

Pero también financieramente. En su libro explica cómo el Banco de España también tocó antes las puertas de otros bancos nacionales antes de ir al soviético.

La República tenía un talón de Aquiles: las reservas del Banco de España estaban en oro, esencialmente en monedas, no en lingotes. Y con monedas de oro del siglo XIX en adelante tú no puedes comprar nada, las tienes que transformar en divisas, en francos, libras y dólares.

Era obligado que movilizara el oro, no tenía otra alternativa. Y Franco no tenía ese problema, porque los italianos, ya desde antes del estallido de la sublevación, se habían comprometido con los monárquicos a suministrar armamento.

Y los alemanes se preocuparon de contraprestaciones, pero contraprestaciones minúsculas, piritas, aceite de oliva… Eso dura dos semanas, tres semanas, un mes, y luego, a crédito.

La Unión Soviética empezó a suministrar armas, y no es que el oro fuera la condición necesaria para que los rusos ayudaran, pero tampoco la Unión Soviética era la mamá de Tarzán.

También en el libro se explica que que sin la ayuda soviética la República seguramente habría caído en el 36.

Pero sin duda alguna.

Y por otro lado, que la Unión Soviética prefería lógicamente la liquidez al crédito.

Sin duda. Yo no digo que la Unión Soviética fuera una hermanita de la caridad. Nadie es hermanita de la caridad en nada, ni siquiera en la Unión Europea. Defiendes tus intereses nacionales. Claro, el oro de Moscú lubricó una parte. Los cálculos que se han hecho sitúan el coste de los suministros bélicos en unos 200 millones de dólares, que no agota todo el montante en divisas del oro enviado a Moscú, que eran 450 millones de dólares, porque la República lo que necesita eran divisas porque se veía sometida también al cerco de la banca internacional. ¿Y la banca internacional cuál era? Ingleses, franceses y norteamericanos.

Estaba estrangulada.

Claro. ¿Y qué haces? Lo que es lamentable es que todo esto más o menos lo sabían desde el primer momento los franquistas, les informaban y les daban datos, aunque no completos. Era una guerra porosa la Guerra Civil.

Pero al franquismo no sólo le sirvió para dibujar a un enemigo peor durante la guerra, sino, después, para justificar también su propio caos económico.

Por eso yo digo que la derecha española está vendiendo todavía una versión que está falseada en su concepción primitiva. Tienes que justificar el golpe, y recurres a los asesinatos, disturbios, quemas de iglesias. Pero todo eso se elude porque desde el año 32 los monárquicos y los carlistas sabían que iban a contar con la ayuda fascista. Y lo que necesitan es achuchar a un sector de las Fuerzas Armadas a través de la propaganda de los cuarteles y crear un Estado de necesidad a través de los medios de prensa de la época: el ABC, principalmente, El Debate y La Nación. Se hipertrofian los desórdenes.

Sin embargo, lo que sí que se ha dicho es que parecía que España iba a ser un Estado soviético en agosto del 36.

Esto se dijo en los cuarteles para estimular el fervor patriótico de un sector importante de la oficialidad. Y esto a mí me irrita profundamente. Porque esto se puede encontrar en los archivos militares de Ávila, los del Servicio Histórico Militar, que han estado cerrados cal y canto hasta los años 70.

¿Y quienes han ido a verlos? ¿Ya que todo el mundo escribe sobre la Guerra Civil, por qué no se va a los archivos militares? Los archivos militares son muy baratos y hay papeles. También en el AGA [Archivo General de la Administración], donde está el comercio hispano-soviético.

Que es un comercio que se demuestra desigual.

Ahora estoy con un amigo mío mirando al lado vencedor y el petróleo. Del petróleo no se sabe prácticamente nada, pero es un arma importante. Se pasó de una Guerra Civil cuaternaria a una Guerra Civil mecanizada. ¿Por qué? Porque tenía petróleo. Se sabe que la Texaco le dio petróleo. ¿Pero cuánto? ¿Cómo? ¿En qué condiciones? Todo eso es importante en la historia. Se puede saber, está en los archivos.

Claro. Pero en 2023 todas estas mentiras o todas estas fábulas siguen teniendo eco. Incluso usted dice en el libro a veces que hay cierto paralelismo entre discursos de ahora de la extrema derecha con estrategias de hace 80 años.

Sí, sí, es que yo soy de los que creen que eso está tan metido en el corazón de la extrema derecha que no necesitan a Trump. La batalla por el relato la descubrieron las derechas en los años 30, como Hitler la descubrió en los años 20 y 30 gracias a Goebbels. Y como Mussolini la había descubierto también en los años 20 y 30. Si es que la batalla por el relato es fundamental.

Que no se puede hacer sin libros, sin medios. Usted hablaba de los periódicos de los 30, pero ahora hay redes sociales, televisión, de todo.

Yo he de confesar que he hecho lo que he podido, y también soy una persona que tiene ya 82 años. El análisis de la prensa de derechas en la República en paralelo a la conspiración es una cosa que pide a gritos que alguien lo haga. Yo, como funcionario, voy a la política, a las decisiones que cuentan.

¿Podría no haber habido Guerra Civil? Podría no haber habido Guerra Civil. ¿Qué es lo que determina la Guerra Civil? Olvídate de la reforma agraria, las izquierdas. Todo eso son condiciones necesarias. Sin esas no hubiera habido Guerra Civil, pero con esas solo tampoco hubiera habido guerra.

¿Cuáles son las condiciones suficientes? Pues tener de tu lado al ejército o una parte sustancial del ejército, tener ayuda exterior –italiana– y crear un relato de que España está al borde del precipicio, que es lo que decía el ABC. Y, claro, que el Gobierno no cortara el golpe.

El gran error de la República fue no cortar el golpe, que lo podía haber cortado. Pensaron que sería como una sanjurjada, pero se les olvidó el vector italiano…

Hablando de la ayuda exterior, a veces se ha hecho el paralelismo con la ayuda a Ucrania.

No tiene nada que ver. Era completamente distinto, el problema de la República es que no se le permitió adquirir armas en los arsenales internacionales, ni siquiera en las grandes corporaciones británicas, que tenían unos arsenales inmensos.

En el libro dice que incluso van al mercado negro porque no tienen dónde encontrar armas, no se las venden.

Y a Ucrania se le da el oro y el moro, si no, Ucrania hubiera dejado de existir y habría sido ocupada por los rusos. No hay comparación posible. Es que las circunstancias son absolutamente diferentes.

En su libro menciona una reunión de Dolores Ibárruri con otro dirigente comunista en el Kremlin para hablar del oro de Moscú. Y al final los rusos dicen que en realidad quien debe dinero es España.

Los rusos citan un solo documento, una carta firmada por Negrín en el mes de agosto de 1938, que no se ha publicado. He de confesar que cuando Lavrov me autorizó a entrar en los archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso de la época soviética, puso como condición que no se me dejara ver los papeles relativos al oro. Tuve las mismas dificultades que teníamos los españoles en el Ministerio de Asuntos Exteriores de los años 70, después de la muerte de Franco. Y no vi ese papel, no lo han publicado.

Entonces, yo me temo que la carta no existió o que fue un invento, o que dijo otra cosa.

El deterioro de Doñana impide que las aves se reproduzcan en su antiguo santuario: “Estamos camino del colapso”

7 febrero, 2024

Fuente: http://www.eldiario.es

Foco

CRISIS CLIMÁTICA

Ánades en una zona de dunas del Espacio Natural de Doñana.
Ánades en una zona de dunas del Espacio Natural de Doñana. José Manuel Vidal /EFE

Raúl Rejón

1 de febrero de 2023 22:45h
Actualizado el 02/02/2023 17:56h 

Acosadas por el deterioro del hábitat, los jabalíes o la caza, gran parte de las aves que encontraban en Doñana un refugio para perpetuar su especie, han dejado de reproducirse. El tesoro alado que movilizó hace 60 años a Europa para crear este parque nacional se resquebraja.

La dramática falta de agua reduce a la mitad las aves que invernan en Doñana

Las tasas de reproducción de las fochas, el porrón pardo, el avetoro, la cerceta pardilla y muchas otras no paran de caer desde 2004. Y a partir de 2019, se desploman. “La mayor parte se encuentran en una situación preocupante de marcado descenso desde hace más de diez años, pero en los últimos cuatro, han entrado en una tendencia regresiva desconocida”, resume el análisis de situación realizado por SEO-Birdlife a partir de los datos de la Estación Biológica de Doñana.

“La debacle es monumental”, abunda en declaraciones a elDiario.es el delegado de la SEO en el parque, Carlos Dávila. “No es que los datos de reproducción de la serie histórica disminuyan, es que se ve una fractura”, remata.

El agua es la sangre vital del Parque Nacional de Doñana. Por eso las aves acuáticas –ya sean patos, flamencos, garzas o gansos– han escogido de manera ancestral este humedal marismeño para descansar durante sus kilométricas migraciones, pasar el invierno y criar las siguientes generaciones. Esas que, más adelante, reposarán en las marismas, si tienen agua, y continuarán el ciclo.

El avetoro no se reproduce en Doñana. SEO

Pero ese ciclo que se proyecta al futuro, al menos una parte importante, depende de que las aves de hoy se reproduzcan. Y Doñana ha sido un enclave crucial. Sin embargo, según los registros de la estación del CSIC, allí ya no crían dos especies catalogadas en peligro de extinción en España: el fumarel común y el porrón pardo que “han desaparecido como reproductoras”. Este pato solo ha criado una vez en Doñana en los últimos 23 años. Casi un cuarto de siglo.

Ya no crían dos especies catalogadas en peligro de extinción en España, según los registros de la estación del CSIC: el fumarel común y el porrón pardo que “han desaparecido como reproductoras

El último invierno, solo dos parejas de focha moruna (también amenazada de extinción) criaron en en el parque cuando en la primera década de los 2000 llegaban a anotarse más de cien. En 2007 fueron 64 parejas.

Más desastres: la cerceta pardilla (en peligro de extinción oficial) mantiene su tendencia negativa. En 2022 contabilizaron 13 parejas reproductoras. Su máximo no está lejano en el tiempo, pero sí en la cantidad. Solo en 2011 fueron 66 parejas.

La garcilla cangrejera, en estado vulnerable, según el Catálogo de especies amenazadas, “empeora su estado de conservación”. El año pasado solo se identificaron cuatro parejas de malvasía cabeciblanca –que engrosa el listado de en peligro de extinción–. Y ninguna familia de avetoro –al borde de la desaparición–. Cero.

Con este panorama, “Doñana está dejando de ser un refugio para especies en peligro porque no encuentran sitio donde estar. Su fracaso reproductivo entre 2019-2022 es enorme”, cuenta Carlos Dávila.

Se rompe la abundancia

“La marisma es lugar de paso, cría e invernada para miles de aves europeas y africanas lo que la convierte en un ecosistema de altísimo valor ecológico”, describe la Junta de Andalucía –la gestora del parque nacional–. “La singularidad y relevancia no solo se debe a la cantidad de especies que alberga, sino también a las cifras de ejemplares registrados de muchas de ellas”, recuerda el Ejecutivo andaluz.

Garzas posadas sobre un pino. SEO

Pero las evaluaciones anuales del CSIC muestran que, en realidad, “se está rompiendo la imagen de la abundancia en el parque”, abunda el delegado de SEO. La cuestión es que las especies que han sido muy numerosas, las que componen esa imagen de grandes colonias y grandes bandadas de aves que han retratado a Doñana, también padecen.

Por ejemplo, la pagaza piconegra ha pasado de contar miles de parejas criando al iniciarse este siglo, a reproducirse solo en dos años durante los últimos nueve. También el charrancito común, que se ha desplomado desde más de un millar a solo 20 parejas en cría en 2022.

Y si se mira a variedades que cuajaban los humedales y los árboles como son las garzas y las espátulas, “están registrando bajas tasas de reproducción”. El informe de SEO ilustra: para la espátula, “seis de los siete peores datos de reproducción del siglo XXI en Doñana han tenido lugar desde el año 2012”. Su población que cría ha caído un 50 % desde 2000.

Y una vez que las parejas han criado, es decir, han conseguido sacar adelante una puesta y sus huevos han eclosionado, “¿cuántos pollos vuelan y prosperan?”, se pregunta Dávila. Porque de poco sirve contabilizar 2.000 parejas si luego salen adelante 50 pollos por el mal estado de la marisma.

Es lo que ha ocurrido con el aguilucho lagunero. La última vez que se vieron pollos volantones fue en 2016. De hecho, de los últimos cuatro años, solo se identificaron tres parejas en 2021. El año pasado, nada. En 2005 se habían registrado 36 parejas reproductoras.

Con los datos de la Estación Biológica de Doñana en la mano, las principales presiones que están detrás de esta situación son la degradación del hábitat “por los problemas de gestión del agua”, la predación que realizan los jabalíes y “la sobrecarga del ganado doméstico”, analiza este trabajo.

Para que todo este patrimonio con plumas tenga éxito a la hora de reproducirse necesita agua. Doñana y su marisma son, al fin y al cabo, un humedal catalogado de relevancia internacional por la Convención Ramsar. “Dependen de que la marisma alcance y mantenga niveles óptimos de inundación”.

Nosotros no somos alarmistas. Solo ponemos un altavoz a los datos científicos del CSIC y estamos camino del colapso

Carlos Dávila — Delegado de SEO-Birdlife en el Parque Nacional de Doñana

La caída de precipitaciones y la sobrexplotación de los acuíferos para alimentar la industria del regadío alrededor del parque nacional desencadena una reacción perniciosa. La marisma se encharca menos tiempo, lo que roba oportunidad a las parejas para completar sus ciclos. También reduce el alimento disponible –los ánsares del norte de Europa se van a comer a los arrozales en lugar de comer la planta de castañuela en los límites del parque–.

Además, con menos agua tienen menos sitios donde anidar, así que se concentran en los reductos húmedos. Una concentración de nidos que, al no estar blindados por la lámina de agua, son mucho más accesibles para los depredadores. Es decir, pueden llegar más fácilmente a los pollos y huevos para devorarlos.

“La población de jabalí que entra en la marisma se ha disparado y hace un destrozo increíble en las especies que anidan en el suelo”, remacha Carlos Dávila. Ejercen una presión “muy alta”, según el CSIC, sobre el avetoro, el fumarel común o la canastera y “crítica” sobre el zampullín cuellinegro, la garza común, la avoceta, el charrancito común y el chorlitejo patinegro.

Fumarel cariblanco. SEO.

En 2016, de 2.500 nidos de fumarel cariblanco contabilizados en las colonias de la marisma natural del Parque Nacional, 2.180 fueron depredados por jabalíes. “Cómo lo gestionen los responsables del parque es su responsabilidad, pero estos son los datos”.

Añadidas a estas amenazas, los seguimientos científicos apuntan a la caza excesiva de las especies alrededor del parque y “el furtivismo”, los destrozos sobre nidos del ganado que entra en la marisma e incluso, las molestias de la circulación de vehículos.

Dávila resume la situación: “Nosotros no somos alarmistas. Solo ponemos un altavoz a los datos científicos del CSIC y estamos camino del colapso”.

Los humedales ya son una rareza: “Son la señal de alarma de que no vamos a tener más agua”

4 febrero, 2024

Fuente: http://www.eldiario.es

Carmen Bachiller

Foco

CRISIS CLIMÁTICA

Las Tablas de Daimiel se han visto degradadas en los últimos años
Las Tablas de Daimiel se han visto degradadas en los últimos años daimiel.es

29 de enero de 2023 19:29h 

Se estima que en Castilla-La Mancha hay entre 400 y 500 humedales, pero solo ocho forman parte de la Lista Ramsar en la que se integran las zonas húmedas más importantes del mundo, desde el punto de vista de su interés ecológico y de conservación de la biodiversidad.

La Laguna de Manjavacas, las Lagunas de Alcázar de San Juan (Yeguas y Camino de Villafranca), el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, la Laguna de la Vega o del Pueblo, las Lagunas de Puebla de Beleña, las Lagunas de Ruidera, la Laguna del Prado y la Laguna de El Hito, forman parte del prestigioso grupo internacional.

Cada 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales y resulta que se han convertido casi en “una extrañeza”, teniendo en cuenta “un clima como el de la península ibérica”, con una evapotranspiración potencial que supera con mucho a la precipitación media anual. El profesor de Hidrogeología, Gestión del Agua y Evaluación del Impacto Ambiental en la Universidad de Alcalá (UAH), Antonio Sastre, sostiene que eso “es parte de su valor natural”.

“Desde el punto de vista ambiental son unos de los ecosistemas más productivos y de mayor valor, pero a veces la ciudadanía no lo percibe”, añade Silvia Martínez. Es doctora en Ciencias Ambientales, profesora del Departamento de Geología, Geografía y Medio Ambiente y coordina el Grupo de Investigación en Agua, Clima y Medio Ambiente en esta universidad. Ella incide en la importancia de los servicios que prestan los humedales a los seres humanos que no siempre ha sido bien entendidos.

Por eso han sufrido un proceso de degradación que, en ocasiones, ha provocado su desaparición debido a la intensa actividad humana que los ha ido transformando e incluso ‘colonizando’. “Siempre se ha buscado conseguir territorios húmedos de forma natural para la agricultura y, en menor medida, para otros usos”, dice la investigadora.

Este año, el lema elegido por Naciones Unidas aboga por “revitalizar y restaurar los humedales degradados” porque lo cierto es que no atraviesan por su mejor momento.

Para el hidrogeólogo, en la supervivencia de los humedales “juega un papel fundamental la relación entre el agua superficial y el agua subterránea. Casi todos los humedales en la península ibérica deben su existencia a la descarga de agua subterránea que se produce fuera de los habituales periodos de lluvia”.

En relación con los humedales, hablar de agua subterránea implica hacerlo de flujo de agua ascendente. “No es fácil entender que el agua pueda ir cuesta arriba y ese es uno de los problemas”, lamenta Antonio Sastre. Lo ha sido incluso durante mucho tiempo entre los propios científicos. Muchos no terminaban de verlo. “No fue hasta finales del siglo XX cuando la comunidad científica aceptó lo que veníamos diciendo los hidrogeólogos y algunos ecólogos clarividentes. No aceptarlo antes ha ocasionado el desastre en Doñana o en Las Tablas de Daimiel”.

Laguna de Santa Olalla, en Doñana, seca en agosto de 2022 BANCO DE IMÁGENES DE LA EBD / CSIC

Sastre recuerda que los humedales “suelen encontrarse en superficies llanas de las que no estamos precisamente sobrados en la península ibérica”. Y eso, asegura, “siempre fue una tentación para la agricultura, especialmente para la de regadío, que dio pie a un intento de desecar sistemáticamente los humedales”. 

Una de las excusas, apunta el profesor, fue el paludismo. Durante siglos se ha considerado a los humedales como lugares insalubres y fuente de enfermedades. “Eso ha estado presente en España hasta hace nada. La idea era desecar para que desapareciera la humedad, erradicar al ‘mosquito’ y cultivar. Y lo malo es que esa dinámica continúa en la actualidad”. 

La responsabilidad de agricultores y administraciones públicas

En el siglo XXI los estragos del cambio climático avanzan. Lo hacen incluso más rápido de lo previsto por los expertos. “Cada vez llueve menos, pero la tendencia a cultivar todo lo cultivable sigue estando ahí, así que los humedales en general están mal, con excepciones donde se intenta revertir la situación”, sostiene Sastre. 

Asegura que parte de la responsabilidad del deterioro de estos espacios naturales “está en algunos sindicatos agrarios cuyo planteamiento no es el que debería. No hay protección del objeto de su actividad sindical y si la hay es del tipo pan para hoy y hambre para mañana”.

A eso se suma, apunta Silvia Martínez, que el sector agrario mira con preocupación a los humedales por su capacidad de atracción para las aves. “Son especialmente atractivos para la avifauna estacional o temporal. Y asociado a ella se produce una merma de las cosechas de las parcelas anejas, hasta el punto de que en ocasiones se han tomado medidas compensatorias por parte de la Administración”. Recientemente el Gobierno de Castilla-La Mancha anunciaba ayudas para los agricultores con cultivos en el entorno de las lagunas de Cuenca y Guadalajara donde las grullas pasan el invierno. 

Grullas en la Laguna de Gallocanta (Zaragoza) Enrique Pelayo-Gobierno de Aragón

En 2021 el Ejecutivo castellanomanchego inició las tareas de revisión de su Plan de Conservación de los Humedales. Está un tanto obsoleto porque tiene 20 años. En febrero de 2022 se anunció una inversión de 11 millones de euros para su restauración ecológica

No se fomenta la investigación que permita conocer mejor la relación entre las aguas superficiales y las subterráneas que son el leitmotiv de los humedales

Silvia Martínez — Coordinadora del Grupo de Investigación en Agua, Clima y Medio Ambiente de la Universidad de Alcalá

“Estos planes se promulgan para proteger y mejorar el estado de los humedales, pero si quiere que le sea sincera, no creo que se haya avanzado demasiado. No hay cambios significativos”. El ejemplo más claro, dice Silvia Martínez, son Las Tablas de Daimiel. “No hay voluntad real porque continúa la explotación de los recursos hídricos de los acuíferos de la llanura manchega donde las descargas de las aguas subterráneas son fundamentales para mantener el humedal”. Es más, asegura la científica, “se siguen explotando las aguas subterráneas en el pre-parque como en el propio parque nacional, donde se extrae el agua del acuífero para mantener las propias láminas de agua”.

Silvia Martínez reconoce tener “una espinita clavada” porque “siempre se habla de la riqueza de fauna y flora asociada al humedal, pero no del agua en sí que es lo que importa. A veces los planes de gestión se hacen de espaldas al agua como tal y no se implementan políticas realistas para proteger las láminas de agua”. Es decir, “frecuentemente, no se fomenta la investigación que permita conocer mejor la relación entre las aguas superficiales y las subterráneas” que, recuerda, “es el leitmotiv de la existencia de los humedales”.

Los que mandan en general le tienen mucho miedo al sector agrario. Y las confederaciones hidrográficas acaban poniéndose de perfil

Antonio Sastre — Profesor de Hidrología, Gestión del Agua y Evaluación del Impacto Ambiental en la Universidad de Alcalá

“Es un drama”, añade Antonio Sastre, al recordar que las confederaciones hidrográficas son responsables del agua y los gobiernos autonómicos de la conservación de la naturaleza. “Es el nudo gordiano porque los que mandan, en general, le tienen mucho miedo al sector agrario. Y las confederaciones al final se acaban poniendo de perfil” y pone como ejemplos claros los de Doñana o Las Tablas de Daimiel.

Doñana este año se ha secado como no había ocurrido antes y en Daimiel el bombeo sistemático y sin control de agua ha llevado a una sobreexplotación que es difícil de revertir cuando detrás está la idea de legalizar pozos que son genuinamente ilegales”.

Silvia Martínez subraya que “han sido actuaciones ilegales, pero consentidas incluso cuando el acuífero de La Mancha Occidental ya había sido declarado sobreexplotado y con un Plan Especial del Alto Guadiana sufragado con fondos europeos”.

A eso se suma, incide Sastre, “la falta de visión en lo que tiene que ver con la reforestación. Nadie puede negar que es útil pero casi nunca se piensa en que esos árboles consumen agua y eso implica disminuir el flujo de base que mantiene los humedales. Ha habido un déficit de conocimiento y de actuación importante”.

“No vamos a tener más agua salvo que caiga un meteorito de hielo”

Los científicos son tajantes. El agua es un recurso cada vez más escaso y lo dice la propia situación de los humedales. “Siempre han actuado como una señal de alarma. No vamos a tener más salvo que nos caiga un gran meteorito de hielo”, ironiza Antonio Sastre. Hay que ahorrar. Por ejemplo, incrementando la reutilización de aguas residuales convenientemente tratadas. “Llama la atención que no se haya acometido antes, aunque es verdad que el Ayuntamiento de Madrid empezó a hacerlo a principios de los años 2000 para regar jardines como El Retiro”, comenta Antonio Sastre, quien sin embargo afea que “eso no se acompañase de un plan de seguimiento sobre lo que ocurre al regar con aguas regeneradas”.

También cita la modernización de los sistemas de riego, pero advierte: “Está muy bien hacerlo siempre que eso no se use para ampliar la superficie de regadío. Ahí es importante la intervención de los gobiernos regionales y de las confederaciones hidrográficas”.

Marea roja en el Mar Menor, el mayor humedal costero de Europa, una laguna salada degradada

“Ahí tenemos el caso del Mar Menor que no deja de ser un humedal, una laguna salada costera, la mayor de toda Europa y una joya que ha perdido el brillo”, apunta Silvia Martínez, “por la desaforada actividad agraria de regadío desarrollada en el Campo de Cartagena, un territorio que hasta no hace mucho era de secano”. Recuerda que “la cuenca alta del Tajo está a punto de pasar a considerarse zona semi-árida y, sin embargo, se continúa enviando agua para sostener estos regadíos ambientalmente insostenibles”.

El grupo Agua, Clima y Medio Ambiente de la Universidad de Alcalá participa en el proyecto ‘Guardianes del Tajo’ para convertir uno de los tres embalses que abastecen la ciudad de Toledo en “santuario del agua” y generar interés ciudadano por el agua como patrimonio natural de todos.

Además, trabajan en un modelo de simulación hidrológica para cuantificar en qué medida se van a ver afectados los recursos hídricos de la cuenca del río Guajaraz a medio y largo plazo, debido al cambio climático.

Ruta el 4 de febrero en Toledo abierta a la ciudadanía

Por eso, para el día 4 de febrero está prevista una ruta abierta a la ciudadanía interesada para para realizar una gira de reconocimiento ambiental por la cuenca de este río, en la provincia de Toledo, en la que se han reconocido humedales interesantes a pesar del régimen de precipitaciones tan escaso imperante en la misma. “Es un humedal artificial pero también una masa de agua singular, con manifestaciones interesantes sobre cómo la naturaleza coloniza estos parajes”, apunta Sastre.

Embalse del Guajaraz, en la provincia de Toledo Foto: Carmen Bachiller

Después visitarán la localidad de Layos. “Hemos detectado en las aguas subterráneas de la zona una salinidad muy elevada para el tipo de roquedo allí existente, fenómeno que es objeto de debate científico”. Pasarán por otro humedal en el municipio de Pulgar, para terminar en Ventas con Peña Aguilera, reconociendo otro humedal “en un sustrato que no correspondería con un flujo de agua subterránea pero que ahí está y con una cohorte de vegetación muy interesante que hay que conocer para conservar”.

Ya por la tarde la visita llegará al complejo arqueológico de Melque, en San Martín de Montalbán donde, además de la interesante ermita prerrománica, se reconocerán los restos de cinco antiguas presas romanas. El número de plazas es limitado y las personas interesadas en participar pueden inscribirse a través de la web de la Universidad de Alcalá.

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Espacio de divulgación científica y tecnológica patrocinado por la Universidad de Alcalá (UAH), con el objetivo de acercar el conocimiento y la investigación a la ciudadanía y generar cultura de ciencia

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Dough McCauley: “Lo que está ocurriendo en los océanos es una revolución industrial muy silenciosa”

2 febrero, 2024

Fuente: http://www.eldiario.es

  • La llamada ‘economía azul’ y las nuevas tecnologías están favoreciendo una explotación del entorno marino como nunca se había visto: acuicultura, minería, transporte, energía o ciudades levantadas sobre el océano. Una revolución que ya está teniendo un impacto en nuestra comida o en la biodiversidad.
  • — El Mediterráneo padece una ola de calor marino en pleno invierno
El biólogo marino Doug McCauley busca soluciones a algunos de los problemas que generará la nueva industria que se está desarrollando en el océano.
El biólogo marino Doug McCauley busca soluciones a algunos de los problemas que generará la nueva industria que se está desarrollando en el océano. Dexter Hake

Laura Rodríguez

29 de enero de 2023 22:04h
Actualizado el 30/01/2023 09:40h 

El biólogo marino Dough McCauley nació en la ciudad portuaria de Los Ángeles, en California, y conoce bien la importancia de la industria en los océanos. Muchas familias de su entorno vivían del transporte de mercancías en barco, de la pesca o de trabajos relacionados con el mar. Él mismo trabajó como marinero de cubierta en un barco de pesca deportiva mientras estudiaba. Precisamente por eso, ha podido ver el gran cambio que los océanos han experimentado. Desde 1980 el transporte por el mar ha aumentado un 1.600 %; en 2014 el número de peces para consumo humano de la acuicultura superó por primera vez al de la pesca y negocios como la minería en el fondo marino empiezan a convertirse en una realidad que hace poco nadie imaginaba.

Los pesqueros dejan perdido en el mar tanto sedal ‘asesino’ como para dar 400 vueltas al mundo

McCauley, que trabaja como investigador en la Universidad de Santa Bárbara en California y participa activamente en foros internacionales para la conservación de los océanos, busca soluciones prácticas a algunos de los problemas que esta nueva industria generará. En su opinión, el océano está experimentando una transformación similar a la que se produjo en tierra firme hace 200 años. La llamada economía azul y algunas nuevas tecnologías están favoreciendo una explotación del entorno marino como nunca se había visto.

¿Qué está pasando en los mares?

La mayoría de las personas lo desconoce, pero lo que está ocurriendo en los océanos es una revolución industrial muy silenciosa. A pesar de que ocurre a nuestro lado, en nuestro patio trasero, apenas tiene visibilidad. Si todas estas cosas ocurrieran en nuestras comunidades en tierra, lo podríamos ver y conocer, nos preocuparía, nos involucraríamos, pero como ocurre en los océanos no somos conscientes. Sin embargo, esta revolución industrial también impactará nuestro futuro, tendrá un efecto en nuestra comida, en la energía, en la biodiversidad y en las extinciones de las especies. Se trata de la mayor actividad que hemos hecho nunca en el espacio más grande del planeta.

¿Por qué dice que estamos asistiendo a una revolución industrial de los océanos?

A lo largo de la historia, el transporte en barco y la pesca fueron los pilares de la economía en los océanos. Estas actividades tienen miles de años en la industria humana. Pero eso está cambiando. La pesca y el transporte marítimo están aumentando y han surgido diversas actividades nuevas que están viendo un crecimiento importante. Un ejemplo es la acuicultura, que ha aumentado exponencialmente en las dos últimas décadas. También hay otras industrias, como la energía marina, las construcciones costeras, la desalinización o, más preocupante, la minería en los fondos marinos. Se parece mucho a la revolución industrial que hace 200 años se produjo en tierra. Hay una parte estimulante de creación de alimentos, de empleo, de energía limpia, de datos, pero también un gran reto para que la industrialización no dañe los océanos.

Esta revolución industrial tendrá un efecto en nuestra comida, en la energía, en la biodiversidad y en las extinciones de las especies. Se trata de la mayor actividad que hemos hecho nunca en el espacio más grande del planeta

¿Deberíamos evitar que se produzca?

Hay actividades de la industrialización de los océanos que sin duda debemos promover. La energía marina es una de ellas. No podemos esperar pasivamente a que crezca, tenemos que incentivarla con más inversiones gubernamentales que le permitan competir en igualdad de condiciones. En el contexto del cambio climático hay que buscar nuevas formas de energía baja en emisiones de carbono y aprovechar el inmenso poder del océano. Cada vez veremos más centrales de energía en el mar, que incluirá no solo la eólica y la mareomotriz, también otros tipos más experimentales como la energía térmica y la energía de las olas. Pero hay que reconocer que eso supondrá más actividad humana en el océano que producirá unos cambios. Tenemos que pensar qué debemos hacer para minimizar el impacto.

–¿Cree que, con un buen plan, podremos reducir los efectos negativos en todos los casos?

Una de las actividades más controvertidas y sobre la que no sabemos cómo minimizar su impacto es la minería en el fondo marino. Hace poco, más de 650 científicos marinos hemos firmado una carta en la que advertimos de que esta industria va a crear grandes amenazas para la salud del océano. Necesitamos frenar y ver si hay una manera sostenible de que esto se pueda llevar a cabo, aunque estamos preocupados porque nos parece que no la encontraremos. Quizá esta sea una actividad que debamos evitar.

El biólogo marino Doug McCauley.

¿Hay alguna otra actividad que hay que vigilar?

En el medio están otras actividades como la acuicultura, el equivalente de la agricultura terrestre. Se trata de uno de los factores que podrían ser más relevantes en los cambios en la biodiversidad. El motor más importante de nuestro impacto proviene de cómo usamos la tierra y de las prácticas de la agricultura. Ahora estamos empezando una nueva revolución produciendo comida de cultivo en el océano. Hace unos años, el número de peces producido para el consumo humano superó al de la pesca salvaje, lo que supone un hito importante, como el que ocurrió cuando dejamos de ser cazadores recolectores para convertirnos en agricultores. Sabemos que hay granjas sucias y otras que usan técnicas más limpias. Hemos destrozado ecosistemas enteros en países como Chile o Noruega y muchos lugares de Asia. En este caso, debemos ser más inteligentes y estrictos para asegurar que solo prosperen las técnicas más limpias.

¿Qué otras cosas conforman esta nueva revolución industrial?

Un gran crecimiento de diversos tipos de actividad que alterará las costas. La forma más extrema son los barrios de ciudades construidos en el mar en lugares como Oriente Próximo, pero las ciudades en el litoral y la población de estas zonas aumenta en todo el mundo.

Habrá también un gran aumento de las telecomunicaciones y hardware en los océanos, y la desalinización está creciendo a gran ritmo en algunos lugares para asegurar el acceso al agua. Por último, hay otros tipos de infraestructuras novedosas que se están considerando, como los centros de datos bajo el mar que aprovechen el potencial de enfriamiento de este entorno.

Usted parece aceptar la idea de que la mejor solución para corregir los problemas que una parte de la tecnología ha creado sea usar más tecnología. ¿No se trata de una paradoja?

El gran reto del futuro de esta nueva revolución industrial o su solución parcial está en la respuesta a esa cuestión. Para ser honesto, yo, como ecólogo marino y biólogo conservacionista quiero un océano menos frenético e industrial pero las amenazas ya están presentes. A menudo me quedo por la noche pensando sobre esta pregunta, sobre cómo podemos acomodar más actividad, más negocio y más industria en los océanos cuando lo hemos hecho tan mal hasta ahora. Desde luego, no va a ser fácil. Entonces me imagino que entro en una máquina del tiempo que me lleva al comienzo

Hábleme de su proyecto para proteger las ballenas. Parece un buen ejemplo de cómo la tecnología ha ayudado a reducir un problema de un océano cada vez más transitado.

Una de las principales causas de muertes de ballenas en peligro de extinción en muchos lugares del mundo son las colisiones con los barcos. Es un problema cada vez mayor con el tráfico creciente. Lo que nos planteamos es si hay una manera inteligente en la que pudiéramos usar la tecnología para minimizar el impacto de estos choques. La solución que diseñamos, llamada Whale Safe, se basa en un hardware que intenta detectar las ballenas que se encuentran en las vías marítimas.

Lo ideal sería que esos barcos redujeran su velocidad al entrar en ciertas regiones, pero como no lo hacen, porque para ellos el tiempo es dinero, tenemos este sistema de alerta de ballenas. El hardware comparte la información directamente con las compañías de transporte marítimo y estas pasan la información a los capitanes de los barcos para que frenen. En nuestro primer programa piloto de la Universidad de Santa Bárbara, que fue instalado hace dos años, hemos conseguido llegar a cero colisiones. No creo que hayamos solucionado el problema, pero está incentivando que se vea de otra manera. Se trata de un ejemplo que intenta combinar la aparición o crecimiento de nuevas industrias, ayudándolas a crecer minimizando su impacto en el océano.

Las tiendas de ropa o de aparatos electrónicos compran y venden gran cantidad de productos de otros países, deben saber que tienen su papel en este problema. Los supermercados no se plantean que tienen una función relevante en la salud de los océanos

¿Qué importancia ha tenido la colaboración con la industria?

Yo soy alguien que estudia ballenas, peces, corales y ese tipo de cosas, y nunca pensé que iba a pasar tanto tiempo hablando con compañías y directores ejecutivos. Ahora nos esforzamos mucho en esa labor. Nosotros somos buenos detectando ballenas; no tanto trabajando con los barcos de transporte o localizando cómo usar esos datos. Se trata de una pieza muy importante: la de hablar con la industria y conocer exactamente qué es lo que necesita –qué datos son más relevantes, en qué formato debemos presentarlos, con qué frecuencia, con cuánta antelación–. Parecen temas simples, pero es necesario tenerlos en cuenta. También nos preocupamos de hablar con los clientes del transporte marítimo, que son las grandes cadenas de tiendas con un negocio global. Los supermercados o las tiendas de ropa o aparatos electrónicos compran y venden gran cantidad de productos de otros países, así que deben saber que también tienen su papel en este problema. Muchos supermercados ni siquiera se plantean que tienen una función relevante en la salud de los océanos.

¿Entonces cree que vamos en la buena dirección?

Más bien creo que ahora hay oportunidades importantes en las que podemos tomar una dirección correcta. Uno de los grandes debates es, por supuesto, la acción contra el cambio climático. Podríamos acotar esta revolución industrial de forma inteligente y trabajar para que haya un compromiso industrial y, aún así, si no conseguimos controlar las grandes olas de calor, la acidificación de los océanos, o el colapso de las migraciones y las existencias de peces, veremos cómo muchas especies se extinguirán. Necesitamos hacer frente al cambio climático, un tema del que, dependiendo del día, me siento más o menos optimista.

Por otro lado, hay un par de debates internacionales que están teniendo lugar que creo que pueden tener una gran influencia en la salud de los océanos. Uno es sobre el tratado internacional sobre la biodiversidad en alta mar. Si se consiguiera crear un acuerdo fuerte, tendría una gran relevancia. Uno de los temas que se abordan es si se deberían crear parques marinos. En tierra no tenemos parques internacionales porque apenas hay espacios que no sean nacionales, pero esto es distinto en el océano. Sería una buena manera de proteger la biodiversidad de estas nuevas industrias. El otro tratado muy interesante es el acuerdo internacional para acabar con la contaminación por plástico. El plástico es otro de los grandes problemas en el mar. Si este acuerdo llegara a un convenio sólido y efectivo podría gestionar una de las mayores externalidades de la industrialización.

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La estudiante que plantó cara a la ‘alumna ilustre’ Ayuso: “Este país está lleno de premios y al final no se nos escucha”

27 enero, 2024

Fuente: http://www.eldiario.es

La alumna Elisa Trivino interviene después de recibir una distinción por ser la graduada con mayor nota de su promoción.
La alumna Elisa Trivino interviene después de recibir una distinción por ser la graduada con mayor nota de su promoción. Alejandro Martínez Vélez / Europa Press

Guillermo Hormigo

24 de enero de 2023 22:59h
Actualizado el 27/01/2023 11:39h 

“Muchas gracias por lo que has hecho, eres una crack”. Dos chicas se acercan a Elisa Trivino para felicitarla después de su encendida intervención en el acto donde la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha nombrado alumna ilustre a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

La Complutense se blinda para rendir honores a Ayuso: cierre de accesos y controles en la entrada

Esta estudiante de Comunicación Audiovisual nacida en Móstoles se graduaba el pasado junio con la mejor media de toda la Facultad de Ciencias de la Información: un 9,28. Un mérito que le valió para ser invitada a intervenir en una jornada donde la opinión de los estudiantes “fue silenciada”.

El dispositivo policial en el campus de Ciudad Universitaria, la prohibición de acceso a toda persona que no tuviese el carné físico de la facultad o la invitación de miembros de Nuevas Generaciones al acto para contrarrestar las protestas estudiantiles han respaldado el motivo por el que Eli (como la conocen sus allegados) decidió arremeter abiertamente contra la distinción a la dirigente regional: “He aprovechado para dar voz a mis compañeros”. Tacha de “surrealista y muy hipócrita” lo que ha ocurrido en la UCM el día en el que se premiaba a la supuesta gran valedora de la libertad: “Todo se ha hecho por el voto y por el nombre”.

“La Complutense es increíble: es la gente que está ahí fuera manifestándose; son mis profesores, los que están en clase con sus alumnos. Esas personas son los ilustres de verdad”, decía esta estudiante de brillante expediente en un discurso que en solo unas horas ya era viral. En sus declaraciones posteriores a Somos Madrid, todavía visiblemente nerviosa, insistía en este mensaje: “Muchas veces las manifestaciones se manipulan y yo he tenido la oportunidad de darles un espacio donde no podían intervenir”.

La concesión del título a Ayuso venía cargada de polémica: numerosos colectivos de la Complutense, de otros centros educativos y de sectores sociales como el sanitario habían anunciado que se movilizarían contra un nombramiento que consideraban partidista e impropio de una institución pública (la UCM nunca había convertido en alumni ilustre a ningún político en activo), más aún en pleno año electoral. Representantes estudiantiles de Contracorriente y Pan y Rosas, agrupaciones convocantes de las protestas, llegaron a calificarlo como una maniobra para “blanquear políticas criminales”.

Además, fue una concesión directa del rector, Joaquín Goyache, mientras que los otros siete nombres fueron consensuados por la Junta de Facultad. Dos vicerrectores, cercanos al PP y a los que se responsabiliza de la controversia, han dimitido en las últimas semanas. El antiguo rector de la Universidad, José Carrrillo, lo ha calificado de “inapropiado” y ha detallado los motivos por los cuales considera que “perjudica” la imagen del centro. Incluso en la misma ceremonia otro de los galardonados, Antonio de la Torre, defendió que ha alcanzado la libertad “gracias a que existe la educación pública”, en clara alusión al uso del término que hace la dirigente madrileña.

Pero ninguna crítica ha tenido tanta fuerza simbólica como la de Eli. “Hoy es un día muy triste porque cuando digo Ayuso oigo aplausos”, lamentó ante un salón de actos de la Complutense abarrotado de autoridades y de militantes de Nuevas Generaciones invitados por la Comunidad de Madrid. “Para mí es un día de luto más que de celebración”, apuntó más tarde en la misma línea como respuesta a las preguntas de este medio.

Su propia intervención le dejó un sabor agridulce, pese a la gran visibilidad que ha logrado: “Ha habido división, yo creo. Estaban por una parte compañeros y mis profesores que han estado conmigo durante cuatro años al pie del cañón, que me han apoyado mucho. Después la otra parte que ha venido aquí, sin saber a qué viene. Y aplaudiendo a la presidenta, claro”. En cuanto a este grupo de jóvenes que ha accedido al acto con el beneplácito del Ejecutivo regional para apoyarle, se muestra indignada: “Es tremendo que te pongan problemas para poder entrar o que te hablen mal cuando estás cuatro años en esta universidad y después vengas vestido de una forma o tengas un nombre y ni siquiera tengas que enseñar tu DNI”.

Contra “la titulitis”

La alumna mejor valorada de su promoción se muestra muy crítica con este tipo de reconocimientos en general, más allá del perfil de Díaz Ayuso: “El mundo funciona por titulitis y no por compañerismo. Este país está lleno de premios y notas y al final no se nos escucha. La comunicación es escuchar, corregir y hacer autocrítica. Y aquí no se hace”. 

La conversación muestra que, pese a la emoción y la indignación que la invadieron sobre el estrado, Eli es una joven perfectamente cabal: “Tenemos que escucharnos entre nosotros un poquito más”, dice, en referencia al aislamiento al que considera que las personas de su generación están abocadas: “En esta facultad llevamos años pidiendo material y nadie nos atiende, mientras que luego a los jóvenes se nos acusa de no escuchar cuando realmente estamos heredando un sistema con el que no estamos de acuerdo”. Cree que este nombramiento de espaldas al movimiento estudiantil va justamente en esa dirección y es la consecuencia directa de que en la Universidad “todo funciona por jerarquías y por unos intereses”.

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