Mercredi, 15 décembre 2010
Las molestias en el pie persisten y no podemos hacer deporte, con el perdón de los lectores, es una gran jodienda.
Por la mañana aprovechamos para hacer varias cosas como ir a la biblioteca (no nos cansamos de decir la espléndida sección de libros en español que hay) y para llevar la partida de nacimiento a la administración pero está cerrada. Alexandros, el primo de Anna, prefiere hacer deporte y no bajar al centro (se acaba de levantar cuando lo llamamos).
Para comer hemos probado por primera vez en el mismo plato las tres guarniciones del restaurante, la tercera nos ha costado convencer al cocinero pero a regañadientes nos la ha concedido. Hemos comido bastante bien pensando en las fuerzas que vamos a tener que guardar para el aeropuerto.
Por la tarde, vamos a la última clase de este cuatrimestre. Nos entregan el examen con una muy buena nota y acabamos antes, lo que aprovechamos para ir a comprar unos quesos Roquefort para regalar a la familia.
Nos despedimos de unos pocos. No nos queremos imaginar cómo será en junio, porque es ahora y nos ha dado mucha tristeza.
Cogemos el tren hasta Charles de Gaulle a las 20.00 h. y llegamos con quince minutos de retraso a las 22.00 h. Pasamos una velada incómoda, como siempre que se ‘duerme’ en el aeropuerto aunque esta vez acompañados de mucha gente.
Regresamos a la wild Spain como diría Ska-p.
http://www.youtube.com/watch?v=4JuBGzyV5OQ
Le mot du jour est: c’est-à-dire, es decir, es decir.