Archive for May 2022

Turkmenistán quiere cerrar su “puerta del infierno”

31 May, 2022

Fuente: http://www.as.com

El pozo de Darvaza es un cráter creado accidentalmente por el hombre en 1971 durante unas obras de prospección de gas hechas en la era soviética.

As.com

Actualizado a: 8 de enero de 2022 16:07 CET

Turkmenistán quiere cerrar su “puerta del infierno”
wikimedia commons WIKIMEDIA COMMONS

El presidente de Turkmenistán, Gurbanguly Berdymujamedov, ha dado la orden de extinguir una gigante llama de gas natural, que emerge de un cráter en este país de Asia central, y que es conocida como «puerta al infierno», según ha informado este sábado la televisión estatal.

“Afecta negativamente al medioambiente y a la salud de la gente”

El también denominado pozo de Darvaza lleva ardiendo desde la década de 1980 y se halla en la mitad del gran desierto de Karakum. “La puerta del infierno” se ha convertido en una de las grandes atracciones turísticas del país, que es una exrepública soviética.

Durante la reunión del gabinete de ministros, Berdymujamedov ha señalado que el cráter, creado accidentalmente por el hombre, «afecta negativamente al medioambiente y a la salud de la gente que vive en los alrededores».

El país está perdiendo valiosas materias primas

Según indica Sputnik News, el presidente ha señalado que el país está perdiendo materias primas que podrían venderse y exportarse. La recaudación de estas materias primas se destinará al bienestar de los ciudadanos. Para extinguir el fuego del cráter, Berdimujamédov explicó que, de ser necesario, se involucrará a expertos extranjeros y organizará discusiones científicas.

El agujero se creó tras un accidente en 1971, durante unas obras de prospección de gas hechas en la era soviética. En la exploración los expertos se toparon con una cueva subterránea llena de gas natural y para evitar que el cráter ocasionara el escape de varios gases naturales peligrosos, el equipo decidió prenderle fuego, por lo que lleva medio siglo en llamas. El resultado es un cráter de 70 metros de ancho y 20 de profundidad. En 2018, el presidente le puso oficialmente el nombre «Resplandor de Karakum».

Roberto Saviano: “¿Poder ir al supermercado? Lo deseo, es mi ambición”

29 May, 2022

Fuente: http://www.eldiario.es

El escritor Roberto Saviano ha guionizado su vida en una novela gráfica
El escritor Roberto Saviano ha guionizado su vida en una novela gráfica Mattia Venturi

Mónica Zas Marcos

29 de enero de 2022 22:51 h | Actualizado el 31/01/2022 10:40 h 

Roberto Saviano es el azote de la mafia camorrista. La joven promesa de la escritura y el periodismo que a los 26 años renunció a todo para publicar Gomorra, que escupía sobre siglos de códigos criminales y la sangre derramada en su Nápoles natal. El libro le procuró éxito mundial y una tranquilidad económica de por vida. Cualquier otro atisbo de serenidad acabó en 2006, cuando la mafia lo convirtió en un objetivo.

Roberto Saviano celebra su victoria judicial: «La mafia no es invencible» SABER MÁS

Roberto Saviano también es un hombre de 43 años que lleva quince escondido en pisos francos. Sufre ataques de pánico constantes, tiene que pedir permiso a su escolta si quiere ir al baño y no puede subir las persianas de su apartamento. Por supuesto, esta vida le ha negado el derecho a formar una familia y un círculo normal de amistades.

Todavía estoy vivo (Reservoir Books) son sus esperadas memorias en forma de novela gráfica. Fenomenalmente ilustradas, afiladas como un cuchillo y desapacibles como el apartamento en el que cada noche un guardaespaldas mira debajo de la cama.

Él dice que la mafia no le ha matado, pero le ha condenado a algo peor. “No es cierto que de la batalla vuelves vivo o no vuelves; en caso de que vuelvas, volverás herido”. Mientras el sol ilumina una mitad de la pantalla desde España, en Italia Saviano atiende a las entrevistas con tres lámparas encendidas. Son las cuatro de la tarde.

¿Por qué decidió hacer un cómic sobre las consecuencias de haber publicado Gomorra?

Sentía que las personas empezaban a percibir estos 15 años como normales. Normalizaron que viviese encerrado o que hubieran condenado a un capo de la mafia por amenazarme, que es algo muy grande. Después del asesinato de Dafne Caruana en Malta, Peter de Bris en Ámsterdam y Jan Kuciak en Bratislava, me di cuenta de que quería contar todo lo que he pasado. Ponerlo de la forma menos dramática posible. Y supe que un cómic era la mejor opción.

¿Es más fácil exponer la maldad ajena que los demonios internos?

Ah, sí. Totalmente. Mis demonios internos son muchos y están muy enfadados. 15 años viviendo así no te hacen mejor persona. Te hacen peor. Soy un hombre lleno de miedo, no puedo dormir sin ayuda química, estoy solo y he perdido la confianza en todo el mundo que camina sobre la tierra. Siempre desconfío de que me puedan vender o de que se acerquen a mí y me hagan daño. Estar dentro de una batalla así es insoportable a nivel psíquico.

Con la novela gráfica he tenido la oportunidad de materializar todo esto. Porque Asaf Hanuka, que es un genio, transformaba en formas físicas y visibles cosas muy difíciles de tematizar.

Viñeta de ‘Todavía estoy vivo’ Penguin Random House

¿Cómo ha sido el día a día en estos 15 años de clandestinidad?

En el libro está todo. Y lo que no está es porque ni yo mismo lo he logrado construir, como un espacio auténtico de serenidad. Es como que todo estuviera comprometido por mi ambición de luchar, de formar parte de un cambio y de enfrentarme a pecho descubierto contra los que considero criminales políticos, como la derecha italiana. En mi parte privada todo esto ha creado un desequilibrio. También mucho mal humor.

No sé si toda la responsabilidad viene de fuera. Quizá otra persona hubiera encontrado esa serenidad. Pero mi cabeza siempre va al pasado, como les pasa a quienes sufren un trauma y un trozo de su vida se queda allí. Yo aún tengo 26 años y estoy en la habitación compartida con mi hermano jugando al fútbol de mesa, algo que nunca volverá.

Dicen los reporteros de guerra que, al regresar del conflicto, cualquiera les parece una amenaza. Que van al supermercado y no ven a pacíficos ciudadanos comprando el pan, sino a gente capaz de hacer el mal. ¿Siente algo parecido?

Me gusta mucho la metáfora, pero no. Yo sueño con salir al supermercado (ríe). No me falta esa adrenalina del reportero, que cuando están en la guerra quieren volver a casa y cuando están en casa todo les parece inútil. Yo antes me exponía porque pensaba que mi deber era luchar contra los criminales políticos. Y lo hacía porque estaba convencido de que no iba a llegar con vida a los 30. Pero el precio que he pagado es muy alto: no estoy ni vivo ni muerto. Esa dualidad me complica mucho estar lúcido. ¿Pero hacer la cola en un supermercado? De verdad que lo deseo, es mi ambición.

¿Le da miedo acostumbrarse a este inusual estilo de vida?

Sí, me da mucho miedo seguir viviendo así. No creo que me pueda habituar. Estos 15 años me han vuelto muy frágil. Es como si te fragmentaran hasta el punto de que ya no te queda piel y todo te hiere. De hecho, en una página Asaf me dibuja como con una coraza porque se lo pedí yo, porque ya no me siento dueño de mi cuerpo. Pido permiso para hacer cualquier cosa, hasta para ir al baño, y los demás son los que deciden sobre él.

En muchas de las páginas habla de este sentimiento, e incluso de pensamientos suicidas. ¿Cómo se ha resentido su salud mental? Además de protección, ¿le han brindado ayuda?

No me la han ofrecido, pero he buscado yo ayuda psicológica. Y la sigo teniendo. Me ha sido muy difícil contener las crisis de pánico, en las que siento que una mano me estrangula y todo mi alrededor me amenaza. Psicológicamente tener millones de enemigos no es fácil. Les pasa a los políticos, pero ellos tienen militantes, encargos y poder. Yo no. Yo tengo el poder de mis lectores, y eso cuando están.

En Italia me consideran una diana, un símbolo de una izquierda cultural que está desapareciendo. Es muy fácil pegarme y atacarme les da un flujo de clics garantizado. Siempre que Salvini o Meloni bajan en las encuestas, llego yo. Sus seguidores me atacan en masa porque me odian, y vivir con eso es psicológicamente insoportable.

Es muy difícil contener las crisis de pánico. Siento que una mano me estrangula y que todo mi alrededor me amenaza

De momento sigue viviendo en Italia, pero en un momento buscó refugio en Estados Unidos para empezar de cero. ¿Por qué no llegó a funcionar el retiro en Nueva York?

Porque yo seguía escribiendo, denunciando y haciendo lucha política. Cambié de nombre, pero mi rostro lo reconocían y esa clandestinidad era relativa. Si iba a alquilar un apartamento, la gente tenía miedo. ¿Quién quiere meter a alguien perseguido por la Camorra en su propiedad? Y esto me va a pasar en cualquier lugar del mundo. Mi mente a veces sueña con ir a Nueva Zelanda, Islandia o Brasil, donde podría empezar una vida.

¿Ha perdido la esperanza en que algún Gobierno europeo pueda protegerle de su situación?

Francia y Alemania me han acogido muy bien. España también, tengo amigos y con Ada Colau tenía muy buena relación. La parte no populista de Europa siempre se ha mostrado generosa. Pero esto también tiene que ver con una batalla cultural sin alianzas. Los escritores raramente se unen en un proyecto. Se odian entre sí y compiten. Lo que yo hago divide a la gente y les hace tomar una posición, y con eso pierdes lectores. Así que no tengo esperanza de encontrar solidaridad entre mis colegas. Si sigo adelante es por venganza: para mostrar a los que me odian por qué no me han enterrado.

En este libro muestra por primera vez a su familia y reconoce que, con la publicación de Gomorra, ellos también pagaron un alto precio. ¿Es esta una de las cosas que alimentan su venganza?

Yo nunca me voy a perdonar por lo que he hecho a estas personas. Se han visto sometidas a una presión increíble y no se puede remediar. ¿Qué puedo hacer? Al final se han convertido en la madre, el hermano y el pariente de Roberto Saviano. Y eso les ha sellado. Intento encontrar un sentido a esto: “Estabas trabajando, has hecho grandes cosas”. Pero en resumidas cuentas, no vale la pena haber quemado estos años tan importantes de mi vida.

Una viñeta de ‘Todavía estoy vivo’ Penguin Random House

¿Confía en que la mafia se olvide de usted en algún momento o es un pensamiento idílico?

Es una regla: las mafias nunca olvidan. Aunque hay un ‘pero’. La gente que me quiere ver muerto también se está muriendo o está en la cárcel. Pero a veces los objetivos pasamos de generación en generación. Acaban de matar a una persona de bien que había hecho una denuncia diez años antes de su ejecución, en cuanto le quitaron la escolta. Pero él se quedó en el territorio. Yo creo que podemos escapar, pero hay unas reglas y yo las conozco muy bien: tienes que desaparecer de los lugares donde ellos pueden derramar sangre y no relanzar ninguna ofensiva.

En junio un tribunal falló a su favor después de 13 años y condenó a un capo de la Camorra por amenazarle en un juzgado. Usted llegó a decir entonces que “la mafia no es invencible”. ¿Le cambió algo la vida esta sentencia?

Lo creía así, pero no pasó. También fue porque nadie se hizo eco ni publicó nada. Para mí era algo inconmensurable y de lo que no se habló. Pensaba que era el inicio de algo nuevo, que es lo que predico en Todavía estoy vivo. Pero no sé cómo hacerlo. La opción será desaparecer y empezar a vivir.

Dice que uno de los tres tipos de personas que le odian son los que querrían cambiarse por usted. ¿Este libro es una forma de responder a esas envidias?

Sí, porque no entiendo cómo alguien puede envidiar esta vida de mierda. Es una manera de deslegitimarme. Como decía Gabo García Márquez, debe existir un doble mío en algún lugar que sale de fiesta, conduce un coche potente y hace todo eso que los demás dicen que yo hago. Pero pienso, joder, “¿cómo puedes tener envidia de una vida como la mía?”. Y entonces me doy cuenta de que no es envidia, sino una forma de desmontar a su objetivo político.

No entiendo cómo alguien puede envidiar esta vida de mierda

Una de las cosas que reconoce que ha perdido en la novela son las relaciones afectivas, las amorosas. ¿Ha echado en falta este tipo de compañía más que otra?

Ahora no me veo capaz. Si fuera libre, yo soy un hombre que puede cuidar y sabe curar. Pero en estos años que han pasado lo he estropeado todo. Ahora me es más fácil echar la culpa a la situación. Una parte de mí todavía no entiende cómo es posible vivir de forma libre, fuera de esta habitación. Cómo es ir a una fiesta, salir a cenar o hacer un regalo. Ya no sé hacerlo. Parece que la vida con escolta es una excusa, pero en realidad siempre he sido un hombre distraído. No sé cómo irá, pero sin duda tengo ganas de tenerla.

A raíz de Gomorra ha escrito otros libros y ha adaptado aquel a la televisión. En lo que a cifras se refiere, sigue siendo un autor de éxito. ¿De qué sirven el dinero y la fama en su situación?

El dinero sirve para los abogados, porque estoy en querellas con Salvini y Meloni. El dinero me permite sostener una vida tan complicada como esta. Pero el éxito, boh. A la persona visible se le considera un narcisista y un egoísta. Yo siempre digo que tengo la peor ambición, que es un pecado brutal si eres religioso: he creído que con mis palabras podía cambiar la realidad. Estaba convencido de que con mi libro España se iba a dar cuenta de que es una plataforma de mafias y que los políticos iban a debatir. Era pura arrogancia. Hoy ya no lo creo.

Viñeta de ‘Todavía estoy vivo’ Penguin Random House

Habla de sus causas legales contra políticos italianos, pero en el imaginario de la gente Roberto Saviano lucha contra la mafia. ¿Siente que se está enfrentando ahora más al establishment que a la Camorra?

El mundo criminal no actúa nunca de forma visible, aunque hayan pagado en el último juicio. Pero fue porque me amenazaron en un tribunal, si no nunca los hubieran condenado. Ellos usan los periódicos locales, tienen su propio lenguaje y se mueven en un limbo gris. Por eso, cuando me enfrento a la política, en realidad me sigo enfrentando a ellos.

Hace un tiempo dijo que estaba preparando un libro sobre la relación de España con las mafias. ¿Sigue entre su lista de tareas?

En realidad ese libro se ha transformado con los años en una ficción inspirada en hechos reales. Por una razón muy simple: no es tan fácil recabar datos en España como en Italia. No existe un poder nacional antimafia que los recoja. Los españoles se centran en el narcotráfico de Galicia, en el País Vasco y en la Costa del Sol. Mi sueño es llegar a hacer una novela que cuente la mafia ibérica. Pero ya me sé la reacción.

En Italia tardaron mucho en reconocer la existencia de organizaciones criminales que eran más antiguas que el propio Estado. La Camorra existía antes que la Italia unitaria, desde los Borbones. Hay una leyenda en el mundillo que dice que las tres mafias italianas provienen de tres caballeros españoles que las fundaron (ríe). Imagínate hasta qué punto está involucrada España y allí no se habla de ello.

¿Y por qué cree que impera esta ley del silencio?

Hay un silencio por una cuestión cultural muy fácil de entender: los españoles nunca han creado una mafia. Han colaborado con las mafias financieras, del narcotráfico o de bandidos. Pero, aunque sean católicos, familiares y con doble moral como los italianos, nunca produjeron una. Los ciudadanos no sienten que les ponga en peligro. El terrorismo sí, porque mata a inocentes. Pero para los españoles las mafias son gente que se mata entre ellos. En Nápoles se está librando una guerra en la que una de las facciones vive en España y los expertos la conocen, pero la opinión pública nada. Cero.

Por último, me gustaría preguntarle qué le hace feliz, aun estando en su situación.

Salir a andar, hablar con un amigo de cualquier cosa que no tenga que ver conmigo o escuchar música. De hecho, alguna vez me han dejado ver un concierto entre bastidores y eso me hace muy feliz. Pero mi sueño sería coger una moto, que no conduzco desde los 26 años, y hacer una ruta por España. Me iría al mar. Andalucía es una tierra que amo mucho, donde me siento libre y en casa, porque tiene una luz muy similar a la de Nápoles. Como siempre estoy encerrado en espacios oscuros y casas donde no hay luz, eso sería lo primero que haría.

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En Auschwitz quedó la maleta de Klara Goldstein

28 May, 2022

Fuente: http://www.blogs.elpais.com

Por: Tereixa Constenla | 27 de enero de 2015

Klara Goldstein dejó su maleta en Auschwitz. Allí sigue, una más entre miles de maletas de cuero, cartón y piel que se apelotonan entre sí, arrebujadas como para sacudirse el frío. Más de setenta años lleva la maleta aguardando el reencuentro con una propietaria que nunca regresará, con una señas que no surtieron efecto (Rote Kreuz: Cruz Roja). Klara bajó de un vagón en mitad de la intemperie polaca, donde el Tercer Reich montó su más perfeccionada industria del exterminio, y ascendió al cielo convertida en humo. ¿Cuándo se dio cuenta Klara de su viaje a ninguna parte? ¿Cuándo reparó en que su maleta era un maquiavélico atrezo? 

En Auschwitz alguien podría pasar toda la jornada leyendo uno a uno los nombres de los dueños de maletas abandonadas por las víctimas. Ocupan una habitación, protegidas tras un cristal. En cada maleta iba lo imprescindible, probablemente aquello que cada uno salvaría si se fuese a una isla desierta, el mínimo común existencial, lo más querido o lo más necesitado, lo que definía a cada uno como uno mismo: los zapatos de fiesta, la blusa de seda, las zapatillas de ballet, el libro de oraciones, la partitura, el espejo de mano, el broche de la madre, la novela de Thomas Mann… ¿Qué podía llevar cada judío en su ignorado camino hacia la cámara de gas?

Hace 70 años los soviéticos liberaron Auschwitz, un complejo formado por tres campos de concentración habilitados junto a la ciudad polaca de Oswiecim, a unos 70 kilómetros de la bella Cracovia. Allí murieron 1,1 millones de personas, la gran mayoría judíos, pero también otras minorías étnicas (gitanos) y enemigos políticos del nazismo. Cuando abandonaron el lugar, los alemanes volaron algunas evidencias de sus crímenes como la cámara de gas y el horno de Auschwitz II-Birkenau, su principal máquina de matar. Ahora puede verse acordonado por razones de seguridad, pero basta con visitar su predecesor, la cámara de Auschwitz I, para empaparse de oscuridad. 

A pocos metros del primer edificio donde se experimentó con Zyklón B se levanta la casa donde residía el kommandant del campo, Rudolf Höss, con su familia: Hedwig, su esposa, y sus cinco hijos. Un lugar de risas y correrías. Desde la segunda planta podía verse la chimenea del horno crematorio, tan cerca y al mismo tiempo en otra galaxia. Höss asistía a los actos de exterminio para mostrar su fortaleza ante sus subordinados. Varios años después, en 1947, regresaría al lugar para morir. Un tribunal polaco le condenó a la horca. Fue ejecutado en Auschwitz, a medio camino entre el chalé por donde correteaban sus hijos en el pasado y la cámara de gas. Uno de sus nietos visitó el campo hace poco. «Este es el único lugar decente que hay aquí», dijo junto a la horca. 

En los registros de Auschwitz hay constancia del paso de dos mujeres que compartieron el nombre de Klara Goldstein. Una nació el 20 de mayo de 1900 en la ciudad húngara de Nyiracsad y murió el 14 de septiembre de 1942 en el campo. La segunda nació el 29 de agosto de 1921 en lugar desconocido. Figura en la lista de presos transferidos desde Birkenau a otros campos. Ignoramos a qué se dedicaban, si les gustaba el cine o la música, si tenían hijos, maridos o hermanas, si creían o no en algún dios, si habían fantaseado con envejecer en el mismo lugar donde habían nacido… La magnitud de la masacre fue tal que parece inevitable el anonimato masivo. Pero ello es un último atropello a la memoria de las víctimas. Cada objeto que les materializa les salva del olvido, aunque se trate de gafas redondas repetidas hasta el infinito, prótesis ortopédicas de discapacitados o zapatos ajados…

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Maya Fernández, ministra de Defensa, nieta de Salvador Allende y símbolo del nuevo Chile

27 May, 2022

Fuente: http://www.eldiario.es

Maya Fernández Allende, futura ministra de Defensa de Chile, en una imagen de archivo.
Maya Fernández Allende, futura ministra de Defensa de Chile, en una imagen de archivo. Facebook / @diputadamaya

Meritxell Freixas

Santiago de Chile — 29 de enero de 2022 22:51 h | Actualizado el 30/01/2022 05:30 h 

El martes 11 de septiembre de 1973, Beatriz Allende, conocida como Tati, llegó poco antes de las 9.00 horas de la mañana al Palacio de La Moneda. La guardia personal de su padre, el entonces presidente Salvador Allende, la había llamado antes para alertarla, a ella y a su marido, el diplomático cubano Luis Fernández Oña, de un golpe de Estado en proceso. Su padre también le había pedido que se quedara en casa, pero –según contó Fernández en el libro Beatriz Allende: A revolutionary Life in Cold War Latin America de la historiadora británica Tanya Harmer– “fue imposible retenerla”.

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Beatriz resistió con su padre en La Moneda hasta que el propio Allende, justo antes del bombardeo, le ordenó que se marchara junto a las otras seis mujeres que todavía permanecían en el lugar, entre ellas su hermana Isabel. Tati Allende tenía entonces 30 años, estaba embarazada de siete meses y tenía una hija de dos años, Maya, a la que dejó en casa de una amiga. 

Aquella niña, nieta de Salvador Allende, a la que su madre protegió del golpe ese 11 de septiembre, tomará posesión el próximo 11 de marzo como ministra de Defensa del futuro Gobierno de Gabriel Boric. Su nombramiento se ha interpretado como un hecho simbólico por lo que significa que la heredera del legado del expresidente Allende, derrocado en 1973 por Augusto Pinochet, llegue a dirigir las Fuerzas Armadas chilenas.

Maya Fernández Allende (Santiago, 1971) es hija de Beatriz Allende, la segunda de las tres que tuvo el expresidente, muy cercana a él y considerada la más política, y de Luis Fernández, quien además de diplomático, fue miembro del servicio de inteligencia cubano. Aunque Maya no tiene recuerdos del golpe de Estado ni de su abuelo, su figura ha marcado su trayectoria. “Lo admiro. Para mí es un orgullo ser su nieta y también una responsabilidad. Pero soy una persona distinta. Yo soy Maya”, dijo en una de las primeras entrevistas que dio cuando entró en la política, con El País.

Exilio en Cuba

Tras el golpe, la familia Fernández Allende se exilió en Cuba. Maya y su hermano Alejandro permanecieron toda su infancia y adolescencia en la isla, con la que su madre había mantenido estrechos vínculos desde antes. “Fue una colaboradora íntima y una partidaria ferviente de su proyecto revolucionario y creía que las autoridades cubanas podrían ayudar a la izquierda chilena a reagruparse y resistir a la dictadura militar”, explicó Harmer.

Con 34 años y tras una depresión, Beatriz Allende se suicidó en La Habana. Maya tenía seis años y su hermano, tres. “Era muy enérgica, exigente políticamente, con mucha entrega y lealtad. Siempre me ha dolido el tema de la Tati. Me hubiera gustado que ella hubiese estado. Pero mis dolores me han hecho creer en la vida”, dijo Maya sobre su madre en la misma entrevista.

Los dos hermanos crecieron en La Habana. Ella estudió en la Escuela Primaria Solidaridad con Chile, un centro público creado en 1974 para los hijos de las familias exiliadas de la dictadura de Pinochet. “Yo era una niña más del barrio. Nunca fue una carga ser reconocida como nieta de Allende”. 

A la izquierda del Partido Socialista

En 1992, ya en democracia, Maya y Alejandro regresaron a Chile. Ella empezó a estudiar Biología y Veterinaria y se inscribió como militante del Partido Socialista (PS), su partido político hasta hoy. “Maya Fernández representa una parte importante del PS encarnada en la figura del expresidente Salvador Allende, que es uno de estos símbolos que conforman tradiciones importantes dentro de los partidos. Hoy todavía ocupa un lugar fundamental y hay una nostalgia por su figura”, dice Marco Moreno, decano de la Facultad de Ciencia Política de la Universidad Central.

La socialista llegó a las instituciones en 2008 como concejala del Ayuntamiento por el distrito de Ñuñoa, donde reside hasta hoy, uno de los más céntricos y acomodados de Santiago. Intentó llegar a la alcaldía en 2012, pero no fue elegida y dos años más tarde dio el salto a la Cámara de Diputados, en la que fue reelegida en 2017. Durante esta última legislatura, en 2018, asumió la presidencia de la institución.

Dentro del partido, ha liderado la oposición a la directiva actual. Ha defendido el acercamiento con la coalición del Frente Amplio –a la que pertenece Boric– y la postura de dar un giro hacia la izquierda que, hasta el momento, prácticamente no se ha producido. “El PS tiene que volver a ser un partido capaz de estar ahí liderando los cambios, las transformaciones”, dijo durante la previa electoral.

Gabriel Boric y Maya Fernández. Twitter / Maya Fernandez Allende.

“Su orientación ha sido colocar al PS en el eje más hacia la izquierda como manera de responder a las demandas del estallido social y, al igual que Boric, ha mostrado una impronta territorial y de cercanía con las organizaciones sociales y vecinales”, dice María Pía Martin, académica de la Universidad de Chile y doctora en Políticas públicas y transformación social.

En plena campaña de primarias, incluso antes de la primera vuelta presidencial, y mientras los socialistas apostaban por la candidata democratacristiana Yasna Provoste, Maya Fernández fue la primera figura de peso de su formación que respaldó públicamente a Gabriel Boric. “Después de un periodo de reflexión, he decidido apoyar a Boric (…). Tengo la mejor opinión de la candidata Yasna Provoste en lo personal, pero el proyecto de centro que encabeza no me convoca respecto a las ideas y mirada de país”.

Su decisión desató una polémica dentro del partido, pero ella se mantuvo firme y llegó a aparecer en su espacio de propaganda electoral para la primera vuelta. “Esto generó una mayor simpatía hacia ella por parte del Frente Amplio y del propio Boric, mientras la directiva del partido ha actuado de forma más institucional y ha optado por, a pesar de las dificultades, seguir manteniendo una relación privilegiada con los partidos del centroizquierda”, dice Moreno. Para la segunda vuelta, su rol también fue activo y participó en la campaña “Un millón de puertas por Boric”, en la que recorrió el sur del país buscando votos para ganar a la extrema derecha de José Antonio Kast en las elecciones. 

Ruptura con el pasado

A partir de marzo, Maya Fernández encabezará la Fuerza Aérea, la Armada y el Ejército. Será la tercera mujer que llega a este cargo, la segunda socialista, después de la expresidenta Michelle Bachelet, que lo hizo en 2002. “Ha formado parte de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados y tiene trayectoria en este ámbito”, dice Martin. Este jueves, junto con Boric, sostuvo la primera reunión protocolaria con los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, pero no se pronunció sobre las prioridades de su agenda.

Para Marco Moreno, Fernández “puede aportar en mejorar la transparencia y establecer mecanismos para una mayor rendición de cuentas”. A su juicio, en los aspectos más técnicos, “tendrá que asesorarse porque no forman parte de sus competencias”, pero sí “puede abrir la caja negra” del Ministerio de Defensa, sobre todo en la manera en que se gestionan los recursos en esta cartera.

Si se mantiene en el cargo hasta septiembre de 2023, le tocará liderar desde el Ministerio de Defensa la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado. “La llegada a este ministerio tiene una carga tremendamente simbólica porque las mismas tropas de Pinochet, algunas todavía presentes, fueron las que sacaron a Salvador Allende del gobierno y junto con ello llegó la dictadura”, dice Martin. “Representa una ruptura con el legado de la dictadura militar y una tremenda oportunidad para cambiar la relación entre la ciudadanía y las Fuerzas Armadas”.

Por qué la OTAN está dividida sobre Rusia

26 May, 2022

Fuente: http://www.eldiario.es

Patrick Wintour

@patrickwintour

El canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente francés, Emmanuel Macron, en el Palacio del Elíseo.
El canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente francés, Emmanuel Macron, en el Palacio del Elíseo. Michael Kappeler/dpa

29 de enero de 2022 22:51 h | Actualizado el 30/01/2022 05:30 h 

¿Puede mantenerse unida la alianza occidental contra Rusia ante su despliegue de tropas en la frontera ucraniana? Es la pregunta que los políticos y los diplomáticos se hacen cada vez más mientras crece el temor de una posible división entre Alemania y, en menor medida, Francia con respecto a Estados Unidos y Reino Unido: no solo en lo relativo a la respuesta a cualquier futura agresión rusa en Ucrania, sino también a la evaluación de la inminencia de la amenaza.

Se están haciendo todos los esfuerzos posibles para minimizar las diferencias dentro de la OTAN, incluso mediante llamadas periódicas, como la liderada por Joe Biden el pasado lunes, pero puede que las discrepancias sean imposibles de evitar, ya que reflejan no solo distintas evaluaciones de inteligencia a corto plazo, sino también una profunda fisura que se remonta a décadas atrás sobre lo que Alemania y Francia, en contraposición a los países anglosajones, consideran que es la mejor manera de lidiar con Rusia.

Al examinar la información de inteligencia proporcionada por la CIA, Francia no percibe una invasión inminente ni una acumulación de fuerzas equipadas para invadir en las próximas tres semanas, opinión que comparten los mejores analistas de defensa ucranianos.

En Reino Unido, la ministra de Asuntos Exteriores, Liz Truss, ha criticado abiertamente a Alemania por depender tanto de Rusia en materia de energía y por la reciente negativa de Berlín a permitir que Estonia envíe armas de fabricación alemana a Ucrania. La idea de que Alemania suministre armas para ser utilizadas contra Rusia por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial es un anatema. El martes, en Berlín, el canciller alemán Olaf Scholz defendió la decisión, diciendo que estaba arraigada “en todo el desarrollo de los últimos años y décadas”.

En Polonia, el primer ministro Mateusz Morawiecki dijo en un post de Facebook que seguía preocupado por el bloqueo a Estonia.

En Estados Unidos, la cuestión alemana irrita cada vez más a los republicanos, lo que llevó a The Wall Street Journal a publicar una columna de opinión con el titular: “¿Es Alemania un aliado fiable de Estados Unidos? Nein”.

Cambios constantes

Las tensiones reflejan dos interpretaciones diferentes de cómo, incluso en estos momentos, se puede evitar que Rusia se convierta en una fuerza hostil a Occidente, interpretaciones que han dominado la política después de la Guerra Fría.

Las visiones distintas de Berlín, Washington, París y Londres sobre cómo construir algo estable a partir de los escombros de la Rusia postsoviética han cambiado constantemente, a medida que las diferentes capitales iban adoptando diversos puntos de vista en distintos momentos.

Con el Gobierno de Bill Clinton, Estados Unidos era tan reacio como cualquiera a permitir la entrada de los países del Grupo de Visegrado —República Checa, Polonia, Hungría y Eslovaquia— en la OTAN y dejó absolutamente clara su postura sobre los riesgos en la cumbre de enero de 1994, afirmando que la organización no podía “permitirse trazar una nueva línea entre el este y el oeste que crearía una profecía autocumplida de una futura confrontación”.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el presidente ruso, Vladímir Putin, en rueda de prensa en el Palacio del Elíseo tras la cumbre del cuarteto de Normandía, en 2019. EUROPAPRESS / Kremlin / dpa

También hubo que abrir los ojos a Tony Blair, que creía que Reino Unido podía atraer a Putin al ala occidental y que apoyó con entusiasmo que Rusia se uniera al G8. Boris Johnson visitó Moscú como ministro de Asuntos Exteriores en 2017 y, a pesar del envenenamiento de Salisbury, ha sido extraordinariamente permisivo con el dinero ruso en Londres.

También Francia ha dado bandazos respecto a la ocupación rusa de Crimea en marzo de 2014. Solo tras la presión constante de Estados Unidos, François Hollande canceló un contrato de 1.200 millones de euros firmado por su predecesor en la presidencia francesa para vender a Rusia portahelicópteros de clase mistral destinados a los puertos anexionados del Mar Negro en Crimea.

Emmanuel Macron invitó a Putin a Versalles con ocasión de la apertura de una exposición sobre Pedro el Grande en mayo de 2017. Frente al aislacionismo de Trump, Macron, en un importante discurso de 2019, pidió el fin de los “conflictos congelados” con Rusia. En junio del año pasado, junto con Angela Merkel, pilló por sorpresa a otros líderes de la UE al ofrecer una cumbre a Putin. El pasado martes, en Berlín, el presidente francés dijo que seguía planeando hablar con el líder ruso esta semana, pero solo sobre la desescalada.

Alemania, un actor clave

Sin embargo, el actor central en las relaciones de Europa con Rusia es Alemania, como lo ha sido desde la reunificación.

Se ha escrito mucho sobre las razones por las que Alemania adopta un enfoque tan obstinadamente indulgente u optimista hacia Putin. La obra más reciente, titulada Germany’s Russia Problem [El problema alemán con Rusia] y escrita por John Lough, detalla por completo el alcance de las redes —comerciales, políticas, culturales e intelectuales— entre las élites alemanas y rusas. También explica cómo Putin juega con la culpabilidad de la guerra de Alemania y se niega a compensar el perdón alemán.

Entre los ejemplos planteados por Lough se incluye la declaración del entonces ministro de Asuntos Exteriores alemán, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, que, a raíz de la intervención rusa en Georgia en el verano de 2008, advirtió a Europa de que las sanciones, según él, cerrarían las puertas de las habitaciones a las que iban a querer entrar después.

Aunque la respuesta de Merkel a la invasión de Ucrania en 2014 fue firme, Steinmeier, seguro de que el Partido Socialdemócrata entendía a Rusia mejor que el partido de la canciller, la Unión Demócrata Cristiana, fue a Moscú y propuso una asociación económica con Rusia. A su vez, tres excancilleres —Helmut Schmidt, Gerhard Schröder y Helmut Kohl— advirtieron a Merkel de que no aislara a Moscú. Una semana después de la invasión, el director general de Siemens estaba en la capital rusa. Mientras la situación diplomática empeoraba, un grupo de ex altos cargos y políticos alemanes de alto nivel envió una emotiva carta para pedir que se volviera a la política de distensión.

Angela Merkel y Vladimir Putin en 2014. EFE

Según un documento reciente de Chatham House, la relación germano-rusa se ha visto condicionada por dos factores. En primer lugar, la Ospolitik, término que refiere a la estrategia de política exterior de “cambio a través del acercamiento” hacia la Unión Soviética y sus Estados satélites, llevada a cabo durante la década de 1970 por el canciller socialdemócrata Willy Brandt, mediante la cual se intentó limar las asperezas poniendo el foco en los intereses comunes. Muchos siguen considerando que esta política es el camino a seguir.

En segundo lugar, el acuerdo de dependencia mutua entre los dos países que data de los años 70, cuando la Unión Soviética y Alemania acordaron intercambiar gas natural de la URSS por tuberías y acero alemanes. Se basa en la creencia expresada por Schmidt de que “los que comercian entre sí no se disparan”. Para 2018, Alemania representaba el 37 % de las ventas de Gazprom y se había acordado el gasoducto Nord Stream 2. Las exportaciones alemanas a Rusia se quintuplicaron entre 2000 y 2011.

Este sigue siendo el pensamiento dominante dentro de algunas facciones del Gobierno de mayoría socialdemócrata.

El actual ministro de Economía, Robert Habeck (Verdes), cuyo Ministerio es responsable de las sanciones, se opone a cortar el acceso de Rusia al sistema de pagos Swift [utilizado por los bancos de todo el mundo]. “Debemos pensar en nuevas áreas de negocio que puedan ayudar a sacar a ambas partes de la confrontación, dijo Habeck en declaraciones a Der Spiegel.

Sin embargo, en las últimas semanas los compromisos inherentes a la Ostpolitik han sido cuestionados por una generación más joven. Michael Roth, presidente de los socialdemócratas en la comisión de Asuntos Exteriores, argumentó que su partido tenía que escapar del legado de Brandt. “No podemos soñar con que el mundo sea mejor de lo que es”, dijo. Otros ministros insisten en que la energía, incluido el futuro del Nord Stream 2, no puede ser eliminada de la lista de posibles sanciones, como ocurrió en 2014.

Todo esto deja a Scholz en una posición distinta a la de sus interlocutores estadounidenses. Su alianza con la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, que pertenece a Los Verdes y desea insuflar valores en la política exterior alemana, tampoco facilita las cosas. Con el fin de evitar una ruptura pública, el Partido Socialdemócrata ha organizado un debate formal dentro del partido sobre su enfoque hacia Rusia.

Un diplomático ha señalado la relevancia de un comentario del escritor ruso Alexander Solzhenitsyn justo cuando se desintegró la Unión Soviética, que advertía de lo peligroso que podía ser gestionar la ruptura del imperio. “El reloj del comunismo se ha detenido. Pero su edificio de hormigón aún no se ha derrumbado”, escribió. Por ese motivo, la tarea que teníamos por delante no consistía en “liberarnos”, sino en “intentar salvarnos de ser aplastados por sus escombros”.

Traducción de Julián Cnochaert

Marina Jiménez, una guardiana voluntaria de la playa de Almería

25 May, 2022

Fuente: http://www.eldiario.es

  • Esta mujer de casi 78 años lleva dos años prácticamente sin faltar a su cita con la playa de El Palmeral para limpiarla. Lo hace voluntariamente y los vecinos del barrio del Zapillo califican su labor de “impresionante”
Marina Jiménez, la mujer que recoge voluntariamente los residuos de la playa de Almería
Marina Jiménez, la mujer que recoge voluntariamente los residuos de la playa de Almería Clara Gamarra

Clara Gamarra

Almería — 23 de enero de 2022 21:18 h | Actualizado el 24/01/2022 05:30 h 

A las 10 de la mañana Marina Jiménez llega a la playa. No importa que sea invierno, otoño, primavera o verano, que haga frío o calor. Da lo mismo que sople viento de levante o de poniente. Marina siempre acude puntual a su cita con el mar de El Palmeral de Almería desde hace dos años. No va a bañarse ni a tomar el sol, no.

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Marina, a sus casi 78 años, recoge toda la basura visible en la arena. Con guantes, saco y un palo con pinza, ella se convierte en “la jefa”, como la llaman algunos vecinos, de la costa del barrio de El Zapillo. Latas, mascarillas, toallitas, plásticos, colillas o cristales. Todo aquello que los viandantes, bañistas y vecinos de la zona arrojan al suelo o el viento y el agua se encarga de repartir por la costa, acaba en el saco de Marina.

¿Por qué se ha echado la espalda Marina esta tarea? Lo primero porque quiere que “Almería esté limpia y se hable bien de la ciudad”, algo en lo que insiste mientras continúa recogiendo residuos. Pero es que además sus largos y útiles paseos son para ella una suerte de terapia. Hace 14 años que Marina vive en Almería y en esta ciudad es donde ha visto morir a uno de sus cuatro hijos. Este suceso fue el que le empujó a buscar un tratamiento que pudiera permitirse económicamente y tener la playa limpia resultó un refugio.

“Lo hago porque me da paz”

“La gente me aplaude y dice que me deberían de poner una estatua, pero yo no quiero nada. Lo hago porque me da paz y así hago ejercicio”, explica parándose a coger aire. Esta superwoman padece asma, tiene los ligamentos del hombro dañados y se acompaña de un bastón que le ayuda a hacer el camino de vuelta a su casa por el dolor que a veces padece en las rodillas. Sin embargo, la playa le rejuvenece, tanto que no le cuesta cargar con sacos llenos de basura pesada aunque aclara que para volcarlo en los cubos de basura siempre hay viandantes que se ofrecen a ayudarla.

Marina Jiménez no deja ni el más pequeño plástico en la arena de El Palmeral C.G.

Marina recorre toda la playa con ojos de halcón, visualiza hasta el plástico más pequeño enterrado en la arena. Anda de un lado a otro de El Palmeral sola, no quiere pertenecer a ninguna asociación ni quiere compañía; disfruta y reflexiona en silencio o rezando bajo su mascarilla. Su marido, que la mira desde el paseo marítimo, apoya su labor, aunque preferiría que estuviera más reconocida o remunerada porque ambos viven únicamente con la pensión de él. Ella, nacida en Córdoba, cuenta, con el acento que adquirió durante los más de 50 años que pasó viviendo en Cataluña, que la vida no se lo ha puesto fácil. Desde muy joven trabajó para salir adelante y ayudar a su familia en hoteles, limpiando iglesias y también en una empresa de electrodomésticos pero para cuando le dieron de alta le faltaban 10 años por cotizar. Así que, como dice su marido, no tiene derecho a pensión.

Marina Jiménez no falta a su cita con la playa a las 10.00 de la mañana C.G.

Cuando llegan las dos de la tarde, vuelve a su casa a comer. Aunque su ojo atento, de camino, se para en los jardines a seguir recogiendo la basura del suelo: “Limpiar y coser me relaja y me tranquiliza, el día que no puedo venir me encuentro fatal”, aclara Marina. Y añade que lo que más feliz le haría ahora es recuperar una máquina de coser que le regalaron y no le devolvieron tras llevarla a arreglar hace un par de años. Una máquina blanca de la marca Alfa que le recuerda a su hijo fallecido: “Me han querido comprar otra, pero yo solo quiero la mía. Si la pudiera recuperar se me quitaría gran parte de la pena que tengo porque venir a la playa y coser me hace bien”.

Esta mujer es activista en silencio por las mañanas, pero no descansa por las tardes. Su buen hacer y sus ganas de seguir adelante parece que no se acaban. Madruga todos los días para acudir a la playa, pero se acuesta a las tantas tras cuidar de su marido con una invalidez, hacer los trabajos del hogar y poner lavadoras a partir de las diez de la noche, porque es más barata la luz.

Los habitantes del barrio de El Zapillo están orgullosos de Marina Jiménez. Sobre todo en verano, la aplauden cuando la ven esquivar a los bañistas tumbados en las toallas para seguir recogiendo basura. Pero en invierno tampoco pasa desapercibida para los viandantes: “Esta mujer es impresionante, es una Ubuntu (un término sudafricano que significa algo así como ”humanidad hacia otros“) en mayúsculas”, afirma Mar Verdejo, vecina de la zona. La gente se sorprende de su lealtad con la naturaleza y con la ciudad de Almería y con su constancia. Sin embargo, ella se ve como una persona sencilla que es un poco más feliz yendo todos los días a limpiar a la playa. Ya, si recuperase su máquina de coser, la felicidad sería casi completa.

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Trinidad Arche: la maestra de la República que fue pionera también durante la guerra y el Franquismo

24 May, 2022

Fuente: http://www.eldiario.es

Clases a párvulos al aire libre en la Fundación del Cerro
Clases a párvulos al aire libre en la Fundación del Cerro Manuel Rico Arche

Luis de la Cruz

16 de enero de 2022 09:00 h | Actualizado el 16/01/2022 12:24h 

No somos conscientes de la cantidad de gente con historias importantes que nos quedan por conocer. Algo así pensé cuando, repasando algunas páginas sobre el colegio Cervantes, di con la peripecia de la maestra Trinidad Arche. Conocíamos –no desde hace demasiado tiempo– las de los sus compañeros Ángel Llorca o Justa Freire, pero hubo otras figuras importantes que les acompañaron en las distintas experiencias pedagógicas pioneras que hubo antes de la guerra. Su hijo, Manuel Rincón Arche, está tratando de rescatar su memoria.

 Si tuviéramos que ponerle un titular a su empresa vital, podríamos optar por “la maestra que cuidó del pionero colegio Cervantes durante la guerra”; pero, igualmente, podríamos caracterizarla como la maestra de párvulos de una hoy olvidada escuela para obreros a las afueras de Madrid que maravilló al mundo, o destacar cómo pudo colar la tradición pedagógica de la Institución Libre de Enseñanza en el yermo panorama educativo de la posguerra.

Quedamos con su hijo Manuel en Bravo Murillo, cerca de donde vivió muchos años con su familia. Va señalándome lugares del barrio que han cambiado y otros que permanecen igual, “donde está ese supermercado estaba el cine Montija-Condado”, comenta. Mantenemos una charla en el tranquilo saloncito de un establecimiento próximo al colegio Cervantes, donde él y su hermano estudiaron sus primeros años. “Luego fuimos al Ramiro de Maeztu –da fe un pin de la casa en la solapa de la chaqueta–, mis padres pensaban que era un buen sitio por quedar algo de la Institución Libre de Enseñanza allí”. Con los años, y una vez retirado de su trabajo como ingeniero de telecomunicaciones e investigador del CSIC, Manuel escribiría la historia del Cervantes, del Ramiro de Maeztu y, por su puesto, de sus padres. Esta última aparece reflejada en un libro titulado Trinidad. Maestra en la República, el Franquismo y la Democracia.

Trinidad Arche Manuel Rico Arche

Además de escribir el libro, Manuel mantiene una página web sobre la figura de su madre, costeó una placa en su memoria en el colegio Cervantes y un premio anual para alumnos de sexto de primaria en el mismo centro, que fue uno de los ejes de su vida. “La recuerdo dedicada al colegio constantemente, no tenía hora para volver a casa”, cuenta.

Trinidad Arche nació en Madrid en 1912 en el seno de una familia de clase media y comenzó sus estudios para maestra en la Escuela Normal con catorce años, donde cursó una carrera brillante que le llevó a incorporarse en 1930 a su primera experiencia pedagógica innovadora: la Fundación del Cerro.

Era este un colegio muy avanzado en su época del que, sin embargo, poco se recuerda hoy y en el que Trinidad Arche participó desde la primera fila. Su nombre proviene del apellido de su financiador, Cesáreo del Cerro, empresario de la industria del curtido que dejó a su fallecimiento (en 1915) un legado a las Sociedades de la Casa del Pueblo de Madrid con objeto de crear una escuela gratuita para hijos de obreros. Una donación curiosa porque del Cerro no había tenido antes contacto con la UGT ni el PSOE.

Con la herencia del empresario se crea un Patronato en el que figuran Julián Besteiro y Pablo Iglesias, entre otros. Se adquiere una finca en las inmediaciones de la calle Orense, a las afueras de la ciudad, se emprenden las obras necesarias para su puesta en funcionamiento y en 1928 queda terminado el colegio. El personal debía ser simpatizante del Partido Socialista y compartir el ideario educativo de la Institución Libre de Enseñanza; formaban cada curso entre diez y veinte niños (y otras tantas niñas), hijos de los obreros afiliados a las sociedades de la Casa del Pueblo.

Trinidad aprenderá, en sus cuatro años de estancia allí, las virtudes educativas de esta escuela de entorno campestre –que incluso tenía huerta y animales de granja– y pedagogías avanzadas.

En 1933 se convocaron oposiciones al Magisterio Nacional y Trinidad las sacó, obteniendo el número 2 de la provincia de Madrid. En octubre de 1934 dejará la Fundación del Cerro para incorporarse a su plaza en el cercano Colegio Cervantes de Cuatro Caminos. Este era un centro público pionero en la enseñanza para las clases trabajadoras que, capitaneado por Ángel Llorca y con otras figuras señeras del magisterio como Justa Freire, seguía también la estela pedagógica de la Institución Libre de Enseñanza.

Trinidad comenzó en el Cervantes ocupándose de los párvulos, alumnos con los que ya había atesorado gran experiencia en la Fundación del Cerro. Aún hoy, Manuel conserva las fichas detalladas de las clases, que la maestra aprendió a utilizar de Ángel Llorca y que ya nunca le abandonarían en su larga carrera profesional, así como el diario personal en el que narra sus experiencias en el Cervantes.

Poco a poco, Arche fue adquiriendo más responsabilidades académicas en el colegio de Cuatro Caminos, participando de los talleres de repujado, imprenta, dibujo, labores y música. Este tipo de disciplinas artísticas, tan valoradas en su contexto educativo, serían ya para siempre parte de sus competencias.

Con el comienzo de la guerra, llega el final de la experiencia educativa del Cervantes tal y como se había desarrollado en los últimos años, pero las aulas del colegio no se quedan vacías ni Trinidad permanece ajena a ellas. Hasta noviembre del 36, el colegio siguió funcionando, pero posteriormente el edificio sirvió como cuartel y en él se instauró una escuela para niños mayores y adultos.

En estas, el valioso material del Cervantes se trasladó a la primera planta del centro y Trinidad Arche, que permaneció allí durante casi toda la guerra, lo inventarió y se aseguró de que permaneciera a salvo.

Una vez terminada la guerra y ocupado la dictadura franquista la dirección del país, Trinidad, cuyos padres habían muerto ya y perdió a su primer novio en la batalla del Ebro, se enfrenta a un expediente de depuración. En su caso, el castigo se limitó a quedar inhabilitada para opositar a los cuerpos de Dirección e Inspección, algo que estaba entre sus planes, por cierto. Peor suerte corrieron otros compañeros, como Justa Freire, que fue a la cárcel y quedó inhabilitada como maestra.

La maestra se reincorpora a su puesto en un colegio Cervantes de querencias nacionalcatólicas, aunque su conocimiento del material almacenado por ella misma la coloca en una posición de importancia. Se ocupa de, entre otras cosas, sus queridas clases de dibujo y sigue incorporando siempre que puede la experiencia educativa anterior del centro a sus clases.

Desarrolló su carrera en el colegio que había cuidado durante la guerra, salvo en la década de 1956 a 1966, cuando es requerida “por ser una de las mejores maestras de Madrid” para dirigir el Colegio Residencia, de nuevo una experiencia pedagógica pionera, ubicada en un chalet que aún existe en la cercana calle de Juan Montalvo.

 Durante la posguerra había conocido a Manuel Rincón, otro maestro depurado que había trabajado con Ángel Llorca durante la guerra en las colonias de Valencia, y cuyas oposiciones, sacadas en 1936, fueron anuladas por el Régimen. Allí mismo, muy cerca del colegio, vivieron muchos años y fundaron una familia. Trinicad Arche se jubilará durante el curso 1978-79 tras toda una vida dedicada al magisterio. Y lo hizo con todos los honores, incluida la concesión del Gran Lazo de Alfonso X El Sabio.

Hasta su muerte en 2009, con 97 años, fueron muchas las muestras de cariño que la maestra, doña Trini, recibió de antiguos alumnos, aunque prefirió no volver al centro para no reavivar un fuerte sentimiento de nostalgia.

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Happier teachers and higher grades: the London school that shortened the week

23 May, 2022

Fuente: http://www.theguardian.com

Forest Gate community school cut down to four and a half days after the head saw reports on teacher burnout.

Forest Gate teacher Tom Leather with head pupil Matilda Hind
Forest Gate teacher Tom Leather with the school’s head pupil, Matilda Hind. Photograph: Alicia Canter/The Guardian

Rachel Hall

@rachela_hall Sun 16 Jan 2022 11.46 GMT

On Fridays, the pub next to Forest Gate community school in east London starts filling up from 1pm. It has not always been this way, but ever since the school went down to a four-and-a-half-day week, it has been flooded with exhausted teachers keen to take advantage of their shorter week as quickly as possible.

Other teachers use the afternoon to spend more time with their children, go on a mini-break, catch up on work they would have done at the weekend, or attend the local mosque. The important thing is that the afternoon is theirs to choose how they spend it, says Simon Elliott, who leads the multi-academy trust that runs Forest Gate.

The initiative has been so successful that the school is now consulting on whether to reduce the week further, to four days.

Elliott opted to shorten the week after reading a series of alarming reports on professional stress and burnout for teachers. “If you look at the amount of work teachers do, they do more than similar professions and the workload is very high. I wanted to try and alleviate that pressure at a structural level,” he said.

Forest Gate community school in east London
Forest Gate community school in east London. Photograph: Alicia Canter/The Guardian

To achieve this, he removed two pastoral periods from the schedule on Friday and added the four other 50-minute lessons on to weekdays. Children can stay on site to do homework or extracurricular activities.

Elliott said the change has resulted in happier, more energetic teachers – an internal survey showed 98 % appreciated the change. Pupils, who often struggle to focus on Friday afternoons, say they enjoy the extra time to spend with friends, or doing extracurricular activities and homework, and have received higher grades since, leading to satisfied parents.

Tom Leather, a PE teacher, said the shorter working week had transformed his life. Before Covid, he went on weekend breaks to Europe, and now his wife is pregnant he is looking forward to having more time to spend with his new child, and later to pick them up from nursery.

“Knowing we’re allowed to leave at 12.10 on Friday means that morale is better. Happier teachers work harder and produce better days,” he said.

Simon Elliott, CEO of the trust that runs Forest Gate
Simon Elliott, CEO of the trust that runs Forest Gate. Photograph: Stuart Thomas/Cleverbox

The move to four days is the subject of a new report by thinktank Autonomy, which is making the case for all schools to adopt a four-day week, reflecting a growing trend in the US where 1,600 schools have already shortened timetables.

The report argues that shortening the week would help reduce the high numbers of teachers who leave the profession by cutting their hours, which, at an average of 51, are among the longest in Europe. The UK’s Health and Safety Executive found that teaching staff report the highest rates of work-related stress, depression and anxiety in the UK.

The idea is popular among teachers, at least theoretically. Autonomy’s survey of 500 found that three-quarters would be interested in a 32-hour four-day week if pay is not cut, and over two-thirds said it would encourage them to remain in the profession.

A schoolgirl in front of a whiteboard

Elliott said there were barriers to rolling this out at present, however, including childcare routines and longer days in school. “It would give people a lot of freedom, they can be creative in their spare time, and feel a bit more rested. The problems to solve are around the logistics of people’s lives.”

Geoff Barton, general secretary of the Association of School and College Leaders, said the union “would be happy to discuss any thinking about the structure of the school term and week”, although he has not received calls from members about a universal move to four days and the union’s main priorities to address retention are improved pay, flexible working and a supportive approach from government.

“Any suggested change would need to be supported by evidence that it would have a positive impact on pupil outcomes,” he said.

A Department for Education spokesperson said: “Maintained schools are legally required to operate at least 190 school days a year and, now more than ever as children get back on track, we want all schools to be offering at least an average of 32.5 hours a week.”

La pandemia actual: lo que se dice y no se dice sobre ella

21 May, 2022

Fuente: http://www.blogs.publico.es

VICENÇ NAVARRO

ENERO 17, 2022

La pandemia ocupa casi todo el espacio mediático hoy en la mayoría de los países de renta superior. Y a través de tal espacio se puede ver lo que se está diciendo y, más importante, lo que no se está diciendo sobre la pandemia en los establishments político-mediáticos en la mayoría de tales países. Y las conclusiones que derivan de la realidad que les rodea son muy preocupantes. Veamos ejemplos de ello.

Y comencemos subrayando que todo lo que está pasando, incluso la aparición y expansión de la variante nueva ómicron, era predecible, cómo ya señalé en múltiples ocasiones (Todo lo que está pasando en la pandemia se sabía que pasaría y continuará pasando – Público, dic 29,2021). Es por lo tanto muy sorprendente que muchos dirigentes, incluyendo el presidente Biden en EEUU, hayan indicado que nadie se esperaba lo que ha pasado en las últimas semanas, cuando se creía que estábamos ya viendo el fin de la pandemia y de pronto apareció una variante del virus en Sudáfrica, que en solo cuatro semanas se esparció por la mayoría de países de renta superior determinando un nivel de contaminación nunca visto antes. Y es muy probable que otras variantes puedan aparecer, que podrían incluso ser peores. Podríamos enfrentarnos en una futura ola con una variante que además de ser muy rápida y eficiente en su movilidad, fuera muy virulenta pues no es cierto, lo que se está diciendo, de que las nuevas variantes tengan que ser menos virulentas que las anteriores. La Delta era más letal que Alfa.

Y este riesgo continuará ocurriendo hasta que no se reduzca el nivel de contagio a nivel mundial. La gente no vacunada es un caldo de cultivo para que se vayan produciendo nuevas variantes. Y hay millones y millones de personas en el mundo que no están vacunadas, predominantemente en países de renta baja. El hecho de que haya una diferencia tan marcada entre el nivel de vacunación de los países ricos y los países de renta media y baja es un escándalo no solo moral sino también desde el de vista de salud pública. Contrario a lo que el pensamiento liberal, dominante en la mayoría de los países de renta alta promueve, las desigualdades no favorecen ni la eficiencia económica, ni la resolución de los grandes temas sociales, incluyendo la pandemiaToda la evidencia científica muestra que la solidaridad es una condición para la resolución de la pandemia. La distribución de las vacunas que ha seguido una lógica comercial ha enlentecido y dificultado la resolución de este gran problema. Un tanto igual aparece en la distribución de las mascarillas y de las pruebas rápidas de antígenos, que se utilizan ampliamente para comprobar si una persona está o no contaminada. Ello explica que el acceso a estos y otros bienes de enorme importancia para controlar la pandemia esté determinado en gran manera por el nivel de renta de la persona y del país. Esta es una realidad de la que no se habla.

Gravedad y coste humano de la pandemia

El análisis del número de muertos debidos la covid-19 por 1 millón de habitantes que se han acumulado desde el inicio de la pandemia, nos permite medir la gravedad y el coste humano de tal fenómeno, país por país. Y así vemos países entre los ricos, la mayoría de los cuales están a los lados del Atlántico Norte (que tienen estructuras demográficas parecidas) en los que el número de muertos es muy bajo (como Noruega 247, Finlandia 298 y Dinamarca 583), seguidos de otros con números más altos (como Alemania 1.360, Suecia 1.513, Francia 1.865 y España 1.928), y otros, incluso más elevados (como Gran Bretaña 2.204 e Italia 2.306). Y terminan esta liga de mortalidad, países de elevadísima mortalidad (EEUU 2.521, Polonia 2.639 y Hungría 4.146). Cuando salimos de Norteamérica y Europa Occidental, vemos que hay países ricos como Nueva Zelanda con mortalidad acumulada bajísima (10). Y a nivel mundial, llama la atención, que hay países de renta baja como China (de más de mil millones de habitantes) con bajísimas tasas de mortalidad por COVID-19 (3), mientras que otros, sobre todo en América Latina, tienen tasas mucho más elevadas, como por ejemplo Brasil (2.998) y Perú (6.090).

Estos números ilustran un abanico enorme de niveles de mortalidad que incita a preguntarse el porqué de tal variabilidad. Ni que decir tiene que muchas son las causas de tal diversidad, pero otra observación que se deriva de tales datos es que el argumento muy utilizado por autores conservadores y liberales de que los países tienen que escoger entre enfatizar las medidas de salud pública para controlar la pandemia o salvar la economía, es una dicotomía falsa, pues se ven muchos países con escasísima mortalidad de COVID-19, resultado en gran parte a su estrategia de control de la pandemia, que tienen un elevado nivel de crecimiento económico, siendo China el caso más claro de ello. La bajísima mortalidad por COVID-19 en aquel país va acompañada con una elevada tasa de crecimiento económico (8% PIB 2021), siendo China hoy el centro industrial productor de los bienes, como mascarillas, que se están utilizando en los países ricos en tiempos de pandemia. En realidad, en los países ricos, excepto en la industria farmacéutica, ha habido una gran escasez de los productos necesarios para controlar la pandemia, cómo han sido las mascarillas y muchos otros bienes necesarios para el control de la pandemia, muchos de ellos producidos en China

Errores comunes en la estrategia de control de la pandemia

Es también sorprendente el enorme número de errores que se han hecho en los programas de control de la pandemia. Un ejemplo, es el que, cuando se descubrió el COVID-19, se hizo hincapié (incluso por la Organización Mundial de la Salud – OMS) en el contacto físico con materias infectadas, subrayando la necesidad de seguir una higiene personal, como lavado de manos y otras medidas, sin dar gran importancia a la transmisión aérea, grave error, cuando podía verse desde el principio de la pandemia que el principal medio de trasmisión era el aire y los aerosoles. Más de un dirigente político e incluso académicos, llegaron a subrayar al principio de la pandemia que las mascarillas no eran importantes, lo cual fue un gran error. Y tuvo un coste, causando una elevada mortalidad que era prevenible. De nuevo, varios subrayamos la importancia de los aerosoles y por tanto de las mascarillas para proteger a las personas que las llevaban, así como a las personas expuestas a los aerosoles procedentes de las personas sin mascarillas. Y es ahí lo que es más que decepcionante; la falta de información que se impartió por parte de los mayores medios de información sobre este temaIncluso hoy estamos viendo una enorme distribución de todo tipo de mascarillas, la mayoría de las cuales tienen muy escasa capacidad de protección. Hemos visto recientemente una gran expansión de las mascarillas, debida a la rápida expansión de la nueva variante, elaboradas con materiales inapropiados tales como pañuelos, de limitada protección. Las mascarillas, para hacer la función que se les asigna, deben tener el material y diseño que proteja a las personas que las llevan y a las personas próximas. Hoy, en la gran mayoría de los países en los que se ha analizado este tema (EEUU entre ellos), casi el 60 % de las mascarillas utilizadas tienen un mínimo de protección.

Esta falta de mascarillas eficaces y accesibles es un fallo del que hay que responsabilizar, en la mayoría de tales países, a las autoridades públicas y a los medios de información. La imagen constante que se promueve (de que estamos en una guerra contra el virus), entra en conflicto con el comportamiento súper laxo por parte de las autoridades hacia aquellos sectores industriales que deberían haber centrado su producción precisamente en la de material que protege al personal sanitario, así como a la ciudadanía, como es el caso de las mascarillas. En muchos países a los dos lados del Atlántico Norte que lucharon contra el nazismo y el fascismo en la II Guerra Mundial, las muertes en esta «guerra contra el virus» es mayor que la ocurrida en aquel conflicto. En EEUU, por ejemplo, las muertes por COVID-19 durante los 11 primeros meses del mandato del Presidente Biden (411.359 personas) fueron mayores que las ocurridas en aquella guerra que duro tres años (407.316). El Gobierno liderado por el presidente Roosevelt intervino muy activamente la economía estadounidense, mediante el New Deal, nacionalizando amplios sectores directamente relacionados con la guerra, siendo enormemente popular en su tarea de gobierno. Un tanto igual ocurrió en varios países europeos.

Debería considerarse como tema prioritario en los programas de recuperación económica, el cambio del sistema productivo para priorizar la manufacturación y suministro de los bienes y servicios de prevención y atención de salud pública, sanitarios y sociales, puesto que el déficit de tales bienes ha sido enorme durante la pandemia. Hoy el mundo de la producción sigue el criterio de la comercialización en la distribución de sus productos, lo cual, como he indicado en otras ocasiones, dificulta la resolución de la pandemia. Los gobiernos de los países ricos tenían que haber presionado para eliminar las patentes de las vacunas durante, al menos, durante la pandemia, y también presionar, por ejemplo, a sus empresas textiles a que produjeran materiales como mascarillas buenas y baratas y así muchos otros productos que han sido necesarios y que han tenido que importarse con grandes retrasos y excesivos costes. Su escasa valentía y servilismo a intereses particulares, anteponiéndolos al bien común, en esta «guerra contra el virus» ha sido una de las causas de la escasa popularidad de algunos de los gobiernos excesivamente laxos en su exigencia a los poderes económicos y financieros de contribuir al control de la pandemia, muchos de los cuales se han beneficiado enormemente de ella.

La Importancia de la vacunación que es necesaria, pero no suficiente

He escrito también extensamente de la importancia de la vacunación tanto en la reducción de la infección como en la disminución de la morbilidad y mortalidad debida a COVID-19. Ni decir tiene que hay distintos tipos de vacunas basadas en distintas concepciones de la relación entre virus e inmunidad. Y parecería que la técnica mRNA ha sido particularmente eficaz. Iniciada en los países ricos (financiada predominantemente por fondos públicos) pueden también producirse en las industrias farmacéuticas basadas en países pobres, teniendo los recursos propios para así poder hacerlas, en contra de lo que los productores de aquellas vacunas están diciendo, y que de hacerse podría haberse vacunado muchísima gente en estos países pobres disminuyendo la probabilidad de la aparición de nuevas variantesVacunar a los no vacunados, debería continuar siendo un objetivo muy importante pues la evidencia es contundente de que los no vacunados mueren más que los vacunados. En la presente ola causada por la nueva variante ÓMICRON, el dato más impactante es precisamente el elevado porcentaje de personas no vacunadas que se contagian y mueren debido a esta variante (según estudios recientes en EEUU, el promedio de contagio es 5 veces mayor para no vacunados en comparación a vacunados, mientras que el número de muertos de no vacunados es 20 veces más alto que entre vacunados). Y también la evidencia es contundente de que las personas no vacunadas son más contagiosas y por más tiempo que las vacunadas.

La enorme importancia de los servicios salubristas (Salud Púbica), sanitarios y sociales para controlar la pandemia y asegurar la recuperación económica y para prevenir futuras pandemias

La vacunación es un eje importante de la estrategia de control de la pandemia, pero no es la única y en ocasiones no es incluso la más importanteHay países que con tasas de mortalidad muy bajas como Nueva Zelandia, donde la vacunación ha sido tardía y reciente, cuando todo el periodo desde el principio de la pandemia la mortalidad ha sido bajísima, y ello ha sido debido a las medidas preventivas de salud pública, con la detección y seguimiento de casos, las cuarentenas de las personas infectadas, así como el uso de mascarillas y el mantenimiento de distancias. En realidad, la pandemia ha mostrado la enorme necesidad de tener buenos y bien dotados servicios de prevención y atención salubrista y sanitarios junto con servicios sociales universales como el Cuarto Pilar del Estado de Bienestar (servicios de ayuda a las familias, como escuelas de infancia y servicios de atención a las personas con discapacidades). No es por casualidad que la mayoría de los países escandinavos, con gran desarrollo de sus estados del bienestar (incluido su Cuarto Estado del Bienestar), sean los países europeos que tengan menos desigualdades sociales, por clase social y por género, además de menor mortalidad acumulada COVID-19.

Varios países europeos han intentado cubrir parte de sus déficits de recursos en estos sectores, maximizados por la pandemia, con la importación de profesionales mediante la importación masiva de personal proveniente de países de rentas bajas. Alemania es uno de los más conocidos, siendo el estado de Kerala en la India, uno de los máximos proveedores de enfermeras altamente cualificadas para cubrir las deficiencias del sistema alemán de atención sanitaria. Tal déficit de recursos ha ocurrido también en España. Habiendo sido, altamente exitosa en su vacunación, no pudo evitar un elevado grado de infectividad debido en parte, a la enorme escasez en sus servicios de salud pública y sanitarios, así como sociales, siendo uno de los países de la UE con menos recursos públicos en los servicios de su Estado del Bienestar. Este déficit es incluso más acentuado en los servicios de salud pública dentro de un sistema sanitario poco financiado y hospitocéntrico. Ello es causa y consecuencia de la existencia de una dualidad publica versus privada en los servicios sanitarios, alcanzando su máxima expresión en el Estado Español, donde sus funcionarios públicos tienen el derecho de acceder a la sanidad privada (financiada en su caso por el Estado). Esta situación facilita la perpetuación de tal dicotomía pública (que atiende a la mayoría de la población) y privada (que atiende a una minoría) en uno de los países europeos con mayores desigualdades por clase social, lo cual  reproduce la pobreza de la pública, que perjudica a todas las clases sociales incluyendo a las clases pudientes, pues en casos graves como la pandemia, es la pública la que desarrolla las funciones más importantes y su escasez de recursos afecta a todas las clases sociales incluyendo las pudientes. Y es de ahí que la solidaridad, es esencial no solo entre países sino entre los ciudadanos dentro de un país, para resolver las pandemias.

La costosa vida laboral de los autónomos españoles

20 May, 2022

Fuente: http://www.theconversation.com

Publicado: 4 enero 2022 22:50 CET

Henar Álvarez Cuesta. Profesora Titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Universidad de León.

Los trabajadores autónomos son aquellas “personas físicas que realicen de forma habitual, personal, directa, por cuenta propia y fuera del ámbito de dirección y organización de otra persona, una actividad económica o profesional a título lucrativo, den o no ocupación a trabajadores por cuenta ajena”.

Esta definición, que está contenida en el artículo 1 de la Ley 20/2007, de 11 de julio, del Estatuto del trabajo autónomo, implica que un autónomo tiene que dedicar tiempo y esfuerzo y arriesgar sus propios medios en la actividad que realiza.

Diferentes autónomos

No cabe clasificar en un grupo homogéneo a todas las personas que trabajan por cuenta propia. Hay autónomos que ocupan la posición de empresarios dentro de su organización productiva al dar empleo a otros trabajadores. Otros tienen múltiples clientes y carecen de empleados a su servicio. También hay quienes no los tienen y dependen económicamente de un único cliente; estos son los TRADE, trabajadores autónomos dependientes económicamente, cuyas características aparecen especificadas en el RD 197/2009. Aunque, básicamente, se trata de que dicho cliente principal les proporciona al menos el 75 por ciento de sus ingresos por rendimientos de trabajo y de actividades económicas o profesionales.

Mientras que los derechos y obligaciones que asumen cada uno de estos colectivos es diferente, todos tienen como punto en común su inclusión en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Social. Precisamente de ahí nacen en muchas ocasiones las dificultades que han de afrontar quienes prestan servicios por cuenta propia (además de la falta de limitaciones en las jornadas, los tiempos de descanso, etcétera).

Los autónomos y la Administración

En España siguen existiendo obstáculos para iniciar actividades emprendedoras. Destacan:

  • La excesiva burocracia administrativa en la creación de empresas.
  • Los costes fiscales y laborales que conlleva el inicio y mantenimiento de una actividad productiva.
  • La ausencia de formación empresarial por parte de quienes desean iniciar un proyecto empresarial.
  • La dificultad para acceder a créditos y servicios financieros.

En cuanto a la relación de los autónomos con la Administración, en primer lugar, consideremos los costes sociales.

El sistema de cotización del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos fija una base mínima y una máxima (sin importar los ingresos reales percibidos) de (relativa) libre elección para la persona trabajadora autónoma, a la que se aplica un porcentaje (tipo de cotización) predeterminado.

A partir del 1 de septiembre de 2021 el tipo por contingencias comunes pasó a ser de 28,30 %; por contingencias profesionales de 1,30 %, por cese de actividad de 0,9 % y por formación profesional de 0,1 %. La base oscila entre los 944,40 y los 4 070,10 euros mensuales, según establece la Orden PCM/1353/2021.

Estas cifras arrojan una cuota mínima mensual de 288,98 euros. Además, la Ley 22/2021, de 28 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2022, prevé una subida de las bases mínima y máxima, quedando situada la mínima en 960,60 euros mensuales y la máxima en 4 139,40 euros mensuales. Esto, sumado al aumento sobre los porcentajes hacen que para 2022 la cuota general a abonar sea de 293,94 euros mensuales.

Esta subida supondrá una mejora para el cálculo de las prestaciones (fundamentalmente la pensión de jubilación de los autónomos, la cual es sensiblemente más baja que la de los trabajadores por cuenta ajena) pero también acarreará un sobreesfuerzo añadido para muchos trabajadores por cuenta propia.

Este sistema acaba por generar una sobrecarga económica para muchos autónomos que, en su ejercicio profesional, obtienen beneficios muy bajos o incurren en pérdidas mensuales al absorber una parte de la facturación realizada a la espera de que se cumplan los tiempos de pago del cliente (30, 60, 90 días).

Esta situación puede favorecer el salto hacia la economía sumergida cuando los ingresos son muy escasos. O acumular facturas para darse de alta el mínimo tiempo posible del año (aun y cuando la actividad y la cotización deban hacerse de manera continua).

¿Hay soluciones?

Estas son algunas de las posibles soluciones a esta situación:

  1. Exención de la cuota cuando el monto a cobrar se sitúe por debajo del SMI, sin excluir a estos autónomos del sistema de protección social. Dejarlos extramuros del sistema (a través de la inexigibilidad de la afiliación) produciría un efecto de desprotección social nada deseable, y la inexistencia de la obligación de afiliación y cotización puede suponer en el futuro la falta de pensiones (o, incluso, en el presente).
  2. Desaparición de la elección de base de cotización e imposición de la misma en función del IRPF. Esto permitiría ajustar la presión contributiva y seguir las recomendaciones de los informes de la comisión de seguimiento del Pacto de Toledo, de aproximar las bases de cotización de los trabajadores autónomos a los ingresos percibidos por los mismos.
  3. Cotización a tiempo parcial. También se ha demandado la posibilidad de cotizar a tiempo parcial, precisamente para atenuar el peso de la cuota íntegra sobre la dedicación parcial (vertical en ciertas épocas del año u horizontal, solo algunas horas o algunos días de la semana) de determinadas actividades. El artículo 25.4 de la Ley 20/2007 del Estatuto del Trabajo Autónomo así lo prevé: “considerando los principios de contributividad, solidaridad y sostenibilidad financiera, la Ley podrá establecer un sistema de cotización a tiempo parcial para los trabajadores autónomos, para determinadas actividades o colectivos y durante determinados periodos de su vida laboral. En su defecto, se aplicará la disposición adicional séptima del Texto Refundido de la Ley General de la Seguridad Social sobre normas aplicables a los trabajadores contratados a tiempo parcial”. Sin embargo, su aplicación ha sido suspendida por sucesivas Leyes de Presupuestos Generales del Estado, dejando esa posibilidad en un limbo legal.

Al final, quienes prestan servicios por cuenta propia solo se ven beneficiados en su cotización a la hora de iniciar su actividad o en supuestos de reinicio tras un largo tiempo, prolongándose o incrementándose en función de la juventud, de la residencia en pequeños municipios o de la discapacidad, sin tener en consideración los ingresos obtenidos.

La reciente subida del salario mínimo interprofesional no ha tenido traslado al ámbito del trabajo autónomo (salvo para quien tenga contratados empleados, lógicamente) y quienes prestan servicios por cuenta propia quedan abocados a la incertidumbre del cobro de sus servicios; al encadenamiento de horas, días, semanas y meses sin derecho al descanso y sumidos en la única certeza del pago de una cuota social que no ha dejado de crecer y de la que solo podrán verse beneficiados en caso de sufrir una contingencia (accidente, enfermedad, jubilación).