Archive for enero 2020

Sale a la luz la Sala de la Esfinge de Nerón, oculta durante dos milenios

31 enero, 2020

Fuente: http://www.eldiario.es

Un equipo de arqueólogos ha descubierto una nueva sala de la «Domus Aurea», el inmenso complejo palaciego del emperador Nerón, una estancia ricamente decorada con una esfinge y centauros que ha permanecido oculta los últimos dos milenios.

Según recoge la agencia EFE, los expertos accedieron por primera vez a esta sala de la que solo puede apreciarse su parte alta, pues la inferior está enterrada por los sedimentos acumulados, ha informado el Parque Arqueológico del Coliseo, en Roma, al que pertenece el yacimiento de la «Domus Aurea».

Se trata de una estancia abovedada, bien conservada y ricamente decorada, con recuadros en rojo sobre fondo blanco que contienen en su interior figuras mitológicas pintadas con intensos colores.

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Una de las figuras que decoran la sala EFE

Centauros, dioses y una solitaria esfinge

Una de ellas representa un guerrero armado con espada, escudo y una aljaba para transportar flechas que combate contra una pantera, y también aparecen representaciones de centauros y del fauno Pan, deidad silvestre y de los pastores en la mitología helénica.

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Entre las representaciones, el dios Pan EFE

En estos muros además constan criaturas acuáticas reales y fantásticas, un paisaje con pájaros, dibujos de columnas, todo decorado con motivos vegetales, guirnaldas, y estelas de colores como el verde, el amarillo o el rojo.

La solitaria esfinge que da nombre a la sala
La solitaria esfinge que da nombre a la sala EFE

Pero la pintura más representativa es la que precisamente ha dado nombre a la habitación, una solitaria esfinge que se erige sobre lo que parece ser un «betilo», un objeto sacro de forma cónica.

Son las típicas figuras con la que los romanos de aquella época decoraban las estancias y se repiten en otros lugares de la Domus, mandada construir por este emperador de la dinastía Julia-Claudia tras el destructor incendio del 64 d.C sobre la colina Opio de Roma.

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La decoración también tiene motivos florales y animales EFE

La directora del yacimiento, Alfonsina Russo, celebró este descubrimiento pues considera que servirá para «narrar la atmósfera de los primeros años del principado de Nerón», uno de los emperadores más míticos de la Antigua Roma, sobre la que reinó hasta su muerte en el 68 d.C.

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Un centauro sorprendentemente conservado EFE

Il Padrone di Merda: los activistas enmascarados dedicados a avergonzar a jefes que explotan a sus trabajadores

30 enero, 2020

Fuente: http://www.eldiario.es

Una cálida tarde de verano en la ciudad italiana de Bolonia, un grupo de unos 15 jóvenes marchan por el atestado centro de la ciudad hacia una pastelería de lujo en la Calle Mayor.

Una vez allí, se colocan las máscaras de plástico blanco y algunos de ellos comienzan a pegar pegatinas en las ventanas y puertas del comercio con el lema: «Esta tienda tiene un patrón de mierda». Mientras, un activista con un megáfono lee el testimonio de un empleado que asegura que hace meses que no recibe su salario.

Los transeúntes curiosos se detienen a mirar la escena, el propietario de la tienda sale a enfrentarse a los activistas, intentando arrebatarles el megáfono y quitarles las máscaras a algunos de ellos. Cuando llama a la Policía, el grupo se dispersa rápidamente.

Esta protesta en la Calle Mayor es una de las tantas organizadas desde que se conformó el grupo Il Padrone di Merda este enero en Bolonia, una ciudad rica famosa por su gastronomía y su universidad. Durante los siguientes meses, el grupo actuó contra 16 comercios, principalmente restaurantes y bares.

Famosa por su lasaña, sus tortellinis y sus tagliatelle al ragù (de los cuales en el exterior se conoce una falsa imitación conocida como «espaguetis a la boloñesa», para fastidio de muchos italianos, incluido el alcalde de Bolonia), la ciudad tiene una boyante y animada vida gastronómica, con más de 400 restaurantes, bares y cafeterías en la zona céntrica, lo cual equivale a uno por cada 37 habitantes.

Esta combinación de educación y gastronomía le ha ganado a Bolonia el apodo de la dotta, la grassa (‘la culta, la gorda’) y se traduce en una gran cantidad de estudiantes disponibles para convertirse en mano de obra barata y fácilmente explotable. Un informe oficial de 2017 calculó que la economía ilegal alcanzaba al 72,6% de los empleos de la ciudad, un récord incluso para Italia, donde el empleo no registrado es algo común.

Los estudiantes universitarios son especialmente vulnerables frente al empleo ilegal y sin derechos porque necesitan dinero para sus estudios y lo ven como algo transitorio, explica Francesco Devincenti, del sindicato Filcams. En la última década, la situación ha empeorado porque las familias están más ajustadas y los estudiantes cuentan con menos dinero, afirma uno de los activistas de Il Padrone di Merda bajo el seudónimo Davide.

El movimiento Il Padrone di Merda comenzó después de que un grupo de jóvenes residentes en Bolonia comenzara a compartir sus experiencias laborales. Pronto notaron «que eran muy similares», dice una de las fundadoras, una estudiante universitaria que utiliza el seudónimo de Bárbara.

La primera acción del grupo apuntó contra un bar acusado de acosar sexualmente a sus empleadas. «Entonces abrimos una página de Facebook y recibimos muchos más testimonios», relata Bárbara. «Por ejemplo, había una pizzería que cambiaba sus empleados cada tres meses y la dueña insistía en que se le llamase ‘la señora'».

Además de recibir quejas a través de la página de Facebook, los activistas rastrean acusaciones contra malos empleadores en la prensa local y en las redes sociales. Antes de organizar una protesta, Bárbara afirma que primero corroboran las acusaciones, en parte porque temen que algunos propietarios utilicen cuentas falsas para descubrir sus identidades.

El grupo utiliza pegatinas para alertar al público de que un comercio está acusado de explotar a sus trabajadores, para desalentar a potenciales clientes y también porque creen que esta advertencia puede hacer que los empleadores actúen de forma más justa en el futuro. «Las colocamos con la esperanza de no tener que regresar», dice Bárbara. «Cuando eres una víctima, todos te apoyan, pero no cambia nada. Pero si abres una caja de Pandora y los propietarios temen por su imagen pública, entonces las cosas pueden cambiar».

Aunque los activistas llevan máscaras en las protestas y ocultan su verdadera identidad en las redes sociales para no poner en peligro sus propios empleos, el camarero cuya denuncia generó la protesta en la pastelería en la Calle Mayor, Andrea Paci, hizo público su verdadero nombre y su testimonio. En marzo, Paci escribió en su página personal de Facebook que hacía cuatro meses que no le pagaban. «Decidí hacerlo después de ver una entrevista patrocinada al propietario que me debía cuatro salarios», afirma.

La publicación fue compartida por más de 1.700 personas y llegó hasta el grupo, que decidió organizar la protesta. Paci cree que las acciones de Il Padrone di Merda «ponen en evidencia un problema generalizado» en Bolonia, aunque rechazó la invitación a participar porque afirma que no se siente identificado con los métodos del grupo.

Los críticos del grupo no tardaron en responder. Umberto Bosco, político de la Liga, presentó en el Ayuntamiento una queja formal contra el grupo. «Contamos con herramientas para luchar contra las injusticias. Hay muchas leyes contra la explotación. Colocar una cámara oculta puede ser una forma de registrar injusticias», asegura. «Pero en este caso, el grupo no presenta pruebas. No realiza una labor de justicia social sino que lleva a cabo vendettas contra comercios cuya imagen pública quieren perjudicar, quizá injustamente».

Este verano, una cafetería acusada por Il Padrone di Merda de no pagar a sus empleados pidió a las autoridades de la ciudad que bloqueen la página de Facebook del grupo, argumentando que las acusaciones son falsas. Aunque el caso nunca llegó a los tribunales, las autoridades le pidieron a Facebook que cierre la página de forma preventiva.

Pero la página de Facebook sigue activa. En 2016, el Departamento de Estado de EEUU les envió un mensaje a los fiscales italianos advirtiéndoles que no sigan pidiendo que Facebook revele las identidades detrás de los perfiles anónimos porque no iban a responder a esos pedidos. «Las publicaciones en las redes sociales, aunque sean difamatorias, están protegidas por el principio de libertad de expresión», publicó el periódico Il Fatto Quotidiano citando a autoridades estadounidenses.

Il Padrone di Merda también tiene un grupo cerrado de Facebook para que sus miembros puedan coordinar acciones con activistas de otras ciudades, como Turín, Pisa y Roma, con la esperanza de expandir las protestas. «Nos han contactado muchas personas que quieren realizar acciones similares en otras ciudades», afirma Davide, añadiendo que habrá más protestas en Bolonia, probablemente este mismo mes. «Seguiremos adelante, con o sin las redes sociales».

Traducido por Lucía Balducci

Los esclavos olvidados de América, los irlandeses

29 enero, 2020

Fuente: http://www.historiasdelahistoria.com      

Cuando hablamos de esclavos y de América, la primeras imágenes que nos vienen a la cabeza son las enormes plantaciones de algodón donde los esclavos traídos de África trabajan de sol a sol. Pero hubo otros esclavos, en este caso blancos y casi olvidados por la historia, que sufrieron las mismas penalidades… los irlandeses.

En el siglo XVI, los españoles fueron los primeros europeos en utilizar esclavos africanos en el Nuevo Mundo (islas de Cuba y La Española). Más tarde, portugueses, holandeses, franceses y británicos hicieron lo propio en sus respectivas colonias (Brasil, Antillas, Norteamérica…). Las colonias británicas en Norteamérica también fueron utilizadas para el destierro penal de criminales convictos desde principios del siglo XVII hasta la independencia, y posteriormente a Australia entre 1788 y 1868. Además de estos criminales, los ingleses enviaron a sus colonias norteamericanas a los irlandeses, sobre todo católicos, que se rebelaron contra la opresión inglesa… vendidos a los colonos como mano de obra.

El comercio humano comenzó cuando James II, rey de Inglaterra, vendió 30.000 prisioneros políticos irlandeses como esclavos al Nuevo Mundo. A mediados del siglo XVII, los irlandeses se convirtieron en la principal fuente de ganado humano para los comerciantes ingleses… el 70% de la población total de las islas Antigua y Montserrat eran esclavos irlandeses. En la década de 1650 más de 100.000 niños irlandeses, entre 10 y 14 años, fueron separados de sus padres y vendidos como esclavos en las Indias Occidentales, Virginia y Nueva Inglaterra; 52.000 más, en su mayoría mujeres y niños, fueron vendidos a Barbados y Virginia; 2.000 niños se vendieron a Jamaica… Ni eran criminales ni tampoco, como se ha tratado de vender, tenían contratos de servidumbre.

Además, eran más baratos que los africanos (en el XVII, un esclavo africano costaba unas 50 libras esterlinas y un irlandés no más de 5) y los hijos nacidos de esclavos blancos seguían siendo esclavos incluso en el caso de que su madre obtuviese la libertad, así que las madres permanecían con ellos. Los colonos, para maximizar sus recursos, decidieron utilizar a las mujeres/niñas irlandesas – además de para su beneficio propio – para cruzarlas con africanos y criar mulatos. Estos nuevos esclavos rompieron el mercado… se podían vender por un precio superior a los irlandeses y salían más baratos que los africanos. Esta práctica de mestizaje esclavo se extendió hasta que en 1681, por las presiones de la Royal African Company a la que la Corona británica había concedido el monopolio sobre las rutas del comercio de esclavos africanos, se aprobó la ley «Forbidding the practice of mating Irish slave women to African slave men for the purpose of producing slaves for sale» (Prohibida la práctica de acoplamiento de esclavas irlandesas y esclavos africanos con el fin de producir esclavos para la venta).

En 1807 el Parlamento Británico aprobó la Ley para la Abolición del Comercio de Esclavos, bajo la cual los capitanes de buques de esclavos podían ser severamente penados por cada esclavo transportado. Esta fue superada por la Ley Abolicionista de 1833, que liberó todos los esclavos del Imperio Británico.

Fuentes: The forgotten white slavesThe Irish slave TradeIrish Blog

Tambores de guerra

28 enero, 2020

Fuente: http://www.infolibre.es

Publicada el 14/01/2020 a las 06:00Actualizada el 13/01/2020 a las 20:28
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“Quien más chilla es siempre quien menos merece ser oído”

Algo tendrán el agua cuando la bendicen y el poder cuando tanta gente da cualquier cosa por alcanzarlo, incluidos su honestidad, su decencia y sus principios. Al poder no se asciende, se repta y en zigzag, porque es un mundo vertical como el de los rascacielos, y cuanto más se sube en sus ascensores o por sus escaleras, más remoto se hace lo que va quedando en los pisos de abajo, que al llegar a las últimas plantas ya se ven insignificantes. A lo mejor es estar tan altos, al nivel de los helicópteros y las nubes, lo que hace que los políticos se endiosen y olviden cómo es la realidad a ras de suelo.

Lo que la ciudadanía de cualquier signo espera de los cargos públicos que elige en las urnas es justo lo contrario: que entiendan sus problemas y en la medida de lo posible los atenúen o los resuelvan, y aunque haya gente cuya militancia lo explica todo, que va a votar a los que considera los suyos hagan lo que hagan, la simple alternancia en el Gobierno ya explica por sí sola que muchas personas cambian de papeleta cuando se ponen otra vez las urnas. Lo que ocurre es que en España hay quienes consideran que la Moncloa es suya y les gustaría privatizarla, como a la Sanidad o la Educación. Son los que nunca aceptan otro resultado que su triunfo y cuando no cae de su lado, inician una cacería. Nosotros o el escándalo.

El trío de Colón ha tocado zafarrancho, viene con el cuchillo entre los dientes y se deja caer sobre el Congreso en paracaídas, la retaguardia y las espaldas cubiertas por gran parte de los medios de comunicación, donde queda claro que la palabra invertir es la versión abreviada del verbo intervenir, porque la mano que da y la que atrapa son la misma. El toque de corneta llama a las calles y las barricadas y la nueva oposición tiene los jardines de sus chalés patas arriba, de tanto desenterrar hachas de guerra. “Vamos a hacer que este Gobierno dure lo menos posible”, claman en plan juro/que/nunca/más/volveré/a/pasar/hambre, aunque sin apretar el puño, que eso no lo harían ni para interpretar a la Scarlett O´Hara de Lo que el viento se llevó, mientras lanzan toda clase de descalificaciones, algunas tan oscuras que habrá quien piense que después de darle aire al independentismo ahora quieren agitar la sábana del fantasma del terrorismo, a ver si prendiéndole fuego a la casa los que están dentro les piden que vayan a rescatarlos. Esperemos que este segundo empeño les salga peor que el primero, donde lo bordaron, porque cuando el PP subió al poder el apoyo al independentismo en Cataluña no llegaba al treinta por ciento y había subido a un cuarenta y cuatro cuando Mariano Rajoy fue desalojado de la presidencia con una moción de censura provocada por las sentencias judiciales que señalaban la corrupción del partido que dirigía.

Atrás habían quedado los tiempos del Pacto del Majestic, la época en que su predecesor, José María Aznar, afirmaba “hablar catalán en la intimidad” y alcanzaba la mayoría del Congreso al reunir los apoyos de CDC, PNV y Coalición Canaria. O la época en que la formación de la calle Génova pactaba con el hoy estigmatizado Artur Mas y su número uno allí, Alicia Sánchez Camacho, celebraba haber llegado con él a “un compromiso político de presente y de futuro.”

Las hostilidades han empezado, el combate es a cuatro años, pero podría interrumpirlo un KO. Y las consecuencias se empiezan a notar. Un día, la asociación Hogar Social, que se considera neonazi y que se manifestó en la plaza de Colón al ritmo de PP, Cs y Vox, asalta la sede del PSOE en la calle de Ferraz. Al siguiente, sale de su retiro Mayor Oreja para exigir que se refunde el PP y lo que salga del horno sirva “para plantar cara al Frente Popular, presidido por la maldad”. Y de postre, salen obispos de aquí y allá pidiéndole a la virgen que “nos salve y salve a España” o proponiendo un curso prematrimonial de dos años “para prevenir el pansexualismo y la masturbación”. Para prevenir los abusos y la pederastia en el seno de la Iglesia, no han propuesto nada.

El último asalto ha empezado con el nombramiento de la ex ministra Dolores Delgado como Fiscal General, un puesto que no creo que ahora hayan descubierto que, según el artículo 124 de la Constitución española, “tiene como misión promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público tutelado por la ley, de oficio o a petición de los interesados, así como velar por la independencia de los tribunales y procurar ante éstos la satisfacción del interés social”, y que será ocupado por una persona “nombrada por el rey, a propuesta del Gobierno, oído el Consejo General del Poder Judicial”. Los que pusieron ellos, ¿de dónde salieron, de unas oposiciones? Uno entiende perfectamente, ahora y antes, que se mantenga que esa figura es parte del Gabinete y que eso haga sospechar de la parcialidad que pueda tener en determinadas actuaciones, pero de ahí a los insultos machistas y groseros que le dedicó este lunes a la interesada algún columnista desaforado, hay un abismo, el que separa el respeto de la bestialidad. Los que llaman a los componentes del nuevo Ejecutivo “golpistas”, sin duda habrán celebrado la salva de improperios. Si ese es el nivel, hay que subirlo. Lo que pasa es que igual ni quieren ni saben.

 

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Ascensión Mendieta: esa gigante civil que dio a todos los gobiernos lecciones de dignidad

27 enero, 2020

Fuente: http://www.eldiario.es

Ascensión Mendieta (1925-2019) aguardaba sentada junto al nicho del Cementerio Civil de Madrid, en el que estaba a punto de ser enterrado su padre, Timoteo, un sindicalista asesinado por la represión franquista, el 15 de noviembre de 1939, identificado casi ochenta años después. Aunque no se publicitó la hora del entierro, cientos de personas aparecieron para acompañarla en ese momento. Había pasado muchos años luchando, muchos gobiernos democráticos para los que ella fue insignificante, muchos menosprecios parlamentarios, como el de Rafael Hernando, y toda clase de obstáculos que consiguió sortear gracias a un amor y una dignidad que la hicieron invencible ante todos los impedimentos que se interponían a su deseo de dar una sepultura digna a su padre.

Cuando el ataúd con los restos genéticamente idenficados de Timoteo fue depositado en el nicho, estalló en la garganta de Ascensión un grito terrible, un profundo lamento que llevaba setenta y seis años incrustado bajo uno de sus pulmones, enquistado por un duelo nunca elaborado, por el transcurso de lustros repletos de abandono institucional, en los que la familia fue muriendo y depositando en ella la responsabilidad de dar nombre y digna sepultura a los restos de su padre.

Timoteo Mendieta le fueron a buscar a casa después de comer. Su participación sindical le había puesto en el punto de mira de los fascistas de Sacedón. Llamaron a la puerta y una niña de trece años, Ascensión, la abrió y cuando preguntaron por él señaló la habitación en la que estaba durmiendo la siesta. Se llevaron a Timoteo por la fuerza y lo encerraron en la cárcel de Guadalajara hasta el día en que lo sacaron para asesinarlo y lo enterraron en una fosa común.

Su viuda tuvo que empezar de cero, señalada, vigilada y castigada, viajaba a Madrid para vender, hacer trueques y conseguir algo que sus hijos se llevaran a la boca. Averiguaron dónde podía estar enterrado Timoteo, pero durante años tuvieron que tirar flores por encima de una tapia, porque los salvadores de España les impedían acceder a ese lugar.

Llegó la democracia y la ausencia del padre siguió presente, sin que el final de la dictadura hubiera supuesto la atención debida por parte del Estado democrática y oficialmente ‘reconciliado’. Ascensión y su hermana Paz iniciaron la búsqueda de ayuda en las instituciones, querían saber, querían terminar con la incertidumbre de ese padre que, como dijo Ascensión, «había pasado toda la vida bajo tierra», toda la que le quitaron.

Falleció Paz y Ascensión no cejó en su empeño, acosada por un reloj biológico que no entendía de leyes de memoria, que no le sirvieron para nada, ni de vagas promesas políticas. Pasaron los años y fue capaz de cumplir los 88 subida en un avión, camino de Buenos Aires, para sumarse a la causa argentina abierta contra el franquismo el 14 de abril de 2010, interpuesta por Darío Rivas –recientemente fallecido– y por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH). Allí pidió ayuda a una jueza argentina que en aplicación del principio de jurisdicción universal había abierto una causa penal contra los crímenes de la dictadura.

Meses después, la justicia argentina ordenó la exhumación de Timoteo. Tras esquivar retrasos de la justicia española y del Ayuntamiento de Guadalajara, gobernado entonces por el Partido Popular, los voluntarios de la ARMH iniciaron la búsqueda, pero descubrieron que los restos de Timoteo no estaban donde el registro del cementerio aseguraba. Así que se llevó a cabo una segunda exhumación y entonces las pruebas genéticas, hechas con urgencia, dijeron quién era y dónde estaba Timoteo.

La exhumación fue financiada por la ARMH, por el sindicato ELOGIT de electricistas noruegos y la ayuda del Equipo Argentino de Antropología Forense. Colaboraron en ella forenses españoles, británicos y portugueses y entre el resto de personas voluntarias las había de varias nacionalidades. Faltaba, como había faltado en toda una vida de búsqueda, el Estado.

La lucha de Ascensión simbolizó el desamparo de las víctimas de la dictadura y la fortaleza de quienes vivieron vidas arrasadas por el fascismo. Su imagen frágil y su dulzura al hablar de su lucha empujaron a muchas otras familias a iniciar la búsqueda de un ser querido.

En el funeral de Timoteo, se oyó a Ascensión dar las gracias «por venir a un acto tan triste». Su lucha permitió además identificar a otras treinta personas asesinadas en condiciones similares a las de su padre. Cuando el 19 de mayo de 2018 se entregaron en Guadalajara 25 cuerpos identificados, todos los familiares, al recibir los restos, agradecieron a esa frágil y enorme defensora de los Derechos Humanos de Sacedón la oportunidad que había creado con su lucha.

Durante muchos años, Ascensión vivió pensando en cómo habría muerto su padre; si fue al instante, si lo dejaron herido y ocurrió lentamente, incluso si pasó frío. Cuando no podemos despedir y cerrar el duelo tras la muerte de un ser querido, hay piezas que no encajan y que pueden ser arrastradas toda la vida. España es un país en el que cientos de miles de ‘Ascensiones Mendieta’ han muerto ignoradas por el Estado, escuchando discursos políticos que hablaban de reconciliaciones y de transiciones ejemplares mientras nadie les garantizaba verdad, justicia y reparación.

Cuando en el Cementerio Civil de Madrid, Ascensión sea enterrada junto a su padre, Timoteo, el eje del mundo se habrá desplazado una diminuta distancia para acercarse a la justicia. Pero seguiremos viviendo en un país en el que ninguno de los asesinos, que arrancaron de su siesta a personas que defendían el bien común para asesinarlos, se habrá sentado en un banquillo como acusado. Y esa realidad, esa terrible e insoportable injusticia, seguirá siendo una causa fundamental de muchas de las debilidades de nuestra democracia.

¿Esconde la leyenda del mono ahorcado en Hartlepool algo peor?

26 enero, 2020

Fuente: http://www.historiasdelahistoria.com

En el pueblo costero de Hartlepool, en el noreste de Inglaterra, perdura una leyenda de hace dos siglos sobre un mono que fue ahorcado por los pescadores del pueblo al considerarlo un espía francés. A comienzos del siglo XIX, en el transcurso de las Guerras Napoleónicas, los pueblos costeros ingleses vigilaban sus aguas ante la posible invasión francesa. Una tormenta desvió de su rumbo un barco de guerra con pabellón francés, haciéndolo llegar hasta la costa de Hartlepool. Los lugareños, expectantes, contemplaban aquella lucha desigual hasta que el buque perdió el mástil y se partió en dos. A la orilla llegaban los restos del naufragio: cajas de suministros, el mástil… y un mono empapado con el uniforme francés sobre una tabla.

En aquello días, ante el acoso de Napoleón, los ingleses vivían en estado de psicosis permanente: se mostraban desconfiados, por todos los sitios veían espías… hasta un simple mono supuso un peligro para los habitantes de Hartlepool. Se acusó al pobre mono, que no era otra cosa que la mascota del barco, de espía y en la misma orilla se le juzgó y sentenció a la horca. Se clavó el mástil del barco en la arena y se ahorcó al mono.

Lo que podría haber quedado en un episodio de maltrato animal y, sobre todo, de estupidez humana podría esconder algo peor… el ahorcamiento de un niño. La leyenda ha llegado hasta nuestros días como el ahorcamiento de un mono (monkey en inglés) pero en la tripulación de los buques de guerra había otro tipo de monkey… los powder monkey: eran niños o adolescentes que se encargaban de llevar la pólvora (powder) de la bodega a los artilleros. Quizás en algún momento, a lo largo de estos dos siglos, alguien interesado en que Hartlepool no fuese protagonista de aquella atrocidad, decidió cambiar al powder monkey por un monkey.

Es mejor quedar como estúpidos (ahorcar un mono por espía) que como inhumanos (ahorcar un niño).

Fuentes: This is HartlepoolHartlepool Monkey,

Ángeles, la maestra republicana cesada en 1940 por el simple hecho de vivir ‘amancebada’ con un hombre viudo

25 enero, 2020

Fuente: http://www.publico.es

El documental ‘La aguja de dos puntas’ narra como el franquismo condenó a una maestra republicana al oficio de costurera por vivir “amancebada” con un hombre viudo en el pequeño municipio de Cuevas del Campo (Granada).

Doña Ángeles en una imagen junto a sus dos hijos. / RELATORAS PRODUCCIONES

Doña Ángeles en una imagen junto a sus dos hijos. / RELATORAS PRODUCCIONES

Así rezaba su informe definitivo que separaría para siempre a Ángeles Arenas Esturillo de su vocación, la de maestra. «Confiesa que vive con un hombre sin poder casarse con él. No puede ejercer quien así obra». Ángeles Arenas Esturillo fue maestra republicana en el municipio de Cuevas del Campo (Granada), hasta la entrada del régimen franquista. En 1941 conoció la sentencia definitiva de la comisión depuradora de maestros que la separaría para siempre de su trabajo vocacional. Ángeles llegaría hasta el municipio de Cuevas del Campos (Granada) con apenas veinte años de edad y separada de su marido. Había aprobado sus oposiciones y traía una corriente nueva, inspiradora para la escuela rural recién instaurada de la Segunda República.

Las directoras Vanesa Perondi y Sara Gallardo han sacado esta historia inédita ante la luz pública. La aguja de dos puntas es el nombre que recibe esta cinta y que cuenta cómo esta maestra tuvo que ser condenada al oscurantismo alejada de su ejercicio profesional el resto de su vida. Perondi señala a Público que el título de este documental es una metáfora de su vida. “Se hace una pequeña empresaria en plena posguerra con sus maquinas de tejer para salir delante y el título de la cinta hace referencia a las dos vidas que tuvo esta maestra cuando pudo ejercer su profesión y cuando lo tuvo que dejar de ser para malvivir y dedicarse para siempre al oficio de la costura”.

Llegaba para cambiar la vida de Cuevas en 1928

Ángeles nace en Granada en el año 1907 en un barrio castizo conocido como el Realejo y estudiaría en el colegio de monjas del Sagrado Corazón, al que llamaban popularmente la escuelas de las brujas, pero aquellas monjas no pudieron frenar el afán que Ángeles sentía por la enseñanza y que muy joven llegó a desarrollar. Perondi habla como al aprobar sus oposiciones Ángeles Arenas era una mujer casada y recién separada de su marido. “Muy jovencita, se marcha a Castril del Campo para iniciar su trabajo en el cuerpo de maestros. Poco tiempo después llega a Cuevas donde pasaría el resto de su vida hasta su muerte en los años 60”.

Como muchísimas maestras, Arenas estaba afiliada al sindicato de FETE-UGT

La joven Doña Ángeles como todos la conocían en Cuevas se instala frente a la iglesia, en la pensión de Doña Mariquita En aquellos primeros meses conoce a un joven viudo que es el yerno de la dueña de la pensión. Cirilo se convierte en su compañero de vida y pronto hacen vida en el mismo hogar. Ángeles era una mujer casada con apenas 22 años y nunca llegó a divorciarse, lo que le llevó a vivir sin pasar de nuevo por un matrimonio con Cirilo el resto de vida.

Vista actual del municipio de Cuevas del Campo (Granada). / RELATORAS PRODUCCIONES

Vista actual del municipio de Cuevas del Campo (Granada). / RELATORAS PRODUCCIONES

Ascensión, la nuera de Ángeles, la describe como «una mujer muy comprometida con su tiempo e involucrada en la política». Como muchísimas maestras, Arenas estaba afiliada al sindicato de FETE-UGT. «Entra en contacto con el socialismo conoce a Fernando de los Ríos. Su mujer fue maestra de Ángeles en sus años de formación”. Fue tal la implicación de doña Ángeles con el entonces ministro de instrucción pública que en febrero de 1936 consiguió que llegara hasta Cuevas del Campo para dar un mitin en este pequeño municipio de apenas mil habitantes.

Su nuera afirma que “nunca contó en vida el motivo por el que se había separado y decidió vivir de forma libre adelantada a su tiempo.” En el pueblo muchos aún recuerdan sus días en el taller cuando con las maquinas cosiendo y leyendo a la vez las de aquella época. “Muchas mujeres se quedaban perplejas de su capacidad y de todo lo que sabía”, aclara a Público.

“Levar a las clases populares la ilusión de la escuela»

Rafael Gil Bracero, profesor de historia contemporánea de la Universidad de Granada recuerda como Doña Angeles integra el espíritu de aquellos jóvenes maestros que llegan a aquellas escuelas muy jóvenes con una increíble formación de valores. “Son maestros que llegan con mucha ilusión. Son los nuevos mesías de las escuelas rurales”.

Bracero apunta en el documental que solo en el primer año de la Segunda República se crearían 11.000 escuelas en España. “El mismo número de centros educativos que se construyeron durante los treinta años anteriores” y es el espíritu renovador e ilusionante de aquella Segunda Republica que formó a a maestras como Ángeles a traer valores democráticos a las clases populares más alejadas de las ciudades.

Solo en el primer año de la Segunda República se crearían 11.000 escuelas

Por su parte María del Mar del Pozo, comisaria del exposición “Madrid ciudad educadora” participa en la cinta y cuenta cómo se crean esas “escuelas solidarias, tolerantes, democráticas” y que nunca antes habían existido en la historia reciente de España. Era otro modo de hacer educación. “Creaban escuelas muy limpias, cuidadas, intentaban crear relaciones con las familias, con las mujeres, era algo especial que nunca había existido antes”.

La llegada del golpe y la depuración de miles de maestros

La sombra del golpe de estado en julio de 1936 llevó a Ángeles a dejar de ejercer su vocación. Cuevas del Campo se ubica en zona republicana durante todo el conflicto, lo que le permite continuar por un tiempo más su profesión. Perondi aclara que “se instala durante un período en Zújar pero recién instaurado el régimen es suspendida de empleo y sueldo” a la espera de que una comisión depuradora analice su trayectoria.

En la cinta La aguja de dos puntas se muestra la prensa de la época, como el franquismo hablaba de aquel cuerpo de profesores republicanos depurados en su totalidad, de esos, como sentencia la noticia alumnos ”desgraciados que han sido ya envenenados por las doctrinas racionalistas que profesores sin Dios ni Patria sembraron en sus conciencias”.

Del Pozo aclara que son las maestras las primeras acusadas por conductas morales para retirarlas de su cargo. “A los varones se les inculpa más por motivos políticos e ideológicos”.

Las conductas morales para el régimen podían ser desde haber “enseñado educación sexual en las escuelas, el no haber ido vestida apropiadamente y no digamos que convivían con algún varón sin estar casadas o si se habían divorciado. Entonces si que son castigadas, como ocurrió en el caso de doña Ángeles”. Pero la particularidad de este caso no saca del asombro a muchos investigadores y es que Ángeles era una mujer cristiana que tenía informes favorables del jefe de falange local, del alcalde pero fueron las causas morales la que la retiraron definitivamente de su cargo.

La terrible depuración que cesó a maestros republicanos 

La depuración era un proceso administrativo por el que pasan todos los funcionarios públicos a la entrada del nuevo régimen franquista. Sin embargo el cuerpo de maestros fue duramente sancionado.

El expediente de depuración empezaba con un cuestionario donde se les preguntaba “dónde estaban el 18 de julio del 36, si se adhirieron a alguna causa, si antes del 18 de julio formaban parte de algún partido político”. Incluso podían preguntar a los “maestros que contaran lo que supieran de la actividad de sus compañeros para que sirviera como posible denuncia para el conocimiento de sus actividades en la etapa republicana”.

El 30% del cuerpo de maestras y maestros republicanos recibió castigos severos. “Fueron trasladados a otros municipios, bajados de escalafón y en bastantes casos expulsados del cuerpo”. Del Pozo señala que sin el certificado de pureza ideológica que demostraba su “limpieza” no podían ejercer el magisterio dentro del nuevo régimen franquista.

Escrito donde Ángeles Arenas confirma su relación con Cirilo durante más de nueve años en diciembre de 1940. / relatoras producciones

Escrito donde Ángeles Arenas confirma su relación con Cirilo durante más de nueve años en diciembre de 1940. / RELATORAS PRODUCCIONES

Bracero apunta como la Comisión depuradora del magisterio primario de Granada depuró a 317 maestros. “Aquellos que estuvieron en zona republicana hasta el final de la guerra fueron en muchos casos expulsados definitivamente como fue el caso de Ángeles Arenas”. Este investigador también apunta que muchos de aquellos maestros que no tiene expedientes en los archivos se debe a que “fueron previamente fusilados antes de pasar por el trámite de la depuración”.

Historiadores locales coinciden que Ángeles Arenas obtuvo informes que la describen como “excelente profesional y que tenia un comportamiento absolutamente homologable a una persona de derechas y religiosa”.

A pesar de todos los informes, la comisión provincial hace un pliego de cargos contra esta maestra. “Cuando se lee el expediente completo me quedé asombrado, aunque los maestros intentan dulcificar su posturas, Ángeles responde con una sinceridad aplastante” sobre su situación vital. En su expediente consta que estaba “amancebada con un señor del pueblo que en 1940 se encuentra o se encontraba preso”. Fue el único motivo real que la obligó a malvivir en otra profesión, como la de costurera. En noviembre de 1941 llega el cese definitivo. Cuando Ángeles tuvo que vivir de otro trabajo, en el mismo municipio donde había sido maestra casi una década.

La democracia de EEUU se levantó sobre la esclavitud: hace ahora 400 años

24 enero, 2020

Fuente: http://www.eldiario.es

En 2019 se cumplen 400 años desde que los africanos esclavizados de Angola fueron trasladados a la fuerza a Jamestown, Virginia. Esta migración forzada de personas negras hacia lo que más tarde sería Estados Unidos es el inicio de la historia entrelazada de la esclavitud y la democracia.

Este año también se celebra el 90 aniversario del nacimiento de Martin Luther King, el líder más conocido del heroico periodo del movimiento de derechos civiles entre 1954 y 1965.

Aunque los estadounidenses no dudan en considerar [el asentamiento de] Jamestown, en el estado de Virginia, como el primer episodio de un experimento democrático en curso, son más reticentes a analizar de qué forma la esclavitud ha desempeñado un papel crucial en la consolidación del capitalismo estadounidense, las libertades democráticas y la identidad racial. En el año 1619 se establecieron unos límites a los derechos de ciudadanía, la libertad y la democracia que todavía perduran.

Aunque prácticamente no lo recordemos, King habló en numerosas ocasiones sobre el impacto de la imponente sombra de la esclavitud sobre la lucha por los derechos civiles. Tal vez su reflexión más conocida es la que compartió durante la Marcha en Washington por el trabajo y la libertad celebrada el 28 de agosto de 1963. King se dirigió a un cuarto de millón de personas que se habían dado cita frente al monumento de Lincoln.

[En el famoso discurso ‘I have a dream’] King quiso dejar constancia de cómo la esclavitud racial había arraigado con fuerza en el imaginario estadounidense. Un siglo antes, Abraham Lincoln, a quien King llamó «un gran estadounidense», firmó la Proclamación de la Emancipación. Sin embargo, 100 años después, los negros quedaron marginados del sueño americano. «En lugar de honrar esta obligación sagrada», dijo King, los afroamericanos habían recibido un «cheque sin fondos» que el país tendría que pagar en su totalidad si quería superar las trágicas consecuencias de un pasado racista que seguían limitando su futuro.

King anhelaba reconciliar la principal contradicción de las tradiciones democráticas estadounidenses: la coexistencia de la esclavitud con la libertad individual y la libertad. Lo que King interpretó como una contradicción, Malcolm X lo reconoció como una simetría irónica. Según Malcolm, la esclavitud en Estados Unidos ayudó a sostener un sistema de democracia racial que en la práctica se convirtió en un privilegio de los blancos.

En sus duras denuncias de la supremacía blanca y su decidido apoyo a una revolución violenta para acabar con el racismo contra los negros, Malcolm invocó la experiencia de 400 años de opresión racial de los afroamericanos. El año 2019 marca la fecha que Malcolm a menudo ensalzaba en sus apasionados discursos, debates televisados y entrevistas.

Tanto Malcolm como Martin entendieron la íntima conexión entre la lucha por la dignidad y lo derechos de ciudadanía de los negros durante la era de los derechos civiles y el Poder Negro, y el movimiento para acabar con la esclavitud racial en el siglo XIX.

Quizá ninguna figura representa con mayor elegancia el debate en torno a la esclavitud, la libertad y los derechos de ciudadanía que [la del orador abolicionista] Frederick Douglass, que ha ganado notoriedad tras la reciente biografía del historiador David Blight, ganador del Premio Pulitzer.

Douglass, un antiguo esclavo afroamericano de la Bahía de Chesapeake, en Maryland, relató cómo consiguió escapar y convertirse en un hombre libre, en un viaje emblemático para el experimento democrático de Estados Unidos. Douglas, que era un brillante escritor y orador público, se convirtió en el estadounidense más fotografiado del siglo XIX, el principal abolicionista del país y un defensor de la teoría de que para terminar con la esclavitud debían utilizarse todas las vías necesarias, incluso la violenta.

Douglass, al igual que Abraham Lincoln, llegó a representar los sueños de libertad que animaban no sólo la lucha por la ciudadanía negra, sino el destino de la democracia.

La esclavitud racial, una forma despiadada de esclavitud estrechamente ligada al ascenso del capitalismo mundial, se derrumbó en 1865, después de que 700.000 estadounidenses perdieran la vida en la guerra civil. Los políticos del norte no reconocieron –o lo hicieron a regañadientes–, el patriotismo de los soldados negros que lucharon contra el supremacismo blanco.

Se redactaron nuevas enmiendas constitucionales para abordar el debate sobre la libertad de los negros, se abolió la esclavitud y se reconoció el derecho a la ciudadanía por nacimiento y el derecho al voto. Sin embargo, estos derechos se vieron obligados a coexistir con el terror político, económico y racial contra los estadounidenses negros.

El periodo de la reconstrucción entre 1865 y 1896 situó a las mujeres y a los hombres negros en la vanguardia de nuevos experimentos democráticos interraciales que fomentaron una educación pública, universidades negras, iglesias, empresas, grupos cívicos y sociedades de ayuda mutua y también contribuyeron a la contratación de afroamericanos en las administraciones.

Sin embargo, estos avances quedaron empañados por la violencia, la traición política y las agresiones legales y legislativas contra la ciudadanía negra. En 1896, la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos en el caso Plessy contra Ferguson [que optó por mantener la constitucionalidad de la segregación racial incluso en lugares públicos] marcó el comienzo de un oscuro período de la historia del país.

Los movimientos sociales contemporáneos liderados por negros, como Black Lives Matter, no sólo se enfrentan a los fantasmas raciales, como los estados sureños de las leyes de Jim Crow [que propugnaban la segregación racial en todas las instalaciones públicas], arraigadas en el imaginario popular. Se enfrentan al espectro más amplio de la esclavitud racial que nuestra sociedad a menudo se niega a reconocer. Lo que amablemente llamamos el «legado» de la esclavitud representa la evolución de un sistema político y económico basado en la explotación racial, la apropiación de la fuerza de trabajo negra y la demonización y deshumanización de los afroamericanos.

Lo que es aún más significativo es la forma en que los negros han adoptado una visión expansiva de la democracia, incluso cuando el país se negó a reconocerla como legítima. Ida B. Wells, [una sufragista negra que lideró la cruzada contra los linchamientos racistas del siglo XIX], fue una activista pionera de la justicia social cuyo trabajo ya previó el aumento del encarcelamiento masivo en Estados Unidos.

La activista Ella Jo Baker, fundadora del Student Non-Violent Coordinating Committee (SNCC), entendió que el objetivo último del movimiento de sentada [organizaban sentadas para protestar contra la segregación racial] no era tanto obtener acceso al mismo almuerzo que los blancos, sino más bien erradicar los sistemas opresivos y antidemocráticos que habían emergido con los látigos de la esclavitud.

De manera similar, la Carta [de Martin Luther King] desde la Cárcel de Birmingham ensalzó el heroísmo de los escolares negros encarcelados por violar las leyes de Jim Crow en Alabama. Esos jóvenes, argumentaba King, serían algún día reconocidos como héroes por haber sabido transportar al país de vuelta a esos «grandes pozos de democracia» que fueron excavados profundamente por los padres fundadores.

La relación entre la esclavitud y la libertad y nuestra comprensión de esta historia sigue siendo el núcleo del experimento democrático estadounidense, que tiene repercusiones mundiales para las comunidades en expansión de pueblos indígenas e inmigrantes de todo el mundo que, en el mejor de los casos, han visto Estados Unidos como un faro de libertad. El extraordinario ascenso de Barack Obama a la presidencia en 2009 hizo brillar a Estados Unidos como símbolo de libertad racial. Sin embargo, Trump ha demostrado que todavía es pronto para celebrar [la igualdad racial].

Quizá la lección más importante que por el momento podemos extraer del asentamiento británico de Jamestown es la naturaleza incansable de la lucha por la libertad de los negros. Los valientes actos individuales de resistencia durante la esclavitud inspiraron rebeliones colectivas que transformaron la democracia estadounidense. Sin embargo, este cambio, como es dolorosamente notorio en la actualidad, sigue cargando el peso de una historia arraigada en la esclavitud racial. Los debates contemporáneos sobre el privilegio racial, la supremacía blanca y la política de identidad fluyen de las relaciones políticas, económicas y sociales que se han normalizado en nuestra historia, pero que están lejos de ser normales.

El hecho de reflexionar sobre el impacto indeleble de la esclavitud en las concepciones de libertad, ciudadanía y democracia nos proporciona las herramientas necesarias para abordar la situación en el momento actual, lo que podría considerarse una Tercera Reconstrucción, donde los esfuerzos por defender la justicia racial y una visión expansiva de la democracia coexisten con movimientos de intolerancia racial arraigados en antiguos odios vestidos con ropa nueva.

Peniel E. Joseph es el fundador y director del Center for the Study of Race and Democracy en la Escuela de Asuntos Públicos de la Universidad LBJ y profesor de historia en la Universidad de Texas en Austin.

Traducido por Emma Reverter

Las olvidadas pinturas de la Alemania comunista reivindican su lugar más allá de lo político

23 enero, 2020

Fuente: http://www.eldiario.es

Tras la caída del muro de Berlín, los artista del este alemán fueron despreciados, marginados, olvidados y, también, insultados. «No hay ni un solo artista en la RDA», llegaba a decir el pintor Georg Baselitz, una prestigiosa voz del arte germano originaria del este alemán, lo que otrora fue la Alemania comunista. Baselitz pronunciaba esa sentencia en una entrevista a una revista especializada en 1990, cuando ya había hecho carrera internacional. Solo matizaba su conclusión apuntando que, si en la RDA hubo artistas, estos eran unos «cabrones» [sic].

Aquellas palabras desencadenaron lo que se ha llamado en Alemania el ‘Bilderstreit’ o «la pelea de pinturas». En ella, la Alemania del oeste se enfrentaba a la Alemania del este por una cuestión: ¿Era arte lo que que durante décadas crearon los artistas de la RDA? La pelea argumental comenzaba apenas un año después de la caída del muro de Berlín, de la que este año se cumplen justo tres décadas. Terminó hace poco, muy poco.

La primera prueba de que esa discusión cultural acabó en beneficio de los pintores de la RDA es la muestra que hace unos días abría sus puertas en la ciudad sajona de Leipzig (este germano). Point of No Return (Punto Sin Retorno) se llama la exposición que acoge estos días el Museo de las Artes de Leipzig. A través de unos 300 lienzos, se exhiben varias generaciones de destacados artistas activos en tiempos de la RDA y después de la revolución pacífica con la que cayó el comunismo. El trabajo de un total de 106 pintores se exhibe en este centro.

En muchos sentidos, sus obras y sus nombres quedan rehabilitados a través de la muestra. Se les reconoce, en contra del veredicto de Baselitz, como auténticos artistas. Es la primera vez que una exposición presenta así a los creadores de la RDA tras la Bilderstreit. «Los artistas del este alemán hasta ahora no estaban valorados por el mercado del arte ni por las instituciones museísticas del oeste alemán», dice a eldiario.es Paul Kaiser, director del Instituto de Dresde para los Estudios Culturales y uno de los comisarios de la exposición.

Gracias a esta muestra, a «los artistas del este alemán se les valora y se les considera artistas y no meros vehículos de proclamas políticas», comenta Kaiser. La pintora Doris Ziegler es uno de los mejores ejemplos de artistas reconocidos tras 30 años de olvido. En Point of No Return sus obras ocupan ellas solas una habitación. Son pinturas que nunca antes se habían visto.

Doris Ziegler, Gran pasaje, 1989/1990
Doris Ziegler, Gran pasaje, 1989/1990 INGESTALT/MICHAEL EHRITT, © VG BILD-KUNST BONN, 2019

«En 1988, ella comenzó un ciclo de obras en las que observaba cómo empezó y cómo tuvo lugar la revolución pacífica de 1989, y también lo ocurrido después hasta 1994», explica Kaiser. Él reconoce que solo ahora, casi 30 años después de la Reunificación, empieza a haber un interés por esta pintora natural de Weimar afincada en Leipzig. «Ahora, gracias a la exposición, preguntan por ella los coleccionistas y los responsables museos. Es increíble que hagan falta 30 años para descubrir que hay una artista como ella», sostiene Kaiser.

Las obras más destacadas de Zeigler tienen el foco puesto en los años de la transición a la democracia del este alemán. Muchos de los lienzos mostrados en Leipzig abordan aquella época, especialmente traumática para los creadores de la RDA. Conviene recordar, como hacer Kaiser, que con la Reunificación «en los museos se mostraba arte de alemanes del oeste, o artistas internacionales, pero no los artistas del este alemán».

Incluso ahora una muestra como Point of No Return puede verse, dentro de Alemania, como un viaje a lo desconocido. «Para los Alemanes del oeste y los nacidos después de la Reunificación esto debe ser principalmente y con toda probabilidad una excursión a una territorio minado amenazante, ajeno y extraño», apuntaba el escritor Peter Richter en el periódico Süddeutsche Zeitung a cuenta de la exposición de los pintores del este. Para Richter, natural de Dresde, la capital de Sajonia, las personas que en su día «socializaron en la RDA» pueden reencontrarse en Leipzig con cuadros que «en otro tiempo significaron algo».

Artistas por fin reconocidos

Desde un punto de vista artístico, esas obras, salidas en muchos casos de las propias colecciones de los pintores, empiezan ahora a ganar otro significado. «La exposición muestra imágenes que no tienen nada que ver con el proyecto comunista, sino con la autonomía estética de los pintores y el arte que fue posible en la RDA y después. Son pinturas de arte alemán, pero del este alemán», defiende Kaiser.

Jürgen Schäfer, Yo y yo (I), 1980
Jürgen Schäfer, Yo y yo (I), 1980 INGESTALT/MICHAEL EHRITT, © JÜRGEN SCHÄFER

Buena parte de los artistas representados en Leipzig forman parte de la disidencia artística que, a su manera, se enfrentó al régimen comunista. «El Estado, el aparato de seguridad del Estado y la represión; esos eran los enemigos de estos artistas, en esto estaban unidos», plantea Kaiser. La obra del pintor Jürgen Schäfer en la que una estatua indefinida descansa sobre un hombre arrodillado parece decir mucho sobre la relación entre el estado y la ciudadanía durante la RDA.

Según Kaiser, la labor de los artistas expuestos en Leipzig fue fundamental para la transición a la democracia. Sin embargo, este trabajo no ha estado reconocido en el relato de la Reunificación. «Existen muchas formas de disidencia. Hay una forma de disidencia como la oposición política que empezó ser activa y visible en la RDA muy tarde. En Polonia y en Hungría, por otro lado, la actividad de esta oposición era más notoria desde mucho antes. En la RDA no ocurrió así. Este tipo de oposición existió sobre todo al final. Pero hubo una oposición cultural al régimen. Y esto los mostramos en la exposición», expone Kaiser.

Con esta óptica hay que ver, por ejemplo, el retrato del anarquista que firmara entre 1989 y 1990 Hubertus Giebe. Este pintor se inscribe en la tradición crítica que abrazó la «Perestroika». «En la RDA se recibió muy bien la ‘Perestroika’ de [Mijaíl, ndlr.] Gorbachov. Entonces empezaron a producirse en la escena del arte obras y espacios para crear pensando, no en la destrucción del socialismo, sino en su liberalización, en su democratización. Se buscó la revolución desde dentro de las estructuras del Estado», apunta Kaiser.

Hubertus Giebe, “El Anarquista", 1989/19990,
Hubertus Giebe, “El Anarquista», 1989/19990, MATHIAS LINDNER, © VG BILD-KUNST BONN, 2019

Víctimas de la transición a la democracia

Giebe y Johannes Heisig son dos claros exponentes de esta disidencia dentro del comunismo de la RDA. En modo alguno se puede decir que hubo una transposición de sus ideas a la realidad política del este alemán, pero Giebe y Heisig tuvieron suerte. Pudieron seguir creando sin sufrir penurias. Ambos tuvieron trabajo, entre otros, como profesores en la Escuela Superior de Bellas Artes de Dresde. Por su parte, Zeigler también fue afortunada. Ella ha mantenido su carrera como pintora porque ha sido profesora, entre 1993 y 2014, en la Academia de Arte Gráfico y Editorial de Leipzig.

A menudo, los artistas del este alemán sufrieron «situaciones económicas amenazantes para sus vidas tras la revolución pacífica de 1989», según Kaiser. «Antes de la transición tenían problemas políticos con el Estado, porque se decantaban por la libertad. Pero después de 1990 tenían un problema con la economía, porque el nuevo Estado y el nuevo mercado del arte marginó su obra», abunda el comisario de la muestra.

Que estos artistas no han tenido recorridos existenciales fáciles es algo que se intuye en el tono de las obras expuestas estos días en el Museo de las Artes de Leipzig. Especialmente en los años ochenta, «la situación de la sociedad era de agonía, esto se reconoce claramente en los cuadros», cuenta Kaiser.

Norbert Wagenbrett, “Despertar”.  1989/1990.
Norbert Wagenbrett, “Despertar”. 1989/1990. INGESTALT/MICHAEL EHRITT, © VG BILD-KUNST BONN, 2019

Los personajes que representa Norbert Wagenbert en uno de sus lienzos, donde un hombre y una mujer luchan por salir de una superficie gris, resume en buena medida cómo muchos alemanes del este – especialmente los artistas – vivieron la caída del comunismo. Aquello fue una liberación dolorosa. «Muchos celebraron la caída del muro de Berlín y participaron en su caída. Trabajaron contra el Estado. Pero las nuevas condiciones sociales tampoco les gustaron, entre otras cosas porque ellos, en ese nuevo mundo, no habían sido aceptados como artistas», concluye Kaiser.

Trak Wendisch, “Cortalenguas”, 1988.
Trak Wendisch, “Cortalenguas”, 1988. INGESTALT/MICHAEL EHRITT, © VG BILD-KUNST BONN, 2019.

Cornelia Schleime, o. T., 1985/1986
Cornelia Schleime, o. T., 1985/1986 INGESTALT/MICHAEL EHRITT, © CORNELIA SCHLEIME

Trabajar más por menos: nuestro capitalismo

22 enero, 2020

Fuente: http://www.lamarea.com

«La economía española ha generado cerca de dos millones de empleos entre 2014 y 2018: un crecimiento acumulado en el período del 12%. Pero la precarización se impone», analiza el autor.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número total de horas extraordinarias semanales realizadas en el segundo trimestre de 2019 ascendieron a más de seis millones, de las cuales el 52% han sido pagadas y el 48% restante no han recibido ninguna retribución. Si se compara este dato con el del mismo trimestre de 2018, la cifra se ha reducido en un 12%; reducción que, sobre todo, corresponde a las pagadas, un 19%. Se llega a la misma conclusión cuando se comparan los dos trimestres de este año con los de 2018.

Una evolución sin duda positiva, posiblemente influida por la aprobación por parte del gobierno socialista de un decreto que obliga a las empresas a registrar la jornada laboral y a guardar ese registro durante cuatro años. En todo caso, con ciertas fluctuaciones, el volumen de horas extraordinarias se ha mantenido en niveles altos. Y eso que el dato real de las no pagadas es, con toda seguridad, mucho peor; ante la amenaza y la posibilidad cierta del despido, muchos trabajadores no tienen otra alternativa que someterse a este atraco.

Trabajar más horas por el mismo salario significa una reducción sustancial del mismo. En cuanto a las pagadas, habría que saber, y el INE no proporciona esa información, cuántas de esas horas se abonan al salario normal, sin el plus que corresponde a su carácter extraordinario.

Además, asistimos a una prolongación de la jornada y más intensidad en la realización de las tareas y en el cumplimiento de los objetivos establecidos por la empresa, a través del aumento de los ritmos de trabajo y de la reducción o eliminación de los tiempos muertos. El European Working Conditions Survey de 2015 señalaba que más del 60% de las personas encuestadas decía realizar su trabajo a un ritmo elevado y con plazos muy ajustados.

Con todo, la economía española ha generado cerca de dos millones entre 2014 y 2018: un crecimiento acumulado en el período del 12%. Pero la precarización se impone. La suma de los contratos temporales y a tiempo parcial superó ampliamente en este último año los 7 millones, lo que supone el 37% del empleo total. Han crecido, muy especialmente, los primeros, en 2,8 puntos porcentuales. Destaca, asimismo, que una parte importante de las personas contratadas a tiempo parcial (el 56% en 2018) desearía trabajar más horas.

En ese período, 2014-2018, la compensación real por empleado -en un contexto de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) y de acelerada creación de empleo; es decir, en un escenario donde parecería lógico que aumentaran los salarios de la clase trabajadora- retrocedió un promedio de un 1,5%, según la Oficina Estadística Europea, con el resultado de que su peso en la renta nacional disminuyó en un punto porcentual. No es, pues, de extrañar que el porcentaje de trabajadores pobres haya seguido creciendo; se encontraba en esta situación en 2018 el 13% del empleo. El INE informa de que cerca de 5 millones de trabajadores, el 30% del total, percibía en 2017 ingresos inferiores a 1.200 euros mensuales; más de 3 millones, el 20%, no llegaba a los 1.000 euros; y 1,6 millones, el decil inferior, ganaba menos de 500 euros.

Esta dinámica ha podido contribuir a mejorar las cuentas de resultados de las empresas a corto plazo, pero tiene costes muy elevados. Supone una importante merma de capacidad recaudatoria, especialmente perjudicial para las cuentas de la seguridad social y el sostenimiento del sistema público de pensiones; lastra la creación de empleo decente y de calidad; da por buenas las prácticas empresariales más conservadoras basadas en la sobreexplotación de la fuerza de trabajo; hace muy difícil compatibilizar los trabajos de cuidados y abordar proyectos personales de vida; y explica el avance de diversas patologías cuyo origen se encuentra en el estrés laboral.

Estamos asistiendo, en consecuencia, a una profunda degradación de las condiciones de vida de la mayoría de los trabajadores, las relaciones laborales y los espacios de negociación colectiva, reflejo de un profundo cambio en las relaciones de poder en beneficio del capital y las elites empresariales. Todo un símbolo de un capitalismo y un proceso de acumulación crecientemente depredadores y extractivos que ha venido para quedarse. En un contexto de débil e insuficiente crecimiento del PIB y de avances moderados en la productividad del trabajo, se impone la confiscación de renta, riqueza y recursos. Es en esta perspectiva, en clave de economía política, donde mejor se entiende el panorama laboral que emerge de la crisis.

Fernando Luengo es economista y miembro del círculo de Chamberí de Podemos

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