Archive for enero 2018

Al margen de la justicia

31 enero, 2018

Fuente: http://www.infolibre.es

 justicia

Publicada 30/11/2016 a las 06:00. Actualizada 29/11/2016 a las 20:06  

Existe un palo flamenco que se llama mirabrás y una de sus letras más conocidas reza: “Y a mí qué me importa que un rey me culpe si el pueblo es grande y me abona. Voz del pueblo voz del cielo”.
Don Antonio Chacón se convirtió en el gran recopilador de letras y cantes y la hizo popular en los tablaos de Madrid en tiempos de Alfonso XIII. Muchos encontraban en esos versos un desafío a las leyes vigentes reivindicando el poder del pueblo como moralmente superior al que ejercían los reyes.

En el afán irredento de alcanzar la impunidad que llevan adelante los que han esquilmado lo público, en una especie de venganza contra esa democracia que les arrebató el poder absoluto del que han disfrutado a lo largo de la historia, el actual ministro de Justicia quiere aportar su granito de arena para que los poderosos vivan al margen de esa entelequia que, como aquella que afirma que “Hacienda somos todos”, reza que “la justicia es igual para todos”. Je, je je.

Con cara de buen chico, de no haber roto un plato, dice barbaridades que sobrepasan la cautela y la prudencia exigibles a alguien que ejerce ese cargo tan delicado y del que depende la credibilidad y calidad del sistema en el que nos ha tocado vivir.

Como en la letra del mirabrás, el ministro de Justicia opina que la responsabilidad política “en nuestro sistema se salda con ocasión de las elecciones… ha habido ocasión para que los ciudadanos emitan su veredicto”. Ese código moral deriva en la impunidad, precisamente la carcoma de la institución que preside el ministro. Esa interpretación del voto como una absolución, hecha por un ministro de Justicia adquiere especial gravedad. La regeneración de esta organización política, el PP, como vemos, no está prevista. Nos quieren hacer creer que las cosas no ocurren, al tiempo que prohíben el consumo de drogas. Nos lo ponen muy difícil. Según su peculiar manera de entender la democracia, alguien puede cometer tropelías, que si los ciudadanos le votan, como en el cante, lo sitúan por encima de la ley y moralmente está legitimado para seguir actuando a su manera. El voto les eleva a un plano superior a cualquier otro código moral, por encima de lo que pueda dictar el sentido común, que tanto gusta a Rajoy; el más elemental sentido de la honradez, que tanto gusta a los ciudadanos que padecen las consecuencias del latrocinio de esta agrupación, o el sentido de la vergüenza del que carecen de una forma tan característica y generalizada que debería ser estudiado por algún aula de psiquiatría. Esta jeta no es común, habría que visitar la sala griega del Museo Británico para encontrar una colección de rostros de tamaña consistencia.

A título personal se expresa en una admiración sorprendente por la figura política de Rita Barberá sentenciando que «cada uno tendrá sobre su conciencia lo que ha hecho y ha dicho de ella, las barbaridades que se le han atribuido sin ninguna prueba y justificación». Sin duda se trata de una amnesia puntual debida a algún fallo en el riego cerebral lo que le lleva a pronunciar esas palabras, porque de otro modo, si de verdad piensa lo que dice, es decir, que es inocente, debería haber hecho algo para que pudiera demostrar esa inocencia ante los tribunales. Creíamos que lo de nombrarla miembro de la Comisión Permanente del Senado para que no perdiera su aforamiento en el periodo entre dos legislaturas era sólo parte del juego sucio al que con tanta frecuencia recurre este Gobierno y al que no nos queremos acostumbrar, precisamente, para que la Justicia no pudiera actuar en su caso. En aquel momento fue una medida excesivamente profiláctica ya que todavía no estaba siendo investigada, ni imputada, ni se la relacionaba con la operación Taula, por lo que ellos sabían algo que nosotros ignorábamos. Deben de tener a su servicio una pitonisa de gran efectividad o, simplemente, creían lo mismo que el resto de los mortales, que el cerco se estrechaba y que era imposible que todos los que la rodeaban, personas de su máxima confianza, estuvieran haciendo el mal sin que ella, cabeza visible del PP desde siempre, “la mejor” según Rajoy, se enterara de nada. Los que venden la buena gestión nombran a mangantes que ejercen con descaro el choriceo sin que salten las alarmas del que los nombra. En Madrid pasa lo mismo con Esperanza Aguirre y su colección de batracios que saltan del cieno a palacio para que la marquesa que afirma que nadie debe estar más de ocho años viviendo de lo público (¿es o no es una cachonda?) les dé la bendición y los convierta en príncipes, cosa que, dicho sea de paso, sólo pasa en este nauseabundo cuento con el que nos obligan a comulgar. Nadie sabe nada del dinero que desaparece delante de las narices de los responsables de la administración de los fondos públicos. Como tienen fe en el más allá, tienen fe en los cargos que nombran y no sospechan nada. No se les puede criticar por tener fe. La fe mueve montañas y también transfiere fondos allende nuestras fronteras.

El cerco, en efecto, se estrechaba en torno a Rita, y este blindaje molestó a algunos de su camarilla.  Varios miembros de su partido, antaño colaboradores suyos, la señalaron como responsable del tema de blanqueo de dinero, cuando se enteraron de que se iban a comer el marrón en solitario.

Todo tenía un sentido, en tanto actúan como banda, no olvidemos la segunda parte del glorioso SMS de nuestro presidente, la que dice: “Hacemos lo que podemos”. Es decir, ellos, en comandita, en grupo, no es el mensaje del amiguete Mariano para dar ánimo a un colega que lo está pasando mal, sino el de alguien que representa a un grupo que trabaja en algo para intentar solucionar un problema. La cuestión es que Bárcenas ya estaba en manos de los jueces y sólo se podía trabajar presionando a los magistrados, o de otra manera que a mí se me escapa, a no ser que Rajoy hubiera mandado una legión de zapadores para hacer un túnel que procurara la fuga de Luis, al que algunos de los suyos dicen que le llamaban “el Cabrón”, y otros que no, y dicen que hay más, por lo visto, que merecen ese apodo.

La cuestión es que si creemos al ministro cuando una vez fallecida Rita Barberá carga contra los que la critican “sin motivo” porque, a su parecer, es inocente, y a la vez trabaja en comandita con el grupo a través de maniobras torticeras para evitar que pueda demostrarlo ante un tribunal, sólo nos queda pensar que Catalá no confía en la justicia, y eso es peor, porque siendo el ministro del ramo debe saber de qué habla, y si la fallecida exalcaldesa de Valencia, con el ministro de Justicia de su lado, no puede tener un juicio con todas las garantías que exige nuestra Constitución, ¿quién podría tenerlo?

Para rematar la faena, el ministro, preguntado por la financiación ilegal y los pagos en negro, dice: “la corrupción es de personas, no de organizaciones”. ¡Qué más quisiéramos! ¡Ojalá los mensajes y las consignas internas fueran en singular y no en plural!

Adelanta más sustos en su carrera por el blindaje de los suyos. Quiere limitar la acción popular en los juicios y que sea el ministerio fiscal el que lleve a cabo la investigación y que la policía judicial esté a su servicio. La acusación particular es la que ha permitido que se lleven adelante juicios como el de los fondos reservados, NoosBankia, en los que la fiscalía en algunos casos no sólo no veía nada sino que se pronunciaba a favor del acusado con mayor vehemencia que los abogados. Recordemos que es una institución jerárquica que depende del Fiscal General que es nombrado por el gobierno y que en más de una ocasión ha dado la orden de retirar la acusación de casos sorprendentes y, casualmente, siempre a favor de obra. Los fiscales deben acatar la orden de su superior. Eso salvó a Pujol en su día de lo que ahora se le juzga.

Estamos ante un ministro que trabaja por la impunidad de los suyos, y como el resto de sus compañeros, a la hora del fallecimiento de Rita Barberá salió a gritar las consignas que evitaran que su muerte se volviera contra ellos. Uno: era una de los nuestros. Dos: nunca la hemos abandonado. Tres: la expulsamos para protegerla. Cuatro: era inocente porque nunca hizo nada punible. Cinco: dentro de una hora queremos un minuto de silencio, aunque sea saltándose las normas del Congreso. Era una orden de Rajoy y la señora Pastor se limitó a obedecer la voz de su amo.

Todo un paradigma de actuación cuando sólo había pasado una hora del fallecimiento. Gente que sabe sacar tamaño rédito de la muerte de una compañera vilipendiada por los suyos que murió marginada, es difícil de concebir, pero esa frialdad y claridad de pensamiento ante el olor de la sangre, como también vimos tras el 11–M, es de caballo ganador. El mundo es de los crueles y los intransigentes, juegan con ventaja.

Ahora, después del aluvión de propaganda para restituir el honor de la exalcaldesa de Valencia toca fabricar desde las instituciones un sistema en el que ese tipo de política, la de Rita Barberá, sea legítima. Así ahorrarán problemas.

Toca levantar el muro de la impunidad que el ministro Catalá, trabajando para el partido, no para los ciudadanos ni la justicia, está levantando sin licencia y en un terreno en el que no se puede construir pero que, siguiendo su tradición, intentarán privatizar del todo.

Como llamar terroristas a estos seres amorales que condenan a muerte a los servidores públicos sin pruebas ni motivo es muy fuerte, también está acuñado el término que dentro de poco será coloquial para definir a los que denuncian el latrocinio generalizado: Hienas.

Ante la ausencia de ETA ya se han sacado de la manga el nuevo terrorismo: el mediático.

La información mata. Por eso escribo en opinión.

Materia secreta: el espionaje británico en la Guerra Civil

30 enero, 2018

Fuente: http://www.elpais.com

Por: Ángel Viñas 20 de marzo de 2014

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En 2010 se publicó la esperadísima historia oficial del Secret Intelligence Service (SIS) o, en su denominación hoy más habitual, MI6. Comprende desde el año de su establecimiento, 1909, hasta 1949. El autor, Keith Jeffery, catedrático de Historia de la Queen´s University de Belfast, afirma que tuvo acceso a toda la documentación que le pareció necesaria. El director general del MI6, John Sawers, también lo constató en su prólogo. El libro ha tenido un éxito inmenso. En el Reino Unido las obras sobre espionaje  gozan de gran popularidad. Los británicos siempre fueron maestros en el gran juego de la inteligencia / contrainteligencia.

[El cartel de la imagen pertenece a la colección de la Biblioteca Digital Hispánica. Es de 1939 y de autoría desconocida]

Las páginas referidas a España son, sin embargo, decepcionantes. Quien las lea no obtendrá mucha idea de lo que el MI6 hizo en nuestro país y pensará que fue mas bien poco. Esta carencia quizá sea explicable por varios motivos. En España no solo actuó MI6. También lo hicieron otros servicios británicos y Jeffery, naturalmente, no tenía porqué referirse a ellos; la documentación relevante puede seguir estando clasificada o haber desaparecido; el autor pudo no querer entrar en un escenario marginal para su gran historia: la actuación contra los enemigos del Reino Unido, ya fuesen en la Primera Guerra Mundial, en la Segunda o en los inicios de la Guerra Fría. Debió, eso sí, ver algunos papeles sobre España ya que alude a operaciones, que no identifica, que lanzó  desde Gibraltar durante la Guerra Civil el entonces jefe de estación en el Peñón, Leonard Hamilton-Stokes. Por cierto que este aparecería en Madrid, con igual condición, en los primeros meses de 1940.

Mis investigaciones durante los últimos diez años me han conducido a otras conclusiones. Por ejemplo: los servicios secretos británicos (aunque no necesariamente el MI6) estuvieron presentes en los inicios de la Guerra Civil; desempeñaron un papel en el golpe de Casado y continuaron funcionando, a ritmo más trepidante, durante la neutralidad/no beligerancia/neutralidad españolas en la Segunda Guerra Mundial.El primer tema lo desarrollé hace algunos años al ligar la conspiración de Franco para eliminar al general Amado Balmes, comandante militar de Gran Canaria, con el famoso vuelo del Dragon Rapide, avión que debía transportarle a Marruecos. Uno de los pasajeros llegados de Londres a Las Palmas, el excapitán Hugh Pollard, había sido, cuando menos, agente del Servicio de Inteligencia Militar y es altamente verosímil que participase en la misión, siquiera para otear lo que pasaba, por encargo de la misma o del propio MI6. La cosa no está clara. En cualquier caso, no era agente de éste. Ingresó en él a comienzos de la Segunda Guerra Mundial.

Sobre el tercer tema estoy trabajando en la actualidad y espero poder presentar en un próximo libro un largo y denso acopio de datos e informaciones hasta ahora ignorados en la literatura.

Queda el segundo tema: el golpe de Casado, del que ahora se han cumplido 75 años. Aquí el protagonista fue un diplomático británico, convenientemente camuflado. Su nombre es conocido de los especialistas pero no se ha escrito mucho sobre él. Se llamaba Howard Denys Russell Cowan, abreviadamente Denys Cowan. Nacido el 23 de octubre de 1883, ingresó en el Foreign Office en septiembre de 1910. Fue destinado a Cuba en donde pasó la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial. Dimitió en octubre de 1920. Se ignoran las razones. Desaparece en la historia hasta agosto de 1938, cuando resurge como agregado honorario a la embajada británica en Barcelona. Esto fue, lo sabemos, una cobertura, quizá justificada por los peligros de su trabajo real. Era secretario y enlace de una comisión, presidida por el mariscal Sir Philipp Chetwode, que se ocupaba de facilitar el intercambio de prisioneros, franquistas contra republicanos y viceversa. Esto le daba la oportunidad de pasar de una zona a otra. Una facilidad de la que disfrutaban entonces contadísimas personas. Las oportunidades de otear y obtener información no pudieron faltarle.

Tras la caída de Barcelona en febrero de 1939 a Cowan se le envió al consultado británico en Madrid, ciudad entonces bastante aislada.  Este destino, sin embargo, desaparece en el anuario diplomático. Cierto es que no pudo ser de larga duración, pero es significativo por varias circunstancias muy especiales.

La más importante era que el coronel Segismundo Casado soñaba con un golpe que liquidase la Guerra Civil desde, probablemente, octubre de 1938. Esta información, que no estaba al alcance de todos y que obviamente ignoraba el Gobierno republicano, se transmitió a Londres. Esto puede explicar, para los no obtusos del todo, el traslado  de Cowan en Madrid. Casado, en la segunda versión de sus siempre falaces memorias, reconoció que tuvo contactos con agentes británicos, pero cuidadosamente se abstuvo de dar nombres.

Segismundo Casado

Es más, después de hundir todas y cada una de las posibilidades de resistencia y de prestarse a una gran operación político-estratégica de Franco para obtener la implosión republicana, Casado [en la imagen] se escapó a Londres. Aquí, refugiado y sin un chelín, no pasó ni hambre ni demasiadas privaciones. Un aspecto que no ha merecido la atención de los historiadores. ¿Por qué?

Veamos lo que hubo detrás. Un generoso donante le suministró fondos. No de forma directa sino a través del Comité de Ayuda a los Refugiados de España. Quien había detrás debió de ser muy precavido. En la documentación relevante aparece simplemente como “Miss Oliver”, mera pantalla.  Los importes fueron superiores a los que distribuía el comité.  El Foreign Office, de quien dependía el MI6, tomó cierto interés en que Casado se sintiera cómodo.

Obviamente no se trató de una ayuda desinteresada. Una mano anónima dio instrucciones al excoronel sobre cómo orientar el libro que rápidamente se puso a escribir, The Last Days of Madrid. Casado no sabía inglés, así que las instrucciones se le dieron en castellano. El libro se tradujo a velocidad de vértigo. Casado se lo dedicó a su “benefactora”, M.O. Se convirtió en un clásico que influyó durante 25 años en las muchas estupideces que se escribieron sobre el final de la guerra. Como reconoció privadamente mucho más tarde el propio Casado era, sin embargo, “pura bazofia”. ¿Quién estuvo detrás de la idea, de las instrucciones, de la traducción y de la publicación? Misterio.

Este misterio se ahonda un poco más porque tampoco se conoce nada todavía de las actividades de Cowan tras su regreso al Reino Unido. Hay que suponer que se le haría algún “debriefing”. Si es así, no se ha localizado. Tampoco reingresó en el Foreign Office. Los anuarios diplomáticos de 1939, 1940 y 1941 son mudos a su respecto. Sabemos, no obstante, tres cosas:

  1. Al estallar el conflicto europeo se proporcionó a Casado un trabajito en la sección española de la BBC. La gran emisora fue un refugio utilizado por los servicios secretos para camuflar a futuros colaboradores y agentes de numerosas nacionalidades.
  2. En algún momento Casado figuró en los planes que se cocían en Londres para hacer frente a la posibilidad de que Franco se decantara por el Eje.
  3. En lo que se refiere a Cowan ingresó en el recién creado Ministerio de Información, al cual pasó gente de las procedencias más diversas.

En este Ministerio se le nombró rápidamente jefe de la Sección de España. Esto significa que “alguien” valoró sus conocimientos. Lo que hizo no está todavía aclarado. En enero de 1940 sabemos que trató de conseguir un pasaporte español para la esposa de Casado (Carmen Santodomingo de Vega) a través de la sección de prensa de la embajada británica en Madrid. Al parecer dicha señora podía contar con el apoyo de dos generales, Juan Yagüe y Fernando Barrón, y del coronel José Ungría, exjefe del SIPM, el servicio de inteligencia militar de Franco. No podía contar con el apoyo de círculos falangistas y, en particular, con el del conde de Mayalde, a la sazón director general de Seguridad y como tal el inmediato sucesor de Ungría.

Dada la labilidad de las relaciones hispano-británicas en aquel momento el embajador sir Maurice Peterson prohibió toda ayuda a la esposa. No sabemos si llegó a obtener el pasaporte español o no. Nada hace pensar que pudiera reunirse con su marido en Londres. En cualquier caso, este no tardó en tener un affaire con una inglesa de la que nació una niña.

Sigamos con Cowan. En febrero de 1940 el Ministerio de Información decidió enviarle a España en misión. La embajada española en Londres le negó el visado, algo realmente sorprendente. Ello dio origen a una larga correspondencia entre el Ministerio, el Foreign Office y la embajada en Madrid. Por ella se deduce que en los altos niveles de la dictadura se consideraba a Cowan excesivamente pro-republicano. Este protestó indignado. Era un católico a machamartillo y si había ayudado a los republicanos, había ayudado más a los franquistas. Literalmente. De la correspondencia ha desaparecido el informe sobre sus actuaciones en Madrid.

Este intercambio fue a parar a conocimiento de “C”. Esta era la denominación interna y en clave del jefe del MI6, a la sazón sir Stewart Menzies. Por ello podemos pensar que no es absurdo establecer un enlace entre el Cowan de febrero/marzo de 1939 y el de un año más tarde. Cowan no viajó a España en esta última fecha. Podría haber seguido en el Ministerio de Información pero rápidamente se le destinó a otro puesto. La documentación disponible no permite adivinar adónde. Es posible que se considerase que era demasiado importante para exponerlo.

La no mención de Cowan en los anuarios diplomáticos a partir de 1940 puede explicarse por motivos que no tienen nada que ver con la necesidad de mantener el secreto más cerrado sobre sus actividades. Según la persona que debía acompañarle en su abortada misión, Tom Burns, agregado de prensa en el embajada británica, el escurridizo personaje que comenzó su carrera en Cuba pereció en uno de los bombardeos alemanes sobre Inglaterra.

Ahora bien, si se tiene en cuenta que igualmente han desaparecido muchos papeles relacionados con el viaje del entonces excapitán Pollard a Canarias, la volatilización de toda traza documental de las misiones de Cowan en España nos lleva a seis conclusiones provisionales:

  1. Los servicios secretos británicos estuvieron presentes en el comienzo y en el final de la Guerra Civil.
  2. Lo que hicieron es desconocido pero debió de ser lo suficientemente importante para que una mano misteriosa haya hecho desaparecer papeles que normalmente deberían estar disponibles en los archivos que no son del MI6 y de la Inteligencia Militar.
  3. Los archivos del MI6 no permiten profundizar en ninguna operación. Siguen cerrados a cal y canto. Unicamente el profesor Jeffery, como historiador oficial, tuvo acceso a la documentación.
  4. La imposibilidad de consultarlos no es fácilmente comprensible. Si se trata de no identificar personas, los nombres (eventualmente agentes españoles) pueden borrarse. Lo hacen habitualmente los británicos, los norteamericanos y, por lo que sé, los franceses. Si se trata de no identificar el modus operandi correspondiente, ¿por qué se ha levantado el velo sobre operaciones en otros países que ha descrito el profesor Jeffery?
  5. Existe documentación británica accesible, con nombres, en relación con otros servicios que no son el MI6 o la Inteligencia Militar.
  6. No deja de ser paradójico que en los momentos actuales se sepa más acerca de las actividades en España durante la Guerra Civil del servicio de espionaje de la NKVD que por el lado británico.

No corresponde a un historiador extranjero especular acerca de las razones por las cuales la política desclasificadora del Gobierno británico no se aplica a documentos que difícilmente podrán contener vitales secretos de Estado. Aunque esto sea algo que no cabe por principio descartar, siempre es posible retener información supersensible. Cualquier historiador que trabaje en archivos se encuentra regularmente con ejemplos de ello.  Y no pasa nada. Tampoco se hunde nada.

Ángel Viñas es catedrático emérito de la UCM. Su último libro es Las armas y el oro. Palancas de la guerra, mitos del franquismo (Pasado&Presente).

“Quien aplica la unilateralidad es el Estado español”

29 enero, 2018

Fuente: http://www.eldiario.es

Tienen posibilidades de ser diputadas en la legislatura que arrancará a partir del 21D. Se presentan por los partidos que apoyaron la vía unilateral a la independencia. Las tres tienen relación con el mundo de la cultura. Laura Borràs (Junts per Catalunya) es filóloga y profesora; Jenn Díaz (ERC) y Bel Olid (CUP) son escritoras. La conversación se desarrolla en la terraza de la cafetería de la librería Laie, una de las de referencia en Barcelona.

¿Qué se ha aprendido del procés desde el 1-O? ¿Qué no debería repetir? ¿Quizá la prisa?

Jenn Díaz (ERC): Nosotras no estábamos en el 1-O. La autocrítica la hago desde fuera. Hemos aprendido que existe una comunión entre la ciudadanía y la política catalana y a no subestimar la violencia del Estado español, a todo lo que están dispuestos a hacer y a no ser ingenuos. A partir de ahora hay que ir por proyectos más que poner una fecha límite.

Laura Borràs (JpC): Hemos perdido la virginidad de pensar que estábamos en un Estado democrático: se ha quitado la máscara. Nunca he subestimado al Estado español en cuanto a su capacidad de imponer la autoridad, pero la línea roja de la violencia, aunque haya gente que frivolice, me parece brutal y simbólica. Dirijo la Institució de les Lletres Catalanes, que fue de las primeras entidades sometidas a una vigilancia especial. El 20 de septiembre nos bloquearon las cuentas que se quedaron a cero euros. Estamos a diciembre y ese dinero no ha vuelto. Nos lo han robado. El 1 de octubre fue la eclosión del todo vale, desde las cloacas del Estado, hasta mensajes institucionales de vergüenza ajena por parte del jefe del Estado. Lo más duro ha sido la sensación de indefensión absoluta. Ver a líderes pacíficos de la sociedad civil en prisión, acusados de sedición, que es un concepto del siglo XIX, es alucinante.

Bel Olid (CUP): Para los que ya estábamos desvirgados, los que nos habían pegado, los que sabíamos de qué iba la cosa, fue al contrario. Creo que hemos ganado. Mucha gente que veía por primera vez la violencia policial se ha vuelto antisistema. Nosotros éramos los antisistema que luchábamos por temas relativamente minoritarios. Como solo nos pegaban a nosotros, no pasaba nada. De repente pegan a la vecina del tercero, que es una señora mayor, alguien que se ha encontrado más o menos cómoda con las cosas que pasaban. Y esa señora dice, “pues vaya mierda de sistema que tenemos”. La sensación de hermandad ha generado la necesidad de estar cerca porque fue una experiencia de trauma colectivo. Una cosa es cuando te pegan a ti y otra cosa cuando pegan a todos. Nos han abierto los ojos como pueblo catalán.

Bel Olid de la Cup; Jenn Díaz de ERC y Laura Borràs de Junts per Catalunya
Bel Olid, de la Cup © SANDRA LÁZARO

El Govern tenía dos opciones en el 1-O: celebrar el referéndum o que hubiera represión. Fue un éxito porque logró las dos. Aunque la violencia estuvo concentrada en una docena de colegios las imágenes que han quedado en el imaginario son contundentes.  

Laura Borràs (JpC): Y el titular era “aquí no ha pasado nada”. Por más que veamos los vídeos esa de la que hablas se mantiene, es como si lo volviéramos a vivir. Es muy sano no normalizarlo. Ver a la gente defendiendo esas urnas, que la policía tratara de robarlas me parece de una violencia considerable. No solo es ver sangre.

La sociedad civil catalana está más estructurada que la española, tiene una mayor capacidad política, o tenía una mayor flexibilidad. También es una sociedad -no toda, claro-, con una cierta inmadurez emocional: necesita relacionarse desde el agravio.  

Bel Olid (CUP): Lo del agravio me ofende especialmente. Que desde una posición de privilegio nos acusen de vivir desde el agravio me parece insultante. Hay muchas cosas que haces con naturalidad en tu vida diaria que yo no las puedo hacer. Desde la cosa más tonta de llevar a mis hijos a ver una peli en su lengua. No es lo más importante del mundo…

No está prohibido el cine en catalán. He visto en Madrid Verano del 93 en catalán.

Jenn Díaz (ERC): Esa está rodada en catalán, pero en cambio una película de Disney…

Bel Olid (CUP): No vamos a discutir. Te puedes informar de cuántas salas en Catalunya dan cine en catalán. El único sitio del universo donde puedo tener un doctorado en mi lengua es en mi país, y si un alumno dice que no entiende catalán, el profesor pasa al castellano. El único país del mundo en el que puedo dar mi doctorado en catalán es este y si no entiendes la lengua, lo siento, podemos ayudarte a aprenderla.

Laura Borràs (JpC): Me parece especialmente perverso que se hable de agravio cuando hemos estado desfavorecidos en infraestructuras. Nos hemos tenido que buscar la vida de manera sistemática. Tenemos los clásicos griegos y latinos traducidos al catalán gracias a una suscripción popular de 8.000 personas. Fue necesaria para tenerlos en nuestra lengua.  

Es un problema de demanda, lo mismo sucede en el cine; si no es rentable…

Laura Borràs (JpC): Eso es trampa. No vale.

Bel Olid (CUP): En Islandia son 300.000 personas que hablan islandés. No hay más en el mundo. Si somos optimistas hay 12 millones de personas que podrían entender el catalán. No es una cuestión de público, sino de si tu sociedad cree que es importante o no. Pagamos al Instituto Cervantes y ni les interesamos como escritoras que escriben en catalán. El Cervantes no ha invitado en los últimos 15 años a ningún escritor que escriba en catalán.

Jenn Díaz (ERC): Ni a mí en castellano.

Bel Olid de la Cup; Jenn Díaz de ERC y Laura Borràs de Junts per Catalunya
Jenn Díaz, de ERC, en el centro de la imagen © SANDRA LÁZARO

Hay una perversión en las palabras, nos hemos acostumbrado a la exageración: golpe de Estado, estado de excepción…

Laura Borràs (JpC): Mantendría el Estado totalitario y el estado de excepción. La persona que puede convocar elecciones en mi país es el presidente de la Generalitat, y él no las ha convocando. Lo ha hecho alguien que en virtud de un determinado artículo de la Constitución disuelve un Parlamento y decide convocarlas para crear un gobierno que ya existía.  

Pero las tres os presentáis a esas elecciones

Jenn Díaz (ERC): Si no, nos arrasan.

Bel Olid (CUP): No vamos a dejar la vía libre a Ciudadanos.

Laura Borràs (JpC): Votaremos las veces que haga falta. No tenemos miedo de votar, hemos reclamado votar, pero estas elecciones son una imposición. Y aun así estamos dispuestas a ir a las urnas porque no nos da miedo.

Jenn Díaz (ERC): Las consideramos ilegítimas del todo.

En los ambientes independentistas se habla mucho de un pucherazo. ¿Es real ese miedo?  

Jenn Díaz (ERC): Han llegado algunas tarjetas censales a casas que no se corresponden. Dicen que es muy difícil modificar y hacer variar los números, y que somos demasiado torpes para modificarlo, que se notaría. Pero lo cierto es que existen esas tarjetas censales que nadie sabe de dónde salen y en el momento en que estamos esto nos hace dudar.  

Bel Olid (CUP): Hemos perdido la inocencia. Nos podemos esperar prácticamente todo. Si gana C’s por mayoría es que ha habido pucherazo.

Laura Borràs (JpC): La indefensión que notamos es ofensiva cuando hay gente con sentencias firmes por violencia, como los del ataque a Blanquerna en Madrid, que han esquivado la prisión porque tienen hijos y se les podría causar daños irreparables. ¿No tienen los Jordis y los consellers familia e hijos? Ya estamos hartos de tener que aguantar lo que es inaguantable, discriminatorio, cruel. Para mí no son presos políticos, son rehenes.

Jenn Olid (CUP): Son presos por sus ideas. Si nos fijamos en el 20 de septiembre, que es por lo que están presos los Jordis, y lo comparamos con lo de Blanquerna… Hay vídeos en los que se ve a los Jordis pidiendo calma a la gente. Incluso pidieron permiso para subirse al coche. La gente se enfadó por pedirles que se fueran a casa. La sociedad les ha visto demasiado flojos y encima están en la cárcel.

Bel Olid (CUP): Desde el momento en que los dejan libres por decir que la Constitución no está tan mal o que cambian sus ideas, más claro agua.

¿Puede que uno de los errores haya sido no tener suficiente apoyo dentro y fuera? No hay más de un 48% en 2015.

Bel Olid (CUP): Hay gente dispuesta a partirse la cara por sus derechos. Hay otros que dicen ‘no me voy a partir la cara pero si me consiguen los derechos serán bienvenidos’. Los hay que tienen problemas para llenar la nevera, pagar el alquiler o comprar un libro de texto a sus hijos y no salen a manifestarse. No se les puede contar como que están en contra de la independencia.

¿Cómo lo contamos?  

Bel Olid (CUP): ¡Coño, en un referéndum!

¿Qué tipo de referéndum?  

Bel Olid (CUP): Ya lo hemos hecho.

Laura Borràs (JpC): Si tuviéramos delante un Estado normal como Reino Unido o Canadá, habría sido pactado. Una gente tan orgullosa de ser español podrá ofrecer cosas a los que no quieren ser españoles.

Jenn Díaz (ERC): Uno de los discursos posibles podría haber sido, ‘catalanes, no queremos que os vayáis’. Una de las opciones antes del 9N era vamos a hacer todo lo posible para que esta gente quiera quedarse. Y ¿qué han hecho? Nos han humillado. Y esa gente que no había votado , ahora sí que votarán porque nos han humillado. Porque la alternativa es nefasta.

Laura Borràs (JpC): Siempre levantan el fantasma de sois la mitad, o ni siquiera la mitad. No me gusta que hagáis trampas cuando decís que las elecciones de 2015 solo se ganaron en escaños y no en votos. Los españoles están con una especie de furor legalista.

Bel Olid de la Cup; Jenn Díaz de ERC y Laura Borràs de Junts per Catalunya
Laura Borràs de Junts per Catalunya © SANDRA LÁZARO

Para cambiar una coma al Estatut hacía falta dos tercios, 90 escaños. No hay mandato para la unilateralidad.

Laura Borràs (JpC): No estoy de acuerdo, quien aplica la unilateralidad es el Estado español. Todo lo hemos hecho de acuerdo a una legalidad vigente.  La independencia te da el marco legal.

¿Se va a ir más despacio después del 21D?

Laura Borràs (JpC): La independencia se proclama y se implementa.

Bel Olid (CUP): Vamos a hacerlo en serio y desde las instituciones. Eso está muy bien, pero necesitamos a la gente actuando de forma más o menos coordinada. Los CDRs [Comités de Defensa de la República] tienen temblando al Ibex 35. ¿Por qué vienen a pegarnos? ¿Por la independencia? No, vienen porque estamos cambiando a la gente, la estamos empoderando. Estamos ofreciendo una salida distinta al régimen que tenemos. Y esta salida se puede hacer en el marco de la independencia. Desde España no van a solucionar nuestros problemas.

¿Una independencia fuera de Europa?

Bel Olid (CUP): ¿Europa para qué?

Laura Borràs (JpC): Con Europa lo hemos visto con los inmigrantes, hemos reclamado que queremos acoger, la sociedad civil catalana tiene una larga tradición. Yo soy europeísta por tradición cultural, no de un club de personas intransigentes, insensibles.

Jenn Díaz (ERC): ¡Qué vamos a esperar de una Europa que dejó tirados a nuestros padres y abuelos y ahora nos está dejando tirados a todos!

Holocausto: historia y advertencia

28 enero, 2018

Fuente: http://www.elpais.com

Este sábado es el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, el mayor caso hasta ahora conocido de genocidio.

Llegada de judíos al campo de Auschwitz.
Llegada de judíos al campo de Auschwitz. YAD VASHEM

Holocausto es el término acuñado para designar un fenómeno singular de la historia: el programa de exterminio biológico de los judíos europeos ejecutado por las autoridades alemanas durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Su resultado final, conocido tras el triunfo aliado de 1945, fue atroz: una cosecha de sangre de casi seis millones de personas asesinadas en la Europa dominada por el régimen de Hitler.

El antisemitismo nazi era un fenómeno moderno, pero bien enraizado en prejuicios veteranos: la judeofobia surgida durante la Antigüedad clásica. Esa hostilidad respondía al hecho de que el judaísmo fue en la historia la primera religión monoteísta (creyentes en un solo Dios) y monolátrica (adoradores de un solo Dios), claramente opuesta a las religiones animistas y politeístas entonces dominantes, que consideraron su pretensión de superioridad teológica como fruto de la soberbia y el exclusivismo absurdo.

El antijudaísmo clásico fue asumido por la Iglesia cristiana hasta avanzado el siglo XX. Como seguidores de una secta judía, los cristianos afirmaban que Jesús de Nazaret era el Hijo de Dios, cuya muerte había dado comienzo a la universalización del mensaje salvífico de Moisés. Sin embargo, para los judíos, esa doctrina era una herejía y Cristo un mero profeta. El conflicto entre iglesia y sinagoga se extendió desde el siglo I hasta el siglo IV, cuando la conversión del cristianismo en religión oficial del Estado romano determinó la derrota del judaísmo. Desde entonces, el antijudaísmo clásico cultural se vio reforzado por motivos teológicos ya que el principal crimen religioso judío radicaba en su culpabilidad por el asesinato de Cristo.

A diferencia de la judeofobia clásico-cristiana, el antisemitismo de Hitler no consideraba que las taras del judío fueran rasgos religioso-culturales modificables por aprendizaje. Y rechazaba que la conversión y el bautismo pudieran limpiar el pecado de ser judío. Porque la doctrina antisemita configurada a fines del siglo XIX se basaba en una nueva concepción racial y social-darwinista de la humanidad, que estaba formada por razas definidas por factores biológicos hereditarios y eran diferentes en sus capacidades físicas y morales, además de estar inmersas en una lucha natural por la supervivencia de las más aptas, el sometimiento de las más débiles y la eliminación de las nocivas.

 

Recordar aquel crimen supremo no es sólo un deber de conciencia cívica humanitaria, sino también un ejercicio de prudente prevención

De acuerdo con esta cosmovisión, el enemigo natural de la raza aria (supuestamente la más excelsa de la especie humana) siempre había sido la raza judía, que vivía como un parásito subhumano sobre el suelo de la patria germana y corrompía la sangre de sus hijos mediante el mestizaje de sangre. Una supuesta verdad racial que la judería combatía mediante estratagemas como eran el capitalismo financiero que destruía la economía nacional, el comunismo que subvertía las relaciones sociales y el pacifismo derrotista que minaba la fortaleza de las naciones.

En función de esas ideas que alentaban el prejuicio popular antijudío, convertidas en doctrina de Estado desde 1933, la dictadura de Hitler puso en marcha varias medidas antisemitas que fueron radicalizándose. Primero aplicó una política de discriminación formal contra los judíos residentes en Alemania (una gran parte, desde el siglo XIV). Después, tras el pogromo de la Noche de los Cristales Rotos en noviembre de 1938, trató de lograr la más completa segregación física de los judíos en el seno de la sociedad alemana. Finalmente, el inicio de la guerra mundial en 1939 hizo posible la apertura de la última etapa de la política antisemita nazi. En algún momento del verano de 1941, Hitler dio la orden verbal y secreta de iniciar la solución final: el exterminio masivo de la población judía residente en todas las zonas ocupadas, ya fueran jóvenes, mujeres, ancianos o niños. A principios de 1942 comenzó el uso de seis campos de exterminio con sus correspondientes cámaras de gas ocultas como salas de ducha y sus hornos crematorios: Auschwitz, Belzec, Sobibor, Lublin, Treblinka y Chelmno. En definitiva, se pasó de la artesanía del homicidio mediante hambruna, maltrato y fusilamiento a la práctica industrial de la matanza según cadenas de montaje.

El Holocausto fue el mayor caso hasta ahora conocido de genocidio de la historia. No fue resultado de un arrebato pasional esporádico o incontrolado, fruto de la brutalidad inherente a toda guerra. Tampoco fue una mera masacre brutal de enemigos y civiles vencidos tras el combate. Fue un verdadero programa de genocidio ideológicamente motivado, deliberadamente planificado y eficazmente ejecutado con todos los recursos de un Estado industrial moderno y una sociedad avanzada.

Recordar aquel crimen supremo no es sólo un deber de conciencia cívica humanitaria, sino también un ejercicio de prudente prevención por razones bien expuestas por el escritor italiano Primo Levi, superviviente de Auschwitz: “Si el mundo llegara a convencerse de que Auschwitz nunca ha existido, sería mucho más fácil edificar un segundo Auschwitz. Y no hay garantías de que esta vez sólo devorase judíos”.

Enrique Moradiellos es premio Nacional de Historia 2017.

Lecciones de un siglo letal

27 enero, 2018

Fuente: http://www.elpais.com

Lozano considera que el rasgo central de ese siglo fue que las sociedades occidentales consiguieron atraer al resto del mundo a su órbita económica.

Lecciones de un siglo letal

“El pasado es un país extranjero”, escribió L. P. Hartley para abrir su novela The Go-Between (1953, traducida al español como El mensajero). Y desde entonces esa frase ha sido citada por algunos historiadores para indicar que no se pueden elaborar aproximaciones precisas al pasado sin comprender el contexto histórico.

Cuando un historiador se atreve a escribir una historia del mundo durante un siglo, tiene que hacerlo desde diferentes perspectivas, combinando hechos e interpretaciones, miradas cercanas con otras más distantes. Y eso es lo que intenta Álvaro Lozano con esta crónica de un periodo tempestuoso, ampliando el foco que ya había utilizado en sus anteriores trabajos sobre Mussolini, Stalin o la Alemania nazi.

Lozano considera que el rasgo central de ese siglo fue que las sociedades occidentales consiguieron atraer al resto del mundo a su órbita económica, tecnológica y cultural. Fue un siglo de contrastes, como ya anticiparon las grandes narraciones de historiadores como Eric J. Hobsbawm, Mark Mazower o Niall Ferguson, con dos guerras catastróficas a las que siguieron cambios profundos en los Estados, en los sistemas políticos y en los medios de integración cultural.

Nada original hay, por tanto, en este libro, ni el autor lo pretende, porque de lo que se trata es de trazar un panorama general, centrado en los episodios más relevantes, y ofrecerlo al lector con claridad. Su ambición es revelar de forma simple la complejidad de lo que algunos historiadores académicos han investigado, sirviéndose de sus argumentos —sin citarlos— e ilustrándolos con referencias a grandes novelistas del siglo, desde Proust hasta Borges, pasando por Eliot, Mann o Kafka.

Provenga de historiadores o novelistas, Lozano usa esa materia prima para escribir el tipo de historia que se supone que mucha gente quiere leer, dejando de lado debates y actualizaciones historiográficas. No hay grandes explicaciones sobre los conflictos étnicos, las raíces de la extrema violencia, la descomposición de los imperios multinacionales europeos o el desafío planteado por el surgimiento de otros nuevos. Su libro, por el contrario, es una especie de GPS que proporciona información sobre las principales rutas que los grandes personajes siguieron o hicieron seguir a la humanidad, con la democracia, el fascismo y el comunismo como principales protagonistas. Una crónica de hechos bien ordenada y narrada.

Su propuesta parte del supuesto de que la historia proporciona un cierto sentido de perspectiva para comprender el presente y para anticipar las reacciones de los hombres y mujeres ante los acontecimientos del futuro.

XX. Un siglo tempestuoso. Álvaro Lozano. La esfera de los Libros, Madrid, 2016. 623 páginas. 25,90 euros.

Nega, de Los Chikos del Maíz y Riot Propaganda

26 enero, 2018

Fuente: http://lekaconk.com

No tenía pensado tener una web propia pero mi gran amiga Candy me la ha diseñado así que gracias por todo.

Para empezarla he decidido hacerme un regalo a mí mismo, no me hace falta ningún rey, aunque sea mago, así que me pedí cumplir un deseo y aquí está, charlar con uno de los integrantes del mejor grupo de rap español: Nega, de los Chikos del Maíz y Riot Propaganda.

Yo no diría tanto…

 Gracias antes de nada por aceptar mi petición.

Gracias a ti.

Antes de empezar te voy a hacer una pregunta en clave que solo entenderán algunos, me llamo Carlos ¿puedo invitarte a una fanta? 

Jejejje… mejor a una caña que Fanta es Coca-cola y Cocacola no respeta las resoluciones judiciales ni los derechos laborales. Además es una bomba de azúcar y ya tenemos edad de cuidarnos.

Entrando en materia me gustaría conocer tus proyectos más inmediatos, ¿podremos escucharos pronto? Provocáis más mono que la heroína que repartía en PSOE en Euskadi. 

 Bien, empiezas flojo. Ahora acabamos de sacar un single con Riot Propaganda, «Mass Mierda» a modo de despedida del proyecto, con quién cabalgaremos hasta septiembre de este 2018. Quiero publicar un libro este año también, lo tengo bastante avanzado. Es un libro de corte más punk y personal, escrito con más urgencia y menos meditación, alejado del teoricismo y academicismo de «La Clase obrera no va al paraíso». Y si preguntas por Los Chikos del Maíz sigue todo en el aire, después de lo de Riot queremos descansar, luego nunca se sabe.

¿Cómo se lleva ser uno de los grupos referentes de la música protesta? 

Pues bien no sé, nunca nos lo hemos planteado así en plan oh, vamos a ser los referentes de la música política, en absoluto de verdad. Te dedicas a hacer tu movida hasta que llega un día y metes 1.200 personas en una sala o te ponen cabeza de cartel de un festival y dices joder qué ha pasado aquí. De verdad que nunca hubo premeditación ni nada parecido. Pero te colocan ahí bajo una etiqueta y cuesta y agota un poco. Yo no quiero ser el referente de nadie, hay muchos mejores referentes por ahí. Cuando estás de alguna manera en la palestra pública siempre están ahí con la lupa y el machete entre los dientes esperando el fallo, el error, la cagada. Para poder regocijarse en el ‘ya te lo dije’. Y el son unos vendidos. Y el molaban más las maquetas. Y lo de siempre. Pero bueno, te aseguro que es mejor dedicarse a la música que instalar calificaciones y aguantar a un jefe. Y el que diga lo contrario es que nunca ha instalado calificaciones ni aguantado a un jefe.

¿La amistad con Pablo Iglesias crees que os ha ayudado o perjudicado? 

Pues no sé, ahora visto con cierta perspectiva, un poco las dos cosas, llegó a ser un poco agobiante lo de la prensa y ‘el grupo favorito de Pablo Iglesias’. Creo que al margen de eso, es mucho más interesante las cosas que hicimos juntos en La Tuerka, de ahí salieron verdaderos bombazos, «Mi Patria Digna», «Llamando a las puertas del cielo», la canción del 12 de Octubre.… O cuando nos dirigió el clip de «Cultura y Compromiso».

¿Sois conscientes de que hay muchos jóvenes que se empiezan a interesar por la política gracias a vuestras canciones? ¿Os llega eso? 

 Es algo que te dicen prácticamente a diario, muchos chavales escriben al grupo con ese tipo de mensajes, me cambiaste la vida, gracias a vuestras letras descubrí la política bla bla bla… Pero hay que tener los pies en el suelo. Cuando te están regalando el oído constantemente se corre el riesgo de convertirte en un capullo, hay que centrarse y verlo todo en perspectiva. Por eso son necesarios los haters, para equilibrar un poco las cosas.

Viendo el panorama actual y el encarcelamiento de raperos, ¿se llega a escribir una canción con miedo? ¿Borras frases o sueltas todo lo que quieres decir? 

No se escribe con miedo, pero con el tiempo has aprendido a no ponérselo en bandeja, es como: no te voy a dar el gustazo, te lo vas a tener que currar y dar muchas piruetas para imputarme. Ello creo que produce letras mucho más elaboradas y profundas, soltar el latigazo está bien, pero a veces es mucho más efectivo darle un par de vueltas a las cosas. No sé, un ejemplo, decir «los de las porras nunca serán de mi bando, decir que La Sexta es de izquierdas, sí que tiene delito» respecto al conflicto en Catalunya, creo que es mucho más efectivo que haber soltado «maderos hijos de puta bomba lapa». Pero esa es mi opinión y mi elección, cada uno tiene derecho a escribir como quiera. Y si es juzgado por ello siempre tendrá todo mi apoyo porque es una aberración que se juzga a nadie por una letra.

Hay un tema vuestro, “putas y maricones” que trata sobre el machismo. ¿Tienes la sensación de que vamos hacia atrás en ese tema o es que el feminismo está haciendo que los más machistas den sus últimos coletazos? 

Yo creo que se ha avanzado muchísimo, 2017 ha sido el año del feminismo. Cuando tiendas como Zara o H&M hacen camisetas con el lema «feminismo», es decir, cuando el enemigo quiere cooptarte, es porque has avanzado y porque eres una realidad tangible. Y temible. Cuando eres marginal o minoritario el enemigo no te presta atención, te ignora. Por supuesto queda mucho por hacer y mucho por construir  (o deconstruir, especialmente los hombres) pero me da la sensación de que avanzamos en la buena dirección.

¿Cómo se puede hablar de feminazis o de radicales cuando son ellas las asesinadas y las violadas? 

Porque los hombre tenemos un miedo terrible a las mujeres empoderadas y a perder nuestros privilegios y el instinto más primario es atacar aquello que nos cuestiona o desconocemos. Es que es de locos que todavía salga peña con lo de  las feminazis o lo de «sí, pero las mujeres no pagan en las discotecas». Joder tronco, prefiero pagar siempre la entrada y tener la seguridad de que vuelvo a casa tranquilo sin miedo a que nadie me viole o me robe por el camino. Yo he salido de una rave y he vuelto con 22 años a casa, sin camiseta, borracho perdido y a cuatro patas en el metro. Y nadie me ha dicho nada, nadie me ha violentado, quizá algún comentario paternalista en plan a dormir la mona o menuda noche. Ni siquiera me han llamado la atención por ir sin camiseta en el metro. ¿Sabes por qué? Porque soy un zanguango de metro 85 que, aquí está la clave, tiene los genitales fuera del cuerpo. Ahora dale la vuelta, una chavala de 22 años en estado de embriaguez sin camiseta y en el metro un domingo a las ocho de la mañana, no llega a casa, te lo digo. Sería un buen sketch de cámara oculta, primero el chico y luego la chica. Verías.

Cuando apoyas el feminismo y algún machote te llama planchabragas, ¿de qué sabe menos, de Feminismo o de planchar? 

Joder planchabragas, es que suena tan cutre… No sé, yo lo único que plancho es la camisa de Riot Propaganda antes del bolo. Y lo hago bastante bien. Pero hay trucos, si no quieres planchar la clave está en tender la ropa de la forma adecuada. Pero sí que es verdad una cosa, en los últimos tiempos se percibe cierta ansiedad o urgencia por ver quién es el más aliado de todos. Los hombres somos así de lamentables, ¿hay que ser aliado? pues vamos a darnos de hostias por ver quién es el más aliado de todos. Y la cosa va así: “Atención! Atención! Estoy aquí, estoy en Twitter, hacedme caso. Atención todas. Voy a coger una letra de cuando Nega de hace diez años, la voy a subir a Twitter y voy a decir lo machista que es. Atención, soy aliado, soy aliado. Quiero una medalla. O un pin con la cara de Paul B. Preciado. Eh! estoy aquí! ¿Os he dicho que soy aliado?”

Lo malo de tener un grupo y ser alguien medio público es que tus letras y declaraciones se quedan ahí, para siempre. Al alcance de cualquiera que quiera ponerse un pin a tu costa. Lo bueno es que se ve la evolución y la deconstrucción. De ese que viene a ponerse la medalla no sabemos nada, ni quién era ni qué opinaba, ni qué hacía. Habría que verlo por un agujerito. O quizá es que no nació en el Patriarcado y nació en Twitter con 35 años citando a Simone Beauvoir. Será eso.

Hay por ahí mucho cafre (incluso entre los hombres feministas) que piensa que si dices ¡soy aliado! automáticamente las tías feministas se te tiran encima y se abren de piernas o algo así. Y no va de eso, ni de lejos,  va de comerse el orgullo y los cojones a bocados, de ser consciente de tus privilegios y de básicamente no ser un capullo. Pero yo qué sé, no te arrancas de encima el machismo en Twitter sino en tu día a día, en Twitter la gente lleva siempre una máscara y camina sobre un cable de acero, un equilibrio precario lleno de miedos; a no ser aceptado, a ser linchado, a ser olvidado, a no estar al día de la última polémica. En Twitter impera la espiral de silencio de Newman, más que en ningún sitio. Y me da la sensación de que la gente no es sincera, no se puede ser sincero cuando se está buscando la aprobación de forma permanente. Sería maravilloso que Twitter se colgara una semana entera, estoy seguro que habría un montón de suicidios, la aprobación de los demás es una droga a la que no estamos dispuestos a renunciar. Black Mirror no es ciencia ficción es neorrealismo italiano.

Otro tema en el que parece que vamos hacia atrás es en el fascismo. ¿Por qué hoy vemos más símbolos y manifestaciones franquistas que hace unos años? 

La lucha de clases se agudiza, y cuando esto ocurre, el capitalismo saca a pasear a sus perros de presa que son los nazis. Tras el 15M, la aparición de Podemos, el municipalismo que ha dado muchos ayuntamientos importantes, el conflicto en Catalunya… El régimen se ha sentido amenazado y hace lo único se sabe hacer, quitarle el bozal a sus perros para que salgan a morder.

Que había mucho franquista ya lo sabíamos pero ¿Dónde está el movimiento Antifascista? 

El otro día era el rostro de una niña que, subida en lo más alto de una Muixeranga,  enseñó el dedo corazón a los nazis congregados mientras sonreía alegremente. El antifascismo está en todas partes, allí donde se produce una abuso y alguien da la cara.

Por cierto, se ha muerto Carmen Franco, yo estoy a ver si saco un rato para llorarla pero ando liado. 

Es que en ese punto estamos, parece que si no lloras a moco tendido la muerte de Carmen Franco, de un torero, de un político de derechas, etc, corres el riesgo de que te apliquen la ley mordaza y te comas un paquete. Ya verás cuando se muera el Rey Juan Carlos, va a ser espectacular. Va a ser algo tipo: a llorar súbditos, tenéis que llorar. Que llores cojones.

Tengo un padre que si escribiera rap ya estaría en la cárcel, y entre otras cosas me dice que el mayor traidor de este país es Felipe González, ¿le doy un abrazo o chochea ya el hombre? 

Dale un abrazo enorme. El mío dice lo mismo, pero el mío nunca le votó. Por cierto mando un abrazo a mi padre que por fin, y tras muchas peleas, lo van a jubilar. Ya es libre. 45 años currando como un puto esclavo para Gas Natural, por donde  por cierto, también pasó González a llevarse un pastizal. Claro que Felipe González no sabe diferenciar un tubo de cobre de uno de plomo.

Hablemos de Catalunya que si no se va a hacer raro. Ves a ERC junto a la nueva CIU. ¿En el paraguas del independentismo cabe todo? 

Y junto a la CUP, pero es su opción y me parece respetable. En Catalunya hace tiempo que no opera el eje izquierda derecha, el eje que opera es independentistas / no independentistas. Yo creo que es un error y que con la derecha nada puede salir bien a largo plazo, pero como te digo me parece respetable y, en cierta manera, comprensible.

¿Y como has visto el papel de la  izquierda española en el procés?

Perdida, muy perdida, pero en cierta manera, también era comprensible. Cuando todo se ha polarizado tanto y la batalla es identitaria y de banderas, resulta casi inevitable que la izquierda social se difumine, mira la bajada de Podem y la CUP. El que quiera consolarse con que ERC se mantiene, me parece igualmente respetable, pero para mí ERC están en otra onda, siglas muy potentes pero políticas sociales no tanto. En cualquier caso, la función de la izquierda española es la de pedir un referéndum. El problema como siempre son los votos, ni tienes votos para evitar el 155 ni tienes votos para poder plantear un referéndum. Luego claro, han caído muchas caretas y ha habido muchos desvaríos, en todas direcciones, desde gente en la izquierda pidiendo el 155 hasta radicales de extrema izquierda haciéndose camisetas con caras de conocidos represores. Creo que todos nos volvimos un poco locos. Se puede denunciar la existencia de presos políticos (que por cierto ya existían) y que el 1 de octubre fue una brutal violación de los Derechos Humanos, sin necesidad de hacerse camisetas de Trapero. Y afirmaría sin dudarlo que eso no me convierte en equidistante sino en alguien con memoria.

El papel de la derecha supongo que lo esperábamos ¿no? 

Yo para serte sincero no pensé que el 1 de octubre iban a ir tan a lo bestia, pero ya sabes, piensa mal y acertarás. La derecha española pasada de rosca y en modo autoritario salvaje, la derecha catalana (en este caso PdCat) pienso que traicionó a sus votantes, a sus socios de gobierno (ERC y CUP) y a una mayoría social ciudadana. Profesores, bomberos, ciudadanos de a pie que pusieron el cuerpo para defender las urnas… Creo que está feo prometer algo que sabes que no puedes conseguir, porque vamos, no creo que Puigdemont pensara que venga, declaramos la república y el Estado Español con Rajoy a la cabeza dijera: vale, perfecto, nos vemos. Se podría haber tensado mucho más la cuerda, en la línea de lo que proponía la CUP de huelgas indefinidas hasta dañar la economía española. Pero Puigdemot es gente de orden y de dinero, las huelgas les ponen muy nerviosos. Además tensando la cuerda así, con una tensión permanente y continúa presión en la calle, el proceso podría haberse desbordado hasta convertirse en una situación pre-insurreccional, lo que probablemente hubiera dejado a sus principales dirigentes, a un lado. En el fondo creo que se ha perdido una oportunidad muy interesante. Ahora lo que tenemos es a la izquierda rupturista más débil que nunca y a Ciudadanos como el partido más votado. Pero como te decía antes, esto es política y el que no se consuela es porque no quiere.

Junqueras y los Jordis en prisión y Rato y Urdangarin en la calle ¿no es para querer independizarse? 

Si yo fuera catalán no lo dudaría vamos. Pero no lo soy, y me toca dar la brasa con que todo sería diferente si echamos al Partido Popular y bla, bla, bla. Pero «si yo fuera» es la frase más estúpida que se puede decir en política. Si yo fuera el hijo del dueño de El Corte Inglés no sería de Los Chikos del Maíz, si yo fuera hijo del Rey no sería republicano, si yo fuera de Hernani probablemente votaría a Bildu, si yo fuera de Marinaleda casi seguro votaría a Unidos Podemos. «Si yo fuera», pero la realidad es la que es y cada uno es de dónde es. La política ficción no ayuda en nada. Además el «si yo fuera» niega lo evidente: que son los catalanes y no el resto los que deben decidir su futuro. «El si yo fuera» se dice para que todo el mundo opine. Y vaya si opinan.

¿Cómo se puede pretender que el pueblo catalán quiera estar en España al tiempo que se organiza una campaña de odio contra Catalunya? Ya sabes, a por ellos… 

Me dolió mucho, además se dio en ciudades y regiones muy castigadas por el paro y la crisis. Fue lo más lamentable de todo el conflicto: ver a pobres desgraciados a los que les están robando hasta el último céntimo, salir a despedir a los Guardias Civiles al grito de «a por ellos», como si fueran a la guerra. Se me parte el alma sólo de recordarlo. Ocurre que el PP da por perdida (en términos electorales) Catalunya, pero le da igual, fomentar ese odio le sirve para ganar en el resto del Estado. Catalunya se ha convertido en el chivo expiatorio para que los pobres de España tengan un enemigo al que odiar y así, en lugar de mirar hacia Madrid y hacia quien les está robando, se distraigan mirando y odiando a Catalunya. Y todos a poner la bandera en el balcón. Es terrorífico. Es el Gran Hermano y el minuto de odio, un minuto de odio que dura ya varios años.

¿Qué salida real le imaginas al tema catalán? 

Pues la verdad, no soy muy optimista al respecto y ahora mismo no veo una solución a corto plazo.

 Antes de dejar las comunidades, soy andaluz, sevillano, ¿Has venido muchas veces por aquí? ¿Había gente en tus conciertos o estaban todos en el bar con el dinero del PER? 

 Pues es lo mismo que te contaba antes pero a la inversa, durante décadas, una parte de la derecha catalana más rancia ha vendido el mantra del «Espanya ens roba» y los andaluces y los extremeños son todos unos vagos que viven de las prestaciones y de lo mucho que trabajamos los catalanes de bien, que somos gente ordenada, civilizada y laboriosa. Hay declaraciones del clan Pujol en ese sentido que son oro puro, el mismo clan Pujol del desfalco y las cuentas en Suiza y Andorra.

Es curioso porque siendo andaluz, cuando he defendido el derecho a decidir de los catalanes, me dicen que ellos desprecian al andaluz, pero sin embargo siempre que veo esos comentarios son de gente no catalana y, oh sorpresa, votantes de derechas. 

Claro, porque se agarran a ese tipo de declaraciones fuera de tono (las hizo Pujol, las hizo Duran i Lleida) y las explotan hasta la saciedad. Al final consiguen anticomunismo de manual: paz entre clases y guerra entre pueblos. Y aquí y allí, siempre ganan los mismos.

Te iba a compartir una reflexión sobre Ciudadanos y Albert Rivera pero no quiero que me cierren la web el primer día ni tener que llevarte tabaco, pero ¿Que gran invento eh? Todos los fascistas de este país pudiendo votar a un partido que NO es de derechas. 

Que lo voten los fascistas no me preocupa, lo que me preocupa es un porcentaje tan brutal en barrios obreros como el Carmelo o Nou Barris. O nos ponemos las pilas o nos van a comer, no resulta descabellado, mira Francia con Macron.

Hablemos de Podemos, ¿se ha deshinchado? 

Indudablemente, las guerras internas y sobre todo el desgaste mediático. Podemos se desgasta a una velocidad diez veces superior a la de cualquier otro partido. Los años en Podemos parecen décadas.

¿Has visto alguna vez una campaña tan brutal contra algún partido político? 

Ese es el principal motivo de un desgaste tan brutal y acelerado, yo en mi vida había visto nada parecido a nivel mediático, contra Podemos vale todo y se han rebasado todos los límites deontológicos del periodismo.

Vemos a obreros votando a la derecha y además una derecha corrupta, ¿podemos seguir hablando de alienación o en la sociedad de Internet eso ya no se compra? 

 Yo creo que la alienación existe, pero ahora parece que la emancipación está en OT, en Telecinco y en Beyoncé. Y sobre todo no en el manido hasta la saciedad «no vengas con tu superioridad moral». Es el peor tipo de clasismo que existe, el paternalista: lo que haga el pueblo está bien siempre, no porque esté bien sino porque es el pueblo. Eso nos conduce al abismo.

Hablando de información, ¿que ningún medio español forme parte del comité de informativos de la UE por manipuladores, ¿es muy grave o es que yo soy muy raro? Algunos dicen que Goeblels estaría orgulloso, yo creo que estaría tomando apuntes. 

 El problema en este país con sus medios es que sufrimos 40 años de dictadura y No-do y cuando llegaron los medios ‘libres’ y democráticos nos lo creímos de verdad. Ahora sí, tras cuarenta años de oscuridad y censura, por fin, tendríamos una prensa libre. Esta circunstancia (una prensa democrática relativamente joven) ha producido una ciudadanía muy poco crítica con sus medios que tiende a creer lo que dicen. Son unos medios que llevan funcionando 40 años, a diferencia de en el resto de Europa, que llevan desde el fin de la segunda Guerra mundial funcionando y donde la ciudadanía ha aprendido a desconfiar y a ser más crítica. El No a la Constitución Europea en Francia, el Brexit, la victoria de Syriza. Aquí resulta inviable que gane algo que no apoyan los medios.

Antes de dejar el tema de los medios de información, déjame mandar un saludo a Hermann Terstch, que está el hombre muy enfadado conmigo.

Eres activo en redes sociales, yo también, y me molesta mucho los que acusan de que si te quejas en Twitter no haces nada fuera de él. ¿Acaso no se puede hacer activismo dentro y fuera? Acudir a manifestaciones no es motivo para no usar también el poder de las redes. 

Twitter es un estercolero, una barra de bar gigantesca. Es imposible debatir, primero porque el espacio es muy reducido para argumentaciones sólidas y segundo y no menos importante, porque la gente no quiere debatir y argumentar, todos buscan el zasca fácil e inmediato y la aprobación y el aplauso de los suyos. «El zasca se ha oído en Nueva Zelanda». Es el mismo chiste repetido una y otra vez. Todos los hacemos. Todos linchamos y somos linchados. Pero a su vez es el medio más inmediato y es útil para informarse de forma rápida y casi inmediata. Y también hay gente maja.

Para ir terminando, me gustaría volver a la música. Habéis hecho temas como “Terrorismo”, “El miedo va a cambiar de bando”, ¿hay algún tema que pensaras “este es muy bestia”.

No creo, pienso que muy bestia es la situación de emergencia social en la que nos encontramos. Siempre hay alguna frase que con el tiempo dices, joder esto es gratuito o esto debería haberlo dicho de otra forma. Pero bueno, nuestro legado es lo que nos ha traído hasta aquí. Si buscas un grupo comedido y diplomático, no es el nuestro.

Una putada de pregunta, si tengo que recomendaros a alguien que no os conozca, ¿qué tema me dirías que le ponga? 

No sé, alguno tipo Los invisibles o La soledad del corredor de fondo, creo que es nuestra cima, a nivel de producción, de letras, estructuras…

Y fuera de vuestros temas, ¿qué cantantes o grupos te gusta escuchar? 

Siempre me decanté por el hip hop, el punk o mucho hardcore melódico californiano skater. Y no sé, supongo que será la edad pero ahora escucho de todo, desde música de mierda a grupos tipo Vetusta Morla o Blur. Con la edad los gustos se democratizan. Ahora estoy un poco obsesionado con el soul de los  años sesenta y setenta y sobre todo mucho jazz. El jazz es una autentica locura, de verdad, da miedo acercarse.

Antes de irnos a ver si me puedes resolver una duda, he escrito esta entrevista en un móvil, pero es chino, ¿puedo seguir siendo comunista o ya no? 

Que les den. Es que ya me niego entrar en esas gilipolleces. Que les den.

Gracias de nuevo por hacerme este regalo y te dejo este espacio por si quieres mandar algún mensaje. 

Gracias a ti. Nos leemos en Twitter.

Si, extrañamente, no conoces a Los Chikos del Maíz y Riot Propaganda vuelve a leer esta entrevista con alguna canción suya de fondo. 

Nos vemos pronto. 

Llegan los drones que reforestarán los bosques calcinados de España

25 enero, 2018

Fuente: http://www.lavanguardia.com

  • El proyecto ganador del Greenweekend Benidorm propone replantar miles de árboles a un precio mucho más bajo.
Llegan los drones que reforestarán los bosques calcinados de España
Lot Amorós, creador del proyecto Dronecoria, preparando un dron (Fundación Telefónica)

Un ingeniero, un conservacionista y un arquitecto. Todos ellos entusiasmados con la idea de que la cibernética, la robótica y la fabricación digital no sirven sólo a las grandes industrias o al ejército, sino que pueden encarnar un papel protagonista en la protección del medio ambiente.

Hablamos del nacimiento del proyecto ‘Dronecoria’, basado en la reforestación mediante vehículos aéreos no tripulados, más conocidos como drones. Estos aparatos están programados para disparar semillas, que se dispersan por la acción del viento a lo largo y ancho del territorio sin necesidad de emplear grandes cantidades de combustible como lo requeriría un helicóptero.

Según Lot Amorós, el creador del proyecto, que hace la tecnología partícipe de un proceso biológico, la diseminación mediante drones ofrece ventajas más allá de la reducción de costes combustible, pues “elimina la competencia de la planta madre y localiza con precisión la situación del nuevo cultivo para así incrementar su supervivencia”. Además, permite la reforestación en aquellos lugares de difícil acceso.

Para que la reforestación sea eficaz el vehículo aéreo no tripulado analiza la topografía y las características de la zona a fin de generar la estrategia de siembra más adecuada. Seguidamente el dron, a pocos metros de la superficie terrestre, va liberando las semillas que darán lugar a nuevos árboles.

El proyecto de Amorós no es el único que se dedica a la reforestación mediante drones, pues existen otras propuestas como la start-up BioCarbon Engineering que, creada por un antiguo trabajador de la NASA, tiene el mismo propósito.

Vehículo no tripulado usado para la reforestación en el proyecto Dronecoria
Vehículo no tripulado usado para la reforestación en el proyecto Dronecoria (Fundación Telefónica)

Del mismo modo que el océano actúa como reservorio de dióxido de carbono, los árboles también ejercen el mismo rol. Un papel que es imprescindible ante el aumento exponencial durante las últimas décadas de la actividad antropogénica, que también ha hecho crecer la cantidad de este gas en la atmósfera. Sin embargo, eso no parece importar mucho a la humanidad, que quema cada año más de 26.000 millones de árboles, muchos más de los que se replantan anualmente.

A día de hoy los drones también se utilizan en ámbitos como la agricultura, la arquitectura, la topografía, el control del tráfico urbano o la seguridad ciudadana, la evolución de los recursos naturales, la cartografía de zonas tropicales o el transporte de medicinas a zonas de difícil acceso, entre muchos otros.

Dronecoria se ha proclamado este fin de semana ganador del Greenweekend Benidorm, un encuentro para emprendedores del sector medioambiental organizado por el portal de empleo y emprendimiento especializado en el sector ambiental Enviroo y patrocinado por la Fundación Aquae, entre otros.

Un proyecto de reforestación mediante drones, ganador de @Greenweekend Benidorm http://www.diarioinformacion.com/benidorm/2017/12/04/proyecto-reforestacion-mediante-drones-ganador/1964902.html  vía @informacion_es @dinapsis

Un proyecto de reforestación mediante drones, ganador de Greenweekend Benidorm

El encuentro para emprendedores del sector medioambiental se celebró esta fin de semana y ha contado con una veintena de participantes

diarioinformacion.com

Entre los proyectos finalistas figuraban una marca de moda sostenible a través del cultivo de cáñamo, un espacio natural de coworking diseñado para empresas verdes y un proyecto de recuperación de tierras en desuso fomentando el empleo sostenible.

Conservar la memoria

24 enero, 2018

Fuente: http://www.infolibre.es

  • El Gran Wyoming construye en memorias en tensión entre un aspecto público y común del recuerdo y otro íntimo e individual.
  • El presentador, humorista y músico considera que esta labor es una operación de «rescate».

Publicada 25/11/2016 a las 06:00. Actualizada 24/11/2016 a las 22:15  

PortaPortada de 'De rodillas, Monzón'.da de 'De rodillas, Monzón'.

Portada de ‘De rodillas, Monzón’.

La infancia es un paraíso incómodo. Casi todos la añoran –más cuanto más lejos se está de ella- y casi todos la asocian también a un dolor muy particular, una melancolía aguda, una pérdida. La infancia es el terreno desconocido en el que, sospechamos, empezó todo. No es extraño que El Gran Wyoming, que un día fue conocido como José Miguel Monzón, se quedara atrapado en ella.

Porque ¡De rodillas, Monzón! (Planeta) no iba a ser el primer tomo de sus memorias, sino el único. Pero el humorista, presentador y músico cometió el error de empezar por el principio, por los días luminosos pateándose el barrio madrileño de la Prospe, por la extrañeza del pueblo, por la marcialidad de juguete de la OJE, por el misterioso comportamiento de los padres. El niño que fue y que había recuperado en su cabeza se rebeló: no quería crecer. Así que el autor se encogió de hombros y le regaló un libro.

«Tal vez ese empeño en revivir el pasado tenga que ver con mi conciencia de que estos recuerdos se perderán cuando las sucesivas ingestas etílicas vayan borrando mi memoria», escribe Wyoming en el prólogo. Bromea, pero no. Considera que esta labor, la de poner por escrito la memoria, es una operación de «rescate». Lo que equivale, en la práctica, a tener presente un inevitable agujero negro mental, un tiempo peor en el que la voz de la madre y los juegos estarán todavía más lejanos, o apenas perceptibles. La relación con el recuerdo es siempre conflictiva, y Wyoming, pese a su imagen pública de guasón y despreocupado, no iba a ser menos.

Quizás sea esto lo que más pueda sorprender al seguidor familiarizado con sus cara más cómica. ¡De rodillas, Monzón! no arranca carcajadas, no es un libro de batallitas. «No creo que la ironía y el humor sean cualidades innatas a mi persona, en realidad soy más bien serio, tiendo a trascender y a obsesionarme», confiesa el autor en uno de los capítulos más oscuros. Quizás el espacio interior que le ha brindado la escritura del libro —hasta entonces sus títulos han sido marcadamente políticos, mirando hacia el afuera y no hacia el adentro— haya permitido que aflore este aspecto menos conocido del presentador. No es que el libro sea fúnebre. Es que es difícil que un hombre que se enfrenta al paraíso perdido —a por qué es quién es, a qué podría haber sido distinto— sea hilarante.

Hay en estas memorias, como en cualquiera, una interesante tensión entre un aspecto público y común del recuerdo y otro íntimo e individual. El autor insiste en el prólogo que sus recuerdos no son «sucesos reales», sino el resultado de un proceso de selección y modificación que su cabeza ha llevado a cabo de manera automática durante décadas. Por tanto, concluye, «son únicos». Esto quiere decir que el mundo que recrea es personal e intransferible, y que quizás no sea compartido ni por aquellos que lo vivieron junto a él. El viaje en bus desde Madrid al pueblo tiene un aire alucinado que hacen de la experiencia algo extraterrestre. La vivencia de la depresión materna, ingresada cada tanto en una institución, no es en absoluto común a los criados en una época en la que la enfermedad mental se consideraba, de tan oculta, inexistente. Pocos serían los niños que echaran una mano en la farmacia familiar, y pocos también los que no recuerden hambre en unos años en los que la miseria, aunque lejana a aquella de la posguerra, era mayoritaria.

Pero Wyoming se sabe también buen»testigo» —se lo dijo un espectador tras un concierto con el Reverendo—. «La vida me ha permitido observar la realidad con frialdad», dice, capacidad que achaca a haberse ahorrado ser un trabajador asalariado que dedica ocho horas al día —a veces, muchas más— a algo que, en la mayoría de los casos, ni le va ni le viene. Eso, defiende, le ha mantenido «enajenado más tiempo que a la media nacional». Y, como buen testigo, ¡De rodillas, Monzón! sirve también para señalar imprecisiones. Hay gente de su quinta, denuncia, «que tergiversa lo vivido según un prisma, diferente al mío, interesado, y llegan a llamar tiempos de extraordinaria placidez a momentos en los que la miseria de los que mandaban impregnaba la vida de todos, y que solo se pueden entender como de paz y armonía en las mentes de los que disfrutaban de privilegios que a los demás se les hurtaban».

El autor, dotado de la autocrítica necesaria como para no convertir unas memorias en una loa a uno mismo y al metro cuadrado que ocupa en el mundo, no cae en la nostalgia. Si el libro no es un elogio del pasado, sino un testimonio para el futuro, es porque Wyoming ha creado cierta distancia con ese hombre de 60 años que echa la vista atrás. «Lo hubiera escrito aunque no me lo hubieran editado. Lo que uno dice, por los niños», comentaba en la presentación a prensa¡De rodillas, Monzón! es un intento de conservar la memoria. Y de pasarla al siguiente.

*Clara Morales es periodista de infoLibre.

Perdona, se te ha caído

23 enero, 2018

Fuente: http://www.eldiario.es

Ocurrió hace unos meses. Yo creía que este tipo de comportamientos habían quedado sepultados en la Sima de los Huesos de Atapuerca. Pero al parecer todavía hay algunos homínidos que los mantienen, demostrando lo mucho que nos queda por recorrer como especie en el camino de la evolución.

Fue mientras mantenía una conversación con una persona junto a la acera, esperando para cruzar el semáforo. Vimos detenerse a un coche y en apenas un instante el conductor extrajo el brazo para vaciar el cenicero en la calzada. Lo hizo con total naturalidad, dando unos golpecitos en la puerta de modo vacilón: clac, clac, clac. Ahí queda eso. Era un hábito, no un gesto.

Luego nos lanzó una mirada desafiante a todos los que asistimos perplejos a su gesto: ¿Qué miráis? -parecía retarnos mientras cruzábamos- ¿Pasa algo? Y como era de esperar, apenas el semáforo de peatones empezó a parpadear, el tipo arrancó el coche rechinando las ruedas. Lo peor de esta historia es que es cierta, lo mejor es que es cada vez más insólita.

La pregunta que me hice, y que seguramente se formularon el resto de ciudadanos que observamos a aquel comportamiento, es qué habría pasado si se lo hubiera recriminado abiertamente. Si me hubiera acercado con el puñado de colillas que acaba de vaciar en la calle y le hubiera dicho: perdona, se te ha caído. Probablemente la cosa habría acabado mal. Muy mal. Porque quienes entienden que las normas de civismo no van con ellos llevan fatal que se las recordemos.

Una de las mejores campañas en defensa de la naturaleza que se han puesto en marcha en los últimos tiempos es  el Proyecto Libera organizado por SEO/Birdlife en colaboración con Ecoembes. El ambicioso objetivo de esta potente iniciativa es liberar a la naturaleza de la basura que se nos ha ido cayendo ahí fuera a lo largo de los años. Y para conseguirlo cuenta con la colaboración de todos.

De lo que se trata es de salir al campo a liberarlo de nuestras basuras. Pero también de conocerlas mejor. Para ello se están llevando a cabo jornadas específicas de recogida para estudiar su composición y caracterizar cada tipo de residuos para establecer su origen y procedencia y emprender acciones concretas de prevención.

El mes pasado Libera lanzó una acción especialmente dirigida a quienes tienen ese hábito incorporado a su comportamiento: el de que se le caigan las cosas por la calle o por el monte sin agacharse a recogerlas. Vamos a seguir en modo eufemismo para no molestar a nadie. La propuesta es que el resto de los ciudadanos pasemos a la acción para, desde la educación y el respeto, anotarles lo incorrecto de su gesto: perdona, se te ha caído

Sin embargo ya he recibido varios lamentos al respecto. Gente que, animada por la campaña de SEO/Birdlife y Ecoembes, se atrevió a señalarle a alguien que se le había caído el pañuelo de papel, la lata de aluminio o el paquete de cigarros vacío. Y la cosa por supuesto no acabó bien. ¿Por supuesto?

Es curioso pero resulta que en esos casos, quien acude con la máxima discreción y las mejores formas a defender nuestro mayor patrimonio común, que es la naturaleza, o actúa en defensa de algo tan de todos como la limpieza de las calles, las plazas o los parques y jardines de nuestras ciudades y pueblos, resulta que es un provocador, mientras que el responsable del “descuido” se muestra gravemente ofendido.

Por eso es necesario que este tipo de acciones se conviertan en corriente. No tenemos tiempo para perder más tiempo con los incívicos (se acabaron los eufemismos). Si queremos acabar con el abandono de basuras en las calles y la naturaleza debemos empezar a usar todos el “perdona, se te ha caído” de manera más generalizada, natural e instintiva. Incluso con tipos como el Homo antecessorque vació el cenicero en el semáforo.

22 enero, 2018

Fuente: blogs.elpais.com

Por: Manuel Morales 13 de marzo de 2014

Segundo Espallargas

El boxeador Segundo Espallargas, en una foto de 1946.

Segundo Espallargas Castro, alias Paulino, fue un aragonés orgulloso por haber sobrevivido al espanto de los campos de la Alemania nazi. Lo hizo gracias a sus largos brazos y sus manos grandes, que le mantuvieron invicto en los combates de boxeo que los comandantes de Mauthausen organizaban los fines de semana para distraerse y apostar. Espallargas, fallecido en París en 2012, volvió de aquel horror para contarlo: «Los nazis me decían, ‘si no ganas, vas al crematorio’. Así que, ser boxeador, me salvó». Su testimonio es uno de los 20 recopilados durante los últimos cuatro años por la periodista Montserrat Llor en el libro Vivos en el averno nazi (editorial Crítica). Llor cuenta que, durante la entrevista con Espallargas, este estaba muy interesado en que «diera a conocer a los españoles todo aquello. Parece algo muy lejano pero nunca se sabe…», decía el exboxeador de Mauthausen.
Es difícil escoger entre los sobrecogedores relatos de la obra de Llor. Todos los deportados recuerdan con nitidez su llegada a los campos, el hambre atroz que pasaron, el miedo a la enfermería, de donde muchos no salían, los gritos de los guardianes, sus trajes de rayas… Estos son los testimonios que más impactaron a la autora:

Francisco Bernal
Este zapatero zaragozano que murió en París en 2013 es uno de los personajes de película de aquellos años de vergüenza para el ser humano. Bernal logró vivir en Mauthausen gracias a su buena maña como zapatero. Él fabricó zapatos para los españoles en los que les escondía mantequilla y azúcar que conseguía gracias a su estatus de trabajador necesario para los nazis. Otros prisioneros contaron de Bernal que se afanaba en que los que vagaban descalzos en la nieve del campo de Abensee -al que fue destinado a finales de 1943- tuvieran algo que atarse a los pies. En sus cinco horas de conversación con Llor, Bernal desgranó su pasado como voluntario republicano en la Guerra Civil, su paso a los Regimientos de Extranjeros en Francia para luchar contra los nazis y cómo, tras ser capturado, llegó a Mauthausen el 9 de septiembre de 1941: “Nos sacaron a puntapiés del tren, nos hicieron llegar corriendo hasta la puerta del campo. Subimos a palo limpio a la desinfección. Menos mal que era por la tarde, porque por la noche habríamos ido a la cámara de gas… allí vivías o morías de inmediato según la mano de obra que necesitaran».
Elisabet Ricol
Los españoles entrevistados por Llor «guardaron silencio durante años, no decían nada porque era una autoprotección para sobrellevar aquel dolor y porque no tenían palabras para expresar la magnitud de lo vivido», dice la periodista. En el caso de las mujeres, «la liberación llegaba cuando se casaban y, sobre todo, tenían su primer hijo». Una de aquellas heroínas fue Elisabet Ricol, francesa de padres turolenses, autora de Memorias de la Resistencia, donde detalló su experiencia. Ricol fue brigadista en la Guerra Civil y luchadora de la Resistencia. Deportada a Buchenwald, allí se las ingenió para formar «una biblioteca itinerante», con un centenar de libros que pasaba de un barracón a otro. Ricol, fallecida en 2012, dejó escrito qué sucedió tras recuperar la libertad: “Salió de nuestro interior todo el horror de las tragedias vividas. Las pesadillas se prolongaron durante años y resucitaron los recuerdos que nos obsesionaban”.

Ortells pinta judíos

Dibujo de Manuel Ortells de judíos subiendo muertos por las famosas escaleras de la cantera de Mauthausen.

 

Manuel Alfonso Ortells
Este barcelonés nonagenario esquivó la muerte gracias a su calidad como dibujante. Llor lo visitó en su casa de Talence (Francia) y lo recuerda como un hombre «divertido e inquieto». Ortells, al igual que otros cientos de miles de españoles, cruzó la frontera francesa. Después, se alistó para luchar contra Hitler. Él fue uno de los 7.600 españoles enviados a Mauthausen, de los que murieron 5.000, según las cifras manejadas por Llor, que cita a los historiadores. «A mí me salvó el  dibujo», contó. Los nazis requirieron de Ortells para que dibujase los planos de otros campos. También trabajó en el servicio de limpieza de su barraca y si lo hacía bien, le daban más comida que él compartía a escondidas: «Buscaba ayudar a mis paisanos, es lógico». Esa solidaridad entre españoles es, subraya Llor, denominador común en las personas con las que habló. El día que los aliados liberaron Mauthausen a Ortells le entró una angustia muy grande: «Me tumbé en la hierba varias horas, perdí la noción del tiempo. Cuando desperté, unos franceses estaban cantando La Marsellesa, me puse a llorar, volví a entrar en el campo y aquella noche dormí por primera vez en años como un ángel”. Ortells aún vive en Burdeos rodeado de sus dibujos.
Neus Català
Desde que quedó libre del campo de Ravensbrück, esta tarraconense nacida en 1915 en Els Guiamets dedicó sus días a recoger las palabras de otras prisioneras en su libro De la resistencia y la deportación. 50 testimonios de mujeres españolas. Català detalló a la autora de Vivos en el averno nazi cómo a las mujeres les ponían inyecciones para retirarles la menstruación; o las formaciones, desnudas y a temperaturas gélidas, para elegir cuales tenían aún carnes para ser explotadas y cuales, por su debilidad, eran enviadas de inmediato a las cámaras de gas. Detenida junto a su marido en el sur de Francia por la Gestapo por colaborar con la Resistencia, fue torturada y separada de su pareja en Limoges. A él lo enviaron en otro tren y nunca más volvieron a verse. Entre sus recuerdos permanece imborrable el traslado en convoy a Ravensbrück: «Cuatro días sin parar, sin aire para respirar, espalda contra espalda, con un cubo de basura en medio para hacer nuestras necesidades. Algunas salieron muertas…». Català fue mandada después a otro campo, Holleischen (hoy República Checa), donde trabajó en una cadena de montaje de armas que ella y otras compañeras se esforzaron en boicotear: «Con escupitajos, poniendo aceite en la pólvora, el caso era sabotear, sabotear, sabotear…».
Cuando acabó el espanto, los españoles comprobaron que sus desgracias no habían terminado. No podían volver a la España de Franco, eran rojos, entre ellos Marcelino Bilbao, que había sufrido los experimentos médicos en Mauthausen, donde le pusieron una inyección al lado del corazón en seis ocasiones: «A algunos les daban convulsiones, a otros se los llevaban a rastras… de 30 sobrevivimos siete». Bilbao (fallecido en enero de este año) recuerda que cuando la Cruz Roja Internacional llegó al campo, clasificaron por nacionalidades a aquellos esqueletos andantes, pero no tenían instrucciones para los españoles. «Así que, cogimos un carro y nos fuimos de allí andando». Para los españoles que habían conseguido el milagro de sobrevivir al infierno, les llegaba el desafío de inventarse una nueva vida lejos de su país.