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La Mezquita de Córdoba o la Giralda de Sevilla: qué son las inmatriculaciones de la Iglesia y cómo se hizo con ellas

29 septiembre, 2018

Fuente: http://www.eldiario.es

El Gobierno hará público el listado de bienes inmuebles inmatriculados por la Iglesia católica, algo sobre lo que ya está «procesando los datos». Así lo ha confirmado el Ministerio de Justicia en una respuesta parlamentaria al diputado socialista Antonio Hurtado. Ante la ausencia de datos oficiales y públicos sobre el número de propiedades que la Iglesia ha hecho suyas sin control, este censo dará a conocer las que inmatriculó desde 1998,  aunque no son la mayoría. Pero, ¿qué son las inmatriculaciones? ¿por qué tiene la Iglesia este privilegio? ¿qué lugares emblemáticos ha registrado?

Las inmatriculaciones: registrar un bien por primera vez

En la jerga administrativa, inmatricular es inscribir un bien inmueble por primera vez e incorporarlo al Registro Público de la Propiedad. La Iglesia encontró en esta acción, en connivencia con la dictadura franquista y más tarde con el Gobierno de Aznar, el instrumento perfecto para incrementar su patrimonio inmobiliario a base de cementerios, pisos, huertos, parroquias, catedrales y otro tipo de propiedades que hasta ese momento pertenecían al pueblo o a particulares.

De esta manera, la Iglesia logró inscribir a su nombre miles de bienes de forma opaca y sin ningún control, algo que diversas organizaciones han denunciado como una «apropiación ilegítima». Muchos de estas propiedades fueron posteriormente vendidos, con sus correspondientes ingresos por una cuantía desconocida.

La ley franquista que lo permitió

Las inmatriculaciones han sido posibles gracias a una aprobada durante la dictadura. La reforma que hizo Franco de la Ley Hipotecaria en 1946 incluía en su artículo 206 –y el 304 del Reglamento que la desarrollaba– la equiparación de la Iglesia católica con una corporación pública a la hora de inscribir un bien inmueble. De esta forma, únicamente era necesaria la mera firma de un obispo, que actuaba como funcionario público, para que una propiedad fuera inscrita a su nombre.

Mientras que para cualquier ciudadano, la inscripción de una finca, un piso o cualquier otro bien en el Registro era un proceso complejo, para la Iglesia se trataba de un sencillo trámite sin necesidad de darle publicidad ni de aportar ningún título que acreditara la propiedad.

La reforma de Aznar que agrandó el privilegio

Con la llegada de la democracia, la norma no solo no fue derogada, sino que años después,  el primer Gobierno de José María Aznar aprobó un decreto en 1998 en el que reformaba la ley para ampliar el privilegio. De esta forma, extendió la posibilidad de que la Iglesia hiciera suyos mediante esta vía los lugares de culto, hasta entonces al margen de la norma. A partir de esa fecha, las diócesis comenzaron a inscribir a su nombre parroquias, ermitas e incluso catedrales o la misma Mezquita de Córdoba.

Este precepto fue derogado mediante la reforma de la Ley Hipotecaria de 2015, cuando se puso fin a este privilegio tras décadas de inmatriculaciones –la mayoría desconocidas– y los recurrentes avisos de inconstitucionalidad de numerosos juristas.  Así lo interpretaba el catedrático de Derecho de la Universidad de Navarra, Alejandro Torres Gutiérrez, para el que se trataba de una práctica, al menos, «paradójica» atendiendo al carácter aconfesional del Estado. Esta «extraordinaria prerrogativa preconstitucional» entra en «manifiesta contradicción con los postulados constitucionales».

Propiedades emblemáticas por 30 euros

Tras la ampliación llevada a cabo por Aznar, la Iglesia comenzó a inscribir templos, parroquias o incluso catedrales con el único coste del pago de la tasa de inscripción. De esta manera, se inmatricularon algunos lugares especialmente emblemáticos y que reciben millones de visitantes al año por apenas 30 euros, entre ellos la Mezquita de Córdoba en 2006, la Giralda y la Catedral de Sevilla en 2010 o la Catedral de Zaragoza –conocida como la Seo–. A esta lista hay que sumar la Catedral de Valladolid, la del Buen Pastor de Donostia, la de Granada, Jaca y Málaga.

La Giralda era roja, según revela su restauración
La Giralda de Sevilla fue inmatriculada por la Iglesia en 2010. EFE

La ausencia de datos oficiales

El proceso opaco y sin publicidad con el que la Iglesia inmatriculaba los bienes posibilitó el desconocimiento por parte de particulares o Administraciones públicas, con la consiguiente imposibilidad de recurrir la decisión. Por lo tanto, actualmente no es posible saber cuántos bienes ni en qué fecha se inscribieron. Con el paso del tiempo, numerosos ayuntamientos y colectivos han dado visibilidad a esta realidad y han exigido en muchas ocasiones la restitución de los bienes.

No hay cifras oficiales, aunque en alguna ocasión se ha hablado de entre 40.000 y 60.000 propiedades desde 1946. Solo en Navarra, donde sí se cuenta con datos, la Iglesia inscribió a su nombre casi 1.100. En cuanto a los bienes inscritos desde 1998, cuando se instaló la reforma de Aznar, desde hace años se habla de unos 4.500, una minoría con respecto a la cifra total.

Estrasburgo declaró nula una inmatriculación

En 2016 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo  declaró nula una inmatriculación realizada por la Iglesia. La sentencia condenó al Estado a pagar una indemnización de 600.000 euros a la Sociedad Anónima de Ucieza por inscribir a su nombre en 1994 varios edificios de Palencia que pertenecían a la empresa.

Mucho antes de la emisión del fallo, una sentencia del Tribunal Constitucional había sido utilizada por los juristas contrarios a este privilegio para demostrar su inconstitucionalidad. El tribunal argumentaba en 1993 que no se pueden confundir fines estatales con fines religiosos, ni fines públicos con fines religiosos y tampoco a la Iglesia con una corporación de derecho público.

El Congreso instó al Gobierno a recuperar los bienes

El Gobierno del PP ya había comenzado a elaborar el censo que el Ministerio de Justicia ha confirmado que hará público  tras la aprobación en el Congreso de una proposición no de ley que instaba al Ejecutivo a hacerlo. La iniciativa contó con los votos a favor de todos los grupos excepto los populares y Ciudadanos y el Gobierno no se dio por enterado. Meses más tarde rectificó y aseguró estar impulsando las acciones pertinentes para ponerlo en marcha. Sin embargo, nunca confirmó que el listado iba a hacerse público, como ahora asegura Justicia.

Los diez grandes equívocos sobre el vino blanco en que caemos los españoles

27 septiembre, 2018

Fuente: http://www.eldiario.es

En agosto beber vino tinto se hace fuerte al paladar y por tanto pasan mucho mejor los blancos, especialmente si son frescos. Aún así, para muchos consumidores «vineros»el blanco es un vino menor, que se consume «porque no hay otra cosa bebible» y ante la alternativa del rosado, que en España tiene muy poco éxito.

Es un gran error el que cometemos si despreciamos estos vinos, pues también merece la pena seleccionar y experimentar con los blancos, ya que nos pueden dar tantas sorpresas como los tintos, y no solo en verano. De hecho el buen aficionado sabe apreciar tanto unos como otros y conoce el modo adecuado de maridar cada uno.

He aquí los diez grandes equívocos sobre el vino blanco  que conviene desterrar si realmente tenemos curiosidad, amor y respeto por el mundo de la enología.

1 Tienen menos registro de aromas y sabores

Vinos como nuestro»jerez»son la prueba de que esto no es cierto, ya que dentro de esta denominación de blancos entran desde el fino, al oloroso, amontillado, manzanilla, palo cortado, etc. También tenemos en los tokaj húngaros toda una gama de sabores peculiares, o en los oportos blancos, así como el losriesling alemanes o el los albariño gallegos.

Entre los blancos más ortodoxos también hay mucha diferencia entre un Verdejo, por ejemplo, y una garnacha blanca, que tiene una estructura cercana a los tintos. También entre los blancos gallegos está el godello, el ribeiro, etc. Además, tenemos los dulces como el moscatel o el sauternes francés, que tan bien ligan con los postres.

2. Suelen tener menos alcohol

Es verdad que en el pasado, cuando se gustaba más de ellos, tenían algo menos de grado, pues se cortaba la fermentación del azúcar antes que en los tintos y en general era algo dulces. Pero a día de hoy, cuando imperanlos vinos secos y varietales, los blancos se fermentan hasta el final y ofrecen tanto grado como los tintos. Actualmente es difícil encontrar blancos con un volumen de alcohol inferior al 13%.

3. Solo casan con la paella y la merluza

Los gastrónomos destacan que algunos blancos ligeros pueden casar bien con algunos guisos potentes como el bacalao, el atún o las zarzuelas de pescado. Del mismo modo, con guisos de carne de ave pueden funcionar ciertos blancos con personalidad, así como patés, con la pasta, sopas o platos que no contengan carnes.

Foto: Max Pixel
Foto: Max Pixel

4. No se pueden tomar con quesos

Cuando pasamos a la más amplia gama de quesos tipo brie, a los más tiernos e incluso a ciertos quesos curados, un blanco tipo moscatel,  riesling tokaj osauternes pueden resultar reveladores.

5. Para pasar bien tienen que estar muy fríos

Determinados blancos muy jóvenes y con una elevada acidez puede servirse muy fríos, pero es solo porque sus cualidades son limitadas. En cuanto un blanco gana temperatura, hasta un límite de unos 12º centígrados, asoman unas cualidades aromáticas que por debajo de los 8º pasan desapercibidas.

6. Carecen de cuerpo

Su maceración con la piel de la uva ha sido mucho más corta que en el caso de los tintos y ello les reporta menos taninos y otras sustancias vegetales que contribuyen a la estructura del vino. Pero si la variedad de uva es potente, el vino blanco heredará sus buenas cualidades. Una muestra de ello son las garnachas blancas de la denominación de origen Terra Alta, en la frontera entre Teruel y Tarragona, o algunos Rioja elaborados con viura/macabeo.

Foto: Max Pixel
Foto: Max Pixel

 

7. No aguantan más de un año en botella

El vino blanco puede envejecer en barrica de roble y dar un excelente resultado. Desde los albariño a las garnachas blancas, pasando por la variedad pedro ximenez y muchas otras atlánticas, aceptan bien la crianza para dar vinos interesantes. Aunque no es lo habitual, pueden encontrarse buenos blancos con crianza e incluso con reserva y más de diez años de envejecimiento en botella.

8. Son demasiado ácidos

En general, por su corta maceración, su grado de acidez es mayor, pero este se ve muchas veces compensado por el azúcar, residual o añadido, que presenten, así como por los aromas afrutados de cada variedad.

9. Siempre saben dulces

En el pasado sí era más normal que los blancos tuvieran un punto dulce más o menos pronunciado debido a que su fermentación era menor, pero en la actualidad hay una mayor oferta de blancos secos que de dulces.

10. Los expertos no los valoran

Existen numerosos vinos blancos con una excelente puntuación, por encima de 90 puntos, tanto de expertos como Parker como de Peñín y diversas guías.

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Clapton CFC, el equipo inglés de fútbol que rinde homenaje a la República española

26 septiembre, 2018

Fuente: http://www.eldiario.es

Han sobrevivido a pandemias globales, crisis económicas y dos guerras mundiales. Incluso llevan existiendo desde antes que los coches motorizados o que la propia radio. Pero ha sido ahora, después de sus 140 años de historia, cuando este club inglés de fútbol, el Clapton CFC, ha pegado más fuerte que nunca en nuestro país. ¿El motivo? Su nueva segunda equipación, que por colores y simbología, supone un claro homenaje a la República española.

En este club humilde, que juega en la liga regional y que está estructurado como una cooperativa en la que los fans son dueños y directores del equipo, se declaran abiertamente contrarios «al sexismo, a la homofobia, a la xenofobia y al fascismo», llamando la atención de muchos españoles que se ven reflejados en sus valores; y ahora también en sus colores.

Esta nueva equipación que vestirán como visitantes, fue elegida por los socios entre otras dieciséis opciones, con el fin de conmemorar «el 80 aniversario del final de la Guerra Civil Española», según detallan en su web. «Está inspirada por los colores de la bandera de la República Española y está adornada por las estrellas de tres puntas de las Brigadas Internacionales, que viajaron a España intentando contener la oleada fascista del General Franco», detallan. Incluso en la parte trasera del cuello de la camiseta, ponen en mayúsculas ‘NO PASARÁN’.

Además, la equipación está manufacturada por una marca independiente italiana, Rage Sports, marca en la que «solo suministran a pequeños clubes antirracistas y usan materiales de origen ético» y cuentan con «trabajadores con salarios justos».

La repentina oleada de españoles que han querido comprar esta equipación ha llegado a provocar que la web del club colapse, aunque en estos momentos ya está disponible, según informan desde las redes del equipo inglés.

«Los seguidores del Clapton CFC nunca serán tratados como clientes. Nunca seremos engañados por las decisiones de un propietario malvado», detallan desde la web. «Y no nos tendremos que poner una réplica que cuesta £80 en la que los trabajadores que la hicieron recibieron salarios de esclavos».

El club ha anunciado a través de su cuenta de Twitter que ha recibido pedidos de estas camisetas por valor de cerca de 60.000 libras (unos 66.000 euros), la mayor parte de España.

Franco, ese cadáver

25 septiembre, 2018

Fuente: http://www.eldiario.es

Si Franco fuera realmente un fantasma del pasado, ni habría problema en sacarlo del lugar de honor que ocupa en un monumento público patrimonio del Estado, ni a Albert Rivera le preocuparía siquiera tener que boxear con él porque no habría nada con que pegarse, ni al Partido Popular le preocuparía tanto que el gobierno invirtiera todas sus energías en realizar una tarea tan banal y despreocupada, quedando así exhausto e incapaz de atender los problemas que realmente le importan y preocupan a la gente.

Si seguimos discutiendo sobre Franco y cuesta tanto mover sus restos, mientras las televisiones se apuntan a un campeonato para ver cuál encuentra a quien diga más sandeces en defensa y loa del dictador, sólo puede deberse a una razón: porque Franco es presente y futuro, no pasado.

Mientras su cadáver repose en el Valle de los Caídos, patrimonio del Estado, en un lugar de honra y privilegio como si se tratase de un héroe o un patriota, la Historia seguirá mal contada, las generaciones que vengan continuarán aprendiéndola mal y llegará un momento cuando incluso se olvide quién era realmente y qué hizo; los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla.

Mientras su cadáver no sea removido del mausoleo que él mismo se construyó, sobre la sangre y el dolor de miles de prisioneros de guerra reconvertidos a esclavos, Franco seguirá pareciendo un militar y un gobernante, no lo que realmente fue: un golpista y un dictador; porque de eso se trata cuando hablamos de Franco y su tumba en el Valle de los Caídos, de tolerar otra vez que sigan escribiendo la Historia dejando bien claro quién ganó la guerra y quién la perdió, o de escribir la Historia de una vez cómo fue, como es debido y poniendo a cada uno en su sitio.

Mientras exista honra al vencedor no puede haber reconciliación, solo sometimiento o resignación. Quienes apelan al consenso deberían tenerlo presente. Igual que la evidencia de que el consenso es un bien colectivo claramente sobrevalorado. Hay cosas que deben hacerse porque es lo correcto, es lo justo y es lo que exige la Historia para dejar de ser una mentira.

La mentira, nueva arma política

20 septiembre, 2018

Fuente: http://www.eldiario.es

La mentira política amenaza con adueñarse del nuevo curso y no solo en España. Lo grave será que se convierta en una tendencia irreversible. Ya no es el tradicional fraude de las promesas incumplidas.  Es como un afán deliberado de engañar para explorar hasta dónde pueden engullir los ciudadanos. Y hasta qué punto pueden ser moldeables y manejables. Se diría que la derecha en este momento, en su pugna por captar votantes, apuestan a ver quién dice el mayor desatino.

Pablo Casado y su equipo han llegado pisando fuerte en ese terreno. Según el nuevo presidente del PP, la Transición fue “un pacto entre ambos bandos” que incluía respetar a Franco. No es cierto. Ninguna democracia, por muy imperfecta que sea, incluye admitir y venerar a un dictador. Ni al más franquista de entonces se le hubiera ocurrido semejante dislate. Hemos ido hacia atrás. Y añadiendo más ignorancia y frivolidad a la vieja ideología. PP y Ciudadanos se sienten cómodos con un dictador en un suntuosa mausoleo y las víctimas de la guerra civil que provocó perdidas por las cunetas.

Hay  más. Mucho más. Resulta que la ley del aborto de 1985 “se hizo por consenso” de PSOE y PP dicen ahora los populares. Cuando en realidad votaron en contra y la recurrieron al Constitucional. Los inmigrantes los ven llegando por millones. Lo mismo que sus socios en la legislatura. Cómo será de catastrofista y falso su discurso, que ACNUR ha pedido a PP y Ciudadanos una reunión para aportarles los datos reales y advertirles del daño a los Derechos Humanos que causa falsear los hechos en este tema.

El homenaje a las víctimas el 17A solo tuvo lazos amarillos y desplantes independentistas en la percepción de estos partidos y de sus medios afines. Hicieron todos ellos abstracción absoluta del españolismo de folklore y los insultos en la presentación del acto. La desmesura en los juicios también es escamotear la verdad.

Aupados mediáticamente desde la irrelevancia, Vox se lleva el premio al desbarro total al asegurar: “España no tuvo colonias, tuvo provincias de ultramar». Convertidos los conquistadores, que así los llama sin embargo, en una ONG. O que “El imperio se levantó por igual entre españoles e indígenas” y otros disparates de similar corte.

Las fake news  están envenando la información.  Con un éxito de consumo creciente. Si antes los periódicos traían fe de erratas, propias e involuntarias, hemos llegado ya al  Cazabulos como hace eldiario.es sembrados por doquier.

La aceptación de la mentira está causando un daño inmenso. Hace tambalearse todos los principios.  Equivale a asentar los fundamentos en barro. Las mentiras son para los seguidores de estos políticos dogma de fe, verdad irrefutable. También para los aficionados a la patraña y el chisme sin más.  De ahí que la extiendan condicionando su vida y la de todos.

De ahí también que combatan la información real con una virulencia preocupante. Es tradicional que cuando la derecha pura y dura pierde el poder se instale la crispación. La última vez, en 2004, las redes sociales no estaban tan extendidas como ahora. No estaban prácticamente. Facebook España entra 2007 y Twitter en 2009. Ahora, con millones de usuarios, pueden llegar a ser un campo de batalla con haters solitarios, ejércitos indiscriminados o debidamente contratados para presionar y disuadir la información.

No es de recibo este tono. Bajo ninguna circunstancia. Y quizás es necesario advertirlo porque la fiebre no se pasa por sí misma.

Ignacio Escolar

@iescolar

Y así todos los días.

Diaz de Vivar@DiazdeVivar4
En respuesta a @iescolar

He visto sonajeros con más neuronas y mejor alineadas que tú.
Eres un indigente moral, te cagas en el periodismo y en la objetividad.

Pero es que también utilizan esas presiones medios informativos y periodistas que pasan por… serlo.

De lo ocurrido con RTVE, por ejemplo, daría más para escribir un libro. De servir para algo. Lo rigurosamente cierto es que esto es falso.

Tuit Chani Pérez Henares
Tuit Chani Pérez Henares

El ejemplo paradigmático es Donald Trump. Ha hecho de la mentira política su principal arma, porque con ella esconde el resto de sus fechorías. La expulsión y separación familiar de emigrantes debería  ser juzgada porque se acerca peligrosamente a la consideración de crímenes de lesa humanidad. Y sin embargo se está consintiendo. Poderes interesados en que así sea y los votantes espectadores crédulos de la telerrealidad que se lanza desde la Casa Blanca la sustentan.

El circo lo monta Trump. Ahora con su ex asesora a la que llama “perra” porque ella a su vez denuncia, entre otras cosas, que Trump utiliza el término niggers para nombrar a los negros que es un grave menosprecio. Familias destrozadas, de todos los colores preferentemente oscuros, y el problema es un apelativo por muy insultante que sea. Trump ataca a la prensa, pero a la prensa seria, para culparles de lo que él hace y crear confusión. Manipulación de libro.

Es cierto que en la sociedad actual conviven tramos muy variopintos. Nada que ver las nuevas generaciones que ríen pensando en hacerle a Franco un unboxing con las que montan guardia en su tumba. El peligro está en que se haga dominante la sociedad basada en grandes dosis de irrealidad porque nos lleva a un futuro desconocido. Se empieza con esas mentiras tan jocosas de nuestra derecha en campaña y se acaba en el Show de Trump. La mentira es aliada de la trampa y ambas de la ultraderecha a la que ahora llaman populismo o incluso centro-derecha.

Siente a un franquista en el plató

19 septiembre, 2018

Fuente: http://www.eldiario.es

Se ha puesto de moda estas semanas de canícula en bucle argumental llevar  a un/a franquista a las teles, al plató o al dúplex -¿perdona?, no escucho bien con el retardo, y así se gana un plató el interfecto- , para que evacúe ditirambos al dictador Franco; de repente presentado como luz de donde el sol la toma en lo tocante a estrategia militar, un Moltke de El Pardo, vaya.

Con el paso del tiempo, Franco se ha agigantado y sería hasta alto, según sus hagiógrafos locuaces, un piropo más y NBA. La pregunta es: ¿por qué llevan mis colegas a estos sujetos ultras, franquistas, grasientos, y les dan carrete? ¿Cómo es posible que tengan minutos, y no basura, por parte de gentes engominadas intelectualmente, capaces de presentarnos a Franco como un trufado de Napoleón, Churchill y Montgomery, y su comando color caqui en la batalla del Alamein?

Es posible que se trate de cuestión de picos de audiencia, de sumar espectadores, como cuando llevaban a Revilla y sus anchoas  -¡pedazo de foto con el canalla que lleva a Charles Mason en la camiseta y hace una peineta!-; es probable que todo tenga que ver con el tontorrón adorno según el cual todas las opiniones son respetables, una sandez propagada por el uso y que no se sostiene argumentalmente:¿es igual de respetable la opinión de quien defiende la ablación de clítoris de quienes la negamos y pedimos cárcel por ella?

El caso es que estamos en que siente un franquista a su mesa. Con cámaras , mejor. Se empatan así opiniones inigualables y aparecen militares franquistas y jefas de prensa del Caudillo, comprendedores y justificadores del golpe de Estado contra el gobierno legítimo de la República, como si estuvieran cargados de razón.

A esta patulea ultra, que nunca se ha visto en otra en cuanto a protagonismo, tienen que rebatirla pacientemente militares demócratas, esos que dicen algo tan obvio como que los militares deben obedecer a los civiles y no salirse de la Constitución.

Los que hace años llamaríamos ‘turiferarios del régimen’ o ‘nostálgicos del franquismo’, se ponen ahora estupendos y evacúan un manifiesto que parece redactado por Pemán, José María, que veía en las entradas de Franco bajo palio en las catedrales un síntoma de que en España había vuelto a amanecer.

El manifiesto predemocrático de los militares contra la exhumación de los restos del dictador debería ser motivo de pena, retirada de pensión o apercibimiento, pero no de reiterada propaganda mediática en régimen de supuesto respeto de todas las opiniones, que nunca serán iguales.

Al menos tenemos una reacción de militares demócratas, que dicen que Franco no merece ni respeto, ni desagravio, que además era un militar de chichinabo, mediocre antes que supuesto austero.

Todo parece que se excita ante la inminente salida de los restos inhumanos del dictador de Cuelgamuros, como enuncia Nicolás Sánchez Albornoz. Nicolás, sí.

De la misma forma que no podemos empatar la voz de un criminal con la voz  de su víctima, tantas veces muerta, no deberíamos presentar como iguales las palabras de gente que nos hubiera metido en la cárcel o nos hubiera fusilado, con las de personas demócratas, militares o no. No hay empate posible entre golpistas y demócratas.

Un mundo de abstinencia sexual gracias a Netflix

18 septiembre, 2018

Fuente: http://www.eldiario.es

Llega a casa, ve a su pareja y está nerviosa. Tiene hambre, pero no le importa dejar la cena para más tarde o convertirla en el desayuno del día siguiente. Va corriendo al cuarto, se quita la ropa del trabajo y se pone cómoda. Hace mucho calor en Madrid. Baja las persianas y abre una rendija la ventana, enciende la tablet y se tira en la cama: «¡Venga cari, que pongo la serie!»

Diferentes estudios realizados en los últimos años concluyen que la gente prefiere ver series en plataformas como Netflix o HBO por encima de todas las cosas. Ni leer, ni cenar, ni hacer el amor… ¿Estamos a un paso de la extinción de la raza humana? Seguramente no, pero una investigación liderada por el profesor David Spiegelhalter de la Universidad de Cambridge halló que, ahora mismo, las parejas hacen el amor un 40% menos que hace 20 años. Si la tendencia continua, las parejas dejarán de tener sexo en el año 2030.

«Si me preguntas por qué, los estadísticos te dirán que no lo saben. Uno de los investigadores mencionó la palabra iPad. Yo creo que es Netflix. ¡Oh dios mío! Tengo que ver la segunda temporada completa de Juego de Tronos», bromea el profesor Spiegelhalter en una entrevista publicada en el Telegraph.

«La clave está en la conectividad masiva y en la revisión constante de nuestros teléfonos móviles, algo que no hacíamos hace unos años, cuando la televisión dejaba de emitir cosas interesantes a las diez de la noche y no había nada mejor que hacer», apunta. Te suena el móvil. Es una simple notificación de Instagram, igual alguien a quien ni siquiera conoces ha subido una foto en la playa. No importa lo que estés haciendo o si estás en la cama. Desbloqueas la pantalla, la miras y quedas en paz.

¿Hará Netflix una serie sobre esto? Claro que sí y, mientras la veamos, probablemente estemos más pendientes de calcular cuántos capítulos seguidos podemos ver para dormir siete horas y rendir al día siguiente en el trabajo que a la realidad que se dibujaría ante un mundo de abstinencia. Somos adictos a las series y nos molesta no poder comentar el último capítulo de El Cuento de la Criada. No conozco a nadie que le haya pasado esto mismo con un libro.

Otro estudio más reciente llevado a cabo por la  Universidad de Lancaster se ha basado en la alteración de los ritmos de consumo energético para concluir que ahora lo que se lleva por las noches es estar conectado a Internet. Entre las 21.00 y las 23.00 hay un pico de consumo energético y de dispositivos electrónicos conectados.

Imagen promocional de 'Vikings'
Imagen promocional de ‘Vikings’

«Ayer me vi ocho capítulos seguidos de Vikings«, he oído decir a cierto hermano mayor con orgullo. Y nada de esto nos chirría. Estar hasta las cuatro de la mañana frente al ordenador con tu pareja es socialmente correcto. «Este fin de semana me he visto la serie nueva de Netflix», «¿Ah sí? ¿De qué va?», «Es como de adolescentes en EEUU», «Ya… ¿y cómo se llama?», «Buf tío, no me acuerdo». Esto es lo que se llama invertir bien el tiempo.

Otro estudio que acaba de ser publicado ha analizado a personas de 80 países y ha demostrado que ver la televisión está asociado con «una reducción del 6% de posibilidades de haber tenido sexo la semana anterior, lo que concuerda con un pequeño grado de sustitución entre la televisión y la actividad sexual».

Es decir, si estás al día de todas tus series y ya ves hasta las películas repetidas en tu plataforma favorita, hay una probabilidad más bien alta de que lleves meses abonado al celibato.

Son las dos de la mañana. Sigue haciendo muchísimo calor en Madrid, pero entra un poco de aire por la rendija de la ventana. Ya han visto tres capítulos seguidos, se sienten invencibles y terminan por besarse. «Cari, ¿y si mejor lo dejamos para mañana?», «Mejor para el miércoles, que mañana hay capítulo nuevo».

Los ‘niños de Berlín’, «yonquis» de la adrenalina que se juegan la vida con cada grafiti

16 septiembre, 2018

Fuente: http://www.eldiario.es

La adrenalina es una hormona segregada por el organismo en respuesta a los estímulos percibidos como amenaza para la supervivencia. Bajo sus efectos, el corazón se acelera, la respiración también, los vasos sanguíneos se contraen en una hiperexcitación que conocen bien, por ejemplo, quienes practican deportes de riesgo. Para el fotógrafo alemán Thomas von Wittich, esa sustancia da nombre a su serie de fotografías sobre los «Berlin Kidz» – o «Niños de Berlín» en alemán callejero. Esta banda de artistas callejeros se juega la vida en cada pintada. Tienen entre 16 y 35 años.

Von Wittich les ha acompañado para retratar sus acciones más espectaculares. Los «Kidz» dicen evitar trabajar. «No queremos formar parte de un sistema que te fuerza a trabajar para los sueños de otras personas», dice a eldiario.es uno de ellos, conocido por su firma: Paradox – «Paradoja». «No nos vemos en un trabajo de nueve de la mañana a cinco de la tarde para después pasar el resto de nuestra vida delante de la televisión», señala «Paradoja». Los «Kidz», dice él, «viven para las letras». En sus características pintadas, siempre hay grandes letras. Entre ellas se esconden, escritos en pequeño, mensajes que llaman a la rebeldía o la libertad.

Uno de los grafiteros subido en la iglesia de San Bonifacio de Berlín, una obra arquitectónica neogótica con fecha de principios del siglo XIX
Uno de los grafiteros subido en la iglesia de San Bonifacio de Berlín, una obra arquitectónica neogótica con fecha de principios del siglo XIX VON WITTICH

El gran desafío de cada grafiti que firman «Paradoja» y compañía es situarlo cuanto más alto en la ciudad, mejor. Así es cómo estos «niños» llevan ya años dejando su marca en infinidad edificios berlineses. Entre sus objetivos destaca la parte más alta de uno de los campanarios gemelos de la iglesia de San Bonifacio de Berlín, una obra arquitectónica neogótica con fecha de principios del siglo XIX situada en el céntrico barrio berlinés de Kreuzberg.

La pasada primavera, una pareja de los «niños» berlineses se subió allí arriba, a una altura equivalente a la de un decimoprimer piso. Escribieron: «Libertad sobre todas las cosas». Lo hicieron con las ya características letras rojas y azules que suelen emplear estos grafiteros. Von Wittich, subido a un tejado frente a la iglesia, inmortalizó la escena.

Hacía frío. El fotógrafo iba parapetado con tres pantalones y dos jerséis. «También tenía un termo con té y un sandwich enorme», recuerda Von Wittich a eldiario.es frente a la fotografía de aquella acción de los «Kidz». Habla en la Open Walls Gallery, la galería berlinesa que expone regularmente sus trabajos.

Aquella no era la primera ni la segunda pintada de los «Kidz» a la que asistía para tomar fotos este joven nacido en Osnabrück (oeste germano) hace 35 años. Von Wittich ya estaba acostumbrado a fotografiarles y a subir a tejados sin permiso de nadie para tener las mejores vistas a lo que estaban haciendo los grafiteros. Pero frente a la iglesia de San Bonifacio, a Von Wittich le pusieron el corazón en un puño.

«El techo de esa iglesia está realmente muy inclinado, no es un sitio donde uno quiera estar o ver a otras personas», recuerda. «Después de dos horas allí, preparándose y pintando, veo que uno de ellos me hacía señales con la luz del teléfono móvil, no me había dado cuenta de que me había llamado veinticinco veces para preguntarme si tenía boquillas [pulsadores, ndlr.]; se les olvidaron, y me dijo: ‘vuelvo en media hora'», cuenta Von Wittich.

El grafitero se marchó a por lo que le faltaba. Regresó corriendo. También lo hizo por el tejado, aunque éste solo ofrecía una superficie de unos diez centímetros para caminar sobre él. «Corría con los brazos abiertos para mantener el equilibrio y en la última parte saltaba y corría, al ver aquello me entraron arcadas», cuenta Von Wittich. «Esa fue la única vez en la que de verdad tuve miedo por ellos», añade.

Cocinero de barco, después fotógrafo

Este fotógrafo podría haber tenido una vida mucho más tranquila. Viene de una buena familia, de «clase media alta, un ambiente de ricos, dirían algunos», según sus términos. «Uno de mis abuelos hizo mucho dinero como coleccionista de arte, crecí con esa idea de que el dinero era súperimportante, al igual que el apellido», explica. La familia Von Wittich sigue utilizando su escudo de armas.

Thomas Von Wittich, sin embargo, entró en conflicto con la idiosincrasia familiar nada más llegar la adolescencia. A los trece años ya había trabajado en una cadena de empaquetado de carne y se ocupaba de cocinar para marineros a bordo de un barco. A los dieciocho tuvo problemas con la Justicia. La policía lo pilló haciendo una pintada, algo que acabó convirtiéndose en una multa de 20.000 euros. Hace tiempo que dejó el grafiti pero haber tenido su experiencia hacía de él un buen candidato para seguir a los «Kidz».

«Desde el principio me pusieron a prueba para ver qué era capaz de hacer y qué no; juzgaban mi estado de forma», cuenta Von Wittich. Una de sus imágenes de la serie «Adrenalina» está sacada en el hueco de un edificio, donde normalmente iría un ascensor, dispositivo del que carecen buena parte de las construcciones menos recientes en Berlín. El fotógrafo escaló por ese hueco veinte metros junto con el grafitero que le acompañaba. Era la segunda salida de Von Wittich con los «Kidz».

En su avance por el edificio, el grafitero forzó cuantas puertas y ventanas fueron necesarias para que Von Wittich llegara al tejado y buscara desde allí una perspectiva interesante. En aquella ocasión, tomó las fachadas del Cuvrybrache, un rincón de Kreuzberg conocido por las enormes pintadas del artista italiano Blu que han decorado el lugar durante años.

Un día de invierno de 2014, esas fachadas aparecieron cubiertas de negro. Existe el proyecto de hacer en ese lugar nuevas edificaciones. Ello pasaba, según los promotores, por acabar con unas pintadas consideradas míticas por la escena internacional del arte callejero. Los «Kidz» no estaban de acuerdo con esas intenciones. Por eso pintaron una mano haciendo una enorme peseta en una de esas fachadas negras.

Cada pintada, como atracar un banco

Mensaje de los grafiteros a quienes quieren cambiar el que los "niños" consideran "su" barrio
Mensaje de los grafiteros a quienes quieren cambiar el que los «niños» consideran «su» barrio VON WITTICH

Entre otras lindezas dirigidas a quienes quieren cambiar el que los «niños» consideran «su» barrio, éstos escribían en inglés: Fuck you – «que os jodan». Para esa, y para la mayoría de sus pintadas, los «Kidz» utilizan cuerdas fijadas en los tejados que emplean para quedar colgados y pintar con sus espráis mientras hacen una suerte de arriesgadísimo rápel urbano.

«Cada pintada se planea como si fuera un atraco a un banco, tiene que ser así, porque ellos van mucho más allá que el resto de grafiteros, han llevado el grafiti a otro nivel, utilizan cuerdas desde los tejados. También tienen que asegurarse de que, de algún modo, van a llegar a los tejados, tienen que abrir puertas y ventanas, organizar esto implica ir al sitio con antelación», expone Von Wittich.

El fotógrafo conviene en definir a estos chicos berlineses como «malhechores», pero deseosos, no «sólo de poner su nombre en un muro, sino de actuar contra algo, poniendo mensajes como ‘mantén la cabeza alta’ o ‘libertad'», explica. «Creo que hay en ellos un 30% de querer ver su nombre pintado en un sitio, otro 30% de expresar ‘esta ciudad es mía y hago lo que quiero en ella’ y otro 30% de lucha contra la gentrificación», abunda.

Con ese término alude el fotógrafo a la transformación que está viviendo la capital alemana y que obliga a que las poblaciones que tradicionalmente habitaron ciertos barrios tengan que abandonarlos por los incrementos del coste de la vivienda. «Queremos mostrar que no estamos contentos con el modo en que está evolucionando la ciudad y queremos hacer algo contra esto», apunta sobre esta cuestión Paradox, el miembro de los «Kidz».

Una «droga» llamada adrenalina

En las cuentas de Von Wittich faltaba un 10%. Es el de la adrenalina. Esta es el otro pilar que mantiene la actividad de los «Kidz», a quienes el fotógrafo define incluso como «yonquis de la adrenalina». Para ellos, el peligro «cuenta mucho», porque «cuando empiezas a acostumbrarte a él empiezas a cometer errores», asegura el que firma como Paradox.

La adrenalina, una "droga" difícil de abandonar
La adrenalina, una «droga» difícil de abandonar VON WITTICH

A base de ir con los «niños de Berlín», Von Wittich acabó probando «la droga» de la que abusan estos grafiteros acróbatas. Tras haber realizado alguna fotos de estos «niños» haciendo ‘train-surfing’, peligrosa práctica que consiste en subir sobre los tejados de vagones de trenes de cercanías o de metro cuando están en marcha, Von Wittich pidió consejo sobre su trabajo al fotógrafo danés Jacob Aue Sobol.

Este genio de la fotografía, que trabaja para la prestigiosa agencia internacional Magnum y que ha ganado, entre otros, un premio World Press Photo, instó a Von Wittich a que se acercara más a los «Kidz», para poder ponerse en su lugar y tomar imágenes. Von Wittich terminó por hacer una serie de fotografías sobre el techo de un vagón de un tren de cercanías.

«Los ‘Kidz’ encontraron un buen tramo para hacerlo conmigo, era un tramo de tren de cercanías largo, de unos siete minutos, sin puentes ni túneles que obliguen a agacharse o tumbarse estando ahí arriba», cuenta. «Aún así, hay que saltar cuando el tren está en marcha, porque si no alguien puede delatarte al conductor», aclara, antes de poner palabras a la dosis de adrenalina a la que sometió su cuerpo.

«Al caer sobre el techo me sentí Spiderman, me costó ponerme de pie, pero cuando lo hice me sentía muy estimulado, pude hacer las fotos al miembro de los ‘Kidz’ que me acompañaba, él estaba haciendo posturas todo el rato, sacando medio cuerpo fuera del techo del vagón y payasadas de ese tipo», recuerda.

Bajar del techo del vagón una vez terminado el trayecto no fue difícil. «Cuando estas bajo los efectos de la adrenalina ves que eso es fácil», comenta. «Pero poco después de aquello, noté como mi estómago se revolvía, me temblaban las piernas, tuve que sentarme y fumarme un cigarrillo», añade.

Von Wittich no ha vuelto a repetir un chute de esos. Desde hace algo más de un año vive en París, donde documenta el trabajo de otros artistas. Por su parte, los «niños de Berlín» siguen haciendo de las suyas. «Siempre y cuando nadie se haga daño, todo va bien», concluye el chico que firma com Paradox.

"Cuando estas bajo los efectos de la adrenalina ves que eso es fácil", explica el fotógrafo alemán Thomas von Wittich
«Cuando estas bajo los efectos de la adrenalina ves que eso es fácil», explica el fotógrafo alemán Thomas von Wittich THOMAS VON WITTICH

El reciclaje que aporta fondos humanitarios en Alemania

15 septiembre, 2018

Fuente: http://www.eldiario.es

Lukas Günther, un joven estudiante de la ciudad de Gelsenkirchen, en el oeste alemán, no salía de su asombro cuando leyó hace unas semanas que los productores de cerveza se estaban quedando sin cascos. Al parecer, el inusualmente caluroso verano que se está viviendo en Centroeuropa, ha disparado el consumo de la tradicional bebida de Alemania. Sin embargo, estaba ocurriendo en paralelo que los consumidores habían dejado de forma considerable de devolver los cascos de las botellas.

Así, la cervecería Fiege, que lleva el nombre de su propietario Moritz Fiege, en Bochum (oeste germano), llegó a pedir colaboración ciudadana en sus redes sociales. «Aunque compramos botellas regularmente, el proceso de embotellado se nos está quedado corto», manifestaba la compañía, que invitaba a devolver las botellas utilizadas. «Erst Pfand, dann (P)ferien» o «Primero el dinero de los envases, luego las vacaciones», se leía en un mensaje de la compañía cervecera publicado en sus redes.

En los supermercados alemanes, en el interior o a la entrada, suele haber unas máquinas en las que devolver cascos de botellas de vidrio, plástico y latas. Por ello se obtiene, en general, entre 0,8 céntimos y 0,25 céntimos. Este sistema de recuperación de envases con incentivo para el consumidor, en su forma actual, se instauró en 2003. No obstante, se calcula que, al año, en Alemania hay hasta 720 millones de botellas que no acaban entrando en este ciclo de reciclaje. Representan 180 millones de euros anuales, según una investigación de la Norddeutschen Rundfunk, la radio-televisión pública del norte alemán.

Para Günther y sus amigos de Spunk, un centro para niños, adolescentes y cultura de Gelsenkirchen, la noticia de que las cervecerías se estaban quedando sin cascos fue toda una llamada a la acción. De ahí que lanzaran la iniciativa Die PfandretterInnen o, dicho de otro modo,»los rescatadores del dinero de los cascos». Se trata de una campaña que circula desde hace pocos día en Internet.

En ella se invita a que la gente dedique el dinero que consigue de la recuperación de envases a una buena causa. «Leímos que las cerveceras de Alemania se estaban quedando sin cajas ni cascos de cerveza porque la gente no los devolvía y quisimos hacer algo al respecto», explica a eldiario.es Günther.

Su iniciativa consiste en hacer ver a través de las redes que las empresas necesitan los cascos pero, además, en llevar a cabo algo positivo con el dinero de la devolución de los envases. Muchos de los implicados hasta ahora lo han dedicado a fines sociales y humanitarios, especialmente ahora que vuelve a ganar peso el tema de la inmigración en el debate público alemán. Cada persona que participe ha de nombrar a otros tres participantes para que actúen a continuación. Son los «nominados», según los términos de Günther. «Así se crea un efecto de bola de nieve», comenta el joven de 26 años que ideó Die PfandretterInnen.

«El dinero de los cascos es un dinero con el que se puede hacer algo positivo. Sobre todo si acumulas entre 10 ó 15 euros. Si mucha gente decide dedicar ese dinero a una buena causa, entonces podemos estar alcanzando una cantidad importante», según Günther.

En pocos días, la idea de este comprometido estudiante de Ciencias Política en la Universidad de Duisburgo sumó el apoyo y participación de importantes figuras de la política alemana, dando especial visibilidad al proyecto. Por ejemplo, Kevin Kühnert, líder de Jusos, la organización de los jóvenes socialdemócratas alemanes. Por su oposición a que el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) repitiera en esta legislatura una gran coalición con la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de Angela Merkel, este joven se ha convertido en una influyente figura en la izquierda alemana.

«Es muy positivo que gente como Kevin Kühnert haya decidido hacer esto, como también lo es que lo haya hecho Manuela Schwesig, la primera ministra del Land de Mecklemburgo-Pomerania Occidental», comenta Günther, aludiendo a otra destacada responsable política del SPD. «No queremos que nos siga gente importante en la sociedad alemana –aunque eso también es relevante– sino que haya más botellas devueltas y que participe, cuanta más gente, mejor», abunda el iniciador de los rescatadores del dinero de los cascos.

Ayuda a los refugiados

A la iniciativa se han sumado también organizaciones humanitarias de ayuda a los refugiados como Pro-Asyl, una de las más importantes del país, Women Refugee Route, dedicada especialmente a las mujeres inmigrantes, o Sea Watch, concentrada en rescatar en alta mar embarcaciones de migrantes.

«Todo lo que sea ayuda a los inmigrantes, a la integración y a Europa, lo vemos como buenas causas a las que dedicar el dinero de los cascos. Si se dedica a eso, estaremos orgullosos. Pero, en realidad, lo importante es que ese dinero se transforme en ayuda, ya sea para una causa importante o algo menos relevante. También puede ser bueno dedicarlo al refugio para animales de la esquina de tu barrio», plantea Günther.

No es raro que este joven esté al frente de una iniciativa así. Como miembro del equipo de Spunk, Günther se dedica, entre otras cosas, a plantear ofertas y actividades culturales y lingüísticas para que refugiados y alemanes tengan la posibilidad de entrar en contacto. Alemania, sólo entre 2015 y 2016, recibió a no menos de 1,5 millones de demandantes de asilo.

Günther percibe cierta fatiga en las instituciones y en el debate público germano. «La sociedad alemana no está ahora tan abierta como hace cuatro años», dice. Es más, «en el debate público, los refugiados hacen de chivo expiatorio», añade. En 2014 Günther estuvo en las playas de la isla griega de Lesbos y luego en el pueblo heleno de Idomeni asistiendo como voluntario a los recién llegados al viejo continente en busca de asilo.

Ahora ha lanzado la idea de «los rescatadores del dinero de los cascos», con la que puede seguir contribuyendo a la integración de los solicitantes de asilo llegados a Alemania, aunque de forma indirecta. Él confía en el «efecto bola de nieve» de su iniciativa. «Lo importante es que haya dinero para acciones positivas. No es, en cualquier caso, algo que tenga por objetivo mover una determinada cantidad de dinero. Sino que haya dinero para ayudar», concluye.

Contra el fútbol moderno: así se organizan los clubes asamblearios que rechazan el deporte como negocio

14 septiembre, 2018

Fuente: http://www.eldiario.es

El fútbol ya no es lo que era. O, al menos, lo que en algún momento pareció ser: un deporte por y para la afición. La llegada de capital financiero internacional, más preocupado por la rentabilidad que por el juego, no ha ayudado a estrechar los lazos entre directivas y aficionados, ya maltrechos por la mercantilización imperante en el mundo del fútbol (y todo lo que le rodea).

El Manchester United, equipo con una importante tradición obrera, se encontraba en una situación económica delicada a mediados de la pasada década, con un endeudamiento insostenible (superaba los 700 millones de euros). La solución de la directiva fue aceptar la oferta multimillonaria del magnate Malcolm Glazer, que se hizo con la propiedad de este equipo histórico, fundado a principios del siglo XX.

La decisión generó una fuerte polémica entre los aficionados, marcando un punto de inflexión en la trayectoria del Manchester United: en 2005, un grupo de devotos del club fundó su propio equipo de fútbol, el Football Club United of Manchester, caracterizado por fomentar la horizontalidad y el trabajo de base. Aunque el éxito inicial del proyecto no ha sido continuado, con críticas de miembros fundadores incluidas, su modelo y valores han servido de referente para futboleros desencantados de todo el mundo. También en España.

Es el caso del Atlético Club de Socios, un club asambleario fundado en 2007 por seguidores del Atlético de Madrid que decidieron poner punto y aparte a su pasión por el equipo rojiblanco, presidido por el imputado Enrique Cerezo desde hace 15 años. Con el lema ‘Nuestro club, nuestras reglas’, el equipo celebra este verano su ascenso a Preferente -antesala de la Tercera División- para la próxima temporada.

«Las razones son casi obligadas», comenta Emilio Abejón, tesorero del Atlético Club de Socios y secretario general de la Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español (FASFE), que explica que aficionados que seguían a un club han visto cómo «ha desaparecido por la mala gestión económica, cuando no opaca y, en algunos casos, con prácticas delictivas». «Cuando los aficionados se han enfrentado a no tener fútbol, han decidido crear sus propios clubes de la manera que ellos quieren, eliminando el mercantilismo y el cortoplacismo», añade.

En España existe una docena de equipos de fútbol de accionariado popular o fútbol popular, como ellos mismos se autodenominan. El proceso más habitual ha sido la creación de clubes por parte de quienes fueron aficionados a equipos ya extintos (o en proceso de extinción) o, simplemente, se sentían huérfanos de un club local y cercano a sus socios.

En este grupo se encuentran aquellos que han retomado proyectos futbolísticos que desaparecieron hace décadas, casos de CFP Orihuela y UD Aspense, ambos en la segunda división regional valenciana. Pero los exponentes más sintomáticos de este fenómeno son Unionistas CF, SD Logroñés, UD Ourense y CAP Ciudad de Murcia, clubes de nueva formación que tienen su «raíz sentimental» en equipos de sus ciudades que, regidos por criterios empresariales, acabaron en una situación financiera letal, rozando la desaparición (o directamente desaparecidos).

«El fútbol moderno fue el que nos hizo desaparecer en dos ocasiones. Una vendiendo el equipo a Granada, algo insólito; y la otra por las deudas generadas al crear un equipo a base de talonario, que llevó a la desaparición en tres temporadas», cuenta José Francisco Navarro, presidente del CAP Ciudad de Murcia, en conversación con eldiario.es. De hecho, Navarro rehúsa de la propia figura de presidente: «Es un imperativo legal. El poder que tengo yo es el mismo que el resto». El equipo murciano, que empezó a competir en la temporada 2011-2012, jugará el próximo curso en Tercera División.

La afición del CAP Ciudad de Murcia durante un encuentro
La afición del CAP Ciudad de Murcia durante un encuentro

También hay ejemplos de aficionados que han fundado un nuevo club por el descontento con la directiva de su equipo de siempre. Atlético Club de Socios, Avilés Stadium CF, y Xerez Deportivo FC fueron erigidos por quienes habían sido socios del Atlético de Madrid, Real Avilés y Xerez Club Deportivo, respectivamente.

Otros futboleros optaron por tomar el control del club tras el distanciamiento entre afición y directiva (UC Ceares y Rosal FC). Incluso algunos se han atrevido a crear el equipo totalmente desde cero, como los tarraconenses del FC Tarracó, que fue fundado en 2012, siendo pionero en Catalunya.

El «hito fundacional» del fútbol negocio

El exceso de mercantilización y el alejamiento del aficionado de base son las principales razones citadas por los socios de equipos de fútbol popular, que reivindican «al seguidor de toda la vida». «Al fin y al cabo somos los que financiamos económica y sentimentalmente a nuestros clubes», razona Abejón.

Así, el presidente de la FASFE, explica que la crítica se dirige contra el fútbol «como espectáculo televisivo que posterga al aficionado, que pone horarios tremendos porque solo piensa en el ‘prime time’ y que reprime determinadas manifestaciones de la cultura de grada». «Son cosas que acaban creando una cierta alienación o desafección de los aficionados tradicionales. Es a lo que han derivado los grandes clubes europeos», lamenta.

Pero, ¿cuándo comenzó a producirse este distanciamiento? Aunque se trata de un proceso lento, prolongado en el tiempo, los precursores del fútbol popular explican que «el impulso fuerte», paralelo a los procesos de globalización, llega en la década de los años 90.

Abejón explica que en España «hay una fecha en la historia sentimental de cualquier aficionado: el 30 de junio de 1992», cuando entró en vigor de la Ley del Deporte, «que obligaba a convertir a los clubes profesionales, con cuatro excepciones, en Sociedades Anónimas Deportivas». De este modo, «eliminaron al socio que participaba en su club y controlaba a sus dirigentes a través de la asamblea», continúa, » y lo convirtieron en un mero cliente, sustituyéndolo por inversores». «Es el hito fundacional del fútbol moderno en España», zanja.

El origen de esta ley fue la crítica situación económica de los clubes de fútbol en España, muy pronunciada ya a finales de la década de los 80. «El legislador entendió que los clubes estaban mal gestionados y tenían problemas económicos porque la masas de aficionados obligaban a ese desequilibrio exigiendo fichajes y gastos», recuerda Abejón, subrayando que esta idea «se ha demostrado totalmente falsa: décadas después la deuda se ha multiplicado».

Además, el presidente de la FASFE apunta a los rescates de las administraciones públicas a determinados equipos de fútbol, pues «se siguió gastando dinero público en entidades mercantiles y con ánimo de lucro, con dueños con nombres y apellidos».

Los críticos con el fútbol moderno también señalan la entrada de capital extranjero como uno de los grandes males de este deporte. En especial, «la entrada de magnates de dictaduras del Golfo, que utilizan estas inversiones para dar salida a sus excesos de capital y limpiar la imagen pública de sus regímenes».

«Se somete a votación prácticamente todo»

«Creemos en un concepto de fútbol popular que se basa en una serie de premisas», defiende el presidente del Unionistas, destacando dos puntos: democracia interna, bajo la filosofía ‘un socio, un voto’, y compromiso de deuda cero. «Si el presupuesto acaba en negativo, la directiva tiene que aportar dinero hasta que la deuda desaparezca», cuenta el dirigente del club salmantino, que recalca que «un club se debe gestionar de esta forma, que todos los socios sean partícipes y dueños, pero con compromiso».

En el caso de este club, con más de 2.000 socios, los miembros tienen un foro para hablar y realizar propuestas que, si tienen cierto respaldo previo, son llevadas a las asambleas, que se celebran al menos dos veces al año. «Unionistas nació con una idea básica: el fútbol sale de los aficionados. Siempre tienen que tener poder de decisión en el club», sentencia.

Asamblea de socios del Unionistas CF de Salamanca // Rubén Arévalo
Asamblea de socios del Unionistas CF de Salamanca

El formato asambleario es una de las apuestas de referencia de este movimiento por el fútbol de accionariado popular. El tamaño del club y la cantidad de socios hacen que el funcionamiento sea distinto, pero ello no obstaculiza que en estas reuniones se someta a votación todo tipo de cuestiones: desde aprobación de cuentas a planes de marketing, pasando por el diseño de la equipación o los precios de las entradas, que tratan de ser ajustados.

«Nos organizamos por áreas de trabajo, que están formadas por los socios del club. No hay nadie externo», explica el presidente del Ciudad de Murcia. Es la fórmula más común en estos equipos, que dividen de forma temática todo el trabajo necesario para sacar adelante el proyecto: tesorería, comunicación, promoción… «Se somete a votación prácticamente todo», apunta..

Más allá del deporte

Si hay algo que marca la diferencia entre el fútbol tradicional y estos equipos, es la diferencia a la hora de abordar asuntos extradeportivos. «Un club se debe a la propia comunidad en la que vive», enfatiza Abejón, que participa en Atlético Club de Socios como tesorero. Por ejemplo, este equipo -asentado en Getafe- ha organizado charlas sobre fútbol moderno y partidos en favor de distintas causas, como los derechos del colectivo LGTBI o de refugiados y migrantes, trabajando estrechamente con la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en la ciudad madrileña.

«Entendemos que un club es un ente social y cultural que debe actuar como un agente positivo», continúa el tesorero. Una opinión que comparte el presidente del Ciudad de Murcia: «Un club de fútbol debería ser el representante de su área local, un elemento vertebrador de la sociedad. Para nosotros es muy importante que la gente de la zona se sienta identificada y orgullosa de su club».

Entre los equipos de fútbol popular es habitual que haya grupos de trabajo dedicados en exclusiva a la función social del club. Estos departamentos son los encargados de organizar actos y eventos como, por ejemplo, recogidas de materiales y alimentos o charlas sobre temáticas de diversa índole. Además, estas áreas colaboran con otros colectivos de la ciudad, como plataformas antidesahucios o ecologistas, asociaciones de personas con algún tipo de discapacidad o bancos de alimentos, entre otros.

Miguel Ángel Sandoval, presidente del Unionistas CF, argumenta que el fútbol tiene que trascender más allá de lo meramente deportivo. «Los clubes tradicionales llevan a cabo alguna acción de este tipo, como visitar hospitales, pero creemos que se puede hacer mucho más», puntualiza el dirigente del conjunto salmantino, que hace lo posible para que su apoyo al tejido social sea permanente: «En cada partido intentamos realizar una acción social de ayuda a los distintas asociaciones de Salamanca. Es una forma de devolver a la ciudad lo que nos da».

«Luchamos para que la gente no se quede en casa viendo al Barça y al Madrid, sino que tenga un extra de un equipo que juega al lado de casa, que tiene cantera y que defiende unos valores sociales que repercuten en la sociedad», comentan desde el Ciudad de Murcia, recalcando: «No hay nada mejor que ver a un chaval que venga con una camiseta del equipo con una sonrisa y le pida la foto a un jugador. Tenemos que trascender a los resultados deportivos».

“Al defender determinados puntos de vista, te estás limitando»

La principal dificultad para el fútbol popular es la obtención de ingresos. En especial, en lo relativo a conseguir un buen patrocinio. “Al no querer convertirte en una sociedad anónima, defender determinados puntos de vista y no aceptar determinados patrocinios, te estás limitando», explica Abejón.

Cuenta que en Atlético Club de Socios existen «ciertas limitaciones» a la hora de firmar una cuerdo de este tipo: «No vale cualquier patrocinio con nosotros. No vamos a venderle a nadie el derecho a decidir sobre nuestro club».

La contraparte: la precariedad y el trabajo voluntario, vital para el funcionamiento de estos clubes, que en muchos casos no pueden asumir el pago de nóminas. Según la categoría, son los propios futbolistas los que pagan su ficha, o parte de ella, para que el club pueda afrontar los gastos de la temporada. Por ejemplo, un equipo como el Atlético Club de Socios, recién ascendido a Preferente, maneja un presupuesto anual que ronda los 30.000 euros.

El Unionistas, uno de los equipos de accionariado popular con mayor reconocimiento, también señala el aspecto económico como el principal obstáculo, pese a contar con un patrocinio fuerte. «Tenemos a los trabajadores dados de alta, ya sean jugadores o personal. Es su trabajo y tienen que tener un sueldo», sostiene el presidente del club, que recalca sobre en el mercado de fichajes: «Hay equipos que hacen ofertas por encima de sus posibilidades. Nosotros somos un club serio y pagamos lo que prometemos, aunque tengamos un límite más ajustado. Si no, tendríamos problemas a final de temporada… Y cuando hay deuda se adultera la competición».

«Más que por el modelo, tuvimos dificultades porque éramos gente muy joven en un mundo en el que nadie baja de los 50 años. Nosotros teníamos 20 o 25 y nos miraban como bichos raros cuando íbamos a reuniones», recuerda el presidente del Ciudad de Murcia, que celebra que el fútbol popular «se ha extendido». También apunta a la búsqueda de patrocinadores: «Es muy complicado, no somos gente que venga del mundo de la empresa y tenga contactos».

No obstante, por ahora el movimiento del fútbol popular se limita a una docena de experiencias. «Es un modelo de gestión que conlleva mucho trabajo y esfuerzo», reconocen en el Ciudad de Murcia: «Lo fácil es tirarte en el sofá, que llegue el empresario y limitarte a ver los partidos. Pero cuando eso no existe, tienes que tomar otro camino».

Abejón añade que «seguramente haya más» equipos con valores similares a los clubes de accionariado popular que los citados, «pero no son activos en los encuentros o no se reconocen a sí mismos como parte de este movimiento». «Hay muchos clubes profesionales de Segunda B que están constituidos como sociedades anónimas deportivas pero funcionan de forma democrática y horizontal», explica, a lo que puntualiza: «El fútbol popular no es una fórmula mágica societaria, sino una serie de clubes que intentan plasmar la democracia, la transparencia, la responsabilidad en la gestión y la sostenibilidad, como sus guías».

Una comunidad de futboleros

«Estamos formando una pequeña comunidad alternativa que nos representa y queremos seguir trabajando en ella», explican desde el Ciudad de Murcia. Frente a la competitividad intrínseca del fútbol profesional actual, ellos destacan: «Entre nosotros no hay envidias ni hermetismo: lo compartimos todo. Cuantos más clubes de fútbol popular consigan hitos, más orgullo sentiremos».

De hecho, desde hace cinco años se organiza un encuentro anual para compartir experiencias sobre fútbol de accionariado popular. «Es una forma de intercambiar conocimientos, de conocernos, hablar de cómo promocionar el modelo», comenta Abejón sobre el evento, que este año se ha celebrado en Tarragona.

Más allá de los éxitos deportivos, los precursores del fútbol popular tienen claro su objetivo: «Al final te sientes más orgulloso de esto que de un club que va detrás de un empresario. El tiempo nos acabará dando la razón».