Archive for septiembre 2016

España, tierra de Platero

30 septiembre, 2016

Fuente: http://www.rafaelnarbona.es

platero carlos guijarro

Somos muchos los que no nos identificamos con el toro de Osborne, ondulándose en la bandera de España. El toro es un herbívoro de indudable belleza, pero su final trágico en el albero, vomitando sangre y con unos ojos ardientes de pena, es un símbolo de la España Negra, con su carga de crueldad, atraso e intolerancia. Saber que poetas como García Lorca, Alberti, Bergamín o Rafael Morales escribieron meritorios poemas sobre la tauromaquia, no mitiga mi rechazo hacia un espectáculo bárbaro e inhumano. El marqués de Sade es un brillante prosista, pero cuando exalta la tortura y el asesinato su literatura se despeña por el mismo abismo que sedujo a Ezra Pound, Louis-Ferdinand Céline y Pierre Drieu La Rochelle, tres conocidos apologistas del nazismo. El talento y la insensibilidad pueden convivir sin estorbarse, cuestionado la supuesta equivalencia entre verdad y belleza. García Lorca era un poeta extraordinario, con una personalidad cautivadora y un final particularmente dramático, pero su pasión por los toros es un discutible tributo a un casticismo rancio y umbrío.

La penumbra moral aparece donde menos lo esperamos. Podríamos decir lo mismo del patriotismo, un sentimiento que se presta a las peores manipulaciones.España es patrimonio de todos, pero los sectores más conservadores han secuestrado el sentimiento nacional, asociándolo a sus valores. El principio básico de un país democrático consiste en ampliar derechos, no en violarlos o restringirlos. Es una triste paradoja que las leyes españolas penalicen el maltrato de los animales domésticos y toleren las fiestas populares, afirmando que son una expresión de nuestra tradición. Evidentemente, es un argumento falaz, pues ¿qué clase de tradición puede justificar el martirio de seres vivos, con un sistema nervioso central, capaz de experimentar emociones complejas, como el pánico, la angustia o la depresión?

La tradición no es un sinónimo de atavismo, sino de excelencia. Sólo un insensato puede identificar la tradición española con la carnicería que acontece en una plaza de toros. Nuestra tradición nos proporciona ejemplos de ternura y humanidad que deberían constituir nuestra seña de identidad. Platero y yo se publicó en 1914 y, para muchos, simboliza esa otra España que los caciques, los espadones y el clero combatieron con ferocidad. En algún lugar he leído que a Juan Ramón le gustaban los toros, pero en Platero y yo cuando la fiesta llega a Moguer, el poeta, siempre generoso con los niños, se niega prestarles su burro para pedir las llaves de la plaza. Poco después, se dirige a Platero y le comenta: “…mientras diestros y presidentas se estén vistiendo, tú y yo saldremos por la puerta falsa y nos iremos por la calleja al campo, como el año pasado…”. En otro pasaje, habla de un toro huido y celebra su libertad: “En una polvareda, que el sol que asoma ya, toca de cobre, el toro baja, entre las pitas, al pozo. Bebe un momento, y luego, soberbio, campeador, mayor que el campo, se va, cuesta arriba, los cuernos colgados de despojos de vid, hacia el monte, y se pierde, al fin, entre los ojos ávidos y la deslumbrante aurora, ya de oro puro”. No parecen las palabras de un enamorado de la tauromaquia.

Yo sólo he asistido a una corrida. En los ochenta se puso de moda el toreo. Algunos corifeos de la Movida, con plaza de filósofos, ensalzaban a Antoñete, al que definían como clásico, castizo, telúrico y solar. Yo vi una faena de Curro Romero. Mis compañeros de universidad me aseguraron que era un artista, con esa inspiración andaluza que evoca los grandes logros de la cultura mediterránea. La inspiración de Curro Romero consistió en clavar el estoque en el costado del toro, mientras pasaba a su lado corriendo, con la cara desfigurada por el pánico. El pobre animal necesitó catorce descabellos para morir entre abucheos y almohadillazos dirigidos al matador.

¿Ese brutal y bochornoso espectáculo expresa la esencia de lo español? Creo que no. De hecho, atrocidades semejantes -peleas de perros, peleas de gallos, animales salvajes sometidos a palos en circos ambulantes- son moneda corriente en casi todas las latitudes y sólo reflejan la iniquidad del ser humano con el resto de las especies. Si Kant no se equivocaba y existe un progreso moral hacia lo mejor, el especismo algún día nos producirá la misma repulsa que el racismo o el machismo. Platero y yo -una indiscutible obra maestra de la literatura universal- es la plasmación de una España que reivindica el humanismo renacentista, el erasmismo cervantino, la espiritualidad sincera de Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, la reforma del derecho de gentes impulsada por Bartolomé de las Casas y Francisco de Vitoria, el romanticismo liberal de Espronceda, la tradición republicana de Pi y Margall, el krausismo, la pedagogía de Giner de los Ríos, las Misiones Pedagógicas y la Edad de Plata, que despunta en 1902 y muere en 1936. La guerra civil malogró la modernización de nuestro país, pero nada ha podido borrar ese legado. Platero y yo es una lección de ética y delicadeza en un país que sigue ahorcando galgos y arrojando pavas o cabras desde campanarios.

Juan Ramón ama su Moguer natal, pero no oculta el sufrimiento de los animales, los niños, los locos y los pobres. Al observar a Platero -“tierno y mimoso igual que un niño, que una niña…”-, se pregunta qué suerte habría corrido, “si en vez de caer en mis manos de poeta hubiese caído en las de uno de esos carboneros que van, todavía de noche, por la dura escarcha de los caminos solitarios, a robar los pinos de los montes”. Afortunadamente, Platero “tiene una cuadra tibia y blanda como una cuna” y cuando muera, sus restos no irán “a la marisma inmensa, ni al barranco del camino de los montes, como los otros pobres burros, como los caballos y los perros que no tienen quien los quiera”. El poeta le ha reservado otro destino. “Vive tranquilo, Platero. Yo te enterraré al pie del pino grande y redondo del huerto de la Piña, que a ti tanto te gusta”. De ese modo, “todo el año los jilgueros, los chamarices y los verderones te pondrán, en la salud perenne de la copa, un breve techo de música entre tu sueño tranquilo y el infinito cielo de azul constante de Moguer”.

Yo vivo en las afueras de un pueblo de Madrid. Mi casa linda con la estepa castellana y todos los años escucho los escopetazos de los cazadores, con sus jaurías de perros. Es un espectáculo tan ridículo como repelente, pues se movilizan recursos desproporcionados para abatir a conejos, avutardas o perdices. Los perros a veces son transportados en los maleteros de los coches y, al final de la temporada de caza, muchos son abandonados, en ocasiones con signos de maltrato. No hablo de oídas, pues he recogido varios perros con el terror en los ojos, profundamente traumatizados por vivencias que no puedo ni imaginar.

Los perros de los pastores de ovejas no son mucho más afortunados. Sucios y desastrados, las pulgas y las garrapatas forman auténticas colonias en su piel. Y, ¿qué puedo decir de los galgos? Todos los años los veo correr y siento escalofríos al pensar que su esperanza de vida raramente sobrepasa los tres años, pues, apenas declinan sus dotes atléticas, sus desalmados propietarios los ahorcan, los arrojan a pozos o los matan a tiros.

Parece imposible que en la España de 1914 un poeta transformara a un burro en protagonista de un libro de prosa poética, pero no fue un algo casual. Juan Ramón escogió a un ser menospreciado, humillado, escarnecido y explotado para manifestar su amor hacia los más humildes y desamparados. Es famosa su lección de “asnografía”, aclarando que asno no es sinónimo de necio: “¡Pobre asno! ¡Tan bueno, tan noble, tan agudo como eres! […] Paciente y reflexivo, melancólico y amable, Marco Aurelio de los prados…”. Creo que el toro de Osborne debería ser reemplazado por un burro, pues el poeta no se equivocaba al escribir: “¡Si al hombre que es bueno deberían decirle asno! ¡Si al asno que es malo deberían decirle hombre!”. Me gustaría ver en la bandera de España a un burro como Platero. No sucederá hasta que la sociedad española comprenda que su alma está en la palabra de sus poetas y no en ritos de un pasado que debería hundirse en el olvido.

caballo de nietzsche

RAFAEL NARBONA

Publicado en El caballo de Nietzsche, blog del periódico El diario. Si quieres leer el enlace original, pincha aquí.

Matar a un refugiado

29 septiembre, 2016

Fuente: http://www.eldiario.es

Los líderes mundiales se reúnen en la primera cumbre sobre migrantes y refugiados pero posponen hasta 2018 la firma de un acuerdo global. No tienen prisa. Son los pobres de las bodegas los que se están ahogando. Arriba sigue tocando la orquesta.

19/09/2016 – 19:41h

Publicadas las memorias del cura ultraliberal que justificó el asesinato de religiosos

28 septiembre, 2016

Fuente: http://www.elplural.com

Portada libro "Memorias de un cura exaltado"
Presenta a Fernando VII como un rey «aguijoneado por frailes, monjas, sacristanes, canónigos fanáticos…»
ELPLURAL.COM Dom, 20 Mar 2016

El cura Antonio María García Blanco, uno de los catedráticos fundadores de la Universidad Central de Madrid y diputado en Cortes, fue un liberal tan exaltado que justificó la quema de conventos y la matanza de frailes de julio de 1834, según consta en sus memorias, que se han publicado en edición crítica.

«Memorias de un cura exaltado (1800-1889)» (Alfar) es el título que el profesor de la Universidad de Sevilla Manuel Moreno Alonso, experto en el Liberalismo español y biógrafo de Napoleón y de José Bonaparte, además de autor de numerosos estudios sobre Blanco White, ha puesto a esta obra, de la que ha dicho a Efe que supone un recorrido «de primera mano por casi todo el XIX español».

Maestro de dos presidentes de la Primera República, Salmerón y Castelar, García Blanco fue de un liberalismo que, según Moreno Alonso, «no podía ser más exaltado» ya que ante el incendio de conventos y la matanza de frailes registrada el 16 y el 17 de julio de 1834 en Madrid y otras ciudades españolas «no dudó en justificarlas» porque en su opinión las víctimas «actuaron antes como frailes que como religiosos». Los religiosos asesinados en la revuelta liberal murieron, según García Blanco, «sin predicar de acuerdo con el Evangelio y sin hacer de mediadores entre el pueblo y la tiranía».

Enemigo acérrimo del absolutismo monárquico, García Blanco «rechazó de plano el peligro de que los eclesiásticos, y particularmente el clero regular, formaran un estado dentro del Estado», en lo que empeñó sus principales actuaciones políticas, según Moreno Alonso. En sus memorias, presenta al rey Fernando «aguijoneado por frailes, monjas, sacristanes, canónigos fanáticos, generales de las Órdenes y palaciegos inverecundos».

Liberal exaltado

El suyo, según Moreno Alonso, fue «un liberalismo tan exaltado que lo mismo lo ponía de manifiesto en sus prédicas que en sus estudios filológicos (fue catedrático de Hebreo)», en uno de los cuales llegó a escribir:

«Culpa será y efecto de un Gobierno despótico, que parece ha temido a la luz , de un sistema de oscurantismo que nos ha cubierto de oprobio y de ignorancia; de una circunstancia particular que parecía haber cortado relaciones con todo lo que conduce a saber , con la ilustración, con la claridad, con la verdad y con el orden».

Anticlerical

En su tarea anticlerical, García Blanco, natural de Osuna (Sevilla), no fue el único eclesiástico, ya que «desde la guerra contra los franceses, entre las propias filas del clero surgió una corriente muy poderosa, de carácter radical, en contra de los abusos y para reformar la situación en que se encontraba la iglesia y, en particular, el clero regular», ha explicado Moreno Alonso.

García Blanco fue «partidario de la igualdad de todos los individuos» y «del sostenimiento por el mismo pueblo de las instituciones que lo vinculaban a la revolución» que consideraba una «prioridad del servicio a la nación», ha añadido.

Durante la Primera República fue una figura tan reconocida que fue designado para encabezar la representación española en la Exposición Universal de Viena de 1873, en la que llegó a encontrarse con el emperador Francisco José en el palacio de Schonbrun.

Maestro de Menéndez Pelayo

García Blanco también fue maestro de Menéndez Pelayo, quien le dedicó capítulo, como hizo Blanco White, en su «Historia de los heterodoxos españoles» y no precisamente como herético, sino queriendo disculparlo al afirmar que no le resultaba grato «amargar su cansada vejez con el recuerdo de los desvaríos políticos de sus mocedades» -algo que no comparte Moreno Alonso por sostener que el cura liberal dejó que aquellos «desvaríos» le acompañaran hasta el día de su muerte.

La edición crítica efectuada por Moreno Alonso, que también es uno de los principales especialistas en la Guerra de la Independencia y en el Cádiz de las Cortes, consta de casi 600 notas a pie de página, además de las casi doscientas páginas de la introducción.

“Lemoiz es una metáfora de la Transición vasca”

27 septiembre, 2016

Fuente: http://www.eldiario.es

En 1976, la Comisión de Defensa de una Costa Vasca No Nuclear convoca la primera marcha legal tras la muerte de Franco

La incertidumbre rodea el futuro de la central de Garoña, mientras que el complejo de Lemoiz se cae a pedazos

Concentración frente a la central nuclear de Lemoiz, en 1979. Foto: Archivo personal de Jonan Zinkunegi

La dictadura de Franco se queda atrás y los partidos políticos aún no se han legalizado, es el momento de salir a reivindicar derechos. 29 de agosto de 1976, entre Plentzia y Gorliz las calles envuelven una masa de gente descontenta reunida por una lucha común: una costa vasca limpia. Se trata del nacimiento del movimiento antinuclear en Euskadi con lemas como: ‘Por una costa vasca no nuclear’,  ‘Por un control público de nuestro medio ambiente’,  ‘Por una participación pública en el diseño de nuestro Pueblo’.

Este 2016 se cumplen cuatro décadas desde la primera manifestación antinuclear vasca: la marcha en contra de la central de Lemoiz, también conocida como la central fantasma, que nunca llegó a ser abierta. El movimiento antinuclear reivindicaba la paralización del proyecto eléctrico nacional aprobado durante la dictadura de construir cuatro centrales nucleares en las localidades de Deba (Gipuzkoa), Tudela (Navarra), Ispaster y Lemóniz (Bizkaia). Solo quedó la de Lemoiz, situada a 15 kilómetros de Bilbao, en la zona conocida como la Cala de Basordas. Iberduero (Iberdrola) se hizo cargo de la construcción de la central, que fue iniciada sin el consentimiento legal necesario.

Sabino Ormazábal, un activista que participó durante los años 70 y 80 en el movimiento por el medio ambiente, cuenta a eldiarionorte.es: “Fue muy difícil lograr que la marcha se hiciera, no concedían los permisos reglamentarios. Luego ya se creó la Comisión de Defensa de una Costa Vasca No Nuclear.” El acto fue convocado por la Comisión y fue una de las primeras protestas toleradas por las autoridades tras la muerte de Franco.

Las obras de la central de Lemoiz, en 1980. Foto: Archivo personal de Jonan Zinkunegi

Las obras de la central de Lemoiz, en 1980. Foto: Archivo personal de Jonan Zinkunegi

La marcha recogía alrededor de 50.000 personas, pero Sabino Ormazábal afirma que se trató de “una transformación”. Según cuenta el activista antinuclear el acto “derivó en una marcha por otras cuestiones ecologistas, se convirtió en muchas otras luchas”. Cada cual luchaba desde su posición: algunos por el medio ambiente, otros por política y otros por ser vecinos y no querer una central nuclear al lado, por propia seguridad. Para Raúl López Romo, historiador, escritor del libro ‘Euskadi en duelo’ (historia de la central de Lemoiz y miembro de la Fundación Centro para la Memoria de las Víctimas del Terrorismo, “Lemoiz es una metáfora de la Transición vasca”. También defiende que “la instalación de la central nuclear fue el detonante, la gente aprovechó el momento para expresar lo que antes no pudo. Sacaron ikurriñas, cantaron a la izquierda abertzale.”

ETA contamina la lucha pacífica

Lo que no se supo es lo que pasaría después. La gente no imaginó que, sobre todo desde 1978, la principal actriz de la lucha, y esta vez no pacífica, sería la organización terrorista ETA. Raúl López afirma: “El motivo por el que ETA ataca es la independencia, los atentados en Lemoiz eran adornos, no era un plan calculado.” El historiador dice también que  “a la gente cada vez le costaba más participar en las protestas cuando ETA tomaba tanto protagonismo.”

En 1978, la Comisión de Defensa convoca una segunda marcha, esta vez más abundante. Ese mismo año ETA mata a tres obreros de la central con una bomba. En febrero de 1981 secuestran y luego matan a Ryan Estrada, el director del proyecto. En 1982, Ángel Pascual, sustituto de Ryan, es asesinado al salir de su casa. Raúl López sostiene: “Los asesinatos fueron determinantes para la paralización de la construcción de la central nuclear. Produjeron terror entre los trabajadores, quienes sabotearon el proyecto desde dentro”.

Protesta en Bilbao contra la construcción de Lemoiz, en 1981. Foto: Archivo personal de Jonan Zinkunegi.

Protesta en Bilbao contra la construcción de Lemoiz, en 1981. Foto: Archivo personal de Jonan Zinkunegi.

Julen Rekondo, especialista medioambiental y ganador del Premio Nacional de Medio Ambiente de 1998, no está de acuerdo: “Muchos pensaron que fue una lucha monopolizada por ETA, pero no fue así, hubo muchos momentos liderados por los activistas pacíficos en los que no estaban ellos. En los comités de la organización había gente importante cuya denuncia y protesta tenían peso.”

¿Qué queda?

La central fue declarada en moratoria nuclear en 1984, durante la legislatura del gobierno socialista de Felipe González. El propietario sigue siendo Iberdrola, pero aún no se sabe qué pasará con el complejo. Desde su cierre se han barajado ideas, como utilizarlo de parque temático para la energía o convertirlo en una piscifactoría, pero nada a nivel legal o administrativo.

“Lemoiz es una central en ruinas, no queda nada”, confirma Carlos Alonso, abogado mediombiental y portavoz de Ekologistak Martxan, “Hace menos de un mes hicimos una marcha en Ekologistak Martxan desde Bilbao hasta Lemóiz, en homenaje a los 40 años de la primera manifestación antinuclear de 1976, y no apareció nadie. Está en un estado de total abandono”.

Marcha contra la central, en 1976. José Allende, Chillida y José Ramón Recalde entre otros, forman parte  de la Comisión de Defensa. Foto: José Allende

Marcha contra la central, en 1976. José Allende, Chillida y José Ramón Recalde entre otros, forman parte de la Comisión de Defensa. Foto: José Allende

Pero la incógnita no solo persigue al proyecto en Lemoiz, también persigue a Garoña. No se sabe qué ocurrirá con la central, paralizada desde 2012. Fue inaugurada en el año 1970. “Tener eso abierto era una temeridad”, recuerda Julen Rekondo. “Garoña no suponía tanta potencia como la que hubiera supuesto Lemoiz, pero sí era muy peligrosa”.

La batalla vasca contra la energía nuclear y a favor de una costa limpia parece haber menguado hasta casi desaparecer. “Ahora la movilización es escasa. No se puede comparar aquellos tiempos a los de ahora. Entonces se mezclaba el sentimiento antinuclear con el sentimiento de lucha por las libertades democráticas, era un momento de efervescencia política en pleno franquismo”, recalca Rekondo.

Así explica Disney la desigualdad social: los ricos tienen problemas y los pobres son felices

25 septiembre, 2016

Fuente: http://www.eldiario.es

Un estudio de la Universidad de Duke concluye que las películas de Disney sobrerrepresentan la riqueza, banalizan la pobreza y hacen ver que el ascenso económico depende solo del esfuerzo personal

En ‘Aladdin’ se pone a la misma altura los problemas del protagonista, que roba comida para sobrevivir, con los de la princesa, aburrida por no tomar sus propias decisiones en su vida palaciega

Una de las autoras del estudio alerta sobre la perpetuación de los mitos desde la niñez gracias a estas populares películas

Foto de la serie ‘Princesas caídas’ de la fotógrada Dina Goldstein.

En las películas de Disney, de los 67 personajes considerados como principales 38 encajarían en la clase alta, 11 en la clase trabajadora y tan solo tres serían considerados ‘pobres’, con Aladdin como principal representante de este colectivo en el universo animado. Un estudio publicado por investigadores de la Universidad de Duke hace este análisis sobre representación de la pobreza y desigualdad en estos filmes infantiles. Si nos ciñéramos a lo que vemos en estas películas y lo trasladáramos a la realidad, entenderíamos que: ser pobre no es un gran problema, trabajar es algo que siempre te hace feliz y, si eres una buena persona (o guapa) además de ambiciosa, llegarás a ser rico, porque la clase alta siempre te hará un hueco.

Analizar cómo muestra Disney a la sociedad no es algo nuevo en el mundo académico. Ariel Dorfman, en su libro ‘Para leer al Pato Donald’ desgrana los argumentos con los que concluye que el universo Disney ayuda -y mucho- al sustento del sistema capitalista, transmitiendo sus mensajes y valores en todos los niveles sin plantear perspectivas alternativas. También se ha relacionado a las películas del gigante de animación con la sociedad heteropatriarcal y la perpetuación de roles de género machistas.

Pero volviendo al enfoque socioeconómico, la sobrerrepresentación de la riqueza en estos cuentos es epecialmente llamativa, con personajes de dinero infinito como el Tío Gilito o princesas en castillos bañados de lujo como la Elsa de ‘Frozen’. La coordinadora del proyecto de investigación, Jessi Streib, tiene claro el mensaje que lanzan, y es la idealización de estas situaciones: «la desigualdad es benigna». Streib lamenta que se perpetúen los mitos alrededor de la desigualdad social a través de los ojos de los niños. En España,  un 30% de los niños (alrededor de 2,5 millones) viven en «riesgo de pobreza».

Un vistazo a algunas de las películas más emblemáticas de la factoría Disney, de las más antiguas a otras de nuestros días, muestran como en casi ochenta años de historia la percepción de estos amables dibujos prácticamente no ha variado.

Blancanieves y los siete enanitos

En la película de 1938, los pequeños amigos con los que convive la princesa acuden puntualmente a su cita laboral en una mina de diamantes como si fuera una de las tareas más divertidas del mundo. Ver a Gruñón, Feliz, Tímido y Mocoso cavar bajo las órdenes de Sabio mientras canturrean contrasta con la realidad traumática de lo que supone un trabajo así, especialmente en los yacimientos donde realmente hay diamantes: en África.

Por ejemplo, en este reportaje interactivo de la NBC se puede comprobar que la realidad dista mucho de lo mostrado en las historias de Disney. Ahí, los enanitos cada mañana salen cantando y silbando felices para volver de la misma forma sin un ápice de cansancio en sus cuerpos porque, según ellos mismos cantan, «es lo que nos gusta hacer».

El estudio critica esta visión idílica del trabajo, más cuando se trata de uno de los más criticados e inseguros del mundo. Además, es llamativo el contraste entre estos dos mundos, con los enanitos mineros atendiendo a la aristocrática Blancanieves que, encima, es la que tiene un problema por ser buena y bella.

Aladdin

Equiparar los problemas de las personas ricas y personas pobres es otro de los aspectos que señala el estudio como perjudiciales, un mensaje equivocado directo a las mentes de los más pequeños. En Aladdin la comparación es muy clara. El joven protagonista, pobre hasta el punto de tener que robar comida para sobrevivir, se enamora de la princesa Jasmine, aburrida de su vida palaciega.

Cuando se conocen y comparten sus historias y los sentimientos que les generan, ambos concluyen que se sienten «atrapados», uno por la pobreza y la otra por el poco espacio para tomar sus propias decisiones como «donde ir y cómo vestir». El estudio critica que se esté poniendo a la misma altura un problema de supervivencia con otro de gestión de la riqueza, minimizando así las dificultades derivadas de las cuestiones económicas.

Lo cierto es que situaciones de desigualdad social extrema como la que se representa en la película  Aladdín, acarrean cualquier cosa menos felicidad. Dos investigadores de Oxford y de la London School of Economics  han estudiado la relación entre desigualdad y felicidad para concluir que cuando una sociedad tiene brechas tan importantes, es en su conjunto mucho más infeliz.

Frozen

El caso del último gran boom de la factoría Disney sigue el patrón de otras películas que tienen como protagonista común a una mujer de clase alta, en este caso Elsa. Una vez más, desde el personaje principal -siempre con sus joyas- al resto de personajes de Frozen viven rodeados de riqueza, en grandes castillos y con vidas idílicas trufadas por grandes bailes, coronaciones y fastuosos paisajes.

Los problemas que les rodean tienen encaje en su clase socioeconómica, al estilo ‘pobres niñas ricas’. Con un estereotipo claramente nórdico, la idealización de estas vidas en las películas  suele ser criticada por la falsa imagen que transmiten en países con realidades muy distintas donde se visualizan estos filmes. Al menos, Frozen ha sido declarada como uno de los  pocos personajes femeninos no estereotipados en términos de género.

Ratatouille

A todos nos divirtió y emocionó la historia contada en  Ratatouille, como la rata Remy cumplía su sueño de ser chef, aunque fuera de una manera algo disparatada manejando a una persona que no se caracterizaba por su habilidad y destreza. No obstante, los orígenes de Remy muestran una familia pobre, que vive en el alcantarillado pero cuyas referencias a la pobreza están basadas solo en la mala calidad y sabor de la comida. De nuevo, la felicidad en el mundo de la pobreza se vuelve a representar como algo habitual, alejado del sufrimiento, de una forma banal.

Sin embargo, como explicaba en este medio el sociólogo Pablo Gracia, «en las sociedades postindustriales el origen social tiene un peso determinante sobre indicadores básicos de bienestar, como son el nivel educativo, la ocupación, el salario o la salud» y es casi imposible salir del estrato social asignado por la familia en la que se nade. «La reproducción de la desigualdad social tiene costes importantes […] Un país donde los grupos desfavorecidos no tienen las mismas oportunidades que los grupos privilegiados presenta claros déficits democráticos y de justicia social».

Así, la movilidad social se mide por el origen de «cuna» y no por la meritocracia,explican en Piedras de Papel. La exitosa historia de éxito de Ratatouille es casi imposible en la escalera social actual.

Cars

Esta película, en la que los coches toman vida, gira en torno al conocido Rayo McQueen. La desigualdad económica se muestra en el personaje Sally que [ojospoiler] termina enamorada del protagonista. Sally abandona una próspera vida de abogada por el estrés laboral que le produce y se traslada al pequeño pueblo de clase trabajadora, donde se concluye que la vida es mucho más fácil que en la ciudad cobrando una nómina importante. Para las autoras del estudio, surge aquí la equiparación de los problemas de los ricos y los pobres, llegando incluso a insinuar que la vida de pobre es la mejor. La realidad de la  mujer en medio rurales mucho menos idílica que la que representa la película.

El Tío Gilito

Un clásico del mundo Disney es el Tío Gilito, familiar del Pato Donald. Nunca ha destacado por su simpatía y, aunque en la factoría de animación nos hayan dicho que para llegar a rico hay que ser buena persona, nada en montañas de dinero que tiene almacenado. El signo del dólar se repite allá por donde va, independientemente del contexto en el que se encuentre y aunque aparezca junto a personajes como su propio sobrino, al que no se puede considerar rico precisamente.

El Tío Gilito, cuya existencia se basa en acaparar más y más riqueza, guarda paralelismos con las grandes fortunas españolas que aumentan año tras año, llegando a cifras mareantes. Aunque en cierta forma en Disney -que no se caracteriza por un humor especialmente irónico- parodian esta acumulación de riqueza, es una de las cuestiones que más problemas está causando en la sociedad actual. ONG como Intermón Oxfam llevan años advirtiendo de las graves consecuencias de la acumulación de riqueza en unos pocos, y organismos como el FMI avisan de que este desigual reparto lastra el crecimiento.

Perlas informativas del mes de agosto 2016

23 septiembre, 2016

Fuente: http://www.eldiario.es

Una nueva recopilación de anécdotas, manipulaciones y curiosidades aparecidas en los medios de comunicación durante el pasado mes de agosto

Tuit Javier Solana

Tuit Javier Solana

Banderas del PT

Una manifestación en Brasil “contra la clase política” decía el informativo de mediodía de Antena3 el 6 de agosto. Pero en las imágenes los manifestantes portaban banderas del PT, el partido de Dilma Rousseff. Están denunciando el golpe de Estado contra su presidenta elegida en las elecciones.

¿Odio a Israel?

Así titula y subtitula El País el 9 de agosto : “Cuando el odio a Israel se cuela en las universidades alemanas”, “En una escuela superior de Hildesheim, una profesora transmite una imagen del Estado judío alimentada por el antisemitismo”. Leemos la noticia y se refiere a un seminario para futuros trabajadores sociales titulado: “La situación social de los jóvenes en Palestina”. Y entre los temas de las clases indicados en el programa del seminario se incluyen “La catástrofe palestina / La limpieza étnica en Palestina”, o “La primera y la segunda Intifada”. Y se incluyen comentarios como que “Los palestinos son tratados como si no fuesen seres humanos… A los palestinos se les trata como basura” o contra “El muro el apartheid israelí”, con aclaraciones como: “Este muro es un instrumento del terror”. También se explica la “Violencia militar creciente, suicidios, violencia sexual, militarización de la sociedad desde la etapa preescolar, abandono de los miembros más débiles de la sociedad y aumento de la violencia letal contra las mujeres israelíes”. Pues bien, ¿dónde está el odio al país llamado Israel o el antisemitismo para que un seminario de una ciudad alemana con la mitad de habitantes que Albacete sea noticia internacional? ¿Los que criticaban el muro de Berlín en Alemania también eran antialemanes y fomentaban el odio?

Con yihadistas y contra yihadistas

Cómo conseguir que usted no entienda lo que pasa en el mundo ( tuit de Miky): “EE.UU. quiere armar al Gobierno libio que lucha contra Daesh” ( ABC, 16-5-2016), “Americanos, saudíes y cataríes envían ayuda militar masiva a los yihadistas de Alepo” ( Público, 10-8-2016). O quizás sirva para entender cuándo interesan los islamistas y cuándo no.

Una afroamericana

Una estadounidense gana una medalla de oro en natación en las Olimpiadas y la prensa de su país titula que el nadador Michael Phelps comparte una noche histórica con una afroamericana.

Comparte medalla con una afroamericana

Comparte medalla con una afroamericana

Pobreza y BigMac

La pobreza afecta a uno de cada tres argentinos tras llegada del neoliberal Mauricio Macri a la presidencia ( La Jornada, 12 de agosto) pero la prensa española lo que cuenta es que en Venezuela no hay pan para el BigMac.

Cien euros

El 16 de agosto El Mundo publica un reportaje sobre lo difícil que es sobrevivir en Venezuela y recoge varios testimonios. Entre ellos, el de un joven periodista de 27 años que dice: «Hace poco gané 100 euros por haber escrito una crónica acerca de una cola de 11 horas que hice para comprar dos paquetes de harina y un aceite, la cola más rentable de mi vida. Ese dinero también es para el pasaje». Pues ese caso muestra que allí pagan a los periodistas más que aquí y que incluso sale bastante rentable escribir contra ese gobierno que dicen que censura.

Terrorista en occidente

“Los rebeldes cercan los barrios de Alepo controlados por Al Assad” titula el diario ABC el 8 de agosto. “Los rebeldes sirios reanudan su ofensiva contra dos bastiones militares en el oeste y el sur de Alepo”, dice Europa Press el 14. El propio ABC reconoce que los que llama rebeldes están liderados por Al Qaida. ¿A los de los atentados de las torres gemelas y de Atocha también les llamaron “rebeldes”? ¿O solo se convierten en terroristas cuando matan a occidentales?

Democracia israelí

Mientras seguimos escandalizados por el fundamentalismo islámico nuestros socios militares y políticos en Israel tienen a sus ultraortodoxos que no permiten a las mujeres salir en la prensa ni sin velo ni con velo. Aquí la forma en que sacan a Hillary Clinton el 15 de agosto. Lo cuentan con detalle la agencia Ap el 25 de agosto.

La candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton

La candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton

Vuelve Venezuela

La prueba de que vamos a terceras elecciones es que ya aparece Venezuela en la prensa. “Maduro purga a altos cargos que avalan el referéndum revocatorio”. Así denuncia El País el 24 de agosto, denominando «purga», que el gobierno de Venezuela cese libremente a los altos funcionarios de confianza que designó libremente (los de libre designación). ¿Alguien conoce en España a algún alto cargo ministerial de libre designación que esté pidiendo por escrito la dimisión de Rajoy y siga en su puesto?

Una semana después la policía venezolana arresta a un tipo con explosivos y El País el 30 de agosto titula «El Gobierno de Venezuela detiene a otro dirigente de la oposición».

Pascual Serrano es periodista. Su último libro es «Me dios democráticos. Una revolución pendiente en la comunicación» . Akal.

www.pascualserrano.net

Los 35 ejércitos más poderosos del mundo

22 septiembre, 2016

Fuente: http://www.utopiacontagiosa.org

Fuente:  RT

Advertimos, de antemano, que las estadísticas militares son muy engañosas porque los Estados se dedican a minusvalorar sus efectivos y sus gastos para no responsabilizarse ante sus ciudadanos del despilfarro militar que cometen en cada presupuesto anual.

Sin embargo, pueden orientarnos en algunos datos globales que sí pueden tener un cierto interés.

Imagen de rt.com

Pensamos que cualquier lector con juicio crítico habrá alucinado al ver la tercera columna:  personal militar disponible.  Suponemos que en los cientos y cientos de millones que ahí se calculan se contarán los militares en activo y, también, a los civiles que pueden ser movilizados en caso de guerra.  Como ven, primera duda que nos genera este gráfico.

También son cuestionables las dos primeras columnas en las que se clasifica a los países por su poderío militar.  Lo decimos porque España está en la posición 28, a pesar de ser la séptima exportadora de armas mundial.  Claro que si los datos que utilizan para hacer esta estadística son los presupuestos mentirosos que ofrece el Ministerio de Defensa, no nos extraña.  Pero, mucho nos tememos que muchos otros países están haciendo lo mismo y están disfrazando su gasto militar.  Por ello, esta clasificación es muy cuestionable.

¿Cuántos tanques, aviones militares, ojivas nucleares, portaaviones y submarinos puede haber en el mundo?  Esta es una pregunta que nos daría una primera aproximación sobre la importancia de la industria militar en el mundo.  Entre las 35 potencias militares del globo suman 77.505 tanques, 40.775 aviones de guerra, entre 17.025 y 17.185 ojivas nucleares, 22 portaaviones (aunque es reciente la noticia de que China ya tiene dos, por ejemplo) y 458 submarinos.

El despilfarro militar:  millones y millones de €, dólares, yuanes…, tirados a la basura con el pretendido objetivo de defendernos a los unos de os otros, pero con el objetivo cierto y solapado de agredir a los demás e imponer el imperialismo y nacionalismo propio.

Carta a quien no estudie Filosofía en Bachillerato

21 septiembre, 2016

Fuente: http://www.eldiario.es

Ana Cuervo Pollán es una estudiante de tercer curso de la carrera de Filosofía y dedica sus palabras a los alumnos de Bachillerato que no estudiarán la materia debido a la reforma educativa del Gobierno

«Filosofía ha perdido horas y se ha convertido en optativa, y sólo para algunas ramas, en otras, como en Ciencias, no se puede cursar ni como optativa», critica

Querida, querido: os escribo desde la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras donde estudio. Me rodean libros y estudiantes, compañeras de clase, y compañeros de las carreras de Humanidades. Leen y escriben con atención. Quiero que lo sepáis: si ahora os escribo desde este lugar es gracias a la escuela pública y más concretamente, a mis clases de Historia de la Filosofía, que, aunque me encuentre inaugurando el tercer curso de la carrera, las recuerdo vivamente con agradecimiento y nostalgia.

Querido, querida: este año no os preguntaréis cuál es el origen del Universo. Tampoco os hablarán de que existieron en la Antigüedad unos filósofos que, en esta facultad tan amante de palabras raras pero de ideas claras, denominamos presocráticos. No estaréis al tanto de la polémica entre Sócrates y los Sofistas. El debate entre lo natural y lo convencional –Physis y Nomos– no se os pasará ni por la imaginación.

No tendréis ni la más remota idea de por qué Platón propone una escisión entre el mundo sensible y el mundo de las Ideas. Tampoco sabréis que Aristóteles habla de cuatro virtudes y alaba los beneficios de la prudencia. Ni veréis el gran cambio que sufre el objeto de estudio de la filosofía cuando irrumpe en ella la patrística y el pensamiento cristiano. No sabréis de qué forma justifica Descartes la existencia del mundo como entidad real y no sólo como posible objeto de la imaginación. No sabréis que Hume critica con una agudeza asombrosa el concepto de causalidad. Bueno, ni siquiera, queridos, os plantearéis si en el mundo existen causas y efectos.

Tampoco veréis al viejo Kant y  su imperativo categórico. No lo veréis porque en el mundo que nos ha tocado, está prohibido que alguien os enseñe a tratar a las personas como fines y no como medios con los que satisfacer vuestros deseos. No estudiaréis a Marx, ¡ni por asomo estudiaréis a Marx! El PP necesita que os alienéis; no lo contrario. Y tampoco estudiaréis a Nietzsche.

Estos tipos  que os cito, cada uno con sus propios puntos de vista – a menudo enfrentados–, tuvieron la dichosa idea de procurar a la gente la capacidad de hacer un análisis crítico del mundo que nos rodea y  de cada sujeto para poder luchar por una sociedad más libre y justa; por eso, porque os quieren idiotas. Exactamente eso. Idiotas. (Tampoco os explicarán que ‘idiota’ es un término procedente del griego que designaba a aquel ciudadano que evitaba interesarse por asuntos sociales y políticos y en consecuencia, se hacía necesariamente  súbdito).

Querido, querida. Fracasamos. Pero aún hay una salida. Kant decía «razonad todo lo que queráis y sobre todo lo que queráis pero obedeced». Lo primero me convence, lo segundo no. Por eso yo, humildemente, invertiré la máxima. Queridos, queridas: para que os dejen razonar, para que no piensen por vosotros/as, para que no os conviertan, mediante una educación mediocre, en súbditos del capital y de la ignorancia, desobedeced. Desobedeced la Lomce.

Exigid tener Filosofía y más Filosofía en todas las ramas de Bachillerato. Leed. Pensad. Interrogaos. Preguntaos si todo esto tiene sentido. Leed, leed y leed. Invadid las clases de Filosofía. Negaos a cursar otra asignatura en su lugar. No hacen falta armas para derrocar a esta derecha neoliberal y enemiga del conocimiento. Sí desobediencia. Basta con que luchéis para que no os hagan definitivamente estúpidos/as; necesariamente idiotas. Razonad, y después desobedeced, porque lo que se os ordena, es que seáis rematadamente idiotas.

La historia perdida de los soldados demócratas en el ejército franquista

20 septiembre, 2016

Fuente: http://www.publico.es

La Unión Democrática de Soldados, una asociación clandestina, intentaba evitar los abusos de los mandos fascistas sobre los soldados de reemplazo y concienciar a las tropas de que no marchasen contra el pueblo en caso de golpe militar. Cuarenta años después de su creación, la democracia ha olvidado por completo su historia

El soldado, el órgano de expresión de la Unión Democrática de Soldados.

Portada de ‘El Soldado’, el órgano de expresión de la Unión Democrática de Soldados.

MADRID.- Aquellos que todavía recuerden los pequeños detalles de la Transición quizá conserven en su memoria a los miembros de la Unión Militar Democrática (UMD). Los úmedos fueron un grupo de oficiales dentro del propio Ejército franquista que se confabularon para facilitar la llegada la democracia y representar una oposición real a los mandos fascistas que amenazaban con volver a ocupar el poder.

Aunque aún desconocida por la mayoría, la historia de estos militares ha sido reconocida por las administraciones. Su ideario democrático y pacífico en las filas de unas Fuerzas Armadas entonces ensordecidas por el ruido de sables fue distinguida con la Cruz al Mérito Militar durante la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, a propuesta de su JEMAD, Julio Rodríguez.

Sin embargo, la UMD no fue el único movimiento en el interior del Ejército franquista que intentó propugnar valores de convivencia democrática en los cuarteles. Otra asociación clandestina, con una labor menos mediática —la UMD llegó a ofrecer ruedas de prensa en Francia— pero más expuesta al estar formada por soldados rasos, también se atrevió a desafiar a la dictadura en uno de sus núcleos duros. Se trata de la la Unión Democrática de Soldados, la UDS, que componían únicamente jóvenes reclutados forzosamente para realizar el servicio militar obligatorio.

A diferencia de los de la UMD, que eran oficiales, los miembros de la Unión Militar Democrática eran soldados rasos: jóvenes reclutados forzosamente para hacer ‘la mili’.

A diferencia de los úmedos, que no tenían ninguna afiliación política y actuaban desde la neutralidad manifiesta, la UDS estaba impulsada por la Joven Guardia Roja, la organización juvenil del Partido del Trabajo (PTE). «A la izquierda del Partido Comunista, que era la principal oposición a la dictadura franquista, el PTE fue, junto a la Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT), una fuerza decisiva en el impulso del movimiento obrero, del feminista, del estudiantil… Y también en la formación de la UDS», explica el historiador Gonzalo Wilhelmi.

Con Franco muerto, el Partido Comunista abogó por la reconciliación y pasar página tras la dictadura. No obstante, las plataformas a su izquierda aún creían en que la sociedad se encaminaría a una ruptura completa con el franquismo, a imagen y semejanza de lo ocurrido en la Revolución de los Claveles portuguesa apenas dos años antes, en la que el Ejército derrocó a la dictadura salazarista dio paso a un nuevo régimen democrático.

Octavilla de la UDS.

Octavilla de la UDS.

«Era evidente que iba a haber un cambio político, pero había incertidumbre acerca de cómo sería ese cambio y qué alcance y profundidad tendría. Una parte de la izquierda todavía creíamos que sería posible un cambio radical, de fondo, y en ese cambio de fondo era crucial qué papel iban a desempeñar los ejércitos», relata Fernando Luengo, uno de los miembros fundadores de la UDS, que se desarrolló desde la muerte de Franco hasta principios de los 80.

«Es en ese contexto de expectativa cuando algunos partidos de izquierda intentamos organizar a la tropa», continúa Luengo, explicando que la mayoría de acciones de la UDS eran «pequeñas actividades» con el objetivo de confraternizar con el resto de compañeros y disminuir el ambiente violento que reinaba en los cuarteles, así como defender los derechos democráticos de los soldados. Pese a ello, explica cuál era su objetivo último: «Que las tropas, llegado ese punto de ruptura, no se pusieran del lado del poder».

Demócratas en la cuna del franquismo

Heriberto Cairo, decano de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, precisa que «en el año 76 pudo suceder todo. Es un año en el que el dictador ha muerto y no está claro qué va a ocurrir». Y no se podía descartar que los altos mandos del Ejército decidieran acabar de raíz con los vientos de cambio que empezaban a percibirse.

«¿Si la UDS podía haber tenido un papel a la hora de evitar una salida de las tropas a la calle? En el 76 habría dicho que sí. Ahora… No es descartable que hubiera resistencia»

«La UDS nace como un intento de asegurar también en las Fuerzas Armadas una opción de cambio que en ese momento no existía. Y evidentemente, en un ejército de conscriptos como era el español en aquel momento, era necesario organizarse para empezar a garantizar los derechos democráticos de los soldados dentro del propio ejército», rememora Cairo. «¿Si la UDS podía haber tenido un papel a la hora de evitar una salida de las tropas a la calle?», reflexiona el que fuera miembro de la Joven Guardia Roja en aquel entonces. Tras un pausa, responde: «Si me preguntas en el 76 te hubiera dicho que sí. Ahora… Es muy difícil responder. No es descartable que hubiera habido conatos de resistencia«.

Información sobre la UDS en el ABC del 6 de febrero de 1980.

Información sobre la UDS en el ABC del 6 de febrero de 1980.

«Tuvieron algunos logros modestos, como por ejemplo los pases de pernocta, con los que los soldados podían salir del cuartel los fines de semana. Estas pequeñas victorias fueron lo que motivó que se crearan UDS en distintas provincias», aclara el historiador Wilhelmi, autor de Romper el consenso. La izquierda radical en la Transición (Siglo XXI).

«Hay que entender que en aquella época el Ejército era francamente fascista. En los cuarteles había unas condiciones de vida malísimas y un atropello continuo a los derechos humanos, esos eran los parámetros en los que nos movíamos», relata Fernando Luengo, que era uno de los encargados de repartir el periódico de la UDS: octavillas que recogían los principios de la asociación, los casos de soldados detenidos y explicaban cómo actuar para intentar defender los derechos de la tropa ante los mandos.

Reivindicaciones de la UDS, en un número de 'El Soldado'

Reivindicaciones de la UDS, en un número de ‘El Soldado’

Luengo fue arrestado, junto a otros compañeros, cuando el Ejército sospechó de las actividades de la UDS y registró los cuarteles en busca de pruebas. Aquellos a los que se les descubrió propaganda de la UDS pasaron meses incomunicados en castillos militares.

¿Demasiado riesgo?

Cairo reconoce que él y sus compañeros de la Joven Guardia Roja, que también se movía en la clandestinidad, eran «conscientes de que la represión en aquel momento se cebaba con los compañeros que estaban en la UDS». No en vano, Gonzalo Wilhelmi expone que «la versión que se ha dado posteriormente de una dictadura atenuada en sus últimos años no tiene rigor histórico. La represión fue muy grande hasta el final«.

Información sobre los miembros de la UDS presos.

Información sobre los miembros de la UDS presos.

Este riesgo fue precisamente lo que evitó una relación más estrecha entre la UMD y la UDS, que Wilhelmi adelanta que «intentaron hacer acciones conjuntas, pero no llegaron a realizarse». Luengo revela que «la UMD tenía otro tipo de estrategia. Pensaban que lo de la UDS era meterse en el corazón del golpismo y que era muy peligroso porque podía servirles de excusa para atacar«. «Igual tenían razón. Nosotros en aquella época creo que no calibrábamos el golpismo abierto que había en los cuarteles», se confiesa el miembro de la UDS, que estaba formada exclusivamente por jóvenes haciendo la mili.

Jóvenes idealistas en la cuna del franquismo. «Había maniobras en las que nos metían en los transportes acorazados y nos daban vueltas alrededor de los cuarteles diciendo que íbamos a Madrid. El ambiente que se respiraba en los transportes era de un miedo brutal. En un momento extremo no sé qué hubiera ocurrido. Si no se trabaja con la tropa para generar en ella sentimiento de dignidad, de democracia y de compromiso con el pueblo… ¿cómo hubiéramos respondido? Sin eso, creo que todo hubiera sido peor», concluye Luengo, hoy profesor de Economía Aplicada en la UCM.

La sombra de Franco es alargada

19 septiembre, 2016

Fuente: http://www.elpais.com

Una eclosión de títulos sobre el dictador analizan la evolución de su imagen en la propaganda, los intentos de atentar contra él y sus apoyos en los servicios secretos

Franco, en una visita a San Sebastián en 1965, posterior al intento de atentar contra él en esa ciudad.
Franco, en una visita a San Sebastián en 1965, posterior al intento de atentar contra él en esa ciudad.EFE

A punto de cumplirse en noviembre de este año el 40º aniversario de la muerte del general Franco, la previsible avalancha de obras sobre su persona y su régimen ya cuenta con bastantes aportaciones dignas de interés. Dejando a un lado la voluminosa biografía firmada por Stanley G. Payne y Jesús Palacios(Franco; Madrid, Espasa, 2014) y el repaso a su dictadura dirigido por Julián Casanova (40 años con Franco; Barcelona, Crítica, 2015), hay tres obras recién aparecidas que merecen atención especial por su temática.

En primer lugar cabe destacar el libro de Antonio Cazorla, historiador español afincado en Canadá, que no quiere ser una nueva biografía de Franco al uso. Es más bien un estudio de “la evolución de la imagen pública del Caudillo, tal y como la percibieron los españoles de su tiempo”. El reto planteado le permite hacer un seguimiento de la figura mitificada de Franco a través de la historiografía oficial del régimen en España y de sus mecanismos de propaganda hagiográfica en el interior (prensa, radio y No-Do, principalmente). También le obliga a seguir la imagen del Caudillo en el exterior, donde nunca dejó de ser, mayoritariamente, un tirano autoritario y reaccionario con un detestable historial proalemán en la II Guerra Mundial.

El recorrido de Cazorla sobre “qué se dijo de Franco, cuándo y dónde” se articula en cinco capítulos principales que se corresponden con hitos biográficos del Caudillo construidos por sus hagiógrafos sobre bases parcialmente veraces, pero sometidas a la pertinente glorificación mitificadora: 1) La etapa en la que se proyectaba como un “héroe militar” casi predestinado antes de la guerra civil de 1936. 2) La fase en la que se convirtió en “salvador de España” durante la contienda de 1936-1939 en la que “venció al bolchevismo en el campo de batalla”. 3) El tiempo del “hombre de paz” que mantuvo al país fuera de la guerra mundial de 1939-1945 sin sucumbir a las tentaciones beligerantes y que sufrió un leve ostracismo internacional entre 1945 y 1947. 4) El punto cenital del “gobernante prudente” que sobrevive en las aguas turbulentas de la Guerra Fría hasta 1961 como omnisciente “centinela de Occidente”. 5) Los años del dictador “modernizador” que promueve y contempla los beneficios del progreso económico y social de los sesenta y primeros setenta hasta envejecer y morir en plena crisis de 1975.

En contra de la caricatura, Franco demostró inteligencia política e indudable capacidad de gestión gubernativa

Cazorla desmonta esos mitos de manera convincente y, a tono con lo que ya habían hecho otros trabajos biográficos más canónicos (como el clásico de Paul Preston), recuerda a sus lectores que “Franco no fue un individuo con especiales dotes intelectuales o espirituales”. Pero sin suscribir por eso el juicio consolador avanzado por una oposición antifranquista tan masacrada como desmoralizada, que le consideraba un mediocre tirano que sólo llegó al poder por la exclusiva ayuda del Eje germano-italiano y que sólo sobrevivió en el mismo por una combinación de buena suerte exterior y represión inclemente interior. No parece tan fácil la explicación porque Franco demostró a lo largo de los años una verdadera inteligencia política e indudable capacidad de gestión gubernativa. Y esas “virtudes” también estuvieron en la base de sus éxitos como dictador longevo y con “más poder que ningún otro gobernante en la historia moderna del país”.

La segunda contribución al estudio del franquismo tiene como autor al periodista barcelonés Antoni Batista y se presenta bajo el título de Matar a Franco. El subtítulo apunta a que se trata de un estudio y análisis de “los atentados contra el dictador”, un mínimo de 12 tentativas, todas fracasadas, entre 1936 y 1964, si seguimos a investigaciones previas (como la de Eliseo Bayo, publicada ya en el año 1976).

Batista se centra particularmente en la intentona protagonizada por Jordi Conill Vall, el Camarada Bonet, que trató de hacer explotar una bomba al paso del coche de Franco en las inmediaciones del palacio de Ayete, en San Sebastián, en agosto de 1962, durante las tradicionales vacaciones veraniegas del Caudillo en la costa vasca. Pero el resultado del esfuerzo, sin desmerecer su calidad literaria, es bastante ambiguo desde una perspectiva historiográfica. Ante todo porque el autor, como bien dice en su prólogo, ha querido navegar “con un género entre la historia novelada y la novela histórica”. Y nada se compadece menos con la historia y el relato histórico que esa hibridación que renuncia a buscar la verdad a favor de la verosimilitud, y que mezcla lo real y lo inventado sin criterio de discriminación evidente y objetivado.

Nada se compadece menos con la historia que esa hibridación entre lo real y lo inventado que renuncia a buscar la verdad

La tercera aportación a esta eclosión “franquista” es obra del periodista británico Peter Day y lleva el intrigante título y subtítulo de Los amigos de Franco. Los servicios secretos británicos y el triunfo del franquismoEn realidad, el autor hace un repaso sumario a la actitud de los Gobiernos británicos (tanto su aparato diplomático como sus servicios de inteligencia) hacia Franco desde el inicio de la guerra civil de 1936 y hasta el comienzo de la Guerra Fría, pasando por el sexenio de la II Guerra Mundial. Un repaso que no deja de corroborar algo ya bien sabido desde hace tiempo: que el Gobierno conservador británico practicó una “neutralidad benévola” hacia el bando franquista durante la contienda civil, y que, posteriormente, se contentó con mantenerlo al margen de la guerra mundial como mal menor y soportable pese a sus veleidades proalemanas y proitalianas, sobre todo porque no encontró mejor alternativa sin riesgo de nueva guerra civil.

Las virtudes informativas del libro de Day no bastan para eclipsar algunas carencias notorias en el mismo. Por un lado, la apoyatura bibliográfica, hemerográfica y archivística es básica y exclusivamente anglófona, sin apenas uso y recurso de los abundantes materiales en español disponibles desde hace tiempo. Algo que limita, y mucho, el alcance de sus interpretaciones y valoraciones (sobre todo esa recurrente hipertrofia de la influencia británica en la evolución política del franquismo). Por otro lado, el formato del trabajo está, como en el caso de Antoni Batista, a medio camino entre la ficción novelada y la disciplina historiográfica, con un peligroso equilibrio que no acierta a ser creíble en no pocas ocasiones.

En todo caso, el trabajo de Day deja perlas informativas interesantes. Como esta valoración final del papel de la corrupción sociopolítica en el franquismo emitida por uno de los jefes del servicio secreto británico en España, el capitán Alan Hillgarth. Es tan actual en tantas cosas que merece la pena que sirva de colofón a este texto:

“Franco ha establecido, o permitido que se estableciera, un número inmenso de intereses creados en su régimen, por medio de empleos y privilegios, y casi todos los intereses son activa y continuamente corruptos. Y el efecto de lo que ha permitido, sumado a las circunstancias de la época, es que en España casi todo el mundo, desde lo más alto hasta lo más bajo, vive de la corrupción tanto si le gusta como si no”.

Franco. Biografía del mito. Antonio Cazorla. Alianza Editorial. Madrid, 2015. 392 páginas. 22 euros (digital, 15,98).

Matar a Franco. Antoni Batista. Debate. Madrid, 2015. 240 páginas. 21,90 euros.

Los amigos de Franco. Los servicios secretos británicos y el triunfo del franquismo. Peter Day. Tusquets. Barcelona, 2015. 280 páginas. 20 euros.