Archive for octubre 2015

Hacienda no publicará la lista de grandes morosos antes del 1 de diciembre

31 octubre, 2015

Fuente: http://www.elboenuestrodecadadia.com

  • Al no señalar una fecha concreta, el Gobierno puede decidir si hacerla pública antes o después de las elecciones del 20D
  • La retirarán en 3 meses y vetarán su indexación por buscadores

El BOE recoge hoy una orden ministerial que establece la fecha de publicación de la lista de grandes deudores con la Agencia Tributaria. El documento no da una fecha concreta para que esa lista sea pública, sino que asegura que aparecerá en la página web de la Agencia Tributaria “a partir del 1 de diciembre”.

Así, podría publicarse, dependiendo de lo que decida el Gobierno, antes o después de las elecciones generales del 20 de diciembre. La reforma legal que creó esta figura establecía que esta lista debía ser pública durante el último trimestre del año. La orden que recoge hoy el BOE aclara que así será, pero a finales de este último trimestre.

La lista incluirá a todas las personas y empresas que debían más de un millón de euros con la Agencia Tributaria (AEAT) el pasado 31 de julio, fecha de cierre de la misma. No formarán parte de ella las deudas aplazadas o suspendidas.

Aparecerán nombres y apellidos, o razón social, acompañado del NIF, y el importe total -sin desglosar- de la deuda. La información se publicará en un PDF en la página web de la AEAT.

Eso sí, solo será pública durante tres meses y no se permitirá su indexación por buscadores, como explicó Ana Tudela en El Español, lo que implica que si buscas a uno de los deudores en google, por ejemplo, no tendrás su aparición en esta lista como uno de los resultados.

En 2016 y los años siguientes, la lista de grandes deudores se cerrará a 31 de diciembre del año anterior y deberá ser publicada de forma anual en el primer semestre. A partir de la notificación por parte de la AEAT, los afectados tendrán 10 días para emitir alegaciones formales -errores en los cálculos, por ejemplo, o aplazamientos no contabilizados-, pero no sobre el contenido.

Refugiados contra migrantes: Divide y vencerás

30 octubre, 2015

Fuente: http://www.eldiario.es

«Las élites llevan años dirigiendo el discurso para criminalizar a las personas migrantes, para hacerlas responsables de la masificación de los centros de salud, de la falta de becas en los colegios o de la escasez de plazas en las escuelas infantiles», defiende Albiol.

Divide y vencerás. Sabemos que esta ha sido una de las ideas que ha guiado la estrategia de las clases dominantes a lo largo de la historia. Dividir al pueblo, a los pobres contra los pobres, permite a los poderosos dominar a la mayoría pese a ser muy inferiores en número.

Se trata de un arma de dominación tan vieja como las primeras civilizaciones, pero continúa vigente y se sigue utilizando hoy día. Las élites llevan años dirigiendo el discurso para criminalizar a las personas migrantes, para hacerlas responsables de la masificación de los centros de salud, de la falta de becas en los colegios o de la escasez de plazas en las escuelas infantiles, cuando los responsables del deterioro de nuestros servicios públicos son aquellos que desde el Gobierno, en clara connivencia con las grandes empresas, se han dedicado a recortar los presupuestos destinados a estos servicios y a privatizarlos.

Quieren que busquemos al enemigo en el vecino, en las compañeras de pupitre de nuestros hijos, en la persona que compra a nuestro lado en el mercado y que tiene que hacer tantas peripecias para llenar la nevera como nosotras. Quieren que nos enfrentemos entre nosotras para que no nos enfrentemos todas juntas a ellos, a los responsables, a los que se enriquecen a nuestra costa, que no se llaman Mohamed, ni Alina, ni Karim, sino Ortega, Roig o Pérez.

Veíamos hace pocos meses cómo organizaciones de extrema derecha repartían alimentos solo para “nacionales” con la consigna de “los españoles primero”. Ese es su pequeño privilegio, un plato de comida caliente que pretende situar a unos por encima de aquellos que son tan pobres como ellos, pero que nacieron en Malí o Senegal, y que ha dado como resultado que representantes de la extrema derecha se sienten en ayuntamientos de municipios, como en Alcalá de Henares, con altas tasas de paro y pobreza.

Los responsables del deterioro de nuestros servicios públicos son aquellos que desde el Gobierno, en clara connivencia con las grandes empresas, se han dedicado a recortar los presupuestos destinados a estos servicios y a privatizarlos.

Y el mismo divide y vencerás es la estrategia que están utilizando en las fronteras de Grecia, Italia, Eslovenia, Serbia o Hungría, donde intentan enfrentar a refugiados contra migrantes (ahora les ponen el apellido de “económicos”). Llevamos semanas escuchando a líderes europeos hablar de la necesidad de acoger a refugiados y a la vez reforzar el control de fronteras para que no entren los inmigrantes económicos. El mismo texto que apruebó el Parlamento Europeo en septiembre exigiendo que los Estados miembro cumplan con su obligación internacional de acoger a los refugiados y refugiadas, insiste en agilizar las deportaciones de aquellos que no tienen derecho a asilo.

Incluso algunos parlamentarios han afirmado en Bruselas que en sus países, para acoger refugiados, primero deben expulsar a los inmigrantes que llaman ilegales. También en sede parlamentaria se escuchan afirmaciones como que “entre los refugiados se esconden inmigrantes”, situando a la migrante como una persona de escasa bondad y sin derechos que trata de aprovecharse de aquellas personas que huyen de la guerra.

El domingo, la reunión de jefes de Estado para abordar la situación en los Balcanes dejó claro que la prioridad ahora es registrar y separar a aquellas personas que tienen derecho a asilo de las que no, con el objetivo de deportar rápidamente a quien no llega desde Siria. Incluso proponen firmar acuerdos de repatriación con Afganistán para devolver a quienes huyen de las consecuencias de una invasión en la que el Gobierno español participó.

Además, ya no separan sólo a refugiadas de migrantes, sino que entre aquellas que huyen de la guerra, también hay refugiadas de primera, sirios y sirias, y refugiadas de segunda, iraquíes, afganas o eritreas.

La imprescindible protección internacional que deben tener las personas cuya integridad física corre peligro en su Estado de residencia y por ello deben buscar refugio en otro, que está recogida en la Convención de Ginebra, no puede convertirse en el arma que les niegue a los migrantes el derecho a no morir de miseria en su país o el derecho a buscar una vida más digna para los suyos.

Ahora nuestros gobernantes están proponiendo una solidaridad con el refugiado que es falsa e hipócrita, que sólo abanderan para disparar contra el inmigrante porque luego, cuando han de ejercer esta solidaridad, cuando han de poner recursos para la acogida, ya hemos podido observar cómo regatean con cifras y presupuestos el cumplimiento de la legislación internacional en materia de asilo.

Las buenas palabras que tienen hacia los refugiados cuando se trata de diferenciarlos de los migrantes también se esfuman cuando comprobamos cómo permiten que en Hungría o Eslovenia se vulneren los derechos humanos, también de aquellos que llegan desde Siria o Irak.

La solidaridad de la clase trabajadora europea debe extenderse a las personas que migran desde un país en guerra y que, afortunadamente, tras años de lucha de organizaciones sociales y políticas, cuentan con ese derecho de protección internacional. Pero debemos tener en consideración también a las personas que huyen del hambre, de la pobreza y de enfermedades que en Europa se curan con una simple inyección y que lamentablemente ahora se enfrentan a una legislación europea racista y xenófoba que les considera un enemigo del que protegerse.

No nos pueden dividir, necesitamos estar unidas para vencer, unidas por un interés común: el reconocimiento de los derechos universales de todas las personas del mundo, simplemente por el hecho de ser personas. Defenderemos el derecho a tener pan, trabajo, techo, educación y sanidad, vengamos de donde vengamos. Debemos permanecer unidas frente a quienes nos niegan este derecho, frente a los que hacen leyes injustas para beneficiar a la banca, frente a los que promueven guerras por intereses económico, expolian los recursos naturales de los países del sur o recortan en sanidad y educación en Europa.

Tenemos un enemigo común y solo unidas podemos derrotarlo.

La corrupción en el comercio de armas: DEFEX

29 octubre, 2015

Fuente: http://www.utopiacontagiosa.org

Imagen de Defex.es

Fuente:  Infodefensa.

Defex es una empresa constituida en 1972.  Está participada mayoritariamente por la estatal SEPI (51 %) y minoritariamente por Explosivos Alaveses, Maxam Corp, Instalaza, Sociedad Anónima Palencia de Armas  y Alfa Lan S.A.

En su Consejo de Administración están representados el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas a través de SEPI, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, el Ministerio de Economía y Competitividad, el Ministerio de Defensa y diversos accionistas privados.

Fue creada para fomentar la exportación en el sector de la Defensa (Sistemas de Aviación, Sistemas Navales, Sistemas de Artillería, Sistemas de Infantería, Vehículos, Electrónica y Optrónica, Equipamiento de Intendencia y Equipos Auxiliares) y luego se expandió a exportación de material de Policía y Seguridad.

Ya hemos comentado diversos aspectos de esta empresa en entradas anteriores del blog.

Ahora salta a la palestra la información de que el 17 de junio de 2015 la Unidad Contra el Crimen Organizado (UCO) puso a disposición de la Audiencia Nacional un informe que concluía que la empresa pública DEFEX actuó como una “organización criminal”.

La Fiscalía Anticorrupción está investigando a DEFEX por una venta de material militar a Angola por 152 millones de € cuando su valor material era de sólo 50 millones.  El sobrecoste se repartió entre funcionarios angoleños y miembros de DEFEX, todo unejemplo de buen empresariado.

Parece que hay indicios de otras operaciones sospechosas en Camerún, Arabia Saudí, Egipto y otros países del Lejano Oriente.

Resulta curioso que en el capital de DEFEX esté Instalaza y Armas de Palencia.  Parece que todo el polo industrial-militar es un conglomerado de empresas y de la cúpula ministerial que se protegen unos a otros porque todos tienen participaciones cruzadas que les obligan a no caer ninguno porque sino caerían todos.

Esto implica que no sólo es imprescindible una auditoría imparcial en las empresas de Defensa, sino en la SEPI y en el propio Ministerio de Defensa, pues por lo que se ve, aquí todo está ensombrecido por la duda de malas prácticas.

Además, habría que plantearse para que queremos los ciudadanos una empresa con capital estatal mayoritario que se dedica a comercializar armas y exportar conflictos y guerras.

La política adecuada con DEFEX sería su cierre.

Enhorabuena, Amancio

28 octubre, 2015

Fuente: http://www.eldiario.es

Fabricar barato a precios de miseria en países donde la miseria es mejor que nada para vender aún más barato no supone un gran invento.

Lo has conseguido. Hay que felicitarte. Me rindo ante ti. No lo hago porque ya seas el hombre más rico del mundo, tu patrimonio duplique y triplique al de no sé cuantos países y pertenezcas a ese selecto club del uno por ciento de la humanidad que acumula más de la mitad de la riqueza mundial. Ni me alegra ni me deja de alegrar. Me pasa un poco lo que a Mariano Rajoy con Aznar, que ni coincide ni deja de coincidir. Te felicitaría con más entusiasmo si nos hubieran desvelado que eras Batman. Eso sí que tiene mérito. A mi el dinero me gusta pero me aburre.

Tampoco te felicito por tu modelo de negocio. Fabricar barato a precios de miseria en países donde la miseria es mejor que nada para vender aún más barato no supone un gran invento, tampoco una novedad revolucionaria. Ya durante la Revolución Industrial se abarataba mucho el precio del carbón haciendo bajar a niños para ahorrarse túneles y galerías. Los talleres asfixiantes, las jornadas interminables y los salarios de subsistencia resultan un modelos muy viejo. Lo sabemos todos. Tú y los millones de clientes que compran esa ropa tan chula y tan bien de precio. La diferencia es que tú eres mas listo y le sacas más beneficio.

Tampoco te felicito por los puestos de trabajo que crean tus empresas y por los que según muchos deberíamos estar agradecidos. Los médicos, maestros o trabajadores de los servicios públicos han mejorado e incluso salvado miles de vidas y eso no nos ha impedido echar a la calle a más de trescientos mil durante estos últimos cinco años sin que nadie les diera las gracias; más bien todo lo contrario. La Ley es igual para todos, o eso dice la Constitución.

Tampoco te doy la enhorabuena por tu reciente iniciativa de donar varios millones de euros a la sanidad pública gallega para mejorar los servicios de oncología. Es sabido que a los ricos nos gusta más la caridad que pagar impuestos. La caridad tiene dueño, mejora tu imagen y hay que estarnos agradecidos; da clase. Los impuestos son anónimos, suponen una obligación que no mejora tu imagen y nadie te da las gracias; resultan algo muy burgués.

La razón de mis parabienes es puramente fiscal. Como a la inmensa mayoría de los autónomos y pequeños empresarios de este país me gustaría saber cómo te las arreglas para que Hacienda devuelva dinero a tus sociedades y tributen a una media del 5%. Sí, ya sé que la razón normalmente alegada es la doble tributación. Pero me cuesta creer que muchos de los países donde trabajas, tan corruptos y laxos en su legislación laboral o industrial, se muestren tan estrictos en materia fiscal.

Como a la inmensa mayoría de los trabajadores de este país me encantaría saber cómo consigues que tu tributación por patrimonio y renta personal no supere el quince por ciento, igual que lo logran los propietarios de los más de trescientos cincuenta mil millones de euros que circulan en España invertidos en toda suerte de artefactos financieros que sirven, fundamentalmente, para ahorrarse o evadir impuestos.

Por eso te felicito, Amancio. Por tu asesor fiscal. Es un crack. Un grande de verdad a la hora de manejarse en esa legislación fiscal tan comprensiva con las necesidades de la gente emprendedora como tú.

Trabajadores de usar y tirar

27 octubre, 2015

Fuente: http://www.elpais.com

El drama del desempleo esconde la realidad silenciada de la explotación laboral y el abuso, fenómenos que se recrudecen en tiempos de crisis.

Manuel, ex guarda de seguridad de ESABE, estuvo seis meses sin cobrar. / LUIS SEVILLANO

Hay un drama silencioso y silenciado que convive con el drama del desempleo. Se llama explotación laboral. En muchos centros de trabajo, la gente se ha acostumbrado a tenerlo sentado a su lado. La crisis hace que prolifere una casta de empleadores sin escrúpulos que aprovechan la coyuntura para exprimir y explotar a las personas a su cargo. De cada 100 inspecciones llevadas a cabo por Trabajo a lo largo de 2012 (datos a 30 de noviembre), en un 23,9% de los casos se detectaron irregularidades (las situaciones de explotación laboral son simplemente una parte del largo catálogo de irregularidades). En el sector de la hostelería, el registro se acerca al 30%.

“En España hay un serio problema de concienciación social”, dice en su despacho del Ministerio de Empleo Juan José Camino Frías, subdirector general para la Inspección en materia de Seguridad Social, Economía Irregular e Inmigración. “Hay una excesiva tolerancia que es de extrema gravedad”, dice en referencia a las múltiples irregularidades que se producen. Se queja tanto por el atentado que suponen contra los derechos de los trabajadores, como por la cantidad de cotizaciones sociales que no son abonadas y que servirían, entre otras cosas, para poder hacer frente a los crecientes pagos en materia de prestaciones de desempleo.

La crisis alumbra una era de trabajadores cada vez más indefensos, utilizados como kleenex de usar y tirar. El drama de la explotación laboral sucede en silencio. Los trabajadores no quieren denunciar por miedo a perder esa preciada conquista, cada día más valiosa: el empleo. Casi todos los empleados entrevistados para este reportaje (menos dos) declinaron aparecer en fotografías y pidieron figurar con las iniciales. No quieren presentarse como díscolos. Por miedo a perder su trabajo. Por miedo a que en el futuro no les quieran emplear. Por miedo a estos tiempos de empleadores con la sartén por el mango.

» Niñera en La Moraleja por 400 euros

J. es dominicana y lleva 24 años en España. Vive en una casa sin luz ni gas por falta de pago. Gracias al apoyo de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, consiguió paralizar su desahucio el pasado mes de octubre. Poco antes de navidades, un día, al salir de la iglesia, una mujer le dijo que sabía de una oferta de trabajo y le facilitó un número de teléfono. La empleadora era una habitante de la exclusiva urbanización de La Moraleja, a las afueras de Madrid.

J. llamó. La oferta consistía en cuidar a un niño de siete años, desde las 15.00 a las 00.30 (el último autobús de La Moraleja al centro de Madrid, cuenta J., sale a las 23.30), seis días a la semana. La empleadora le ofrecía librar un día por semana; pero aleatoriamente; no un día fijo, cada semana, uno distinto. La retribución: 400 euros al mes. “Esa mujer se estaba aprovechando de la situación de desesperación en que nos encontramos muchas personas extranjeras sin papeles”, cuenta J. bajo la carpa instalada frente a las oficinas centrales de Bankia en Madrid. “Si vive en La Moraleja, es porque gana bien”.

Tal es la necesidad de ingresos de J. que, a pesar de aceptar que el trabajo le suponía no poder cuidar por las tardes a su hija de 13 años, le dijo que le parecía muy poco dinero y que debería pagarle al menos 500 euros. “La mujer, enfadada, me colgó”.

» Las 14 horas del cocinero

Jesús Portillo lleva 30 años trabajando en la hostelería, desde los 16. Le han hecho perrerías de todos los colores. De entre las recientes, la más sangrante que recuerda fue la oferta que le hicieron en la franquicia de una conocida cadena de bares de tapas. El dueño estaba a punto de abrir un nuevo establecimiento de esta franquicia y necesitaba cocinero. Portillo, extremeño afincado en Barcelona de 46 años, se presentó a la entrevista de trabajo. Le ofrecían 600 euros al mes por una jornada de entre 12 y 14 horas. Le harían un contrato de media jornada, cuatro horas al día. Más adelante, si la cosa iba bien, renegociarían condiciones, le dijeron.

Para incorporarse a la cadena tenía que seguir un cursillo en uno de los establecimientos de la cadena sito en Cornellà de Llobregat. Allí vivió uno de los procesos de selección más abusivos que recuerda.

“El curso era, básicamente, trabajar gratis tres días en el establecimiento”, recuerda. Quince personas se presentaron al presunto curso de formación. La jefa no paraba de chillar a los candidatos que empezaban a empanar y freír tapas. Cinco candidatos se fueron a la media hora, hartos de recibir gritos. A la hora empezaron a llegar clientes. “Más deprisa, más deprisa”, apremiaba la capataz. Tres chicas con poca experiencia abandonaron, hartas de recibir insultos. Para cuando el bar estaba lleno, de los 15 ya solo quedaban cuatro. De ellos, tres, entre los que se encontraba Jesús Portillo, abandonaron antes de acabar el día. “Pero esta vez fuimos nosotros los que insultamos a la dueña”.

Al día siguiente, el propietario de la nueva franquicia se disculpó ante Portillo y le dijo que las cosas no funcionarían así en su local. El primer día trabajó 14 horas. Al final de la jornada, el propietario le pagó 20 euros, la parte proporcional correspondiente a su contrato de 600 euros: 20 euros por 14 horas de trabajo.

Jesús Portillo lleva siete meses sin cobrar un euro y dos años en paro. Su mujer, que trabajaba en un ambulatorio, también está desempleada. La semana pasada le ofrecieron un trabajo en el que le pagaban 1.300 euros al mes, sí; pero por 18 horas de trabajo; de siete de la mañana a una de la madrugada; seis días a la semana, de lunes a sábado. Conoce a un chico ecuatoriano de su barrio, Nou Barris (Barcelona), que acepta cobrar 300 euros al mes por trabajar como camarero la jornada laboral entera. “Esta es la realidad laboral que vivimos: explotación, humillación, mafia, extorsión”.

» El guardia de seguridad que no ha cobrado en seis meses

Manuel Chicharro tiene 50 años y ya no aguanta más. Es guarda de seguridad desde 1988 y ha visto de todo: compañeros en empresas de seguridad que recibían cuatro euros por hora; gente trabajando sin contrato… En el puesto que ocupó hace unos años en un conocido museo de Madrid, recuerda, se tenía que llevar a su hijo durante su turno porque no le permitían librar el fin de semana (algo a lo que tenía derecho por ley; está separado). Pero nada comparado con quedarse sin cobrar durante seis meses consecutivos.

Manuel está hundido. Va camino de siete meses sin ingresar un euro, sin poder pasar la pensión de 400 euros a su exmujer, siete meses viviendo de lo que ingresa su compañera. “El drama es que no hay cobertura para el obrero”, dice cerca de una oficina del INEM en Alcorcón, a las afueras de Madrid. “Y las instituciones colaboran en este proceso que no hace otra cosa que hundir a las personas”. Su caso es extremo, refleja la indefensión de un trabajador cuando su empresa quiebra. Refleja esa era del trabajador de usar y tirar.

Manuel Chicharro trabajaba como guarda en el Centro de Formación Primero de Mayo de Leganés. El 1 de enero de 2012, hace ahora algo más de un año, la empresa para la que llevaba trabajando 12 años (Ariete) le subrogó (como ocurre muy a menudo en el sector de seguridad, explica). Pasó a estar en nómina de otra empresa, ESABE, cuya cúpula directiva fue detenida el pasado 20 de diciembre, acusada, entre otros delitos, de un fraude de 30 millones de euros a la Seguridad Social.

Numerosos empleados de ESABE vivieron una auténtica pesadilla los últimos seis meses de 2012: “Imagina lo que es no cobrar, mes a mes, durante cinco meses, pero tener que ir a trabajar cada día porque si no te despiden”. Manuel aguantaba, esperando a ser nuevamente subrogado a otra empresa.

Pero no fue así, a diferencia de lo que ocurrió con el resto de sus compañeros, que fueron integrados en Prosegur. A pesar de tener 12 años de antigüedad en la anterior empresa, necesitaba haber trabajado siete meses en ESABE para poder ser subrogado de nuevo, explica. Le faltaban 25 días para llegar a esos siete meses. Ahora, ni cobra lo que le deben ni trabaja, ni tiene opción. Por ahora, a cobrar el paro.

“Las Administraciones públicas recurren a empresas que les salen baratas, pero lo barato sale caro”, dice, indignado. Cita su caso, y el de Madrid Arena. “Ya no se contrata a profesionales de la seguridad, se va a lo barato y luego pasa lo que pasa”. Dice que en las Administraciones públicas contratan a empresas de seguridad para que hagan el trabajo que los policías municipales o los fijos de plantilla no quieren hacer: “Nos tienen de porteros, de conserjes, y todo para que la gente, que muchas veces nos pide que fichemos por ellos, pueda escaquearse de sus puestos”.

» Pagar por un proceso de selección

El caso de R., mujer de 34 años, no es de explotación laboral. Más bien, ilustra de lo que son capaces algunos a la hora de aprovecharse de la necesidad de tener un trabajo.

El año pasado, en mayo, vio una oferta en la página de la web Infojobs. Se inscribió. La empresa pedía que entregara el currículo en mano en unas oficinas. Para allá que se fue.

Al llegar a las dependencias de la empresa, situadas en un polígono entre Aldaia y Torrent (Valencia), vio que a la entrada no había ningún cartel. “Me pareció raro”. Entró en la nave y vio a seis chicas esperando. De un pequeño despacho salió una mujer que le entregó un formulario. En él se señalaba la fecha de inicio del proceso de selección: el 25 de junio. Para poder participar había que abonar 50 euros. “¡Pagar por un proceso de selección! Salí muy enfadada, era una tomadura de pelo”.

Como R. no es de quedarse de brazos cruzados, habló con la policía, con organizaciones de consumidores, con la Consejería de Empleo de la Generalitat valenciana, y con Infojobs, que no tardó en retirar el anuncio. “No hubo proceso de selección el 25 de junio”, concluye.

En julio recibió una carta de la empresa: le comunicaban que había sido descartada en el proceso de selección.

» Repartiendo pizzas a la hora que toque

L. no se queja. En realidad, lo de cobrar 210 euros al mes repartiendo pizzas no le parece tan mal. Le incomoda no saber a qué hora le tocará repartir al día siguiente, puede ser en cualquier momento, pero se adapta. Él solo sabe que trabajará dos horas cada día repartiendo pizzas; su empresa sabe que tiene un ejército de trabajadores volantes a los que usar a su antojo en el momento que quiera.

Para conseguir que le den más horas de trabajo, tiene que subir la media de repartos del día. En las oficinas hay una lista con el ranking de repartidores. “Hay competencia entre nosotros. Si yo gano horas, se las quito a algún compañero”, dice este dominicano de 25 años en una cafetería del centro de Madrid.

Prefiere esto a aquella empresa de perritos calientes a domicilio en la que trabajó y en la que le pagaban según el dinero que iba entrando en caja. Con jornadas de 13 horas. “Cogía el pedido por teléfono, lo cocinaba y lo llevaba a domicilio”. Un día le pagaban 100 euros; tres días más tarde, 150. Así hasta completar los 800 euros que representaba su paga. La mitad, en negro.

» El eterno becario

J. le echa la culpa a las Universidades. Dice que son cómplices de la situación de toda una generación. “Tenemos que pagar para poder ser becarios y cobrar 200 euros”, se lamenta este licenciado en Periodismo de 23 años. Y explica cómo muchos medios de comunicación hacen entender a los estudiantes recién salidos del horno que es bueno que mantengan alguna relación con la Universidad para poder acceder a unas prácticas. “Hay alumnos que se dejan una asignatura pendiente a propósito para poder así optar a prácticas”, explica en una cafetería de Leganés. “Luego trabajas como uno más en la redacción y te das cuenta de que, en realidad, estás ahí sustituyendo a alguien. Produces como uno más, pero sin remuneración, sin derechos. Te regalan los oídos, técnicamente te pueden conceder dos becas, y cuando vuelves a la calle, te das cuenta de que no tienes un solo día cotizado en la Seguridad Social”.

Las empresas (y no solo las periodísticas, pues, según él, ocurre con compañeros suyos que son físicos o químicos) ya no buscan licenciados, buscan estudiantes. “La Universidad es el principal motor de todo esto. Las empresas se aprovechan, pero es la Universidad la que debería salir en defensa de sus alumnos”.

» El inmigrante que mira a Ecuador

R. es un ecuatoriano de 42 años que lleva 14 en España. Está pensando en hacer las maletas y regresar a su país. Lo cuenta bajo una lluvia fina a la salida de la oficina de empleo del INEM del paseo de la Esperanza, Madrid.

Trabajó durante nueve años en una empresa de la construcción. Al principio todo iba bien. Hace dos años, le redujeron el sueldo de 1.300 a 1.100 euros. Después le dijeron que siguiera trabajando, pero que le despedían para que pudiera cobrar el paro y se lo complementaban con 600 euros al mes en negro. El año pasado le recontrataron: aunque trabajaba a jornada completa, le hicieron contrato de media jornada. “Me he sentido explotado. Pero si no aceptaba el trabajo, alguna otra persona lo iba a aceptar. Con tal de no estar en casa, uno acepta lo que sea: algo es mejor que nada”.

Ofertas sorprendentes

Las páginas de ofertas de empleo son todo un mundo. En ellas se puede encontrar todo tipo de propuestas, algunas en el límite de lo legal o, directamente, que plantean condiciones abusivas.

Marina Calvo, responsable de la sección de desempleados de la Federación Regional de Servicios de UGT de Madrid, recibe muchas todos los días. “En algunas, te preguntas cómo no se les cae la cara de vergüenza”, dice.

Eduardo González, de la organización Juventud sin Futuro, también ve ofertas constantemente. Hace un año, esta organización puso en marcha la Oficina Precaria, donde la gente puede denunciar abusos, buscar asesoría legal y colgar los anuncios abusivos que encuentren en la red. “Día sí, día también, vemos ofertas que vulneran derechos de los trabajadores”, declara González.

De vez en cuando aparecen algunas que, directamente, proponen empleo sin salario.

La página Infojobs publicaba hace tres meses una oferta que hizo un ruido considerable en las redes sociales. Decía así:

» Voluntario director de Comunicación. Descripción. Fundación Alia2 tiene como misión proteger al menor en Internet. Este puesto es para un voluntario en el departamento de Prensa para cubrir el puesto de director de Comunicación. Este puesto no tiene retribución. Una fundación en constante crecimiento requiere de un gran capital humano para su correcto funcionamiento, por ello estamos en constante búsqueda de personal (…).

Funciones. Newsletter quincenal (de acuerdo con un timing de tareas. Newsletter patronos (de acuerdo con un timing de tareas). Mantenimiento de la red de contactos (agenda de medios abierta). Analizar la actualidad y llamar a todos los periodistas que escriban sobre temas Alia2 (utilizar alertas de Google). Preparar las intervenciones del director de la fundación (…) Elaboración de notas de prensa. Seguimiento de noticias: Clipping (…) Ruedas de prensa (de acuerdo con timing de tareas). Estará al tanto de las noticias que salgan relacionadas con el tema en que se basa nuestra fundación.

Se precisa. Persona con disponibilidad inmediata. Horario a definir en la entrevista. Se valorará positivamente que posea conocimientos de las nuevas tecnologías relacionado con el funcionamiento de las redes sociales (…).

Estudios. Licenciado.

Experiencia. Al menos dos años. Licenciatura o grado de periodismo. Creatividad y dinamismo. Gran capacidad escrita y oral. Alto nivel de inglés escrito (…). Ganas.

En conversación telefónica, el director de la fundación que puso el anuncio, Miguel Comín, dice que sabe que la oferta no cayó bien, que fue muy protestada, pero recuerda que se trata de algo legal, un trabajo de voluntario para una fundación.

La Federación de Servicios madrileña del sindicato UGT cuenta con una web para desempleados a la que determinadas empresas remiten ofertas. Hace unos meses, llegó una que decía:

» Necesito, en principio, 2 personas que conozcan/hayan trabajado en el sector de seguros para trabajar como agente exclusivo en una compañía de seguros.

Es un contrato mercantil, sin salario y a comisión.

Preferentemente que su localidad sea Alcobendas o San Sebastián de los Reyes.

Marina Calvo, que supervisa esa web y está atenta a las ofertas que salen, cuenta que prolifera, sobre todo en el sector de los comerciales, la oferta de contratos mercantiles a comisión en los que, si no se consiguen los objetivos marcados por la empresa, el trabajador no cobra nada. No solo eso: además, se gasta dinero en transporte, en visitas. Es decir, paga por trabajar.

La terapia teatral de Casas Viejas

25 octubre, 2015

Fuente: http://www.elpais.com

El pueblo recrea los sucesos de hace 80 años en los que murieron 26 personas

Recreación del fusilamiento de un anarquista el pasado viernes en Benalup, antes llamado Casas Viejas. / EDUARDO RUIZ

En psicología hay una terapia reconocida contra las fobias. Y es la de enfrentarse a esos miedos sin escudos, cara a cara. Benalup vivió en 1933 una tragedia enorme. La muerte de una veintena de personas para sofocar una revuelta comunista. Y, después, la manipulación política y periodística, la represión y el terror. Ese horror, que como las fobias, paraliza y calla. 80 años después, el pueblo se ha sacudido el miedo plantándole cara y recreando en los mismo escenarios de aquellas muertes todo lo que pasó. Una terapia colectiva contra el silencio de tantos años.

El 11 de enero de 1933 en Benalup varios sindicalistas de la CNT proclamaron el triunfo del comunismo libertario y asediaron el cuartel de la Guardia Civil. Dos agentes fallecieron de disparos de campesinos. La Guardia Civil y la guardia de asalto de la República mandaron refuerzos para sofocar la rebelión, que fue abortada. Pero, en una suerte de venganza, la violencia fue más lejos. Los agentes, bajo la orden del capitán de Rojas, quemaron una choza con numerosos campesinos dentro y fusilaron a otros 12. En total, 26 muertos.

A Benalup, entonces Casas Viejas, siempre le ha pesado aquella tragedia como una losa. Fue un episodio negro que marcó también la Historia de España por el impacto que causó y porque fue utilizado por la prensa y la oposición como un arma contra el modelo de Manuel Azaña. La represión que llegó después contra aquel pueblo hizo que los descendientes de los represaliados ocultaran las marcas morales de aquellos años. Mientras, historiadores de todo el mundo recorrían sus calles en busca de las huellas de esos sucesos. Uno de ellos, Jerome R. Mintz, escribió Los anarquistas de Casas Viejas, que sirvió de base para el guión de la obra que hace cinco años representó la compañía El Hijo de la Luna en el Teatro de Benalup.

Entonces, en el 75 aniversario de los sucesos, la representación se quedó dentro de un teatro. Pero cinco años después, y tras un viaje inspirador a Verona, donde la tragedia de Romeo y Julieta está impresa en las calles, a sus responsables, María Orellana y Manuel Ruiz Mateos, se les ocurrió repasar el guión y trasladarlo a los lugares reales donde sucedió todo. “Creo que es un punto de inflexión al silencio. Los hijos de los represaliados nunca han querido hablar pero, desde la obra de teatro, y desde el esfuerzo que han hecho muchos por explicar lo que pasó, se ha roto esa barrera”, detalla Mateos.

Y así ha sido. En la noche del viernes, las luces se apagaron en un Benalup reconvertido. Volvieron a llenarse los suelos de albero, a ondear las banderas de la CNT, a cubrirse los techos de brezo. Han colaborado muchos. El Ayuntamiento, a la cabeza. Los dueños de comercios, las asociaciones de vecinos y mujeres organizando al público, los particulares vistiendo sus casas. La recreación se ha centrado en cuatro escenarios vivos: la que fuera la sede de la CNT, junto a la actual plaza del Pijo; el cuartel de la Guardia Civil, junto a la plaza de la Iglesia; la choza quemada, en la calle Nuevo; y el cementerio, a las afueras. De lo que fue hace 80 años no quedan vestigios, pero la obra ha vuelto al pasado.

Y la máquina del tiempo que es el teatro volvió a hacer pasear a unos triunfantes sindicalistas que hacían frente a la Guardia Civil. Cayeron los dos agentes. Vinieron los refuerzos y la guardia de asalto de la República. Para entonces ya cundía el pesimismo de la revuelta campesina. Y empezó el horror.

La quema de la choza se ha hecho con imágenes de fuego proyectadas por ordenador. Las llamas quedaban reflejadas en las paredes blancas. La calle Nueva, donde estaba la casa incendiada, y el cementerio, volvieron a revivir el grito de la muerte y los llantos de las pérdidas. Lo hicieron con lágrimas de los actores participantes, sobre todo mujeres, que representaban a las familias de los fallecidos. Un elenco seleccionado entre vecinos de Benalup, y con el violonchelo y piano de Jesús Vela, que ha compuesto un réquiem para la ocasión, y el flamenco de los cantaores Antonio de Antonio y Antonio de Paqui, al compás de una toná marcada por un yunque.

No hay más rastros físicos en el pueblo que retrotraigan a aquellos acontecimientos, a pesar de que esos lugares estén declarados Bien de Interés Cultural. Así que la memoria ha de guardarse entre los vecinos. Esos que, por el miedo que impuso la represión, han permanecido en silencio tanto tiempo y que ahora, gracias al teatro, se reconvierten en sindicalistas, como Cristóbal Mañez Moya, hijo de un tiroteado. “Es la propia gente de aquí la que ha permitido hacerlo”, explica Manuel Ruiz Mateos. “Es una terapia colectiva para reconstruir la Historia. Y lo hace Casas Viejas desde Casas Viejas”. La recreación llega tarde para Juan Silva, el hijo de María Silva, La Libertaria, una de las pocas que pudo salir de aquella choza con vida, aunque fue asesinada después en la Guerra Civil. Juan Silva murió el año pasado tras haber sido el pionero en presentar una denuncia ante la Audiencia Nacional para recuperar los restos de su madre. Su misión está inacabada. Quizá forme parte de una terapia más amplia.

Pasaje en patera a la muerte

23 octubre, 2015

Fuente: http://www.elpais.com

EL PAÍS localiza a uno de los siete desaparecidos en el choque de una patrullera de la Guardia Civil con un bote de inmigrantes.

Los dos menores que sobrevivieron al naufragio no quieren mostrar sus rostros. / MARIO CARREÑO

La bandera de España cuelga lánguida, como avergonzada, en la Delegación Insular del Gobierno en Arrecife (Lanzarote). En esta ciudad, algunos lugareños se echan al mar al alba, con sus aparejos y sus remos. Buscan pescado y placer. A pocos kilómetros, en Sidi Ifni (Marruecos), el paisaje cambia en el color de la bandera. Y en la edad de los que se echan al mar para ganarse la vida. A veces pescando, otras emigrando.

El trecho de agua que separa Marruecos de Lanzarote a ojos de los jóvenes varones de Sidi Ifni se representa como un túnel del tiempo. La máquina que los traslada es la patera. Eso sí, la patera puede servir como tumba o como catapulta. Y todos lo saben. Y se arriesgan. “Cuando no hay pan, no hay futuro”, dice Ossama K., superviviente del impacto entre una patera ocupada por 25 inmigrantes, que chocó con una patrullera de la Guardia Civil la noche del pasado 13 de diciembre, cerca de Teguise. Hoy hace un mes.

Ossama tiene 16 años. Sus ojos siguen asustados. A él nadie le ha preguntado nada desde que llegó. A su lado, callado, Boujamâa M., su amigo y compañero de viaje. Son de la misma edad.

—¿Por qué un niño de 16 años sube a una patera para venir a Canarias?

—Busco un futuro, responde Ossama.

—¿Qué pasó esa noche?

—Vimos la patrullera pasar. Nos quedamos quietos y callados. Apagamos el motor. Después, la Guardia Civil encendió la luz. Y nos iluminó. Se acercó mucho y nos dio un golpe.

—¿Cayeron todos al agua?

—Sí, todos.

—¿Cuánto tiempo estuvieron en el agua?

—15 minutos más o menos.

—¿Quién te rescató?

— Me tiraron una cuerda. Sé nadar… y aguanté.

—¿No lanzaron salvavidas?

—No, yo no los vi.

Al lado de Ossama viajaba Boujamâa y tras él Alí F. Al caer al agua, vio cómo Alí intentaba aguantar con uno de los hoy desaparecidos que parecía no moverse. Le miró. Alí le dijo que siguiese, que llegase a la cuerda y subiese. Probablemente fueran sus últimas palabras. Su cadáver lo vomitó el mar pocas horas después.

El cuerpo de Alí lleva un mes en Lanzarote. Youseff, residente en esta isla, es su hermano. Tras una semana “esperando una prueba de ADN que tenía que ir a Madrid”, pudo entrar a la morgue y comprobar que era su hermano menor. “Alí tiene golpes en todos lados: en la cara, el cuello…”, dice mientras se señala con dos dedos varias zonas del cuerpo. Enciende otro cigarrillo: “¿Y qué hago yo?¿Qué puedo hacer?” “¿Qué le digo a mi madre que nono para de llorar?” A Alí le gustaba el fútbol y el Real Madrid. Y más particularmente, Roberto Carlos, su ídolo.

Youssef es partidario de repatriar el cadáver cuanto antes. Es lo que le pide su madre, que quiere que descanse junto al padre. Pero un mes después, no conoce la autopsia ni qué le causó la muerte. Ni tampoco el origen de tantos golpes.

En la patera viajaban 25 personas. Sobrevivieron 17. Apareció un cadáver. La Guardia Civil da por desaparecidos a los siete restantes. Pues bien, los desaparecidos son solo seis. Porque uno de ellos logró llegar a tierra a nado.Tardó más de una hora en llegar con su pasaporte a salvo. Localizado por EL PAÍS, Prefiere ocultar su identidad y pide que no se haga público dónde está. Pide que se le llame Brahim.

“Cuando la Guardia Civil encendió la luz, pensé dos cosas: o me tiro al agua o acabo encerrado y me devuelven a Marruecos», asegura Brahim. Saltó al agua y nadó. Nadó a oscuras, a más de una milla de tierra, sin saber a dónde. Hasta que tocó la piel de Lanzarote. “Tardé más de una hora en llegar. Caminé y por la mañana llamé a un amigo”, añade Brahim, que ya había estado antes en Lanzarote. Allí trabajó un tiempo la primera vez que emigró. “Estábamos todos asustados. Cuando estaba nadando había mucho ruido. Yo solo nadaba”. En su periplo migratorio anterior también estuvo en Madrid, Barcelona y Amsterdam, hasta que fue devuelto a Marruecos.

Cerca de Amsterdam, en Kortrijk (Bélgica), vive Khalid Saliki, de 28 años. Su hermano Nouredine está desaparecido desde el 13 de diciembre. Lleva nueve días en Arrecife llamando a tocas las puertas y preguntando que pasó. Busca un abogado que pueda aclarar el asunto de su único hermano. En Kortrijk ha dejado a su mujer y su trabajo en una fábrica de patatas fritas. No se marchará hasta saber lo ocurrido.

Nouredine Saliki también había estado antes en España, en Lanzarote, trabajando de cocinero. Uno de sus empleadores recuerda que “Nouredine era un chico fantástico. Sólo sabía trabajar y trabajar». Viajó a Madrid, donde la vida no le sonrió y acabo deportado a Marruecos y volviendo a Sidi Ifni. Con 34 años había decidido que tenía que volverlo a intentar. Y lo intentó por última vez el 13 de diciembre pasado.

En Sidi Ifni hay cierta indignación. Esta semana un programa de una televisión local dedicaba una hora a mostrar a las familias de los desaparecidos, sus reclamaciones y su desesperación. El gobierno local no presta demasiada atención al asunto.

Quince de los sobrevivientes están en un Centro de Internamiento de Extranjeros con orden de expulsión de España. Los dos menores, en otro centro junto a otros niños que llegaron en patera “en busca de un futuro” que no encontraron.

Leer era cosa de hombres

22 octubre, 2015

Fuente: http://www.elpais.com

Antonia Gutiérrez Bueno, una perfecta desconocida hoy, tumbó en 1837 la prohibición de la Biblioteca Nacional para aceptar investigadoras y lectoras.

Usuarias en la sala de lectura de la Biblioteca Nacional. / CARLOS MONTES (BNE)

Hay que tener una gran confianza para sentarse a un escritorio y, en 20 líneas, pedir la luna. Lo nimio —un agente subversivo, bien usado— está minusvalorado. En 1955 Rosa Parks, con su empecinamiento rebelde para no levantarse de su asiento en un autobús de Alabama, dinamitó la segregación racial en Estados Unidos. Un siglo antes, con su carta de 20 líneas, Antonia Gutiérrez Bueno, cuyo nombre nadie recuerda hoy, sepultó para siempre la discriminación de género que la Biblioteca Nacional (BNE) arrastraba desde su fundación en 1713.

Hay que tener mucha seguridad para resistir las coacciones sin levantarse del asiento o para, una mañana o una tarde de enero de 1837, sentarse a escribir al ministro de la Gobernación para reclamar un imposible. Es bien probable que Antonia Gutiérrez Bueno creyese que si no estiraba la mano no tocaría la luna. Porque eso era entonces la Biblioteca Nacional, un lugar tan inaccesible para las mujeres como la luna, con la pequeña salvedad de días festivos, cuando las damas podían recorrerla en lo que equivaldría a una visita guiada de la época. Se mira, pero no se toca.

Cuando se sentó a escribir su carta, Antonia Gutiérrez (Madrid, 1781-1874) tenía 56 años, un hijo diplomático y dos obras impresas. En 1835 había publicado el primer volumen de un Diccionario histórico y biográfico de mugeres (sic) célebres y antes, en 1832, un librito con artículos que ella había traducido del francés sobre “el cólera-morbo”, donde entre otros tratamientos ensayados en Francia figuraban algunos tan poco delicados como la aplicación de sanguijuelas en el ano. Ambos libros delatan aspectos de su autora: la ambición intelectual y el interés por la salud pública, sin duda un tanto extravagantes a ojos de otras mujeres decimonónicas. Había vivido en París —quizás el Nueva York de la época— hasta la muerte de su marido, Antonio Arnau, y había crecido en una casa con libros, diccionarios y gramáticas en distintas lenguas, tratados científicos y piano. Antonia fue la tercera hija de Mariana Ahoiz y Navarro y Pedro Gutiérrez Bueno, un ilustrado que acabaría siendo boticario mayor del rey y que acostumbró a sus hijas a pensar más allá de los muros domésticos.

“El padre fue un importante hombre de ciencia y Antonia tuvo acceso a una formación no habitual”, señala Gema Hernández Carralón, jefa del Museo de la BNE y rastreadora de las huellas de la primera investigadora que puso sus pies en la institución. “Fue amigo de Moratín, que le llamaba Petrus Bonus y que apodó Toinette a Antonia”, añade.

Gema Hernández Carralón sospecha —aunque ya nunca podrá confirmar o desmentir su hipótesis— que Antonia Gutiérrez utilizó el Diccionario como “excusa” para lograr que le franqueasen la puerta de la biblioteca. Lo cierto es que nunca publicaría los siguientes volúmenes de aquella obra, que firmó con el seudónimo masculino de Eugenio Ortazán y Brunet y que dedicó “al bello sexo”. Como correspondía a un perfecto caballero.

‘Diccionario histórico y biográfico de mugeres célebres’, de Antonia Gutiérrez Bueno. / BNE

“Siéndole difícil y aun imposible, a causa de sus circunstancias, procurarse los libros que necesita para continuar su obra, la que va recibiendo bastante aceptación del público”, solicitaba la escritora en la carta de 1837 al ministro, “un permiso para concurrir a la Biblioteca Nacional”. La celeridad de la respuesta a su petición no deja de sorprender. Un mes después se había cambiado la historia, tal vez propiciada por la inusual circunstancia de que España estaba gobernada por otra mujer, la reina regente María Cristina, quien ordenó que le autorizasen la entrada y la consulta de libros. A ella y a todas las mujeres deseosas de acceder a un espacio donde, entonces, se custodiaba todo el conocimiento del mundo. “Esta mitad del pueblo tiene todavía en España conventos donde encerrarse y no bibliotecas donde instruirse”, censuró a propósito del veto machista un consejero de la reina, al tiempo que animaba a María Cristina a desterrar “ese precepto bárbaro” y abrir todas las bibliotecas públicas a las mujeres. Y fue entonces cuando el director de la Biblioteca Nacional, José María Patiño, que había canalizado sin remilgos la petición de Antonia Gutiérrez, se encogió con desagrado y contraatacó con un escrito, dirigido al secretario de Estado de la Gobernación, repleto de pegas (la sala no resultaría suficiente “si llegasen a exceder del número de cinco o seis las mujeres que pretendiesen aprovecharse de este beneficio”) y reproches (en el último año no había recibido “un solo maravedí”).

Una sala de mujeres dispararía los gastos de mobiliario y personal: “Sería preciso comprar mesas, un brasero, escribanías y lo necesario para que las señoras concurrentes estuviesen con la decencia que corresponde”. En definitiva, pide al secretario que “incline el real ánimo de Su Majestad” para que limite la autorización a la solicitante o bien que dote la medida de presupuesto. A la reina no debió gustarle el tono, porque en el siguiente despacho reiteró que admitiesen cuantas mujeres lo solicitasen, “y en el caso de que afortunadamente el número de estas exceda de cinco o seis, lo haga usted presente, manifestando el aumento de gasto que sea indispensable”.

En el expediente que se conserva en el archivo de la biblioteca no figura el histórico día en que Antonia entró finalmente en una biblioteca donde antes que ella había ingresado su obra, se sentó en una sala separada de los lectores masculinos y reclamó todos aquellos libros que siempre había deseado consultar. Después de esa fecha no publicó más que artículos, algunos en defensa del derecho a la educación de las mujeres. Derribó un muro, tocó la luna. En el futuro lo harían otras, como Ángela García Rivas, que hace un siglo se convirtió en la primera bibliotecaria de una casa que aún debió esperar hasta 1990 para ser dirigida por una mujer, Alicia Girón.

El traductor de la China de Mao

21 octubre, 2015

Fuente: http://www.elpais.com

Hace 40 años la dictadura franquista abría su primera embajada en el gigante comunista.

El embajador, Sanz Briz, llegó junto a un catedrático con “curiosidad por la revolución” por N. GALARRAGA.

Iñaki Preciado, en 1976.

Cuando Iñaki Preciado Idoeta supo que España iba a abrir una Embajada en Pekín, inmediatamente se ofreció a Exteriores como traductor. Tenía 32 años. Por fin llegaba la oportunidad de conocer “aquella revolución por la que sentía gran curiosidad” y sacar provecho al chino que estudiaba en Madrid desde hacía una década. Al otro lado del mundo esperaba el también llamado “peligro amarillo”. La España de Franco acababa de reconocer a la China de Mao. Era el 9 de marzo de 1973, hizo 42 años y medio. La visita de Richard Nixon un año antes había desencadenado una frenética carrera en Occidente por acercarse al gigante asiático.

A pie tuvieron que hacer el último trecho para entrar en la República Popular China el embajador, Ángel Sanz Briz —honrado tras su muerte por salvar a miles de judíos del Holocausto durante su etapa en la Embajada de Budapest—; su secretaria, Aurora Aranaz, y el catedrático de Filosofía convertido en traductor. Llegaban en tren desde el Hong Kong británico. “Era el 2 o 3 de agosto, hacía un calor insoportable”, recuerda Preciado. Sanz Briz, de 63 años, sudaba a mares. Aurora sufría con sus tacones. Caminaron por la vía hasta Shenzen, entonces una aldea, hoy una megalópolis industrial. Tomaron otro tren a Cantón y un vuelo a Pekín.

Les recibió Jaime de Ojeda Eiseley, el ministro consejero, que abrió la Embajada, inicialmente en la segunda planta del Hotel Pekín, cerca de la plaza de Tiananmen. “Al llegar podía leer y escribir sin problemas, pero entendía a medias. Es que en Madrid casi no había chinos con los que practicar”, cuenta Preciado en un café madrileño cuatro décadas después, y tras varios años en un monasterio del Tíbet. Su principal quehacer era traducirle al embajador el Diario del Pueblo y otra prensa oficial. Dos interpretes impuestos por las autoridades —“llamados Chen y Qiu”— se encargaban de los contados actos oficiales. “Pero el embajador quería que yo también estuviera presente”. Para controlar a la pareja oficial, se supone.

Tener información incluso de los acontecimientos más importantes era arduo. “Nos enteramos del X congreso del Partido Comunista Chino cuando ya lo habían clausurado”, confiesa. Escaseaba la información sobre los cambios que vivía el que ya era país más poblado del mundo —900 millones de habitantes, 400 millones menos que ahora— y tenía la bomba atómica. “Las fuentes eran otros diplomáticos o algún periodista. Del lado chino, solo estaba el Diario del Pueblo”. A ojos de este español, los despachos eran un páramo informativo: “Había poco que contar, Pekín era aburridísimo”.

Los diplomáticos tenían vetado todo contacto con el pueblo. De Ojeda,número dos de la legación, rememora el aislamiento social. “Las autoridades solo nos recibían para asuntos oficiales. Y apenas entablábamos conversación en la calle con alguien, aparecían unos milicianos y les apartaban diciéndoles: ‘¡Por favor, no molesten al waibin [huésped extranjero]!”, relata al teléfono este embajador retirado de 79 años desde su hogar, en EE UU. De entonces data su amistad con George Bush padre —primer enviado diplomático a la China comunista— y su esposa, Barbara.

Sanz Briz y De Ojeda flanquean al presidente interino de la República Popular China, Tung Pi Wu (en el centro), en 1973. / EFE

Tampoco la comunicación con España era sencilla. “No se podía hablar por teléfono. Yo leía los ABC de siete en siete, cuando llegaban en la valija semanal”, asegura el traductor. El asesinato de Carrero Blanco fue una excepción: les informaron por télex. “Enseguida vino el ministro de Exteriores chino a darnos el pésame”.

A Carrero, presidente del Gobierno, “le tuvieron al margen de las negociaciones para entablar relaciones. Fue un movimiento orquestado por el ala pragmática de Exteriores, con Gregorio López-Bravo de ministro, y la aquiescencia de Franco, por supuesto”, explica Mario Esteban, profesor del Centro de Estudios de Asia Oriental de la Universidad Autónoma de Madrid. El reconocimiento mutuo se negoció en París porque, como las Embajadas eran vecinas, era lo más discreto, revela el experto. Se firmó en Francia el 9 de marzo de 1973, ayer hace cuatro décadas. Para China, obsesionada por “el reconocimiento del máximo de países” tras su entrada en la ONU en 1971, España era uno más en la lista, según Esteban. Hasta el apretón de manos de Nixon y Mao, solo Francia y Reino Unido, además de los países del Este, tenían embajadores ante los chinos.

Para la dictadura franquista era parte del acercamiento —con el ojo puesto en los negocios— al bloque rojo. La Unión Soviética era el límite; por ahí Franco no pasaba. El paso diplomático también obedecía a cierto interés político. “China tenía poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU y pensaban que podía ser útil con el Sáhara”. No lo fue. Aquella primera fase de la relación “fue un gesto diplomático, sin contenido”, sostiene este especialista.

De Ojeda marchó encantado a aquella China que los extranjeros intentaban desentrañar. Precisa que Sanz Briz era de los más veteranos del escalafón. Se presentó voluntario para aquella plaza por motivos personales, dice. Intérprete y diplomático coinciden en que era alguien “reservado”, y según su número dos “un buen profesional, pero no tenía un verdadero interés en China”.

No se podía hablar por teléfono con España, y en la calle los milicianos impedían el contacto con la población.

Lo que al traductor Preciado le interesaba era empaparse del país. Logró que Ricardo, su hijo de 6 años, estudiara en una escuela estatal con niños chinos. “Era el único”, dice con el mismo orgullo con el que recuerda que “el director era un obrero, con cultura, sí, pero un obrero”. Izaskun, de 3 años, y su entonces esposa, María Luz, completaban la familia. Llevaba a sus hijos en autobús o bicicleta. Allí no tuvo coche (aunque con el medio millón de pesetas —3.000 euros— ganados se compró un Jeep Comando a tocateja al volver). Vestía al estilo Mao y comía en cantinas. Y su esposa iba a misa dominical —autorizada— en la iglesia de Xidan. Un sacerdote chino la decía a la antigua, de espaldas.

La Embajada de España recibió a una delegación de 6 o 7 osados empresarios españoles, pero poco más. El traductor sostiene que en la legación nadie llegó a ver a Mao. La reunión de más alto nivel fue una cena informal que dio el ministro de Exteriores. Cualquier gestión, léase viajar o contratar una señora de la limpieza, requería acudir al Ministerio de Exteriores.

Hace 40 años “el interés de ambos países era conocerse, romper el aislamiento. Hoy nuestras realidades han dejado de ser exóticas”, constata por teléfono Ernesto Zulueta, director general para América del Norte, Asia y Pacífico del Ministerio de Exteriores. El mundo ha mutado desde 1973. Zulueta destaca la presencia en China de empresas españolas punteras “en infraestructuras, renovables, moda o gastronomía” y la huella china en España “por el turismo, intercambios estudiantiles y la inmigración”.

La China que Preciado conoció cumplió sus expectativas. Incluso en la despiadada Revolución Cultural (1966-1976) encuentra rasgos positivos. “No había corrupción, había solidaridad y una moral revolucionaria. El lema era Wei renmin fuwu [para servir al pueblo] y, como dice el chiste, ahora le han añadido dos letras y es Wei renminBI fuwu [para servir al dinero]”. No le gusta nada la deriva de una “China que exportaba revolución hasta principios de los setenta y ahora exporta mercancía barata”.

Felipe, cállate

20 octubre, 2015

Fuente: http://www.eldiario.es

Felipe González es el mayor fraude de la Transición española. Más que socialista fue siempre socio capitalista. Ahora ha pasado de carismático a caricato. Alguien debería hacerle callar.

Es hora de que alguien le diga a Felipe González lo que habría que haberle dicho hace años: Felipe, cállate. La broma ha durado demasiado. Estás haciendo el ridículo. Tiene el personaje un pasado como para haberse metido en un agujero, haberlo tapado con cal viva y que no le hubiéramos vuelto a ver las canas, pero es tan soberbio y vanidoso que no es capaz de bajarse del escenario y, cada vez que sale, la tiene que liar. Si hay algo peor que un presidente, es un ex presidente. Padecen casi siempre pitopausia presidencial. Como ya nadie les mira como antes, tienen que sobreactuar para coger foco. Ahora Felipe ha pasado de carismático a caricato. De piquito de oro, a bocazas oficial. Por consiguiente.

Lleva unos días sin tomar la medicación y está desatado. Primero dijo que el régimen de Pinochet, con sus 40.000 víctimas y 3000 desaparecidos, respetó más los derechos humanos que el actual gobierno de Maduro. Ayer comparó la autodeterminación catalana con las deportaciones de Stalin a Siberia. No sólo insulta a la razón, escupe a la memoria de los millones de víctimas del gulag estalinista y a no pocos catalanes partidarios de la secesión. Su obsesión con Venezuela y Cataluña sólo es comparable a la de un tertuliano de 13tv votante de Vox. Hace tiempo que sabemos que más que socialista, ha sido siempre socio capitalista. De Gas Natural o de quien le quiera pagar. Ahora vemos que, además, ejerce de bufón.

A estas alturas, no nos sorprende. Ya sabemos que Felipe González es el mayor fraude de la Transición española. Sabemos, por documentos desclasificados, que la joven promesa del progresismo español, fue ungido por la socialdemocracia europea en Suresnes para hacer el tránsito al capitalismo bajo la tutela de Washington. El tardofranquismo lo bendijo porque el muchacho jamás había dado un ruido. Nunca fue antifranquista, más bien al contrario. Como cuentan otros papeles desclasificados, en su juventud se ofreció con otros compañeros a la embajada estadounidense para acabar con “la excesiva influencia comunista” que había en la universidad. Después vino lo de la OTAN para confirmar que el hombre blanco hablaba con lengua de serpiente, como cantara Krahe, que lo pagó con la censura de este demócrata. Por consiguiente, la pana y las coderas eran disfraz.

De hecho, escribió el gran Javier Ortiz que González se hizo socialista porque la socialdemocracia le apadrinó, pero que se habría hecho democristiano si la democracia cristiana se lo hubiera ofrecido. Nunca ha tenido más ideología que la de su ego. Felipe ha sido siempre felipista y nada más. El menda se ha hecho hasta una fundación. No es extraño que se lo tenga tan subido cuando en su casa le creen infalible como a un Papa, le veneran como a un dios y le llevan en procesión como al santo patrón. El PSOE es como José Luis Moreno. Tienen al Rockefeller fumando puros en un yate y cuando llega la hora del show lo sacan para que el pájaro tuerza el pico. Pedro Sánchez ha dicho que es su faro y su guía. Ésa es la renovación del partido. Apaga y vámonos.

Pertenezco a una generación de hijos de víctimas de Felipe González. De los que le votaron ilusionados como nunca en el 82 y se decepcionaron como en la vida. No pocos se pasaron al bando contrario y ya nunca regresaron. Nadie ha hecho más por el retorno de la derecha al poder y pocos están haciendo tanto por el independentismo. Pero le siguen dando bola. Lo del señor X le viene al pelo. Es una incógnita por qué se sigue escuchando con respeto a un individuo bajo el que tuvimos a los GAL, Filesa, el caso Roldán, el pelotazo y la mayor cantidad de casos de corrupción de la democracia. Nunca creí que diría esto, pero una vez estuve de acuerdo con Aznar, otro que tal: cuando le dijo a Felipe que se fuera.

Tampoco pensé que diría esto, pero creo que debería volver el rey Juan Carlos para hacerle callar. Por consiguiente. Alguien tiene que decírselo. Felipe, ¿por qué no te callas?

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