Archive for septiembre 2014

Normandía: un desembarco forzado para evitar la vitoria total del Ejército Rojo en Europa

30 septiembre, 2014

Fuente: http://www.info.nodo50.org

Sábado 7 de junio de 2014. Nodo50. Fuente: Cuestiónatelo todo.

Algunos celebran el famoso día D, aquel 6 de junio de 1944, en el que los aliados llevaron a cabo el desembarco de Normandía, abriendo el esperado desde hacía mucho tiempo segundo frente en Europa, como la clave de la derrota del nazismo, como si la guerra no hubiera empezado a ganarse realmente en Stalingrado.

Ni siquiera los alemanes habían prestado mucha atención al frente occidental desde la humillante y rápida conquista de Francia, puesto que sabían que los yankees esperaban que Alemania derrotara a la Unión Soviética, y que no habían escuchado las reiteradas peticiones de Stalin de que se atacara a los nazis también por el oeste para obligarle a reducir sus divisiones en el frente oriental.

El interés evidente de los norteamericanos era, claramente, en primer lugar, que alguien, por ejemplo los alemanes, acabaran con el comunismo en la URSS, y por eso los grandes hombres de negocios norteamericanos fueron los principales inversores en la Alemania nazi; en segundo lugar, en el marco del conflicto interimperialista que se estaba desarrollando, el objetivo era imponer la dictadura económica e ideológica de Washington en toda Europa (algo que, sin embargo, no se realizaría hasta 1991).

Por ejemplo, el magnate yankee Henry Ford había afirmado en 1941 que ”Ni los Aliados ni el Eje deberían ganar la guerra. EE.UU. debe proporcionar los medios para que ambas partes sigan luchando hasta que ambos colapsen.“

El futuro presidente Harry Truman, el que ordenaría lanzar sin necesidad militar alguna las bombas atómicas contra Hiroshima y Nagasaki, también declaró en 1941 que «si Alemania gana, debemos ayudar a Rusia y si Rusia gana, debemos ayudar a Alemania, para que muera el máximo en cada lado“.

El juego cínico e interesado del imperialismo norteamericano solo acabó cuando la URSS paró a Hitler en Stalingrado y comenzó su imparable avancé hasta Berlín, que indudablemente hizo manchar los pantalones a la clase capitalista norteamericana. Sólo entonces, Estados Unidos se apresuró a salvar sus intereses en Europa y propuso la invasión de Normandía, algo que llevaba tiempo solicitando Stalin y que no se hizo porque el plan era que los nazis, bien pertrechados militarmente gracias a la ayuda económica de las grandes corporaciones norteamericanas, acabaran con la revolución soviética.

Hitler tenía cerca de 200 divisiones destinadas a la lucha contra la Unión Soviética y sólo unas 60 en el frente occidental, puesto que antes el 90% de los esfuerzos nazis se dirigían hacia Rusia.

El verdadero punto de inflexión de la guerra fue la contraofensiva soviética de 1942, culminando en la batalla de Stalingrado y más tarde en la aún más decisiva batalla de Kursk. Después de una feroz batalla que duró una semana, la resistencia alemana colapsó. Incluso Churchill, el rabioso anticomunista, tuvo que admitir que el Ejército Rojo había «desgarrado los intestinos del ejército alemán» en Stalingrado.

El Ejército Rojo lanzó una amplia ofensiva a finales de diciembre de 1943 que arrastró todo a su paso. Después de liberar Ucrania, hicieron retroceder a las fuerzas alemanas a través de Europa Oriental. El hecho es que tanto Roosevelt como Churchill (por no mencionar a Hitler) habían subestimado a la Unión Soviética. Los aliados se encontraran al Ejército Rojo a las puertas de Alemania y, si no hubieran lanzado Overlord, nombre oficial de la operación cuyo núcleo fue el desembarco de Normandia, en junio de 1944, puede que se hubieran encontrado con las tropas soviéticas en el Canal de la Mancha.

Es decir, el que nos intentan vender como el día clave de la SGM, no fue más que una operación en la que los Estados Unidos e Inglaterra se vieron obligados a abrir el segundo frente en Europa, tras años de rechazo a hacerlo, para evitar que la guerra la ganaran en solitario los soviéticos. Incluso así, tras la invasión de Francia, el frente oriental siguió siendo el frente de guerra más importante en Europa, en el que los nazis concentraron por necesidad el 80% de sus tropas, y aún así los aliados, fueron derrotados en la operación Market Garden o en las Árdenas por el ya maltrechó ejército alemán, mientras el Ejército Rojo avanzaba derrotando a todas las divisiones que encontraba a su paso.

Sin embargo, cosas de la propaganda, el 6 de junio se sigue celebrando que la fue ganada en Normandía y no en Stalingrado, y que fueron los que provocaron y financiaron el conflicto mundial y el auge del fascismo, las grandes corporaciones norteamericanas y europeas y los ejércitos a su servicio, los que que realmente liberaron Europa, ¿de sí mismos?

6 DE JUNIO DE 1944: LO QUE NO OS DIRÁN

Por Michel Collon

«Sí, ¡pero los estadounidenses nos liberaron en el 45!». ¡Cuántas veces he tenido que oír decir eso! En la escuela. Pero también en los debates sobre las guerras actuales de Estados Unidos.

La del 40-45, ¿la única «buena» guerra de los EE.UU.? Puede que haya que matizar. Algunos hechos inquietantes han sido documentados en un excelente libro del historiador Jacques Pauwels (1). Sus documentos irrefutables demuestran que gran parte de las empresas de Estados Unidos han colaborado directamente con Hitler, y no sólo al comienzo de la guerra : Du Pont, Union Carbide, Westinghouse, General Electric, Goodrich , Singer, Kodak, ITT, JP Morgan …

Peor aún. La gran novedad estratégica de Hitler fue la «Blitzkrieg», la guerra relámpago: dirigir muy rápidamente sus tropas hacia el corazón del enemigo. Para ello, dos condiciones esenciales: camiones y gasolina. Como Alemania no tenia ninguno de los dos, fue Esso la que aprovisionó la gasolina, mientras que los camiones provenían de las fábricas alemanas de Ford y General Motors.

«¡Que esta guerra dure el mayor tiempo posible!»

Pauwels muestra que:

1 . Una gran parte de la patronal de Estados Unidos era pro-Hitler en los años 30 y 40.
2 . Eso cambió sólo cuando las ventas de las empresas estadounidenses fueron puestas en peligro por la agresividad comercial de Alemania en América Latina y en otros lugares. Y las ocupaciones japonesas confiscaban todo el comercio de Asia.

De hecho, los Estados Unidos jugaron un doble juego. Deseaban que la guerra durase mucho tiempo. ¿Por qué?

Por un lado, las enormes ganancias que sus empresas hacían en Alemania estaban aumentando. Por otro lado, se enriquecían por los préstamos a Gran Bretaña, que soportaba todo el peso financiero de la guerra. Por cierto, Washington también ponía como condición que Londres abandonase sus colonias después de la guerra. Así se hizo. Los Estados Unidos se las arreglaron para aprovecharse de la Segunda Guerra Mundial, debilitando a sus rivales y convertiéndose en la única superpotencia capitalista.

Henry Ford: «Ni los Aliados, ni el Eje deberían ganar la guerra. Los EE.UU. deberian proporcionar a ambas partes los medios para seguir luchando hasta que ambos se desmoronen.»

El futuro presidente Harry Truman, 1941: «Si Alemania gana, debemos ayudar a Rusia y si Rusia gana, debemos ayudar a Alemania, para que muera el máximo de cada lado.»

Ese juego cínico sólo terminó cuando la Unión Soviética derrotó a Hitler. Sólo entonces, los Estados Unidos se apresuraron a salvar sus intereses en Europa.

Mañana 6 de junio, se pretenderá que la guerra fue ganada en Normandía y no en Stalingrado. No se dirá que Hitler perdió el 90 % de sus soldados en el Este. Que por un soldado de EE.UU. muerto, hubieron 53 soviéticos. Los libros de texto a veces son raros, ¿no?

Eso es todo, siento mucho haberos arrebatado una de vuestras últimas ilusiones. Mañana, 6 de junio, podréis pensar en todo eso cuando en una playa de Normandía, se celebre a George Bush mientras que su abuelo financió a Hitler. ¿En qué clase de mundo vivimos?

Nota:

(1) PAUWELS, Jacques R. «Le mythe de la bonne guerre: les États-Unis et la Seconde Guerre mondiale». Bruxelles : Aden éditions, 2012. (EPO), 378 p . Muy recomendable, está lleno de revelaciones sobre Roosevelt, Truman, la amenaza con invadir la URSS, la recuperación de los criminales y espías nazis, Churchill, de Gaulle, Yalta …

Resumiendo

29 septiembre, 2014

Fuente: diario EL PAÍS

ELVIRA LINDO 14 ABR 2010

Por primera vez en mucho tiempo, el New York Times le ha dedicado un editorial a España. Por primera vez en mucho tiempo, el asunto a tratar no han sido los toros, la tomatina o el jamón de bellota. Simultáneamente, hemos encabezado secciones internacionales de periódicos argentinos, chilenos, ingleses o franceses. Si queríamos que nuestro país ocupara un lugar notable en la prensa del mundo con un tema que no fuera folclórico lo hemos conseguido. Lástima que el resultado sea para recibir el pésame más que la enhorabuena. A estas alturas, extranjeros de aquí y de allá observan atónitos una noticia que para ellos se resume de la siguiente manera: dos organizaciones franquistas llevan a los tribunales al juez que ha querido fijar las responsabilidades de la represión y dar honrosa sepultura a los muertos que aún permanecen enterrados en fosas comunes.

Los españoles llevamos siguiendo los pormenores de este caso más de un año, conocemos (aunque sea por encima) las razones por las que, al margen del asunto de la memoria histórica, hay quien está deseando que Garzón abandone la Audiencia Nacional; pero para alguien que no se revuelque a diario en la charca de nuestra actualidad no sólo resulta inconcebible que un juez de tan dilatado prestigio sea apartado de su carrera de por vida, hay más. Este desgraciado asunto ha sembrado la idea de que en 30 años de democracia los españoles hemos sido incapaces de lidiar con el pasado, que la Transición fue una bajada de pantalones, que la Guerra Civil es un tema tabú y que hay una parte de la derecha que sigue siendo franquista. No sé si estarán de acuerdo con este balance aquellos que hicieron posible la Transición, pero finalmente esto es lo que a ojos de los demás ha quedado. Sea como sea, hay que darle las gracias a la justicia española por permitirnos hacer el más grande de los ridículos.

Lo que no se dice sobre la abdicación del rey

28 septiembre, 2014

Fuente: http://www.vnavarro.org

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 5 de junio de 2014

Este artículo señala que la abdicación del Rey es mucho más que la abdicación del Rey. Explica las causas de tal abdicación, que tiene como objetivo recuperar no solo la popularidad y legitimidad de la Monarquía, sino también de la estructura de poder que quedó cristalizada en la primera Transición.

La abdicación del Monarca, designando a su hijo Felipe como su sucesor en la posición de Jefe del Estado, ha generado toda una serie de eventos predecibles. Entre ellos, el más llamativo e importante es la respuesta unánime del establishment español, definiendo como tal al entrelazado de poderes que dominan los sectores financieros y económicos del país, los políticos que gobiernan el Estado, y los ideológicos y mediáticos que promueven los valores que lo sustentan, desde la Iglesia a los medios de información y persuasión. Este establishment se ha movilizado en bloque para expresar su agradecimiento al Monarca por habernos traído la democracia, tras una Transición que definen como modélica, añadiendo un elogio, igualmente unánime, hacia el que será nuevo Rey de España, Felipe VI, al que consideran como una figura perfecta para tutelar los cambios que consideran necesarios para asegurar la permanencia de este establishment en el poder. Contradiciendo la narrativa de su discurso oficial -según la cual el Rey es una mera figura simbólica-, esta estructura de poder pide al nuevo Rey que dirija los nuevos cambios que el país (es decir, sus intereses particulares) necesita, tal como hizo el que hoy abdica durante la Transición. La gran portada del principal rotativo de España, El País, así lo exigía, en su titular “El Rey abdica para impulsar las reformas que pide el país”, añadiendo, por si alguien no lo interpretaba bien, que el Príncipe de Asturias tiene la madurez necesaria para asumir esa responsabilidad. El País, hoy dirigido por una persona claramente de derechas (ver mi artículo “El sesgo profundamente derechista de Antonio Caño, el nuevo director de El País”, Público, 24.02.14), habla cada vez más claro y transparente en nombre de este establishment. Que conste, pues, que tal establishment nunca vio al Rey como una mera figura simbólica, sino como un garante de su poder.

La predecible unanimidad

Reflejando la inexistente diversidad ideológica de los grandes medios de información españoles, su respuesta a la abdicación ha sido unánime, variando solo en el grado de vasallaje que han expresado en su admiración hacia el Monarca y su entusiasmo hacia su heredero. Este comportamiento señala, una vez más, la enorme distancia existente en España entre el establishment (incluyendo el mediático) y la población. Según la última encuesta del CIS (abril de este año), la Monarquía es una de las instituciones menos populares existentes en España. En una escala de 0 a 10, la valoración es de 3,7. Es interesante subrayar que esta baja valoración existe a pesar del apoyo prácticamente unánime de los mayores medios de difusión a la Monarquía. Esta distancia aparecerá también de una manera clara en la votación de las Cortes españolas, donde nada menos que el 90% de los parlamentarios votará a favor de la transferencia de poderes del Rey Juan Carlos a Felipe. Lo que las encuestas señalan es que el porcentaje de la población que favorece la continuidad de la Monarquía es mucho menor que ese porcentaje, siendo incluso muy minoritario entre la juventud. Ello es un indicador más, de los muchos ya existentes, de la enorme distancia entre las Cortes españolas y el sentir de la mayoría de la ciudadanía en este país, incluyendo la juventud.

El porqué del deterioro del apoyo popular a la Monarquía

Muchas han sido las causas de este deterioro, que ha sido gradual, aunque se ha acentuado más a medida que el establishment español y su Estado también han ido perdiendo apoyo (e incluso legitimidad, en la medida en que muchas de las políticas públicas impuestas por el Estado a la población carecen de mandato popular, tales como los recortes) entre la ciudadanía. El conocido eslogan del movimiento 15M “no nos representan” es ampliamente percibido como acertado por la gran mayoría de la ciudadanía española. La Monarquía está perdiendo popularidad, pues, a la vez que todas las instituciones del establishment español, el cual es plenamente consciente de esta situación y está sumamente preocupado. Nunca antes se había dado, durante el periodo postdictatorial, una agitación social y política que expresara un descontento generalizado tan profundo. Y hace solo unas semanas hubo en Madrid una de las mayores protestas que esta ciudad haya visto (según observadores extranjeros, creíbles en sus reportajes, la multitud estaba entre un millón y medio y dos millones de personas), con población venida de toda España, para manifestarse contra las políticas que está imponiendo el Estado, que carecen de mandato popular y que cuestionan su legitimidad. Y no pasó desapercibido para este establishment que la bandera más enarbolada en dicha manifestación fuera la bandera republicana, que se ha convertido en el símbolo de la España que se desea como alternativa a la existente.

¿Por qué ahora la abdicación?

La abdicación es un intento de revertir el descenso de la popularidad de la Monarquía y, con ella, del establishment español. Refleja su enorme preocupación sobre la viabilidad del sistema político establecido durante la Transición inmodélica, realizada bajo el enorme dominio de las fuerzas conservadoras, que controlaban y continúan controlando el Estado. Ello explica la recurrente apelación a la Constitución española, denominada la Carta Magna (que esas fuerzas dominaron y tutelaron en su desarrollo), como fuente de cualquier legitimidad, presentándola como un documento pactado entre los sucesores de los que ganaron la Guerra Civil (que tenían todo el poder) y los que la perdieron (que acababan de salir de la clandestinidad), y que sería interpretada, en última instancia, por el Tribunal Constitucional, dominado por las fuerzas conservadoras. De ahí la constante referencia a la Constitución como marco que define lo que es o no aceptable por dicho establishment.

Además de la concienciación, por parte del establishment español, de la necesidad de intentar recuperar la popularidad de la Monarquía (y, por tanto, del establishment) mediante la abdicación del Rey, había y hay una sensación de urgencia, de que tenía que ocurrir pronto. Y un factor que explica esta sensación de urgencia fue el conocimiento de que el bipartidismo, que ha jugado un papel clave en la estabilidad del sistema político, se está resquebrajando, y ello a pesar de que la ley electoral (escasamente proporcional, y que facilita tal bipartidismo) continua vigente. El resultado de lo que ocurrió en las elecciones al Parlamento Europeo era predecible. Ello implicaba que algo debía hacerse, y pronto, pues una alianza de los partidos a la izquierda del PSOE y una posible rebelión de las bases de ese partido contra sus élites gobernantes podrían imposibilitar el consenso institucional existente en las Cortes y dificultar un cambio en la persona que ocupará la posición de Jefe del Estado. De ahí la urgencia de que se hiciera lo más pronto posible. Es más, el establishment es plenamente consciente de que cualquier alargamiento del proceso de transición de Juan Carlos I a Felipe VI podría dar pie a una movilización popular que cuestionase el hecho de que al pueblo español nunca se le haya dado la posibilidad de votar específicamente sobre la bondad de estar gobernados por un sistema monárquico o por uno republicano. La voluntad expresada en el referéndum sobre la Constitución incluía muchas otras dimensiones, además de este elemento, en un momento en el que las alternativas eran la continuación de la dictadura o el establecimiento de una democracia muy incompleta, regida por un Estado muy poco representativo y con una escasísima dimensión social, consecuencia de que el pacto que condujo al establecimiento de ese nuevo sistema político estuviera basado en un enorme desequilibrio de fuerzas.

La petición democrática

El claro hartazgo de la mayoría de la ciudadanía española hacia las instituciones democráticas, reflejadas en el Estado español, se basa no en una oposición a la democracia (maliciosamente definida la oposición a tal Estado como movilizaciones antisistema), sino en la enorme tergiversación de la democracia llevada a cabo por parte de la clase política y funcionarial que controla y gobierna dicho Estado. Es un hartazgo que exige mayor, no menor, democracia, rompiendo con las estructuras, prácticas e ideologías heredadas de la dictadura y que se perpetuaron en el Estado postdictatorial, resultado de una Transición inmodélica por lo enormemente desequilibrada que fue. En contra de la enorme idealización que se ha hecho de la Transición (a la cual ha contribuido el mundo académico y mediático), tal proceso no significó una ruptura con el régimen anterior. Todo lo contrario, fue la incorporación dentro del Estado de elementos democráticos de carácter representativo (muy limitados por una ley electoral escasamente proporcional, favorable a las fuerzas conservadoras, que fomentaba el bipartidismo) bajo el dominio de los herederos del régimen dictatorial. Pero no hubo ningún tipo de ruptura o purga, estableciéndose una clara continuidad del establishment español, liderado por el Monarca.

Una pieza clave en su perpetuación fue el aparato dirigente del PSOE que, al beneficiarse del bipartidismo, pasó a ser uno de sus máximos defensores. Hay que subrayar que el sistema electoral les benefició como partido (aunque menos que al Partido Popular), pero no como proyecto, pues las estructuras de poder financiero y económico que han dominado el aparato del Estado durante este periodo democrático han dificultado el desarrollo del proyecto socialista. Es cierto que el enorme déficit social heredado de la dictadura disminuyó (aunque no desapareció) durante los mandatos del PSOE. Pero este no tuvo la suficiente fuerza o la necesaria vocación transformadora para cambiar sustancialmente aquella enorme influencia del poder financiero y económico, que configura en España lo que es “posible” o “razonable”. El gasto público social por habitante en España continúa estando entre los más bajos de la Unión Europea de los Quince.

Hoy, la población española está harta y enfadada con este Estado y con la casta política que lo ha estado gobernando. Las encuestas así lo muestran, un hastío y rechazo que es mayoritario entre la juventud. La esperanza de aquel establishment es que un Rey joven pueda ayudar a diluir tal enfado y rechazo. En una respuesta desesperada, acompañada, por cierto, con un aumento muy notable de la represión por parte del Estado.

Frente a esta situación, las fuerzas auténticamente democráticas deberían movilizarse para exigir una ruptura con aquel Estado, que significó la continuación de muchos de los aparatos y personajes del Estado dictatorial, y el establecimiento de una democracia real que tenga elementos representativos basados en un sistema auténticamente proporcional (que garantice la misma capacidad de decisión en la gobernanza del país a cada ciudadano) y elementos de democracia directa, es decir, que los ciudadanos tengan el poder de decidir a través de referéndums vinculantes a todos los niveles del Estado temas como, entre otros, el de tener una Monarquía o una República. Ni que decir tiene que el establishment se opondrá a muerte a estos cambios. Este establishment es una continuación directa del que realizó el golpe militar en 1936. Pero si las fuerzas democráticas se unieran en este propósito, poniendo las necesidades de la ciudadanía por encima de sus intereses partidistas, con una amplia coalición de movimientos sociales (desde sindicatos a asociaciones de vecinos, entre otros muchos) y partidos políticos auténticamente contestatarios, comprometidos con la democracia y defensores de la soberanía de los distintos pueblos y naciones de España frente a los falsamente “patriotas” que dócilmente han servido a los intereses extranjeros, podrían movilizar a la mayoría de la población frente a una minoría que gobierna y que no tiene hoy legitimidad para hacerlo.

Los de arriba mueven ficha

27 septiembre, 2014

Fuente: juantorreslopez.com

05 de junio de 2014 Publicado en Público.es el 4 de junio de 2014

Los resultados electorales del 25M han puesto en jaque a la gran clase política que mantiene el régimen, al poder bancario y empresarial y a los medios que tratan de conformar opinión. Y a la clarísima desaprobación social que han supuesto ha seguido un verdadero terremoto político.

Quién ha sido uno de los elementos fundamentales en todos los grandes pactos de Estado en los últimos 25 años, Alfredo Pérez Rubalcaba, convocaba un congreso que lo pondrá fuera de juego para tratar de paliar la desafección electoral ya indisimulable que ha traído consigo la traición del gobierno de Zapatero y que quiebra uno de los pilares fundamentales del régimen.

La patronal no tardaba ni cuarenta y ocho horas en decir que había que pensar en subir salarios, reconociendo así que empieza a carecer de fuerza política, de legitimación y de instrumentos para seguir defendiendo la política económica que se vienen aplicando con el único objetivo de aumentar su poder y la retribución del gran capital.

Rajoy anunció rápidamente que pondría en marcha un programa de estímulo, en una línea completamente contraria a la que ha venido defendiendo, para dar a entender que responde al descontento y a las demandas sociales que las elecciones han puesto de relieve.

Los medios y la clase política se han lanzado al cuello de los dirigentes de Podemos lanzando acusaciones tan exageradas que son ridículas y mostrando un servilismo y un miedo tan patentes que al final están terminando por ayudar a que esta novedosas fuerza política se consolide como detonante del movimiento social arrollador en que puede convertirse si se hacen bien las cosas.

Y, por si todo esto fuese poco, el rey anuncia de un modo claramente improvisado la abdicación que había negado que pudiera producirse, cuando su hijo y sucesor se encuentra a miles de kilómetros y a la reina, qué casualidad, apenas si le había dado tiempo de abrir las maletas que llevara a la reunión del grupo Bilderberg, en donde se mueven los hilos del poder mundial.

Los de arriba se han asustado y han movido fichas a toda prisa. Tratan de evitar que los escándalos de la Casa Real sigan salpicando todo el sistema y quieren dar un acelerón institucional unido a la coronación del sucesor de don Juan Carlos para poner freno a la descomposición y a la deslegitimación galopante que la acción del PP, del PSOE, de la derecha nacionalistas y de sus representantes en las instituciones del Estado y en el poder económico está generando a base de robos, de corrupción generalizada, de injusticias flagrantes y de incompetencia manifiesta.

Se trata de una operación tras la que se encuentran todos los resortes del poder político, económico, financiero y mediático pero que va a fracasar estrepitosamente. Es imposible que sea de otra forma porque sin darle protagonismo al pueblo y sin dejar que éste se pronuncie sobre cómo resolver “las transformaciones y reformas que la coyuntura actual está demandando” (en palabras del rey) no se podrá disimular lo que encubre realmente lo que han puesto en marcha: un intento desesperado de salvaguardar los intereses de los mismos que han provocado los problemas que ahora dicen que van a resolver a toda prisa.

Los dos grandes partidos que van a impulsar este acelerón institucional (la coronación del nuevo rey y la posterior reforma constitucional que pretenden llevar a cabo) no obtuvieron conjuntamente más que el 21,6% de los votos de toda la población española con derecho a voto el pasado 25M (y eso sin contar que una parte importante de los votantes del PSOE muy posiblemente no comparte los planes de sus dirigentes). ¿Quién puede creer que con ese grado de apoyo social puede tener éxito una operación de recambio tan profunda como la que planean?

Se puede argumentar que en términos de representación parlamentaria cuentan, como airean todos los medios, con más del 90% de los diputados, pero lo que eso precisamente indica es que este parlamento ya no representa realmente a la sociedad española que en su día lo eligió.

Llevan razón Rajoy y otros dirigentes del PP cuando dicen que lo que debemos hacer quienes defendemos un referéndum para dilucidar quién debe ser el próximo Jefe del Estado es plantear una reforma de la Constitución. Efectivamente, ese es el verdadero desafío cuando quienes dicen defenderla no la cumplen. Por eso lo que hay que hacer es denunciar todo lo que está pasando y sumar apoyos para regenerar España y salvarla de una minoría que la ha hundido en la miseria a base de corrupción y de engaños. Hay que reclamar que se celebren nuevas elecciones generales y que se abra cuanto antes un proceso de consulta al pueblo español. Lo contrario sería otro insulto y otra agresión inaudita a la soberanía nacional que realmente está en el pueblo y no en unos representantes sobre los que ha recaído, con todo fundamento, la sospecha de que han dejado de serlo. Y esa es, no se olvide, una tarea imposible de llevar a cabo si no es con una mayoría social amplísima. No se trata de reagrupar solo a los republicanos, o solo a las gentes de izquierdas o de cualquier otra corriente. Hay que forjar un nuevo proyecto de Estado y eso requiere la colaboración y la complicidad de todos, justo al revés de cómo quieren hacer desde arriba.

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Nosotros, los de ahora, ya no somos los mismos

26 septiembre, 2014

Fuente: http://www.eldiario.es

Maruja Torres 04/06/2014 – 21:05h

Si el asunto se desarrolla tal como prevén los hacendosos hacedores de la segunda parte de Los Borbones son forever, se presume para las próximas semanas una proliferación de caídas en coma diabético por parte de la indefensa población más sensible a los merengues. Hasta a las declaraciones de una de las exnovias de don Felipe El Preparado ha recurrido algún medio de comunicación del Régimen instaurado por la Transición (o viceversa), y se esperan para los días que vienen nuevos y enriquecedores aportes, quizá del papa Francisco y hasta de Walt Disney, que también está hibernado.

Pero, calma, ¿he escrito más arriba «indefensa población»? No nos precipitemos. Desde Urdangarin, sobre todo -mucho más que por lo de Corinna y los elefantes-, la gran masa adicta a los cuentos de hadas, que se reunía, en las bodas, a las puertas de las catedrales para gritarles sentidos «¡Guapas!» a las infantas y a doña Letizia, ha sufrido un baño de realismo que le ha hecho crecer las uñas. Por poner un ejemplo, no me extrañaría que, entre los ciudadanos que abuchearon a la infanta Cristina en la Rampa de los Suspiros de Palma de Mallorca, se hallaran muchos de quienes la habían aclamado a su paso hacia el pantalán del Club Náutico, cuando no se tenía idea de sus desmanes.

La tardía renuncia del primer Borbón después de Franco, y su sustitución automática por el segundo, se encuentra con un país muy distinto de aquel que admitió la subida de Juan Carlos al trono constitucional, y también de aquel otro que, acojonadito y encerrado en casa, escuchó su paternal mensaje, el 23-F.

Los españoles hemos perdido el virgo, se nos han caído los dientes, hemos visto cómo nos salían espolones y tenemos el culo pelado, por seguir con las frases hechas, de tanto ver corruptos y tener que aguantarlos, de tanto asistir a esfuerzos judiciales ímprobos y diferidos, y a tantas trapisondas y excusas, incluso amorosas, por parte de algún que otro leguleyo que, oh casualidad, también fue padre de la Constitución, esa hoy maltrecha dama.

Hemos abandonado la fe y, como quien dice, también la caridad, y muchos estamos hartos de que periódicos autoconvencidos de que son serios estén comiéndole terreno al ¡Hola!, en su intento de lavarnos el cerebro, y de que los mismos de siempre, los sospechosos habituales que se tiran aparentemente los trastos en la escena, entre bambalinas se reúnan y conspiren para que todo siga atado y bien atado, para que algo cambie con objeto de que todo siga igual, y para que, en general, el personal se ponga a cantar Gwendolyne, mirando a Zarzuela.

No hemos perdido, sin embargo, la esperanza. Más bien la hemos recuperado en un alto porcentaje desde que el resultado antibipartidista de las elecciones europeas nos ha hecho comprender que con el voto podemos tirar de la estaca. De ahí las plazas llenas de ciudadanos, que no súbditos, que súbitamente reclaman un referendo, agitando el hermoso, emocionante tricolorido de la bandera republicana. No es nostalgia, es renovación de la fidelidad a un gran proyecto político que fue sangrientamente truncado. Es Memoria Histórica.

Los tiempos están cambiando. A medida que la dulzura nauseabunda del plato precocinado inunda la información oficial, la carne viva de la ciudadanía ocupa nuevos espacios para hacerse oír, para influir.

Cáritas da de merendar y cenar a los niños que Cospedal ha dejado sin becas de comedor

25 septiembre, 2014

Fuente: http://www.elporvenirclm.com

Julio Sánchez Miércoles, 04 Junio 2014

La pobreza severa en Castilla-La Mancha es una realidad que muchas veces se esconden en cifras demasiado frías y alejadas de la ciudadanía, pero de vez en cuando hay una frase que es capaz de superar ese «blindaje» estadístico y dar imagen a la España del PP que pasa hambre: hombres, mujeres y niños.

Así ha ocurrido este miércoles cuando el secretario general de Cáritas Diocesana de Toledo, Javier García-Cabañas, a preguntas de los periodistas, intentó explicar el esfuerzo de su organización para atender a una población infantil que no tiene una alimentación mínimamente adecuada a sus necesidades.

«Desde que se han suprimido las becas de comedor muchos niños están merendando y cenando gracias a Cáritas», dijo García-Cabañas, según recoge Europa Press, poniendo el acento en los recortes del Gobierno de Cospedal, que suprimió en 2012 estas ayudas escolares a familias con rentas bajas y dejó a muchos escolares sin recibir la única comida completa al día que tenían.

Cáritas da de comer a esos niños, que en la provincia de Toledo se ha convertido en un problema más acuciante, porque si el Gobierno de Cospedal les ha dejado a estos escolares sin becas, la Diputación Provincial de Toledo, presidida por Arturo García-Tizón, rechaza dedicar un euro a este tipo de ayudas escolares y prefiere dedicar el dinero a construir un minizoo, llevar a los turistas a un yacimiento arqueológico en catamarán o comprar carruajes de época a medio hacer.

En ese sentido, de cara al verano Cáritas ya ha anunciado que se seguirán atendiendo estas necesidades a través de campamentos y talleres, así como «concienciando de que es un problema de todos».

Y es que la organización está haciendo especial hincapié en cubrir las necesidades básicas de los más pequeños, como la alimentación y el vestido; el acceso a la viviendas.

Así, ha recordado que en 2013 atendió a 641 «chavales» en su Programa Menores, Infancia y Jóvenes.

Perlas informativas del mes de mayo

24 septiembre, 2014

Fuente: http://www.eldiario.es

Una nueva recopilación de anécdotas, manipulaciones y curiosidades aparecidas en los medios de comunicación durante el pasado mes de mayo.

Pascual Serrano 04/06/2014 – 19:35h

Internacional

Afín al gobierno

El 2 de mayo El País se hace eco de un informe de la organización estadounidense de corte neoliberal Freedom House que acusa a Venezuela de disminuir su libertad de prensa. El elemento con el que el diario y la ONG pretenden demostrar su acusación es «la adquisición de la cadena de televisión Globovisión, hasta entonces contraria al Gobierno, por parte de una compañía afín al chavismo». Es decir, que la propiedad de un medio por un empresario hostil al gobierno venezolano es libertad de prensa, pero si es de una empresa afín es un ataque a la libertad de prensa. ¿Sirve eso también para Estados Unidos o para España?

El choque deja 36 muertos

En Ucrania, los partidarios del gobierno golpista de Kiev queman un edificio sindical asesinando a 36 personas que había en su interior y El País el 2 de mayo titula: «El incendio de un edifico durante los choques en Odessa deja 36 muertos». En la edición en papel el título era todavía más ambiguo: «Los choques con rebeldes prorrusos causan decenas de muertos en Odesa».

¿Qué diríamos si el presidente iraní se llevara a Rajoy, de visita oficial en ese país, a una mezquita, le obligara de descalzarse y a orar a Mahoma mirando hacia La Meca? Pues Rajoy se llevó al primer ministro japonés, de visita oficial a España, a la catedral de Santiago de Compostela para que pudiera «abrazar la figura del apóstol Santiago». Lo escuchamos en RNE Radio 5 el 4 de mayo. Ahora los japoneses se habrán dado cuenta que los fundamentalistas religiosos no gobiernan solo en los países musulmanes.

¿Se van donde les reprimen?

Dicen que homosexuales son reprimidos en Cuba pero por un teletipo de la agencia AP el 6 de mayo nos enteramos de que 200 grupos de América Latina por diversidad sexual van a celebrar allí su conferencia regional. Extraña represión deben sufrir para elegir ese país para el encuentro.

¿Debe Nicaragua sancionar a EEUU?

El 10 de mayo El País se descuelga con una pregunta a la que responden periodistas de El País, El Universal, Reforma y Club de Prensa: «¿Debe EEUU imponer sanciones a Venezuela?». ¿Y de dónde se sacan la legitimidad de Estados Unidos para sancionar a un país soberano? ¿por qué no preguntan si Nicaragua debe sancionar a EEUU por las torturas de Guantánamo? O si EEUU debe imponer sanciones a España por su falta lucha contra la corrupción política.

Golpistas con mercenarios, pero proeuropeos

Otra noticia que no nos han contado. Según la prensa alemana, 400 mercenarios de una empresa estadounidense combaten junto al ejército golpista ucraniano, ese que está al servicio de esos golpistas nazis que los medios llamaban «proeuropeos». Tuvimos que ir a leerlo en castellano a la web de Rusia Today del 11 de mayo.

17.000 entradas para los amigos

Los más mayores recordamos aquellas noticias que nos contaban para desprestigiar a los países de la Europa del Este, donde todos los dirigentes comunistas tenían un trato de privilegio en espectáculos públicos culturales y deportivos. Pues bien, leo en As el 15 de mayo que la UEFA se reservó para los amiguetes nada menos que 17.000 localidades de las 41.000 que tenía el estadio de fútbol de Turín para la final de la Liga de Europa. Encima la mitad se quedaron sin ocupar.

De terrorista a alzado

El 19 de mayo, una noticia de El Mundo se ocupa de Siria. Los yihadistas que aquí son terroristas allí son «fuerzas rebeldes» y «alzados en combate». Y el gobierno que tan legítimo les parece si es de Qatar o de Arabia Saudí, allí es «dictador» o «régimen». Y los sitios de internet donde lo defienden «foros prorrégimen».

Lujo, yates y cacerías

El 21 de mayo El Mundo informa de la aparición de un libro donde un guardaespaldas de Fidel Castro denuncia la vida de lujo, yates y cacerías del expresidente cubano. Por un momento me pareció que estaba hablando del rey de España.

Santuarios

En una tertulia en RNE Radio 5 el 22 de mayo, uno de los participantes, ante una petición de extradición de España a Venezuela, define a este país como «santuario bolivariano de etarras». Teniendo en cuenta que España tampoco está entregando a la justicia argentina los torturadores franquistas, bien podrían llamar a nuestro país «santuario juancarlista de torturadores».

21 muertos pero son de al-Asad

Esta es una perla por ausencia. No he encontrado ningún gran medio español que informara de un ataque de los que ellos llaman rebeldes sirios contra un mitin electoral a favor del actual presidente sirio, Bashar al-Asad, que dejó 21 civiles muertos y más de 30 heridos. Lo tuve que leer en la web de la televisión iraní el 24 de mayo.

Populistas de aquí y de allá

En El País el 26 de mayo descubro curioso que, quienes se reservan el término populista para los gobiernos de izquierda latinoamericanos, en Europa llaman populistas a los partidos de extrema derecha: «con el Frente Nacional francés como mascarón de proa, y con una presencia amplia de Norte a Sur (en Dinamarca y Finlandia, pero también en Grecia e Italia) y de Este a Oeste (Hungría, Alemania, Reino Unido), los populismos confirmaron en las urnas la fuerte subida que les daban los sondeos».

España

Arriesgada promesa

En el informativo de TVE1 el 6 de mayo dicen que «Hollande mantiene la arriesgada promesa de que la recuperación [económica] va a llegar en la segunda parte de su mandato». Es lo mismo que dice el gobierno español, pero aquí se cuidan en el informativo de la televisión pública de calificarlo de «arriesgada promesa».
Mil euros para canguro

¿Quién dice que las administraciones del PP no atienden necesidades sociales? Si pagan mil euros para un canguro que cuide de los hijos. Claro que deben ser los hijos de Urdangarin y Cristina de Borbón. Lo leímos en eldiario.es el 5 de mayo.

Baja el paro

Gráfico de TVE1 el 6 de mayo sobre la evolución del paro: dos columnas con estos datos: 25% de paro en el 2014, 24% de paro en el 2015. ¿Ven cómo baja? Basta con inventarte las cifras del año que viene si durante las actuales está subiendo.

Interés general

Quizás muchos no lo entendamos, pero, según el gobierno, la construcción con 3,4 millones de dinero público de un pabellón de caza en el Monte de El Pardo, muy cerca del palacio de La Zarzuela, para que Juan Carlos de Borbón guarde sus trofeos «se sustenta en el interés general». Así respondió el gobierno a la pregunta del diputado de Izquierda Plural Alberto Garzón, según leímos en VozPopuli.com el 9 de mayo.

El IVA de Bruselas

Declaraciones de Mariano Rajoy escuchadas en el telediario de TVE 1 el 15 de mayo: «No habrá cambios en el IVA. Sólo los que imponga Bruselas». Dos precisiones. Una, que Bruselas no impone el IVA de los países de la UE, y dos, que Bruselas son ellos porque son los conservadores los que gobiernan en Europa.

Helado en avión

La noticia pasó desapercibida, pero a mí me impresionó. El Mundo el 18 de mayo entrevista al cocinero de La Moncloa con motivo de la publicación de un libro suyo donde revela curiosidades de la dieta de los diferentes presidentes y su familia. Una de ellas es que, durante la presidencia de Aznar, si la familia estaba de viaje a su esposa Ana Botella le enviaban el helado de café por avión desde Madrid. Y luego dicen de la mujer de Ceaucescu.

Los periódicos sí pueden

Como todos sabemos, el día anterior a las elecciones la legislación española lo considera jornada de reflexión y los partidos no pueden pedir el voto. Para eso ya están los periódicos.

La portada de La Razón en el día de reflexión: Que vienen los rojos

Elocuente la pregunta de la encuesta de 13TV el día 26 de mayo al día siguiente de las elecciones europeas tras la victoria de la extrema derecha en Francia: «¿Le preocupa el ascenso de la extrema izquierda y los enemigos de España?»

Tragedia ingobernable

He comprobado que quienes más se han alarmado con la caída del voto del bipartidismo en España no ha sido ni PP ni PSOE, sino El País que tituló el 26 de mayo: «Los resultados dejarían un Congreso ingobernable en unas generales». Quizás querían titular «Los resultados dejarían a este periódico inviable tras unas generales».

Lo importante son los desperfectos

El 28 de mayo, aparece en Cuatro las imágenes de la policía golpeando a un joven ensangrentado en Barcelona y, a continuación, la periodista de la redacción le pregunta al reportero desplazado al lugar de los hechos, no por los heridos sino «si han sido muchos los desperfectos de los manifestantes».

Entrevista imaginaria

Todo vale en el periodismo del corazón. Así vemos en la edición del 28 de mayo de la revista Diez Minutos una «entrevista imaginaria» a Letizia Ortiz. A ver quién supera eso.

Perla publicitaria

Yo creo que el título del nuevo libro de Alfonso Ussía sobre el debate independentista de Cataluña define muy claro el razonamiento y argumentos de la derecha sobre el asunto: «No, no y no».

Hacienda confirma que el PP pagó en negro las obras de su sede central

23 septiembre, 2014

Fuente: http://www.cadenaser.com

La caja B del PP.

Un informe de la ONIF sostiene que el Partido Popular abonó cerca de 900.000 euros en B por parte de las obras de su sede en la calle Génova de Madrid.

MIGUEL ÁNGEL CAMPOS 05-06-2014

Los expertos de la oficina contra el fraude corroboran que el PP solo pagó en ‘A’ el 80 por ciento de los trabajos y que obtenía entre el 8 y el 10% de descuento por abonar el resto en negro, lo que corrobora las declaraciones de Bárcenas.

Los inspectores de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF), es decir, la élite de la Agencia Tributaria en la lucha contra el fraude fiscal, han elaborado un informe comprometedor para el Partido Popular por las obras de su sede central en la madrileña calle Génova.

El informe corrobora la versión de Bárcenas respecto a que el Partido Popular pagó al arquitecto Gonzalo Urquijo, encargado de ejecutar las obras, 899.000 euros en negro entre los años 2007 y 2010.

Los inspectores llegan a conclusiones que también confirman los apuntes del extesorero del PP en sus célebres apuntes manuscritos, y las declaraciones ante el juez Ruz en referencia a que el PP solo pagó en ‘A’ el 80 por ciento de las obras, y obtuvo un descuento de entre el 8 y el 10% por abonar en B el resto de los trabajos del inmueble.

La ONIF afirma que realizó una inspección fiscal en los años 2008 y 2009 a la empresa Unifica, del arquitecto Gonzalo Urquijo, y no encontró las facturas supuestamente giradas al PP que ahora han sido obtenidas con el registro judicial. Tampoco ha hallado en el Partido Popular las correspondientes «facturas de abono» por los trabajos realizados. Un dato que apuntala aún más los pagos en negro.

El informe de los expertos de Hacienda se centra en el arquitecto y confirma que defraudó a Hacienda por el Impuesto de Sociedades desde 2008 en adelante. No detalla responsabilidades tributarias en el Partido Popular porque en este caso, los inspectores se han centrado en las obligaciones del arquitecto porque así se lo pidió expresamente el juez, según afirman en su informe. No obstante, también analizarán la responsabilidad del PP, según fuentes del caso consultadas por la SER.

Los inspectores de la ONIF advierten en su informe de 116 páginas que se trata de un documento preliminar, y que para que sea completo es necesario desencriptar y analizar los archivos incautados a Unifica en el programa ‘Contaplus’ que tenía en sus dispositivos informáticos.

Dejen de decir mentiras, no trajo la democracia

22 septiembre, 2014

Fuente: http://www.eldiario.es

Suso de Toro 04/06/2014 – 21:05h

La abdicación del rey pareció inicialmente una improvisación que se habría debido al resultado de las elecciones europeas, perjudicial para los dos partidos que sostienen el sistema político. Sin embargo claramente es una operación política muy calculada y en la que participan directamente todos los poderes además de la Casa Real: desde la banca y las grandes empresas hasta esos dos partidos y las grandes empresas de comunicación. Realmente todo el sistema económico y político español está conjurado en una misma operación para este tránsito entre padre e hijo.

Es lógico, todo animal que muda la camisa o el caparazón es muy vulnerable en ese trance, y la abdicación en el príncipe Felipe se está dando, no hubo más remedio, en medio de una crisis profunda del Estado. Se puede estar a favor de esta Monarquía o de una República, de la continuidad del rey o de su abdicación; entiendo que hay razones para argumentar que sea conveniente la coronación del príncipe y que va a ser muy provechoso para todos, pero el modo en que se está desarrollando esa operación política es perverso por dos motivos.

Primero, porque está ejecutando como un plan militar de guerra relámpago muy preciso, para que el adversario no tenga tiempo a reaccionar. En este caso las armas no son la aviación y los carros de combate sino los medios de comunicación, implicados en una asfixiante campaña publicitaria del rey que abdicó y del heredero. Pero aquí el adversario no es un enemigo exterior sino la opinión pública, la propia ciudadanía, por lo que es profundamente antidemocrático en origen. Si no hay nada que ocultar a la ciudadanía, si no hay nada innoble en ello, no se puede realizar ese acto tan trascendente de ese modo porque demuestra una desconfianza absoluta en una población a la que se considera súbditos sin capacidad ni responsabilidad.

Y, segundo, porque para blindar la legitimidad de la operación se está recurriendo a argumentar esa incapacidad de la ciudadanía española diciéndole que todo se lo deben al rey. Se nos repite machaconamente que «El rey nos trajo la democracia», «nos la dio», «gracias a él tenemos libertad»… Según eso este era un país de inútiles e idiotas y el rey fue nuestro redentor y nos guió. Y eso es una gran mentira. Muchas personas que vivían entonces pueden atestiguar que no fue así, al rey lo puso Franco y reinó por imposición y, en cuanto a la sagrada Constitución, se redactó sometiéndose a las exigencias por escrito de la JUJEM. Y si esa Constitución que garantizaba libertades a pesar de esas imposiciones y si hay la libertad que haya es porque hubo una parte de la sociedad que exigía democracia. Y esa parte de la sociedad tenía presos políticos en las cárceles del régimen. Y muertos en los cementerios, casi siempre civiles. Que nos digan que el rey nos trajo la democracia es peor que faltar a la verdad, es mentir. Es una ofensa para las personas que lucharon por la libertad y es una reiterada traición a la memoria. No estamos locos, tenemos memoria aunque nos llamen imbéciles.

En Cataluña se dio un proceso curioso en la opinión pública que registraron todas las encuestas. Muchas personas que no se tienen por nacionalistas catalanes y que vienen demandando desde hace tiempo poder decidir su futuro como catalanes acabaron llegando a la conclusión de que la independencia es la única solución a la situación histórica de Cataluña. Son personas que sin hacer ideología del independentismo en sí mismo hoy son independentistas por convicción cívica. Una cosa parecida puede ocurrir con el republicanismo como ideología y con la República como institución.

Hay muchas las personas a quienes les parece natural poder decidir sobre la jefatura del Estado en referéndum, aunque luego muchas de esas personas votarían a favor de conservar una monarquía parlamentaria, pero viendo que se les niega explícitamente y ante esta vergonzosa imposición están basculando hacia la opinión de que sería más democrático y conveniente una república.

En todo caso, someter a la ciudadanía a algo así es degradarla y envilecerla. Ésta es la democracia española, y es lo que debe cambiar.

El coste político del neoliberalismo: el caso sueco

21 septiembre, 2014

Fuente: http://www.vnavarro.org

Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario digital EL PLURAL, 17 de septiembre de 2014, y en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 19 de septiembre de 2014.

Este artículo analiza las elecciones que tuvieron lugar en Suecia el domingo pasado y su relevancia para España.

La noticia en estas semanas en España era y continúa siendo el referéndum en Escocia sobre el deseo de permanecer o separarse de Gran Bretaña. Se cree, con razón, que el resultado del referéndum en aquel país puede tener también repercusiones en España, donde hay un deseo generalizado en la población de Catalunya de poder ser también consultados sobre la relación existente entre Catalunya y España (ver mi artículo “Escocia, semejanzas y desemejanzas con Catalunya y España”, Público, 01.09.14, y su versión en catalán “Escòcia i la dreta anglesa”, publicado en el ARA, 11.09.14). Es importante señalar, sin embargo, que ha habido otro proceso electoral en Europa, que se ha celebrado este domingo, que también tiene relevancia para España, y del cual se ha hablado muy poco. Me estoy refiriendo a las elecciones en Suecia, unas elecciones que tienen un gran significado para la Unión Europea (de la cual Suecia es miembro) y en particular para España.

En teoría, el gobierno sueco, que es una coalición de partidos conservadores y liberales, no debería haber tenido mayores problemas para salir reelegido. Según los indicadores tradicionales que la mayoría de analistas económicos utilizan para evaluar la labor de un gobierno (y que se utilizan más en los medios de comunicación), la economía sueca está yendo pero que muy bien y aparece como un gran éxito. La recuperación económica ha sido de las más rápidas y acentuadas entre los países de la Unión Europea, alcanzando un crecimiento de su PIB de casi un 2% anual, uno de los más altos de la OCDE. Es más, la bajada de impuestos del gobierno sueco durante su mandato (una de las mayores bajadas impositivas en la UE) ha conseguido que la capacidad adquisitiva del ciudadano sueco haya aumentado, alcanzando en 2012 el equivalente a un mes más del sueldo que tenía en 2006. Por otra parte, el sistema financiero nunca había sido tan fuerte y la economía había estado tan boyante. Hoy, empresas suecas (tales como Ikea, H&M, Spotify y muchas otras) están por todas partes del mundo. Y la industria inmobiliaria está en plena forma. En cierta manera, Suecia se había convertido por los rotativos de persuasión neoliberal, como The Economist, en su punto de referencia. Y, sin embargo, todas las encuestas ya señalaban durante estos meses previos a las elecciones, que la coalición gobernante estaba perdiendo popularidad, hasta tal punto que perdería frente a una coalición de izquierdas que incluye al Partido Socialdemócrata, al Partido Verde y al ex Partido Comunista (llamado Partido de la Izquierda). Todas las encuestas anunciaban una victoria de esta coalición. Y así ha sido, creando una gran sorpresa en los fórums económicos de sensibilidad liberal, incluyendo The Economist que ha acusado a los ciudadanos suecos de ser “desagradecidos”.

Las semejanzas con el gobierno Rajoy

El interés de este acontecimiento y su relevancia para España es que, en general, el gobierno conservador-liberal sueco desarrolla políticas públicas muy semejantes a las que ha estado llevando a cabo el gobierno conservador liberal presidido por el Sr. Rajoy. De ahí que sea de gran interés que se analice el porqué el electorado ha mostrado un rechazo tan contundente a un gobierno considerado responsable de una economía tan supuestamente exitosa. Y los datos, fáciles de adquirir, pero raramente presentados en los medios de comunicación, muestran claramente las causas de este rechazo: la enorme impopularidad de las políticas sociales y económicas del gobierno conservador-liberal, caracterizada por tres tipos de intervenciones.

Una es la privatización de los servicios públicos, que ha afectado muy negativamente a la calidad de los servicios privatizados, tales como educación y servicios sanitarios, privatización que ha ido acompañada de la comercialización de tales servicios. Estas privatizaciones (más en la gestión que en la financiación de los servicios, dando cabida a empresas con afán de lucro en la gestión de la educación y de la sanidad) han sido muy impopulares, al beneficiar a algunos sectores de la población (y muy en particular a las clases populares). Un ejemplo es el sistema público educativo, que estaba entre los mejor valorados en el mundo (según la OCDE, ocupaba el noveno lugar en el año 2000), que –consecuencia de su privatización y comercialización- se ha deteriorado marcadamente (pasando a ocupar el puesto veintiséis en 2012). Algo parecido ha ocurrido en la privatización de la sanidad pública y de los servicios domiciliarios a las personas con dependencia, donde ha habido incluso casos de escándalo en la gestión, que han alcanzado a la población. El conflicto entre el intento de optimizar los beneficios empresariales a costa de la calidad de los servicios (un riesgo inherente en la comercialización de tales servicios públicos) ha creado un rechazo popular hacia la introducción de empresas comerciales en los servicios públicos.

Los recortes de gasto público social

La otra intervención ha sido la reducción de los beneficios sociales, resultado de reducción del gasto público en los servicios públicos del Estado del Bienestar. Las grandes reducciones de impuestos se hicieron a costa de una reducción muy notable del gasto público social, que tuvieron un impacto negativo en la calidad y disponibilidad de tales servicios, empeorando el bienestar de la población ya afectada por un desempleo del 8% (y del 21% entre los jóvenes), niveles de desocupación muy altos por los estándares suecos. Este empobrecimiento de los derechos sociales y laborales iba acompañado con un enriquecimiento a nivel personal, resultado de la bajada de impuestos, que aumentó, como indiqué antes, la capacidad adquisitiva de la población, provocando un gran boom inmobiliario que ha generado también una deuda privada considerable que, aun cuando beneficiosa para el sistema bancario, crea cierta ansiedad por sus posibles consecuencias negativas en la estabilidad financiera (facilitada por un enorme crecimiento del precio de la vivienda y de los alquileres), que ha afectado negativamente, de nuevo, a las clases populares que, además de tener que endeudarse más y más, encuentran dificultades en encontrar viviendas accesibles, problema particularmente llamativo entre las familias jóvenes. Todos estos indicadores muestran el error de la estrategia económica neoliberal, que asume que la transferencia de fondos del sector público al privado favorece el crecimiento económico que beneficia a todos los sectores de la población por igual. La evidencia sueca muestra que beneficia a unos pocos a costa de perjudicar a todos los demás.

La alternativa progresista es posible

Dicho rechazo al neoliberalismo ha ido acompañado de una atracción hacia las propuestas de las izquierdas, que han coincidido en varios aspectos, permitiéndoles explorar la posibilidad de establecer una coalición alternativa. Todas ellas ofrecen revertir las reformas que habían afectado negativamente, disminuyendo su cobertura, su generosidad y su calidad, al Estado del Bienestar. Otra coincidencia es la propuesta de aumentar el gasto público en la infraestructura física y social del país (6.000 millones de euros en el caso del Partido Socialdemócrata -casi el 2% del PIB sueco de 2013-, lo que equivaldría en España a unos 21.500 millones de euros), pagando este gasto con un aumento de los impuestos de los grupos más pudientes, además de revertir la bajada de impuestos, y establecer un nuevo impuesto a la banca, causando la alarma del grupo empresarial más importante de Suecia, el grupo Wallenberg, como señala el artículo sobre Suecia y las elecciones en el New York Times del 09.09.14). Estos partidos, sin embargo, no han conseguido la mayoría parlamentaria, consecuencia, en parte, del surgimiento de un partido feminista que no consiguió alcanzar el mínimo apoyo electoral para conseguir representación parlamentaria, y del enorme crecimiento de la ultraderecha xenófoba anti-inmigrante, una situación altamente preocupante, que no tenía precedente en los países nórdicos escandinavos, y que está apareciendo con cierta contundencia en el panorama político de aquellos países, incluyendo Suecia.

Relevancia para España

España está en la Unión Europea en el polo opuesto a Suecia, no solo geográficamente, sino políticamente. España es uno de los países con uno de los gastos públicos por habitante más bajos de la UE. En Suecia es de los más altos, incluso ahora, después de los recortes. Las políticas neoliberales del gobierno español están creando una situación de euforia que habla ya de recuperación, detrás de la cual hay una enorme crisis social, con el enorme empobrecimiento del Estado del Bienestar. ¿Podría ocurrir algo semejante en España a lo ocurrido en Suecia, donde la población ha castigado al gobierno conservador liberal debido a sus políticas neoliberales?

Para contestar a estas preguntas hay que tener en cuenta varias diferencias entre Suecia y España, incluido el sistema electoral, que es mucho más proporcional en Suecia que en España, y que permite establecer gobiernos de coaliciones, sin estar estancado en un bipartidismo como en España. Ello explica que la socialdemocracia haya tenido que gobernar durante la mayoría de los años desde la II Guerra Mundial, en coalición con otros partidos de centroizquierda e izquierda, situación difícil de que ocurra en España, donde el bipartidismo permite a los partidos mayoritarios –como el PSOE- gobernar sin tener la mayoría del apoyo electoral, y sin establecer apoyos y coaliciones con otros partidos de izquierdas, como IU, discriminados por tal sistema electoral. Esto no ocurre en Suecia.

Otra gran diferencia es la cultura democrática que existe en el mundo político sueco, que históricamente ha tenido una relación de colaboración entre los partidos de izquierda, debido, en parte, a sus lazos con los sindicatos que representan a sus miembros que constituyen nada menos que casi el 80% de la población laboral. El candidato del partido socialdemócrata a la Presidencia no pertenece ni al aparato del partido ni al grupo parlamentario. Es un sindicalista. Esta relación privilegiada con el mundo del trabajo facilita el establecimiento de gobiernos de coalición. En España las izquierdas están sumamente divididas y atomizadas, con escasa tradición de cultura colaboracionista y asociativa, y con comportamientos frecuentemente sectarios. En realidad, un problema grave del sistema democrático español es precisamente la gran debilidad y división entre las fuerzas progresistas.

Y por último, la democracia interna de los partidos es mucho mayor en Suecia que en España. Los aparatos tienen menos peso dentro de los partidos, aún cuando esta situación está variando, creando tensiones entre las direcciones y las bases especialmente agudas en el partido socialdemócrata. La identificación de los partidos con las clases populares, y muy en particular con la clase trabajadora, es mucho más acentuada en Suecia que en España, donde el nuevo Secretario General del PSOE considera que su partido representa los intereses de las clases media, sin casi citar a las clases trabajadoras, término que no se utiliza por considerársele anticuado. Durante muchos años, se esperaba de representantes políticos procedentes de partidos progresistas que no adquirieran privilegios especiales, exigiéndoles que utilizaran los mismos servicios públicos que la mayoría de la población. Este y otros datos acentúan el deseo de evitar la profesionalización de la política y la distancia entre gobernantes y gobernados en aquel país. Sin embargo, aunque se están también dando cambios, la distancia entre la cultura política de las izquierdas en el norte de Europa, incluyendo Suecia, es muy grande y diferente a la existente en el sur, incluyendo España. Sería aconsejable que tal distancia se redujera considerablemente, y que la socialdemocracia, en lugar de inspirarse en el partido demócrata de EEUU (como algunos de sus dirigentes aconsejaron) se inspirara más en la experiencia del norte de Europa, observando de cerca lo que están haciendo sus homólogos en aquella parte del continente. Ni que decir tiene que deberían ocurrir cambios profundos también allí. Pero en España estamos tan detrás que sería un buen paso al menos acercarse hacia una cultura más democrática que la existente en este país.