Archive for marzo 2023

El ‘greenwashing’ nos lleva a la catástrofe climática

31 marzo, 2023

Fuente: http://www.eldiario.es

Emma Thompson

Foco

CRISIS CLIMÁTICA

Emma Thompson a bordo del Rainbow Warrior de Greenpeace en Venecia.
Emma Thompson a bordo del Rainbow Warrior de Greenpeace en Venecia. Greenpeace / Lorenzo Moscia

9 de agosto de 2022 22:13h. Actualizado el 10/08/2022 05:30h 

Para quienes pueden permitirse pagar los precios que se cobra a los turistas, los viajes en góndola son una parte tradicional de la visita a Venecia. Pero en un viaje reciente a la ciudad yo me salí del guion eligiendo una embarcación diferente, aunque también muy simbólica: el Rainbow Warrior, de la organización ecologista Greenpeace.

Fui invitada por la ONG We Are Here Venice, que lucha por la protección de una ciudad profundamente afectada por la crisis climática y las innumerables actividades humanas, y el objetivo fue cualquier cosa menos turístico.

He viajado por el Ártico en dos ocasiones con Greenpeace: una, a bordo del Esperanza –ahora en desuso, ¡no tuve nada que ver!– y otra, en el Arctic Sunrise. En ocasiones anteriores había navegado junto a dos de las personas que ahora integran la tripulación del Rainbow Warrior. Ahí siguen, luchando por la justicia climática en todo el mundo.

En julio, Reino Unido batió no solo su propio récord histórico de temperatura sino también los de Cuba, Singapur y Panamá. Pero todavía había gente clamando que todo era perfectamente normal y que se trataba de un simple día de sol. ¿En qué mundo de ensueño vive esta gente y quién se lo ha construido? Mi viaje a Venecia me ha ayudado a encontrar la respuesta a esta pregunta.

Contra el lavado verde de imagen

No lo sabía cuando llegué, pero los activistas de Greenpeace estaban a punto de organizar una protesta que consistía en desplazarse por los canales a bordo de embarcaciones tradicionales venecianas y mostrando los logos de grandes empresas europeas de petróleo y gas que usan el lavado verde de imagen (lo que en inglés se llama ‘greenwashing’), técnicas de marketing con las que buscan hacernos creer que son respetuosas con el medio ambiente cuando se trata de todo lo contrario: quieren mantenernos enganchados a los combustibles fósiles. Esto está acabando con el planeta.

Los activistas de Greenpeace anunciaron irónicamente su protesta como el Último Tour por Venecia, aludiendo al riesgo que corre la ciudad de quedar sumergida debido a los impactos del cambio climático en la región mediterránea –impactos que hemos presenciado recientemente, con olas de calor que han batido récords y una serie de incendios forestales que asolan la región–.

Greenpeace y otras 30 organizaciones pusieron en marcha en octubre de 2021 una iniciativa ciudadana para pedir una ley europea que prohíba la publicidad y el patrocinio de los combustibles fósiles dentro de la Unión Europea, como ocurrió con el tabaco a principios del siglo XXI. Si la iniciativa consigue un millón de firmas en un año, la Comisión Europea se verá obligada a responder.

¿Por qué es importante una ley así? Tras décadas frenando deliberadamente la acción climática, las empresas de petróleo y gas se están aferrando a la publicidad y al patrocinio como una de las últimas formas de mantenerse a flote en un momento de máxima vulnerabilidad: la opinión pública está apoyando de manera generalizada la acción contra la crisis climática y la comunidad científica las señala sin reservas como principales responsables.

Una nueva forma de negación

“Retrasar y engañar” es la nueva forma de la negación. Las empresas de combustibles fósiles están invirtiendo millones en greenwashing para disimular sus décadas de destrucción, haciendo promesas sin sentido de “cero” emisiones netas y presentando “soluciones” falsas. Se presentan falsamente a sí mismas como aliadas con el fin de prolongar su negocio obsoleto.

Los científicos están hartos. Este año, un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático puso en evidencia por primera vez la estrategia de desinformación. “Quién domina el debate en los medios de comunicación, y lo abierto que puede ser ese debate, es algo que varía significativamente entre los países en función del poder material y tecnológico de los participantes. En países como Australia y Estados Unidos, las empresas de los combustibles fósiles tienen acceso privilegiado a los medios a través de la publicidad, moldeando la narrativa de las informaciones de los medios y ejerciendo influencia política”, dice el informe.

Más de 450 científicos firmaron también una carta pidiendo a las agencias de relaciones públicas y de publicidad que dejen de trabajar con empresas de combustibles fósiles y que dejen difundir desinformación sobre el clima. Es la primera vez que se juntan tantos científicos para denunciar el papel de las empresas de relaciones públicas y de publicidad en la crisis climática.

El activismo funciona

Las empresas de gas y petróleo ganan popularidad cuando sus marcas se asocian al deporte, adquieren prestigio con el patrocinio de museos, y ponen dinero en las universidades influyendo en la esfera del conocimiento. Invierten mucho comprando el permiso de la sociedad para seguir con los negocios de siempre, colándose en nuestra vida cotidiana y disimulando los daños. Tenemos que echarlos urgentemente de nuestros cerebros, corazones y comunidades.

Gracias a un infatigable trabajo de base, la Universidad de Harvard anunció el año pasado que eliminaría paulatinamente sus inversiones en empresas de combustibles fósiles. En Reino Unido, el museo National Portrait Gallery y la compañía de danza Scottish Ballet confirmaron que no firmarían más patrocinios con la petrolera BP. La federación australiana de tenis ha dejado de ser socia de la empresa de gas Santos.

A principios de este siglo, la UE prohibió la publicidad y el patrocinio del tabaco tras reconocer que aumentaban el consumo y ocultaban las advertencias sanitarias. Con las abrumadoras evidencias científicas que hay ahora sobre el deterioro del clima, y su innegable relación con las empresas de combustibles fósiles, ha llegado el momento de prohibir la propaganda de estos. Es mortal, es criminal, y nos lleva inexorablemente hacia una catástrofe climática.

El activismo funciona. Juntos podemos decirle a quienes están en el poder cómo queremos vivir y qué debe cambiar.

Emma Thompson es actriz, guionista y activista.

Traducción de Francisco de Zárate.

Paisajes del comunismo: un viaje por una arquitectura olvidada

30 marzo, 2023

Fuente: http://www.eldiario.es

La Academia de las Ciencias, en Moscú, diseñada a principios de los años 80 por Yuri Platonov
La Academia de las Ciencias, en Moscú, diseñada a principios de los años 80 por Yuri Platonov Capitán Swing

Enrique Domínguez Uceta

24 de marzo de 2022 22:41h. Actualizado el 25/03/2022 05:30h 

El formidable volumen de arquitectura generado por la Unión Soviética y los países que permanecieron tras el Telón de Acero durante el tiempo en que tuvieron gobiernos socialistas es un patrimonio que permanece olvidado tras la caída del Muro de Berlín. Los problemas a los que se enfrentaron los revolucionarios rusos tuvieron una escala descomunal, ya que no se trataba solamente de dar alojamiento a una población que salía de una historia de miseria, desigualdad y guerras, en realidad tenía la misión de intentar dar forma a una sociedad nueva, con valores diferentes a los que habían afrontado los regímenes anteriores.

Segunda República: arquitectos al rescate del espacio público

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Su historia aparece repleta de temas de interés, desde los aspectos teóricos a las dificultades prácticas, sometida a debates disciplinares tanto como a la voluntad caprichosa de los dirigentes políticos. La tarea era homérica, afrontando aspectos tan diversos como la necesidad de producir viviendas de manera masiva, generar servicios sociales e infraestructuras, y construir elementos simbólicos capaces de convertirse en imagen del sistema, sirviendo como modelo y emblema ante sus ciudadanos y el mundo.

El Monumento a la Victoria, en Leningrado (actual San Petersburgo) Capitán Swing

La caída del Muro de Berlín en 1989 y la de los sistemas políticos en todos los países que antes estaban en la órbita soviética han supuesto una liquidación psicológica y moral de aquel periodo. Sus realizaciones, en tanto que testimonios de un pasado que los ciudadanos desean olvidar, han sido abandonadas, tanto intelectual como físicamente, encontrándose buena parte de aquel patrimonio seriamente perjudicado. Muchos edificios que pertenecían al estado no han sido reconvertimos a nuevos usos y, carentes de mantenimiento, sufren un rápido deterioro.

Los trazados urbanos y los edificios tienen una excepcional capacidad de permanecer, de seguir expresándose a través del tiempo, y hoy, la arquitectura y el urbanismo del comunismo sigue hablando a través de las obras que se generaron durante el tiempo que existió. El espeso silencio y el desprecio que se ha extendido sobre el periodo comunista en la Unión Soviética y en los países que cayeron tras el Telón de Acero ha dejado en el limbo de la historia un volumen de patrimonio descomunal, que abarca numerosos países y buena parte de la superficie de Eurasia.

Una postal de 1979 de la plaza en aquel momento llamada de la Revolución de Octubre, en Kiev Capitán Swing

Durante cinco años, el escritor Owen Hatherley, residente en Gran Bretaña y vinculado a Polonia a través de su pareja, recorrió desde Varsovia los países del Este y la Rusia más cercana, Berlín, Praga, Budapest, Viena, Kiev, Moscú y San Petersburgo. Su interés se centró en indagar en el patrimonio producido durante los años que engloba bajo el término de comunistas y, con el material obtenido de sus viajes, investigaciones, entrevistas y sus conocimientos de la historia moderna de la arquitectura y del comunismo, ha redactado las 704 páginas de Paisajes del comunismo, una obra reveladora, editada por Capitán Swing, que se acaba de poner a la venta.

Para un espectador poco informado, la arquitectura de los regímenes comunistas europeos resulta tosca, brutalista y de una fealdad poco discutible. En especial si se compara con la belleza y sofisticación que muestran los centros de las grandes ciudades europeas de los Habsburgo y de todas aquellas que tenían a Viena como modelo. Antes de iniciar el camino del libro hay que considerar las circunstancias en que se produjo la arquitectura comunista, empezando por el hecho de haberse realizado tras una durísima revolución, después de sufrir el peso más dramático de la II Guerra Mundial, y de afrontar las vicisitudes de la Guerra Fría.

Frisos en la decoración de la estación de metro de Novokuznetskaya, en Moscú Capitán Swing

Una economía frágil debió asumir grandes compromisos dirigida de manera centralizada, cuya mejor circunstancia era la abolición de la propiedad del suelo y de la especulación, pero se enfrentaba a la obligación programática de proveer a la población de viviendas dignas con todos los servicios de higiene y habitabilidad imprescindibles. Si se tiene en cuenta que los trabajadores no debían aportar por su vivienda más que una pequeña fracción de sus salarios, hay que imaginar las condiciones en las que se construyeron inmensos barrios homogéneos y prefabricados en las afueras de las ciudades extendiéndose sin condicionamientos del valor del suelo en monótonas perspectivas. El uso de paneles prefabricados de hormigón para la construcción contribuyó al aspecto sucio y desaliñado que hoy presentan esos barrios, que la sensibilidad de los visitantes occidentales rechaza.

Los aspectos más evidentes de una rápida mirada a la arquitectura comunista muestran una primera etapa de participación de los artistas revolucionarios de principios del siglo XX en la construcción de una sociedad nueva. Pero no duraron demasiado tiempo en puestos en los que pudieran realmente hacer una nueva arquitectura en nuevas ciudades. Pronto la planificación escapó de las manos de los artistas y pasó a los administradores, políticos y burócratas, lo cual supuso la llegada de la producción industrial de arquitectura a la realidad de las ciudades.

Mientras la creación de viviendas tomaba el camino de la prefabricación monótona y rutinaria, con edificios semejantes a almacenes de personas, los políticos vislumbraron la necesidad de convertir el centro de las grandes ciudades en escaparates de la revolución, creando grandes espacios públicos cargados de riqueza artística y ornamental cuyo argumento simbólico era la fuerza del estado de los trabajadores. El monumentalismo de las instituciones procuraba que el pueblo sintiera como suyos los paseos, los parques y los teatros y salas de conciertos, el metro y otras dotaciones, pero, a menudo, identificaron el lujo público con ideas estéticas de los regímenes monárquicos anteriores a la revolución, en un revisionismo desalentador.

Los pabellones acristalados de Kalinin Prospekt, en Moscú, en una postal de 1980. Un ejemplo de urbanismo ‘magistral’ Capitán Swing

El libro Paisajes del comunismo es una apasionante colección de experiencias y datos sobre numerosos espacios urbanos, narrados con una agilidad e implicación notables, mostrando un amplio conocimiento de la historia política y de las circunstancias de los lugares que visita, con un estilo directo y muy ameno, mezclando anécdotas e historias personales con las impresiones de sus paseos por los lugares que visita. A pesar de que el título del libro alude al comunismo en general, el autor reconoce la imposibilidad de viajar con sus propios medios a todos los países comunistas de cuatro continentes. Su itinerario ha partido de Polonia, y ha logrado “una cobertura decente de la parte occidental de la Unión Soviética, un poco menos de Alemania del Este, Checoslovaquia, Bulgaria y Yugoslavia, tan solo las capitales de Hungría y Rumanía”. Es cierto que se centra en las ciudades y no explora el paisaje campestre, pero sus páginas recogen lugares que existen, que pueden ser visitados e interpretados a partir de las páginas del libro.

En el prefacio admite que faltan las experiencias americanas y asiáticas, ni Cuba, ni México, Venezuela o Chile. En cualquier caso, su mirada es amplia, en especial sobre la Europa del Este, y el mayor interés de la obra es la manera certera en que identifica los principales temas que ocuparon la acción arquitectónica y urbanística de los regímenes comunistas en nuestro continente. Advierte el autor que “no habrá mucha información sobre estadios, fábricas, hoteles, bloques de oficinas, escuelas, hospitales, mercados y villas privadas puesto que dichas construcciones se encuentran en cualquier sistema industrializado” para centrase en los espacios que “se dan exclusivamente en este lugar, en esta ideología y en esta economía”. Identifica diferentes tipologías características de la arquitectura de aquel periodo, que correspondían a funciones propias de una sociedad nueva que pretendía cambiar los parámetros de la vida colectiva, y con ellos organiza el índice de la obra.

El primero de esos espacios es la magistral, la avenida de grandes dimensiones que se construyó en las principales ciudades de cada país socialista, normalmente con el fin de ser representativa de los valores urbanos del régimen y de servir como escenario para las grandes demostraciones ceremoniales, en especial los desfiles. El autor encuentra una íntima relación entre los grandes bulevares soviéticos y los que realizó Haussmann en París, señalando que pasaron de ser escenarios para la protesta pública y la revolución en la capital francesa a servir para “la exhibición de la revolución” soviética, y convertirse en el “espacio emblemático del poder estalinista”. A este género pertenecen la calle Tverskaya de Moscú, la Karl-Marx-Allee de Berlín, la Marszalkowska de Varsovia y la Kreschatik de la sufriente Kiev. Como espacios representativos tendieron a expulsar a los trabajadores de su entorno para alojar funcionarios, y a incorporar edificios representativos cargados de ornamentación y aplicaciones artísticas con frisos y estatuas de esforzados campesinos y proletarios en actitudes heroicas.

Casa Scânteii, en Bucarest, la culminación de un majestuoso bulevar en 1956, abandonado poco después a su suerte para invertir recursos en reformular los barrios obreros Capitán Swing

El segundo capítulo hace referencia al concepto de mirkorajón, o microrregión, que dedica a estudiar la creación de grandes complejos residenciales alejados del centro urbano. Esquemáticas alineaciones de cúbicos bloques de viviendas, monótonos y toscos, rodeados por los servicios necesarios para un funcionamiento autónomo respecto a la ciudad tradicional junto a la que se instalaban. Resulta paradójico que el formidable esfuerzo por lograr “viviendas decentes para todos los trabajadores”, que llevó a que la URSS fuera el mayor constructor del planeta en los años 70, sea juzgado tan solo con criterios estéticos por su falta de atractivo formal y material. Hatherley destaca que esos mirkorajón “existen todavía” y que “ninguno de ellos ha sido derribado”. El impulso dado por Jruschev a la construcción industrializada acabó con los excesos decorativos de años anteriores y lanzó la producción de bloques de viviendas idénticos que se pueden encontrar en todos los rincones de la antigua Unión Soviética. El tema residencial colectivo fue central en los esfuerzos de todos los países socialistas por lograr una vivienda digna y, más allá de responder a planificaciones centralistas, también tomó acentos diversos en muchos lugares, generando una compleja colección de ejemplos y propuestas, que finalmente componen un panorama de extraordinaria riqueza.

Un edificio de viviendas en la urbanización Šeškinė, a las afueras de Vilna (Lituania), construido entre 1977 y 1983 Capitán Swing

El tercero grupo de obras que estudia Hatherley es el de los condensadores sociales, dedicados al ocio y la cultura para la gente, donde “se habría de inculcar la ideología colectiva”. Entre otros edificios de este grupo se encuentran las casas del pueblo y los clubes de trabajadores, alternativos a los espacios de ocio y cultura prerrevolucionarios, muchos de ellos levantados por los sindicatos, no por el Estado. Esto permitió la realización de obras únicas, ideadas específicamente para el lugar en que se implantaban, en oposición a la construcción estandarizada de escuelas, cines, piscinas y salas de conciertos. A este grupo pertenece “parte de la arquitectura pura más rica de Europa del Este de cualquier época”. Como ejemplos, menciona en Moscú el Narkomfin de Guínzburg y la casa comunal del Instituto Textil de Nikoláyev, destacando los trabajos de Mélnikov, en especial el Club de trabajadores Rusakov, y la riqueza de la ciudad de Vilna en este tipo de edificios. En la casuística incluye palacios de bodas, comedores colectivos, Palacios de los Pioneros de Kiev y Moscú, y algunas bibliotecas singulares como la Nacional de Estonia en Tallin. En este extenso capítulo menciona también algunos cines, centros de vacaciones frente al mar Negro o el Báltico, e incluso iglesias y lugares de culto en Polonia, en especial la corbuseriana Arka Pana en Nowa Huta.

Club de los Trabajadores de la Industria Alimentaria, en Kiev, un diseño de 1932 formado por volúmenes curvos que se superponen con suavidad y un interior iluminado con luz cenital Capitán Swing

Los edificios altos son protagonistas de un capítulo propio, a los que considera obras “declarativas” al hacer posibles escenarios urbanos diseñados para hablar “de la unidad, la jerarquía o la coherencia de aquellas sociedades”. Hatherley ha identificado una “tendencia Socialista estatal de crear siluetas en el horizonte en los lugares más inverosímiles”, hecho que asocia con la coincidencia de la revolución rusa con la edad dorada de los rascacielos estadounidenses. A los altos edificios neogóticos de Rusia en la década de los 30, les sucedieron las altas torres de comunicación situadas en el centro de las ciudades, en Berlín oriental y en Varsovia, en Zagreb y en Belgrado, o en la periferia de Praga. Y el autor nos recuerda que la torre de televisión Ostankino en Moscú fue “la estructura creada por el hombre más alta del mundo”.

En el centro de la imagen, alzándose sobre la ciudad de Praga, la torre de televisión situada en el barrio de Žižkov Capitán Swing

A pesar de que el rascacielos más famoso de la Revolución, el Monumento a la Tercera Internacional (1919), de Tatlin, nunca se construyó, si surgieron gigantescas moles en Moscú, hasta el punto de afirmar que “la nueva Moscú estalinista se parecía a la Nueva York anterior a la guerra”. Los edificios masivos de Moscú aún permanecen como emblemas del poder central soviético encarnado en los masivos rascacielos escalonados que aparecen rematados con pináculo de estilo gótico. El Ministerio de Asuntos Exteriores y la Universidad Estatal de Moscú forman parte de las ‘siete hermanas’ que componen una sinfonía de siluetas en el cielo de la capital rusa de las que quizá la Universidad sea “el más alto, opulento y parlante” de todos ellos. El autor considera que el único edificio, fuera de la capital rusa, que puede equipararse por completo con las ‘siete hermanas’ moscovitas “en términos de escala, costos, opulencia, centralidad urbana y efecto es el Palacio de la Cultura y la Ciencia de Varsovia”.

Hatherley dedica otro capítulo al Metro de estos países, que tiene aspectos distintivos, en la medida en que supone una glorificación del medio de transporte colectivo, eficaz y sostenible, merecedor de un costoso cuidado espacial y estético, en el que a menudo se recurre a patrones historicistas del régimen anterior. Es muy interesante el relato de su recorrido por el metro de Moscú, experiencial y chispeante, sin dejar de ser una minuciosa la narración de la historia de la construcción y de los autores. Son páginas repletas de entusiasmo, que le llevan a considerar los metros de la Unión Soviética y sus satélites como “los microcosmos más convincentes de un futuro comunista que se puede atravesar, oler y palpar”. Resultan de palpitante actualidad las páginas dedicadas a presentar las especiales características de la estación del metro de Moscú que da acceso a la estación de Ucrania, y las que estudian el metro de Kiev y su específico repertorio formal y simbólico.

El metro de Mayakovskaya, en Moscú Capitán Swing

En el capítulo Reconstrucción analiza la manera en que los regímenes comunistas emprendieron, en determinadas ocasiones, vastas reconstrucciones de centros históricos que habían sido destruidos durante la Revolución o las guerras mundiales, con ejemplos notorios en el caso de Varsovia y en los de San Petersburgo, Riga, Gdansk, Dresde y Berlín. No solo intentaban demostrar que tenían una capacidad única para preservar el patrimonio nacional, también daban una opción al nacionalismo cultural dentro del sistema.

Tras dedicar algunas páginas a la improvisación, donde agrupa elementos arquitectónicos y urbanos que parecen no proceder de la planificación, que se presentan como espontáneas manifestaciones de creatividad que el autor ha encontrado en sus viajes, concluye ocupándose de los memoriales, de los abundantes monumentos conmemorativos que el estado levantó para ensalzar los valores que representaba y que mitificaba la sociedad comunista, buscando tanto “rendirse un homenaje a sí mismos”, como dejar memoria de un tiempo excepcional, algo que lograron, aunque el presente les haya vuelto la espalda.

Monumento al Trabajo Socialista de Kutaisi, la segunda ciudad más grande de Georgia Capitán Swing

El placer de leer el entramado de sensaciones y datos que se acumulan en Paisajes del comunismo abre una generosa ventana sobre uno de los periodos más despreciados y desconocidos de la historia de la arquitectura moderna. Owen Hatherley incita a profundizar en las obras comunistas, sin renunciar a emplearlas como un laboratorio con numerosos experimentos de los que extraer conclusiones, ni renunciar a ponerlos en paralelo con la arquitectura de Occidente en los mismos periodos. También lamenta que el rechazo popular a la arquitectura comunista tras caer el Muro de Berlín haya truncado la carrera de algunos buenos arquitectos que trabajaron al final de aquel periodo, pero aún más lamentable es el abandono del patrimonio anterior a 1989, por razones ideológicas y porque muchos edificios que eran estatales han quedado sin uso ni presupuesto de mantenimiento, provocando un holocausto arquitectónico de proporciones gigantescas.

Quienes hemos viajado por estos mismos países somos conscientes del abandono en que se encuentra buena parte del patrimonio dejado por el periodo comunista en el Este de Europa, cuya desaparición supondría una pérdida de proporciones descomunales. La vindicación desde el oeste debería ser lo suficientemente intensa como para que los propios ciudadanos de antiguos países del este saltaran por encima de los recuerdos negativos asociados al tiempo en que fueron construidos y los considerasen en relación al valor experimental y patrimonial que sin duda suponen. Libros como Paisajes del comunismo invitan a mirar en las zonas abandonadas y oscuras de la cultura del siglo XX, remueven las asentadas rutinas del pensamiento generalizado y reflexionan con originalidad sobre la manera en que aquellas ideas y obras se presentan ante quienes tienen el placer de buscarlas y mirarlas sin prejuicios.

M de ‘Motomami’: tres ideas para entender (mejor) lo nuevo de Rosalía

29 marzo, 2023

Fuente: http://www.theconversation.com

Publicado: 23 marzo 2022 18:27 CET

Autoría

  1. Guillermo Sánchez Ungidos. Investigador predoctoral en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, Universidad de Oviedo
  2. Laro del Río Castañeda. Investigador predoctoral en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, Universidad de Oviedo

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Si ya es difícil hablar de música en general, todavía lo es más hablar de Motomami. Lo que para algunos es “cachondeo” y “ripios antiestéticos”, para otros resulta un ejercicio de experimentalismo digno del arte moderno. Hay quien halla virtuosismo y quien encuentra artificiosidad vacía. Evolución o traición a la esencia. Honestidad o marketing. Desenfado o ridículo. Vanguardia o populismo.

Por todo ello, traemos tres ideas que (esperamos) puedan ayudar no tanto a posicionarse en uno de esos dos polos como a entender mejor las propuestas performativas de Rosalía.

Fotograma del videoclip de ‘Candy’ que homenajea a Lost In TranslationRosalía / YouTube

Es innegable el potencial de la música contemporánea para jugar con el realismo, los límites entre lo artístico y lo publicitario o las redes sociales. También parece evidente que Rosalía tiene algo; más allá de que, debajo de todos los focos mediáticos, todavía consiga trascender las fuerzas de la “normalidad” estética (“cuando el caballo entra a Troya, tú te confías y ardió, uh, no”).

Ahora solo nos queda aprender a disfrutar del incendio: “Yo soy la niña de fuego”, “y el fuego es bonito porque todo lo rompe”.

Motomami es un autorretrato

Así lo ha admitido en alguna entrevista la propia artista. Y, desde ese momento, Motomami no es coherente, no es homogéneo. Entendemos que tampoco Rosalía (ni nadie) lo es. Tampoco es “bonito” al completo, ni comprensible. Ni siquiera es solo música. Resulta necesario pensar a esta nueva Rrrosalía celebrity desde un espacio que fragmenta al sujeto. Su identidad es móvil, su yo está en construcción. Y cada tema del disco nos aporta algunas piezas de un puzle que no se acaba nunca. De hecho, toda la realidad circundante a la artista se vuelve un motivo estético: desde las uñas, como era evidente, hasta las stories, las declaraciones o las amistades públicas.

Motomami tampoco es una segunda parte, no es una continuación de El mal querer. Y así nos lo hace saber: “Una motomami destruye con gusto sus obras anteriores para dar paso a las obras siguientes” (el bicho que se devora a sí mismo, diría Ignatius Farray). Lo mismo que no sería lógico pedir unidad, no exigimos continuidad.‘Yo soy muy mía, yo me transformo’. Rosalía y ‘Saoko’.

Es cierto que la ruptura que propone Rosalía nos obliga a tener presente sus anteriores trabajos. Pero eso no quiere decir que les deba nada. Así se abre el álbum: “Yo soy muy mía, yo me transformo”.

Por eso el símbolo de la mariposa es omnipresente, aunque no hay que pensar esta metamorfosis en términos simples: antes era A, ahora es B. Una motomami es diversa, compleja, contradictoria; una motomami tiene gustos irreconciliables. Tan pronto te canta por bulerías (“Bulerías”) o una balada (“Sakura”) como te baila una bachata (“La fama”) o un tema de esos que podrían catalogarse como urbanos (“Diablo”).

En una única canción acompaña una referencia a Winsin y Daddy Yankee con motivos jazzísticos (“Saoko”), justo en el momento en que este último se retira. O te agota una pista con una microenciclopedia autobiográfica (“a de alfaalturaalien […] z de zarzamorazapateao… o de zorra también”). No es cuestión de contenido o de estilo (“fuck el estilo”): todo vale, todo suma en la medida en que alimente la imagen –imposible– de Rosalía.

La portada de Motomami es una oda a las mariposas. Rosalía / Twitter

Motomami es un canto a Dios y al sexo, ¿en ese orden?

Con este renacimiento, Rosalía vuelve a dejar claro que su poética es todoterreno (“no basé mi carrera en tener hits / porque tengo la base”) y obliga a su público a revolverse en el asiento. Un buen ejemplo lo tenemos en el tratamiento de la religión y el sexo.

En realidad, se ha vuelto habitual en la música el uso de la fe como lugar de enunciación, tanto a nivel lyrico como a nivel performativo (símbolos, gestos, iconografía…). Ahora bien, Rosalía subvierte el orden divino sin necesidad de proclamarse “atea” (“Tú eres el que pimpeas / o te pimpean a ti. / Yo elegí mi lado desde el día en que nací”).

Después del viaje espiritual por la tradición sanjuaniana en Los Ángeles y la liturgia feminista de El mal querer, esto es, una vez profanada la religión y vaciada de todo contenido (“esto no es el mal querer, / es el mal desear”), Motomami viene a resignificar el cuerpo y a hacer partícipes a los espectadores de una energeia que interrumpe toda codificación: “Aquí el mejor artista es Dios”.

En “Hentai”, like a fucker, proclama el empoderamiento de la espiritualidad y el erotismo como fuentes del acto creativo, del placer. Acude al paroxismo (“yo la batí / hasta que se montó”) y a la desmitificación de todo canon (teológico o estético, con ese verso tan pasado de sílabas y terminado en “putas”: en el tema de más virtuosismo, el ripio enfatiza la humanidad de la diva y del orgasmo). Ubica así el orden sociosimbólico del sexo y la religión en lo intrascendente y cotidiano (“so so good”), y adopta una actitud en escena que define por completo al ser humano: su final feliz (“mmmh, hentai”).‘Hentai’, de Rosalía.

Traduce así la pulsión sexual inmediata, pero no exige mayor peso que su evidencia. Abrasándonos en el exceso retórico y subliminal, únicos “gestos” narrativos de la imagen proyectada, como demuestran “Bizcochito” o “La combi Versace”, Rosalía pone el capitalismo, las emociones, el deseo y el consumo al servicio de los afectos para incluirnos en su transformación e invitarnos al disfrute puro.

Motomami es viral

En la música actual existe la tendencia de mostrar las leyes del márquetin para hacer de ellas arte. Rosalía va más allá: no solo las muestra, las modela.

Es por eso por lo que Motomami funciona como archivo viral al mismo tiempo que bebe de las estéticas virales. “Chicken Teriyaki” captura lo cute/kawaii en un baile de TikTok. “Diablo” juega con los agudos propios de los filtros de voces de Instagram. El primer concierto tras la publicación del álbum se retransmitió online y, como se avisaba en un mensaje al comienzo, la “pieza [fue] creada para ser visionada desde un dispositivo móvil”.

De alguna manera, Rosalía consigue representar por primera vez la realidad de una generación todavía sin apenas referentes en el mercado internacional, tomando platós tan significativos en el mundo del entretenimiento como el de Saturday Night Live.El directo de TikTok de Rosalía adaptado a YouTube.

Quizá esto explique por qué tiene tanto fans como haters. Mientras que, digamos, Tangana recibe constantes loas por “atreverse” con todos los géneros, Rosi (“sin tarjeta”) aparece siempre al borde del precipicio: enamora a algunos, pero también se topa una y otra vez con un amplio rechazo. Sus canciones son casi demasiado modernas, remiten a una realidad que aún no sabemos si acabará pareciéndonos kitsch. Quizá porque están fundando un gusto inédito.

La que sabe, sabe

que si estoy en esto es para romper,

y si me rompo con esto,

pues me romperé.

Cómo los docentes pueden aprovechar el aprendizaje informal en Twitter

28 marzo, 2023

Fuente: http://www.theconversation.com

Publicado: 24 marzo 2022 21:19 CET

Autoría

  1. Ingrid Mosquera Gende. Profesora contratada doctor en la Universidad Internacional de La Rioja. Didáctica, TIC, educación online y aprendizaje informal, UNIR – Universidad Internacional de La Rioja

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Ingrid Mosquera Gende no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

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El aprendizaje informal es ese que realizamos de muy buena gana, voluntariamente, sin esperar certificados ni reconocimientos a cambio. Lo hacemos por amor al arte, por motivación intrínseca y por ganas de aprender.

Aunque no se trata de un concepto nuevo, cada vez va ganando más fuerza. En una época en la que la formación inicial del profesorado se pone en entredicho, la formación continua se abre paso, pero tampoco queda libre de críticas.

En ese sentido, existen docentes que entienden la formación continua como un requisito necesario para obtener puntos para alcanzar determinados hitos en su carrera profesional. Otros consideran que algunos de los cursos ofertados están repletos de mitos educativos, y son una opción con poca consistencia y nula base pedagógica.

Lo cierto es que la mayoría de los centros de formación de profesorado están haciendo un gran trabajo con propuestas innovadoras, prácticas y cuentan con buenos profesionales para llevarlas a cabo.

El universo de Twitter

Muchos docentes están encontrando una formación a la carta a través del aprendizaje informal en redes. En este ámbito, Twitter destaca sobre el resto de sus competidores.

Por supuesto, aprendemos y nos formamos en Instagram, Telegram, Facebook, TikTok, YouTube, Twitch, etc., pero Twitter se ha convertido en la red educativa por excelencia.

Entre etiquetas, hilos, listas y comunidades, esta red sigue avanzando en el terreno de la formación continua. La incorporación, hace ya más de un año, de los Spaces, espacios de audio social, ha dado a Twitter un empujón importante. Ya se pueden encontrar muchas propuestas creadas por docentes para docentes, como los Spaces de las #CharlasEducativas, el EduSpaceCafé o el recientemente incorporado #entredocents.

El #claustrovirtual

En cuanto a la práctica del día a día en los centros educativos, para encontrar ejemplos, experiencias de aula, recursos o herramientas, debemos buscar el hashtag del #claustrovirtual. Muchas veces me preguntan qué es el claustro virtual o quién es su creador o promotor.

La realidad es que el #claustrovirtual no está representado por nadie en concreto. Se trata de un conjunto de docentes, de futuros docentes y de familias que un día decidieron formar parte de un “Twitter en positivo”, constructivo, colaborativo y solidario.

Es una comunidad twittera, unida por un hashtag, que comparte, se apoya y se retroalimenta de un modo descomunal, tanto en cantidad como en calidad. Quien tenga una pregunta, busque información sobre un tema concreto o haya tenido un mal día en el colegio tiene su sitio en el #claustrovirtual de Twitter.

Grandes divulgadores

Por supuesto, hay vida más allá del #claustrovirtual. La arquitectura, el arte, la historia, la psicología o la actualidad también tienen un importante espacio reservado en la red del pajarito.

Perfiles imprescindibles como los de Fernando Plaza PonceVanesa RegaladoEfectoMcGuffinJuan FernándezMinina de CheshireEnrique GuerreroPedro TorrijosMaría José MasItineraturHéctor Ruiz MartínMamen Horno ChélizManuel Fernández NavasJulio MuleroBayesAnaDavid BokehEmocionArtePikasso Dios de las Vanguardias o el Barroquista son solo algunos ejemplos de compañeros que nos hacen aprender casi sin ser conscientes de ello.

Con sus tuits, sus hilos, y sus originales propuestas, estos divulgadores nos cautivan empleando un lenguaje llano y cercano, propio de Twitter. Consiguen poner a nuestra disposición conocimiento bien estructurado y desarrollado, de manera que nos resulte sencillo seguirles. Además, al final de muchos de sus hilos, es fácil encontrarse las referencias bibliográficas empleadas para elaborarlos.

Twitter nos permite interactuar con ellos, dejándoles comentarios o preguntas que suelen contestar muy amablemente. Una oportunidad de oro.

El lado oscuro de Twitter

Aunque no podemos dejar de mencionar el lado más oscuro de las redes que, obviamente, también se encuentra muy presente en Twitter. Está ahí, pero no es inevitable. Recordemos que contamos con la opción de silenciar palabras, personas o conversaciones, además de poder bloquear a determinados usuarios.

En gran medida, nuestra experiencia dependerá del perfil que decidamos tener en la red, de qué temas tratemos y con qué tono. Nosotros podemos marcar los límites, aunque no resulte sencillo. A veces hay que intentar “no entrar al trapo”, a no ser que decidamos “meternos en todos los charcos”. Es otra opción igual de válida.

Una fuente de aprendizaje que abruma

Puestos en una balanza, los beneficios del uso de Twitter superan a los posibles inconvenientes. Existen investigaciones que han defendido su potencial educativo, destacando ciertas etiquetas y usuarios a los que se debe seguir la pista, debido a su “centralidad de intermediación”.

Los profesores de futuros docentes debemos hacer partícipes a los estudiantes de las posibilidades que ofrecen las redes para su presente y futuro laboral, mediante propuestas que puedan conectarlos directamente con la realidad de las aulas.

Descubrir Twitter es descubrir una fuente de aprendizaje que puede llegar a abrumar. En ese sentido, se recomienda una buena herramienta de curación de contenido e ir, de manera gradual, comprendiendo su idiosincrasia, sin desesperarse.

Si tenemos inquietudes, en Twitter encontraremos grandes divulgadores y compañeros de los que aprender, con los que debatir, de los que disentir, en los que apoyarnos, con los que reír y con los que compartir.

Cómo nos contó el terror el siglo XX

27 marzo, 2023

Fuente: http://www.theconversation.com

Publicado: 17 marzo 2022 20:00 CET

Autoría

  1. Erika Tiburcio Moreno. Profesora asociada en Historia Contemporánea, Universidad Carlos III

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Erika Tiburcio Moreno no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

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Si tuviésemos que definir el siglo XX, algunas de las primeras palabras que nos vendrían a la cabeza serían “miedo”, “agresión”, o incluso, “horror”. Como afirma Julián Casanova, la violencia trascendió las guerras mundiales o la Guerra Fría.

La nueva sensibilidad sobre la violencia en el ámbito político o social impregnó muchos productos de la cultura popular, como aquellos de “género”, entendiendo el término como un grupo que engloba sobre todo las historias fantásticas, de terror o misterio. Es este un espacio privilegiado para tratar la violencia, ya que tiene en su centro tanto el concepto del monstruo como los miedos. La idea esencial es la amenaza de una monstruosidad que modifique el entorno de la normalidad. Y los cambios culturales e históricos han determinado la forma y las características que ambos elementos, monstruo y miedos, poseían.

Pensemos, por ejemplo, en algunos monstruos clásicos de la Universal como el conde Drácula, el monstruo de Frankenstein o la momia .Primeras apariciones de los monstruos de la Universal.

El horror aquí no reside en la violencia gráfica y la brutalidad sobre los cuerpos, como en el cine desde los sesenta, sino en la irrupción de unos antagonistas radicalmente diferentes que resurgen de entre los muertos. Sin entrar en la influencia de la Primera Guerra Mundial en la concepción de la muerte, su distinción favoreció la localización del mal en unos seres que no procedían de la misma sociedad que los protagonistas.

Sin embargo, otros monstruos de este ciclo reflejan características acordes a su contexto. La cinta El hombre lobo coincidió con la Segunda Guerra Mundial. La lucha entre el humano y el licántropo, que despliega una brutalidad feroz sobre sus víctimas, conecta con la situación bélica a través de la ruptura de las barreras divisorias entre el bien y el mal o el monstruo y el héroe.

Abordaremos dos ejemplos que permitan ilustrar las relaciones entre la historia del siglo XX y el terror.

La ruptura de los límites en el US horror de los setenta

La normalización de la violencia en Estados Unidos durante la Guerra Fría adoptó diferentes formas. Por un lado, la guerra de Vietnam mostró el lado más oscuro de los soldados estadounidenses por televisión. Por otro lado, las demandas de los movimientos contraculturales fueron respondidas mayoritariamente con violencia por parte de las autoridades. Asimismo, el incremento del crimen y la delincuencia fomentaron una sensación de inseguridad creciente.

El terror respondió a estas tensiones a través de la aparición de una serie de títulos que reflejaron las tensiones sociales. En este sentido, las producciones de bajo presupuesto se permitieron un posicionamiento mucho más crítico. La noche de los muertos vivientes (George A. Romero, 1968), por ejemplo, renovó al zombi y lo convirtió en una masa destructora. Estos cadáveres vivientes invadieron las pantallas al tiempo que miles de soldados eran enviados a morir a Vietnam.

Fotograma de La noche de los muertos vivientesIMDB

La matanza de Texas (Tobe Hooper, 1974) situó en el corazón de la nación la salvaje brutalidad del canibalismo como alegoría de la crisis del petróleo. Tal y como se insiste en el filme, la familia se ve forzada a asesinar y comer humanos por la ausencia de recursos con los que subsistir.Tráiler de La matanza de Texas.

Frente a estos planteamientos desde el circuito independiente, las grandes productoras también aprovecharon el éxito de este género para ofrecer sus propias propuestas. Sin embargo, estas cintas solían aderezar las historias con toques de moralidad más conservadora.

Un ejemplo es El exorcista (William Friedkin, 1973) donde la posesión demoniaca de Regan sirve como alegoría del “peligro” de la segunda ola feminista. La rebeldía de la preadolescente se materializa a través de la degradación de su cuerpo y la perversión de sus acciones.Escena de El exorcista.

¿Y en España?

España tampoco escapó a esta relación con el terror aunque explotó este género más tardíamente. Los primeros ejemplos que vienen a la mente pueden ser la saga de los templarios ciegos, la del hombre lobo español o ¿Quién puede matar a un niño? (Chicho Ibáñez Serrador, 1976). En ellos, la crueldad de la guerra civil o la violencia de la represión franquista recubren la brutalidad deshumanizada de la monstruosidad.Tráiler de ¿Quién puede matar a un niño?.

No obstante, en los noventa se encuentran también ejemplos similares. La modernidad había llegado a España. Había entrado en la Comunidad Europea (1986) y alojado los Juegos Olímpicos y la Exposición Universal en 1992. Sin embargo, también llegaron los miedos irracionales en torno a la inseguridad ciudadana. De hecho, parte del foco mediático se centró en casos de asesinato, delincuencia e, incluso, fenómenos relacionados con lo paranormal.

En medio de este contexto se estrenan dos películas: El día de la bestia (Álex de la Iglesia, 1995) y Tesis (Alejandro Amenábar, 1995). En ambos casos, las películas presentan el Madrid de mediados de los noventa como un lugar hostil y peligroso donde conviven la superstición y la modernidad. La primera muestra un grupo extremista que asesina indigentes, sectas y al propio anticristo. La segunda juega con la leyenda urbana de las producciones snuff y las desapariciones de mujeres.

Sin embargo, en ambas los medios de comunicación se presentan desde una perspectiva crítica. En El día de la bestia, el programa la Zona Oscura parodia los espacios de misterio y los retrata a través del sensacionalismo y la búsqueda del éxito sin importar las consecuencias o la explotación de las víctimas que recurren a Caban para solucionar el problema de su hijo.En El día de la bestia, programa La zona oscura.

En Tesis, la crítica a la violencia en el cine como recurso comercial permea todo el metarrelato. En la película, la tesis de Ángela sobre violencia audiovisual o las películas de crímenes reales ejemplifican esta reflexión. De hecho, la justificación del profesor Jorge Castro de recurrir a lo que sea necesario sin importar las consecuencias conecta con la aparición de programas como De tú a tú (Antena 3, 1990-3) o el aumento de imágenes violentas orientadas a un mayor sensacionalismo. En este relato, el sufrimiento humano era simplemente un medio para obtener un mayor impacto de audiencia.Tráiler Tesis.

Como hemos visto en los diferentes ejemplos, el terror no es únicamente una fuente de entretenimiento sino que puede abrir la puerta a conocer la sociedad en la que se produce. El terror y los monstruos son culturales y ayudan a entender el contexto en el que surgen.

En busca de estrategias para combatir la despoblación

25 marzo, 2023

Fuente: http://www.geografiainfinita.com

Por Daniel Casas DemografíaGeografía Humana / España / 2 marzo, 2022 / 5 minutos de lectura

En los últimos tiempos, aunque no es nada nuevo, se visualiza una mayor preocupación por el sostenido abandono del medio rural. Prueba de ello es la abundante información en forma de noticias y titulares que impregnan los diversos formatos de la comunicación cada día sobre la despoblación.

Tanto es así que desde el último lustro esta preocupación ha calado profundo en no pocas instituciones gubernamentales que se han puesto en marcha con la elaboración de estrategias frente a la despoblación siguiendo las directrices de la redundante Agenda 2030.

Estas estrategias, muchas de ellas recién salidas del horno, se proponen previo diagnóstico de partida cual paciente achacoso, sólidos operativos para llevar a cabo planes de actuación con la finalidad última de fijar población joven en el medio rural.

Los problemas que dan sentido al concepto “España vaciada”

El concepto España vaciada o a veces España vacía hace referencia a las zonas de España que sufrieron emigraciones masivas durante el denominado éxodo rural de los años 1950 y 1960, que a comienzos del siglo XXI abarcan el 90 % del territorio español.

A pesar de que el espacio rural es actualmente un territorio multifuncional que, junto a las actividades agrarias tradicionales, está implantando nuevas funciones industriales, terciarias y ambientales, está padeciendo numerosos problemas demográficos, económicos y sociales.

Para solucionarlos, las políticas de desarrollo rural existentes (comunitarias, nacionales y autonómicas) establecen una serie de prioridades que muchas veces no llegan a buen puerto.

El concepto “España vaciada” se sustenta pues en no pocos problemas que se van agudizando a medida que pasa el tiempo. Entre ellos, la disminución, el envejecimiento y la acusada masculinización de la población rural.

En términos económicos, la modernización y la competitividad del sector agrario resultan insuficientes pues los países emergentes y su creciente competencia en el mercado mundial juegan en contra de nuestro medio rural.

Aun hoy existen muchos territorios rurales en los que la diversificación económica es escasa y junto a ello, las cada vez mayores exigencias de seguridad alimentaria, sanidad y bienestar animal incrementan costes y reducen la competitividad frente a otras áreas emergentes menos exigentes.

No menos importante es la problemática social pues en muchos núcleos rurales la calidad de vida se encuentra mermada por la deficiente accesibilidad, las carencia de infraestructuras, servicios básicos y elementales, (más si cabe aquellos avanzados como las nuevas tecnologías) y los equipamientos de carácter colectivo.

Todo ello se traduce en exclusión social, pobreza y desempleo y se explica en parte por las bajas densidades demográficas y por la lejanía respecto a núcleos urbanos que puedan proporcionar estos servicios.

Las reivindicaciones de la España vaciada y olvidada

Estrategias frente a la despoblación

El fenómeno de la despoblación no es endémico de nuestro país, por eso, las estrategias puestas en marcha para combatir este problema van desde las esferas internacionales a los más modestos ámbitos locales, estos últimos verdaderos protagonistas de las diferentes actuaciones.

Despoblación en Europa y el mundo

En este sentido, el marco estratégico internacional surge en septiembre de 2015 con la Agenda 2030 de la ONU y la adaptación de los conocidos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Estos incluyen desde la eliminación de la pobreza hasta el combate al cambio climático, la educación, la igualdad de la mujer, la defensa del medio ambiente o el diseño de las ciudades.

A nivel europeo, el denominado Pacto Verde Europeo coloca a la sostenibilidad como prioridad de la Unión Europea para 2050. Por un lado, a través de Programas sectoriales que cubren ámbitos de política determinados (investigación, medioambiente, desarrollo rural, etc.), y, por otro, la Política de Cohesión que concentra, junto a la Política Agraria un porcentaje mayoritario del presupuesto comunitario.

A tal efecto, el fenómeno de la despoblación se trata de combatir nutriéndose de diferentes fondos como el Fondo Europeo de Desarrollo Rural (FEDER), el Fondo Social Europeo (FSE+) y el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (FEADER).

Despoblación en España

El reto demográfico en general y, por ende, el despoblamiento del medio rural queda bajo el amparo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto demográfico. De este partió el compromiso de elaborar una Estrategia Nacional 2030 frente al Reto Demográfico en colaboración con las Comunidades Autónomas.

El objetivo general de la Estrategia Nacional se centra en:

«un proyecto de país que garantice la igualdad de oportunidades y el libre ejercicio de los derechos de la ciudadanía en todo el territorio, a través de la coordinación de todas las administraciones públicas, el aprovechamiento sostenible de los recursos endógenos, y la estrecha colaboración público/privada”.

Un segundo mecanismo, más novedoso, se ha definido como el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española, denominado “España Puede” que está inspirado en la Agenda del Cambio y en la Agenda 2030.

Este, se sustenta en cuatro grandes ejes: la transición ecológica, la transición digital, la igualdad de género y la cohesión social y territorial.

El caso de Castilla-La Mancha

Castilla-La Mancha viene afrontando el desafío demográfico a través de la implementación de la Estrategia de Inversión Territorial Integrada a la que se ha sumado la Ley 2/2021, de 7 de mayo, de Medidas Económicas, Sociales y Tributarias frente a la Despoblación para el Desarrollo del Medio Rural.

Esta ley desarrolla un nuevo planteamiento de zonificación del medio rural con actuaciones como la incorporación de informes sobre el impacto demográfico y la elaboración de planes y programas.

Además, los presupuestos regionales tomarán indicadores que permitan integrar el impacto demográfico y la lucha frente a la despoblación.

Búsqueda de resultados contra la despoblación

Las actuaciones que se marcan las diferentes estrategias frente al problema de la despoblación poseen unos indicadores comunes. Estos serán los que necesariamente se tendrán que tratar para conseguir invertir una tendencia que no encuentra freno.

Entre ellos, el aislamiento geográfico y la dispersión territorial, mejorar la imagen del medio rural, reforzar los servicios de proximidad básicos y trabajar en la mejora de las comunicaciones de las zonas rurales con los núcleos de referencia o cabeceras comarcales y aprovechar el potencial económico del medio rural.

Otros van encaminados a conseguir ampliar las oportunidades para invertir el déficit de población joven y mujeres en el medio rural, convertir la crisis en oportunidad asegurando la digitalización del medio rural y finalmente considerar el objetivo último de mejorar la calidad de vida de la población del medio rural.

Sobre el autor

Daniel Casas

Geógrafo e investigador. Actual doctorando en Ciencias Sociales por la Universidad de Salamanca, orientó su formación hacia los problemas medioambientales, el cambio climático y el desarrollo rural. Ha colaborado como cartógrafo y técnico evaluador de impacto ambiental en el Departamento de Geografía de la Universidad de Salamanca. Ejerce como perito judicial geógrafo para la Comunidad de Madrid y colabora como redactor de contenidos en diferentes revistas de viajes. Desde hace 10 años se dedica a la profesión por la que siempre sintió gran vocación, la docencia. Actualmente trabaja como profesor titular de Geografía e Historia y coordina el Programa de Ecología y Sostenibilidad en uno de los colegios más punteros de la Comunidad de Madrid.

‘Love Better’: Nueva Zelanda apuesta por ayudar a los adolescentes a recuperarse de las rupturas

24 marzo, 2023

Fuente: http://www.eldiario.es

Un adolescente con un teléfono en una imagen de archivo.
Un adolescente con un teléfono en una imagen de archivo. Sabine Katzenberger

Charlotte Graham-McLay

Wellington (Nueva Zelanda) — 23 de marzo de 2023 22:06h. Actualizado el 24/03/2023 05:30h

“Vale, lo voy a hacer. Voy a borrar oficialmente a mi ex de mis redes sociales”, dice una joven mientras mira la pantalla de su teléfono con convicción. Se inclina y susurra: “Paso página”.

Las imágenes aparecen en un vídeo del Gobierno neozelandés que parte de la premisa universal de que “las rupturas son una mierda”. Este contenido forma parte de una nueva e inusual campaña de apoyo a los jóvenes que han sufrido una ruptura, que lanza propuestas para gestionar de forma sana los sentimientos.

La campaña Love Better (Ama mejor), difundida a través de los medios de comunicación y las redes sociales más populares entre la generación Z “es una comunidad de jóvenes que acaban de romper y ayudan a otros que están pasando por la misma experiencia, para evitar que un poco de dolor se convierta en mucho dolor”, explica la voz en off del vídeo.  

El programa utiliza imágenes reales de jóvenes hablando de cómo afrontan las rupturas, en lugar de utilizar actores que leen un guion. Incluirá vídeos, artículos, podcasts y otros contenidos en redes sociales como TikTok e Instagram.

Historias reales

“Ningún otro gobierno del mundo ha probado una estrategia similar”, dice a The Guardian la ministra adjunta de Desarrollo Social, Priyanca Radhakrishnan. “La fuerza de esta campaña radica en la estrategia, partimos de historias reales y crudas, y a través de plataformas que llegan a los jóvenes”.

Según un estudio que encargó el Gobierno en 2022, casi el 80 % de los jóvenes neozelandeses de entre 16 y 24 años han tenido una relación y el 87 % de ellos han experimentado un sufrimiento que va más allá del dolor normal de una ruptura. Según el estudio, el 55 % de los jóvenes no cree o solo cree “un poco” que podría terminar una relación sin sufrir.

Aunque en gran parte el sufrimiento ha sido emocional, uno de cada seis jóvenes ha tenido que hacer frente a discusiones físicas en el transcurso de su relación.

En 2021, el Gobierno laborista puso en marcha la primera estrategia de Nueva Zelanda para erradicar la violencia en el hogar, un problema que ha desconcertado a los sucesivos gobiernos y que, aunque es difícil de cuantificar con exactitud, se considera uno de los peores males sociales del país.

“Tenemos unos índices muy altos de violencia familiar y sexual en Nueva Zelanda”, dice Radhakrishnan, que dirigía una organización de acogida antes de entrar en el Parlamento. “Hemos estado trabajando para revertir la situación y sabemos que necesitamos una mirada innovadora para hacerlo”.

El Gobierno ha explicado que la campaña Love Better costará 6,4 millones de dólares neozelandeses (unos cuatro millones de euros) a lo largo de tres años, asignados a través de convocatorias de financiación previas.

“Es normal tener una mezcla de sentimientos”

Youthline, un servicio de apoyo a los jóvenes, ha recibido parte de los fondos para un servicio de mensajes de texto y correo electrónico dedicado a atender a los jóvenes que deseen más ayuda cuando se topen con la campaña en Internet.

“Normalmente parece que la única opción tras una ruptura, aparte de odiar a la persona o cortar con ella, es no sentir nada por ella”, dice Jo Madsen, responsable del consultorio de Youthline. “Así que está muy bien mostrar que es normal tener una mezcla de sentimientos encontrados tras una ruptura y que hay formas de afrontarlos de forma saludable”.

Madsen indica que el auge de Internet y las redes sociales ha introducido dinámicas singulares y complicadas en las rupturas. O como dijo una persona joven que se grabó a sí misma tumbada en la cama durante el primer vídeo de la campaña y se preparó para bloquear a su ex en las redes sociales: “Esto se está volviendo ridículo. Esto se me está yendo de las manos. Necesito dormir por la noche. Necesito… superar esto. El primer paso es borrar su perfil”.

Traducción de Emma Reverter.

Las diferencias entre un pueblo, una villa y una ciudad

23 marzo, 2023

Fuente: http://www.geografiainfinita.com

Por Bernardo Ríos / 7 marzo, 2022 / 4 minutos de lectura

La villa de Madrid, este el título de la capital de España. Es un área metropolitana de aproximadamente seis millones y medio de habitantes con un núcleo urbano de tres millones. La segunda área metropolitana más grande de la Unión Europea (según algunas fuentes, tercera).

Sin embargo, para un hispanohablante, una villa es un municipio inferior a una ciudad, tanto en población como en extensión o preponderancia política, económica o cultural.

Los términos aldea, pueblo, villa y ciudad nunca han estado del todo claros. Incluso hoy, estos conceptos pueden representar problemas. Aunque existe una vaga idea que los colocaría en una escala de tamaño que iría de la aldea, el más pequeño, el pueblo, la villa y terminaría en la ciudad, el más grande, la verdad es que ni siquiera la diferencia entre un pueblo y una ciudad está clara hoy. Al menos en determinados casos.

En España la división del Estado se basa, constitucionalmente, en municipios, provincias y comunidades autónomas. El resto de divisiones, ya sean comarcas, mancomunidades, villas, aldeas, parroquias o cualquier otra, dependen de las comunidades autónomas. La variedad es amplia y no hay tanta uniformidad como cabría esperar en un primer momento.

Vamos a tratar solo aquellas denominaciones comunes a todas las zonas de España en lengua española.

Aldea

La palabra aldea viene del árabe ad-dayah. Según el Diccionario de la Real Academia Española, es un “pueblo de escaso vecindario y, por lo común, sin jurisdicción propia”. Legalmente no hay ninguna referencia a las aldeas.

Popularmente se reconoce como aldea cualquier pequeña aglomeración rural con escasas casas y población.

Pueblo

Los pueblos son municipios de pequeña población, pero mayores que la aldea. Según el Instituto Nacional de Estadística, que sigue las consideraciones de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) son aquellos municipios con una población inferior a los 10 000 habitantes y con una actividad económica centrada en el sector primario, es decir, agricultura o ganadería.

Existe, también, una ley, la 24/2007, que dice que una población rural pequeña es aquella que no supera los 5000 habitantes y está localizada en el medio rural. Asimismo, se define el medio rural como una agrupación dada de municipios que no supera los 30000 habitantes y con una densidad de población inferior a 100 habitantes por kilómetro cuadrado.

Puede parecer que exista contradicción entre los dos conceptos expuestos, pero no es así. Podría, por ejemplo, catalogarse como un pueblo grande una población que se dedica principalmente a la agricultura con 7000 habitantes.

Villa

En época romana, la villa era un centro de explotación agraria. Con el tiempo y el avance de su importancia según nos acercamos al fin del Imperio occidental, estas villas fueron haciéndose cada vez más grandes e importantes. Estos núcleos estaban formados por un palacete de residencia del señor y varios edificios menores con diversas funciones.

La población fue creciendo y, a diferencia de los pueblos, consiguieron autonomía. Podían tener su propio castillo y fortaleza, además de un cuerpo de jueces que la gobernaban y administraban justicia. Era, al fin, un municipio que aspiraba al superior título de ciudad.

Así, en España, las villas eran oficialmente nombradas y poseían este título. El fin de la oficialidad fueron las Cortes de Cádiz y la primera constitución española.

Ciudad

Una ciudad es un área urbana que cuenta con instituciones económicas, políticas, religiosas, culturales, con una alta densidad de población y cuyas actividades económicas preponderantes son el comercio, los servicios o la industria.

Como ocurre con cualquier otra forma de organización del territorio, el concepto de ciudad varía dependiendo de cada país. En Irlanda una ciudad puede ser un núcleo de población con más de 1500 habitantes; en Francia, con más de 2000; en España, debe tener más de 10 000 y dedicarse principalmente a actividades económicas que no sean del sector primario (agricultura, ganadería), según, de nuevo, el Instituto Nacional de Estadística.

Pedanía

Esta denominación es una de las menos conocidas, ya que los anteriores son títulos con más arraigo histórico y popular.

Las pedanías son núcleos cuyo gobierno depende de un municipio. Dicho de forma imprecisa pero más sencilla, son pueblos que dependen del ayuntamiento de otros pueblos, normalmente más grandes e importantes. Esto no quiere decir que no tengan autogobierno y autonomía. Pueden tener competencias cedidas y elegir a sus representantes, pero estos responden ante el ayuntamiento del municipio del que legalmente dependen.

Fuentes:

Sobre el autor

Bernardo Ríos

Bernardo estudió Filología Románica en la Universidad de Salamanca y un máster de Español como Segunda Lengua en la Universidad Complutense de Madrid. Ha dado clases de español en Singapur y Madrid y ahora es traductor, community manager y asistente de lingüística en el canal de YouTube Linguriosa. Escribe sobre lingüística en su blog Lingüística en Primera Persona (https://linguisticaenprimerapersona.blogspot.com/).

La toponimia española y sus influencias históricas

22 marzo, 2023

Fuente: http://www.geografiainfinita.com

Por Bernardo Ríos / 29 marzo, 2022 / 6 minutos de lectura

A aproximadamente unos 50 km de Zaragoza encontramos la localidad de La Almunia de Doña Godina. El pueblo cuenta con destacables edificios medievales y de otras épocas históricas y, como es común en la comunidad autónoma de Aragón, importantes elementos arquitectónicos mudéjares.

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Las tres fuentes principales de toponimia en España

Sin embargo, desde que conocí la existencia de este pueblo (ya no recuerdo cuándo ni hace cuánto) hay una cosa que me fascina más que cualquier otra: su nombre. La lengua española ha tomado palabras de muchísimos idiomas, desde lenguas polinesias hasta indígenas americanas, europeas, africanas o asiáticas. Pero tres destacan, por una simple cuestión de números, sobre todas las demás: el latín, el árabe y el gótico (o las lenguas germánicas que llegaron tras la caída de Roma).

Este pueblo hace patentes y une estas tres mayores fuentes del español:

– Almunia: del árabe hispánico al-múnya, que significaba granja o huerto. En árabe clásico, múnya significa deseo, este giro semántico en árabe hispánico puede deberse a los lujosos palacetes y grandes extensiones de cultivos que podían poblar estas fincas.

– Doña: del latín domina, dueña, que se formó a partir de domus, casa. Así, la domina era “la de la casa”, es decir, la propietaria o la esposa del dueño. De hecho, dueña y doña vienen esta misma palabra. La diferencia en su evolución se debe a que doña siempre estaba acompañada de un nombre propio y no era una palabra tónica, mientras que dueña sí lo es. Esa tonicidad hizo que la <o> de domina diptongara en el caso de dueña.

– Godina: nombre propio (hoy se conserva solo como apellido) de origen germánico que hace clara referencia a los godos, que estuvieron asentados en la península y formaron un reino con capital en Toledo hasta la conquista musulmana.

Así, este pueblo aragonés deja muy claro que nació como una finca que estaba en un territorio que perteneció a una rica señora llamada Godina.

La toponimia puede darnos mucha información sobre los lugares que visitamos o en los que vivimos y son un reflejo, en muchos casos, de todos los pueblos, lenguas e influencias que ha recibido un área geográfica dada.

La Hispania prerromana

Conservamos nombres o elementos, por ejemplo, sufijos, de antes de la llegada de los romanos. Estos nombres pueden clasificarse en tres grandes grupos: los de origen indoeuropeo (principalmente celta), los de origen no indoeuropeo (vascos e íberos) y los de origen colonial (fenicio y griego).

Sin querer entrar mucho en polémicas o controversias, se ha aceptado que el gran delimitador de la zona indoeuropea de la península es el sufijo -briga, de probable origen celta. Aunque donde más abunda es en la península, también se encuentra en otras zonas de Europa, como Francia o Alemania, donde habitaron poblaciones celtas, e incluso esa palabra existe en el actual irlandés con el significado de colina.

Aunque con seguridad el antiguo lusitano era una lengua indoeuropea, se debate aún hoy si era o no céltica. También se habla de la teoría de que los hablantes de la meseta central conquistaran zonas del oeste y noroeste y expandieran su sufijo -briga a sus nuevos dominios.

En cualquier caso, parece que el sufijo en cuestión es de origen celta y se encuentra en la zona que denominamos indoeuropea de la Hispania prerromana.

Aunque la teoría vascoiberista (aquella que decía que los íberos y vascos eran el mismo pueblo) está abandonada hoy en día, es incuestionable que en la zona norte de la península tuvo que existir una influencia mutua. Así, encontramos topónimos íberos que parecen vascos y viceversa.

Algunos de los más famosos en esta categoría son el Valle de Arán (aran significa valle en vasco, que también toma la forma Ares/Aras en algunos topónimos como Ares del Maestre). Los sufijos -esa (Oropesa, Montesa) y -astro/e (Macastre) también parecen de origen no indoeuropeo.

Los topónimos coloniales son de origen fenicio o griego. Entre los primeros encontramos Cádiz, Málaga o Cartagena. Entre los segundos, menos numerosos, están Rosas o Ampurias.

Topónimos latinos

Encontramos muchos topónimos romanos o latinos por toda la península, dada la costumbre romana de fundar muchas ciudades al estilo de su capital.

Toledo, (Toletum), Valencia, (Valentia), Astorga, (Asturica Augusta), Gerona (Gerunda), León (Legio), Lugo, (Lucus Augusti)…

Topónimos godos o germánicos

Los pueblos germánicos, esto es, vándalos, suevos y visigodos, apenas fundaron localidades. Por lo tanto, su influencia en la toponimia de la península es escasa. Los alanos, que no eran germánicos, influyeron aún menos. La influencia de estos nuevos pueblos se hizo notar mucho más en la antroponimia, es decir, en los nombres propios de las personas.

Sin embargo, encontramos algunos ejemplos en localidades como Ricla, Rezmondo, Villabermudo o Wamba (en honor al rey visigodo allí coronado), en Valladolid, localidad que tiene el honor de ser la única en España con una uve doble.

Toponimia árabe

Los musulmanes (árabes y bereberes) estuvieron durante casi ochocientos años en suelo peninsular y dejaron una gran huella en la toponimia. No solo por fundación de nuevos asentamientos, sino por la fuerte arabización que sufrieron los nombres ya existentes. Así, por ejemplo, la localidad española de Sevilla tiene un nombre de origen latino pero con una evolución árabe: Hispalis > Ishbalih > ishbiliya > shbilya > Sevilla (los diferentes pasos del cambio fonético pretenden ser comprensibles, no exactos).

Son un clásico conocido por el gran público los nombres que comienzan en al-, que es el artículo en árabe. Podemos encontrar Almería (la torre vigía), Almudaina (capucha), Algeciras (la isla verde), Albacete (el llano)… A veces la <l> del artículo se une a la siguiente vocal y se pierde, como en Anahuir (norias).

Son comunes, también, los que incluyen el término ben-/beni- (hijo/s): Benejama (hijos de las tierras fértiles), Benijófar (hijos de Yafar)…

Los topónimos de época moderna y contemporánea

A partir del siglo XV se fundan pocas localidades nuevas en España hasta que, en el siglo XVIII, los Borbones hacen un plan de repoblación de desiertos demográficos, como Sierra Morena. Allí se fundó la localidad de La Carolina, o Nuevo Baztán, en Madrid. De hecho, era muy común usar el adjetivo nuevo seguido del lugar de origen de los pobladores. En el caso del pueblo madrileño, la población era oriunda del valle de Baztán. Pasa lo mismo con Nueva Tabarca. Era muy común, también, usar nombres de santos católicos: San Fulgencio, La Colonia de Santa Eulalia.

Sobre el autor

Bernardo Ríos

Bernardo estudió Filología Románica en la Universidad de Salamanca y un máster de Español como Segunda Lengua en la Universidad Complutense de Madrid. Ha dado clases de español en Singapur y Madrid y ahora es traductor, community manager y asistente de lingüística en el canal de YouTube Linguriosa. Escribe sobre lingüística en su blog Lingüística en Primera Persona (https://linguisticaenprimerapersona.blogspot.com/).

Altas capacidades: una condición llena de estereotipos, de casos sin identificar y donde también hay sesgo de género

21 marzo, 2023

Fuente: http://www.eldiario.es

Foco

EDUCACIÓN

Dos niñas y un niño leyendo.
Dos niñas y un niño leyendo. Jo Metson Scott/Save the Children

Blanca Sáinz

27 de marzo de 2022 20:25h. Actualizado el 28/03/2022 05:30h 

Gonzalo entró en el colegio a los tres años sabiendo leer. Tal y como cuenta su madre, Susana Otero, empezó a mostrar interés por las letras desde muy pequeño y jugaba con ellas a juntarlas para después preguntar a sus padres qué era lo que ponía: “No teníamos a niños en nuestro entorno, así que tampoco fue algo que nos llamase la atención, pero en cuanto entró en el colegio nos dimos cuenta de que sí”, revela su progenitora. Y ahí empezó el largo camino que marcaría su vida, aunque el diagnóstico del ‘positivo’ en altas capacidades no llegó hasta los cinco años ya que se suele esperar un tiempo para realizar las pruebas.

Precisamente, a raíz de conocer que su hijo tenía esta condición Susana se interesó por cómo ayudar a su hijo, y así conoció a la Asociación Cántabra de Apoyo a las Altas Capacidades (ACAACI), de donde ahora es miembro de la junta directiva: “Lo que pretendemos es visibilizar esta condición, orientar y ayudar a las familias. Además, también impartimos charlas para los docentes”, cuenta ya como experta en el tema.

Pero, ¿qué son concretamente las altas capacidades? Pues partiendo de la base de que no hay una definición general y aceptada por todos, se suele denominar como una capacidad de aprendizaje superior acompañada de una forma de aprender distinta respecto al grupo de edad del niño. Sin embargo, no hay que confundirlo con el alto rendimiento ya que este está compuesto por niños, adolescentes o adultos con una inteligencia media o alta pero que tienen como característica común su gran capacidad para el estudio.

“Tener altas capacidades no tiene por qué significar tener alto rendimiento, de hecho, un alto porcentaje de niños con altas capacidades no tiene un buen rendimiento porque va a una escuela adaptada a la media. Uno de los estereotipos que persigue a estos niños es que si no sacan buenas notas no tienen altas capacidades y va mucho más allá: se trata de la morfología y funcionalidad de su cerebro, que en lugar de aprender en dos pasos (comprensión y aprendizaje) lo hace todo en uno y de forma intuitiva”, argumenta Otero.

Pero también hay otros como que son poco sociables, algo que Susana Otero se encarga de desmentir: “Son como todos los demás: los hay extrovertidos e introvertidos. Lo que sí es cierto es que sus intereses pueden ser diferentes a los de los demás niños, y eso a veces les hace costoso relacionarse, aunque no tengan ningún problema para hacerlo”, declara. Ese es el caso de Gonzalo, su hijo, que a pesar de ser un niño muy sociable es “muy consciente” de que no es como lo demás.

La importancia de la identificación

Desde 2006 la Ley Orgánica de Educación (LOE) reconoce que hay que favorecer la inclusión de todos los niños en las aulas, por lo que, si existe una necesidad específica, la Administración debe proporcionar apoyo educativo. Este concepto, tal y como desgrana Susana, es más complicado de asimilar por la sociedad cuando se trata de las altas capacidades: “Nadie espera que un niño con problemas de aprendizaje se adapte por sí mismo a la media de la clase, pero con estos niños sí, y el resultado es un porcentaje muy elevado de fracaso escolar”, apunta.

La parte emocional de su cerebro también es diferente para los niños como Gonzalo ya que además de alta capacidad intelectual, estas personas también son altamente sensibles, un rasgo que se caracteriza por vivir las sensaciones de forma desbordante: “Sienten el ruido, la luz o hasta las etiquetas de la ropa de una manera extrema. No es solo que aprecien la música o la poesía, es que perciben todo su entorno y eso también les dificulta el aprendizaje normal”, cuenta Susana. A ello, hay que sumarle también el desarrollo asincrónico, es decir, que su mente va adelantada a su cuerpo.

“Tienen una mente de seis años en un cuerpo de tres, y esto les genera que pese a saber escribir no puedan porque su mano no se lo permite. Esto les genera desajustes y muchísima frustración, y esto a veces estalla en mitad de la clase… No hay que confundirlo con rabietas porque no tienen nada que ver”, explica la miembro de esta organización en la que solo en Cantabria atiende a unas 200 familias.

Por lo que además de cocientes intelectuales (CI) muy altos, estos niños también tienen ciertos hándicaps que requieren de apoyo para poder desarrollarse, algo que solo se hace posible si cuentan con una identificación temprana que suele venir por parte de los padres o de los maestros. Una vez se ha percibido que el niño puede tener este rasgo, el siguiente paso será ponerlo en conocimiento del orientador del centro para realizarle un informe pedagógico donde, además del CI, se observan otros parámetros como la creatividad, el estilo de aprendizaje o si hacen preguntas que no van acordes a su edad. Después vendría el ‘positivo’, a partir del cual el orientador elabora un informe con unas pautas que adecúen la respuesta educativa del colegio para que el niño se desarrolle de forma adecuada.

La Consejería de Educación de Cantabria creó en el curso 2018-19 un programa de apoyo a la detección educativa inclusiva del alumnado con altas capacidades, e incluso formó un equipo para elaborar una guía y ofrecer a los centros que lo solicitan asesoramiento y formación para estos casos. No obstante, en este momento solo hay identificados 194 niños con alta capacidad, algo que está bastante lejos de lo que se supone que tendría que haber.

“Hemos avanzado porque hace unos años había un 0,13 % de alumnos con altas capacidades y ahora este porcentaje asciende al 0,21%, pero seguimos estando muy lejos de lo que dicen los expertos, ya que calculan que alrededor de un 10 % de la población nace con esta cualidad”, apunta Otero.

Además, el sesgo de género también ataca en esa identificación ya que solo el 28 % de los diagnósticos de Cantabria se corresponden con niñas, y el motivo no es otro que el intento de estas “de pasar más desapercibidas”: “Muestran mucho menos su capacidad, así que cuesta más detectarla”, revela.

En cambio, y pese a que la identificación es el primer paso, después viene la gestión de esa diferencia, algo en lo que normalmente no se suele acertar por parte de los centros y es que si hay algo que caracteriza a estos niños es el aburrimiento en las clases, que les termina generando desconexión. “La formación normal se basa en la repetición, en que te enseñan a sumar y haces 25 sumas, pero para ellos a la primera ya está, así que se aburren y no hacen caso. Para los docentes es difícil porque hay que atender a sus necesidades de forma específica, pero es que si no se les ayuda no aprenden”, asevera.

De igual forma, una de las formas de atender estas necesidades es adelantando un curso al niño, aunque esto también debe hacerse de forma individualizada porque, aunque en ocasiones les motiva estar con niños mayores debido a su edad mental adelantada, en ocasiones están tan integrados en su clase que puede terminar suponiendo un problema sacarles. “Las aceleraciones al principio suelen ser maravillosas porque de repente todo es nuevo para ellos, pero cuando llevan tres meses y ya se han puesto al día vuelven a tener las mismas dificultades. Es como con los niños con problemas de aprendizaje, que por repetir un curso no vale, sino que necesitan apoyo constante”, insiste esta madre.

La familia

Resulta curioso que a pesar de que las altas capacidades no dejan de ser un rasgo más puedan llegar a convertirse en un tabú y Susana reconoce que a muchas familias les cuesta comentar la particularidad de su hijo: “A veces los propios familiares al enterarse dicen que el niño no es para tanto, o comienzan a mirarle con lupa como si estuviesen deseando decirte que se ha equivocado en esta suma o en lo otro… Es como que, para ellos, el niño tiene que hacerlo siempre todo bien. Así que a veces no te quieres enfrentar a eso y no lo comentas”, reflexiona apenada.

En la conversación con elDiario.es, a Susana se le nota emocionada en varias ocasiones, una de ellas es el momento en el que reflexiona sobre lo complejo de su papel como madre: “Es agotador… Nos pasamos el tiempo buscando soluciones a problemas y solo queremos que esté todo el tiempo bien algo que supongo que les pase a todos los padres… Aunque en este caso más magnificado”.

Sin embargo, a la hora de hablar de cómo está Gonzalo, Susana vuelve a sonreír y reconoce que es un niño muy alegre y feliz, aunque con momentos de sufrimiento intenso. Algo que les ha ayudado ha sido el apoyo de su colegio, donde además de identificar su rasgo, han sido sensibles a su capacidad, aunque Gonzalo sigue aburriéndose en las clases: “Le cansa lo repetitivo y a veces en las clases él también tiene que adaptase al ritmo, así que en casa intentamos decirle que a veces hay trabajos que son un poco rollo, pero que hay que hacerlos”, relata antes de admitir que le preocupa más cómo irá todo en el instituto. “Ahí será todo más complejo porque el aprendizaje es más tradicional… Espero que ponga de su parte y se termine adaptando”, finaliza.Altas capacidades: una condición llena de estereotipos, de casos sin identificar y donde también hay sesgo de género

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