Archive for marzo 2020

Los cuatro grandes beneficios de la pereza, según la ciencia

31 marzo, 2020

Fuente: http://www.eldiario.es

La pereza tiene mala prensa. Desde hace mucho: por algo el cristianismo la considera uno de los pecados capitales, mientras que la sabiduría popular afirma que la pereza es «la madre de todos los vicios». La pereza es, de hecho, una de las causas de la procrastinación y del sedentarismo, prácticas de probados efectos negativos en las personas. El caso es que la pereza es tan natural como la vida misma.

Es una de las muestras más evidentes de lo que la ciencia llama modelo de dos sistemas o modelo de procesos dobles, que se refiere a los dos tipos de comportamiento en los que incurrimos los seres humanos: por un lado, las conductas derivadas de nuestros mecanismos racionales; por el otro, las regidas por mecanismos emocionales. En este caso, sabemos -racionalmente- que la actividad física nos hace bien, pero con mucha frecuencia nos gana el deseo -emocional- de quedarnos tumbados mirando televisión.

Tal tendencia tiene razones evolutivas, como han explicado científicos de Francia, Suiza y Canadá en un artículo reciente. Hace miles de años, nuestros antepasados dedicaban casi todo su tiempo y sus energías en conseguir alimentos. Por ello, los momentos de sedentarismo que podían permitirse eran muy valiosos para ahorrar fuerzas, y podían resultar claves para la supervivencia.

Es por eso que, como han demostrado los investigadores, al cerebro humano le resultan mucho más atractivos los estímulos vinculados con el sedentarismo que aquellos que aluden a la actividad física. De todas formas, por fortuna, no todo lo vinculado con la pereza resulta negativo. Del mismo modo en que los ratos de «no hacer nada» proporcionaban a nuestros ancestros resultados provechosos, pueden deparar beneficios también en nuestro mundo actual. Los más importantes se destacan a continuación.

1. Menos estrés, más salud

Las personas perezosas, por motivos evidentes, suelen estar descansadas. Y un buen descanso es fundamental para una buena salud. A menudo no se tiene en cuenta que las demasiadas actividades y el ritmo acelerado exigido por ellas impiden que el tiempo de descanso sea el apropiado, tanto en cantidad como en calidad. Durante el descanso, los tejidos crecen y se reparan y el cuerpo segrega la llamada hormona del crecimiento, una de las principales piezas del metabolismo, es decir, del proceso por el cual las células convierten la comida en energía y producen otras sustancias que el organismo necesita.

En otras palabras, gracias a un correcto descanso, las funciones del organismo se restauran. Pero además este descanso hace que bajen los niveles de estrés y de ansiedad, lo cual genera, a su vez, otros beneficios: se reducen los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares, contracturas o dolores musculares, sobrepeso y obesidad y de caer en estados depresivos. La pereza puede ser el mejor antídoto contra el síndrome burnout o estar quemado del trabajo.

2. Mayor creatividad

Se suele pensar que la pereza consiste en «no hacer nada», pero lo cierto es que siempre estamos haciendo algo. Los ratos durante los cuales el perezoso «no hace nada» son muy propicios para que su mente se relaje y vuele hacia dimensiones hasta las cuales no llegaría si se mantuviera todo el tiempo atareada.

Debido a eso, es común que, en esas ocasiones, surjan ideas nuevas o se encuentren soluciones a problemas que, hasta ese momento, se presentaban como inextricables. En este sentido, la pereza ejerce un rol similar al que en los niños desempeña el aburrimiento, el cual, de acuerdo con algunos investigadores, «necesita ser reconocido como una emoción humana legítima, que puede ser central para el aprendizaje y la creatividad».

Por otra parte, la creatividad florece con mayor facilidad en el desorden que en el orden. A esa conclusión llegó un estudio de 2013, según el cual una mesa de trabajo limpia y ordenada promueve una alimentación saludable, la generosidad y, en general, los convencionalismos; pero un escritorio desordenado, en cambio, favorece el pensamiento creativo y estimula las nuevas ideas. Y parece claro que es propio de las personas perezosas tener su espacio de trabajo hecho un lío, a diferencia de las personas más activas y ordenadas.

Es cierto que los beneficios de la relajación mental también puede obtenerse mientras se desempeña alguna actividad física, como por ejemplo mientras se da un paseo por la naturaleza. Lo importante, en realidad, es tomarse un respiro para dedicarse a pensar no en el trabajo ni en las urgencias del día a día, sino en cuestiones más atemporales y placenteras.

3. Más eficiencia

Las personas perezosas suelen ser más eficientes, por una sencilla razón: procuran maximizar el tiempo, de modo de terminar con sus actividades lo antes posible, para luego poder dedicarse al ya citado «no hacer nada». Por otra parte, al estar más relajadas (por las razones ya detalladas), también es frecuente que estas personas cumplan con sus obligaciones de manera calma y serena, y que, como consecuencia, se equivoquen menos. Incluso Bill Gates, el fundador de Microsoft, señaló que prefiere escoger a empleados perezosos para los los trabajos difíciles, pues «encontrarán una manera fácil de hacerlo».

4. Podría ser una señal de mayor inteligencia

Unos párrafos más arriba se aseguraba que la pereza puede ser un estímulo para la creatividad similar al que representa un cierto nivel de aburrimiento en los niños. Sin embargo, parece que los adultos más perezosos no se aburren, dado que tienen un más alto cociente intelectual y, en consecuencia, pasan más tiempo absortos y en exploración de sus ideas y pensamientos. En cambio, los de coeficiente intelectual más bajo sí se aburrirían y por eso buscarían ocupar el tiempo con tareas diversas y actividad física.

Al menos a esas conclusiones llegó un estudio realizado en Estados Unidos en 2015. Los investigadores, en primer lugar, analizaron -por medio de encuestas- el «deseo de conocimiento» de los participantes en la experiencia, y luego analizaron sus rutinas semanales y la cantidad de ejercicio físico que estas incluían. Los que deseaban ampliar sus conocimientos más eran menos activos; en otras palabras, más perezosos. No obstante, el mismo trabajo señalaba que sus conclusiones no son en absoluto concluyentes, y que hacen falta nuevos estudios que ratifiquen o rectifiquen tales afirmaciones.

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10 quesos españoles que están considerados por los expertos entre los mejores del mundo

30 marzo, 2020

Fuente: http://www.eldiario.es

Escoger uno de los innumerables quesos buenos que se elaboran en España es más difícil que clavarte la famosa aguja del pajar en un ojo. Probarlos todos podría llevarnos toda una vida, y, como los comunes mortales carecemos de tiempo más que para comérnoslos, hay especialistas que se dedican exactamente a encontrar joyas por todo el país catando quesería por quesería. También van a ferias internacionales donde tienen la oportunidad de comparar… y valorar y puntuar cuáles son los mejores españoles y por qué.

Es el caso de Ana B. González Pinos, consultora, formadora gastronómica y jueza catadora internacional de quesos que formó parte del jurado de la 32ª edición del World Cheese Awards 2019. Celebrada en Bérgamo, se presentaron a concurso nada más y nada menos que 3.800 quesos de todos los continentes habitables. Y los españoles lograron más de 400 medallas. Nuestra experta selecciona aquí sus 10 favoritos:

  1. Savel, Quesería Airas Moniz, Chantada, Lugo: esta quesería es la única que tiene vacas Jersey, así que no es raro que de su leche cruda salga el mejor queso azul de España según el Campeonato Gourmet Quesos. «Elegante, equilibrado y adictivo». El precio del kilo ronda los 37 euros.

  2. Galmesano, Arzúa, A Coruña: este quesazo es una sorpresa que evoluciona desde «leche de vacas en pastoreo y fermentos propios», pasa por una maduración mínima de 16 meses y se convierte en «el primer queso de pasta cocida y prensada de España«. «Es muy versátil en la cocina debido a su carácter aromático con toques a caramelo, toffee, frutos secos y herbales». Premios: Mejor queso de vaca curado de España en Gourmet Quesos. Tres medallas (una plata y dos bronces) en el 32º World Cheese Awards. En el mercado está por unos 29 euros/kilo.

  3. Cremosito del Zújar con escamas de pimentón: «Una de las tortas (que tiene Denominación de Origen propia, La Serena) más sorprendentes, que aúna la delicadeza líquida con toques picantes y ahumados. Situada en Campanario, Badajoz, esta quesería ha sabido dar una vuelta de tuerca a uno de los quesos más característicos de Extremadura sin perder su carácter». La torta puede encontrarse entre 13-15 euros.

  4. Queso Idiazabal Azkarra: los hermanos Gorka e Iván Azkarra de Galarreta, dentro de la DO Idiazabal que aglutina 500 ganaderías y más de 100 queserías de Euskal Herria, «han conseguido medalla SuperGold en los últimos WCA, pero -recuerda Pinos- ya llevan desde 2011 cosechando premios. Su queso ahumado es sencillamente una obra de arte refinado y nada invasivo permite que el queso se desarrolle con todos sus matices en boca».

  5. Queso Palmero Viejo La Candilera de Puntagorda, en la isla de La Palma: ya en 2004 obtuvo la Medalla de oro en los World Cheese Awards 2004. Se trata de un «queso de manada (todas las cabras van juntas), elaborado a partir de leche cruda de cabra palmera. Astringente en boca, bastante ácido con notas caprinas». 16 euros el kilo.

  6. Don Merendón, un queso ecológico de Cuenca: se encuentra también entre los 16 mejores del mundo. Los hermanos Parra Jiménez «llevan una pequeña explotación con unas 3.000 ovejas, entre ellas muchas negras manchegas, que están en peligro de extinción», así que hay que probarlo cuanto antes, y por 21 euros el kilo, ya ves.

  7. Son Vives y Subaida se llevaron su galardón a Menorca: los quesos DO Mahón ya llevan años cosechando recompensas a su gran labor. Es más, Subaida fue nombrado Campeón Absoluto al Mejor Queso de España en el año 2016. Son Vives, por su parte, gana el premio «con su queso añejo, algo más complejo e intenso en sabores». Se pueden encontrar por unos 32 euros.

  8. El Bosqueño, Cádiz: «ya sorprendió en el Salón del Gourmet llevándose alguna medalla. Su SuperGold es para el curado de oveja en aceite y ron añejo«. En su página web lo tienen a la venta por 11,50 euros el medio kilo. La zona de la Sierra de Grazalema ya es famosa tanto por sus quesos como por los premios que acumula.

  9. DO Torta del Casar Virgen del Prado, elaborada por la quesería Doña Francisca: considerado el tercer mejor queso del mundo. «Para todos los españoles que se encontraban el auditorio fue la gran sorpresa y, sobre todo, la esperanza de que se quedara en el primer puesto. De hecho, lo estuvo durante bastante tiempo. Leche cruda de oveja merina, cuajo vegetal y sal son los ingredientes de uno de los quesos más característicos de España», asegura González Pinos. La puedes adquirir en su página web por 8 euros (350 g).

  10. Flor de la Dehesa, Quesería los Casareños (Casar de Cáceres): este año el mejor queso de España, ganador absoluto en el 10 Campeonato Gourmet Quesos 2019, fue para esta torta, que es de leche cruda de oveja y cuajo vegetal de cardo con 2 meses de maduración. Se funde en la boca solo de mencionarlo, con esa cremosidad y esas notas de lana y vegetal. Graso e intenso, para untar sin parar. 19 euros la pieza de 670 g.

Con tanta torta en los primeros puestos, Ana B. González Pinos nos plantea: «¿vuelve a ponerse de moda este tipo de queso?» Se verá, pero de momento, vamos a probar estos 10 de todos los estilos, leches y variedades.

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Anna Caballé, Premio Nacional de Historia por su obra sobre Concepción Arenal

29 marzo, 2020

Fuente: http://www.eldiario.es

Anna Caballé ha sido galardonada con el Premio Nacional de Historia de España por su obra «Concepción Arenal, la caminante y su sombra», un libro que, según el jurado, reúne los requisitos de «excelencia» y trata sobre un personaje no suficientemente conocido en la historia de España.

El premio, concedido por el Ministerio de Cultura y Deporte, está dotado con 20.000 euros.

El jurado ha elegido esta obra “por reunir todos los requisitos de excelencia en una obra de historia: novedad historiográfica y metodológica, pluralidad de fuentes y un planteamiento científico y riguroso del estudio biográfico sobre un personaje todavía no suficientemente conocido pero importante en la historia de España”.

Caballé Masforroll (Hospitalet de Llobregat, 1954) es profesora titular de Literatura Española en la Universidad de Barcelona y es autora de más de una docena de obras vinculadas a su especialidad, el análisis de la literatura autobiográfica y de un centenar de artículos en revistas especializadas y obras colectivas.

Entre sus títulos figuran: «Vida y obra de Paulino Masip» (1998); «Narcisos de tinta. Ensayo sobre la autobiografía en lengua castellana» (1995); «Francisco Umbral. El frío de una vida» (2004); «La vida escrita por las mujeres, 4 vols.» (2003, 2004); «Cinco conversaciones con Carlos Castilla del Pino» (2005); «Una breve historia de la misoginia» (2006), y «Carmen Laforet, una mujer en fuga», en colaboración con Israel Rolón.

«El feminismo en España. La larga conquista de un derecho» (2013); «¿Por qué España? Memorias del hispanismo estadounidense», en colaboración con Randolph Pope (2014), y «Pasé la mañana escribiendo. Poéticas del diarismo español» son otras de las obras de la galardonada.

Caballé es actualmente la presidenta de la asociación Clásicas y Modernas.

El jurado ha estado presidido por Carlos Alberdi Alonso, director del Gabinete del Ministro de Cultura y Deporte, y como vicepresidenta ha intervenido Begoña Cerro Prada, subdirectora general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas.

El desconocido centenar de brigadistas chinos que combatió en la Guerra Civil contra Franco

28 marzo, 2020

Fuente: http://www.publico.es

La exposición ‘Las Brigadistas Internacionales y los Voluntarios Chinos en la Guerra Civil de España” repasa un capítulo oculto en la historia reciente de nuestro país, la del centenar de combatientes chinos que decidieron luchar en la misma fecha y en diferente geografía por el fin del fascismo. Un centenar de “valientes migrantes, obreros, médicos, periodistas y pequeños comerciantes” de los que apenas se conoce su historia.

Zhang Ruishu (segundo por la izquierda) junto a sus compañeros de la XIV Brigada. / Hwei-Ru Tsou y Len Tsou

Zhang Ruishu (segundo por la izquierda) junto a sus compañeros de la XIV Brigada. / Hwei-Ru Tsou y Len Tsou

 

MARÍA SERRANO

Chen lleva varios años afincado en España y es hoy el presidente de la Asociación de Promoción e Intercambio Hispano-Chino. Sacar a la luz un caso inédito de nuestra historia reciente como es el de las Brigadistas Internacionales que desde su país vinieron a luchar en la España de 1936 no ha sido tarea fácil. Hoy la exposición ‘Las Brigadistas Internacionales y los Voluntarios Chinos en la Guerra Civil de España’ ya tiene un pequeño recorrido de muestras en Andalucía, desde el estreno de la exposición en octubre en el Antiquarium de Sevilla, pasando por la Casa Colón de Huelva para ser próximamente acogida en el rectorado de Málaga. Chen aclara a Público que “van a alcanzar muy pronto la geografía nacional, llegando en 2020 a ciudades como Almería, Granada, Madrid o Salamanca”.

Ante la pregunta obligatoria del motivo de la muestra Chen destaca que la expo conmemora “el 46 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre China y España y el 80 aniversario del fin de la Guerra Civil”.

Pero ¿qué se conoce a día de hoy de aquellos brigadistas? Chen aclara que “la guerra de España se convirtió pronto en una guerra antifascista”. A pesar de que las Brigadas Internacionales, estaban compuestas por más de 40.000 voluntarios procedentes de 54 países, “de China solo llegaron apenas un centenar y poco se conoce de su historia”.

Xie Weijin en Brunete. / Hwei-Ru Tsou y Len Tsou

Xie Weijin en Brunete. / Hwei-Ru Tsou y Len Tsou

 

La única investigación conocida sobre el origen de estos brigadistas llegó a España en 2015 gracias a la editorial ‘Los libros de la Catarata’ y al Centro de Estudios y Documentación de las Brigadas Internacionales (CEDoBI), dependiente de la Universidad de Castilla-La Mancha. El libro Los brigadistas chinos en la guerra civil. La llamada de España (1936-1939), de Hwei-Ru Tsou y Len Tsou, ambos científicos taiwaneses residentes en Estados Unidos, narra como conocieron la existencia de combatientes chinos en la guerra civil española por pura casualidad.

Estos investigadores se encontraban ojeando un álbum publicado por la Brigada Lincoln para conmemorar su 50 aniversario cuando advirtieron que entre los muchos nombres citados, algunos de los que parecían, eran de origen chino.

A pesar de la ardua investigación de Hwei-Ru Tsou y Len Tsou por más de tres continentes en casi una década “no se sabe con certeza cuántos chinos combatieron en la guerra civil española”. Algunas fuentes de la época, de las muy escasas que existen, estiman que fueron cerca de un centenar.

Campañas de llamamiento para venir a España

Hwei-Ru Tsou y Len Tsou señalan que “cuando en 1936 estalló la guerra civil española, el Partido Comunista Francés hizo un llamamiento general para luchar contra el fascismo en solidaridad con el pueblo español. La célula de la Renault emprendió una activa campaña de reclutamiento entre los obreros con la idea de formar una ‘Compañía Renault’ de cien personas dispuestas a luchar en el frente”. Además se realizó un llamamiento a los compatriotas chinos de ultramar escrito por los soldados chinos desde un campo de internamiento francés, redactado por un compatriota conocido como Lin Jishi.

Xie Weijin en 1938 donde se muestra de fondo el pendón de seda enviado a los brigadistas chinos. / Archivos de la Brigada Lincoln

Xie Weijin en 1938 donde se muestra de fondo el pendón de seda enviado a los brigadistas chinos. / Archivos de la Brigada Lincoln

 

Uno de aquellos combatientes decididos fue Zhang Ruishu que no dudó después de una vida errante a venir a luchar contra el fascismo al sur de Europa. “Llegaría a España junto Liu Jingtian. Ambos decidieron ir juntos a España para incorporarse a las Brigadas Internacionales y luchar contra los fascistas”. El 28 de noviembre de 1936 se presentaron en el cuartel general de las Brigadas Internacionales en Albacete. Y “solicitaron incorporarse a una compañía de ametralladores, pero después del examen físico” fueron destinado a otras tareas.

Chen señala a Público que “China también estaba en una situación muy severa por la invasión de fascismo japonés en esa época en la que surge un grupo de guerreros chinos, quienes, sin tener en cuenta lo que ocurría en su propio país, e incluso sin miedo a la muerte, pensaron que ayudar a los españoles era un deber irrenunciable”.

Yu Xiaoping, Yang Jing, Chang Xiao y Ham Violet Wong han sido los responsables de dar vida a esta muestra con fuentes originales para la exposición que han venido de forma inédita desde el Museo Nacional de China. “Ellos abandonaron a su familia y llegaron a España para dedicarse a las Brigadas Internacionales. Estos voluntarios chinos, con su coraje y diligencia, obtuvieron el respeto de sus compañeros procedentes de distintos países”.

De las pocas historias individuales que han podido rescatarse, la expo muestra como la mayor parte de los brigadistas no vino directamente de China, sino que ya estaban asentados sobre todo en Europa y en menor medida en Estados Unidos y otros países.

“Algunos vivían ya en España. La mayoría vinieron por propia voluntad, otros casi accidentalmente, y otros fueron enviados por su organización política”, apunta la investigación de Hwei-Ru Tsou y Len Tsou. Mao Tse-tung lo dijo claro en una carta abierta al pueblo español en la fecha de la contienda “De no ser porque tenemos enfrente al enemigo japonés, iríamos con toda seguridad a integrarnos en vuestras tropas”. Esta declaración señala que de no haber estado en este período bélico, los brigadistas chinos hubieran sido mucho más numerosos.

Después de finalizar la guerra civil, se conoce que “algunos brigadistas chinos conocieron los campos de internamiento franceses y buena parte de ellos volvió a China y siguió combatiendo en la guerra contra Japón”. Hwei-Ru Tsou y Len Tsou apuntan como “los supervivientes fueron, en algunos casos y ya en tiempos de paz, sancionados o relegados al olvido por el mismo régimen por el que lucharon”. La Revolución Cultural no les perdonó el hecho de haberse relacionado con extranjeros.

Xie Weijin o el brigadista conocido como Ching Siu Ling

Xie Weijin se unió al llamamiento internacional de los compatriotas chinos de ultramar desde un campo de internamiento francés. Nació en la provincia de Sichuan y como miembro del partido comunista, llegaría a España en abril de 1937 para combatir en la guerra civil bajo un seudónimo que ocultara su identidad Ching Siu Ling.

Su historia es una de las destacadas que se pueden ver en la muestra por el importante legado que este combatiente pudo dejar en vida. Su testimonio gráfico no deja lugar a dudas. Su carnet de las brigadas internacionales y varias fotografías ilustran parte de su vida en España. En una postal escribe a un amigo cuando estuvo en el hospital tras ser herido en el frente. En otra fotografía le vemos en las cercanías de Brunete.

Xie Weijin en el hospital militar de Murcia ingresado en el otoño de 1937. / Hwei-Ru Tsou y Len Tsou

Xie Weijin en el hospital militar de Murcia ingresado en el otoño de 1937. / Hwei-Ru Tsou y Len Tsou

 

Xie Weijin ingresó en la casa de convalecencia de las Brigadas Internacionales en Barcelona, y trasladado a la Clínica Militar Número uno para seguir con el tratamiento de su pierna, afectada de fuertes y constantes dolores neurológicos producidos en el frente de Quinto, como muestras las fotografías que ha dejado como legado.

Aquellos que lo recuerdan señalan que Xie Weijin era un hombre de baja estatura y llevaba gafas. Su hijo daría a conocer el gran legado de su padre en la guerra de España. Y cómo se formó el destacamento chino. “Este respondió que solo se trataba de un nombre”. Xie Weijin desempeñaba el cargo de comisario político del batallón de artillería de las Brigadas Internacionales. “Su grado, entre el centenar de chinos voluntarios que en ese momento participaban en la guerra, era el más alto, y se convirtió en su líder de forma natural y espontánea”.

Xie Weijin conservó objetos de alto valor histórico que han permanecido décadas ocultos como el pendón de seda que le envió Zhou Enlai desde la lejana China con un marinero. “Después de la guerra civil española lo escondió en el doble fondo de un maletín de cuero, y así consiguió sacarlo del campo de concentración en Francia donde terminó al finalizar la guerra civil”.

Xie Weijing emprendió camino hacia la frontera francesa el 25 de enero de 1939. El grupo de combatientes que lo acompañó hasta la frontera terminó junto a Weijin en el campo de Argelès, a orillas del Mediterráneo. También pasaría por el campo de Gurs donde vivió en condiciones infrahumanas en barracones de madera. En el campo vivían junto a unos 16.000 refugiados. Los refugiados chinos estaban en el barracón número 16.

Xie Weijin contaba historias sobre las fotos que conservaba de la guerra repitiendo “sin cansarse quién era tal o cual persona, quién había muerto en tal o cual batalla o cómo Dolores Ibárruri había ido al frente a dar ánimo a los soldados”… En esa ocasión le oyeron decir: “Aunque perdimos la guerra, gentes de varias decenas de países y de todas las razas fueron a España para tomar parte en ella, un hecho sin precedentes en el mundo”.

Chen, como comisario de la muestra concluye que “hoy en día, China y España están fortaleciendo sus relaciones en los distintos ámbitos como la política, la economía y la cultura”. Esperamos que, a través de esta exposición, “podemos profundizar nuestras conexiones e intercambios, y promover el continuo desarrollo de la amistad” de ambos países”.

Emilio Valldecabres, el abogado valenciano fusilado por firmar la sentencia de muerte de José Antonio

27 marzo, 2020

Fuente: http://www.eldiario.es

El fusilamiento del fundador de la Falange Española, José Antonio Primo de Rivera, tuvo una víctima colateral. El letrado Emilio Valldecabres Malrás, socialista y asesor jurídico del Ministerio de Defensa Nacional, fue ejecutado el 17 de enero de 1940 acusado de haber avalado la sentencia de muerte del líder falangista.

El abogado valenciano, oriundo de Quart de Poblet, un municipio cercano a Valencia, era descendiente de una saga burguesa de comerciantes y terratenientes locales pero adscrito a la rama liberal y republicana de la familia, según explica a este diario la historiadora Andrea Moreno, asesora técnica de la Comisión Municipal de Memoria Histórica de la localidad.

Tanto Emilio como su hermano Onofre, que estuvo vinculado a los servicios de información republicanos, fueron socialistas y republicanos. Emilio Valldecabres presidió el Tribunal Permanente de la demarcación de Levante y fue asesor jurídico del Ministerio de Defensa Nacional y del Ejército del Centro. Su destino quedaría irremediablemente marcado al final de la guerra al del fundador de la Falange española.

Jose Antonio Primo de Rivera negó durante el proceso que lo juzgó haber participado en la preparación de la sublevación militar contra la II República. «En las circunstancias de la guerra civil española, poca duda cabe de que su participación activa en la coordinación de la contribución falangista al alzamiento justificaba que se le acusara, junto con su hermano Miguel y su cuñada Margot, de conspiración y rebelión militar», escribe el hispanista británico Paul Preston en Las tres Españas del 36 (Debolsillo, 2011).

La madrugada del 18 de noviembre de 1936, los tres magistrados que formaban el tribunal que juzgaba a Primo de Rivera en Alicante accedieron a la petición del fiscal de pena de muerte para el líder falangista, reclusión perpetua para Miguel Primo de Rivera y seis años y un día para la esposa de éste, Margarita Larios. «Antes de que el Consejo de Ministros pudiera pedir un indulto o la conmutación de la pena, el Comité de Orden Público local ordenó que se aplicara la sentencia el día 20 de noviembre por la mañana», explica Preston. A las seis y media de la madrugada, José Antonio Primo de Rivera fue fusilado.

El sumario del fusilamiento del abogado valenciano, localizado por la Comisión Municipal de Memoria Histórica de Quart de Poblet en el Archivo General e Histórico de Defensa de Madrid, vincula a Valldecabres con el «informe como asesor jurídico pidiendo la pena de muerte de José Antonio Primo de Rivera». Sus descendientes, sin embargo, siempre han asegurado que el abogado fue obligado a firmar, incluso después del fusilamiento del líder falangista, ya que no estaba de acuerdo con la sentencia de pena de muerte. «Lo despertaron a las cuatro de la madrugada en la residencia de Valencia que le había asignado el Gobierno para firmar la sentencia», cuenta su sobrina Annik Valldecabres. «Creo que él no veía razón de fusilar a José Antonio», añade.

El historiador Pedro Gascón fue el encargado por la Comisión Municipal de Memoria Histórica de Quart de Poblet de localizar el sumario del ilustre vecino. Trece personas vinculadas a Quart de Poblet, ora por nacimiento ora por vecindario, fueron fusiladas durante la represión franquista de posguerra, como contó el diario Levante-EMV en 2008. El sumario de Emilio Valldecabres es «relativamente extenso, se le acusaba de haber formado parte de la organización jurídica que condenó a José Antonio», explica Gascón.

Valldecabres era miembro del consejo jurídico asesor del Ministerio y, «como tal, le correspondía, al haberse declarado el estado de guerra, validar o asesorar ese juicio», apostilla el historiador. «En el sumario únicamente aparece que dio su consentimiento y en varias declaraciones dice que efectivamente así lo hizo porque le correspondía en su función», añade Gascón.

Informe del sumario que condenó a muerte al abogado valenciano Emilio Valldecabres.
Informe del sumario que condenó a muerte al abogado valenciano Emilio Valldecabres. LEVANTE-EMV

A finales de marzo de 1939, las tropas franquistas ocuparon Valencia. Emilio Valldecabres, junto con su hermano Onofre, intentó embarcarse en el Stanbrook que aguardaba en el puerto de Alicante pero no pudo llegar a tiempo. Fue detenido en Alicante el 2 de abril, según las averiguaciones de la historiadora Andrea Moreno, y trasladado al campo de concentración de los Almendros y a diversos lugares de detención hasta acabar en el campo de Albatera. Desde allí fue trasladado a Madrid, y ejecutado el 17 de enero de 1940. «Dado que se condenó a muerte a tantas decenas de miles de personas, tampoco era extraño que sin que fuese firmante o partícipe en el proceso de José Antonio se le hubiera condenado a muerte», matiza Gascón.

Su hermano Onofre pudo partir al exilio y su hija Annik Onofra nació en Argelia en 1945. Los supervivientes de la rama republicana de los Valldecabres se instalaron finalmente en Francia donde años más tarde llegarían también la madre y la hija de Emilio Valldecabres. «Cuando se hizo el Valle de los Caídos el que entonces era embajador en Francia llamó a casa de mis padres para que autorizasen a enterrar a mi tío allí», cuenta por teléfono Annik Valldecabres. La familia se negó.

Los enormes costes de la desmemoria histórica

26 marzo, 2020

Fuente: http://www.vnavarro.org

VICENÇ NAVARRO

Vicenç Navarro ha sido Catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Barcelona. Actualmente es Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, España).

Ha sido también profesor de Políticas Públicas en The Johns Hopkins University (Baltimore, EEUU) donde ha impartido docencia durante 48 años. Dirige el Programa en Políticas Públicas y Sociales patrocinado conjuntamente por la Universidad Pompeu Fabra y The Johns Hopkins University. Dirige también el Observatorio Social de España.

Es uno de los investigadores españoles más citados en la literatura científica internacional en ciencias sociales

Vicenç Navarro
Catedrático Emérito de Ciencias Poíticas y Políticas Públicas Universitat Pompeu Fabra

El discurso que el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, dio a raíz de la exhumación del dictador Franco del monumento al Valle de los Caídos refleja la enorme actitud acrítica (con vocación sesgadora y, en ocasiones, ocultadora) que el establishment político-mediático español ha mostrado durante todo el período democrático para definir el sistema de gobierno existente en este país. Desde el período de la Transición (presentada como modélica) de la dictadura a la democracia hasta la retirada de la tumba del dictador de su mausoleo (acto considerado como el fin de la Guerra Civil), tal establishment ha presentado la democracia española como un régimen ejemplar, homologable a cualquier otra democracia europea. En realidad, el mismo Pedro Sánchez llegó a definir el sistema democrático español como uno de los mejores que hoy existen en el mundo.

Tales hipérboles expresan un desconocimiento abrumador de lo que ha estado ocurriendo en este país durante su período democrático, o un cierto cinismo utilizado frecuentemente en períodos electorales por personas que confunden «patriotismo» con la expresión de un orgullo de pertenencia a un sistema político que perpetua una enorme injusticia, definiéndolo como lo opuesto de lo que es a fin de ocultar la denunciable realidad en que vivimos. Toda la evidencia existente (pero no siempre dada a conocer) muestra que ni la Guerra Civil fue un conflicto entre las dos mitades de España (las famosas dos Españas), ni la Transición fue modélica, ni la exhumación de los restos del dictador implican el fin del franquismo en las instituciones del Estado español ni en la sociedad en la que vivimos. La mejor prueba de lo último es que un artículo como el que firmo no se publicaría en ninguno de los principales medios de comunicación –prensa y televisión- de este país, rechazándolo como «extremista». Y ello a pesar de que la evidencia de la certeza de lo que estoy diciendo es abrumadora y bien conocida en muchos países en los que viví durante mi largo exilio (Suecia, Reino Unido y EEUU). Es más, mi avanzada edad, y proviniendo de una familia republicana, represaliada por el régimen conocido en España como franquista (pero conocido internacionalmente como fascista), sé de lo que hablo, pues conocí de primera mano la realidad que describo (ver Una breve historia personal de Catalunya y España: entrevista a Vicenç Navarro de Elvira de Miguel, 2017).

Primera falsedad: la mal llamada Guerra Civil no fue una guerra fratricida entre españoles

En primer lugar, la Guerra Civil fue el intento de interrumpir, por parte de las oligarquías del país, un proceso transformador de las estructuras económicas, políticas y culturales de España llevado a cabo por un gobierno progresista, democráticamente elegido durante la II República. Tal intento fue exitoso porque el golpe militar fascista tuvo el apoyo masivo de las fuerzas militares del Estado nazi (liderado por Hitler) y del régimen fascista italiano (liderado por Mussolini). La resistencia frente al golpe militar (golpe que sus promotores habían calculado que se habría impuesto en cuestión de semanas) por parte de las clases populares duró tres años, y ello a pesar de que la ayuda militar a la República fue muy limitada, proveída solo por la Unión Soviética y México. Fue, como bien indicó el embajador de EEUU en España en aquel entonces, una minoría que contaba con el apoyo del Ejército, de la Iglesia y de los poderes oligárquicos que dominaban la vida económica del país, en contra de la gran mayoría de la población. En realidad, la enorme crueldad de los golpistas (que se autodefinieron como los «nacionales») mostrada tanto en la realización del golpe militar como en el período de la dictadura que le siguió era resultado de que eran conscientes que tenían a la mayoría de la población en contra. El dictador fue muy explícito en el objetivo de la brutal represión, instruyendo que se eliminara a todo el que no pensara como él, dando lugar, como consecuencia, a lo que Paul Preston ha definido como genocidio. Según el profesor Malefakis, de la Universidad de Columbia (Nueva York), el mayor experto en fascismo europeo, «por cada asesinato político que cometió el régimen de Mussolini, el de Franco cometió 10.000″.

La segunda falsedad: la Transición no fue modélica

La segunda hipérbole del establishment político-mediático español fue definir la Transición como modélica (uno de cuyos promotores, Santos Juliá, de El País, falleció hace solo unos días, recibiendo un gran homenaje por sus servicios a la democracia española), cuando fue enormemente inmodélica, pues los franquistas controlaban los aparatos del Estado (así como la mayoría de medios de información), mientras que las fuerzas democráticas (lideradas por las izquierdas) estaban en la cárcel, en el exilio o en la clandestinidad. Es cierto que fueron las clases populares (y muy en especial las clases trabajadoras) las que, con sus huelgas políticas y movilizaciones, forzaron un cambio (España tuvo el mayor número de huelgas políticas en Europa desde 1974 a 1978, en términos proporcionales). Pero en las mesas de negociación y pacto, las ultraderechas dominaban todos los resortes del poder. Y como consecuencia, la democracia resultante fue muy limitada, dando lugar a un Estado del Bienestar muy insuficiente. Hay un dato que lo resume todo. Incluso hoy, España es uno de los países de la UE-15 que tiene más policías por cada 100.000 habitantes y, a la vez, menos adultos trabajando en los servicios públicos del Estado del bienestar (tales como sanidad, educación, servicios sociales, vivienda y un largo etcétera). Vean los datos (en mi libro Bienestar insuficiente, democracia incompleta. Sobre lo que no se habla en nuestro país, Editorial Anagrama, 2002) y lo verán. La escasez de derechos políticos, laborales y sociales en un país siempre va acompañada de un gran desarrollo del aparato represivo del Estado. Y España es un claro ejemplo de ello.

Consecuencias del olvido histórico: la persistencia de la cultura franquista

El efecto de todo ello es que la cultura franquista continúa muy extendida. Casi el 80% de la población que vota al partido de las derechas españolistas, el PP (partido heredero de Alianza Popular, fundado por cinco ministros del gobierno dictatorial), por ejemplo, estaba en contra de la exhumación del dictador. Tal partido está claramente imbuido de la cultura franquista y ha sido uno de los dos partidos que han configurado la vida política del país. Y la Iglesia Católica, que fue, junto con el partido fascista, la Falange, el eje ideológico del régimen dictatorial, continúa teniendo un protagonismo y apoyo estatal inauditos en cualquier otro país democrático de la Unión Europea. Y a través del sistema escolar concertado, la Iglesia continúa teniendo un gran apoyo financiero del Estado, educando a través de tal sistema al sector de la población (alrededor del 30% de la juventud e infancia) proveniente de las clases más pudientes, con más recursos que las clases populares, educadas en el sistema público. Y desde el mundo universitario al mundo mediático, los hijos y nietos de los vencedores de la mal llamada Guerra Civil son la gran mayoría de los que dirigen tales instituciones. Miren los datos y lo verán.

La desmemoria de la memoria histórica

Otro de los indicadores de las grandes deficiencias y carencias de la democracia existente es que las leyes y sentencias del régimen dictatorial continúan vigentes. En este sentido, hay que subrayar que el aplauso al presidente Zapatero, hecho recientemente por varios comentaristas al aprobar este la Ley de Memoria Histórica, ignora la enorme timidez de sus reformas, pues tal ley se negó a derogar las sentencias y condenas del régimen fascista que afectó, entre miles de personas, a familiares míos. Como bien indicó en su día el magistrado emérito Martín Pallín, «la Ley de Memoria Histórica dejó sin alterar aquellas condenas». En realidad, dicha ley no incluyó la propuesta hecha por el diputado Llamazares, de Izquierda Unida, de que declararan nulas las sentencias y condenas emitidas por los consejos de guerra y por los tribunales de Franco, que habían violado sus derechos fundamentales. Los diputados del PSOE, liderados por el presidente Zapatero, respondieron indicando que «el gobierno no tiene intención de anular las sentencias de los juicios sumarísimos del franquismo, ya que supondría una ruptura del ordenamiento jurídico«. En este sentido, la comparación con lo ocurrido en Alemania e Italia (donde las sentencias dictadas bajo los regímenes de Mussolini y Hitler fueron inmediatamente y radicalmente anuladas) muestra la enorme debilidad de la mal llamada Memoria Histórica Española; mientras tanto los desaparecidos continúan desaparecidos, siendo España el país, después de Camboya, que tiene mayor porcentaje de desaparecidos por causas políticas en el mundo. En realidad, la ley 52/2007 fue una experiencia fallida. Las víctimas continúan ignoradas. En realidad, tal ley proponía «facilitar» la búsqueda de desaparecidos, cuando, como bien dice Juan Miguel Baquero en su excelente libro El país de la desmemoria, lo que se necesitaba era, más que facilitar, garantizar que se hiciera, algo que no ha sucedido.

Pero lo que es incluso peor que la falta de sensibilidad democrática hacia las víctimas del fascismo (que son millones y no miles si se incluye la diáspora republicana esparcida por el mundo incluyendo, de nuevo, familiares míos) es que no ha habido un intento del Estado, supuestamente democrático, de corregir las falsificaciones de la historia de España que todavía se enseñan en las instituciones educativas en el país. La cultura dominante continúa explicando la Guerra Civil como un conflicto entre dos partes iguales, entre miembros en muchas ocasiones de la misma familia, convirtiéndose en una lucha entre hermanos que llama a ser solucionada con una reconciliación como solución a las tensiones entre los dos bandos.  Esta postura –que implica una supuesta neutralidad entre dos bandos opuestos– alcanzó un nivel máximo de obscenidad (no hay otra manera de decirlo) cuando el ministro de defensa del gobierno socialista Zapatero, José Bono, hizo desfilar, en el día de la Hispanidad, a luchadores derrotados en la defensa de la II República (pero vencedores en la II Guerra Mundial, que lucharon como parte de las fuerzas aliadas contra el nazismo) junto a personas que lucharon en el frente nazi europeo en contra de la URSS. No se ha enseñado en España lo que fue la II República (que continúa «demonizada» incluso por algunos sectores de las izquierdas), una de las épocas más creativas e innovadoras, convirtiendo a España en uno de los países más avanzados de Europa, aprobando legislación –como el derecho al aborto– mucho antes que Francia, Italia y otros países europeos. En realidad, muchas de sus reformas despertaron un gran interés en el resto de Europa (lo cual explica que los establishments políticos de tales países europeos no quisieran que sus gobiernos apoyaran a la II República, pues temían que tales medidas los «contaminaran» y aparecieran también en sus propios países). Esta fue una de las causas de que las democracias europeas no apoyaran militarmente a la II República.

¿Por qué las enormes deficiencias de la ley de memoria histórica?

Las limitaciones de la Ley de la Memoria Histórica son la mejor prueba de que la democracia continúa siendo muy limitada en España como consecuencia de la fortaleza de la cultura franquista en el país –que todavía persiste tras cuarenta y un años de régimen democrático–. Esta fortaleza explica también el comportamiento diferencial del Estado español en cuanto a la impunidad de los crímenes cometidos por los golpistas fascistas de 1936 y de la dictadura que se impuso, y en cuanto al desprecio del mismo Estado hacia sus víctimas. Pero entre ellas, las más olvidadas fueron las que murieron fuera de España o estuvieron en el exilio o encarceladas en las prisiones o campos de concentración nazis. Y, de nuevo, lo pude seguir de cerca, pues una tía mía, republicana, que luchó contra el golpe militar fascista en España, tuvo que dejar el país, derrotada, y una vez en Francia inició con otros españoles la resistencia antinazi, siendo deportada a un campo de concentración nazi. El gobierno francés del General De Gaulle la condecoró y recibió una pensión hasta el día de su muerte. Del Estado español, nada. Y cuando se pide que homenajee a los luchadores del lado republicano, se responde que es mejor no mirar al pasado, o que no hay que abrir las heridas, asumiendo erróneamente que están cerradas. El cinismo del poder no tiene límites.

A la luz de todo lo dicho, es sorprendente que algunas fuerzas políticas creyeran, por lo visto, que el Estado español era un Estado democrático (que lo es), homologable a cualquier otro país democrático (que no lo es). El hecho de que se escandalicen de la dureza de la sentencia del Tribunal Supremo parece transmitir una visión ingenua y falsa que tenían de lo que es el Estado español. Tal Estado no representó una ruptura, sino una apertura (sin duda muy importante, pero insuficiente en muchos aspectos) del Estado dictatorial anterior. Y los presos independentistas deberían haber sido plenamente conscientes de ello, pues algunos de ellos utilizaron el mismo Tribunal Supremo, dirigido también por el mismo juez que dictó esas duras sentencias, Manuel Marchena, para denunciar al movimiento 15-M por rodear el Parlament de Catalunya (forzando al entonces presidente de la Generalitat a llegar en helicóptero) el día que tenían que aprobarse los presupuestos de austeridad, consiguiendo que condenaran a 8 de sus dirigentes a 3 años de cárcel. El Sr. Homs, coordinador de las defensas de los líderes independentistas fue instrumental en conseguir tal pena.

Mi visión y mi experiencia es que tales fuerzas secesionistas están profundamente equivocadas y ello ha llevado al país a un desastre. Y lo que es peor es que ilusionaron a toda una juventud diciéndole que el cambio era posible ahora y unilatelalmente (y en contra de la mayoría de la ciudadanía de Catalunya). De ahí su enorme frustración. Aquel sueño se convirtió en una pesadilla, pesadilla para ellos y para todos los demás, que se podría haber evitado si se hubiera conocido la historia real del país. Han hecho un gran daño a las clases populares de Catalunya y del resto de España, pues han movilizado de nuevo a las derechas (que siempre han sido profundamente conservadoras, reaccionarias y represivas) dificultando así el progreso democrático, social y plurinacional de España. El hecho de que el Estado español sea el primer responsable de los problemas que existen en España, consecuencia de la persistencia del franquismo en amplios sectores del Estado y de la población, fruto de la desmemoria histórica, no diluye la responsabilidad de las fuerzas secesionistas en haber alcanzado la situación actual, donde el bienestar y calidad de vida de las clases populares de Catalunya y del resto de España ha alcanzado un deterioro sin precedentes.

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Mientras dure la guerra

25 marzo, 2020

Fuente: http://www.infolibre.es

Publicada el 29/10/2019 a las 06:00. Actualizada el 28/10/2019 a las 22:10
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¿Quieren oír primero la buena noticia o la mala? Decidiré yo: la buena es que la película de Amenábar, Mientras dure la guerrano ha levantado el revuelo que era de esperar y que el que ha levantado, olvidando a algunos exaltados energúmenos que para mí cuentan poco, ha sido relativamente suave. La mala, que las críticas a derecha y a izquierda siguen evidenciando que, como en gran parte sostiene esta obra y a la vista está con la exhumación de Franco, una parte de la guerra todavía no ha terminado.

La derecha sigue con su crítica soft, esto es, no meterse en berenjenales ideológicos, abstenerse totalmente de abordar críticamente la gestión de Franco, mirar hacia otro lado con sus crímenes, y decir «esto no va conmigo». Con la película ha pasado algo parecido. La crítica más representativa en mi opinión se publicó en Abc con el título de «18 errores históricos de Mientras dure la guerra» en la que se afirma  que «la ligereza con la que el director aborda el fin de la República y el golpe militar (…) vicia la historia e incurre en mitos claros y recurrentes». La deslegitimación del mensaje de la obra por la vía de su infidelidad a la historia.

Por el contrario, la obra es extraordinariamente fiel a la historia. Como teórico experto en la época, cuando se me ha preguntado, he expresado que los supuestos errores son detalles insustanciales que no atentan contra una verdad histórica superior a la que el autor se ciñe con firmeza. Es lo que Vargas Llosa llamó la «verdad de las mentiras», es decir, la utilización de pequeños recursos ficticios para transmitir al lector u observador un sentimiento o un conocimiento que compensa sobradamente las inexactitudes factuales. Que Unamuno se fuera del Paraninfo en coche o andando, que llegara al Café Novelty o a su casa, que la bandera española fuera izada antes o después, que el todavía rector se sentara en un lugar o en otro de la mesa son minucias a las que no debemos dar importancia, porque Amenábar (que además sabe de algunas de estas, según ha reconocido) cuenta algo mucho más importante y a lo que se atiene firme, algo tan incómodo que parte de la derecha todavía no quiere verlo y que no tiene más remedio que ignorar o impugnar indirectamente, sin entrar al trapo. El soft way del que hablo, ese que llevamos padeciendo desde la Transición.

¿Qué cuenta Amenábar en términos históricos? Cuenta el trayecto político y personal de Unamuno en los tres meses que van desde el 18 de julio hasta el 12 de octubre, desde su apoyo al golpe de Estado por creer que iba a ser algo similar a los golpes anteriores hasta encontrarse con algo totalmente diferente. Su referencia concreta seguramente fue la dictadura de Primo de Rivera, que seguía el espíritu de poner orden en el rebaño descarriado con un recorte drástico de libertades, mano dura, alguna ley de fugas y yo no he visto nada. Y cuando se apacigüe la grey, volvamos a la vida normal.

Pero Unamuno se da cuenta poco a poco, aunque no quiera reconocer que se ha equivocado y admitir, por tanto, su papel en esa carnicería, que lo que traían en la cabeza esos militares era algo de naturaleza incomparable. No se trataba sólo de una cuestión de fiereza o brutalidad, sino que la ultraderecha catastrofista de la II República llevaba ya varios años hablando del «error Primo», es decir, que no bastaba con un golpe en la mesa, sino que era necesario limpiar y expurgar hasta la raíz al país de todos sus males. ¿Y cuál era el principal? No, el mal no eran los rojos. El mal último era el liberalismo como forma política y de pensar, pues consideraban, por la teoría del plano inclinado, que la mera legalización de los partidos políticos (en su visión, facciones enfrentadas de españoles), la apertura al libre juicio y la más mínima desviación de la verdad absoluta conducía a la postre al caos. Que en España el liberalismo llevara asentado, mal que bien, desde 1812, les hizo plenamente conscientes de la magnitud y severidad que debía aplicarse para conseguir el objetivo (algunos situaron la desviación de la verdadera España incluso en los Borbones, cuyo legado también debía ser reducido a escombros, no digo más).

Esto implicaba primero la eliminación física de los elementos más peligrosos. Los que creen realmente que Franco se desvió a Toledo para alargar la guerra y poder matar más rojos hablan abiertamente de genocidio. Los que dudamos de esta motivación al menos tenemos claro que se «expurgaron» a decenas de miles de españoles que se consideraban nocivos, infectados, de una manera a menudo arbitraria y siempre sin rastro de juicio justo. A otros se les dejó morir en campos de concentración. La excusa de la lógica de guerra o de defensa no nos debe confundir con la lógica última de sus acciones, expresada en múltiples escritos y declaraciones, de higiene social.

¿Y a la otra mitad de españoles que no habían huido o no habían sido eliminados? Al resto habría que «reeducarles» mediante la misa, la propaganda y la enseñanza nacional-católica. Por eso precisamente uno de los colectivos más afectados por las purgas fueron los profesores liberales que habían osado fomentar el músculo crítico de los niños.

Casto Prieto, el alcalde de Salamanca, Atilano Coco, el cura protestante, incluso Salvador Vila, el joven catedrático y rector interino de la Universidad de Granada, amigos personales de Unamuno, también creyeron que aquello iba de algo parecido al golpe de Primo. Y su error de previsión no lo pudieron contar. Aquello iba de fascismo o al menos (porque el término es controvertido y soy de los que lo aplicaría sólo a Italia y Alemania), de una revolución reaccionaria que, aunque fuera desde arriba, tenía en común con otras revoluciones contemporáneas el pretender extirpar radicalmente y para siempre un tumor histórico que, en este caso y en su opinión, había estado a punto de provocar la muerte de España. Este tumor maligno se llamaba liberalismo.

En cambio, Unamuno sí pudo darse cuenta. Este es el camino que maravillosamente narra Luciano Egido (probable fuente primera de la película) y el propio Amenábar. Un camino que el escritor hizo en tres meses pero que gran parte de la derecha en España no ha sabido o querido hacer en 80 años. No, no se trató de un somero golpe de orden contra el comunismo, se trató de una voluntad de limpieza a fondo de todo lo que se consideraba la anti-España, un cuadro amplio que no sólo incluía a los comunistas y anarquistas, sino también a los demócratas, católicos no practicantes, ateos, judíos o masones. Literal.

No es mi objetivo criticar nuestra Transición, que se hizo como se pudo en un contexto difícil y realmente peligroso, pero a ella le debemos la responsabilidad de haber pasado de puntillas sobre temas espinosos, de no haber hecho el esfuerzo de consensuar un relato veraz de lo sucedido y en última instancia de no haber deslegitimado desde arriba la existencia de alternativas como Vox. Mucha gente, literalmente, no conoce lo que sucedió. Otros no quieren saberlo. Por eso siguen levantando ampollas actos tan obvios y necesarios como exhumar al mayor responsable de lo que ocurrió y quitarle el puesto de honor del que disfrutó hasta hace unos pocos días. Porque asesinó a decenas de miles de españoles no sólo comunistas (fueron los menos) sino a muchos otros que, como Casto Prieto, eran simples demócratas progresistas. Porque pretendió erradicar las bases del Estado en el que hoy nos basamos. Porque hizo que durara la guerra contra un supuesto enemigo comunista hasta el año 1975. Porque todavía es responsable de gran parte de nuestras divisiones.

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Ramiro Feijoo es autor de ‘El quinto hombre, una corte de los milagros en la Salamanca de 1936’.
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Las sobrinas de las Trece Rosas que han llevado a la Fiscalía a Ortega Smith: «Él tiene un rencor que nosotras no tenemos»

24 marzo, 2020

Fuente: http://www.eldiario.es

«Lo hago porque siento indignación, sobre todo pensando en mis abuelos y en mis bisabuelos y en que estuvieron toda la vida sufriendo por lo que les hicieron. No puedo consentirlo. No todo vale». Paloma Masa Barroso es una de las tres descendientes de las Trece Rosas que han formalizado este martes sus medidas judiciales contra Francisco Javier Ortega Smith. El concejal de Vox en Madrid dijo, en una entrevista en TVE del 4 de octubre, que las trece mujeres  –militantes de las Juventudes Socialistas Unificadas y del Partido Comunista– fusiladas el 5 de agosto de 1939, «lo que hacían era torturar, violar y asesinar vilmente, cometieron crímenes brutales en las checas».

La condena a muerte, dictada en un Consejo de Guerra en Madrid el 3 de agosto de 1939, responsabilizaba a las muchachas de un «delito de adhesión a la rebelión», en ningún caso de los cargos que mencionaba Ortega Smith. Por eso ahora sus sobrinas y sobrinas nietas, junto a la Asociación Cultural 13 Rosas, piden en un escrito que la Fiscalía General del Estado le exija al político de ultraderecha como primera medida una rectificación.

«Sus palabras vienen del rencor y la maldad, un rencor que nosotras, que somos las afectadas, curiosamente no tenemos», sigue Paloma Masa Barroso, que es sobrina nieta de Martina Barroso García, detenida en junio de 1939 en Ventas y asesinada ese 5 de agosto a los 22 años. Paloma recuerda la historia de ella y de sus compañeras: «No les dio tiempo a hacer nada, ni a organizarse. Acabó la guerra y estaban metidas en la cárcel. Se les acusa de cosas que ni siquiera pudieron cometer, mi tía hacía labores humanitarias, participaba en un comedor social para niños huérfanos de la guerra y confeccionaba ropa para los militares».

«Solo la divergencia política provocó su asesinato a manos de un gobierno golpista, represor y dictatorial», se lee en el escrito que han dirigido a la Fiscalía, en el que remachan: «Ellas fueron las víctimas asesinadas». El Ministerio Fiscal debe actuar, sostienen, ante la difamación, la «verdadera agresión» al honor y «la imputación intencionada de graves hechos delictivos absolutamente deshonrosos y humillantes» a estas mujeres, de manera que «menosprecia» la memoria de las que ya son «un símbolo para la inmensa mayoría de la sociedad». «Que no quede en el olvido como si no pasase nada lo que ha dicho Ortega Smith, y sobre todo, que no manchen su nombre», clama Paloma.

Las Trece Rosas tenían entre 18 y 29 años cuando las detuvieron –la mayoría menos de 23–, y solo una –Blanca Brisac– tenía un hijo, así que apenas hay descendientes directos. Por ello, la protección de estas mujeres depende del Ministerio Fiscal. Al no haber intervenido de oficio, le solicitan ahora ellas que lo haga «a instancias de persona interesada» por afectar al honor, a la dignidad y a la imagen de las fallecidas. «Tiene que rectificar y tener más cuidado con lo que dice de ahora en adelante», continúa Paloma. «Porque detrás de estas personas hay familiares que no vamos a quedarnos callados. No quedan hermanos y no tuvieron hijos, pero nosotras, sus sobrinas nietas, actuaremos como nietas».

«Que no se pueda mancillar su nombre»

El abuelo de Paloma era hermano de Martina: «A ella se la llevaron de casa y no les dejaron ni una foto. Solo tenemos una, que nos pasó un novio que tuvo». Su abuelo falleció en 1973 y esto y la muerte de otro hermano en el Frente del Cataluña, todavía desaparecido, «le machacaron la vida». «Mi familia ha sufrido mucho. Y yo ahora no voy a consentir todo esto», insiste Paloma, que atiende a eldiario.es en un bar de la calle Fortuny de Madrid, en las proximidades de la Fiscalía General del Estado.

Paloma ha acudido al juzgado este martes con Alicia Jimeno Manzanero, sobrina de Dionisia Manzanero Salas (asesinada a los 20 años), y con Ángeles González Ferrer, sobrina nieta de Virtudes González García (a los 18). Son ellas tres, conocidas entre sí desde hace mucho en otras batallas por sus antepasados, las que han encabezado la solicitud de responsabilidades a Ortega Smith, con el apoyo de algunos de sus primos, otras organizaciones –Fundaciones Domingo Malagón y Marcos Ana y la Asociación Foro por la Memoria Democrática– y ciudadanos que han suscrito el manifiesto de denuncia que adjuntan al escrito.

«Fue terrible escuchar esas palabras», rememora Alicia sobre lo pronunciado por el concejal. «Solo queremos eso: que se retracte públicamente. Para que no quede impune. Para que no se pueda mancillar alegremente el nombre de nuestras familiares». «Es impresentable que dijera que estas mujeres violaron», añade Ángeles, la sobrina nieta de Virtudes. Lo es además, en el contexto de un país «en el que no se ha hecho del todo justicia con las víctimas» y «en un programa de la televisión pública». «No sabemos el recorrido que tendrá, ni los plazos, pero esto no se puede consentir», repite otra vez, «y el Gobierno debería haber hecho algo. Dada la situación actual sabemos que es complicado. Pero tras las elecciones esperamos algún comentario, alguna declaración».

El PCE lo llevará al Congreso

El documento que envían a Fiscalía lo firma además de ellas tres Victorino García, presidente de la Asociación Cultural 13 Rosas. Las tres mujeres fueron arropadas en el acto de entrega, además de por el presidente de Foro por la Memoria Democrática y por más seres queridos, por el secretario general del PCE, Enrique Santiago, como representante del partido al que las jóvenes pertenecían. Lo que hizo Ortega Smith es para esa formación una «revictimización», dice: «Es una vergüenza que sean los familiares quienes tengan que actuar. La Fiscalía debería haberlo hecho de oficio, y el Gobierno debería haber ordenado aplicar la Ley de Memoria Histórica». El también diputado de Unidas Podemos anunciaba que, si la Fiscalía no ejerce en un plazo moderado de tiempo, lo llevarán al Congreso para reclamar explicaciones al gobierno.

Eso es para las sobrinas y sobrinas nietas lo más grave: que después de tanto tiempo, un ataque tan doloroso viniera de un representante público. «Para eso no está un político», lamenta Paloma Masa Barroso –que reitera que se la nombre todo el rato su segundo apellido «porque es el que me une a Martina»–. «Un político está para hacer leyes para la ciudadanía, no para meterse con las víctimas del franquismo. En otros países sería motivo de dimisión, aquí debería serlo también. No puede ser que alguien así vaya llamando asesinas a personas inocentes y la sociedad consintiéndolo».

El interés de los jóvenes por la política se ha multiplicado en los últimos años

23 marzo, 2020

Fuente: http://www.eldiario.es

El interés por la política entre los jóvenes ha crecido en los últimos 14 años. En 2005, solo el 4,3% de los chicos y chicas entre 15 y 29 años respondían al CIS que los asuntos políticos les interesaban «mucho», y el 19,8% que «bastante» (24,1% del total); en 2019 respondían eso el 10,1% y el 28,1%, respectivamente (38,2%). Son datos de diferentes CIS que destaca el estudio ‘Protagonistas y Espectadores’, realizado por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) y Fundación SM y presentado este martes en Madrid. Se trata de una radiografía sobre los valores morales y políticos de la juventud y su evolución en los últimos 40 años a partir de diversos estudios y encuestas.

Más allá del interés, el estudio destaca los resultados de otro sondeo reciente, Jóvenes, participación y cultura política (2017) que recoge que el sentimiento que más despierta la política entre este segmento de población es «desconfianza». En concreto, ante la pregunta de qué instituciones generan más confianza, la respuesta más habitual es: «Ninguna». Con todo, la Policía y las Fuerzas Armadas se colocan en la parte alta del ranking, y en la cola precisamente los partidos políticos, además de los bancos y las instituciones religiosas.

En 1975 el 68% de los jóvenes de 15 a 24 años se consideraban católicos y el 29% no creyentes; en 2019, el 44% y 26% respectivamente (el 6% se adscriben a otras religiones), según los datos del CIS.

Las becas y los salarios bajos

Entre otros datos que analizan FAD y SM, en este caso de Barómetro General de 2017, destacan que el mayor problema que perciben los jóvenes en España son la falta de ayudas públicas y becas; el que más les afecta, los salarios bajos. Los problemas de empleo atraviesan todas las generaciones: «El desempleo juvenil ha sido una preocupación constante, llevada al extremo en las dos últimas décadas», explican, «especialmente desde la desregulación del mercado laboral que se produjo en 1984». Eso supuso para los jóvenes «la institucionalización de la precariedad» y, desde entonces, de «la inseguridad». «Desconfían del futuro, asumen la quiebra del ‘estado de bienestar’ y la parálisis del ‘ascensor social’; es la primera generación, desde hace muchas décadas, que cree que sus hijos vivirán peor que ellos», resume el informe.

La tasa de desempleo juvenil en personas entre 15 y 29 años tuvo su pico en plena crisis, en 2013, cuando el porcentaje superaba el 40%. En 2017, según los últimos datos de Eurostat que proporciona el documento, seguía al nivel en el que estaba en 2009, el 29,3%. El pico más bajo fue justo antes de la crisis, en 2007: la tasa de desempleados jóvenes era entonces de un 12,9%. Aunque las mujeres estaban más en desventaja entonces: estaban sin trabajo el 15,4% de ellas, frente al 10,9% de ellos.

Esta situación de precariedad –escriben la Fundación SM y FAD– tiene sus efectos: los y las jóvenes «recuperan los procesos formativos, emigran, se refugian en la familia, limitan sus aspiraciones o renuncian a tener hijos».

La sanidad y salud, la prioridad

Los datos que recoge el estudio acerca de los valores no están tan actualizados (son de 2014, de la encuesta Jóvenes y Valores). Ese año, el 65 % de los jóvenes creía que la prioridad para no se debían recortar recursos para la mejora de la sanidad pública; el 57 %, para la mejora de la enseñanza, el 46 %, para la ayuda a los ancianos, y el 42 %, para la promoción y creación de empleo.

«Las nuevas generaciones defienden desde un acceso más libre de todos a la sexualidad hasta fórmulas más justas y equitativas de distribución de responsabilidades entre géneros, pasando por una mayor aceptación y tolerancia frente a diversas identidades de género», añaden. Aun así, los jóvenes siguen indicando que hay diferencias entre géneros: el ya mencionado barómetro de 2017 sobre género y juventud del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, mostraba que sólo el 2 % de los y las jóvenes consideraba que no existen distinciones, el 17,6 % que «existían pequeñas o muy pequeñas diferencias entre hombres y mujeres» y un 44,9 % «que las diferencias existen, y que son grandes o muy grandes».

Ese barómetro de 2017 evidenciaba el alto grado de aceptación de posturas estereotipadas: el 62,2 % estaban de acuerdo con que «los chicos tienen más necesidad de sexo que las chicas»; el 58,6 % que «los chicos son más promiscuos» , el 53,9 % con que, «para las chicas es más difícil separar sexo y amor» y el 58,9 % que «las chicas son más fieles que los chicos».

El 65,5 % de esos encuestados opina que ellas lo tienen mucho peor o algo peor a la hora de buscar empleo. En cuanto a violencia machista, el 49 % afirma que la violencia machista en España ha aumentado «algo» o «mucho» en los últimos años. Pero la percepción es muy diferente entre hombres y mujeres: sube hasta el 59,2 % en las respuestas femeninas y se queda en un 39,2% en el caso de los hombres.

Las exhumaciones pendientes de los fusilados del franquismo enterrados junto a su verdugo

22 marzo, 2020

Fuente: http://www.eldiario.es

Celebran con satisfacción contenida lo que para muchos llega 40 años tarde. La exhumación de Franco del Valle de los Caídos, que finalmente será este jueves, corrige una anomalía democrática, pero aunque todos los ojos miren estos días al dictador, los suyos se fijan en otros restos. Son los familiares de los represaliados enterrados en Cuelgamuros, la mayor fosa común de España, que aún pelean para recuperar lo que quede de ellos y sacarles de donde, dicen, nunca deberían haber estado.

A sus 86 años, Mercedes Abril describe minuciosamente el momento en el que vio a su padre, Rafael, por última vez, cuando tenía tres. Fue el 17 se septiembre de 1936, apenas dos meses después del inicio de la guerra. «Estaba afiliado al PSOE. Mi abuelo había conocido a Pablo Iglesias. Ese fue su único pecado, fíjate. La Guardia Civil se lo llevó en un camión mientras mamá y yo estábamos en casa», cuenta a eldiario.es. Cuatro cartas enviadas desde el Mercado de Abastos de Calatayud, convertido en cárcel, fue lo poco que supieron de él hasta que dejaron de recibirlas.

Nadie les contó a Mercedes y a su madre dónde estaba Rafael hasta que descubrieron pasados los años que, tras permanecer en una fosa en la ciudad zaragozana, su cadáver había sido trasladado al Valle de los Caídos. «Nos causó mucho dolor pensar que estaba junto al autor de su muerte y al responsable de tanto sufrimiento en la familia». Por eso, sacar a Franco del mausoleo en el que le enterraron con honores es un consuelo, pero insuficiente. «A papá me lo quitaron dos veces. Me lo mataron y me lo escondieron. Y tengo derecho a recuperarlo. Tenemos derecho a los nuestros», anuncia.

Como ella, otras tantas familias buscan sin descanso a sus familiares enterrados en Cuelgamuros, adonde el traslado de cuerpos sin permiso se efectuó desde fosas comunes y cementerios de casi todos los puntos de España. En él están enterrados 33.815 cadáveres, 21.423 de ellos identificados, según el mapa de fosas elaborado por el Ministerio de Justicia. Sin embargo, ninguno de ellos ha sido exhumado aún a pesar de que un juez autorizó ya hace tres años que una familia tenía derecho a ello. Se trata de los hermanos Lapeña, Manuel y Antonio Ramiro, fusilados en 1936.

Los hermanos Lapeña, que serán exhumados / ARICO Memoria Aragonesa
Los hermanos Lapeña / ARICO Memoria Aragonesa

El fallo arrojó esperanza porque las familias esperan que el caso abra la puerta a otras exhumaciones, al menos las del grupo de trasladados al Valle desde Calatayud, como el padre de Mercedes. Sin embargo, el fallo judicial inauguró un laberinto lleno de obstáculos en el que aún no se atisba la salida. Eduardo Ranz, abogado de la familia, apunta a que la paralización se ha debido, en un principio, «a la negativa del prior de la Abadía, Santiago Cantera» –que también ha intentado obstaculizar la exhumación de Franco–, y ahora a la «inacción por parte de Patrimonio Nacional».

El organismo, que debe autorizar los trabajos técnicos, ha pedido recientemente nuevas aclaraciones al Instituto Eduardo Torroja del CSIC, que le ha entregado un informe en el que concluye que es posible el acceso y la extracción de cajas sin dañar la estructura de la cripta. Pero parece que aún no es suficiente. «En la práctica, exhumar a los Lapeña es exhumar al resto de Calatayud, que son seis, porque trabajamos con la hipótesis de que están en la misma caja», explica Ranz. Sin embargo, cada familia debe contar con una autorización que reconozca este derecho, algo que tienen de momento cuatro.

La ley lo contempla

Todo ello teniendo en cuenta que el decreto que autoriza la exhumación de Franco añadió un apartado nuevo a la Ley de Memoria Histórica en el que se establece que en el Valle de los Caídos «solo podrán yacer los restos de personas fallecidas a consecuencia de la Guerra Civil española» para simbolizar «la conmemoración, recuerdo y homenaje a las víctimas de la contienda». El preámbulo establece que uno de sus objetivos es «poner fin» a la situación que impide este propósito y, en consecuencia, «habilitar la exhumación de los restos mortales de personas distintas a las caídas durante la guerra».

Ranz razona que la cada vez más próxima exhumación del dictador «debería abrir la puerta» al resto, aunque especifica que hay diferencias. «Franco está en suelo religioso y los restos de los represaliados están en suelo administrativo, que es competencia de Patrimonio Nacional». Esta, la competencia de este organismo, es, de hecho, la respuesta que ofrece el Ministerio de Justicia a las preguntas de este medio al respecto.

Mientras, las víctimas denuncian su hartazgo. «No podemos entender por qué llevamos tanto tiempo esperando. Es una humillación que estén enterrados ahí, junto a su verdugo», lamenta Silvia Navarro, presidenta de la Asociación de Familiares Pro Exhumación de los Republicanos enterrados en el Valle de los Caídos y sobrina nieta de uno de ellos. El tiempo, explica, es «crucial» porque «mucha gente es muy mayor y está esperando solo a esto. Otros ya se han muerto…». Su madre, Josefa, que va a cumplir 78 años, lleva reclamando la exhumación de su tío desde hace más de diez, pero aún aguarda.

Silvia y su madre sabían que José Antonio Marco Viedma, al que llaman Pepe, había sido fusilado el 2 de septiembre de 1936, el mismo día que fue secuestrado en su casa por agentes de policía, falangistas y guardias civiles, pero siempre pensaron que estaba enterrado en una fosa común. Posteriormente descubrieron que había sido trasladado a la basílica en 1959. «Basta ya de seguir reproduciendo el dolor que se infringió hace tanto. Estamos viendo cómo se pone toda la carne en el asador para exhumar a Franco, pero ¿qué pasa con nosotros?», se pregunta Silvia.

«Abrazar» los restos de su padre

Esta mujer recuerda el momento en que Patrimonio Nacional les ofreció hace unos años ir al Valle de los Caídos «cuando quisiéramos» a visitar los restos de Pepe, pero «mi madre se negó en rotundo. Siempre dice que lo único que quiere es ir a la verja a recoger la caja, nada más». Mercedes también sueña con ese día, con poder «abrazar» los restos de su padre y darle una sepultura digna, en Valladolid, donde ella vive y está enterrada su madre. Ambas se vieron obligadas a trasladarse allí con sus abuelos tras el asesinato de Rafael, que era ferroviario, porque fueron expulsadas de la casa en la que vivía la familia, la de la estación de tren de Calatayud.

Mercedes es una de las personas que el pasado mes de marzo accedió junto a otros familiares al Valle de los Caídos por primera vez en una visita simbólica acordada con el Ministerio de Justicia a la espera de las exhumaciones. Unos meses antes se procedió a la toma de muestras del ADN de algunos familiares para, en el futuro, ser cotejados con los restos que se saquen del Valle. El Gobierno ha dado algunos pasos en este sentido durante este año, pero nada ha culminado todavía en lo que esperan las víctimas.

En este sentido, Ranz denuncia que el «Consejo de Administración de Patrimonio Nacional pueda más que el Consejo de Ministros» y califica de «incoherencia» que las familias subieran a Cuelgamuros y «recibieran una explicación encaminada a que iba a continuar el trabajo y todavía sigan así». A Silvia, además, le preocupa otra cuestión más de fondo relacionada con el hecho de que sean los propios familiares los que tengan que iniciar los trámites para pedir las exhumaciones. «En el fondo, la Ley de Memoria Histórica privatiza la memoria», señala.

En todo este proceso, durante todos estos años, solo algunas veces, dice Mercedes, la desesperación impregna su ánimo. Su voluntad inquebrantable, sin embargo, la mantiene en el empeño. «Mientras pueda haré todo lo que sea posible por encontrar los huesos de papá», exclama con la voz de quien aún tiene todo por ganar. «El tiempo se me agota. Y tengo paciencia y la voy a tener, pero la paciencia se termina cuando llega el final».