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La mayoría de los mexicanos exige que España pida perdón por la conquista

30 abril, 2024

Fuente: http://www.eldiario.es

  • El partido de López Obrador encabeza holgadamente los sondeos para las elecciones de 2024, con Claudia Sheinbaum como favorita para convertirse en la primera presidenta de la historia del país.
  • A poco más de un año de la gran cita electoral de 2024, elDiario.es toma el pulso, en tres entregas, a un país en ebullición, marcado por la poderosa y controvertida figura de su presidente, Andrés Manuel López Obrador, que ha anunciado que se retirará al final del mandato, lo que abre grandes incógnitas sobre el rumbo del país.
Ilustración sobre La matanza de Cholula, de Félix Parra.
Ilustración sobre La matanza de Cholula, de Félix Parra. David Velasco

Pere Rusiñol

27 de marzo de 2023 22:32h Actualizado el 28/03/2023 11:13h

España tiene pendiente una petición de perdón oficial por los abusos cometidos durante la conquista que Hernán Cortés lideró para la corona española de la época, a principios del siglo XVI, en el actual México. Lo ha solicitado formalmente el presidente del país americano, Andrés Manuel López Obrador, y a pesar de que el reclamo ha provocado indignación y aspavientos en España es compartido por una mayoría del pueblo mexicano.

Así lo acredita una encuesta de MetricsMx para ElDiario.es y SDP Noticias, diario digital líder en México, que señala que el 50,1 % de los ciudadanos de este país está de acuerdo con la exigencia de que España pida perdón por la conquista, casi 20 puntos más que los que consideran que no es necesario, opción por la que se decantan el 31,2 % de los encuestados. El 3,2 % considera que ya se han pedido disculpas, mientras que el 15,5 % muestra indiferencia o dice desconocer el asunto. 

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El trabajo de campo de la encuesta, con una muestra de 1.400 personas y un nivel de confianza del 95 %, se desarrolló el 13 y 14 de marzo a partir de llamadas telefónicas con robot, un método desarrollado por la encuestadora MetricsMx, que se ha revelado particularmente preciso en recientes contiendas electorales en el país. En las seis elecciones federales celebradas en 2022, las proyecciones de MetricsMx, elaboradas a partir de esta nueva metodología, acabaron siendo las que más se aproximaron al resultado real.

En 2019, al año de llegar a la presidencia, López Obrador remitió una misiva al rey de España, Felipe VI, sugiriendo la necesidad de que ambos países prepararan una ceremonia conjunta al más alto nivel encaminada a que “el Reino de España exprese de manera pública y oficial el reconocimiento de los agravios causados” en la conquista de hace 500 años. La Casa Real jamás contestó a la misiva y dejó la respuesta en manos del Ministerio de Exteriores del Ejecutivo de Pedro Sánchez, que rechazó la sugerencia en un tono áspero y de indignación, lo que ha contribuido a elevar la tensión entre ambos países.

El pulso ha tenido luego varias secuelas durante el mandato de López Obrador, la última el pasado diciembre, tras la cumbre bilateral en Ciudad de México, en la que participaron hasta cinco ministros españoles. Las relaciones entre ambos países funcionan con normalidad, como atestigua la citada cumbre, pero el mandatario mexicano insite en que al más alto nivel se encuentran en una situación de “pausa”, mientras no hay “un gesto de humildad” por parte de España.

Malestar con la Monarquía

El enojo de los mexicanos no es tanto con España como país, sino más bien con la Monarquía, como refleja la misma encuesta de MetricsMx. Así, los mexicanos que tienen una buena opinión de España como país aventajan muy claramente, por 15,4 puntos de diferencia, a los que lo evalúan negativamente (44,1 % frente a 28,7 %).

En cambio, la tendencia se invierte en el análisis que hacen de la Monarquía española y del rey Felipe VI: los mexicanos críticos superan por casi dos puntos a los que evalúan positivamente a la Corona (35,8% frente a 37,7%).

Tampoco las multinacionales españolas que operan en México tienen demasiada buena consideración global tras los enfrentamientos con el Gobierno de López Obrador, que han ido in crescendo, sobre todo en el sector eléctrico y muy particularmente con Iberdrola. Únicamente el 30,1 % de los mexicanos considera que las multinacionales españolas “hacen bien” a México, mientras que 31,7 % siente que “hacen mal”, mientras que el 22,9 % sostiene que “ni bien ni mal”.

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Elecciones de 2024

La elección de Andrés Manuel López Obrador como presidente supuso un auténtico terremoto político en México al imponerse como candidato de una formación política de reciente creación, Movimiento Regeneración Nacional (Morena), y con un discurso antiestablishment frente a la clase política y las formaciones tradicionales. A pesar de la pandemia, de la crisis global y de la creciente movilización de la oposición, que advierte de la supuesta deriva autoritaria de la Administración, Morena ha ido imponiéndose también en la gran mayoría de los Estados de México y el propio López Obrador conserva un gran apoyo popular, según registran todas las encuestas publicadas en el país.

El sondeo de MetricsMx para ElDiario.es y SDP Noticias coincide en que, de celebrarse ahora las elecciones generales, Morena se impondría cómodamente, con el 44,6 % de los sufragios, muy por encima de la alianza opositora, que agrupa a los tres grandes partidos que habían marcado la política mexicana en las últimas cuatro décadas, antes de la irrupción de Morena: el centrista Partido Revolucionario Institucional (PRI), el derechista Partido Acción Nacional (PAN) y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), con el que López Obrador se había presentado dos veces como candidato a las presidenciales, en 2006 y en 2012.

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Esta alianza opositora, que supuestamente cubre todo el espectro ideológico con el único pegamento común de su inquina frente a López Obrador, se quedaría en el 29,6 % de los sufragios, según la encuesta de MetricsMX.

A mucha distancia se situaría Movimiento Ciudadano, oposición menos vinculada al establishment tradicional, que cosecharía el 5,2% de los votos.

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Presidencia abierta

Las elecciones generales están previstas para julio de 2024 para renovar el Congreso y la presidencia de la República. La Constitución impide la reelección presidencial, con lo que López Obrador no puede presentarse a un nuevo mandato. El mandatario ha anunciado su intención de retirarse de la primera línea política.

A poco más de un año para las elecciones, los respectivos bloques políticos están inmersos en la búsqueda de candidatos, que se elegirán tras el verano.

La mejor posicionada para sustituir a López Obrador como candidata de Morena y, por tanto, principal favorita para sucederle en la presidencia es la actual jefa de gobierno de Ciudad de México y una de sus más estrechas colaboradoras en los últimos 20 años, Claudia Sheinbaum, que encabeza todas las encuestas internas del partido gubernamental. Según la encuesta de MetricsMx para ElDiario.es y SDP Noticias, Sheinbaum también va en cabeza entre los precandidatos de Morena, al contar ya con el apoyo del 34,1 % de los electores, lo que la coloca en una muy buena posición para convertirse en la primera presidenta de la historia de México.

En la interna por la candidatura de Morena le siguen a distancia, según el sondeo de MetricsMx, el actual secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, con el 23 % de apoyo; Gerardo Fernández Noroña, diputado del Partido del Trabajo (PT), formación aliada de Morena, con el 21,7 %, y Adán Augusto López, secretario de Gobernación, con el 16,4 %.

La carrera para elegir al candidato o candidata de la oposición unificada está mucho más reñida. La encuesta de MetricsMx dibuja un empate técnico entre Alfredo del Mazo gobernador del PRI en el Estado de México, con el 20,2 %, y la senadora del PAN Lilly Téllez, con el 19,5 %, con otros tres candidatos que suman más del 10% de apoyo para lograr la candidatura opositora: la senadora y presidenta del PRI Beatriz Paredes, con el 17,4 %; el presidente de la Cámara de Diputados y exsecretario de Gobernación con Vicente Fox, Santiago Creel, del PAN, con el 13,4 % y la diputada del PAN Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón, con el 13,1 %.

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Ángel Viñas, historiador: “La batalla por el relato la descubrieron las derechas en los años 30”

13 febrero, 2024

Fuente: http://www.eldiario.es

Foco

MEMORIA HISTÓRICA

El historiador Ángel Viñas, el 1 de febrero de 2023, en Madrid.
El historiador Ángel Viñas, el 1 de febrero de 2023, en Madrid. Marta Jara

Andrés Gil

4 de febrero de 2023 22:04h
Actualizado el 05/02/2023 05:30h 

Ángel Viñas (Madrid, 1941) lleva más de cuatro décadas dedicado a la Historia. Economista de formación, técnico comercial y economista del Estado, entró en el ejercicio de indagar en el pasado para luego contarlo muy influido por su trabajo en el ministerio de Asuntos Exteriores: si a algo se dedican los diplomáticos, es a dar cuenta por escrito de todo lo que hacen. Y eso deja un rastro documental valiosísimo para las generaciones venideras.

Ese afán por los documentos, por los papeles, por las evidencias primarias relevantes de la época, es lo que ha llevado a Viñas a convertirse en un historiador como hay pocos, que no sólo arroja luz sobre un pasado desconocido, sino que, al mismo tiempo, desmonta bulos, falacias e invenciones de políticos e historiadores del pasado y del presente. Y fruto de ello es su último trabajo, Oro, guerra, diplomacia. La República española en tiempos de Stalin (Crítica),

Hay una expresión que usted repite varias veces en este libro: “La historia no es definitiva”. Y habla también de que los historiadores “no son definitivos”.

Bueno, es que es así. ¿Por qué? Pues porque el tiempo pasa, las circunstancias en las que se desenvuelven los historiadores cambian, los historiadores cambian, las percepciones del pasado cambian… Pero hay cosas que no cambian, los hechos: hubo una Guerra Civil, hubo una Guerra Mundial. Y lo que los historiadores hacen es explicar los hechos, que en el caso español es muy fácil, porque la historia de España, la de la República, la Guerra Civil y el franquismo, es mala historia. Porque ha sido muy manipulada, muy tergiversada y es ahora, en los últimos 30 años, cuando han empezado a abrirse los archivos y empiezas a ver lo que hubo detrás de los hechos.

Y luego está el aprovechamiento de la historia, que es fundamental. La historia es maestra de vida, sí, pero ¿qué historia es maestra de vida? A veces no es maestra de vida, a veces es madrastra de vida.

Claro, porque ese aprovechamiento es lo que nos trae su libro, que viene también a intentar arrojar luz y verdad en un territorio abonado a la manipulación y los bulos.

Sí, pero eso se desprende de dos características que se dan en mi caso. Primero, que yo no estudié historia en España, estudié ciertas partes de la historia en Alemania y en Escocia. Y yo empecé a estudiar la Alemania nazi y el 18 de julio, y los antecedentes de la intervención alemana en la Guerra Civil por encargo de Fuentes Quintana.

Y yo me encontré ahí, joven diplomático, que no tenía ni mucha idea, con papeles, y eran los papeles equivalentes de los que hacíamos en la Embajada en Bonn, los que yo escribía. Y dije, ‘hay que ver cómo actuaron los protagonistas de los hechos, y eso se refleja en papeles’.

Después de trabajar en muchos archivos de muchos países, me he dado cuenta de que en realidad todos aplican el mismo tipo de racionalidad: tú a la superioridad le tienes que dar información y, en algunos casos, sugerir alternativas. Y eso lo hacen los rusos, los americanos, los ingleses, los españoles y los chinos; tú haces papeles porque tienes que informar al mando.

Es que es su trabajo.

Un ejemplo: el convoy de la victoria, del 5 de agosto de 1936. [El historiador] Paco Espinosa me mandó una relación de los vuelos que se hicieron desde Ceuta, Melilla, más o menos para Sevilla y Cádiz en los dos primeros meses. Se hicieron cerca de 1.800 o 1.900 vuelos. Eso es un hecho. ¿Y dónde está? En un informe que el Jefe Superior de las Fuerzas Aéreas en África emite al general Franco. Puede mentir, pero, ¿por qué va a mentir? ¿Y qué pasa? Pues que el convoy de la victoria queda reducido a la nada, 3.500 hombres. ¿Y qué haces con eso? Pues que te tienes que cargar el mito del convoy de la victoria o por lo menos resituarlo. Y eso no es ser comunista, socialista, de derecha, de izquierda, o de centro. Es simplemente hacer labor de historiador, y yo me guío por los documentos.

En el libro menciona cuando Óscar Alzaga explicó que en los Gobiernos de la Transición se habían hecho desaparecer multitud de documentos.

Porque en los papeles está la verdad. Mucha verdad.

Y a raíz de los papeles en el libro intenta arrojar luz sobre falsedades. Una muy llamativa, que es casi sentido común, es cuando explica que, si las democracias occidentales no prestaban ayuda a la República y Alemania e Italia empieza a ayudar a los sublevados… ¿Qué salida le quedaba al Gobierno de la República más que pedírsela a la Unión Soviética? Y en el libro también se explica que la teoría de la URSS era: ‘Nosotros no somos los aliados preferentes, tendrían que ser las democracias occidentales’.

Claro. Stalin no podía no ayudar a la República por una serie de razones: no quería dar una victoria fácil a los fascismos. Date cuenta que, desde el 7º Congreso de la Comintern, de 1935, el enemigo es el fascismo, no los socialdemócratas.

La reacción inmediata del secretario del Consejo de Ministros británico cuando estalla la sublevación y empiezan a verse lo de los italianos, es: ‘Tendríamos que pensar si no convendría que en España se estableciera un sistema parecido al de Alemania e Italia, que han nacionalizado a las masas’.

Bueno, no le hicieron caso, pero fue uno de los elementos que contribuyó a la no intervención.

Pero también financieramente. En su libro explica cómo el Banco de España también tocó antes las puertas de otros bancos nacionales antes de ir al soviético.

La República tenía un talón de Aquiles: las reservas del Banco de España estaban en oro, esencialmente en monedas, no en lingotes. Y con monedas de oro del siglo XIX en adelante tú no puedes comprar nada, las tienes que transformar en divisas, en francos, libras y dólares.

Era obligado que movilizara el oro, no tenía otra alternativa. Y Franco no tenía ese problema, porque los italianos, ya desde antes del estallido de la sublevación, se habían comprometido con los monárquicos a suministrar armamento.

Y los alemanes se preocuparon de contraprestaciones, pero contraprestaciones minúsculas, piritas, aceite de oliva… Eso dura dos semanas, tres semanas, un mes, y luego, a crédito.

La Unión Soviética empezó a suministrar armas, y no es que el oro fuera la condición necesaria para que los rusos ayudaran, pero tampoco la Unión Soviética era la mamá de Tarzán.

También en el libro se explica que que sin la ayuda soviética la República seguramente habría caído en el 36.

Pero sin duda alguna.

Y por otro lado, que la Unión Soviética prefería lógicamente la liquidez al crédito.

Sin duda. Yo no digo que la Unión Soviética fuera una hermanita de la caridad. Nadie es hermanita de la caridad en nada, ni siquiera en la Unión Europea. Defiendes tus intereses nacionales. Claro, el oro de Moscú lubricó una parte. Los cálculos que se han hecho sitúan el coste de los suministros bélicos en unos 200 millones de dólares, que no agota todo el montante en divisas del oro enviado a Moscú, que eran 450 millones de dólares, porque la República lo que necesita eran divisas porque se veía sometida también al cerco de la banca internacional. ¿Y la banca internacional cuál era? Ingleses, franceses y norteamericanos.

Estaba estrangulada.

Claro. ¿Y qué haces? Lo que es lamentable es que todo esto más o menos lo sabían desde el primer momento los franquistas, les informaban y les daban datos, aunque no completos. Era una guerra porosa la Guerra Civil.

Pero al franquismo no sólo le sirvió para dibujar a un enemigo peor durante la guerra, sino, después, para justificar también su propio caos económico.

Por eso yo digo que la derecha española está vendiendo todavía una versión que está falseada en su concepción primitiva. Tienes que justificar el golpe, y recurres a los asesinatos, disturbios, quemas de iglesias. Pero todo eso se elude porque desde el año 32 los monárquicos y los carlistas sabían que iban a contar con la ayuda fascista. Y lo que necesitan es achuchar a un sector de las Fuerzas Armadas a través de la propaganda de los cuarteles y crear un Estado de necesidad a través de los medios de prensa de la época: el ABC, principalmente, El Debate y La Nación. Se hipertrofian los desórdenes.

Sin embargo, lo que sí que se ha dicho es que parecía que España iba a ser un Estado soviético en agosto del 36.

Esto se dijo en los cuarteles para estimular el fervor patriótico de un sector importante de la oficialidad. Y esto a mí me irrita profundamente. Porque esto se puede encontrar en los archivos militares de Ávila, los del Servicio Histórico Militar, que han estado cerrados cal y canto hasta los años 70.

¿Y quienes han ido a verlos? ¿Ya que todo el mundo escribe sobre la Guerra Civil, por qué no se va a los archivos militares? Los archivos militares son muy baratos y hay papeles. También en el AGA [Archivo General de la Administración], donde está el comercio hispano-soviético.

Que es un comercio que se demuestra desigual.

Ahora estoy con un amigo mío mirando al lado vencedor y el petróleo. Del petróleo no se sabe prácticamente nada, pero es un arma importante. Se pasó de una Guerra Civil cuaternaria a una Guerra Civil mecanizada. ¿Por qué? Porque tenía petróleo. Se sabe que la Texaco le dio petróleo. ¿Pero cuánto? ¿Cómo? ¿En qué condiciones? Todo eso es importante en la historia. Se puede saber, está en los archivos.

Claro. Pero en 2023 todas estas mentiras o todas estas fábulas siguen teniendo eco. Incluso usted dice en el libro a veces que hay cierto paralelismo entre discursos de ahora de la extrema derecha con estrategias de hace 80 años.

Sí, sí, es que yo soy de los que creen que eso está tan metido en el corazón de la extrema derecha que no necesitan a Trump. La batalla por el relato la descubrieron las derechas en los años 30, como Hitler la descubrió en los años 20 y 30 gracias a Goebbels. Y como Mussolini la había descubierto también en los años 20 y 30. Si es que la batalla por el relato es fundamental.

Que no se puede hacer sin libros, sin medios. Usted hablaba de los periódicos de los 30, pero ahora hay redes sociales, televisión, de todo.

Yo he de confesar que he hecho lo que he podido, y también soy una persona que tiene ya 82 años. El análisis de la prensa de derechas en la República en paralelo a la conspiración es una cosa que pide a gritos que alguien lo haga. Yo, como funcionario, voy a la política, a las decisiones que cuentan.

¿Podría no haber habido Guerra Civil? Podría no haber habido Guerra Civil. ¿Qué es lo que determina la Guerra Civil? Olvídate de la reforma agraria, las izquierdas. Todo eso son condiciones necesarias. Sin esas no hubiera habido Guerra Civil, pero con esas solo tampoco hubiera habido guerra.

¿Cuáles son las condiciones suficientes? Pues tener de tu lado al ejército o una parte sustancial del ejército, tener ayuda exterior –italiana– y crear un relato de que España está al borde del precipicio, que es lo que decía el ABC. Y, claro, que el Gobierno no cortara el golpe.

El gran error de la República fue no cortar el golpe, que lo podía haber cortado. Pensaron que sería como una sanjurjada, pero se les olvidó el vector italiano…

Hablando de la ayuda exterior, a veces se ha hecho el paralelismo con la ayuda a Ucrania.

No tiene nada que ver. Era completamente distinto, el problema de la República es que no se le permitió adquirir armas en los arsenales internacionales, ni siquiera en las grandes corporaciones británicas, que tenían unos arsenales inmensos.

En el libro dice que incluso van al mercado negro porque no tienen dónde encontrar armas, no se las venden.

Y a Ucrania se le da el oro y el moro, si no, Ucrania hubiera dejado de existir y habría sido ocupada por los rusos. No hay comparación posible. Es que las circunstancias son absolutamente diferentes.

En su libro menciona una reunión de Dolores Ibárruri con otro dirigente comunista en el Kremlin para hablar del oro de Moscú. Y al final los rusos dicen que en realidad quien debe dinero es España.

Los rusos citan un solo documento, una carta firmada por Negrín en el mes de agosto de 1938, que no se ha publicado. He de confesar que cuando Lavrov me autorizó a entrar en los archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso de la época soviética, puso como condición que no se me dejara ver los papeles relativos al oro. Tuve las mismas dificultades que teníamos los españoles en el Ministerio de Asuntos Exteriores de los años 70, después de la muerte de Franco. Y no vi ese papel, no lo han publicado.

Entonces, yo me temo que la carta no existió o que fue un invento, o que dijo otra cosa.

¿Qué dice la historia sobre las movilizaciones de reservistas?

19 noviembre, 2023

Fuente: http://www.theconversation.com

Publicado: 11 octubre 2022 19:01 CEST

Autoría

  1. Luis Velasco. Profesor de Historia Contemporánea – Universidad de Vigo, coordinador del programa de máster en Seguridad, Paz y Conflictos Internacionales de la Universidad de Santiago de Compostela y el Instituto Español de Estudios Estratégicos, Universidade de Vigo

Cláusula de Divulgación

Luis Velasco no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

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Una de las grandes crisis a las que se vio sometido el sistema político de la Restauración española (1875-1923) fue la Guerra de Marruecos. Esta aventura colonial que pretendía construir en el norte de África un sucedáneo de los territorios perdidos contra los EE. UU. en 1898 (Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam) provocó grandes movilizaciones populares. Las protestas se iniciaron en 1909 en Barcelona, el puerto en el que se concentraban las tropas de refresco con las que el gobierno de Antonio Maura pretendía apoyar el despliegue en el teatro norteafricano.

El principal motivo de descontento popular fue la llamada a filas de los reservistas de las quintas de 1902 a 1907. Eran, en su mayoría, hombres de clases populares que ya habían contraído obligaciones familiares después de superar el servicio militar. Sin su presencia, sus familias perdían su sostén económico y se arriesgaban a caer en la indigencia.

Para los más privilegiados, la legislación de la época ofrecía diferentes salidas que les permitían escapar del servicio militar y de morir o ser mutilados en Marruecos, como pagar a un sustituto o hacer frente a un enorme pago. La protesta social por la injusticia de este servicio se puede resumir en uno de los lemas del socialismo español de finales del siglo XIX: ¡O todos o ninguno!

La universalización real del servicio militar en España no llegó hasta la dictadura franquista: ni la Restauración, ni el régimen de Primo de Rivera ni la II República fueron capaces de terminar con el trato preferente a las clases altas. A su manera, fue un problema que lastró la popularidad de todos estos regímenes.

Embarque de tropas para la Guerra de África en el puerto de Barcelona. Arxiu Nacional de Catalunya / Josep Maria Sagarra i Plana

Movilizar reservistas

La España de la Restauración no ha sido el único contexto en el que una movilización de reservistas ha resultado contraproducente para el sistema político que la decretó. En general, este recurso es visto como una muestra de emergencia y fracaso militar: el prolegómeno de una derrota o una guerra larga llena de calamidades y carestías. Además, extiende por toda la población el miedo a sufrir en primera persona las consecuencias directas de la guerra. No sólo se trata ya de frío y hambre, también de muerte y destrucción.

En la antesala de la I Guerra Mundial, Rusia realizó una movilización total que supuso el llamamiento de millones de reservistas el 30 de julio de 1914. No se puede entender el estallido de las revoluciones rusas de 1917 sin el descontento de las clases populares por su participación en la Gran Guerra y el sobreesfuerzo que se les exigió. El reclutamiento fue obligatorio y el llamamiento de reservistas se centraba en la población menos favorecida. La mala dirección estratégica y táctica de la campaña no ayudó. Tampoco la incapacidad de la población de entender qué se jugaban en una guerra cuyas razones no comprendían. El ejército estaba mal armado y peor dirigido, la falta de conocimiento sobre el estado real de sus propias tropas hizo a la maquinaria bélica rusa inútil, desmoralizando a sus soldados y a su población civil.

La movilización popular favorable y el nivel de compromiso general con el esfuerzo bélico suelen marcar los límites por los que un llamamiento de reservistas es recibido de una manera positiva o no.

Dibujo de un soldado alemán agachado ante un francés.
Cartel de propaganda francés antialemán de 1914 donde se lee: ‘Vil prusiano, ¡muere! No echarás a perder con tus botas nuestra bella París’. Tangopaso / Wikimedia Commons

La sensación de agresión injusta de la guerra franco-prusiana de 1870-71 movilizó a la sociedad civil francesa en 1914. El recuerdo de la derrota francesa entonces animó el revanchismo en la sociedad gala. Por su parte, el nacionalismo militante alemán logró un gran compromiso político en el Reichstag. Esto convirtió aquella misma guerra en un conflicto popular entre los partidos políticos alemanes con representación parlamentaria, al menos en sus inicios.

Razones para luchar en una guerra

Las guerras en las que hay un claro sentimiento de agresión e indefensión suelen hacer popular la resistencia ante el invasor. El miedo a unas condiciones de paz peores que la propia guerra facilita apoyar la decisión de continuar el conflicto ante una agresión. Cuando en 1940 Winston Churchill prometió al pueblo británico “sangre, esfuerzo, sudor y lágrimas”, la alternativa a continuar la guerra pasaba por la propia destrucción del Reino Unido, su sociedad, su economía y todo su sistema de valores.

Sin embargo, cuando Sadam Hussein movilizó a los reservistas de Irak en 2003, estas fuerzas no tardaron en rendirse ante la superioridad de la coalición liderada por EE. UU. Nadie parecía dispuesto a jugarse su vida para sostener el régimen del sátrapa. El problema fue confundir esta falta de defensa popular de la dictadura con complacencia ante la ocupación.

Conforme el grueso de la población va notando las consecuencias de un conflicto, aunque esté lejos de los frentes, la oposición interna a la guerra se manifiesta. El consenso se rompe y las divisiones aumentan, porque la victoria nunca es tan inmediata como la propaganda de las partes pretende hacer creer.

Más allá de las carencias materiales que puede traer un conflicto bélico, las cartas de pésame a los padres, novias y viudas o las comitivas oficiales para notificar las bajas suelen ser algunos de los principales elementos que ponen en marcha la resistencia a alargar el conflicto.

Ejercicios militares para civiles en Kiev (Ucrania) el 6 de febrero de 2022. Shutterstock / Drop of Light

El caso de la guerra en Ucrania

Los países en los que existe o ha existido un servicio militar echan mano de la movilización de sus reservistas cuando son atacados. La emergencia de la situación en Ucrania en 2022 ha hecho indispensable que ambos contendientes movilicen sus fuerzas de reserva. Las diferencias entre ambos son claras.

Ucrania ha llamado a los reservistas para hacer frente a una agresión directa a su propio territorio. Los reservistas ucranianos no habrán recibido con entusiasmo la posibilidad de morir en una guerra, pero la motivación está clara: la defensa de sus hogares, la vida de sus familiares y amigos, sus propiedades y sus anhelos de futuro.

Portada del decreto presidencial ruso nº 647 sobre la declaración de movilización parcial en la Federación Rusa. Kremlin / Wikimedia Commons

Los reservistas rusos no tienen esa suerte. La información de la que disponen aclara poco sobre las razones de la aventura bélica y de la situación militar real. Además, tendrán que entablar combate con un armamento anticuado, heredado de la época soviética, contra unos ciudadanos con los que hasta hace 30 años compartían un proyecto común.

La movilización exitosa de la reserva militar ucraniana ha ofrecido una valiosa lección militar para el siglo XXI. Contar con una fuerza estratégica de reserva resulta útil en el contexto de una guerra defensiva. Su motivación es alta y su capacidad bélica no debe subestimarse.

En el otro extremo de la balanza nos encontramos el caso ruso. Este nos recuerda ejemplos pasados. Sustentar una agresión sobre las espaldas de las fuerzas de reserva lanza un mensaje de debilidad e improvisación hacia el exterior y de confusión hacia el interior. Una narrativa interna que puede ser muy contraproducente para mantener el esfuerzo de guerra y peligrosa para la estabilidad política del agresor.

Migrantes que solo pueden pedir asilo si saltan la valla en contra de lo que dice Marlaska

29 octubre, 2023

Fuente: http://www.eldiario.es

SaltoValla (1)

Gabriela Sánchez

6 de diciembre de 2022 22:38h
Actualizado el 07/12/2022 12:55h 

Para pedir protección internacional en España, hay que llamar “a sus puertas”, según dice Fernando Grande-Marlaska. El ministro del Interior, en su última comparecencia en el Congreso, tildó de “falso e irresponsable” asegurar que muchos de quienes saltaron la valla el día de la tragedia de Melilla lo hicieron ante la imposibilidad de pedir asilo de otro modo. Pero los testimonios de migrantes que han intentado solicitarlo muestran otra realidad.

Acnur también desmiente a Marlaska: las devoluciones de la tragedia de Melilla eran ilegales y había personas vulnerables

Es el caso de Amir, un joven sudanés que saltó la valla de Melilla el 24 de junio, el día en que fallecieron al menos 23 personas, según los datos oficiales. Él, ahora desde Reino Unido, dice no saber dónde están esas puertas a las que tendría que haber llamado, según el ministro.

Es uno de los 133 migrantes y refugiados que entraron en la ciudad autónoma y lograron permanecer en ella tras esquivar las 470 devoluciones en caliente practicadas por la Guardia Civil. Pidió asilo a su llegada a España y su solicitud, como la de todos los que llegaron el día de la tragedia, fue admitida a trámite.

Amir pudo registrar su petición de asilo solo después de saltar la valla porque apenas existen vías para solicitar protección sin necesidad de entrar en territorio español. Y viajar a España de forma regular es prácticamente imposible para personas de determinadas nacionalidades, como la suya, la sudanesa, debido a los complicados requisitos impuestos para solicitar un visado. Como Amir, expertos en migración y la agencia de la ONU para los refugiados coinciden en desmentir las palabras del ministro.

En sus explicaciones de la tragedia de Melilla, el ministro del Interior suele destacar siempre el supuesto carácter violento del salto, mientras diputados de la oposición y de los partidos socios de la coalición, así como las ONG, le han insistido en distintas ocasiones en que los obstáculos con los que se chocan para solicitar protección internacional de otro modo les empujan a intentar entrar a España de forma irregular. 

“Se ha llegado a afirmar que las personas que asaltaron nuestra frontera de forma violenta lo hicieron ante la imposibilidad de pedir asilo. Y sencillamente es falso e irresponsable”, declaró Marlaska en la primera intervención de su última comparecencia sobre las muertes de Melilla. El ministro consideró que estos “mensajes y las declaraciones públicas” pretenden “justificar el violentar una infraestructura fronteriza”. 

“La Ley de Asilo define claramente los espacios donde solicitar asilo”, defendió Grande-Marlaska. Además de en territorio español, la legislación mencionada por el ministro también cita como lugares aptos para pedir protección los puestos fronterizos y las embajadas o consulados de terceros países. En la práctica, sin embargo, es más complicado.

De la ley a la realidad

“Sobre el papel sí es posible pedir asilo antes de cruzar la frontera y llegar a territorio nacional, pero en la práctica es imposible. Y todas las entidades que trabajan en el terreno saben que no es así”, dice Blanca Garcés, investigadora sénior sobre migraciones en el Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB). 

Una de esas organizaciones en contacto continuo con los solicitantes de asilo es la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), que lleva décadas denunciando la falta de vías legales de entrada para solicitar asilo en España. “Más allá de lo que dice la ley, la realidad es que esa vía no está abierta”, dice también Elena Muñoz, responsable del área jurídica de la ONG. 

En concreto, en la frontera de Melilla, el acceso a las salas de asilo habilitadas en el puesto fronterizo es muy restringido, especialmente a las personas de origen subsahariano, dado que carecen de libertad de circulación en el país vecino. Para acceder a estos puntos, los solicitantes de protección deben sortear antes el control marroquí, algo prácticamente imposible para una persona negra sin papeles. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas (Acnur) para los refugiados no tiene constancia de que “ninguna persona” de origen subsahariano haya logrado pedir asilo desde la creación de estas oficinas en 2015, según los datos ofrecidos por Acnur en los últimos años. Tampoco en la existente en Ceuta. 

“Estas personas no pueden acceder al puesto fronterizo. Viven en el bosque, en las ciudades del norte los persiguen. Aunque tuviesen dinero, se van al bosque, se esconden, por los riesgos que corren: la discriminación y las redadas les hacen la vida imposible. Por lo que no se pueden ni acercar al puesto fronterizo”, dijeron desde Acnur.

Oficina de asilo de Melilla

Las salas de asilo de las fronteras de Ceuta y Melilla forman parte de esos casos, mencionados por ambas expertas, en los que la normativa dice una cosa pero la práctica es otra. “La realidad es que no hay gente que se pueda acercar físicamente al puesto por el control férreo de Marruecos”, indica Muñoz. Aunque con dificultades, las personas blancas o de rasgos magrebíes sí han podido acceder a estos puntos, sorteando el control marroquí simulando ser marroquíes con permisos de entrada en España. No obstante, tras la reapertura de la frontera y la mejora de las relaciones con el Gobierno español –después del giro del Gobierno con respecto al Sáhara Occidental–, la vigilancia ha limitado el acceso al puesto fronterizo de cualquier solicitante, apunta la abogada de CEAR. 

De las 98.080 solicitudes de asilo registradas en España en lo que va de año –hasta el 31 de octubre–, 2.322 peticiones fueron presentadas en “puestos fronterizos”, según los datos oficiales. El Ministerio del Interior no desglosa entre puestos específicos, pero tanto Acnur como CEAR apuntan a que se trata de las demandas de refugio formalizadas en los aeropuertos. Esta sí es una vía abierta para la entrada de algunos potenciales solicitantes de asilo, pero no para todos. 

Visados

En lo que llevamos de 2022, la mayoría de solicitantes de asilo han llegado a España en avión porque proceden de países de Latinoamérica cuyos nacionales tienen facilidades para viajar al país y además carecen de visado de tránsito para hacer escala en aeropuertos españoles, como Venezuela, Colombia y Perú. 

“Aquí entra la política de visados y visados de tránsito aeroportuario, que no solo depende de la UE. Hay una parte de ese listado sobre la que los Estados deciden sí pueden imponerlo a terceros países o no. Si se impone, se dificulta la escala, cuando hay muchos solicitantes que no tienen permiso de entrada en España pero podrían aprovechar esa escala para solicitarlo sin llegar de forma irregular”, explica Muñoz. “Hemos visto ejemplos en los que, en cuanto hay un aumento en las solicitudes de asilo de ciertas nacionalidades, España decide exigir el visado de tránsito. Lo hemos visto con Siria, con Yemen, con Gambia, con Haití…”.  

Otra de esas puertas incluidas en la legislación pero cerradas para muchos en la realidad es la posibilidad de pedir protección en las embajadas o consulados. La Ley de Asilo de 2009 lo contempla, pero determina que el procedimiento a seguir debe ser desarrollado en el reglamento de la normativa. Doce años después del plazo establecido para ello, el reglamento nunca se aprobó.

Embajadas

El resultado: la arbitrariedad reina en cada consulado y, por norma general, apenas es posible solicitar asilo por esta vía salvo excepciones, como en el caso de Afganistán tras la toma de Kabul. En 2022, 551 personas han pedido asilo en embajadas de España, aunque fuentes próximas al procedimiento de asilo apuntan a que la mayoría son trámites ligados a la reagrupación familiar.

“La Ley de Asilo define también que el intento de superar una infraestructura fronteriza no constituye un punto habilitado para pedir protección internacional en nuestro país”, dijo también el ministro del Interior.

Amir ha logrado pedir asilo en Europa, pero solo después de dos años de viaje en su intento de llegar a suelo comunitario. Primero, lo intentó desde Libia por la vía marítima. Luego, pidió protección en Marruecos pero, allí, no se sentía seguro. En España pidió asilo después de saltar una valla y ver morir a uno de sus amigos. Hace unas semanas ha llegado a Reino Unido, después de atravesar en barca el Canal de la Mancha, porque es allí donde cree que tendrá más oportunidades para salir adelante. 

“Yo también pensaba que nos dejarían entrar legalmente en Europa para pedir asilo, pero luego vimos que no era verdad”, dice el sudanés.

El conflicto entre la OTAN y Rusia centrado en la guerra de Ucrania era previsible, predecible y evitable: ¿Por qué continúa?

15 marzo, 2023

Fuente: http://www.blogs.publico.es

VICENÇ NAVARRO

JULIO 27, 2022

Una mujer pasa frente a una escuela parcialmente destruida como resultado de un ataque con misiles en la ciudad de Kostyantynivka, región de Donetsk, el 25 de julio de 2022.- AFP

INTRODUCCIÓN: LAS FALSEDADES QUE SE ESTAN PROMOVIENDO SOBRE ESTE CONFLICTO

Existe un conflicto, primordialmente entre la OTAN por un lado y Rusia por el otro, que alcanza su dimensión militar en la guerra de Ucrania, que está creando una crisis enorme que está afectando muy negativamente el bienestar de la mayoría de la población mundial tanto del Norte como del Sur y tanto de un bloque como del opuesto, incluyendo también de aquellos que no están en ningún bloque. Y lo que es muy preocupante es que, como ocurre en cada guerra, los mayores medios de comunicación participan en esta guerra transformándose en medios de promoción y propaganda en lugar de información. En cada lado del conflicto se ve la demonización del enemigo al cual hay que destruir o hacer desaparecer. Así se crea una cultura bélica que impide la resolución del problema. Y esta es la situación actual en la que nos encontramos, en la que lo que se presenta como la única solución de esta guerra, es la derrota completa del enemigo. Y como esto no parece que vaya a ocurrir pronto, se concluye que tenemos guerra para rato, lo cual puede llevarnos a un auténtico desastre mundial. De ahí la enorme importancia y necesidad de entender lo que está ocurriendo. Sin negar la gran responsabilidad que la dirección de Rusia liderada por Putin ha tenido en iniciar la invasión criminal y la guerra de Ucrania, hay también que informar (lo cual los mayores medios de comunicación no están haciendo) como la OTAN ha ido también contribuyendo a crear el contexto en el cual tal invasión tuvo lugar. Y ello dificulta en gran manera que se entienda lo que está pasando y por lo tanto dificultando que se pueda llegar a una situación adonde se pueda terminar este conflicto, responsable de una de las mayores crisis económicas y sociales que el mundo ha visto en los últimos cincuenta años.

Este artículo continúa otros anteriores donde he hecho críticas de la (1) Unión Soviética (2) de la transición que ocurrió en Rusia tras el colapso de la Unión Soviética y las políticas públicas realizadas por Yeltsin y su mano derecha, Putin, que originaron el mayor crecimiento de la mortalidad de la población rusa desde la II Guerra Mundial y (3) la conversión del equipo dirigente del nuevo sistema (heredero del aparato del estado soviético anterior), de un nacionalismo extremo, profundamente conservador cristiano, parte de una nueva internacional de ultraderecha muy preocupante. En este artículo hago una crítica de las falsedades que se están promoviendo por gran parte de los medios informativos en España sobre la OTAN que están negando sus responsabilidades en haber creado las condiciones para que se realizara la invasión criminal de Putin en Ucrania.

LA IDEALIZACIÓN DE LA OTAN

Existe una percepción generalizada en los establishments políticos y mediáticos españoles de que la OTAN se creó como una respuesta a la amenaza que la Unión Soviética representaba para las democracias existentes a los dos lados del Atlántico Norte. Había que frenar las supuestas ansias expansionistas de la Unión Soviética estableciendo un sistema armado en defensa de la democracia en aquellos países. De ahí que se estableciera la Alianza Atlántica y su rama militar (la OTAN) liderada por el gobierno federal de EEUU, que jugó desde el principio un gran protagonismo presentándose (y siendo percibido por sus aliados en la Alianza Atlántica) como el gran proveedor de seguridad y garantía de sus democracias. En esta percepción, Seguridad, Fuerzas Armadas y OTAN eran conceptos y realidades intercambiables necesarias para la defensa de España. Esta percepción ha sido y continúa siendo promovida por la gran mayoría de los medios de información en España, alcanzando su máxima expresión durante las recientes reuniones de la dirección de tal organización en Madrid hace solo unas semanas.

LA FALSEDAD DE TAL IDEALIZACIÓN DE LA OTAN

 Para construir esta percepción idealizada y falsa de la OTAN y del gobierno estadounidense que la lidera, se han tenido que ignorar hechos históricos y eventos actuales que cuestionan los pilares sobre los que se sustentan tal falsedad. Tales medios debieran preguntarse: si la OTAN se estableció por la Alianza Atlántica para defenderse de la Unión Soviética, ¿cómo se explica que este organismo haya seguido existiendo después de que la Unión Soviética desapareciera? Es más, el mayor crecimiento de la OTAN fue después del fin de la Unión Soviética, no antes. ¿Cuál era pues el objetivo de la OTAN para seguir creciendo, si el enemigo ya había desaparecido? ­­­­­Otra serie de preguntas que tales medios deberían también hacerse es porqué la OTAN, supuestamente defensora de la democracia a los dos lados del Atlántico Norte, ha tenido la gran mayoría de intervenciones militares en otros continentes distintos a Europa y Norte América, su lugar de ubicación, y no precisamente en contra de la Unión Soviética, sino en contra de otros enemigos.

 ¿ES LA INTENCIÓN DEL LIDER DE LA ALIANZA ATLÁNTICA DEFENDER LA DEMOCRACIA?

 Otra realidad que cuestiona la veracidad del argumento que se utiliza en defensa del liderazgo del gobierno estadounidense en esta Alianza, es la escasa evidencia de que tal gobierno se haya distinguido por su compromiso con la democracia a nivel mundial. Es cierto que en la II Guerra Mundial el gobierno de EEUU jugó un papel importante en la derrota del Nazismo, aunque en Europa la mayor responsabilidad de la victoria, como Winston Churchill subrayó, se debió a la determinante intervención de la Unión Soviética. Los costes humanos de tal conflicto fueron mayores para este último país que para EEUU. La Unión Soviética perdió en este conflicto 24 millones de ciudadanos (8 a 10 millones militares y 14 millones civiles). El número de estadounidenses fue muchísimo menor (418,500, de los cuales solo 1700 fueron civiles). Estados Unidos fue determinante en la victoria  al Japón Imperial en el Pacífico, y aunque en Europa también fue importante, allí la fuerza determinante fue la Unión Soviética.

Pero desde entonces, desde el fin de la II Guerra Mundial, la política exterior de EEUU se caracterizó por su apoyo a dictaduras enormemente opresivas y represivas existentes en el mundo, incluyendo en Europa. En España, el gobierno federal de EEUU jugó un papel clave, junto con el Vaticano, en el proceso de reconocimiento internacional de una de las dictaduras más crueles y sangrientas en la  Europa del siglo XX: la dictadura fascista española liderada por el General Franco.  Según el Profesor Malefakis de la Columbia University en Nueva York, experto en el fascismo europeo, por cada asesinato político por parte del régimen fascista italiano liderado por Mussolini, el régimen fascista español liderado por Franco asesinó a diez mil. El gobierno estadounidense fue también instrumental en el establecimiento y apoyo de dictaduras reaccionarias, crueles, y sangrientas en otras latitudes. En varios países de América Latina, incluyendo Chile, cuando yo estaba asesorando al Gobierno Allende, pude ser testigo directo de la intervención del Gobierno Nixon en el golpe militar del General Pinochet.  Y lo mismo ocurrió en otros continentes. En Latinoamérica el único país asociado a la OTAN es Colombia, que a petición del gobierno Uribe (de la derecha dura colombiana), fue admitido en condición no de miembro, pero sí de «aliado principal». Y hoy EEUU cuenta entre sus grandes aliados a países como Arabia Saudita, carentes de los más mínimos derechos humanos (dictadura peor que la rusa liderada por Putin), que ha estado invadiendo a Yemen con la ayuda militar de EEUU. Considerar al gobierno federal de EEUU como gran defensor de la democracia no se corresponde con su récord histórico.

¿CUÁL ES PUES EL OBJETIVO DE LA OTAN?

La OTAN no es solo una alianza militar. Es bien conocido que el gobierno federal de EEUU ha intervenido activamente en la política interior de países alrededor del mundo para defender sus intereses. Estas intervenciones han incluido el uso de la OTAN para presionar e intervenir en la política interior de la mayoría de los países miembros de tal organización en Europa, con el fin de debilitar a aquellas fuerzas políticas y sociales opositoras al modelo económico y social neoliberal estadounidense. Ejemplo de ello ha sido la promoción del sindicalismo corporativista frente al sindicalismo de clase (que está prohibido en EEUU, por la Ley conocida como Taft Hartley Act, aprobada por el congreso en el año 1947, a pesar del veto del Presidente Truman), la privatización en la financiación y gestión de la sanidad, y muchos otros casos y ejemplos. El gobierno federal del EEUU organizó frecuentemente sesiones para intelectuales y académicos de los países miembros de la OTAN a fin de promover el modelo neoliberal característico de su sistema económico y político.

De ahí que su animosidad política se centrara no solo en los partidos comunistas de la Europa Occidental, sino también en la mayoría de los partidos de izquierda. Incluso cuando los partidos comunistas rompieron con la Unión Soviética, su animosidad hacia muchos de estos partidos no se diluyó. Lo ocurrido en el Sur de Europa es un ejemplo de ello. Y hemos visto que en Europa la admisión de nuevos miembros de la OTAN procedentes del este de Europa, , han sido en su mayoría gobernados por la derecha, incluyendo la derecha extrema, como son los casos de Polonia y Hungría. La entrada a la Unión Europea de estos países ha reforzado también a las derechas en el Parlamentó Europeo. Y ello es probable que ocurra con la admisión de Ucrania, gobernada por un establecimiento político que se ha caracterizado por la aplicación de medidas económicas y sociales de clara sensibilidad neoliberal. La gran mayoría de medios de información no han informado de las propuestas realizadas por el nuevo gobierno ucraniano (ya en el periodo pre-guerra) y aprobadas recientemente por el parlamento ucraniano que debilita enormemente los derechos y la protección social del setenta por ciento de la población laboral ucraniana. Los sindicatos ucranianos han protestado y la federación europea sindical ha denunciado tal reforma (Thomas Rowley and Serhiy Guz, Ukraine to pass laws wrecking workers’ rights, Social Europe 07/22/2022, Social Europe es una de las revistas de Políticas Social de mayor credibilidad y prestigio en Europa. Uno de los autores, Guz, es un periodista ucraniano que escribe de temas laborales y uno de los miembros de la comisión sobre periodismo ético de aquel país).  Hoy uno de los países que apoya más la continuidad de la guerra de Ucrania es Polonia, un país que fue sancionado en su día por la Unión Europea por la escasa democracia de sus instituciones políticas.

 OTRA FALSEDAD: ¿PUTIN COMO CONTINUADOR DE LA UNIÓN SOVIÉTICA?

 El hecho de que se expandiera la OTAN después de la caída de la Unión Soviética podría explicarse si se viera a Putin como continuador del sistema soviético. Esta ha sido la interpretación que las derechas en España han querido dar para justificar la continuidad de la OTAN. Es más que preocupante que este argumento también esté sostenido por amplios sectores de las izquierdas españolas, lo cual refleja una enorme ignorancia sobre lo ocurrido en Rusia en los últimos años. Escribí ya hace muchos años un libro («Social Security and Medicine in the USSR« Lexington Books, 1977) muy crítico de la Unión Soviética, donde ya señalaba los graves problemas de aquel sistema, que no era un sistema universal de derechos, sino dual con dos sistemas de protección social, uno para la mayoría de la ciudadanía y otro para las jerarquías y sus descendencias. Tal crítica originó que se me declarara persona «non grata» en aquel país y que mis libros fueran prohibidos. Es interesante remarcar que otro conocido analista de la Unión Soviética basado en Harvard (con una posición conservadora), nunca fuera declarado persona non grata y sus libros continuaran leyéndose en aquel país. Era claro que las criticas procedentes de las izquierdas, como era el caso de mi libro, le representaba al gobierno soviético una amenaza, a diferencia de las críticas realizadas por autores con ideologías  de derecha.

 LA OTAN APOYÓ MAS A YELTSIN Y PUTIN QUE A GORBACHOV

Putin fue la mano derecha de Yeltsin, quien en realidad representaba los sectores dominantes del liderazgo de la Unión Soviética opuesto a las reformas propuestas por Gorbachov, que había propuesto el establecimiento de un sistema de seguridad europeo que abarcara toda Europa, acabando con la Guerra Fría y con la necesidad constante de expandir el poder armamentista, que venía siendo sostenido por enorme cantidad de recursos públicos, que como consecuencia empobrecieron los servicios públicos generales (la sanidad, la educación y la protección social). Fue el gobierno de EEUU de entonces el que se opuso al establecimiento de la seguridad europea, pues ello habría disminuido su protagonismo. De ahí que favoreciera claramente a Yeltsin, quien privatizó masivamente los mayores medios de producción  que pasaron del Estado a las manos privadas de los jerarcas de régimen, generando una enorme crisis social sin precedentes, responsable de los crecimientos de mortalidad más altos que haya conocido aquel país tras la II Guerra Mundial.

EL ENORME COSTE HUMANO QUE SIGNIFICARON LAS POLÍTICAS DE PUTIN PARA LA POBLACION RUSA

Tal privatización fue asesorada por un grupo de bien conocidos economistas neoliberales estadounidenses que habían aconsejados antes a gobiernos neoliberales de América Latina, y que establecieron un capitalismo sin guantes (es decir, sin protección social) claramente extremista, que causo el daño al cual hago referencia en el parágrafo anterior. Hoy hay una clase empresarial de carácter caciquil que controla aquel Estado. La pobreza abarca a una tercera parte de su población. Su ideario es un nacionalismo étnico y racista, profundamente cristiano y conservador (con clara complicidad entre el Estado y la iglesia ortodoxa cristiana rusa) de clara tendencia imperialista, muy crítico de la antigua Unión Soviética (y de su fundador Lenin), por ser una Federación de Estados que siempre había respetado el derecho de Ucrania a ser una nación con su propio Estado, contrario a la consideración de putinismo de que Ucrania sigue siendo parte integral de Rusia.

CÓMO LA OTAN FACILITÓ EL CRECIMIENTO DEL PUTINISMO Y EL EXTREMISMO NACIONALISTA

Y el crecimiento de tal ideología nacionalista ha sido precisamente facilitada por el comportamiento de la OTAN, que ha rodeado a Rusia de bases nucleares militares apuntando a Moscú amenazando la seguridad de dicho país. El gobierno federal de EEUU nunca aceptó que se rodeara a EEUU de bases militares nucleares y el Presidente Kennedy, en su momento, forzó la retirada de las bases soviéticas establecidas en  Cuba. Y personas que habían sido arquitectas de la Guerra Fría,  como Kissinger, habían ya alertado de no expandir las bases de la OTAN hacia el este de Europa, una vez la Unión Soviética aceptara la unión de Alemania tal como hizo Gorbachov. Un acuerdo para que ello ocurriera fue precisamente que la OTAN no se expandiera hacia el Este lo cual no se respetó. La OTAN continuo expandiéndose en el este de Europa. Y antes de que ocurriera la invasión rusa, la OTAN tenía ya personal trabajando en Ucrania trabajando con las fuerzas armadas ucranianas (tal como ha señalado el New York Times) ignorando los acuerdos de Mintz que el gobierno ucraniano anterior al actual había aprobado junto con Francia, Alemania, Bielorussia y la propia Rusia y que garantizaba la seguridad de Ucrania sin la participación de la OTAN. La guerra podría haberse evitado si aquel tratado se hubiera respetado. Pero ni el gobierno ucraniano ni el gobierno de EEUU favorecían tal acuerdo. Y ahí está la raíz del problema. Esta clarificación no es para justificar lo indefensible, la brutal invasión a Ucrania, sino una explicación de que la OTAN contribuyó a crear la situación en la que nos encontramos.

Fue un enorme error que muchos países europeos de la OTAN no apoyaran a Francia y Alemania en el acuerdo de Mintz. Su vasallaje hacia el gobierno de EEUU ha sido un enorme error. Y ha indirectamente reforzado a la extrema derecha en Europa, incluyendo a Polonia (la máxima defensora de la continuidad de la guerra de Ucrania),. Polonia es, junto con la Gran Bretaña, la mayor fuerza europea defensora de la continuación del conflicto militar y la mayor aliada del gobierno de Ucrania después de EEUU.

LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA, CRISIS QUE ERA PREVENIBLE

Hoy estamos viendo una enorme crisis económica y social que afecta predominantemente a las clases populares, no solo de Ucrania sino también de Rusia, de Europa, de EEUU y también del resto del mundo y muy en particular del Sur Global, crisis que se debe en gran parte a las sanciones y a la guerra. Y entre los beneficiados están grupos económicos y financieros que tienen gran influencia sobre los gobiernos de EEUU y de la Unión Europea por una parte y de Rusia por otra. Y están consiguiendo sus objetivos. Los grandes temas que exigen colaboración mundial – tales como la pandemia, la crisis climática, y la crisis social actual – han desaparecido de la atención de los mayores establishments políticos y mediáticos internacionales. En este lado del conflicto las grandes empresas del armamiento y de las energías no renovables (muchas de ellas basadas en el territorio de EEUU) están haciendo beneficios sin precedentes, beneficios que en EEUU se están consiguiendo también en parte a costa de un enorme sacrificio de las clases populares estadounidenses, que son las primeras víctimas de tal modelo económico, político, y social de orientación neoliberal. EEUU es uno de los países a los dos lados del Atlántico Norte con menos derechos sociales y laborales, con problemas enormes debido en parte a un sistema democrático muy limitado en que la distancia entre lo que las clases populares desean y lo que el gobierno federal realiza son enormes. Un dato publicado ayer en  EEUU es un indicador de ello. La muerte por armas de fuego en EEUU es la causa de mayor mortalidad entre niños y jóvenes, siendo el poder de la National Rifle Association sobre la clase política enorme, y ello a pesar del gran apoyo popular de medidas de control en la provisión y distribución de tales armas.

EL PREOCUPANTE FUTURO: EL CRECIMIENTO DE LA ULTRADERECHA AL NIVEL MUNDIAL

Hoy, como consecuencia del gran deterioro de la situación económica y social de la mayoría de los países del mundo, en parte debido al conflicto cristalizado en la guerra de Ucrania, hay una enorme instabilidad política y social (que ya se había iniciado durante la Gran Recesión y más tarde con la pandemia), muy acentuada en los países del Atlántico Norte que está cuestionando la legitimidad del sistema político democrático. Hoy en EEUU hay una enorme crisis política con un enfado generalizado en amplios sectores de la clase trabajadora aprovechada y explotada por la ultraderecha trumpiana, que es muy probable que gane las próximas elecciones parlamentarias este próximo Noviembre y la presidencia en las elecciones del 2024. Algo semejante está ocurriendo en Europa, donde la ultraderecha está creciendo, con clara empatía había e trumpismo estadounidense, y que  puede llegar a gobernar varios países de la región, y que podrían terminar  asociándose  con Putin para establecer  una alianza de gobiernos ultraderechistas y conservadores sin precedentes a nivel mundial (ver mi artículo «El nazismo y el fascismo en los años treinta, el trumpismo y previsiblemente el putinismo ahora» Público, 04/14/22).

La única alternativa es precisamente cambiar radicalmente este modelo económico, político y social neoliberal, haciendo aquellas reformas profundas que respondan a las necesidades de la mayoría de las clases populares, rompiendo con la globalización neoliberal, sustituyéndola por un internacionalismo en el que se vea que las clases populares de todos los países, tanto los del Norte como los de Sur Global, y tanto los que pertenecen a un lado como al otro, tienen más intereses en común que no en conflicto. Es obvio que las clases populares rusas, así como las clases populares europeas y estadounidenses, están viendo como su calidad de vida y bienestar se están deteriorando notablemente. Y también está ocurriendo en la mayoría de los países del Sur Global. Y no digamos ya de la población ucraniana que está siendo brutalmente atacada con un enorme sacrificio aún mayor de sus clases populares. Y de ahí la gran necesidad de reconocer y denunciar la responsabilidad que tiene la Alianza Atlántica en desarrollar y facilitar las condiciones para que ello ocurrieraSe avisó tanto al gobierno de EEUU como a los otros miembros de la OTAN que su política llevaría a esta situación. Y así ha ocurrido.

Ello no excusa la enorme responsabilidad del régimen de Putin que está sosteniendo su invasión con fines claramente políticos para mantenerse en el poder en RusiaCreerse que la guerra debilitaría su liderazgo es no conocer el régimen putinista. Por otra parte, el enorme militarismo que el Presidente Biden está sosteniendo (para debilitar a Putin) a fin de reforzar su liderazgo en el mundo occidental es y será enormemente impopular debido a los enormes costes que significa la aplicación de tales políticas para la calidad de vida de­­­­­ su población puesto que tales costes se realizan a costa de un enorme empobrecimiento social de las clases populares. La continuación del conflicto y falta de resolución de los enormes problemas políticos, económicos y sociales creados está facilitando el crecimiento de movimientos de  protesta, que en los países del Atlántico Norte  está canalizando las ultraderechas profundamente antidemocráticas. Y de ahí la enorme urgencia de desarrollar una cultura  opuesta a la bélica, militarista y conflictiva existente, sustituyéndola con otra solidaria que anteponga los intereses de las clases populares de los países en conflicto, mostrando que tienen mucho más  en común que no en conflicto, oponiéndose a los intereses minoritarios y dominantes responsables de su continuidad y de esta enorme crisis. Debiera ser obvio que los grandes problemas que las poblaciones actuales y venideras tienen, que amenazan su propia supervivencia, requiere una cultura opuesta a la existente que entienda seguridad  como bienestar compartido en lugar de insolidaridad  y fuerza militar.

Por qué el Sáhara Occidental es una pieza clave para la seguridad alimentaria mundial

26 septiembre, 2022

Fuente: http://www.theconversation.com

Publicado: 18 abril 2022 18:48 CEST.

Autoría

  1. Lino Camprubí. Programa Ramón y Cajal; IP de ERC-CoG DEEPMED, Universidad de Sevilla

Cláusula de Divulgación

Lino Camprubí no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

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Vuelven tiempos de hambre. La guerra en Ucrania ha exacerbado la tendencia inflacionista en las economías mundiales. Las restricciones de exportaciones ucranianas y rusas de trigo, maíz y cebada impiden asegurar el alimento básico de millones de personas y animales.

Se agrava la escasez de determinados productos que se venía arrastrando desde los parones por la pandemia de covid-19 (a día de hoy, China sigue cerrando fábricas como respuesta a los brotes) y desde aquel incidente del portacontenedores embarrancado en Suez en marzo de 2021. El precio del gas y el petróleo ha alcanzado máximos que han cerrado comercios y provocado protestas en numerosas partes del mundo.

Los fertilizantes ocupan menos titulares, pero su encarecimiento afecta a la viabilidad de la producción agrícola desde Brasil a Sri Lanka. Lo ocurrido en este país es indicativo de la importancia de los fertilizantes químicos.

En un intento de promover la agricultura ecológica, el gobierno de Sri Lanka prohibió el uso de fertilizantes químicos en 2021. Cuando intentó revocar esa decisión en marzo de este año, los precios eran ya inasequibles para los agricultores, que se sumaron a una rebelión virulenta cuyo final está por decidir.

Los fertilizantes son hoy por hoy imprescindibles para varias industrias y para la alimentación de la población mundial. Junto con el nitrógeno y el potasio, el fósforo es un componente clave de los fertilizantes agrícolas.

Tanto es así que en la segunda mitad del siglo XIX la lucha por su control desencadenó “las guerras del guano”, que enfrentaron a España con Perú, Chile, Ecuador y Bolivia, pero que también motivaron los primeros movimientos imperiales de Estados Unidos en el Pacífico.

En nuestros días el fosfato comercial no procede de excrementos de aves, sino de minas de mineral de fósforo. Pero las tensiones geopolíticas en torno a su control son igualmente candentes. El fondo del problema no es tanto la escasez como la distribución desigual.

Marruecos, el 70 % de las reservas de fosfato

Solo cinco países tienen fosfato accesible y en cantidades suficientes para ofrecerlo al mercado mundial. Rusia y China, entre los principales exportadores, prohibieron su venta al exterior el pasado otoño, y no van a levantar la prohibición en tiempos de guerra. Entretanto, Marruecos posee un alarmante 70 % de las reservas mundiales conocidas de fosfato.

El hecho de que esta estimación oficial contabilice el fosfato del Sáhara Occidental demuestra que la comunidad internacional, con pocas excepciones, reconoce de facto la soberanía marroquí sobre el territorio. Pero antes de explicar esa historia conviene entender dos aspectos importantes del mercado mundial de fosfatos derivados de la situación de oligopolio por parte de un puñado de países.

Contaminación y precios volátiles

El primero es que los precios son muy volátiles. Muchos granjeros de todo el mundo no pueden permitirse comprar los fosfatos necesarios para mantener la productividad de sus cosechas. En estos momentos nos acercamos a un pico de los precios similar al de 2008. Para mantener la escalada, los países con minería de fosfatos no tienen más que ralentizar el ritmo de extracción o simplemente no aumentar las inversiones en prospección y minas nuevas. Se trata de producir escasez.

El segundo es que el fósforo es uno de los contaminantes más peligrosos para las aguas de la Tierra. La eutrofización (sobre-fertilización) que produce su exceso puede ahogar ríos, lagos y mares (el Mar Menor, sin ir más lejos).

Los científicos alertan una y otra vez sobre la conveniencia de establecer mecanismos de coordinación internacional sobre el fósforo similares al que la ONU está desarrollando para el nitrógeno que podrían fomentar el reciclaje y otras prácticas más sostenibles geopolítica y ambientalmente, incluyendo promover el conocimiento del ciclo global del fósforo y cuantificar los beneficios de su gestión.

Un paso importante en esa dirección es el informe que el grupo de trabajo Our Phosphorus Future está ultimando (con una muy modesta participación por mi parte) con apoyo del Programa Ambiental de la ONU (PNUMA). A pesar de estos esfuerzos, hay muy poca conciencia pública y política sobre los peligros de nuestra dependencia del fósforo. El oligopolio también afecta a la información, la divulgación y las prioridades mediáticas.

Cambio de política española en el Sáhara, ¿por qué ahora?

El 18 de marzo se hizo pública una carta que el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, envió al Rey de Marruecos, Mohamed VI, alineándose con el plan de Marruecos para el Sáhara Occidental. Esto es un golpe de timón respecto a la política de neutralidad que España venía manteniendo en las últimas décadas.

Numerosas voces, incluso dentro del Gobierno, se alzaron para denunciar lo que consideraban una traición al mandato de España como teórica potencia administradora y a los cientos de miles de saharauis que hasta 1975 se consideraban ciudadanos españoles y que desde entonces solicitan que se cumpla el Derecho de Autodeterminación que les reconoce la ONU.

Especialmente sangrante es el caso de los 300 000 saharauis estancados en campos de refugiados en Argelia, cuyo futuro es difícil de imaginar bajo una “autonomía” controlada por Marruecos (la posibilidad de que España les acoja se ha puesto alguna vez sobre el tablero).

La nueva relación entre España y Argelia

En vista de estas críticas, el día 6 de abril el Congreso reprobó (de forma no vinculante) el cambio de posición del Gobierno con el solo voto en contra del PSOE. A pesar de esto, al día siguiente Sánchez viajó a Rabat a reunirse con el monarca para simbolizar la nueva relación.

Además de críticas, el viraje respecto al Sáhara ha suscitado una pregunta: ¿Por qué precisamente ahora? La sorpresa viene porque, en plena guerra y con una dependencia del gas argelino mayor que nunca, acercarse a Marruecos en la cuestión saharaui puede afectar a las relaciones con Argelia.

A la vez que Marruecos anunciaba la vuelta a las relaciones diplomáticas (rotas desde que en abril de 2021 España diera asilo sanitario al líder del Frente Polisario saharaui), Argelia llamaba a consultas a su embajador en España. Esto puede incluso repercutir en el precio al que Argelia venda su gas a España.

Se han ofrecido varias respuestas plausibles. El hecho de que la carta del Presidente tildase de “seria, creíble y realista” la propuesta marroquí de considerar al territorio bajo su soberanía, pero con un estatuto de especial autonomía ha llevado a considerar que Estados Unidos y Francia pueden haber promovido esta acción, dado que se trata de la misma terminología empleada por los oficiales de aquellos países en sus respectivos anuncios de apoyo al plan marroquí.

Se ha especulado con que la razón de este alineamiento tiene que ver con la voluntad de cerrar frentes en tiempos de guerra y de afianzar la cohesión OTAN-UE con respecto a una región clave en el control de la inmigración y el terrorismo.

Se ha barajado incluso la posibilidad de que Argelia, a pesar de sus aspavientos dramatúrgicos, esté interesada en dar salida de algún modo a un contencioso cuya resolución le permitiría reabrir el gaseoducto que lleva su gas a España a través de Marruecos, que cerró como muestra de su apoyo a los saharauis cuando se reinició la lucha armada en noviembre de 2020.

Si Francia accediera a abrir el gaseoducto paralizado entre Cataluña y el Midi, esto permitiría que más gas argelino llegue a los países hoy dependientes del gas ruso. Además, el Sáhara Occidental ofrece sus propios recursos.

Otros motivos económicos barajados son la promesa de energía solar generada en el Sáhara, la pesca, el petróleo frente a las Canarias, las vías de comunicación terrestre entre Europa del Sur y el África subsahariana… y los fosfatos.

La perspectiva histórica: de la Revolución Verde a la Marcha Verde

En el año 2013 una investigación histórica sobre los vínculos entre geofísica y geopolítica en el Sáhara Occidental sacó a la luz archivos olvidados en el Instituto Geológico y Minero de España que contenían valiosa información sobre las prospecciones geológicas que el geólogo Manuel Alía Medina llevó a cabo en la región.

Estas prospecciones pusieron la semilla para los posteriores estudios geofísicos que siguieron una antigua formación costera por el interior del territorio hasta el descubrimiento de la mina de Bu-Craa en 1962.

La misma investigación analizó los archivos históricos del INI (en la SEPI) relativos a la empresa pública encargada de la mina del Bu Craa. Entre 1964 y 1975, se sucedieron conversaciones secretas a varias bandas entre los diferentes países interesados en el fosfato del Sáhara, que además de España y Marruecos incluían muy especialmente a Francia y Estados Unidos.

La clave estaba en el emergente mercado mundial de fosfatos. El incremento exponencial de la productividad agrícola que se ha dado en llamar Revolución Verde comenzó precisamente a principios de los 60.

Pese a los problemas sociales y ambientales de los monocultivos asociados a ella, la Revolución Verde es lo que sostiene a la humanidad. Entre sus pilares más conocidos estaban las semillas híbridas y los fertilizantes. El precio del fosfato se multiplicaba cada año. En un mundo dividido por la Guerra Fría, Marruecos supo jugar su neutralidad y sus enormes reservas para dominar el precio del mineral de fosfato, que luego se manufacturaba en Francia y vendía a toda Europa. La OCP, la empresa estatal encargada de los fosfatos, se convirtió en el pilar de la economía marroquí y, por tanto, de la estabilidad de la dinastía real.

Cinta transportadora entre Boukraa y El Aaiún, en el Sahara Occidental, en una imagen de los años 70 del siglo XX. Wikimedia Commons / Central Intelligence Agency

La mina de Bu-Craa no podía compararse a las enormes reservas bajo el suelo marroquí. Pero el mineral era de enorme calidad y fácil extracción. Un competidor al sur en las exportaciones a Europa hubiera hecho imposible para Marruecos seguir controlando el precio. Tras años de acuerdos frustrados, cuando España empezó a sacar fosfato al mercado los acontecimientos se sucedieron de forma vertiginosa. En 1972 Marruecos y España alcanzaron un acuerdo secreto que permitía a España exportar ciertas cantidades sin ir a la guerra de precios.

En 1973 la cinta transportadora que llevaba el fosfato de Bu-Craa al puerto del Aiun fue atacada por el recién proclamado Frente Polisario. El Gobierno español comprendió que, sin la cooperación saharaui, la explotación no sería posible. En 1974 anunció ante el Comité de Descolonización de la ONU que organizaría un referéndum de Autodeterminación.

Inmediatamente, Hassan II hizo saber a Kissinger y Ford que no podían aceptar esto. Sin el Sáhara Occidental, la monarquía caería, tanto por el valor simbólico que ésta le había otorgado a la idea del Gran Marruecos como por el valor económico de los fosfatos.

Manifestación a favor de la independencia del Sáhara / Shutterstock.

A continuación, Kissinger y Ford hicieron saber al entonces príncipe Juan Carlos que Estados Unidos no podía aceptar que la monarquía alauí cayera: se corría el riesgo de que un gobierno prosoviético como el de Argelia se apoderara de Marruecos o del Sáhara, otorgando a la URSS una base naval en el Atlántico.

Unos días después, cientos de miles de civiles avanzaban de Marruecos a la frontera con el Sáhara en la llamada Marcha Verde, el ejército español se retiraba, y el marroquí tomaba posiciones. Sin demasiados tiros, el Sáhara Occidental se convertía en la última colonia de África.

Una cláusula secreta de los Acuerdos de Madrid aseguró a España una participación en la mina de Bu-Craa tras su salida del país en 1975. Pero una guerra cruenta entre Marruecos y el Frente Polisario siguió hasta 1991, dificultando la extracción. Marruecos se centró en la protección del “triángulo útil”, que incluía la mina de fosfatos. Sin embargo, durante muchos años, la vulnerabilidad de la cinta impidió a la mina funcionar. No importaba. Entonces, como ahora, la guerra también sirve para producir escasez artificial.

Crisis de refugiados: de Atila a Putin

24 agosto, 2022

Fuente: http://www.theconversation.com

Publicado: 11 abril 2022 18:40 CEST

Autoría

  1. José Luis Zamora Manzano. Profesor Titular de Derecho romano, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
  2. Tewise Yurena Ortega González. Profesora Ayudante Doctor de Derecho Romano, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria

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La movilidad de la población o su deslocalización se produce a consecuencia de las crisis económicas, los cambios climáticos y las situaciones de conflicto, como la que está sufriendo Ucrania a raíz de la invasión rusa. Este grave suceso está provocando una diáspora de refugiados que atraviesan las fronteras huyendo de las consecuencias funestas de una barbarie sin sentido.

A ciencia cierta, no se sabe cuánto durará el conflicto, si semanas o meses, incertidumbre que azota, principalmente, al pueblo ucraniano, además de a los mercados internacionales, la economía, el comercio y que, sin lugar a dudas, nos pasará factura a todos.

La historia da lecciones de las que nunca logramos un aprendizaje, provocando situaciones que se repiten a lo largo de los siglos. Uno de los episodios que queremos destacar de la historia del Imperio Romano en materia de crisis política ante el problema de la migración tuvo lugar en el año 376, cuando miles de godos se empezaron a concentrar en los confines del imperio, en concreto, en la línea fronteriza natural del río Danubio.

La crisis se había originado por parte de los hunos, haciendo que miles de desplazados, huyendo del conflicto bélico, quisieran atravesar la frontera escapando de las hordas de Atila, como nos informa Amiano Marcelino.

Operación Danubio

Por razones humanitarias, se permitió a los godos atravesar la frontera, asumiendo el emperador los costes y el envío de medios para favorecer los traslados por el río Danubio y su posterior conducción a Tracia: barcas, almadías o troncos. Esta operación no estuvo exenta de problemas, ya que durante las evacuaciones muchos cayeron al agua y no lograron nadar hasta la orilla, pereciendo ahogados debido a las crecidas anormales del río.

Aunque a priori, el imperio manifestó su intención de apoyar a los refugiados materializándolo con hechos, lo cierto es que, en palabras del propio Amiano, esta población fue considerada como plebe truculenta y como aquellos que serían los “miserables peligrosos” y “futuros destructores del imperio”.

La administración romana no pudo atajar el problema; los oficiales enviados para controlar a los migrantes fueron incapaces de elaborar un censo con el número de refugiados que pasaban y que superaron la cifra de 200 000. Los primeros transportados visigodos lograron el beneplácito del emperador Valente, el cual concedió a los refugiados la asistencia humanitaria necesaria y les proporcionó terrenos de cultivo.

El problema se originó por dejar pasar a través de las fronteras a los bárbaros armados. El emperador había ordenado que entrasen sin armas por el río; sin embargo, los oficiales eludieron este mandato expreso sin hacer denuncia de estos hechos a cambio de que los godos prostituyesen a sus esposas e hijos, una situación lacerante y atroz. A esto se sumó la deficiente gestión de los oficiales romanos Lupicino y Máximo, designados para gestionar la crisis migratoria. Su comportamiento provocó la ira de los refugiados.

La pésima política que trató de controlar la migración del pueblo godo sobrepasó la capacidad administrativa romana; de hecho, lo que había comenzado como un establecimiento controlado de refugiados degeneró rápidamente en una afluencia masiva de muchos más, lo que desencadenó una situación de hambruna que Roma no estaba dispuesta a asumir.

Este escenario provocó una revuelta que llevó a seis años de saqueo y destrucción a través de los Balcanes, la muerte del emperador Valente en Adrianópolis en el 378 y la aniquilación de todo un ejército romano, todo ello por una imprudente política migratoria que derivó en la caída del imperio de occidente.

El éxodo mediterráneo de 2015

No podemos volver a cometer los errores del pasado, pero lo cierto es que en estos días en los que de nuevo vivimos una crisis profunda de refugiados ucranianos, asistimos a un fenómeno que también es parecido a otro que tenemos más reciente en nuestras memorias, el del año 2015 en el Mediterráneo. Entonces, casi un millón de refugiados e inmigrantes llegaron a las costas europeas procedentes de Afganistán, Irak o Siria. Más de 3 550 personas perdieron la vida en un año. En el caso de Ucrania, el escenario bélico ha forzado el desplazamiento de más de cuatro millones de personas.

Rescate de refugiados en el Mediterráneo por un barco irlandés el 15 de junio de 2015. Wikimedia Commons / Irish Defence ForcesCC BY

Desde las hostilidades que comenzaron el 24 de febrero, no deja de producirse el éxodo masivo de mujeres, niños y ancianos que reviven una imagen, dura y triste, grabada en nuestra retina, la de Aylan Kurdi, el niño sirio ahogado en una playa de Turquía como consecuencia del conflicto.

¿Qué tiene que ocurrir para remover nuestra conciencia como aquel trágico episodio que dio la vuelta al mundo? ¿Qué esperar de Putin y este conflicto? ¿Su apego al poder como autócrata que pretende perpetuarse tras la reforma constitucional?

Quizá entre Atila, rey y líder guerrero, y Vladimir Putin, presidente de Rusia, existan similitudes, no solo por la búsqueda del poder económico y social, sino territorial.

Civiles y soldados ucranianos se refugian bajo un puente en Kiev el 5 de marzo de 2022. Wikimedia Commons / Міністерство внутрішніх справ УкраїниCC BY-SA

Vulneración de los derechos de los refugiados

Nos movemos en un mundo globalizado, cada país cuenta, pero no deben existir posturas con ambages sin respuestas claras en el conflicto. Como siempre, el refugiado es el más débil y las políticas migratorias imprudentes pueden provocar consecuencias nefastas y daños irreparables.

Es verdad que la Historia nos da lecciones, pero la crisis de refugiados no puede suponer la vulneración de sus derechos humanos, ya que huyen de un conflicto y no podemos permitir que algunos se aprovechen de su situación para que sean utilizados como moneda de cambio, especialmente los más débiles: los niños y niñas.

Y que no se repitan fenómenos como los que acontecieron en la crisis de 2015, cuando la desesperación y el abandono llevaron a decenas de menores refugiados a caer en las redes de la prostitución y en la explotación laboral.

Turquía, el cancerbero del Bósforo, y la guerra rusa contra Ucrania

26 julio, 2022

Fuente: http://www.theconversation.com

Publicado: 15 marzo 2022 18:53 CET

Autoría

  1. Luis Velasco. Profesor de Historia Contemporánea – Universidad de Vigo, coordinador del programa de máster en Seguridad, Paz y Conflictos Internacionales de la Universidad de Santiago de Compostela y el Instituto Español de Estudios Estratégicos, Universidade de Vigo

Cláusula de Divulgación

Luis Velasco no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

Universidade de Vigo aporta financiación como institución colaboradora de The Conversation ES.

Desde el final de las guerras napoleónicas se ha ido denominando el enfermo de Europa a diferentes potencias. El Imperio Otomano inauguró el uso de este epíteto pero le han ido siguiendo otros hasta la actualidad. Reino Unido, Irlanda, España, Portugal o la Rusia postsoviética han sido algunos de los enfermos de Europa desde entonces.

En el s. XIX el enfermo por antonomasia fue el Imperio Otomano. Aunque incapaz de mantener el control sobre todos los territorios bajo su soberanía, era visto, a su vez, como el tapón necesario para frenar el expansionismo ruso desde las costas del Mar Negro hacia el Mediterráneo. De ahí el apoyo brindado por Francia, Reino Unido y Cerdeña al sultán Abdülmecit I durante el conflicto de Crimea (1853-1856) entre los imperios otomano y ruso.

Rusia aspiraba a tener una salida al mar Mediterráneo para comunicar sus puertos del Mar Negro, pues su flota debía pasar por los estrechos del Bósforo y los Dardanelos, bajo control otomano. Esto hacía la comunicación entre Rusia y el Mediterráneo prácticamente imposible en caso de conflicto entre los imperios.

La Turquía moderna y el control de los estrechos

Después de la I Guerra Mundial y hasta 1936 esta zona quedó bajo soberanía británica. El enfermo Imperio Otomano desapareció después de la guerra y su sucesora, la república turca fundada por Mustafá Kemal Atatürk, fue desprovista del control sobre los estrechos que controlaban el acceso al Mar Negro desde el Egeo.

En 1936, a las puertas del segundo conflicto mundial y como resultado de la Convención de Montreux (Suiza), el Reino Unido le transfirió la soberanía sobre esos territorios a la Turquía moderna.

El acuerdo fue producto de una ardua negociación a varias bandas entre Australia, Bulgaria, Francia, Grecia, Japón, Rumania, la URSS, el III Reich, Reino Unido y Yugoslavia. Quedaron al margen de las conversaciones los EE UU, de acuerdo con su aislacionismo de entreguerras, y la Italia fascista, aún doliente por no haber conseguido hacer valer sus pretensiones territoriales sobre la península de Anatolia. El III Reich se negó a firmar el acuerdo final mientras que Japón mostró grandes reservas. Los bandos de la inminente guerra estaban ya configurándose.

La convención de Montreux pretendió garantizar el tránsito por los estrechos de las flotas militares y mercantes de todos los Estados ribereños del Mar Negro y estableció algunas limitaciones importantes para el paso por los estrechos de los buques de guerra de Estados no ribereños.

Con la firma de 1936, Turquía quedó en posición de hacer valer sus intereses en caso de un hipotético conflicto dentro del Mar Negro. Este tratado no ha sido sustituido desde entonces.

El estrecho del Bósforo, en Turquía, une el Mar Negro con el Mar de Mármara y separa Europa de Asia. Wikimedia Commons / NASA
El Mar de Mármara en el centro superior de la imagen, debajo del Mar Negro, del que está separado por el estrecho del Bósforo, y a la derecha del Mar Egeo, del que le separa el estrecho de Dardanelos. Wikimedia Commons / NASA
El estrecho de Dardanelos, en Turquía, une el Mar de Mármara con el Mar Egeo y separa Europa de Asia. Wikimedia Commons / NASA

No a los buques de guerra

Dentro de las dinámicas que ha puesto en marcha la invasión rusa a Ucrania iniciada el 24 de febrero de 2022, el Gobierno del Reino Unido ha planteado en las últimas semanas la posibilidad de enviar uno de sus dos nuevos portaaviones junto con su grupo de combate hacia el Mar Negro. Dentro de la nueva estrategia para un Reino Unido global en el escenario pos-Brexit, la nostalgia imperial británica le ha jugado una mala pasada al primer ministro. Esa propuesta no es posible.

La convención de Montreux impide por varios motivos que un Estado no ribereño pueda desplazar una fuerza de tareas de ese tipo más allá de los estrechos turcos. Además, hay dos miembros de la OTAN entre los Estados ribereños: Rumanía y Turquía. La presencia naval de la Alianza Atlántica en el Mar Negro debe estar capitaneada por ellos, si es que existe una posición común y unánime al respecto.

Ankara ha constatado que existe un estado de guerra de facto entre Rusia y Ucrania. Por tanto, ha hecho valer la convención de Montreux y su posición geopolítica como llave del tránsito entre el Mar Negro y el Mediterráneo, por supuesto de acuerdo con sus propios intereses.

Aplicando lo estipulado en 1936, ha tomado la decisión de cerrar el paso de sus estrechos a cualquier barco de guerra extranjero. Esto dificultará una posible escalada de la situación. Los barcos de la OTAN desplegados en el Mar Negro deben abandonarlo en un plazo máximo de veintiún días desde que entraron en él y no podrán volver hasta que Turquía lo permita.

Rusia busca una vía hacia el Mediterráneo

Por su parte, Rusia no podrá reforzar desde el Báltico su flota en el Mar Negro, aunque podrá mover algunas de sus unidades desde el Caspio a través del canal Volga-Don. Por otra parte, su base naval de Tartús (Siria) también queda aislada de los puertos del Mar Negro.

La conexión entre el conflicto sirio y el conflicto ucraniano tenderá a ser mayor durante las próximas semanas. Parece confirmarse que Rusia va a promover la participación de sirios en el conflicto ucraniano como fuerza de choque.

Esto evitará el coste político de reclutas rusos muertos o heridos, pero también aumentará la brutalidad de los combates en Ucrania y extenderá a este teatro algunas de las terribles formas de lucha ensayadas en la guerra siria.

Una decisión geoestratégica

Con su decisión, Turquía ha defendido sus intereses inmediatos en el conflicto, evitando que ante sus costas se concentren buques de la OTAN y rusos con el consabido riesgo de escalada, pero también ha dificultado algunas formas de presión que podrían haber tomado sus aliados.

Las relaciones de Rusia con Turquía a lo largo de la última década no han sido fáciles ni han estado exentas de tensiones, pero actualmente ambos actores se necesitan, aunque sus intereses choquen en algunos escenarios. A fin de cuentas, los drones turcos que utilizan las fuerzas ucranianas intentan ser derribados por los mismos sistemas antiaéreos rusos que Ankara compró a Moscú.

El área de influencia rusa se extiende más allá del este de Europa, y en la zona del Mar Negro, el Cáucaso y Oriente Medio se encuentra con otro actor regional de primer orden. Turquía hoy no puede ser considerado el enfermo de Europa.

Las antimilitaristas estamos en contra de todas las guerras

15 julio, 2022

Fuente: http://www.antimilitaristas.org

Publicado el

Las y los antimilitaristas, como no puede ser menos, estamos en contra de todas las guerras. Por tal razón denunciamos la agresión del estado ruso al estado ucraniano y nos solidarizamos en lo que sea posible con todas y cada una de las víctimas humanas de este nuevo episodio militarista.

Nos encontramos ante un conflicto que nos preocupa especialmente por la participación en el mismo de las principales potencias bélicas del planeta, incluidas las que se hallan en posesión de arsenales nucleares, y por las implicaciones de reconfiguración geoestratégica que tras él se adivinan. Sabemos bien que son las personas más vulnerables de unos y otros lugares quienes sufren con crudeza las consecuencias de dichos enfrentamientos entre poderes políticos y económicos: en forma de víctimas directas de la guerra y desplazadas, o como personas afectadas por sobrevenida pobreza material, energética, climática, habitacional…

El conflicto ucraniano está recibiendo estos días una gran atención mediática, lo que es procedente a tenor de las circunstancias señaladas anteriormente. Sin embargo, dicha centralidad informativa no debe hacernos olvidar que en el mundo hay muchos otros episodios bélicos igualmente cruentos, con consecuencias más destructivas en algunos casos y también fuera de lo que llaman «legalidad internacional», si es que alguna guerra pudiera legitimarse invocando tal referencia: Siria, Yemen, diversos países de África… Sin olvidar la perenne violación de los acuerdos internacionales que los estados de Israel y el reino de Marruecos perpetran sangrientamente desde hace décadas.

Es por todo ello que cabe delatar aún con más fuerza al militarismo como herramienta para construir y perpetuar un orden mundial eminentemente injusto que, como podemos comprobar, en última instancia, se sostiene bajo la ley de quien posee mayor capacidad destructiva. Por ello hemos de decir no a la cultura militar, no a los ejércitos y sus alianzas, no al armamentismo como negocio, no al derecho del más fuerte.

De la misma manera, como siempre hemos hecho, nos solidarizamos con todas las víctimas del terror militarista y, en su nombre y en el nuestro, atendiendo especialmente estos días a las personas directa e indirectamente afectadas por lo que está sucediendo en el Este de Europa, pedimos, rogamos, exigimos, el fin de toda acción bélica y la regulación de cualquier conflicto que pudiera darse a través de medios exclusivamente pacíficos, humanos y respetuosos con las personas, las culturas y las diferentes sociedades.

Del mismo modo, exigimos a nuestro gobierno y a la Unión Europea, que promuevan la deserción entre los combatientes de uno y otro bando y garanticen el inmediato estatuto de refugiadas/os a quienes la lleven a cabo.

Por un mundo con más justicia y humanidad. No en nuestro nombre. No a ninguna guerra. No a ningún ejército.

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Qué es el Donbás y qué ha pasado hasta ahora

2 julio, 2022

Fuente: http://www.eldiario.es

Ilustración Donbás.

Icíar Gutiérrez

22 de febrero de 2022 23:00 h. Actualizado el 23/02/2022 13:19 h. 

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha anunciado que reconoce como independientes los territorios separatistas de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania. Estas son algunas preguntas y respuestas para entender la crisis:

EEUU y la UE aprueban las primeras sanciones contra Rusia por el reconocimiento de las repúblicas del Donbás SABER MÁS

¿En qué consiste el anuncio de Putin?

Después de meses de tensión en Europa tras la concentración de más de 100.000 soldados cerca de la frontera con Ucrania y reiteradas advertencias por parte de Occidente de una invasión “inminente”, Putin ha avivado la crisis tras anunciar, este lunes, el reconocimiento de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y de Lugansk, en el Donbás, al este de Ucrania. Lo hizo tras un largo discurso televisado en el que aseguró que la situación en esta región es “crítica, grave”.

En virtud de los acuerdos con Donetsk y Lugansk que prevén “la defensa común contra la agresión externa y el derecho a utilizar la infraestructura militar de cada uno”, Putin ha ordenado a su Ministerio de Defensa que se ocupe del “mantenimiento de paz” en la región. Es decir, mandar tropas al este de Ucrania, lo que puede ser de facto la ocupación de parte del país. Aunque, a diferencia de Crimea en 2014, en este caso Rusia no se ha anexionado los territorios. El Senado ruso ha dado permiso este martes a Putin para usar la fuerza militar fuera del país.

¿Qué ha respondido Ucrania?

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha acusado a Rusia de violar “la soberanía e integridad territorial” de su país con el reconocimiento. Al mismo tiempo, ha subrayado que “las declaraciones y acciones de Rusia” no lograrán modificar las fronteras internacionalmente reconocidas de Ucrania. Además, ha asegurado que, con la decisión “Rusia legaliza sus tropas, que se encontraban en los territorios ocupados del Donbás desde 2014”. Zelenski también ha declarado que estudiará la posibilidad de una ruptura de las relaciones diplomáticas con Moscú.

¿Cómo han reaccionado la ONU y Occidente?

La decisión de Rusia ha desatado una condena internacional. El secretario general de la ONU, António Guterres, ha afirmado que el reconocimiento de las regiones separatistas es una “violación de la integridad territorial y la soberanía” ucraniana. Varios líderes occidentales han acusado a Putin de violar los acuerdos de Minsk, el frágil proceso de paz para el mantenimiento del alto el fuego en el Donbás.

La Casa Blanca ha dicho que la acción rusa es “el inicio de una invasión sobre Ucrania”. El Gobierno británico también cree que la “invasión ya ha comenzado”. “Es una nueva invasión de un país ya invadido”, dice el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. Moscú siempre ha negado tener planes para invadir Ucrania.

Este martes se esperaba una cascada de sanciones, aunque su severidad será objeto de debate. Reino Unido ha anunciado las primeras a cinco bancos rusos y tres individuos de alto poder adquisitivo. La UE ha acordado un primer paquete de medidas que afecta a 27 individuos o entidades –entre los que no figura Putin– que “desempeñan un papel en socavar o amenazar la integridad territorial” de Ucrania. El presidente de EEUU, Joe Biden, ha anunciado sanciones a instituciones financieras rusas, la deuda soberana y élites del país y sus familiares. EEUU y la UE han asegurado que las sanciones pueden endurecerse si sigue la escalada.

En uno de los movimientos más contundentes hasta ahora, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha anunciado el bloqueo de la certificación del polémico gasoducto Nord Stream 2, destinado a transportar directamente gas desde Rusia al oeste de la UE con entrada por territorio de Alemania sin pasar por Ucrania.

Los países occidentales han dejado claro que no enviarán tropas de combate a Ucrania y dicen seguir abiertos a una solución diplomática –algo que también ha expresado el embajador ruso ante la ONU–. “Nadie en la UE se prepara para ningún conflicto bélico. Lo que queremos es el diálogo y la diplomacia”, ha dicho el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares.

¿Qué es el Donbás y qué pasa allí?

El llamado Donbás incluye las regiones de Donetsk y Lugansk. Desde 2014, las repúblicas separatistas reconocidas este lunes por Moscú son el núcleo de la discordia entre Rusia y Ucrania. El Donbás, zona conocida históricamente por sus minas de carbón, es una región limítrofe con Rusia y que está poblada en su mayoría por rusoparlantes desde la creación de la Unión Soviética.

Este territorio vive un conflicto armado desde abril de 2014 entre las milicias prorrusas y el Ejército ucraniano, que, según la ONU, ha causado más de 14.000 muertos en ambos bandos, tanto militares como civiles. En la ciudad de Donetsk había un aeropuerto internacional y se jugaron partidos de fútbol durante la Eurocopa de 2012. Los combates han destruido el aeropuerto y aislado al territorio del resto de Ucrania. Su situación económica actual es precaria.

El conflicto se ha recrudecido en estos últimos días en el marco de las tensiones entre Rusia y Occidente, pero siempre ha estado latente pese a la firma en febrero de 2015 de los acuerdos de paz de Minsk entre Ucrania, Rusia, Francia y Alemania. Los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) han informado este lunes de más de 3.000 violaciones del alto el fuego en el este del país, una cifra muy superior a la media de incidentes registrados en los últimos siete días. Las autoproclamadas repúblicas separatistas anunciaron el viernes el comienzo de una evacuación “masiva” de la población a territorio ruso, ante el temor a un eventual ataque de las fuerzas del Estado ucraniano, que ha negado que tenga planes de este tipo.

¿Y las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk?

Los dos territorios están dirigidos por gobiernos separatistas, generalmente considerados como representantes de Rusia dentro de Ucrania. Desde 2014, están en conflicto con Kiev, que se refiere a ellos de la misma forma que a Crimea, es decir, “territorios temporalmente ocupados”. Desde que proclamaron su existencia, han recibido apoyo militar y financiero de Moscú. Rusia ha negado ser parte en el conflicto.

Aunque lo reclaman, los separatistas no controlan toda la región de Donetsk y Lugansk, sino aproximadamente un tercio, unos 16.000 kilómetros cuadrados, según algunas estimaciones, a lo largo de la frontera con Rusia –Ucrania cuenta con una superficie de aproximadamente 600.000 kilómetros cuadrados–.

No estaba claro si Putin ampliaría su reconocimiento territorial a las partes de Donetsk y Lugansk que no están en manos de los separatistas. El presidente ruso ha aclarado este martes que la decisión implica reconocer las “constituciones” de las repúblicas en las que “están inscritas las fronteras de las regiones de Donetsk y Lugansk cuando eran parte de Ucrania”, lo que supone un reconocimiento también de las zonas controladas actualmente por el Ejército ucraniano, lo que para algunos analistas eleva el potencial de una confrontación con Kiev.

Hasta ahora, Moscú los consideraba oficialmente como parte de Ucrania, pero el Gobierno ruso mantenía relaciones con los dirigentes de los dos autoproclamados Estados. Extraoficialmente, se considera que las dos regiones han estado controladas por Moscú, que da subvenciones a estas zonas y cuyo Ejército proporciona armas y protección. Rusia ha entregado pasaportes rusos a centenares de miles de ciudadanos del Donbás.

¿Quién vive en estas zonas?

Por documentos que han sido filtrados, se entiende que hay poco menos de tres millones de personas en los territorios, de los que un 38 % son pensionistas. Eso significa menos de la mitad de la población que había antes de la guerra. Según explicaba hace unos días The Guardian, la evidencia anecdótica es que muchos de los que se quedaron son los que se oponían frontalmente a las movilizaciones de 2014 que derrocaron al entonces líder de Ucrania Víktor Yanukóvich (su ciudad natal forma parte de las regiones controladas por los separatistas). También los que simplemente eran demasiado pobres, o los que no lograron huir cuando estallaron los combates.

En los territorios no hay prácticamente ninguna oposición visible. A los periodistas independientes les resulta muy difícil ir a la región.

¿Por qué Putin tiene como objetivo Ucrania?

En primer lugar, Putin ha asegurado que Ucrania “nunca ha tenido una tradición verdadera como Estado”, calificando a la Ucrania moderna como una construcción artificial de la Unión Soviética. Según sus palabras, también considera que rusos y ucranianos son “un solo pueblo” y, según algunos analistas, quiere demostrar que las movilizaciones como las de Kiev en 2014 no tienen éxito a largo plazo. Putin cree que una Ucrania de tendencia occidental es peligrosa para Rusia. Ha calificado la posibilidad de que Ucrania entre en la OTAN como una “línea roja” para el Kremlin.

Este martes, el presidente ruso ha insistido en que la “mejor decisión que podría tomar Ucrania sería renunciar a sus ambiciones de pertenecer a la OTAN”. Putin ha exigido también a Kiev que se “desmilitarice”, reconozca la anexión rusa de la península de Crimea en 2014, prometa neutralidad y negocie con los separatistas del Donbás.

¿Qué significa el reconocimiento ruso?

Como explica Reuters, el reconocimiento ruso puede allanar el camino para que Moscú envíe fuerzas militares a las zonas separatistas abiertamente, utilizando el argumento de que está interviniendo como aliado para protegerlas contra Ucrania. En los tratados con los líderes separatistas, las partes se comprometen a defenderse mutuamente y firman acuerdos sobre cooperación militar. La agencia recoge que Alexander Borodai, miembro del Parlamento ruso y exlíder político de Donetsk, dijo el mes pasado que los separatistas buscarían entonces la ayuda de Rusia para hacerse con el control de las partes de las regiones de Donetsk y Lugansk que aún están bajo el control de las fuerzas ucranianas. Si eso ocurriera, se cree que podría desembocar en un conflicto militar abierto entre Rusia y Ucrania. Putin ha asegurado este martes que “espera” que “todos los temas en disputa se resuelvan en conversaciones entre las actuales autoridades de Kiev y los líderes de estas repúblicas”.

¿Qué pasa con los acuerdos de Minsk?

Ante las posturas irreconciliables sobre la ampliación de la OTAN, los acuerdos de Minsk de hace siete años, que nunca han llegado a cumplirse, habían vuelto a surgir en las últimas semanas como una vía alternativa –y la principal esperanza de Francia y Alemania– para la desescalada con Rusia. Tras el reconocimiento, Putin ha sido acusado por Occidente de saltarse la que era la teórica hoja de ruta para resolver, por la vía de la negociación, la guerra en el Donbás. El presidente ruso ha dicho más tarde este martes que el acuerdo de paz “ya no existe” y que “murió mucho antes” del reconocimiento ruso.

El pacto sentó las bases para una solución política del conflicto. El alto el fuego inmediato impuesto en el Donbás ha permitido reducir la violencia, pero la misión de observación de la OSCE informa a diario de violaciones del mismo. Los elementos políticos, como la descentralización y la autonomía de las zonas rebeldes, han sido los más difíciles de solucionar.

Los acuerdos están promovidos por el denominado Cuarteto de Normandía: Rusia, Ucrania, Francia y Alemania. Tanto Rusia como Ucrania se han acusado el uno al otro de impedir el cumplimiento de los mismos. Moscú ha denunciado que Ucrania no ha cumplido los compromisos de autogobierno para Lugansk y Donetsk, y Kiev ha argumentado que Rusia apoya a las milicias independentistas con tropas y armamento. Rusia ha alegado que no es parte en el conflicto, que solo era un mero observador como Francia y Alemania, y que esas cuestiones las tiene que resolver Ucrania con los líderes separatistas.

El secretario general de la ONU ha pedido una “resolución pacífica del conflicto del este de Ucrania, en concordancia con los acuerdos de Minsk”. “La prioridad debe ser evitar una nueva escalada y evitar las víctimas civiles, los desplazamientos y la destrucción de las infraestructuras civiles. Hago un llamamiento a todas las partes para que cesen las hostilidades y allanen el camino del diálogo en lugar de preparar el terreno para más violencia”, ha dicho la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

¿Ha reconocido Rusia áreas separatistas antes?

La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, ha comparado la situación actual de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk con la que se vivió en territorio georgiano hace 14 años, cuando Rusia invadió Georgia en agosto de 2008 y reconoció la independencia de las secesionistas Abjasia y Osetia del Sur, informa EFE. Desde entonces, Moscú les ha proporcionado un amplio apoyo presupuestario, ha extendido la ciudadanía rusa a sus poblaciones y ha destinado miles de tropas allí. Igual que en el caso de Ucrania, Rusia pretende que Georgia no entre en la OTAN y aduce para ello motivos de seguridad.