Archive for junio 2022

Los retos de la educación del futuro

29 junio, 2022

Fuente: http://www.theconversation.com

Publicado: 16 febrero 2022 23:56 CET

Autoría

  1. Sylvie Pérez Lima Psicopedagoga. Profesora asociada, UOC – Universitat Oberta de Catalunya

Cláusula de Divulgación

Sylvie Pérez Lima no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

UOC – Universitat Oberta de Catalunya aporta financiación como institución colaboradora de The Conversation ES.

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La educación asume retos cada vez más complejos, más allá de los cambios de urgencia que se han producido por la pandemia y el aumento de las vulnerabilidades de toda la comunidad educativa. Al plantearnos el futuro de la educación, debemos tener claros los retos del presente.

No solo ha cambiado la sociedad, el entorno, la forma de organizar las aulas, las diferentes etapas académicas y las formas de guardar y acceder a la información: el papel del maestro, cómo es percibido en el barrio, pueblo, o en la sociedad en general, ha sufrido una transformación profunda.

Primer reto: alcanzar la autoridad

La autoridad del maestro ya no viene dada por el hecho de ser el maestro. Hace años, cuando el acceso a la educación no era universal, ciertas profesiones tenían un reconocimiento por el saber cultural que podían conllevar y el conocimiento que certificaba su profesión. Las personas con esas profesiones eran personas singulares de cada pueblo o barrio: el maestro, el sacerdote, el abogado, el del banco… en su mayoría hombres.

Los cambios sociales, la incorporación de la mujer al mercado laboral, la introducción y exponencial incremento del uso de las nuevas tecnologías en educación y la extensión del uso de internet, entre otros factores, han ido provocando cambios en el perfil de la figura del maestro, siendo actualmente en su mayoría mujeres en infantil y primaria.

Cambio de relación

Estos cambios han provocado también modificaciones en la relación entre el maestro y la familia y los alumnos, porque también ha generado cambios en las estructuras de relación de la institución educativa y la familiar. El acceso a la educación de los actuales padres, entre muchos otros factores sociales, contribuye a una necesaria corresponsabilidad de los aprendizajes de los niños y jóvenes.

La posición de autoridad del maestro, aunque siga siendo regulada por un marco normativo que la ampara, precisa ahora ser reconocida por los alumnos y consentida por ellos, así como por sus familiares; ello implica no confundir la autoridad con el poder.

Mediador y orientador

El maestro necesita conllevar el ser mediador cultural, con el respeto y el acompañamiento. Debe ser consciente en todo momento de cómo la orientación y la tutoría suponen aspectos transversales a cualquiera de las materias que estén impartiendo. Debe saber generar la autonomía completa del alumno a través del conocimiento, y también transmitir el saber vivir en sociedad, compartiendo normas.

En contraposición a una docencia transmisora de conocimientos centrada en las explicaciones magistrales, acostumbramos a hablar de que el alumno es la parte activa del aprendizaje. Pero se hace necesario huir de este falso dilema.

Segundo reto: transmitir responsabilidad y convivencia

Lo verdaderamente importante es la relación que se establece entre el profesor y el alumno y la relación de ambos con la cultura y el saber. Cual vértices de un triángulo, alumno, docente y saber interaccionan entre sí. Esto es lo que genera el verdadero aprendizaje, que supone convertir los alumnos en adultos autónomos y que sepan convivir en sociedad.

La relación maestro–alumno debe contribuir a la construcción de personas flexibles, abiertas y críticas. También debe situar la responsabilidad de los aprendizajes en los alumnos: los docentes deben ser capaces de crear situaciones y condiciones que favorezcan estos aprendizajes.

Tercer reto: participación

La situación actual nos dibuja un docente que precisará una gran flexibilidad y empatía para poder hacer frente a una complejidad cada vez mayor. Se trabaja con ratios altas de alumnos, incluyendo todas las diversidades, las desigualdades y las grandes dificultades.

Es preciso priorizar el desarrollo competencial, entender el acceso al conocimiento como algo universal y libre, y poderlo hacer en colaboración y cooperación no sólo con otros profesionales de la educación sino también teniendo en cuenta el papel de la familia, de otros profesionales, y escuchando la voz del propio alumno.

Cuarto reto: tecnologías

El microcosmos de la escuela no puede dar la espalda a una sociedad donde las redes sociales, las aplicaciones móviles, y otras muchas herramientas tecnológicas cada vez tienen más presencia.

Por ello, en este, como en otros temas, será necesario ir un paso por delante de las demandas de la sociedad, contribuyendo a la formación digital docente y al desarrollo competencial del alumnado en esta área. Debemos combinar la inmersión en estas tecnologías y redes con el aprendizaje de su uso responsable.

De hecho, su uso educativo ha ayudado a implementar metodologías colaborativas en los alumnos y favorecen un mejor clima de participación.

Pero habrá que tener en cuenta que los denominados nativos digitales no acceden de forma crítica a estas herramientas. Los docentes necesitan actualizar sus conocimientos de manera permanente y estar atentos a los alumnos que no tienen el mismo acceso a las tecnologías para evitar su marginación.

Último reto: inclusión

La escuela del futuro será inclusiva o no será. Una educación que en el presente ya contempla las diversidades debe seguir caminando hacia la verdadera inclusión, más allá incluso de la integración.

Tendrá que incluir las desigualdades, las grandes dificultades, generar metodologías que favorezcan el aprendizaje en diversas modalidades, esforzarse por convertir los centros educativos en espacios seguros y de protección para todo el alumnado y que garanticen el máximo desarrollo de todos sus miembros.

El SMI español llega a 1 000 euros pero todavía tiene que subir

28 junio, 2022

Fuente: http://www.theconversation.com

Publicado: 16 febrero 2022 23:33 CET

Autoría

  1. Inmaculada Cebrián López. Profesora Titular de Fundamentos del Análisis Económico, Universidad de Alcalá.

Cláusula de Divulgación

Inmaculada Cebrián, autora de este artículo, fue la presidenta y relatora de la Comisión Asesora del Ministerio de Trabajo y Economía Social para el SMI, febrero 2021.

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La estructura productiva y el mercado laboral son el origen de algunos de los más importantes males endémicos que caracterizan a la economía española, a saber, un elevado volumen de desempleo, un alto porcentaje de empleo precario, salarios bajos y desigualdad salarial creciente. Ante estas circunstancias, el Estado tiene que arbitrar medidas que permitan corregir estas deficiencias.

Salario mínimo y vida digna

Desde 2019 se han ido produciendo sucesivos aumentos del salario mínimo interprofesional (SMI) con la meta de que en 2023 equivalga al 60 por ciento del salario medio neto (descontando cotizaciones sociales e impuestos) con el que se remunera a un trabajador a tiempo completo.

Este valor es el que propone la Carta Social Europea, de la que España es signataria, para garantizar el derecho de la población trabajadora a una remuneración suficiente que proporcione un nivel de vida digno.

No hay duda de que esta medida, por sí sola, no es suficiente para mejorar al conjunto de la población asalariada, pero, sin duda, es un paso muy importante. La subida del SMI y otras medidas, como la reforma laboral recientemente aprobada por el Parlamento pueden ayudar a las personas que se encuentran en la escala salarial más baja a mejorar sus condiciones laborales y su calidad de vida.

Salario medio, la clave del salario mínimo

El SMI ha crecido un 35,9 % desde el año 2019, cuando tuvo lugar la primera gran subida (22,3 %) que lo llevó de 735,9 euros a 900 euros al mes en 14 pagas. Con efecto retroactivo al 1 de enero de 2022, su valor se ha establecido en 1 000 euros.

Una comisión asesora definió en 2021 diversos escenarios para que el Gobierno y los agentes sociales, en el marco del diálogo social, ajustaran el valor del SMI en función de las previsiones de comportamiento de los salarios medios. Sin embargo, estos cálculos han quedado desfasados, tal y como ya previó la propia Comisión.

Por eso se planteó la conveniencia de revisar anualmente la relación salario mínimo / salario medio con información estadística actualizada. El grupo de personas expertas señaló también que las deficiencias de las fuentes disponibles añadían complejidad en la estimación del salario medio neto.

Diferentes escenarios de evolución salarial

El salario medio neto del que partió la Comisión procedía de la Encuesta de Estructura Salarial (EES) de 2018. Ante la falta de información cierta sobre la evolución salarial, se le aplicaron diferentes tasas de variación en escenarios distintos para alcanzar la cifra salarial media de referencia hasta el año 2020.

A partir de ahí se establecieron diversas propuestas sobre el valor objetivo del SMI y la senda que se debía seguir para conseguirlo. Así, en el supuesto de que el salario medio subiera un 0,9 % en 2020 (que fue lo que aumentaron los salarios de los trabajadores públicos y las pensiones ese año) el SMI debería aumentar hasta 1 027 euros. En cambio, si el salario medio subía un 1,89 % (que fue el incremento medio pactado en los convenios colectivos en 2020), el SMI debería ser de 1 049 euros. O de 1 011 euros si el salario medio no variaba.

Con los datos actualizados de los valores salariales (según estadísticas publicadas a lo largo de 2021) se pueden hacer algunas correcciones a esos datos:

  1. El aumento estimado por la encuesta de estructura salarial (EES) del salario medio a jornada a tiempo completo fue del 1,2 % entre 2018 y 2019. Esto es menos de lo estimado a través de la encuesta trimestral de coste laboral (ETCL). De ahí que se pueda decir que el valor salarial de 2019 se sobrestimó.
  2. La información aportada por la EPA anual para 2020 indica que el crecimiento salarial medio a jornada a tiempo completo fue del 2,3 %. Esta cifra está por encima de cualquiera de los incrementos salariales de los escenarios utilizados. Así, es probable que la cifra salarial media de 2020 se haya infravalorado.

60 %, ¿un objetivo inalcanzable?

Los escenarios elegidos como base para la negociación no parece que puedan ayudar a conseguir que, en 2023, el SMI equivalga al 60 por ciento de salario medio neto.

Además, en línea con el artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores, la propia Comisión argumentó que las propuestas de variación del SMI no deben basarse solo en la evolución de los salarios medios. También deben tener en cuenta la evolución del mercado de trabajo, el comportamiento del sector productivo de la economía española y los precios.

Los datos macroeconómicos sobre productividad apuntan a que hay terreno para poder incrementar el salario mínimo. También se muestran favorables los indicadores globales de empleo y desempleo. Sin embargo, no ocurre lo mismo con las expectativas sobre el comportamiento de los precios.

Pierden valor los salarios

Hasta hace un año no había preocupación por la tendencia en los precios, pero, desde la segunda mitad de 2021, se han disparado hasta el punto de que la inflación general terminó situándose en el 6,5 %. Esta subida se debe, sobre todo, al aumento del precio de la energía, aunque la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados, ni energía) también subió hasta alcanzar el 2,1 %.

Esto significa que el valor real de todos los salarios se ha reducido y, si no se aplican medidas correctivas, el poder adquisitivo de todos los trabajadores se verá resentido. Cabe esperar que los convenios colectivos negociados y revisados en 2022 traten de corregir estas pérdidas.

Espirales inflacionarias

Por el momento, el SMI solo ha incorporado una parte del aumento necesario para cumplir con el objetivo del 60 por ciento, que será difícil de alcanzar si el salario medio (el denominador del cociente) aumenta más que el SMI (el numerador).

Si lo que se pretende es que el SMI sirva de ayuda a la población trabajadora peor pagada tendrá que adecuarse a la evolución que sigan los salarios medios a lo largo del año. Eso, sin perder de vista qué ocurre con los salarios pactados en convenio que, en realidad, son un segundo escalón de salarios mínimos.

Por otra parte, hay que mantener la atención ante la posible adecuación salarial a la inflación porque, a pesar de servir para evitar la continua pérdida de poder adquisitivo de los salarios, puede terminar generando una espiral inflacionista. Los aumentos salariales, añadidos a los aumentos de costes derivados de los mayores precios de la energía, podrían obligar a las empresas a subir precios, lo que seguiría alimentando la inflación y los salarios.

La economía española no ha logrado recuperarse totalmente de la embestida de la pandemia y las alternativas ante esta nueva situación inflacionista, que no parece que vaya a resolverse rápidamente, no son muchas. Siguen siendo necesarias otras acciones que fomenten el crecimiento sostenido, como el diseño y desarrollo de nuevas y más eficientes políticas activas de empleo, garantías para el crecimiento de la inversión y su adecuación al nuevo modelo tecnológico.

Protestas en toda España contra las inmatriculaciones de la Iglesia: “No son 1.000, son 100.000”

27 junio, 2022

Fuente: http://www.eldiario.es

Concentración en Madrid de la plataforma Recuperando
Concentración en Madrid de la plataforma Recuperando Cristina Armunia Berges

Cristina Armunia Berges

16 de febrero de 2022 17:27 h. Actualizado el 16/02/2022 20:19 h.  

Cientos de personas desde distintas ciudades españolas han reclamado este miércoles la recuperación de los bienes inmatriculados por la Iglesia Católica. Bajo el lema No son 1.000, son 100.000, la plataforma Recuperando ha defendido que “el patrimonio público no es negociable” y ha exigido conocer el resto de los bienes que la Iglesia tiene a su nombre y que no están en la lista que dio a conocer el Gobierno.

La Conferencia Episcopal admitió a finales de enero que cerca de un millar de los 34.961 bienes inmuebles que puso a su nombre gracias a una reforma legal del presidente José María Aznar no eran realmente suyos. Acto seguido, el Gobierno activó un proceso para que fueran regularizados, es decir, devueltos a sus propietarios originales. Sin embargo, desde Recuperando, sostienen que esto es insuficiente y exigen un listado más amplio de los bienes inmatriculados por la Iglesias desde 1978 y no solo entre los años 1998 y 2015.

“Pedimos que todas las inmatriculaciones que se han realizado desde 1978 queden anuladas porque nuestra Constitución declara que España es un Estado aconfesional”, ha explicado Jorge García, portavoz de la plataforma. Desde esta organización se pide también que se “indague” desde el año 1946 y que “todo el rico legado artístico y patrimonial quede reservado al dominio público”.

Concentración frente al Congreso en Madrid Cristina Armunia Berges

La plataforma Recuperando ha reclamado frente al Congreso de los Diputados una entrevista con el presidente del Gobierno para “proponerle nuestra tesis”. “Que nos reciba, ya que ha recibido a la Iglesia, que nos reciba a nosotros también”, argumentando que tanto en su investidura como en su programa de Gobierno se comprometió “a modificar la legislación para revertir las inmatriculaciones”. “Sin embargo, ha hecho todo lo contrario: negociar bilateralmente y cerrar una cosa en falso”, ha denunciado su portavoz.

“Devolución de lo robado”, “la iglesia nos roba y el gobierno lo permite”, han gritado frente al Congreso de los Diputados decenas de personas, que han exigido una vez más que la Iglesia devuelva los bienes que no le pertenecen. En palabras de Juanjo Picó, presidente de Europa Laica, lo primero es que se conozca la lista completa de todas las inmatriculaciones de la Iglesia y que se devuelvan aquellas de las que no se pueda demostrar su propiedad. También solicitan que los bienes de interés cultural se devuelvan a Patrimonio. “Los obispos no son notarios”, se ha podido escuchar también en la protesta de la capital.

Decenas de personas se concentran frente al Congreso de los Diputados Cristina Armunia Berges

Gloria, una mujer que se ha acercado a la carrera de San Jerónimo a apoyar la concentración, opina que “el expolio que se ha realizado es insoportable”: “Es uno de los grandes problemas que hay en España ahora mismo y no se hace nada por ello. Hay que llamar la atención, que esto sigue”. Opina que la población, con la pandemia, “tiene otras preocupaciones”. “Pero el enemigo es muy grande, muy poderoso”, afirma.

Recuperando calcula que, entre 1946 y 2015, la Iglesia pudo inmatricular 100.000 bienes de todo tipo. 

“El ‘no robarás’ es para los demás”

La de Madrid no ha sido la única concentración. “La Seo es del pueblo aragonés”, han reclamado los manifestantes desde Zaragoza. Un grupo de personas se ha concentrado frente a la Delegación del Gobierno en la capital aragonesa para exigir los bienes registrados por la Iglesia. Al grito de “el ‘no robarás’ es para los demás” han pedido la recuperación del patrimonio y también un listado completo de bienes desde 1978 con la información necesaria para identificar los bienes, asegurando que el listado proporcionado por Carmen Calvo el año pasado “es incompleto y no permite identificarlos”, denunciaba Pedro García Castillo, presidente del ‘Movimiento hacia un Estado laico’. García Castillo considera que en el proceso llevado a cabo entre Iglesia y Gobierno ha habido “irregularidades” y que hay que dar un paso atrás, “volver a la situación anterior” para que la Iglesia responda “como un ciudadano más”.

Concentración en Zaragoza contra las inmatriculaciones de la Iglesia Candela Canales

Cuando se publicaron los 34.961 bienes (entre los que hay edificios destinados al culto, pero también pisos, huertos o cocheras), Gobierno e Iglesia pusieron en marcha una negociación para analizar el listado. Tras meses de conversaciones, la Iglesia terminó por asumir que 965 de esos bienes no le pertenecían y abrió la puerta a su devolución, aunque también reconoció haber vendido 122 viviendas y fincas que puso a su nombre indebidamente y siete lugares dedicados al culto. Ahora tendrá que indemnizar a sus legítimos propietarios en caso de reclamación. Mientras, la comisión creada para examinar las inmatriculaciones continúa con sus trabajos.

“El Micalet és nostre”

“El Micalet és nostre”, han gritado desde Valencia los manifestantes, en referencia al conocido monumento valenciano inmatriculado por el Arzobispado. La portavoz de Valencia Laica, Raquel Ortiz, ha asegurado que la entidad calcula que hay “unos 3.000 bienes indebidamente inmatriculados en el País Valenciano”. Ortiz ha pedido que la responsabilidad de recuperar esos bienes “se traslade al Gobierno y no a la jerarquía católica”. “Es una anomalía democrática”, ha concluido.

Concentración en Valencia para reclamar los bienes inmatriculados por la Iglesia Lucas Marco

En Córdoba, los activistas, han reclamado a la Iglesia la propiedad de la Mezquita, uno de los casos más conocidos y polémicos, y que no está en la lista de las 1.000 inmatriculaciones en las que la Iglesia admite haberse confundido. José Antonio Naz, portavoz de Córdoba Laica ha exigido una reunión con el presidente de Gobierno, y ha asegurado que continuarán luchando “hasta conseguir una regulación que defienda el patrimonio de dominio público”. Por su parte, Miguel Santiago Losada, portavoz de Mezquita-Catedral, ha denunciado que el 80 % de los bienes de los españoles ha sido inmatriculados. Por ello, ha reivindicado la nulidad de las inmatriculaciones realizadas sobre todo tras 1978 “por inconstitucionalidad sobrevenida”.

Concentración en Córdoba para reclamarle a la Iglesia la propiedad de la Mezquita Juan Huertas

Albacete también se ha sumado a estas movilizaciones y Fernando Cuartero, coordinador de Albacete Laica-Europa Laica recuerda que las inmatriculaciones provienen de una legislación franquista de 1945 donde se les da a los obispos la capacidad de hacerse con este bienes públicos. Se refiere a la capacidad de inmatricular, una acción que “han utilizado con generosidad”, añade.

Junto a la reivindicación nacional se une la reclamación particular de Albacete Laica-Europa Laica contra la decisión del Ayuntamiento de Albacete aprobaba hace unos días para la concesión de un terreno al Obispado en el barrio de Cañicas-Imaginalia-Llanos del Águila, con el objetivo de construir una parroquia.

Concentración en Euskadi

En Euskadi, la plataforma Recuperando se ha rebautizado como Berreskuratuz, en euskera, aunque comparte el mismo objetivo: “Que los bienes inmatriculados por la Iglesia católica desde 1946 a 2015, sean devueltos al patrimonio público”. Coincidiendo con el resto de convocatorias, este miércoles también se han organizado movilizaciones en la calle de Loiola de Donostia y en la céntrica plaza de Moyúa de Bilbao. Además, esta agrupación confía en poder llegar también a Vitoria próximamente.

Con información de Javier Ramajo, Alfonso Alba, Lucas Marco, Elena Martínez, Iker Rioja y Candela Canales.

En las cocinas y en los barrios: historias de éxito

25 junio, 2022

Fuente: http://www.lamarea.com

Restaurantes, iniciativas comunitarias y asociaciones de mujeres: estos son algunos proyectos de refugiados que dejan huella en España.

Lian al-Ahmad, refugiado sirio de 27 años, regente del restaurante Siriana. CEDIDA

Moussa Al Jamaat (Baynana)

27 enero 2022 Una lectura de 9 minutos

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Esta serie de reportajes sobre personas refugiadas de Siria ha sido posible gracias a la colaboración entre La Marea y Baynana y al apoyo de NewsSpectrum e International Press Institute.

Yousef Shuhaiber y Lian al-Ahmad son dos chicos sirios de 26 y 27 años afincados en España. Como miles de jóvenes refugiados, se vieron obligados a abandonar su país para escapar de una guerra que ya dura más de una década. Para salvar la vida se arrojaron al mar, pasando por Turquía y Líbano, hasta llegar a los campos de refugiados de Grecia. Lian trabajó como traductor de árabe e inglés allí, donde conoció a activistas españoles, gracias a los cuales aprendió más sobre la cultura de un país del que –dice– acabó enamorándose. Yousef trabajó durante cinco años en Turquía cosiendo ropa y finalmente decidió cruzar el mar para probar suerte en Grecia, donde fue reasentado en España a través de Naciones Unidas en 2016. Finalmente, sus caminos se cruzaron en este país, donde se conocieron. 

Ambos comparten el amor por su tierra, por la cocina siria y por las formas tradicionales de servirla. Por eso, primero trabajaron en Zaragoza con equipos que reciben a personas refugiadas en un pequeño pabellón donde prepararon platos populares autóctonos en una de las iniciativas puestas en marcha para apoyarles. Tras recaudar el dinero suficiente, decidieron montar un proyecto propio en la ciudad. Hace unos meses empezaron a conseguir las licencias municipales y, por su propio esfuerzo y con el apoyo de un grupo de amigos españoles, pudieron alquilar un local y abrir un restaurante, el Siriana. Así pudieron comenzar un proyecto diferente, «increíble», en sus propias palabras.

Como no pueden olvidar a las personas con las que compartieron cobijo y comida en los campamentos, acordaron destinar un porcentaje de los beneficios de su proyecto a otros de apoyo a los refugiados. “Vimos con nuestros propios ojos lo que sufren los refugiados en los campamentos griegos, porque vivimos allí”, dice Yousef, “así que antes de comenzar el proyecto prometimos donar el 5 % de las ganancias a otros proyectos”. Así lo hacen, y aseguran que si aumenta el trabajo también aumentarán este porcentaje. 

Cocina que une comunidades

Otro ejemplo de cómo la cocina es uno de los mejores elementos para unir culturas nos lo muestra Wisal Al-Alawi, mujer siria que vive con su marido y cuatro hijos en Alcobendas (Madrid). Llegó a España en 2016 como parte de un grupo que incluía a varias familias de su país dentro del programa de reasentamiento de Naciones Unidas. Muchas otras se fueron a distintos países europeos porque no veían futuro en España. Sin embargo, Wisal optó por quedarse y desarrollar aquí su proyecto de vida.

Restaurante Siriana. CEDIDA

En su país de origen, Wisal no era cocinera: trabajaba en un laboratorio. Sin embargo, tras verse obligada a abandonar sus estudios, en España le resultó muy difícil continuar con su profesión debido a barreras como el idioma o la dificultad de encontrar trabajo. Su difícil situación familiar se vio agravada por el hecho de que no recibió ningún tipo de ayuda del Ayuntamiento de Madrid ni de ninguna ONG. 

Habiendo perdido toda esperanza de poder ejercer su profesión, Wisal comenzó a cocinar para generar una fuente de ingresos que la ayudara a vivir y pagar el alquiler. Con ello también buscaba trasladar la cultura de la cocina siria a la española, sobre todo después de recibir muchos mensajes positivos de amigos españoles que la animaron a seguir con su idea y a promocionar su arte a través de las redes sociales. Y resultó que la cocina se convirtió en su nueva profesión. 

“A la gente le gusta mucho la comida siria”, dice Wisal. “Suelen pedir hummus, falafel y arroz kabsa, que me suele gustar mucho. En junio, siempre había un festival de refugiados. Algunos restaurantes me contrataron para cocinar. A mucha gente le gustaba lo que hacía”. Aprovecha para añadir que “la situación en España es muy difícil, vivo sin ayuda desde hace casi tres años, con cuatro hijos que mantener y una casa en la que no sé si podré quedarme. Me fui de Siria para mejorar mi situación”, pide.

A través de la cocina, Wisal ha podido participar en muchos festivales y eventos realizados bajo los auspicios de organizaciones y asociaciones humanitarias, y llevar la cocina siria al público español. También ha estado involucrada en actividades con organizaciones nacionales e internacionales, como la Fundación por Causa y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.

Estereotipos y el impacto de la política

Historias como las de Wisal, Lian y Yousef no son las que habitualmente se asocian con la imagen de personas refugiadas o migrantes. Los medios de comunicación las retratan siempre mediante estereotipos negativos que los muestra como una carga para los países de acogida. Aparecen ante la opinión pública como víctimas que sufren, especialmente los que provienen de países asolados por guerras, como sucede con Siria, un país que hasta el día de hoy es el origen de 14 millones de personas refugiadas.

Jessica Martín Morillo, directora del centro de acogida para refugiados CESAL de Madrid, cuenta que su experiencia con refugiados sirios es muy positiva: “Vemos el sacrificio inmenso que es para ellos estar lejos de una realidad a la que quieren, que echan en falta. Pero a la vez nos ponen delante toda la capacidad de resiliencia de las personas”. De su experiencia, destaca “toda la belleza de su capacidad de hacer y construir, de mostrarnos la riqueza de la cultura y tradiciones sirias, de todo lo bonito que tienen que aportar”. Asimismo, opina que las personas refugiadas han sido un gran ejemplo histórico de convivencia pacífica entre pueblos, algo que no se puede decir de muchos países. “Hasta hace no mucho, eso era posible en Siria. Han demostrado que es más lo que nos une que lo que nos separa. Nuestra experiencia es que enriquecen a la sociedad de acogida”, añade Martín Morillo.

Las personas refugiadas hacen el cambio

Una de esas experiencias de enriquecimiento es la de la unidad de las personas para reclamar sus derechos en el país de acogida. Acciones que, a veces, logran cambios. Es el caso de Amin (quien prefiere no revelar su apellido), un joven sirio que solicitó asilo en España y, tras intentar continuar su ruta a Alemania, vio rechazada su solicitud. De vuelta a España, Amin quedó en la calle: en aquel momento, los refugiados devueltos a España eran excluidos de los programas de acogida.

Entonces, él y otros amigos suyos, también solicitantes de asilo y afectados por esta medida, comenzaron a reclamar el derecho a regresar al programa de asistencia. Eran tres al principio, pero fueron sumándose más personas, de varias nacionalidades: jóvenes de Palestina, Siria y Yemen, que siguen ayudándose y cuidándose unos a otros. 

El objetivo era movilizar a la mayor cantidad de personas posible para exigir sus derechos. A través de manifestaciones y otros métodos, han creado un grupo de apoyo para personas que han vivido esta situación, y que cuenta con la colaboración de la Red Solidaria de Acogida. En ese momento, una de las circunstancias más preocupantes era la presencia de muchas familias con niños pequeños y mujeres embarazadas, lo que les impulsó a continuar la batalla hasta obtener los derechos básicos, según relatan.

“Me gustaría describir parte del sufrimiento que recuerdo, ya que estamos hablando de la fase previa de un posible regreso al programa de asistencia”, reivindica Amin. En su relato, denuncia las malas condiciones en los centros de acogida: “Estuve en uno donde había cuatro familias en una habitación. Lo que les separaba eran pedazos de tela”. El joven cuenta que se veían obligados “a salir del centro a las nueve de la mañana, porque los centros no están pensados para el servicio de día, y volver a dormir”. Por ello, pasaban el día en la calle, sin acceso a comida ni medios de transporte. Antes, Amin había estado en otro centro de acogida, en Melilla, del que cuenta que “meten a 1.200 personas en un lugar que solo tiene capacidad para 400”.

Finalmente, las protestas lograron un éxito: el Tribunal Superior de Justicia de Madrid condenó a la Administración por negarse a acoger a muchos solicitantes de asilo después de que abandonaran voluntariamente España. Tras esta sentencia, el Ministerio de Trabajo e Inmigración emitió una orden para que quienes regresaran a España fueran incluidos en programas de asilo. 

“Estoy feliz de ser parte de la razón que llevó a esta decisión”, dice Amin. “Rechazaron mi petición de volver al programa de asistencia, pero la justicia me dio la razón. Creo que tenemos derecho a movernos. Somos refugiados, debemos tener derecho a vivir en libertad y con dignidad. Lo que queremos es la oportunidad de tener una vida buena y estable”. Sin embargo, la felicidad aún es incompleta: en el invierno de 2019, en la organización para la que trabaja, Amin recibió a una familia que regresaba de Alemania y que estaba durmiendo en la calle. Entre ellos había una mujer embarazada y tres niños. “La gente estaba durmiendo en la calle, a las puertas de los centros que debían ser su refugio”, denuncia.

El papel de las mujeres sirias en el cambio

La situación de las mujeres refugiadas es doblemente difícil. Razan Ismail llegó a España en 2018 tras una vida marcada por la falta de opciones, como ella misma dice. Tras casarse con un hombre español, se centró en su trabajo y reconoce que no estaba interesada en la inmigración: “Estaba ocupada con mi trabajo y trataba de encontrar estabilidad”, cuenta. “Me sentí mejor en España, y me sentí libre”. Pronto su compromiso con las cuestiones migratorias fue creciendo: “No solo porque yo era parte de la comunidad inmigrante, sino porque en un momento sentí que mi historia era representativa y aplicable a muchos”. 

En Barcelona, la ciudad donde reside actualmente, vio que los migrantes recién llegados a veces no sabían a dónde ir ni a quién consultar. “La burocracia es enorme, las mujeres no tienen tiempo ni conocimiento de sus derechos. Las duras condiciones por las que atraviesa un nuevo refugiado o inmigrante son muy duras y difíciles”, añade. Al descubrir que ella podía ayudar a las personas recién llegadas, inició un proyecto “modelo” para apoyar a las mujeres refugiadas y trazarles un camino. “El propósito es reafirmar el apoyo entre las inmigrantes, crear una pequeña patria, un lugar al que volver. Se trata simplemente de escuchar las necesidades de la comunidad inmigrante”, explica. «Creo que es mi instinto. Me siento más fuerte cuando defiendo los derechos de los demás que cuando me defiendo a mí misma».

El proyecto se lanzó en 2020, como parte de un plan para hacer varias capacitaciones y reuniones para construir la comunidad. La pandemia interrumpió esos planes, pero Razan ha continuado con el proyecto online todo el tiempo que ha podido. Una de sus tareas es ponerse en contacto con organizaciones que trabajan con personas inmigrantes y refugiadas. “El problema radica en el enfoque patriarcal que muchos adoptan: brindar servicios a personas inferiores”, opina. “La excepción fue una organización holandesa dirigida por inmigrantes. A través de ella pude llegar a figuras políticas a nivel europeo”.

Para Razan, el mayor obstáculo es la burocracia. “El sistema (contabilidad, idioma…) no fue diseñado para que nos beneficiemos de este tipo de iniciativas. A pesar de esto, ha comenzado a funcionar mejor con el tiempo”. Ahora trabaja más a nivel europeo, a través de la Asociación Al-Kidwa para promover el cambio de normas y leyes. “Aprendo mucho y mi trabajo es acercarme a los políticos”, cuenta.

Razan, Yousef, Lian, Wesal y Amin son cinco de los más de 6,9 millones de refugiados sirios que hay desplazados en el mundo, consecuencia de una guerra que ya ha dejado 350.000 muertos, según la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Sus historias muestran que las personas refugiadas, a pesar de todas las dificultades, tienen mucho que aportar a los países que les han ofrecido una segunda oportunidad de vida.

Artículo editado por Laura Casielles.


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Franco y la Cruz Laureada de San Fernando (15/17): Quien la mereció, no la recibió en vida, pero la del mito terminó apañándose

24 junio, 2022

Fuente: http://www.infolibre.es

Ángel Viñas

7 de febrero de 2022 20:26 h @angelvinashist

He localizado un ejemplar de hoja oficial de servicios de Franco (transcrita ya a máquina, pero no publicada y que solo llega y se corta en 1928). La famosa acción de El Biutz se describió en ella como sigue:

“(Salió) [de Cudia-Federico] para las lomas de las Trincheras entablando rudo combate con el enemigo que se hallaba fuertemente atrincherado en dichas lomas desde las que hacía nutrido fuego siendo herido gravemente en el pecho cuando con su Compañía atacaba a la citada posición y tomaba la altura de la misma, continuando al mando de sus fuerzas a pesar de su grave herida, un corto tiempo, hasta que por efecto de la hemorragia sufrida fue retirado por unos soldados de su compañía…”

Es muy interesante la tergiversación, ya formalizada oficialmente (suponemos que tal vez por orden suya), pero ¿qué dijo la hoja de servicios de Franco inmediata, escrita a mano, con una falta de ortografía (imagino que del amanuense), y que se exhibió en el juicio contradictorio? Algo muy diferente. Los exégetas de Franco y los grandes conocedores de la acción podrán, naturalmente, aportar otras apreciaciones.

“Recibió orden verbal (…) de dirigirse con la mayor rapidez posible con su compañía a la loma de las Trincheras a proteger a los restos de la 1ª compañía que se defendía heroicamente bajo el violento fuego que hacía el enemigo en crecido número, lanzándose con sus fuerzas valientemente al ataque de la citada posición de las lomas de las Trincheras, cayendo herido gravemente en el pecho, siendo evacuado a la posición en Dar Riffien y al siguiente día al hospital militar de Ceuta para su curación”.

Las contradicciones son evidentes. En este último apunte, redactado si no sobre la marcha sí después, no hay todavía ninguna referencia a las bobadas que años más tarde derramaron sus panegiristas. No se pone en duda el valor de Franco. Es todo. Quiero creer que en las gloriosas fuerzas españolas y mercenarias marroquíes el valor no escaseaba.

¿Y la Laureada? Otra versión, también oficial, de la hoja de servicios de Franco pasa por encima. Mejor dicho, señala que

“en la Orden General del Ejército de España en África publicada en Tetuán los días 24 y 25 del referido mes de julio se le instruye por disposición del Excmo. Sr. General en Jefe el proceso prevenido en la Ley de 18 de mayo de 1862 por el mérito que contrajo el día 29 de junio último en el combate librado con motivo de la ocupación del But Am Yir y el Haja el Hamira…”

¿Y después? Rien à signaler. No se inscribió otra referencia. Por supuesto tampoco el resultado.

Varias preguntas, en consecuencia, a los historiadores filofranquistas, sean españoles o no, como los mencionados en esta serie (aunque hay más, ya se sabe que la PATRIA de la época siempre fue una inmensa cantera de héroes ): la primera es ¿por qué no se hizo mención alguna de la pedrada? Es un tema significativo porque, salvo que los indígenas fuesen buenos honderos, ¿a qué distancia se le tiró la piedra como para que Franco se viera inducido a referir tal agravio a su Jefe natural y soberano, es decir a S.M. el Rey? Debió de ser cerca de la cima, pero entonces, dado que fue uno de los primeros en caer herido, eso significa que los rifeños probablemente dejaron a los españoles acercarse para tirarles mejor. La segunda pregunta también es importante: si un rifeño rebelde apedreó a Franco con una honda (porque supongo que no la arrojaría como si fuese un pedrusco), ¿con qué armas contaba? Ciertamente no con una ametralladora alemana (o británica o francesa o tal vez incluso española) como se inventaron dos distinguidos historiadores trabajando al alimón, uno norteamericano insigne y otro exCEDADE. Es más, ¿podríamos pensar que la honda fue, quizá, el inadecuado sustituto de una espingarda decimonónica poco fiable? La tercera pregunta es ¿con qué armas, a su vez, dirigió Franco el asalto?, ¿con fusil, sable, catana? La cuarta pregunta, al no mencionar para nada Franco el fusil que recogió a un moro muerto o moribundo, ¿por qué se lo contaría a Arrarás? Por no subrayar que lo que narró en su instancia de mejora a Alfonso XIII no es exactamente lo que transpiró en el juicio contradictorio.

Entre sus mentiras, sus reclamaciones y la “bondad” (por llamarla de alguna manera) de Su Majestad el Rey (monarca militarista y a quien España debió en parte la dinámica que condujo a la derrota de Annual y no en escaso grado a la dictadura del general Primo de Rivera), Franco se labró un excelente porvenir que terminaría afectando a todos los españoles.

Ahora tenemos que comparar el caso del futuro Caudillo por la gracia de Dios con otro oficial, muy conocido de los expertos pero menos quizá del público en general: el entonces teniente Juan Salafranca Barrio. Cabe acudir a su entrada en Wikipedia y a un resumen de su vida en el Diccionario Biográfico Español de la Real Academia de la Historia. Ambos fueron compañeros de la misma promoción de la Academia de Infantería de Toledo.

Franco ascendió, por antigüedad, un año antes que él y también llegó tres años antes a Regulares. En esta tropa coincidieron. Franco se distanció de Salafranca, pues su ascenso a capitán le permitió dispararse en el escalafón. No he encontrado nada que haga pensar que Salafranca mendigara su propio ascenso. Lo logró, eso sí, como consecuencia de su comportamiento en la misma acción del Biutz.

No me ha asaltado la curiosidad de examinar su hoja de servicios pero me fío de un párrafo parcial de la misma que se transcribe en Wikipedia. En él se afirma que “sostuvo duro combate con el enemigo (…) resultando dos veces herido, una en la pierna y otra en el cuello, continuando al mando de sus fuerzas a pesar de sus heridas, ordenándole el capitán jefe accidental del tabor Fernando Lías Pequeño [¡el mismo fulano que tantas veces ha aparecido en esta serie!] saliese a llevar un parte al jefe de la columna, coronel Génova, lo que cumplimentó, siendo muerto el caballo que montaba al regresar de transmitir dicho parte, permaneciendo al frente de sus fuerzas hasta que ordenó el repliegue”. Su nombre figuró en el parte de la operación que Lías Pequeño entregó a dicho coronel con la mención de “muy distinguido” por su insuperable valor, dotes de mando y la energía que desplegó en altísimo grado en dicho combate.

Cuando Salafranca pudo salir, por fin, del hospital, coincidió con la publicación en la Orden General del Ejército de España en África de la disposición del general en jefe por la que se abría juicio contradictorio en atención a los méritos contraídos en El Biutz para que se le concediera la Cruz Laureada de San Fernando. También se propusieron al teniente Diego Pacheco Barona y al oficial médico Ricardo Bertoloty. Poco después siguieron el fallecido comandante del tabor, Enrique Muñoz Gui, el capitán Francisco Palacios y el propio Franco de nuestras entretelas.

Pregunta: ¿Cuál de los dos oficiales, el capitán Franco o el teniente Salafranca, se portó mejor en el asalto a la loma? Juzgando exclusivamente sobre papeles la duda sería indecente. Además, hubo otros héroes más. En el umbral más bajo y modesto del escalafón, por ejemplo el del cabo Mariano Fernández Cendejas. A este se le transportó al hospital porque seguía vivo aunque estaba acribillado a balazos. El hermano del comandante de la columna fue a verlo para que firmase la instancia que él había promovido con el fin de que se le concediera la Laureada. El cabo no pudo hacerlo porque tenía las manos vendadas. Dos días más tarde falleció. La ansiada condecoración se le otorgó a título póstumo. Tal fue la madera de los auténticos héroes. No la del embustero capitán Francisco Franco.

De heroísmo de pandereta Franco ya tenía suficiente experiencia y sabía distinguirlo del arrojo auténtico. Como el que él, aun a pesar de estar predestinado a gozar de la Gracia de la divinidad, no había mostrado

Hace pocos meses, ojeando un libro que acababa de salir, me he enterado (uno aprende algo nuevo todos los días) de que también Franco fue llamado a declarar en el juicio contradictorio que examinaba el caso de Salafranca. Franco testificó contra élEs decir, aparte de embustero, también rencoroso o envidioso. Volvemos a plantear la cuestión: ¿oficial y caballero? Tal es la pregunta que se suscita tras leer la obra de Gerardo Muñoz Lorente, El desastre de Annual. Los españoles que lucharon en África (Almuzara, 2021, pp. 59s).

Según este autor, Alfonso XIII comunicó la negativa respecto a la concesión de la Laureada a Salafranca en carta fechada el 15 de marzo de 1919. Dado que Franco era el oficial de mayor graduación superviviente, hubiera sido imprescindible que reconociese que no había podido ejercer el mando en aquella oportunidad, por lo cual el teniente Salafranca lo había hecho. No queda claro en el relato si fue Alfonso XIII mismo quien se lo explicó de tal suerte. ¿Mi conclusión? Ante la verdad por un lado y reconocer su mentira por otro, Franco no vaciló. De nuevo nos preguntamos: ¿fue así como entendía el honor militar español el futuro Caudillo?

Ahora bien, la pregunta del millón, millón, se refiere no solo a Franco sino esencialmente a la actitud de Alfonso XIII, rey de espadas. ¿Se enteró y condonó la mentirijilla del ungido por los dioses?  Mi respuesta es que, probablemente, no solo ESPAÑA y el EJÉRCITO necesitaban héroes. TAMBIÉN LOS NECESITABA EL PROPIO REY. Y esta necesidad se hizo más acuciante después de Annual, la mayor catástrofe sufrida por un ejército europeo en contra de “hordas salvajes” insuficientemente colonizadas.

Salafranca ascendió a capitán y continuó comportándose heroicamente. Murió en Annual. A título póstumo se le concedió la Cruz Laureada de San Fernando. Repetimos, si fue Alfonso XIII quien firmó la carta anterior a Salafranca, es obvio que hubo de saber en su momento lo que había pasado con el héroe, “sin miedo y sin tacha”, a quien había ascendido. Con ello, y sin imaginarlo, puso a su protegido en un camino al término del cual Franco, caballero ungido por poderes sobrenaturales (los prelados de la Cruzada no lo dudaron), lo traicionaría vilmente. Eso sí, TODO POR LA PATRIA. Muchos militares monárquicos lo supieron también, pero callaron. Donde hay patrón, no manda marinero.

Por si fuera poco, Franco, “caballero de San Fernando frustrado” del Biutz, años más tarde también impidió con su testimonio que se otorgara la ansiada Laureada al teniente Luis Casado Escudero, superviviente del famoso combate de Igueriben en julio de 1921 y que había, con sus declaraciones, contribuido a que sí se le concediera a título póstumo al comandante Julio Benítez, que había estado al mando de la guarnición (Muñoz Lorente, p. 93). En el esclarecido parecer del “héroe” agraviado de El Biutz, el teniente Casado no había sido suficientemente heroico. De heroísmo de pandereta Franco ya tenía suficiente experiencia y sabía distinguirlo del arrojo auténtico. Como el que él, aun a pesar de estar predestinado a gozar de la Gracia de la divinidad, no había mostrado.  

Estimo, quizá erróneamente, que el futuro Caudillo tuvo que experimentar una gran decepción con su fracaso en El Biutz. Pero en su esplendorosa carrera militar ulterior tampoco ganó a pecho descubierto “su” Laureada. Probablemente se había hecho prudente y eso de ir derechito hacia la posibilidad de una muerte, aunque fuese en el campo del honor, ya no le agradaría tanto. Siempre muy al loro, encontró otro método.

Lo desgranó en tres etapas. La primera fue a finales de septiembre de 1936, cuando ascendió, por decisión de sus compañeros de sublevación, a la categoría máxima del Ejército y del Estado. La segunda coincidió con el segundo aniversario del “Glorioso Movimiento Nacional”, cuando el Consejo de Ministros que él presidía tomó una resolución que encontró plasmación en las páginas del BOE. Para mí es la babosidad que rezuma esta segunda ocasión lo que más impresiona.

Imagine el lector la escena. El Consejo de Ministros se encuentra sobre la mesa con la solicitud hecha por la Armada para que el Jefe del Estado también vista su uniforme. No sabemos si ese día el Consejo lo presidió Franco o si, en un ataque de extraña humildad, se ausentó para que deliberaran al respecto los señores ministros. Lo cierto es que aprobaron la petición y se lanzaron a una envolée tan cursi como inigualable. La prosa del BOE apenas si da abasto para contener la emoción que rezuma el párrafo final de la resolución, supongo de nuevo que adoptada en ausencia de Franco:

También cree el Gobierno rendir tributo de justicia a quien POR DESIGNIO DIVINO y asumiendo la máxima responsabilidad ante su pueblo y ante la Historia, tuvo la inspiración, el acierto y el valor de alzar la España auténtica contra la anti-Patria y, después, como artífice inimitable de todo nuestro Movimiento, dirige personalmente y en forma insuperable una de las más difíciles campañas que registra la Historia, conduciendo a nuestros bravos soldados de victoria en victoria y a pasos agigantados al triunfo final y, como Jefe del Estado y Presidente del Gobierno, rige los destinos de la Nación con desvelo y acierto universalmente admirados”.

He puesto en mayúsculas lo del “designio divino” porque las cosas fueron algo diferentes. Lo dijeran los ministros del Gobierno de la época o lo machacara con singular constancia una propaganda dulzona y permanente (en realidad hasta 1975, con incursiones posteriores varias que llegan incluso a la actualidad). Siempre llena de incrustaciones religiosas de por medio. (El volumen de incienso que se derramó sobre el Caudillo nunca conoció límites).

Su narcisismo terminó recibiendo mejor espaldarazo. Le faltaba una cosita que le llegó a la tercera ocasión, cuando tópicamente va la vencida. Entonces se dejó prender en su pecho, henchido sin duda por el orgullo de la VICTORIA, la Gran Cruz Laureada de San Fernando que no había logrado conseguir en la categoría inferior de Cruz ni en los años diez ni en los veinte del siglo pasado. Desde entonces, siempre la llevó prendida al pecho de su uniforme. ¡Faltaría más!

No se pierdan los amables lectores el inmortal momento en que se impuso a Franco la más preciada condecoración militar española al valor en su grado máximo y que nunca ya jamás dejó de ostentar en su uniforme. Pinchen aquí: https://youtu.be/k3jvzpfynY0.  Rafael Sanz me ha enviado la escena, inmortalizada en NODO.

(continuará)

*Esta serie está dedicada a la memoria del Dr. Miguel Ull y de mi primo hermano Cecilio Yusta, fallecidos a causa de la pandemia, que me ayudaron a desentrañar el primer asesinato de Franco, en la persona del general Amado Balmes.

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Ángel Viñas es economista e historiador especializado en la Guerra Civil y el franquismo.

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¿Por qué la iglesia española es cómplice de los curas pederastas?

23 junio, 2022

Fuente: http://www.losquesomos.org

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Por Nònimo Lustre. LQSomos.

La respuesta más inmediata es también la más verdadera: porque puede. Porque tiene el Poder suficiente –léase, impune. Pero, en el caso de la pederastia clerical, la Iglesia se mueve por otra razón no tan evidente: porque, negándola, gracias a lo que Ella considera pecado venial y nunca delito, desvía la atención sobre un amplísimo prontuario de otros de sus más queridos delitos: los que van desde el genocidio y el asesinato hasta el latrocinio a gran escala.

He escrito ‘venial’ porque, para el Vaticano, violar a la infancia es un pecado de menor cuantía –no mortal. Hoy, atenderemos sólo a uno de sus delitos sexuales: la pederastia. Es decir, que nos vamos a olvidar del resto, salvo la siguiente breve alusión a un delito cuasi universal: el incesto.

Pecados mayores

Rodrigo Borgia, Papa Alejandro VI. Era bizco, de ahí su retrato de perfil

El incesto, independientemente del sistema de parentesco que predomine en cada pueblo, es un delito –pecado, dicen ellas-, al que han sido muy aficionadas las más altas magistraturas de la Iglesia. Es natural: dentro del Cristianismo, el Papado y la Gerontocracia romana son el mayor poder y como éste se desvanece si no se ejerce, los mandones dentro del establishment clerical tienen que transgredirlo en su más alto grado. Por ende, olvidaremos esos delitos o extravagancias que, a ojos pontificales, son pecados veniales –bestialismo, sodomía, simonía- y amancebamientos sacrílegos menos que veniales: “El antipapa Juan XXIII (Baldassare Cossa, 1370-1419) confesó los suyos ante el concilio de Constanza y en muchas otras ocasiones. Y el cardenal Richelieu [«No tengo más enemigos que los del Estado», fue su eslogan preferido], mantenía con su hija ilegítima, madame Rousse, esa forma de relaciones incestuosas que Sade describe como la cumbre de la voluptuosidad.” (K. Deschner)

Dentro de esa lóbrega zahúrda, los casos de incesto vaticano demostrados históricamente son incontables, pese a que Pío V, antiguo monje e inquisidor, ordenó castigarle con la pena de muerte. Menos severo, León III (795-816), ordenó a los obispos bávaros la prohibición del matrimonio hasta la séptima generación, aduciendo (¡) que el Señor había descansado el séptimo día de todos sus trabajos –en realidad, era una pérfida medida etnocida para romper las líneas de parentesco que todavía sustentaban a la cultura pagana. Otrosí, en la Edad Media, el número de laicos acusados de incesto fue inferior al de clérigos bajo esta acusación, aunque éstos fueron castigados con menos severidad. En los siglos XVI y XVII, en Francia el castigo para el incesto era la horca. Y, en Suecia, la pena de muerte se mantuvo hasta 1864. Por su parte, en Escocia, el incesto estuvo castigado con la decapitación —como atentado al orden religioso— hasta 1887 y con la cadena perpetua a partir de dicha fecha.

El vidrio molido, especialidad de la Casa Borgia

Por referirnos sólo a dos ejemplos perpetrados con tiara y báculo desde la Santa Sede: a) el Papa Juan XII era hijo ilegítimo de Alberico II y fue impuesto como Papa por su padre tras la muerte del anterior Sumo Pontífice cuando Juan tenía menos de 18 años, sin formación ni experiencia religiosa. Al final, tuvo que huir de Roma y fue depuesto de su cargo acusado de haber mantenido relaciones ignominiosas con su madre y con su hermana, amén de homicidios y sacrilegios sin cuento -se le conoció como el Papa fornicario. b) el gran Karlheinz Deschner resume un segundo caso asaz conocido: “El Papa Alejandro VI [Rodrigo Borgia, natural de Xátiva] mantuvo relaciones con su hija Lucrecia Borgia, que también se acostaba con su hermano y que, siendo todavía una adolescente, tuvo un niño que Alejandro, en una bula, hizo pasar por suyo, para atribuírselo después, en una segunda bula, a su hijo César Borgia. Asimismo, encargó una pintura de la Madre de Dios con el Papa a sus pies en la que aparece retratado junto a una de sus hetairas, la hermosa Julia Famese, denominada Esposa de Cristo.

Giulia Farnese, por Luca Longhi

Puesto que, justa o injustamente, los Borgia son etiquetados como envenenadores compulsivos y/o maestros en el uso del vidrio (pulverizado), un hipotético Manual de Primeros Auxilios para uso de la Curia Romana, quizá debiera incluir un capitulito sobre los primeros indicios provocados por ese tipo letal de tósigo. Tenemos una narrativa forense que nos puede ayudar en materia sintomatológica: en 1889, el Tribunal Supremo español declaró que el polvo de vidrio molido era considerado como veneno a los efectos legales. Al parecer, en Lucena del Cid (Castellón), la apacible señora Pelegrina envenenó a su marido con medio gramo de vidrio. Al enfermar éste, fue visitado por el médico de la villa quien le diagnosticó «fiebre reumática muscular» que atribuyó a un enfriamiento, acompañada de un ligero trastorno gástrico. Poco después, el enfermo pasó a “un estado nauseoso con tendencia al vómito”. A los cinco días de haber caído enfermo, el marido presentó «una ligera fluxión encefálica o cerebral». Avisado de nuevo el médico, lo encontró casi cadáver, con un violento dolor en la parte izquierda del epigastrio “a nivel del fondo del estómago», acompañado de repetidos síncopes, pulso filiforme, respiración profunda, anhelosa y frecuente, gran adinamia, alternando con una serie de contracciones musculares generalizadas que le obligaban a retorcerse «por un movimiento adelante y de uno a otro lado», estado patológico al que siguió la muerte” (sentencia de pena capital contra Pelegrina Montús o Montuis Saura por haber envenenado a su marido Manuel Porcar Palanqués)

La infancia

Para desviar la atención de tan tremebundo cúmulo de delitos, la Iglesia ha encontrado una solución: los niños/as. Son su presa preferida porque, en primer lugar, los niños son, por definición, los menos poderosos –no votan ni trabajan- y, en segundo lugar porque constituyen la grey que les sirven en bandeja las pías familias de sus feligreses.

Niño presto para ser canibalizado

Item más, si el Papado era multíparo convicto y confeso y engendraba criaturas a cascoporro que, a su vez, luego serían Papas, en endogamia sacrílega los obispos no se quedaban atrás: Enrique, obispo de Basilea, dejó a su muerte veinte vástagos y el obispo de Lüttiich llegó a sesenta y uno. A mi juicio, este dato es la excepción que confirma una odiosa regla: la infancia de antaño no estaba cuidada como la infancia de hogaño. Exceptuando a los niños nacidos en cuna pontifical u obispal, los niños eran los últimos de los últimos a la hora de sobrevivir; la paidofobia arrasaba. Ahora el niño es el “rey de la casa”, un tiranuelo consentido. Pero éste es un fenómeno reciente. Durante la mayor parte de su historia, en Occidente, la inocencia era el activo familiar más molesto. Pero me es difícil de cuantificar porque no conozco estadísticas fiables de infanticidios ni de maltratos ni de abandonos a lo Oliver Twist; ni, mucho menos, de abortos.

En semejante tesitura, sólo nos quedan las fuentes literarias. Y éstas son escalofriantes. Por ejemplo, el caso de la esposa infiel que cocina a su hijo narrado en el Romance de la infanticida, que musicó Joaquín Díaz en 1972:

Un episodio calcado del anterior romance: el niño que resucitó San Vicente Ferrer en Morella (Castellón) Año

“Un día estando jugando con los niños de la escuela,
ha ido a buscarle su madre, a peinar su cabellera.
Ha cuarteado su cuerpo, le ha tirado en una artesa,
y el peinado que le ha hecho, fue cortarle la cabeza.
La coloca entre dos platos y el alférez se la entrega:
– Señora, se les castiga, pero no de esa manera…

Su marido cornudo vuelve de su viaje y algo sospecha pues lo primero que pregunta es el paradero de su idolatrado vástago:

– Entra, maridito, entra, por tu hijo nada temas,
que le dí pan esta tarde y se fué pa ca su abuela;
como cosa de chiquillos, está jugando con ella.
Se pusieron a cenar, y oye una voz que le suena.
– Padre de mi corazón, no coma usted de esa cena,
que salió de sus entrañas y no es justo que a ellas vuelva.”

La ley de la cárcel

En el título de estas notas, hubiera preferido escribir ‘curas bujarrones’ pero opté por la denominación habitual de ‘curas pederastas’ porque temí que, siendo bujarrón un término de la jerga delincuencial, el hipotético lector quizá hubiera buscado qué significaba eso de bujarrón y habría encontrado que, según el DRAE, procede “del italiano buggerone, y este del lat. tardío bŭgerum”, que significa búlgaro, voz originada por la propaganda de Bizancio ya que, entre los siglos IX y XIII, hubo una gran persecución contra los herejes cátaros, maniqueos y albigenses por parte del Imperio Bizantino y gran parte de ellos huyeron a Bulgaria calumniados como sodomitas. Igualmente según el DRAE, en español de España, describe a “un varón que sodomiza a otro”. Por otra parte, Pancracio Celdrán afirma que procede del catalán bujarró (“quien hace a pelo y a pluma”) y que “es voz de uso extendido en la gaditana Jerez de la Frontera y su partido, y uso generalizado en España” añadiendo que “buharra, bujarra es voz referida a la ramera que se deja sodomizar”. Pues bien: etimologías aparte, en las cárceles españolas contemporáneas –que es donde tendrían que estar infinidad de clérigos-, bujarrón describe a quien sodomiza a los niños –vulgo pederasta, paidófilo, etc. Esta acepción es la que utilizo en este trabajito.

La ley de la cárcel no está escrita pero es popularmente sabido que allí los bujarrones están en perpetuo peligro de muerte porque ocupan el escalón más bajo, más aún que los violadores de adultas. Algunos titulares recientes:

Matan brutalmente a un pedófilo en la cárcel: le cortan el pene, se lo meten en la boca y le arrancan el corazón. El pedófilo estaba en la cárcel tras haber violado a su hijastra de 5 años. (24·08·21). A prisión un peligroso recluso que mató el martes de treinta puñaladas a otro interno en el patio del centro penitenciario de Brians. “Es un violador de niños, tranquilos que ya está muerto” (16-10-2020). Chivatos y agresores sexuales son los que peor lo tienen entre rejas. “Cada vez que entran violadores se les dan unas hostias». Esta frase la pronunció un preso juzgado hace unas semanas en Madrid por participar en la paliza que dejó en coma a otro en la cárcel de Aranjuez -murió poco después-“ (25-04-2016) Violadores, pederastas y asesinos de niños sufren la condena de la ‘ley de la cárcel’. En la ‘ley de la cárcel’ las mujeres son sagradas, el violador es considerado como el más despreciable de los seres. Los niños también son intocables incluso para las mujeres, que también juran venganza. El parricida de Moraña (Pontevedra) ha sido trasladado a León por su seguridad, ante las amenazas de los presos de A Lama (05-08-2015) El pederasta conocido como Nanisex’ (Álvaro I.G.) estuvo a punto de morir nada más ingresar en la cárcel de Alcalá Meco. Ya en el camino hasta el penal fue agredido en el furgón que le trasladaba, pero una vez dentro fue internado en el módulo más conflictivo y duro. Los reclusos rompieron la ventana de su celda desde el patio y metieron una toalla en llamas (misma fecha)

Eso por lo que respecta a los presos laicos. El panorama de los reclusos curas es similar en muchos aspectos, pero no en todos pues, a fin de cuentas, son personajes despreciables… pero bien protegidos por poderes superiores. Asimismo, la situación en una España que sólo es laica sobre un papel escrito en letra gótica, es absolutamente distinta en ‘los países de nuestro entorno’. Por ejemplo, en Francia se ha demostrado que, en los últimos 70 años, han podido contabilizarse más de 3.000 curas pederastas que han causado 330.000 víctimas. Incluso se rumorea –no caerá esa breva- que la Iglesia francesa va a vender parte de sus activos para hacer frente a las indemnizaciones que debe arrostrar. Claro está que el paradigma de la pederastia eclesiástica sigue siendo el del mexicano Marcial Maciel Degollado, fundador de los Legionarios de Cristo y socio preferente de Juan Pablo II. En 2.008, cuando murió, se supo lo que ya era vox populi: que había tenido un harén de 600 u 800 esposas (Ben Laden, chúpate esa), que había tenido hijas e hijos con ellas, que violaba a sus propios seminaristas y que era consumidor desaforado de drogas duras –esto último no nos atañe, lo anterior, sí. Visto lo cual, no extraña a nadie que “John Connor, nuevo superior de los Legionarios de Cristo entre acusaciones de encubrir abusos sexuales” (07.02.2020)

Por fortuna manifiestamente inesperada, en España se ha dado un primer paso mediático para denunciar la pederastia en las parroquias y la complicidad de los cardenales y obispos: Todos los casos conocidos de pederastia en la Iglesia española han salido a la luz. 611 casos. 1.246 víctimas en España. La primera base de datos de referencia sobre los abusos en la Iglesia católica española, clasificada de forma exhaustiva por El País (El País, octubre 2021) Aunque incompleta, esta extremadamente meritoria base de datos señala como encubridores a cardenales, arzobispos, obispos y abades. Y adjunta un listado de noticias de los casos denunciados en los años 2016, 2017, 2021 y 2022.

Asimismo, varios medios e incluso agencias de noticias han osado enumerar multitud de sueltos genéricamente titulados Principales casos de sacerdotes españoles condenados por delitos sexuales (ver EFE, 20.II.2019) Sin embargo, es descorazonador que la mayoría de estos casos reconozcan que el delincuente tonsurado “no ingresó en prisión”. Obviamente porque los poderes fáctico-vaticanos lo impidieron.

En la cárcel todos los gatos son pardos y, en consecuencia, ese espejo de democracia auténtica que es la ley de la cárcel dictamina que los curas bujarras han de ser unos apestados –en efecto, lo son pese a que su pecunio (dinero taleguero) sea muy superior al del resto de los reclusos. Sin embargo, el brazo mediático de la Conferencia Episcopal es cuasi monopólico –posee grandes empresas de desinformación- y, demasiado a menudo, envía a las cárceles a periodistas de pacotilla para que laven la cara de los clérigos reclusos.

En ocasiones, lo poco aprovechable que comportan esas infectas manipulaciones es que nos ilustran sobre las tesis de las defensas. Por ejemplo, suelen alegar que el acusado “no presenta rasgos psicopatológicos característicos de un abusador y una personalidad que le impida controlar sus impulsos”. O bien aducen excusas aún más inauditas como la exigencia de “abrir la posibilidad de que los hechos pudiera haberlos cometido otra persona y que los menores se equivocasen en su identificación”. Sin comentario (ver Condenado a 32 años de cárcel un sacerdote salesiano [Segundo C.V.] por abusar de seis menores con tocamientos. El tribunal de la Audiencia de Pontevedra considera probados hasta siete delitos durante actividades extraescolares que organizó en 2019 el profesor de religión (26-octubre-2021)

Finalmente, un botón de muestra indecentemente meapilas: Tres curas en el infierno. Cuando el lunes el sacerdote José Domingo Rey entraba en prisión condenado por abusos, lo hacía con miedo a la ley de la cárcel. La que ve mal a los curas y peor a los pederastas. Luis José y Edelmiro llevan meses sabiéndolo (El Mundo; José Manuel Vidal, 27.VI.2004) Primera objeción: la ley de la cárcel no “ve mal a los curas”, ve peor que mal a los bujarrones, sean curas o electricistas. Y continúa bajo el epígrafe Sobón pero no abusador (¿cómo distingue Vidal entre sobar y violar?) donde se acumulan las insidias; para Vidal, el cura de marras es sólo sobón porque no penetraba a las niñas sino que sólo las manoseaba por encima de la ropa: “El que no haya consumado el acto puede terminar siendo su salvación en la cárcel. De esa angustia agarrada al estómago [¿se refiere a la angustia infantil?], de miradas torvas [¿ningún reo puede tener un mirada limpia?] y amenazas explícitas y susurradas saben ya mucho otros dos sacerdotes españoles que también cumplen condena por abusos sexuales. Uno, Luis José Beltrán Calvo, de la diócesis de Jaén, lleva tres meses. El otro, Edelmiro Rial, de la diócesis de Tui-Vigo, más de un año. Ambos condenados por abusos sexuales a monaguillos de sus respectivas parroquias. Ambos considerados «inocentes» por sus feligreses y culpables por los tribunales de Justicia… Porque el veredicto de la cárcel de A Lama sobre el cura de Baredo no coincide con el de la Justicia. Para los presos, “el cura fue un pardillo, que se dejó engañar por unos adolescentes resabiados y espabilados”. Eso salvó a Edelmiro de las represalias físicas. Viejas tesis, defendidas por varios obispos y hasta cardenales, de que los curas son ingenuos y los niños y adolescentes, perversos. Y, asimismo, que la Justicia no es imparcial con los sacerdotes –y, en efecto, no lo es puesto que actúa al revés de lo que propala esta gacetillero. Y, peor aún, que a los tonsurados violadores les defienden sus feligreses puesto que firman para promover su indulto y recaudan dinero para el bienestar del infame –algo hay de ello pero los casos de repudio son más numerosos que los casos de alienación religiosa.

Resumen apresurado: el Vaticano cree que la pederastia es un pecado venial del que se aprovecha para ocultar pecados mortales como el incesto. Menos mal que la ley de la cárcel es sabia, inmutable y justa. Mientras, la ley vaticana no existe porque es acomodaticia según sus intereses coyunturales. Pero, cuando aparece, es manifiestamente injusta, gremial y obscena en sumo grado.

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El minuto a minuto en Twitter de los españoles en campos de concentración nazis convertido en cómic

22 junio, 2022

Fuente: http://www.eldiario.es

Foco

MEMORIA HISTÓRICA

Detalle de una de las viñetas del cómic Deportado 4443
Detalle de una de las viñetas del cómic Deportado 4443

Marta Borraz

26 de enero de 2022 22:13 h. Actualizado el 27/01/2022 13:00 h.  

Como si fuera una especie de agujero virtual en el tiempo. Así fue como Antonio Hernández Marín, a través del perfil de Twitter @deportado4443, se trasladó en pleno año 2015 a 1941 para narrar, tuit a tuit, prácticamente minuto a minuto, la vida, el horror y la muerte que vivieron los españoles exiliados a Francia deportados a los campos de concentración del nazismo. “Estamos fuera, desnudos sobre la nieve. Debe haber diez grados bajo cero. Reparten unos uniformes rayados. El mío es muy fino y me está enorme”, tuiteó el 25 de enero de 2015.

YouTube restringe solo a mayores de edad vídeos de supervivientes españoles de los campos nazis: «Hace un favor al fascismo»

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Durante más de tres meses relató en tiempo real el infierno al que él, prisionero en Mauthausen, y otros más de 9.000 españoles fueron condenados por Hitler, en colaboración con Franco, tras la invasión alemana de Francia. Los tuits, que engancharon a miles de usuarios, estaban conformados por las experiencias reales del propio Antonio y otros tantos deportados, pero detrás estaba su sobrino, el periodista e investigador Carlos Hernández. La iniciativa se convirtió poco después en el cómic Deportado 4443, con ilustraciones de Ioannes Ensis, que agotó dos ediciones. Ahora Penguin Random House, con su sello SineQuaNon, ha decidido reeditar la obra, que estará en las librerías este 27 de enero, Día del Holocausto.

El proyecto nace de la pormenorizada investigación en la que se embarcó Carlos Hernández tiempo después de que su tío falleciera. Tras soportar cuatro años –hasta la liberación del campo en mayo de 1945– de encierro, torturas, hambre y sufrimiento, Antonio logró sobrevivir a Mauthausen; otros 5.500 murieron en los campos. “Para mí siempre fue y será ‘mi tío de Francia’, pero no tenía ni idea de por qué vivía allí. Falleció cuando era bastante chaval, fueron pasando los años y tenía una espina clavada”, cuenta Hernández en conversación con elDiario.es.

Detalle de una de las viñetas del cómic Deportado 4443

En 2012 se puso manos a la obra y comenzó a investigar, recopiló testimonios de los deportados españoles que aún quedaban vivos, y consultó bibliotecas, archivos y hemerotecas que dieron lugar a su primer libro, Los últimos españoles de Mauthausen. Entonces, casi nadie, o al menos de cara al gran público, hablaba del tema. Aún así, a Hernández le pareció que el libro podría no llegar a mucha gente, fundamentalmente joven, y encontró en Twitter la herramienta perfecta.

El cómic está formado por los textos tuiteados por @deportado4443, cada historia es real, todos los personajes existieron y las ilustraciones están documentadas. A lo largo de sus 256 páginas, Antonio Hernández, el narrador principal, nos introduce de lleno en la dura experiencia de los deportados, tal y como ocurrió en Twitter. Con una excepción: en una parte es Antonio Cebrián, del que era gran amigo, el que protagoniza el relato, cuando este se ofrece a ir de voluntario al campo de Gunsen, donde falleció. Las cosas se dieron así también en la red social, y fue entonces la cuenta @deportado4442, la de Cebrián, la que tuiteaba cómo era el horror de Gunsen y @deportado4443 retuiteaba.

A través de sus voces se cuentan la historias de otros deportados, como la del barcelonés Francesc Boix, conocido como el fotógrafo de Mauthausen, donde sobrevivió hasta su liberación y de donde logró robar copias y negativos que probaban los crímenes cometidos por las SS. Aquellas fotografías acabarían siendo utilizadas en los juicios de Nüremberg. El cómic relata también la fuga del murciano Antonio Velasco y otros dos españoles de uno de los grupos de trabajo del campo o la historia del cordobés Juan Romero, el último superviviente de los deportados españoles, fallecido en octubre de 2020.

El primer trabajo esclavo al que las SS mandaron a Romero durante su paso por Mauthausen fue picando y trasladando piedras en la cantera de granito, donde los prisioneros tenían que ascender cargados con bloques de hasta 50 kilos de peso. La obra reeditada aborda el trabajo forzado, pero también cuenta el traslado a los campos en vagones atestados y pésimas condiciones, las palizas, el hambre, los asesinatos, las muertes en la cantera, las noches, la cámara de gas…Todas las violencias a las que fueron sometidos los presos y que obligaron a Ioannes Ensis, el nombre con el que firma el dibujante Juan Espadas, a hacer un alto en el proceso de ilustración del cómic.

Prisioneros con nombre y apellidos

Ensis se puso en contacto con Carlos Hernández tras descubrir la cuenta de @deportado4443 para proponerle ilustrar lo que él iba narrando. De ahí surgió la idea del cómic. Pero el proceso no fue fácil para él. “Antes de empezar a dibujar y durante el proceso tuve que documentarme mucho. Fueron meses y meses viendo fotografías, vídeos, leyendo testimonios…Llegó un punto en el que tuve que parar un par de semanas porque me despertaba con pesadillas de todo aquello”, narra el ilustrador, que destaca el apoyo de su familia para afrontarlo emocionalmente.

Lo que a Ensis más le atormentaba es que esa acumulación de horrores que él debía plasmar en dibujos hablaban de personas de carne y hueso, con nombres y apellidos. “Tu sabías que no eran personajes de cómic inventados y que algunos sobrevivieron… Realmente todo aquello se prolongó más tiempo y tras hacer el cómic, me costaba sentarme a dibujar”.

La obra agotó los 5.000 ejemplares de las dos ediciones publicadas y se esfumó de las librerías. Ahora estará disponible también en formato electrónico. “Es un regalo que se reedite, nos habían llegado muchas peticiones. Nos escribían incluso profesores porque querían utilizarlo como herramienta para contar a los chavales este aspecto de la historia”, cuenta Hernández, que pone el foco en que el objetivo principal de toda su investigación es la difusión: “Para que no le pase a la gente, y a los jóvenes, lo que me había pasado a mí con mi tío. Crecimos en democracia, pero en desmemoria histórica”.

Que los españoles también sufrieron las vejaciones y el exterminio en los campos de concentración ideados por Hitler pasó durante muchos años desapercibido. El franquismo se encargó de ocultarlo y la democracia no rescató este episodio de la historia del olvido. Cada vez más proyectos como Deportado 4443 contribuyen ahora a hacerlo, aunque haya quienes se resistan. “Hemos conseguido avanzar, pero al mismo tiempo todavía hoy hay grupos políticos, como Vox y en ocasiones el PP, que en determinados ayuntamientos vetan realizar homenajes a estos deportados. Hay que decirlo: la extrema derecha española se niega a homenajear a quienes fueron asesinados por los nazis”, lamenta Hernández.

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El director es un tirano y otros casos de maltrato en los rodajes de cine

21 junio, 2022

Fuente: http://www.eldiario.es

  • Se suceden los testimonios sobre supuestos casos de maltrato por parte de directores ya fallecidos
  • La desprotección e inseguridad laboral dificultan las denuncias de los trabajadores en el mundo del cine
Marlon Brando y María Schneider en 'El último tango en París'
Marlon Brando y María Schneider en ‘El último tango en París’

Lucía Lijtmaer

2 de abril de 2017 18:50h

Hanna Schygulla habla de sí misma como una superviviente de un desastre natural. El desastre natural es Rainer Wender Fassbinder, y las declaraciones de su actriz fetiche al diario The Guardian no dejan títere con cabeza: abuso emocional, físico e intentos de suicidio eran moneda común en sus rodajes. Algo a lo que ella escapó con diligencia y, cuenta ahora, arrepentida de haber mirado hacia otro lado mientras sucedía.

No es la primera. En los últimos años reflotan historias sobre los más aclamados directores de cine, que ponen sobre la palestra la relación entre estos y los actores, algo que va mucho más allá del compromiso con un filme y que raya en lo escabroso.

Para muestra, el desenterrado caso de Bernardo Bertolucci y el trato poco ético -si es que no fue, directamente, un caso de abuso emocional y sexual- orquestado contra María Schneider durante El último tango en París, o las repetidas acusaciones de maltrato y acoso a lo largo de las décadas por parte de Tippi Hedren en los rodajes de Alfred Hitchcock, y que solamente ahora están obteniendo eco mediático, quizás porque hay mayor sensibilización social con el tema.

¿Se trata únicamente de directores con actrices? En absoluto. Las dinámicas que se relatan van más allá del género: Kirk Douglas alertaba en su biografía sobre el maltrato recibido por parte de King Vidor en La pradera sin ley, que, según su testimonio, hizo peligrar su vida solamente por un desmedido y vouyerístico amor a la violencia.

Howard Hughes fue responsable de la muerte de tres pilotos durante la filmación de Los ángeles del infierno por intentar grabar las batallas de la manera más realista posible. Stanley Kubrick fue descrito como una tortura en casi todas sus películas gracias su obsesión por el realismo, y que le hizo la vida especialmente difícil a Shelley Duval durante El resplandor.

Y la lista sigue, con una peculiaridad: todos los directores a los que se menciona han muerto ya, a excepción de Bertolucci. El debate en torno a cuán ético es revelar detalles sobre personas que no se pueden defender de las acusaciones se acompaña por las razones para que al final se produzcan las denuncias: la desprotección de los actores frente a la industria cinematográfica es tal que nadie quiere quedar pegado al sambenito de ser un profesional “difícil”, al menos mientras no se tiene ningún poder.

Eso ha hecho de dos casos en la actualidad verdaderas excepciones: las actrices de La vida de Adéle, que declararon a The Daily Beast que jamás volverían a trabajar con el director del film Abdellatif Kechiche, mientras rondaban las acusaciones de maltrato psicológico e incumplimiento de convenios laborales.

El otro caso flagrante es el del director y guionista David O. Russell, que agredió a un extra y llegó a las manos con George Clooney cuando este le recriminó su comportamiento. Además, se hizo viral un vídeo en el que insultaba a la actriz Lily Tomlin en el rodaje de Extrañas coincidencias.

El silenciado entorno español

La situación de vulnerabilidad en nuestro país es mucho mayor por el maltrecho estado del sector cinematográfico. La rumorología abunda, pero nadie quiere dar nombres. Quien firma esto ha podido hablar con numerosos trabajadores, pero nadie quiere citar ejemplos concretos con nombre y apellidos por miedo a represalias.

El secretario general de la Unión de Actores y Actrices, Iñaki Guevara, “no tiene constancia” de ningún hecho similar a los que cuentan en rodajes extranjeros. Juan José Herrera, miembro del sindicato de Artes Gráficas de la CNT, sección Figurantes, habla de los casos con respecto a extras y figurantes: “Los tratos son muchas veces vejatorios, porque en figuración somos el último mono”.

Herrera habla de “algún director prepotente y soberbio”, y puntualiza con respecto a que sea moneda común en el sector. “Se trata de un abuso de poder muy concreto, no algo del mundo cinematográfico. Porque si no, no se explica que algunos abusen de ese poder y otros no lo hagan”.

Muchos dan un nombre: el de Pilar Punzano, cuyo caso aún colea, ya que fue una de las pocas personas que denunció irregularidades en el trato -y el pago- con la productora de Cuéntame cómo pasó, Ganga Producciones, y que acusó al protagonista Imanol Arias de “tener la lengua tan larga como las manos”. Arias desmintió cualquier tipo de trato inapropiado. La denuncia de Punzano fue el detonante de la Operación City, en la que se acusó a Arias y a su compañera Ana Duato de defraudar 2,98 millones de euros.

También en la televisión, y en el lado de los acusados, emerge constantemente el de José Luis Moreno, cuya fama en impagos y malas formas le precede.

La directora teatral Pilar Almansa argumenta ante tanto silencio: “La fragilidad del sector de las artes escénicas y el cine habla por sí sola. Nadie quiere ser tachado de problemático en un entorno en el que el trabajo te llega, fundamentalmente, por tus relaciones personales”.

¿Cómo pudo un diplomático español salvar del Holocausto a más de 5 000 judíos húngaros?

20 junio, 2022

Fuente: http://www.theconversation.com

Publicado: 26 enero 2022 19:06 CET

Autoría

  1. Francisco López-Muñoz. Profesor Titular de Farmacología y Vicerrector de Investigación y Ciencia de la Universidad Camilo José Cela, Universidad Camilo José Cela.
  2. Esther Cuerda. Vicepresidenta del Centro de Investigaciones sobre Totalitarismos y Movimientos Autoritarios (CITMA), Universidad Rey Juan Carlos.

Cuando se habla de héroes salvadores de judíos del Holocausto nazi, el mayor genocidio de la historia de la Humanidad, siempre viene a colación la figura de Oskar Schlinder, gracias a la magnífica y oscarizada película de Steven Spielberg, La lista de Schindler (1993).

Sin embargo, hubo muchos más héroes que arriesgaron vida y carrera y lograron salvar muchas más vidas (aunque el número no sea lo más trascendente, en este caso). Entre ellos destaca, sin duda, el diplomático español Ángel Sanz Briz (1910-1980), el “Ángel de Budapest”, cuya admirable historia es poco conocida, en general, aunque los libros de algunos destacados periodistas, como Diego Carcedo y Arcadi Espada, la hayan sacado a la luz.

El “caso judío” en Hungría

Desde la llegada al poder del partido nazi en Alemania en 1933, la Regencia húngara del almirante Miklós Horthy mostró su apoyo al nuevo gobierno alemán con el objetivo de recuperar parte del territorio imperial perdido después de la I Guerra Mundial.

Vista de Budapest antes de la II Guerra Mundial. Yad Vashem

Tras la anexión de Austria por Alemania, en marzo de 1938, Hungría comenzó a promulgar leyes antisemitas similares a las leyes de Núremberg alemanas: discriminaciones sociales de carácter racial, eliminación de los judíos del funcionariado, reducción de las actividades económicas de este colectivo e incluso la creación de un Servicio Laboral Húngaro, al que debían incorporarse los varones judíos en edad militar, que suponía, de facto, un sistema de trabajos forzados. A pesar de todo ello, la seguridad de los 725 000 judíos que habitaban la nueva Gran Hungría (sin contabilizar los aproximadamente 100 000 convertidos previamente al cristianismo, pero considerados racialmente judíos) era bastante mayor que en Alemania.

Judío con la estrella de David caminando por Budapest, 1944. Yad Vashem

Pero en marzo de 1944, Hitler invadió Hungría para asegurar su alianza militar con el Eje, y con las tropas alemanas de ocupación entró una unidad Sonderkommando dirigida por Adolf Eichmann, cuyo objetivo era aplicar la “Solución Final” a los judíos húngaros. Inicialmente se aprobaron nuevos decretos contra la población judía: se restringió la movilidad de los judíos en toda Hungría, se les obligó a utilizar el distintivo racial amarillo en sus vestimentas, se confiscaron sus propiedades y comercios, se abolieron sus derechos civiles y, finalmente, se les recluyó en guetos.

El 15 de mayo de 1944 comenzaron las deportaciones de los judíos húngaros, y en menos de dos meses casi medio millón fueron enviados a los campos de exterminio, en su mayoría a Auschwitz, donde la mitad de ellos fueron asesinados en las cámaras de gas tras su llegada. Aunque el regente Horthy detuvo las deportaciones en julio, todos los judíos de Hungría, salvo los de Budapest, ya habían sido deportados.

El 15 de octubre, los alemanes forzaron un golpe de estado, llevando al gobierno al Partido de la Cruz Flechada, de naturaleza pronazi y abiertamente antisemita, con lo que se agravó enormemente la situación de los judíos que quedaban en Budapest: unos 80 000 fueron asesinados en las riberas del Danubio, sus cuerpos arrojados al río, y varios miles más obligados a desplazarse en “Marchas de la Muerte” hacia la frontera austríaca.

Miembros del Partido de la Cruz Flechada escoltando a los judíos durante la deportación. Yad Vashem

Durante el asedio soviético de la ciudad, iniciado en diciembre de 1944, los 70 000 judíos que quedaban en Budapest fueron confinados en un gueto, junto a la Gran Sinagoga, y miles de ellos murieron de hambre, frío y enfermedades. Toda una tragedia que algunas autoridades húngaras actuales tratan incluso de minimizar y relativizar.

Frente a esta dramática situación, un grupo de diplomáticos de las naciones oficialmente neutrales en el conflicto bélico se organizaron en una especie de red clandestina de ayuda y protección a la población judía, sin que mediaran órdenes específicas de sus gobiernos, para evitar que los judíos fueran enviados a las cámaras de gas de Auschwitz y Birkenau. Aunque nos vamos a centrar en el español Ángel Sanz Briz, entre ellos también cabe mencionar al primer secretario de la legación sueca Raoul Wallenberg, al cónsul suizo Carl Lutz, al nuncio apostólico Angelo Rotta y al encargado de negocios portugués Alberto Branquinho.

Ángel Sanz Briz, el “Ángel de Budapest”

El joven diplomático zaragozano encabezaba la Legación de España en Budapest en junio de 1944 como encargado de negocios, informando a sus superiores del Ministerio de Exteriores sobre la denigrante y oprobiosa situación de los judíos en la capital húngara y de los protocolos de deportación a los campos de exterminio.

Ángel Sanz Briz. Ministerio de Asuntos Exteriores. Gobierno de España.

En uno de estos informes, fechado el 16 de julio de 1944, detalla: “Afirman que el número de los israelitas deportados se aproxima a 500 000. Sobre su suerte en la capital corren rumores alarmantes. Insisten en que la mayoría de los deportados judíos (en cada vagón de carga van unas 80 personas amontonadas) están dirigidos a un campo de concentración cercano a Kattowitz donde les matan con gas, utilizando los cadáveres como grasa para ciertos productos industriales”.

Tras la llegada al poder del partido de la Cruz Flechada en octubre de 1944, Sanz Briz, ahora ya sí con la anuencia de Madrid, comenzó a proporcionar las llamadas “Cartas de Protección” o salvoconductos (Schutzbrief) a judíos de Budapest. En un principio lo hacía a aquellos que alegaban orígenes sefardíes, en virtud de un antiguo Real Decreto de 1924 promulgado durante la dictadura del General Primo de Rivera que otorgaba la ciudadanía española a los judíos descendientes de los que fueron expulsados de España en 1492, pero posteriormente se extendió a cualquier judío perseguido, haciéndolos pasar por sefardíes.

Ejemplo de una ‘Carta de protección’ emitida por Sanz Briz. Yad Vashem

Tras negociar con las autoridades húngaras, recibió inicialmente el consentimiento de otorgar esos derechos a 200 judíos de origen español, pero amplió la cobertura a 200 familias y posteriormente continuó incrementando el cupo asignado, generando series marcadas con letras, de forma que nunca superaban el número 200.

Para salvaguardar sus vidas, Sanz Briz alojó a los judíos protegidos en ocho edificios alquilados por él mismo en diferentes lugares de Budapest, que posteriormente fueron ampliados a once, indicando que eran anejos a la Legación española y que gozaban de extraterritorialidad. Incluso consiguió que la Cruz Roja Internacional colocara letreros españoles en hospitales, orfanatos y clínicas de maternidad, para proteger a los judíos que allí se encontraban.

Asimismo, llegó a involucrase personalmente en estas actividades de salvamento, intimando con una alta autoridad del partido de la Cruz Flechada para que no se violaran sus casas protegidas y sobornando directamente con el mismo objetivo al Gauleiter Eichmann, presentándose físicamente en alguno de los inmuebles para evitar detenciones, y rescatando a 30 de sus protegidos de una “marcha de la muerte” organizada por los nazis y devolviéndolos a las casas de bandera española.

Ante el inminente avance de las tropas soviéticas, Sanz Briz recibió instrucciones precisas de Madrid de abandonar Budapest, dado que España era enemiga del régimen comunista de la Unión Soviética, y partió rumbo a Suiza el 6 de diciembre de 1944.

Giorgio Perlasca. Yad Vashem

Pero la labor de Sanz Briz no se perdió con su salida de Hungría, pues continuó durante 40 días más, hasta la liberación de Budapest por las tropas soviéticas el 16 de enero de 1945. El italiano Giorgio Perlasca, quien obtuvo de Sanz Briz un pasaporte español por haber luchado en el bando franquista durante la Guerra Civil, había colaborado con la Legación, visitando y ayudando a los refugiados alojados en casas de protección.

Con documentos falsificados, Perlasca se hizo pasar ante las autoridades húngaras por el encargado de negocios de la Embajada española y consiguió mantener la estructura organizada por el diplomático español, incluyendo el suministro de alimentos, en una situación de enorme escasez por el sitio de la ciudad.

Justo entre las Naciones

El número de judíos húngaros muertos durante el Holocausto fue, aproximadamente, de 568 000 y sólo sobrevivió uno de cada tres judíos residentes en la Gran Hungría. Entre estos últimos se pueden contar los 5 200 judíos que Sanz Briz, con la colaboración final de Perlasca, salvó de la deportación y, por tanto, de los campos de exterminio, de los que apenas 200 eran de origen sefardí. En total, casi cinco veces más que los incluidos en la famosa lista del empresario alemán Schlinder.

El monumento de los Justos entre las Naciones, en el parque Raoul Wallenberg (Budapest) Perline / Wikimedia CommonsCC BY-SA

Sanz Briz fue nombrado por Yad Vashem, el 8 de octubre de 1966, “Justo entre las Naciones”, la más alta distinción que otorga el Gobierno de Israel a personas no judías. Esta distinción también se haría efectiva para Perlasca el 9 de junio de 1988, al igual que para los anteriormente mencionados Wallenberg, Lutz y Rotta, que interpretaron un papel parecido al de Sanz Briz.

Gracias al valor y la tenacidad de este funcionario del servicio exterior español, en actos de heroísmo que van más allá del cumplimiento de su deber, miles de judíos pudieron salvar su vida. Y su recompensa fue la postergación inicial en su carrera diplomática y la prohibición expresa de recoger el honor concedido por Israel, pues el Ministerio de Asuntos Exteriores consideró que la presencia de un diplomático español en dicho Estado podría dañar las recién establecidas relaciones hispano-árabes, por lo que sólo pudo ser entregado póstumamente a su viuda en 1991.

El predecible desastre pandémico y sus posibles consecuencias políticas

19 junio, 2022

Fuente: https://blogs.publico.es

VICENÇ NAVARRO

DICIEMBRE 15, 2021

Una profesional sanitaria prepara una vacuna contra la covid en Barcelona. - Alejandro García / EFE
Una profesional sanitaria prepara una vacuna contra la covid en Barcelona. – Alejandro García / EFE

La aparición de una nueva variante del virus COVID 19, más contagiosa que Delta (y parecía, por un momento, más maligna y resistente a las vacunas que las anteriores) frenó el entusiasmo que se estaba creando a partir de la percepción de que estábamos ya en la recta final de controlar e incluso eliminar la pandemia. Esta percepción última había originado una euforia bastante generalizada que determinó una relajación en la aplicación de las medidas preventivas que se habían estado aplicando hasta entonces.

No hay duda de que la aparición de esta nueva variante ha originado una enorme decepción y desánimo en la población que tendrá consecuencias políticas muy importantes, sobre todo en aquellos países de rentas medias elevadas en ambos lados del Atlántico Norte conocidos como democracias liberales. Estas democracias han estado en crisis constantes y crecientes, primero durante la Gran Recesión, caracterizada por la aplicación de medidas de gran austeridad, seguidas por la pandemia que ha mostrado con toda claridad las enormes deficiencias creadas por tales medidas.

Ha sido también durante la pandemia que los gobiernos de tales países han tomado medidas que limitaban las libertades de la población, y muy en particular de las clases populares que representan en cualquier país la mayoría de la población. Estas medidas se justificaron presentándose como necesarias, exigidas en lo que se definió cómo «la guerra frente al virus», utilizando una terminología militar que intentaba remarcar el sacrificio popular necesario para alcanzar el bien común: la victoria sobre el virus. Y en gran parte y en su gran mayoría, la población respondió a tal llamada. Es interesante remarcar que esta loable actitud y argumentación no se ha utilizado ni aplicado en bastantes casos en que tal bien común (salir de la pandemia con el menor número de muertos posibles) exigía hacerlo.

La tardía obligatoriedad de las vacunas

La vacunación, por ejemplo, no fue obligatoria y solo ahora, tras muchas olas y fracasos, comienza a tomarse en serio esta medida. Y la pregunta que podría hacerse es por qué se ha perdido tanto tiempo para hacer obligatoria tal vacunación. Está muy bien documentado que es esencial que para controlar una pandemia se tiene que controlar el número de personas que pueden contaminar a otras. Y no estar vacunado implica que esta persona es mucho más contaminante que la vacunada. Es defendible la tesis de que una persona pueda tener el derecho de terminar su propia vida, pero no es sostenible que una persona tenga el derecho de amenazar la vida de otra, contagiándola. ¿Porque se está tardando tanto en hacer obligatoria la vacunación o la utilización de otras medidas como el uso de mascarillas para disminuir el numero de muertos en un país? Encuentro incoherente que la Comisión de las Naciones Unidas para Derechos Humanos, presidida por la que fue presidenta de Chile, la señora Michelle Bachelet, se oponga a la obligatoriedad de la vacunación precisamente en el momento que muchos países han comenzado a exigir tal vacunación como medida para frenar la nueva expansión de la pandemia, expansión precisamente facilitada por la elevada porción de personas no vacunadas en tales países. ¿Se opone la Comisión también a la vacunación obligatoria de los niños y niñas de las escuelas frente a la viruela? Se olvida la Comisión de que el respeto a la vida incluye la prevención de la muerte. Y tenemos evidencia más que suficiente que muestra que la vacuna disminuye la contagiosidad y por lo tanto la posibilidad de muerte de otros.

Por qué los gobiernos no se atreven con las industrias farmacéuticas anti-covid que están anteponiendo sus intereses particulares sobre el bien común

Científicamente sabemos cómo disminuir el número de muertes por COVID 19. Si no se hace es porque los estados no se atreven a enfrentarse con grupos que anteponen sus intereses particulares al bien común. Un ejemplo claro de estos últimos son las empresas farmacéuticas productoras de las vacunas anti COVID y muy en particular Pfizer y Moderna. Como he escrito en varias ocasiones, no se podrá resolver la pandemia a nivel local a no ser que se pueda resolver a nivel mundial. Mientras los países de renta baja y media (que son la gran mayoría de la población mundial) no adquieran la inmunidad, continuarán apareciendo en ellos variantes del virus que podrían ser cada vez más dañinas, contagiosas y resistentes a las vacunas actuales.

Pues bien, tales industrias se han opuesto a que durante la duración de la pandemia tengan anuladas sus patentes para facilitar y permitir que se amplíe la producción de tales vacunas a nivel mundial. He mostrado en previos artículos que los argumentos utilizados por tales industrias para oponerse a ello no tienen credibilidad. En contra de lo que dicen sus portavoces (que tienen grandes cajas de resonancia en la mayoría de los medios de información y persuasión), la evidencia demuestra que tal medida de eliminación de las patentes y producción mundial de las vacunas es factible y aconsejable. La mayoría de las asociaciones científicas en salud pública así lo indican.

Por qué los estados no se atreven a enfrentarse a tales industrias

Incluso el presidente Biden en EEUU, que apoya tal medida, no se ha movilizado para neutralizar las resistencias del Congreso y sobre todo del Senado (donde tales poderes fácticos gozan de un enorme poder que alcanza unos niveles escandalosos como el que, por ley, el Estado federal ni siquiera puede negociar el precio de los productos farmacéuticos que el estado compra). No es sorpresa que tales industrias sean de las más exitosas siendo sus beneficios los más elevados en todos los sectores productivos. Tales beneficios han alcanzado unos niveles estratosféricos en el caso de la Pfizer y Moderna, empresas que, por cierto,  han recibido enormes cantidades de dinero publico para desarrollar tales vacunas.

Aconsejo al lector que lea el interesante informe del Financial Times sobre en comportamiento de Pfizer en la producción y distribución de sus vacunas anti-COVID, comportamiento que puede resumirse en las declaraciones de un dirigente del gobierno sudafricano que subraya que «es profundamente inmoral que personas se beneficien comercialmente a costa del enorme sufrimiento que imponen a la comunidad en su totalidad». (The Inside Story of the Pfizer VaccineFinancial Times, 12.01. 2021). No me imagino ningún diario español publicando semejante articulo.

Pero este comportamiento es bastante generalizado. En realidad, las desigualdades económicas y sociales han crecido dramáticamente siendo ello resultado de las enormes acumulaciones de riquezas  a costa del empeoramiento del bienestar y calidad de vida de la mayoría de la población,  tan bien mostrado por la pandemia. En realidad, este virus podría haberse definido como el virus de la desigualdad, habiendo hecho palpable las injusticias tan acusadas que existen en el mundo. Decía correctamente el informe del Oxfam de enero pasado,  que «el virus contribuyó a acentuar todavía más una realidad en que la mayoría de la población estaba sufriendo las consecuencias de un sistema económico y político fallido, a la vez que los súper ricos continuaron acumulando sus beneficios». Las 10 personas más ricas del mundo amasaron desde el principio de la pandemia 540 billones de dólares de riqueza, cantidad que sería más que suficiente para vacunar a todo el mundo y evitar que la pandemia profundizara aún más su pobreza. Y los datos así lo confirman. Y ello es la base de la enorme polarización del panorama político en estos países. El desánimo y frustración de la población, y muy en particular de las clases populares, exigen respuestas mas contundentes de los estados y autoridades publicas hacia los intereses particulares que anteponen sus deseos de acumulación de riquezas a costa de la vida y bienestar de las clases populares.