Archive for the ‘salud’ Category

Tras la pandemia somos menos felices y más vulnerables

27 marzo, 2024

Fuente: http://www.theconversation.com

Publicado: 19 marzo 2023 23:02 CET

Autoría

  1. Víctor Raúl López Ruiz. Catedrático de Universidad en Economía Aplicada (Econometría), Universidad de Castilla-La Mancha
  2. Domingo Nevado Peña. Catedrático de Economía Financiera y Contabilidad, Universidad de Castilla-La Mancha
  3. José Luis Alfaro Navarro. Catedrático de Universidad en Economía Aplicada (Estadística), Universidad de Castilla-La Mancha
  4. Nuria Huete Alcocer. Profesora Ayudante Doctora, Universidad de Castilla-La Mancha

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Tras la pandemia de la covid-19, ha llegado la guerra, todo se acelera, la estructura energética que mueve el mundo ahora está en proceso de cambio. El ciclo económico se mueve hacia una nueva recesión con precios altos y subida de tipos. La calidad de vida de los ciudadanos se transforma en este nuevo paradigma social donde cada vez damos más importancia al triángulo de la sostenibilidad (económica, social y medioambiental).

Algunas de las conclusiones del trabajo de medición realizado durante los tres últimos años por el Observatorio de Intangibles y Calidad de Vida (OICV-UCLM) fundamentan ese cambio. Desde 2020 el ciudadano español cada vez es menos feliz y los jóvenes ahora son más vulnerables. Pero, además, el teletrabajo no es una opción para la mayoría, y la situación económica agrava y diferencia más esa calidad de vida.

Equilibrio sostenible

La felicidad de los ciudadanos cada vez está más condicionada por el equilibrio entre las dimensiones de la sostenibilidad: económica, social y medioambiental. El modelo de la felicidad recoge estas dimensiones como clave. Los factores que determinan estas dimensiones se ciñen a la situación económico laboral de los ciudadanos, a las relaciones sociales con especial importancia en el lugar de residencia y a los condicionantes medioambientales del entorno.

La relación entre situación económica y calidad de vida es un hecho. Los países con PIB más alto que recogen datos en el informe anual de Naciones Unidas ascienden a los primeros puestos del ranking de felicidad, año tras año. Esto es, existe una relación positiva entre economía, incluido el mercado de trabajo, relaciones laborales y la accesibilidad a servicios, con calidad de vida. Esta situación también sucede internamente en España, siendo las rentas más altas más felices que las bajas, con más de 12 puntos porcentuales de diferencia en 2022.

El segundo perfil de sostenibilidad, el social, es factor clave del estado del bienestar en el que Europa es líder mundial. El desarrollo social tiende a satisfacer todas las necesidades de las personas, lo que conduce a su satisfacción. Seguridad, confianza en sus relaciones de proximidad o vecindad, gobernanza, estado del bienestar, integración, incluso multiculturalidad social, influyen positivamente en la calidad de vida, por lo tanto, en la felicidad. Todos los elementos de la infraestructura social son pues fundamentales.

El tercer pilar relativo a los aspectos medioambientales muestra una clara relación con el bienestar de las personas, tanto de manera positiva como negativa. La reducción de la degradación medioambiental, como la contaminación del aire y el agua, el aumento al acceso a los recursos naturales, como parques y espacios verdes, los servicios de reciclaje, la reducción del ruido… contribuyen positivamente en el bienestar ciudadano. Por contra, inadecuadas políticas hacia el entorno están asociadas con resultados adversos para la salud: problemas respiratorios, cardiovasculares, psíquicos… Este pilar, el más novedoso, está siendo activado como estrategia de lucha contra la despoblación, a través de una imagen superior de calidad de vida “verde” en las áreas rurales versus las urbanas, también en España.

En resumen, son las variables de estas dimensiones, de acuerdo con la jerarquía en importancia según fueron enumeradas y presentadas en la figura, las que constituyen los factores sociales clave, en el modelo actual, para determinar la felicidad ciudadana.

Nube de variables clave en el paradigma de calidad de vida actual. OICV UCLM, 2022

Vulnerabilidad en calidad de vida según edad, sexo, población y renta

Interesa ahondar en las diferencias del paradigma en cuanto a las principales clasificaciones sociales que las pueden determinar. El género, la edad, el ámbito residencial urbano o rural y la renta fijan los diferentes perfiles de vulnerabilidad.

La edad resulta claramente el factor más diferenciador. Los jóvenes menores de 30 años son muy sensibles en la dimensión económica, pero también son más críticos en su apreciación medioambiental y social. Por tanto, su vulnerabilidad se centra en mejoras en cuestiones individuales y sociales, tanto en su situación laboral, relaciones, cambio social, gorbernanza y calidad medioambiental. Los mayores de 70 años, seguidos de los boomers, cuentan con las mejores valoraciones del modelo y sus efectos positivos en calidad de vida.

El género en este paradigma conduce a la vulnerabilidad fundamentalmente económica de la mujer, tanto por cuestiones laborales como de dependencia económica que las hacen más críticas con la accesibilidad a servicios, el transporte y gobernanza.

En el enfrentamiento del medio rural versus urbano en la oferta residencial para el logro de calidad de vida se muestran diferencias significativas, pero en sentido contrario. Mientras las variables determinantes de la sostenibilidad medioambiental y social fluyen claramente a favor del medio rural, las variables de tipo económico y de accesibilidad a servicios basculan hacia las áreas urbanas.

Por último, la vulnerabilidad asociada a rentas en nuestra sociedad es un hecho probado. Las dos dimensiones diferenciadoras en este caso son fundamentalmente la económica y la social. El entorno y su cuidado cuenta con menor diferenciación en renta, siendo en este caso más crítico el grupo con rentas más bajas al residir en espacios más desfavorecidos.

Perfiles sociales

A modo de conclusión, presentamos los perfiles sociales tipo que encontramos más distanciados en la sociedad española. En el eje inferior del modelo tenemos al joven, de género femenino, baja renta, que vive en área rural de baja accesibilidad. En el eje superior tenemos al boomer, varón, de renta alta que reside en zona urbana residencial.

Por último, dos cuestiones (una sociológica y otra cuantitativa) y una reflexión.

La primera es que aún contemplando esta visión de calidad de vida ciudadana quedan fuera del modelo las circunstancias personales del individuo y el factor clave social que sigue siendo la entidad familiar.

La segunda es que las reflexiones plasmadas en el artículo son fruto del análisis de casi 5 000 respuestas proporcionadas por ciudadanas y ciudadanos españoles en tres años desde 2020.

La reflexión: la felicidad social que nos proponen como ciudadanos continúa siendo heterogénea, pero lo peor es que es más cruel con quien mañana debe asegurar el modelo, por lo que su equilibrio pende de demasiados hilos.

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Lucía Caballero

Jefa de Edición / Editora de Medio Ambiente y Energía

¿Para qué sirve el orgasmo femenino?

12 febrero, 2024

Fuente: http://www.theconversation.com

Publicado: 24 junio 2020 22:33 CEST

Autoría

  1. Manuel Peinado Lorca. Catedrático de Universidad. Departamento de Ciencias de la Vida e Investigador del Instituto Franklin de Estudios Norteamericanos, Universidad de Alcalá

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Voltaire ridiculizaba en Cándido la idea de que todo ha sido creado para el mejor fin de los posibles. «Observen que las narices se han hecho para llevar anteojos, por eso usamos anteojos», decía su personaje, el optimista profesor Pangloss.

Según aquella primera visión de la evolución biológica, que Darwin y Wallace describirían un siglo después, todos los rasgos de las especies servían, como las narices de Pangloss, para un propósito ventajoso. En la segunda mitad del siglo XX, el paleontólogo Stephen Jay Gould introdujo la idea de que la utilidad podía aparecer posteriormente, como sucede con los anteojos de Pangloss.

En dos artículos anteriores, ¿Por qué los hombres somos los primates con el pene más grande? y ¿Por qué el parto humano es tan doloroso?, me ocupé de algunos de los cambios provocados en el linaje humano como consecuencia de la tendencia evolutiva hacia la bipedestación que distingue al género Homo entre los primates.

En ambos destaqué que caminar sobre las extremidades inferiores había trastocado la forma de la cópula, que en los humanos es frontal, cara a cara, una circunstancia excepcional en los mamíferos (salvo su práctica ocasional por los bonobos). También las características de nuestro paroxístico orgasmo, cuya importancia evolutiva ha sido discutida, pero que puede ser interpretado como otra adaptación a la bipedestación.

A pesar de su complejidad neuro-endocrino-muscular, el orgasmo masculino puede ser resumido como una compleja cadena de movimientos de contracción que culminan con una repentina sensación de intenso placer. Esta va acompañada de la eyaculación, una violenta eyección de fluido que impulsa a los espermatozoides dentro de la vagina.

En el hombre el orgasmo es un requisito obligado para que se produzca la eyaculación, pero las mujeres no lo necesitan ni para producir cada uno de los 300 óvulos mensuales que producen durante su vida fértil, ni para tener hijos.

Entonces, ¿qué función tiene el orgasmo femenino desde el punto de vista evolutivo? Aunque ha sido un tabú social y un enigma biológico, algunas evidencias permiten clarificar el asunto.

En su libro Sexo en solitario el profesor de Berkeley Thomas Laqueur sostiene que «desde la antigüedad hasta el siglo XIX, la asunción general era que las mujeres experimentaban orgasmos al igual que los hombres, pero también que el orgasmo era necesario para la concepción».

Si lo primero es absolutamente cierto, lo segundo es incorrecto. Así lo había adelantado en 1967 el zoólogo Desmond Morris en El mono desnudo y también lo demostraron los estudios de Masters y Johnson, basados en diez mil actos sexuales humanos (La sexualidad humana).

Esto confirmó que lo que provoca en la mayor parte de los casos el orgasmo femenino es la estimulación del clítoris. Un área que no es contactada por el pene durante la copulación y que, por lo tanto, no interviene en el proceso de la inseminación.

Ilustración de Romana Romanyshyn y Andriy Lesiv. para ‘El amante de lady Chatterley’ (Editorial Sexto Piso).

En el ensayo Pezones masculinos y ondas clitorídeas, parte del libro Brontosaurus y la nalga del ministro, Stephen Jay Gould sostenía que, como lo importante es que los espermatozoides lleguen hasta los óvulos y para conseguirlo basta con el orgasmo masculino, el femenino debía ser contemplado como “superfluo”. Una especie de accidente evolutivo, un resultado secundario de la necesidad del orgasmo masculino.

Según Gould, hay un orgasmo femenino simplemente porque el clítoris es el equivalente anatómico del pene (ambos tienen el mismo origen embrionario). Por ello, estimulación, erección y orgasmo se dan en ambos. Para Gould, el orgasmo vía clítoris es un artefacto del desarrollo. No tiene significación adaptativa alguna.

La polémica provocada por Gould resucitó en 2005 cuando Elisabeth Lloyd, profesora de Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Indiana, publicó un libro, The Case of the Female Orgasm: Bias in Evolutionary Science (El caso del orgasmo femenino: Prejuicios en la ciencia de la evolución). En este concluye que el orgasmo femenino no tiene ningún sentido evolutivo (salvo el de disfrutar, que no es poco). Como Gould, considera que es un subproducto de la evolución.

La idea del “subproducto evolutivo” es de Darwin, quien lo consideraba como cualquier rasgo que sea arrastrado de otros. Los pezones de los hombres son un ejemplo claro. Los poseemos porque compartimos con las mujeres la misma arquitectura fijada por un diseño embrionario común, hasta que la aparición de la testosterona y de los estrógenos dirige al feto indiferenciado hacia uno u otro sexo. Mientras que en las mujeres sirven para la lactancia, en los hombres serían un subproducto sin valor adaptativo alguno.

Pero esto no necesariamente se aplica al orgasmo femenino.

Para empezar, en ambos sexos se ha desarrollado el placer por el sexo. Este placer es la causa próxima de las relaciones sexuales, cuyo fin último es el éxito reproductivo. Si además consideramos las pautas que caracterizan al orgasmo femenino, la conclusión resulta aún menos convincente.

Durante el orgasmo en ambos sexos se producen considerables aumentos de las pulsaciones (desde 70 a 80 a 150 pulsaciones por minuto), de la presión sanguínea (de 120 hasta 250 mmHg en el clímax) y de la respiración, que se hace más profunda y rápida hasta que, al acercarse el momento del orgasmo, se vuelve jadeante. Al final, el rostro se contrae, con la boca muy abierta y los orificios nasales dilatados, a la manera de los atletas en su máximo esfuerzo, faltos ya de aire.

Summer in the city (1950) de Edward Hopper.

Lo que distingue al orgasmo femenino son una serie de contracciones rítmicas en la zona perineal, de la vagina y del útero. Tales contracciones tienen una función absorbente del esperma descrita por Baker y Bellis en la revista Animal Behaviour que, además, aumenta su retención en el conducto vaginal, como sostiene Paul R. Ehrich en Human natures: Genes, Cultures, and the Human Prospect (Naturaleza humana: genes, culturas y la perspectiva humana; no publicado en español). Por eso, las hipótesis evolucionistas que mayor apoyo tienen entre los científicos se refieren al papel del orgasmo como un mecanismo de retención del esperma en el interior del tracto sexual femenino.

Por último, si consideramos que el orgasmo es seguido por un considerable período de agotamiento y sueño, se puede deducir que otra de sus funciones adaptativas es inducir al reposo horizontal tras la cópula. Esto favorece la retención del esperma y aumenta así las posibilidades de la mujer de ser fecundada.

Esa indolencia poscoital, seguida o no del reparador cigarrillo, es otra diferencia del orgasmo humano con respecto a otros primates, lo que resulta fundamental en la hembra del único mamífero cuya vagina, como consecuencia de la adquisición de la marcha erguida, se abre en posición vertical. Esto favorece, dicho sea con todo respeto, la caída gravitacional del fluido espermático.

Antes de que se vaya…

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Elena Sanz

Redactora jefa / Editora de Salud y Medicina

¿Cuáles son los factores que condicionan el buen aprendizaje a lo largo de la vida?

25 diciembre, 2023

Fuente: http://www.theconversation.com

Publicado: 16 enero 2023 18:58 CET

Autoría

  1. Mar García Señorán. Profesora Titular en la Universidad de Vigo. Área de Psicología Evolutiva y de la Educación, Universidade de Vigo

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Mar García Señorán no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

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A lo largo de nuestras vidas, los seres humanos hacemos frente a nuevas situaciones, adquirimos nuevos conocimientos y los transferimos a nuevos contextos, desarrollamos nuevas ideas y habilidades, modificando incluso nuestro entorno para mejorar nuestro bienestar. Hacemos todo esto gracias a una extraordinaria herramienta llamada aprendizaje, que ha permitido a nuestra especie un mayor grado de flexibilidad y de adaptabilidad, situándonos en la cúspide de la evolución.

El aprendizaje humano adopta numerosas formas. En algunos casos puede observarse, pues lo que cambia es una conducta que podemos ver, por ejemplo, cuando un niño aprende a ponerse el abrigo. Pero en otras ocasiones lo que cambia es imposible de observar, por ejemplo, cuándo se comprende una explicación o se aprende a resolver un problema.

Aprendizaje accidental o intencional

Las personas pueden realizar aprendizajes complejos (el lenguaje oral, los valores, costumbres, etc.) sin realizar un esfuerzo consciente y de forma espontánea, a través de la observación, la imitación o la interacción con objetos o personas: es lo que se conoce como aprendizaje incidental.

Sin embargo, la mayor parte de los aprendizajes que realizamos durante nuestra vida son voluntarios e intencionales y consisten en sistemas complejos de conocimientos. Su adquisición requiere esfuerzo, una disposición favorable y voluntad para hacerlo. Estos aprendizajes son adquiridos en contextos institucionales específicos y son promovidos por agentes educativos profesionales.

¿Qué necesitamos para poder aprender?

El aprendizaje humano es complejo y las corrientes psicológicas nos han ofrecido explicaciones, a veces diferentes y a veces complementarias, de cómo aprendemos las personas y de cuáles son los principales procesos psicológicos implicados; y los factores, tanto personales como contextuales, que pueden favorecerlo o dificultarlo.

Estas aportaciones han contribuido a la comprensión del aprendizaje que se produce a lo largo de nuestro ciclo vital, así como al análisis, revisión crítica y mejora de las prácticas educativas vigentes.

Bases biológicas del aprendizaje

Para aprender algo es necesario que estemos biológicamente preparados. Esta determinación biológica está escrita en nuestro código genético, en el que pueden diferenciarse unos contenidos cerrados y unos contenidos abiertos.

La parte cerrada es bastante inflexible e incluye una serie de rasgos inmodificables, salvo por alteraciones genéticas, que nos definen como especie y un calendario madurativo que determina qué capacidades y destrezas son posibles en cada momento de nuestra vida.

Por ejemplo, los seres humanos nacemos con la capacidad para hablar, pero solo hablaremos cuando el cerebro alcance un nivel de desarrollo adecuado y nuestro aparato fonador esté preparado. El calendario madurativo determinará el momento en el que la adquisición del lenguaje tendrá lugar.

La parte abierta, una vez que las bases madurativas estén listas, dependerá de las interacciones de la persona con el entorno. La adquisición de un idioma concreto, el hacerlo de una forma más o menos fluida y con mayor o menor riqueza léxica-semántica es posible porque el lenguaje no es un contenido cerrado, como el color de los ojos o el pelo, sino un contenido abierto con posibilidad de desarrollo.

Un cerebro flexible

En el cerebro se encuentra el soporte físico de los procesos psíquicos. Las regiones de la corteza cerebral se desarrollan y diferencian anatómica y funcionalmente en diferentes momentos, ya que algunos procesos se dan antes del nacimiento y otros continúan hasta la edad adulta.

El cerebro es flexible y puede adaptarse a lo largo de la vida, incluso en situaciones de lesión cerebral. Las neuronas no están especializadas desde su formación, lo que da lugar a la modificación constante de la estructura del cerebro. A esta característica del sistema nervioso se llama plasticidad.

Se habla de períodos sensibles en el interior del cerebro para referirse a esos momentos en los que se produce la especialización de las neuronas y ciertos aprendizajes se realizan de una forma más adecuada y eficaz. Ello no quiere decir que los aprendizajes se produzcan de forma rígida en períodos fijos, sino que hay momentos más apropiados que otros para los diferentes aprendizajes. De hecho, se ha demostrado que en algunas partes del cerebro adulto hay regeneración neuronal a lo largo de toda la vida.

El origen social del aprendizaje

Los aprendizajes no están prefijados y la maduración por sí sola no es suficiente para que se produzcan: no aprendemos solos. El aprendizaje es el resultado de la interacción cotidiana que mantenemos con otras personas (padres, profesores, compañeros), y de las diversas actividades que nos plantea nuestra cultura. Es decir, un aprendizaje determinado se va a adquirir o no en función de las experiencias que vivamos.

En primer lugar, aprendemos a hacer las cosas observando o en colaboración con los demás y después, con la práctica, somos capaces de hacerlo solos. El aprendizaje es un proceso social, aprendemos en el contacto con nuestros semejantes y lo que aprendemos ha sido construido socialmente por otras personas y culturas que nos precedieron.

El papel del aprendiz

Con todo, la persona no es pasiva en este proceso. Desempeña una compleja actividad mental en la que interpreta las situaciones que vive en función de los conocimientos y de las experiencias previas que posee. Por ejemplo, si queremos que una persona aprenda las funciones del aparato respiratorio es necesario que tenga algunos conocimientos generales sobre la respiración o las partes del aparato respiratorio.

Para aprender también son necesarios los procesos cognitivos: la atención, la percepción, la memoria. Percibir, seleccionar, codificar, interpretar y recuperar la información son habilidades que están implicadas en muchos de los aprendizajes cotidianos.

Los estilos de aprendizaje

Pero no las utilizamos de la misma manera: las personas tienen distintos estilos en la forma de percibir, procesar y manejar la gran cantidad de información que le ofrece la sociedad actual. La persona hará frente a esta saturación informativa al poner en marcha las habilidades metacognitivas.

La metacognición es fundamental en el proceso de aprendizaje. Implica que la persona es consciente de lo que aprende (conocimiento metacognitivo) y que sabe cómo realizar y utilizar nuevos aprendizajes (habilidades metacognitivas/autorregulación).

El tomar conciencia de los aspectos que influyen en el aprendizaje y el hacer uso de forma deliberada e intencional de los conocimientos previos, destrezas y estrategias de aprendizaje será clave para que se produzca un buen aprendizaje.

El papel de las emociones

Pero el aprendizaje no sólo es resultado de los procesos cognitivos y metacognitivos que se utilizan para aprender y saber qué aprendemos, también debemos tener en cuenta los procesos afectivos y motivacionales, que incluyen las razones, propósitos y metas de cada uno y que determinarán la actitud del aprendiz o disposición a aprender.

Una actitud positiva y crítica ante lo que se debe aprender es fundamental pues potenciará el esfuerzo y la dedicación. El vivir el aprendizaje como una oportunidad de crecimiento personal, sentir interés por aprender, trabajar por el placer de aprender y sentirse competente al dominar la tarea, son cruciales para que se produzca un aprendizaje significativo.

Las emociones y sentimientos que experimentamos cuando aprendemos dependen de nuestro autoconcepto y autoestima y mediatizarán los procesos cognitivos, metacognitivos, motivacionales y relacionales que se ponen en marcha durante el proceso de aprendizaje.

En la sociedad actual el conocimiento está en continua transformación, esto hace necesario el aprendizaje continuo que se produce a lo largo de toda la vida.

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Elena Sanz

Redactora jefa / Editora de Salud y Medicina

¿Cómo afecta comer tarde o dormir poco a nuestra salud intestinal?

24 noviembre, 2023

Fuente: http://www.theconversation.com


Publicado: 22 diciembre 2022 19:58 CET

Autoría

  1. Amanda Cuevas Sierra. Postdoctoral researcher, IMDEA ALIMENTACIÓN
  2. Alfredo Martínez Hernández. Director de Precision Nutrition and Cardiometabolic Health Research Program y Cardiometabolic Nutrition Group, IMDEA ALIMENTACIÓN
  3. Elizabeth do Nascimento. Associate Professor II of the Department of Graduation in Nutrition of UFPE. Professor in the Postgraduate Program in Nutrition of UFPE in the research line of Experimental Nutrition and Metabolism, Universidade Federal de Pernambuco (UFPE)
  4. Nathalia Caroline de Oliveira Melo. Doctoral student in Nutrition at UFPE/Brazil, in the area of experimental nutrition, intestinal microbiota and chrononutrition, Universidade Federal de Pernambuco (UFPE)

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Amanda Cuevas Sierra recibe fondos del proyecto DIETARY DEAL (ref. AC21_2/00038), METAINFLAMACION (ref. Y2020/BIO-6600) y de Acción Estratégica en Salud. Contratos Sara Borrell 2022.

Alfredo Martínez Hernández recibe fondos del proyecto DIETARY DEAL (ref. AC21_2/00038) y METAINFLAMACION (ref. Y2020/BIO-6600)

Elizabeth do Nascimento recibe fondos de Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico (CNPq) y de la Fundação de Amparo a Ciência e Tecnologia de PE (FACEPE) de gobierno de Brasil.

Nathalia Caroline de Oliveira Melo recibe fondos de Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico (CNPq), de la Prorrectoría de Posgrado de la Universidad Federal de Pernambuco (PROPG) y de la Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior (CAPES) de gobierno de Brasil.

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Se repite día tras día y semana tras semana. Tenemos un horario para todo: para comer, para trabajar, para hacer ejercicio, para actividades de ocio, para dormir… Todo esto repartido durante las 24 horas del día, de manera que presentamos unos patrones periódicos que nos vienen dados desde nuestros antepasados.

Al compás de nuestro reloj interno

Durante el día nos mantenemos activos y con la llegada de la noche se producen cambios fisiológicos que nos preparan para el sueño. Es como un reloj. Un reloj interno que nos avisa que va a producirse un cambio en el organismo y que se está preparando para comer, para dormir, para despertarse… Recibe el nombre de ritmos circadianos.

Estos hacen referencia a todos los tipos de cambios (físicos, mentales y de conducta) que se repiten día a día, cada 24 horas aproximadamente. No es difícil percibir la importancia de mantenerlos. Todos alguna vez hemos estado en una celebración hasta altas horas de la noche o hemos tenido días cargados de tareas sin tiempo para comer ni dormir correctamente y hemos sufrido las consecuencias.

Lo cierto es que el estilo de vida occidental no ayuda a que los ritmos circadianos se mantengan. Disfrutamos de menos horas de luz natural que nuestros antepasados, ya que somos más sedentarios y hemos aumentado considerablemente el número de horas frente a las pantallas. A esto se suma un mayor nivel de estrés, una vida social que nos descabala el horario y una alimentación basada en productos azucarados y ultraprocesados.

Son factores que alteran significativamente nuestros ritmos naturales. ¿Qué implicaciones puede tener? Este desajuste se relaciona con falta o mala calidad del sueño, cambios de humor, aumento del estrés, desorientación, problemas de memoria, fatiga y ansiedad, entre otros males. Y si se mantienen en el tiempo pueden acarrear consecuencias mucho más graves.

Las bacterias tienen sus propios biorritmos

Pero las alteraciones del ritmo circadiano no solo nos afectan a nosotros: también las acusan nuestras bacterias intestinales, que tienen sus propios biorritmos sincronizados con los nuestros. ¿Puede entonces un desarreglo en los relojes internos afectar a nuestra salud intestinal? Definitivamente sí.

Las perturbaciones en los ritmos biológicos están estrechamente relacionadas con cambios en la digestión y metabolismo. Entonces se produce un desajuste en el metabolismo de la glucosa y más riesgo de aumento de peso y presión arterial, así como una desregulación de las hormonas que controlan el apetito y que favorecen la preferencia de alimentos ricos en azúcares y grasas saturadas.

Esto puede provocar una disminución en la sensibilidad a la insulina, una menor tolerancia a la glucosa y una alteración del perfil de lípidos en el organismo. Son alteraciones que impactan directamente en la salud intestinal y, por tanto, en la microbiota.

Y no es extraño que se produzca esta relación, ya que la digestión de los alimentos ocurre durante el día, momento en el que el intestino se mantiene activo y en condiciones óptimas para absorber nutrientes. Cuando comemos, ponemos en hora los relojes de los órganos y tejidos implicados en la digestión: el estómago, el páncreas, el hígado, el intestino y el tejido adiposo.

Si alteramos los horarios, alteramos la microbiota

¿Y qué le pasa a la microbiota si comemos tarde? Por ejemplo, tomar la comida del mediodía a las 4 de la tarde provoca un desfase en el reloj, una interrupción del ritmo normal de la función intestinal y una alteración de la composición y funcionalidad de las bacterias intestinales.

La microbiota se ve principalmente afectada por el tipo de alimentación que seguimos día a día. Pero la alteración de los horarios de ingesta (ya sea por conducta alimentaria, por ayuno o por aumentar la frecuencia de comidas) también tiene un impacto sobre ella. Las bacterias intestinales presentan sus propias fluctuaciones dependiendo el momento del día, tanto en composición como en funciones.

De hecho, la evidencia científica nos muestra que cuentan con un ritmo circadiano propio, que intentan sincronizar con su hospedador para poder sacar el máximo provecho de él.

La mayor parte de las investigaciones sobre la microbiota y los ritmos circadianos se han llevado a cabo en animales. Cabe señalar los estudios enfocados al ayuno intermitente, que han revelado algunos beneficios en ratones, como el aumento de la diversidad microbiana, la reducción de la inflamación y la producción de compuestos beneficiosos por parte de las bacterias intestinales.

En humanos, un trabajo llevado a cabo con mujeres observó que comer tarde invierte el ritmo de la diversidad microbiana oral. Entonces, por contra, aparece un patrón propio de situaciones de enfermedad similar al que ocurre en la obesidad o en trastornos de inflamación intestinal.

Sin embargo, no hay que olvidar que la microbiota intestinal es como una firma única y personal de cada sujeto, por lo que cada persona responderá de manera diferente tanto al ayuno intermitente como al cambio del horario de comida.

El influjo de los microbios en nuestro sueño

Estos estudios evidencian que la microbiota intestinal se ve afectada por un desfase en los ritmos biológicos, ya que estas activan o desactivan genes involucrados en el metabolismo bacteriano dependiendo del momento del día. Pero se trata de una relación bidireccional: el metabolismo de las bacterias intestinales también es capaz de modular el ritmo circadiano.

¿Cómo lo hace? Su influencia puede darse de dos maneras: mediante la producción de metabolitos a partir de los alimentos que ingerimos o respondiendo al desfase horario con cambios en la abundancia de ciertos grupos bacterianos.

Así, el microbioma intestinal es responsable de la producción de algunos de los compuestos químicos (los citados metabolitos) que acaban en nuestro torrente sanguíneo y pueden inducir o favorecer el sueño. Las bacterias sintetizan esas sustancias a partir de los alimentos que tomamos, y cuándo los tomamos, gracias a su propio metabolismo.

Por ejemplo, las bacterias Streptococcus y algunas cepas de Escherichia y Enterococcus contribuyen significativamente en la vía de producción de serotonina, vinculada al ciclo de sueño y vigilia. Otro neurotransmisor, el ácido gamma-amino butírico –procedente de la fermentación de la fibra alimentaria por la microbiota— podría promover el sueño mediante una acción en los mecanismos sensoriales de la vena porta del hígado.

Nuestra comunidad microbiana también puede responder a la alteración del ritmo circadiano o a su baja calidad modificando la cantidad de algunos grupos bacterianos. En casos extremos se puede llegar a un estado de disbiosis, es decir, una predominancia de bacterias perjudiciales sobre las beneficiosas.

Con el fin de aportar más información sobre los efectos de la desregulación de los ritmos biológicos, investigadores de la Universidad Federal de Pernambuco (Brasil) e IMDEA Alimentación (Madrid) trabajan en conjunto para estudiar los ritmos de ayuno y alimentación sobre la microbiota intestinal, el efecto que esta puede tener sobre la obesidad y la búsqueda de biomarcadores bacterianos de ingesta dietética en los proyectos denominados DIETARY DEAL y METAINFLAMACION.

Convertirse en caballero Jedi mejora el estado físico y la salud

26 octubre, 2023

Fuente: http://www.theconversation.com

Publicado: 6 diciembre 2022 20:48 CET

Autoría

  1. Isaac José Pérez López. Profesor en Ciencias del Deporte, Universidad de Granada

Cláusula de Divulgación

Isaac José Pérez López no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

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Este artículo está basado en hechos reales: convertirse en caballero Jedi ha mejorado el estado físico y la salud de un grupo experimental de estudiantes. Concretamente los elegidos para el proyecto Star Wars: los primeros Jedi de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Granada.

La clave del proyecto consiste en utilizar la ficción, en este caso la atractiva narrativa de Star Wars, para que los jóvenes se involucren en cumplir con un programa pensado y diseñado para mostrar a los futuros profesores métodos de enseñanza estimulantes y, en el camino, mejorar su aprendizaje, su estado físico y su salud. Si no cumplían con el entrenamiento, corrían el riesgo de caer en el Lado Oscuro de la Fuerza.

El proyecto ha sido uno de los ganadores del premio a la Innovación Educativa de SIMO Educación.

Así comienza este innovador capítulo de la saga:

El maestro Guidoogway, amigo de juventud del maestro Yoda, tenía como misión preparar a un grupo de jóvenes padawan para hacer frente al Lado Oscuro en la galaxia educativa.

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Entrenamiento para ser un caballero Jedi

Los alumnos tuvieron que insertar en sus dispositivos móviles un contador regresivo que restaba tiempo de vida si no aprovechaban el aprendizaje ofrecido. Si el contador llegaba a 0, habían sucumbido a las tentaciones del Lado Oscuro de la Educación. Esto sería señal de que principios como la comodidad, el conformismo y la desidia se habían impuesto a los del Lado Luminoso: pasión, compromiso, creatividad.

El contador de tiempo formaba parte de una aplicación (diseñada ad hoc) desde la que se gestionó todo el proyecto. A través de la aplicación debían mostrar evidencias de su potencial y del dominio que tenían de la Fuerza (de su aprendizaje). Gracias a ella tenían una respuesta continua y casi inmediata de su nivel de implicación en el proyecto y de la calidad de su trabajo.

Mediante la aplicación, los padawan gestionaban actividades habituales en su día a día como, por ejemplo:

  • Comprar víveres: tenían que conseguir comida y agua, y era la manera más habitual de mejorar su nivel de midiclorianos (que simbolizaban el aprendizaje que iban adquiriendo). El maestro les planteaba retos formativos (que representaban la comida dentro de la aventura) y retos creativos (que representaban el agua).
  • Seguimiento de maestros Jedi de cabecera: desde la propia app los padawan podían conectarse a Twitter y seguir a personas relevantes del mundo de la Educación en general y de la Educación Física en particular. Y, al mismo tiempo, compartir lo vivido y aprendido.
  • Viajes interplanetarios: la aplicación estaba conectada con Runtastic, y los futuros Jedi podían lograr bonificaciones especiales de tiempo si semanalmente cumplían una serie de kilómetros a un ritmo determinado, montando en bicicleta o corriendo. Dentro de la narrativa, simbolizaba la realización de viajes a otros planetas para concienciar a sus habitantes de la necesidad de unirse a la Alianza Rebelde y, de este modo, sumar fuerzas para poder construir entre todos un futuro más esperanzador en la galaxia educativa.
  • Viajar hasta Dagobah (solicitar y tener tutorías): tenían un calendario para solicitar citas con el maestro Guidoogway y resolver cualquier tipo de duda relacionada con los diferentes retos que debían superar en la aventura.

Un lugar para el padawan

La app contaba con un apartado de “padawan” (jugador/a) desde el que se gestionaba la parte más gamificada de la experiencia. En este apartado se incluía la “Clasificación individual y de Clanes Jedi” y el “Nivel” de cada cual en función de los logros y evidencias que debían ir mostrando de su aprendizaje.

Los puntos de experiencia logrados –XP– les permitían obtener diferentes cartas de privilegios.

El “Historial” de todos sus movimientos durante la aventura recogía sus ingresos de tiempo –al recibir el feedback de un reto, realizar los viajes interplanetarios, etc.– y también los gastos (como sucedía al comprar los retos).

La aplicación Star Wars: los primeros Jedi. Author provided

Y lograron salud, mejor forma física e implicación

Tras la intervención, los participantes en el proyecto tenían un índice de masa corporal (IMC), circunferencia de la cintura, índice de masa grasa y porcentaje de grasa corporal significativamente más bajos en comparación con el grupo control.

La reducción de todos esos parámetros relacionados con la obesidad del alumnado universitario, además, se reforzó con el incremento de su práctica de actividad física, mejorando su buena forma cardiorrespiratoria. Circunstancia de gran relevancia, puesto que un mal estado cardiorespiratorio aumenta el riesgo de mortalidad por encima incluso de la obesidad, el tabaquismo o la hipertensión.

La razón por la que se lograron resultados tan positivos con respecto al IMC ha sido la implicación. Utilizar la simbología de los caballeros Jedi tuvo un enorme poder motivador. Los alumnos vivían en primera persona aquello que previamente han disfrutado como espectadores. Así, se incremento su IMC. Pero no ese que le preocupa a mucha gente con respecto a su peso, sino el IMC que debe tener como referencia todo docente, es decir, la implicación, la motivación y el compromiso del alumnado con respecto a su salud y aprendizaje.

Este proyecto es un ejemplo de lo que denomino gamificción, es decir, aprovechar los principios y principales elementos motivadores de los juegos en la adaptación de una referencia fílmica (serie de televisión o película), para construir experiencias de aprendizaje memorables para el alumnado.

Los resultados mencionados no se han logrado solo de manera puntual, sino que, por ejemplo, esta última variable, el estado cardiorrespoiratorio, se logró mejorar en proyectos previos también basados en diferentes referencias fílmicas, como en el caso del proyecto Matrix rEFvolution y $in Time.

Al más puro estilo del maestro Yoda:

De jugar y soñar nunca olvidar debéis.

ETA ya no mata, lo que matan son las Urgencias sin médico

11 octubre, 2023

Fuente: http://www.infolibre.es

Benjamín Prado

14 de noviembre de 2022 20:16h

Actualizado el 15/11/2022 06:00h

@pradobenjamin

La realidad ha muerto, las noticias la han matado; o, por ser más exactos, ha acabado con ella el exceso de información, ese río revuelto de rumores y calumnias que corre por redes y redacciones, que lo salpica todo y está lleno de remolinos y pirañas. Lo llaman fake, a la apoteosis de lo falsificado, y es una forma de desprecio: quien manipula, cambia, deforma, tergiversa… siempre lo hace desde el convencimiento de que los otros son fáciles de engañar, unos incautos capaces de creer lo increíble y fumarse lo infumable siempre y cuando quien se lo ofrezca y le dé fuego sea de los suyos. Por eso hay quien apoya y vota a quienes van contra sus propios intereses, porque es de su cuerda, está en sintonía con su ideología. Al enemigo ni agua; al compañero de viaje, lo que pida.

La manifestación del domingo contra Isabel Díaz Ayuso y su guerra sin cuartel contra la Sanidad pública habría empujado a la reflexión a cualquier política o político honrados, pero quizá el problema es que no hay empujón que valga cuando estás al borde de un abismo. Así que su particular huida hacia delante consiste en no moverse, en defender lo indefendible y contra todas las evidencias. Y, por encima de todo, en mentir, mentir y mentir, da igual si se trata de mantener que las Urgencias de los ambulatorios funcionan a la perfección o, si no lo hacen, que es por culpa de las y los médicos y enfermeros que las sabotean, cuando todo el que tenga ojos ve el desastre que ha generado su despido de miles de profesionales y su apuesta desvergonzada por las clínicas privadas; o si se trata de negar la catástrofe de los geriátricos durante la pandemia, en gran parte debida a la orden de su Gobierno de no atenderlos en los hospitales, algo que no ven sospechoso los mismos tribunales que se atreven a secuestrar un sello de Correos que homenajeaba el centenario del Partido Comunista. No respetan ni a los muertos, ni a los vivos, ni a los que quieren morir, sólo a los no nacidos y a los criminales de guerra como Millán Astray, Queipo de Llano o el propio Funeralísimo, con cuya retirada de la vía pública no están nunca de acuerdo.

La manifestación del domingo contra Ayuso y su guerra sin cuartel contra la Sanidad pública habría empujado a la reflexión a cualquier política o político honrados, pero quizá el problema es que no hay empujón que valga cuando estás al borde de un abismo

Ayuso podría haberse puesto a pensar, mirarle a los ojos a la muchedumbre que salió a la calle contra ella y su ataque por tierra, mar y aire contra la Seguridad Social de la que estábamos, y con razón, tan orgullosos, y aceptar que cuando juegas con la salud de las personas estás cometiendo un atentado contra sus derechos y contra su propia existencia. Pero no, en lugar de eso, instiga a sus subordinados a despreciar la marcha, sentenciar que fue un fracaso, cuando las imágenes de la concentración demuestran absolutamente lo contrario, y a salirse por la tangente con la payasada de que “el noventa y nueve por ciento de los madrileños no la secundaron.” A punto han debido de estar de llamar a los presentes “anti-madrileños” igual que el dictador llamaba a sus víctimas republicanas “anti-españoles.”

Se es soberbio por falta de ideas, porque sólo desde la arrogancia se puede sustituir un argumento por un insulto a la inteligencia como los que ella acostumbra a hacer y que, cómo no, terminan por definirla. Aparecer al día siguiente del clamor popular en su contra y ponerse a hablar de la ETA deja claras dos cosas: su falta de ideas, escondida tras la repetición de tres o cuatro eslóganes que la hagan aparecer como defensora de la unidad de España y todo eso, y su escaso respeto por los demás, de quienes sólo parecen importarle quienes la lleven en procesión, la justifiquen y sostengan o, por supuesto, cubran de oro a la familia con avales sospechosos e intermediaciones que hacen crecer el dinero en los árboles del hermano, la madre o el padre. Tampoco han visto jueces y fiscalías nada digno de ser investigado en todo ello, ni en la tragedia de las residencias de ancianos: lo verdaderamente peligroso es el sello de Correos del PCE. Esto no lo mejora ni un chiste de Gila.

Habrá que ver si la baladronada que ha hecho fortuna por esas tertulias de Dios, “cuanto más se censura a Ayuso, más la votan” y el remate que rueda por ahí tras lo ocurrido el domingo, “con esto, mayoría absoluta”, lo confirman o lo desmienten las elecciones autonómicas y locales de mayo. Pero, de momento, que ella y los suyos —de dentro y de fuera— solucionen lo que, al parecer, para ellos es un simple trámite, mirando para otra parte, cambiando de tema y despreciando lo ocurrido, no parece que sea un camino que lleve a ninguna parte. Los centros de salud continuarán estando saturados, la atención nocturna no funcionará por falta de personal y de medios y su chapuza disfrazada de tecnología, consistente en suplir a los profesionales por ordenadores o tabletas electrónicas, traerá más desesperación, más sufrimiento y más dramas. Quién sabe si algo de eso le importa. ETA ya no mata, lo que matan son los hospitales sin plantilla, las listas de espera y las Urgencias sin médico.

Greta mal, las del museo mal, protestar contra el cambio climático siempre mal

21 septiembre, 2023

Fuente: http://www.eldiario.es

  • Conclusión: no protesten. O háganlo sin molestar, que nadie tiene la culpa: ni Goya, ni los turistas del museo, ni los gobiernos en la cumbre, ni las empresas comprometidas con reducir emisiones y plantar árboles.

Isaac Rosa

Activistas ecológicas se pegan al marco de los cuadros de 'Las Majas' de Goya en el Museo del Prado.
Activistas ecológicas se pegan al marco de los cuadros de ‘Las Majas’ de Goya en el Museo del Prado. FUTURO VEGETAL

6 de noviembre de 2022 22:25h
Actualizado el 07/11/2022 08:52h 

“Atentan en el Prado contra Las Majas de Goya”, titulaba un diario español. Atentan. Atentado. La palabra no se ha caído ahí, está escogida con toda intención. Ya saben cómo se llama a quienes comenten atentados. No hace falta ni que lo escriban, nos sale sola en cuanto leemos “Atentado”: terroristas. Daba igual que la acción fuese más una performance que un atentado, sin intención de dañar, solo llamar la atención: un atentado.

Curiosamente, graciosamente, ese mismo periódico que tan bien escoge las palabras, se mofaba hace tres años de otra activista, la joven sueca Greta Thunberg, que no echaba puré sobre cristales protectores ni se pegaba al marco de un cuadro. “El show de Greta”, titulaba entonces al informar de la llegada de la activista a la cumbre de Madrid. Durante meses ese mismo periódico, y otros similares que también condenan hoy con dureza lo del Prado, pusieron la lupa sobre Thunberg para desvelarnos que en realidad no era tan ecologista como decía, que sus viajes también contaminaban, que era una niña consentida, que tenía problemas mentales, que acabaría siendo una muñeca rota, que su familia era esto o lo otro, mientras sus columnistas, tan graciosos siempre ellos, hacían juegos de palabras y rimas simpatiquísimas con la muchacha. “Ecolojeta”, la llamaba uno. “La profeta loca”, decía otro. “La niña de la curva ecológica”, remataba el más ocurrente.

Conclusión: si protestas como Greta, haciendo huelga frente a tu instituto los viernes, viajando en tren a una cumbre y pronunciando discursos, mal. Si protestas como las activistas del Prado, que no causaron ningún daño pero consiguieron sobresaltarnos, mal también. Niñata una, terroristas otras. Inofensiva una, peligrosas otras. Todas mal. Tampoco es que esos mismos periódicos aplaudan cuando las activistas cortan carreteras, irrumpen en actos públicos, arrojan pintura en la puerta de una empresa o señalan una industria contaminante. En el mejor de los casos las ignoran, las invisibilizan. Todo mal.

Conclusión: no protesten, niñas. O háganlo sin molestar, que nadie tiene la culpa del cambio climático: ni las Majas de Goya, ni los turistas interrumpidos en su disfrute del museo, ni los conductores atascados por su inoportuna sentada en mitad de la calle, ni los gobernantes que ya se reúnen en cumbres para arreglarlo, ni las empresas que mira tú cómo se comprometen con reducir emisiones, plantar árboles y usar correo electrónico en vez de cartas de papel. No protesten, no hagan el ridículo, no cometan atentados.

En el mismo periódico, en cualquiera de esos periódicos que llaman terroristas a unas y niñatas ecolojetas a otras, pasas la página y te encuentras con la noticia de que los últimos ocho años han sido los más cálidos de la historia, el aumento del nivel del mar se ha duplicado en treinta años, y las palabras del secretario general de la ONU avisando de que el cambio climático “a velocidad catastrófica está devastando vidas y formas de vida en todos los continentes”.

Y ahí, en ese pasar la página, a un lado lo del museo, al otro el último informe, en ese pasar una simple página es cuando algo nos hace clic, o quizás crac. Una de las dos cosas no puede ser verdad: o las activistas, lo mismo Greta que las del museo, se equivocan; o la ONU y los expertos se equivocan. Porque si el cada vez más amplio consenso científico está en lo cierto, y estamos entrando en una zona incierta e incontrolable, que va a tener (que ya está teniendo) consecuencias terribles sobre la parte más vulnerable de la humanidad y compromete nuestra vida futura en el planeta, entonces lo criticable no es que manchen el cristal protector o el marco de un cuadro, sino que no hagan algo más, mucho más que una pintadita en un museo. Que no hagamos algo más, mucho más, nosotros que nos indignamos tanto (yo el primero) al ver el arte, el Arte, amenazado y profanado, y lo rechazamos y nos burlamos y nos ponemos estupendos y les damos lecciones de activismo, como antes nos tomamos a coña (yo el primero) a la cría sueca; pero nos indignaremos un poquito menos (yo el primero) cuando dentro de diez días la cumbre de Egipto se cierre con otro fiasco.

¿Mi opinión sobre lo del museo? Muy mal, claro. Todo mal, siempre mal.

¿Es sano comerse un bocadillo?

14 septiembre, 2023

Fuente: http://www.theconversation.com

Publicado: 2 noviembre 2022 16:29 CET

Autoría

  1. Alejandro Hernández Mateos. Licenciado en Farmacia y en Nutrición y Dietética. Asesor en nutrición., Universidad Miguel Hernández
  2. Isabel Gonzalez-Alvarez. Profesor Titular Grado en Farmacia. Area de Farmacia y Tecnologia Farmaceutica. Dpto Ingenieria, Universidad Miguel Hernández
  3. Maria del Val Bermejo Sanz. Catedrática area de Farmacia y Tecnología Farmacéutica, Universidad Miguel Hernández
  4. Marta González Álvarez. Directora del Master de Dermofarmacia y Cosmética UMH, Universidad Miguel Hernández

Cláusula de Divulgación

Marta González Álvarez recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación

Alejandro Hernández Mateos, Isabel Gonzalez-Alvarez y Maria del Val Bermejo Sanz no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.

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Los bocadillos… ¡qué ricos están! Con su pan crujiente y calentito, pueden ser una delicia. ¿Quién no tiene un recuerdo de su infancia asociado a un bocadillo compartido en el patio del cole?

Y además de ricos, son muy versátiles y socorridos. Los podemos llevar para comer en la oficina, prepararlo como desayuno a los niños, almorzarlos en una excursión y son perfectos para una cena rápida cuando estamos cansados al final del día.

Pero siempre que pasamos una temporada consumiendo más bocadillos de lo normal nos surgen las eternas preguntas: ¿estaremos abusando del pan? ¿Tanto bocadillo es bueno para la dieta de los niños? ¿Comer bocadillos nos hace engordar irremediablemente?

Mejor bocatas que ultraprocesados

Vivimos en una sociedad cada vez más consciente de que la nutrición es determinante para mantener un buen estado salud a corto y largo plazo. ¿Pero cómo nos informamos de qué alimentos o comidas son sanos?

La sobreinformación disponible en internet no ayuda demasiado. Quizás el mejor criterio es considerar que todos los alimentos naturales son sanos en su justa medida, y que la clave está en el equilibrio. También cuando se trata de bocadillos.

En principio, el bocadillo puede ser una comida saludable. Siempre, eso sí, que su consumo no desplace a otros alimentos como son frutas, verduras, legumbres… Pero eso ya lo sabíamos ¿verdad? No debemos alimentarnos solo a base de bocadillos, porque desequilibraría nuestra dieta. Esto es aplicable a cualquier otro alimento, ya que el consumo exclusivo de algo hace que se desplacen otros alimentos que también son necesarios.

Dicho esto, comer un bocadillo a media mañana como almuerzo o, eventualmente, como comida o cena rápida puede ser saludable si se eligen de forma correcta los ingredientes. La buena noticia es que en ese caso incluso se puede considerar una comida equilibrada, que aporta la energía y nutrientes necesarios y sin exceso de calorías.

Por supuesto, el bocata es una opción mucho más aconsejable que cualquier plato procesado, que por norma suele abusar tanto de las grasas saturadas como de la sal para proporcionar esa palatabilidad que tanto gusta a todo el mundo. Sin mencionar los conservantes, edulcorantes y colorantes.

Receta para elaborar un bocadillo saludable

La definición de bocadillo como pieza de pan abierta o conjunto de dos rebanadas en cuyo interior se coloca o se unta algún alimento nos da a entender que en el bocadillo podemos incluir prácticamente cualquier tipo de ingrediente tanto crudo como cocinado. En función de lo que coloquemos entre las rebanadas su aporte energético puede oscilar entre 150 Kcal y más de 500 Kcal.

El bocadillo saludable podría incluir los siguientes componentes en proporciones adecuadas:

1. Pan: Debe ser de la mejor calidad posible, preferiblemente integral incluyendo diferentes cereales no refinados e incluso semillas, que nos aportaran minerales y grasas saludables, además de fibra. Eso permite una absorción más lenta de los hidratos de carbono y aumenta la sensación de saciedad. Conviene evitar el pan blanco, con cereales refinados y mínimo contenido en fibra, que hace que absorbamos los hidratos de carbono rápidamente y reduce la saciedad.

2. Vegetales: Conviene incorporar una o más hortalizas o vegetales, tanto crudas como cocinadas, como tomate, lechuga, cebolla, calabacín… Aportan vitaminas, minerales y fibra.

3. Proteínas: Pueden ser de origen animal (jamón, pechuga de pollo, lomo, atún…) o vegetal (hummus, tofu…). Cuando optemos por fiambres, como las lonchas de pavo o de jamón de york, hay que fijarse en el porcentaje de carne que contienen: mejor cuánto más alto. El contenido de sal es otro factor a tener en cuenta.

4. Grasa: Conviene elegir una grasa saludable y en proporciones no demasiado elevadas con el fin de aportar palatabilidad y caracteres organolépticos deseables. Entendiéndose por grasas saludables las mono o poliinsaturadas, es decir, aguacate, aceite de oliva, frutos secos, semillas… Estas nos van a proporcionar los famosos omega-3, 6 o 9, según la que hayamos elegido, que tienen múltiples beneficios para la salud, además de minerales. Nuestra recomendación es evitar las salsas comerciales.

Además, el bocadillo se puede complementar con una fruta o con un lácteo como postre con lo que se terminaría de asegurar la calidad de la comida.

Ejemplos de bocadillos saludables serían:

  • Bocadillo de atún, pimientos asados y aceitunas.
  • Bocadillo de pechuga de pollo a la plancha, queso, espinacas, tomate y mayonesa casera.
  • Bocadillo de atún, huevo duro, lechuga, tomate, aguacate.
  • Bocadillo de queso fresco, calabacín a la plancha, tomate seco y AOVE.
  • Bocadillo de hummus, berenjena a la plancha y queso.
  • Bocadillo de pechuga de pavo, tomate, lechuga, queso y aguacate.
  • Bocadillo de jamón serrano, tomate y AOVE.
  • Bocadillo de tomate, aguacate y salmón ahumado

Todos deberían prepararse con un pan integral de calidad.

‘Food Market’, el juego de mesa ‘made in’ Albacete que promueve una alimentación saludable

5 junio, 2023

Fuente: http://www.eldiario.es

  • Se lanzará en la Feria de Albacete y tiene como objetivo para enseñar buenos hábitos y cultura gastronómica a los más pequeños de la casa.
Juego 'Food Market'
Juego ‘Food Market’ Aitor Sanchez

Elena Martínez Vázquez

4 de septiembre de 2022 18:32h 

“Hemos ideado un juego de mesa, ‘Food Market’ dinámico y divertido, en el que todo el mundo pueda entender su funcionamiento con facilidad, creando un espacio diferente donde aprender sobre nutrición sea espontáneo y entretenido”, explica Aitor Sánchez, nutricionista y autor de Albacete en una entrevista a AlbaceteCapital.com.

Cinco albaceteños (Aitor, Francisco, Santos, Álvaro e Ismael) vieron que existía la necesidad de un juego de mesa educativo y entretenido relacionado con la alimentación. Un pasatiempo divertido ambientado en la realidad que viven algunas familias actualmente. “El yo quiero salir del mercado con una compra saludable, pero tengo varios obstáculos ya sea por el entorno de trabajo o familiar. Este juego ofrece una dinámica entretenida para aprender a llevar una dieta equilibrada”, cuenta Aitor.

Tras un año y medio, este juego 100 % albaceteño, podrá ver la luz el próximo 5 de septiembre. “Un proceso largo ya que todas las dinámicas están muy bien pensadas. Lo que más nos ha gustado ha sido trabajar la parte creativa, una de las grandes apuestas de los juegos son las ilustraciones y las de ‘Food Market’ han sido creadas por dos compañeras más (Sol y Dani) que les han dado mucha personalidad”, señala el nutricionista. También ha querido destacar la personalización de los alimentos en el juego mezclando nombres conocidos para hacerlos más divertidos.

Un juego para todos los públicos, familiar, donde los adultos al ver la identificación de los productos “pillen las referencias y se echarán unas risas” y los más pequeños “verán los alimentos saludables desde otra perspectiva”, añade Aitor.

Como mejor anécdota el nutricionista nos cuenta que ha sido a la hora de crear los personajes donde ha habido debates. Sobre todo, a la hora de elegir el nombre de los alimentos “menos sanos”. “No queríamos criminalizar a ningún alimento y por ejemplo los productos ultra-procesados que aparecen queremos que sea un guiño sin entrar a nombrar ninguna marca en concreto. Por lo general se podrán encontrar las ‘fritangas’, la ‘Azuquita’ o el ‘Bolly-Kao’ como cualquier otro producto”, dice.

En este sentido, este juego tiene toques de interculturalidad porque “hemos metido alimentos y personajes de otros países para introducir la diversidad sexual, cultural y gastronómica. Un aspecto que consideramos importante para ir aprendiendo y descubriendo ciertas cosas mientras juegas y te diviertes”, resalta el autor.

La presentación del juego de mesa tendrá lugar el viernes 9 de septiembre a las 13:30 en el Recinto Ferial de Albacete (Stand Globalcaja) y contará con la intervención de Aitor Sánchez, el conocido nutricionista y autor albaceteño, que es uno de los creadores del proyecto ya que este juego ha sido impulsado por cinco albaceteños.

“Al ser los cinco creadores del juego ‘Food Market’ de Albacete queríamos presentarlo en nuestra ciudad. Además, la librería Herso será la primera que cuente con el juego para poder adquirirlo, también se podrá comprar de forma online. Estas son las dos formas de poder tenerlo”, añade Aitor.

Juego de mesa ‘Food Market’

Los autores del juego tienen un compromiso con el pequeño comercio y hacen apología de ello como ir a comprar al mercado de forma presencial y distribuir el juego en pequeñas librerías o establecimientos. “No contemplamos la gran distribución, directamente será la nuestra online y con las ‘tiendas amigas’ de diferentes rincones de España”, explica el nutricionista.

Por el momento el juego estará a la venta desde el día 5 de septiembre a través de la web foodmarketjuego.es, también se podrán adquirir las primeras unidades en la presentación, y en la Librería Herso, que será el punto de venta físico en Albacete.

¿De qué va el juego?

Este juego se ambienta en un acto tan cotidiano como la compra y la selección de alimentos, jugando a ‘Food Market’ el reto es completar una compra saludable con los alimentos disponibles en el mercado. Además, habrá que enfrentarse a los obstáculos que hay con los alimentos “menos sanos”, como son los productos ultra-procesados. Consiste en juego de cartas de 2 a 4 jugadores, orientado a todas las edades.

Asimismo, incluye pequeños detalles sobre “nuestra gastronomía como la aparición de personajes como ‘Don Quexote’, pero también es un viaje a otras culturas gracias a ‘Broco – Lee’, ‘Macarroni’ o ‘Sumo tofu’.

Un juego para “valorar los alimentos saludables donde te hará aprender de manera inconsciente y sobre todo de forma divertida”, concluye Aitor.

Por qué Netflix es el enemigo del sueño

2 junio, 2023

Fuente: http://www.eldiario.es

Netflix
Netflix

Darío Pescador

17 de febrero de 2022 22:41h
Actualizado el 18/02/2022 05:30h 

Nada como una pandemia mundial para quedarse en casa viendo una buena serie. Aunque la tendencia venía de antes, en 2020 el número de seres humanos que paga por Netlix o algún otro servicio de streaming se disparó hasta alcanzar los 1.1000 millones de personas, un 26 % más que el año anterior. A cambio, las salas de cine perdieron un 18 % de su cifra de negocio.  

Saca la televisión del dormitorio

MÁS

Se podría explicar el ascenso de Netfllix y otros como una consecuencia directa de las restricciones impuestas por la pandemia: si no se puede salir de casa tanto como antes, el ocio se consume en casa. Sin embargo, hay indicios para pensar que se trata de algo más. Ver series compulsivamente, una temporada entera detrás de otra, no es simplemente consumir entretenimiento, es una señal de alarma del cerebro, y algo que está afectando al sueño de millones de personas.

Un estudio reciente comparó los hábitos de ver series en 2015 y 2020 y observó que habían aumentado tanto el consumo de series como los “maratones” en los que se ven tres o más episodios de una hora seguidos. La distracción y el escapismo son formas habituales de enfrentarse al estrés y la incertidumbre, pero los atracones de series están muy relacionados con una mayor soledad, insomnio, depresión y ansiedad

Pensamos que vemos series porque nos relaja, y en efecto, puede ser una actividad relajante. Pero en realidad, también vemos series para evitar pensar en nuestros problemas. Esto coincide además con otra epidemia: la del insomnio. Una revisión de estudios ha comprobado que las alteraciones del sueño han aumentado en todo el mundo durante la pandemia hasta alcanzar al 40 % de la población.  

El día solo tiene 24 horas y, a menudo, el tiempo que pasamos viendo series se lo estamos robando al sueño.

Netflix contra el sueño

¿Te has “enganchado” a una serie y te has quedado viendo la temporada entera hasta las 3 de la mañana? No es un fenómeno extraño, porque el diseño de Netflix y otras plataformas está pensado para robarte el sueño: reproducen automáticamente un episodio detrás de otro, y que estrenan temporadas enteras a la vez, en lugar de episodios individuales.

“Tienes una serie o una película que realmente te mueres por ver, y acabas quedándote despierto hasta altas horas de la noche, así que en realidad competimos con el sueño, ¡y estamos ganando!”. Por si todo lo anterior te parece consagratorio, estas son declaraciones textuales de Reed Hastings, fundador de Netflix.

Una encuesta realizada en 2019 por la Academia Americana de Medicina del Sueño (AASM) descubrió que un 88 % de los entrevistados había perdido horas de sueño porque se quedó despierto “más allá de su hora” para ver varios episodios de una serie de vídeo. En el caso de las personas de 18 a 44 años, esa cifra se elevó al 95 %.

Perder horas de sueño, un día tras otro, se traduce en una deuda de sueño, que nunca se termina de pagar, como las tarjetas revolving. Si cada noche, de lunes a viernes, dormimos seis horas en lugar de ocho, la deuda acumulada es de 10 horas. El fin de semana nunca conseguimos dormir diez horas de más, y la deuda se acumula. 

La falta de sueño afecta muy rápidamente a la salud: aumento del peso y el apetito, diabetes, bajada de defensas, menos neuroplasticidad, y más posibilidades de cometer errores durante el día. Un estudio comprobó que incluso una falta de sueño moderada producía un deterioro cognitivo equivalente a la cantidad de alcohol límite para conducir. 

Además, quedarnos a ver series por la noche altera nuestro ritmo circadiano. Estamos despiertos a una hora en la que deberíamos estar dormidos, según el reloj interno de nuestro cerebro, y expuestos a la pantalla, una fuente de luz azul que suprime nuestra producción de melatonina, la hormona que induce el sueño.  

No, ver series no es relajante

El hecho de que estés en un sillón comiendo chocolate mientras vez una serie por la noche no quiere decir que hayas entrado en un estado de relajación. Este es el motivo: es poco probable que se trate de una serie aburrida, en la que no pasa nada. Con toda seguridad hay tensión, acción, suspense y muchas emociones. Todo esto induce un estado de excitación en tu organismo: aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial, así como un estado de alerta sensorial y de inquietud. Esto se llama excitación cognitiva previa al sueño, y en este estado no es posible dormir bien

En un estudio con jóvenes se comprobó que quieres se daban atracones de series tenían un 98 % más de probabilidades de tener una mala calidad de sueño debida a la excitación cognitiva previa al sueño como factor clave. 

Resulta bastante irónico que uno de los últimos estrenos de Netflix, la película Disomnia, sea una historia de terror sobre las horribles consecuencias de no dormir. 

Defiende tu sueño de tus series favoritas

Perder horas de sueño viendo historias que ocurren a otras personas no nos ayudan a solucionar nuestros problemas, que seguirán allí cuando termine la temporada, y además arruina nuestra salud. Estos son algunos pequeños cambios que pueden ayudar a cambiar los hábitos:

  • Protégete de la luz azul: baja las luces dos horas antes de ir a la cama y en su caso, usa gafas bloqueadoras de luz azul. Activa el modo nocturno de tu móvil, tablee y ordenador.
  • Vuelve a ver películas o episodios antiguos: si lo que quieres es dormir, ver una historia que ya conoces es más relajante que ver un episodio nuevo.
  • Saca la televisión del dormitorio: tu cama debe ser un altar y tu dormitorio un santuario, llevarte las series a la cama es una mala idea, es la mejor forma de que interfieran con tu sueño. 
  • Prepárate para dormir: empieza a desconectar entre media hora y una hora antes de acostarte, y esto incluye ver series. Si te metes en la cama con el cerebro activado por el suspense, dormir se hará más difícil.

¿En qué se basa todo esto?