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Entrevista a Monserrat Cervera

16 julio, 2022

Fuente: http://www.antimilitaristas.org

Un tren de mujeres para cambiar el mundo

A continuación, encontraréis la transcripción íntegra de la entrevista a Montserrat Cervera sobre el tren de mujeres y la acampada de protesta contra los ejércitos y contra la construcción de una academia militar para mujeres en Tortosa, que tuvo lugar en 1985, en torno al 24 de mayo, día internacional de las Mujeres por la Paz y el Desarme. Una movilización llena de fuerza y alegría que, como ella misma relata, tuvo un impacto muy grande en lo vivencial y en lo político. Aquí podéis acceder al artículo con varios extractos de la entrevista en el blog Planeta Desarmado: «Montserrat Cervera: si tienes una cosa clara en la cabeza, ve con tus amigas y hazla«.

Montse Cervera en una concentración contra Trump promovida por las amigas feministas estadounidenses en 2017

28 de febrero de 2022

AAM: Buenos días, bon día. Estamos con Montserrat Cervera, una mujer que es muy importante para nosotras porque es un referente para el movimiento feminista antimilitarista, y lo primero Montse que queríamos pedirte es que te presentaras tú misma.

MC: Yo siempre digo que soy una activista, feminista y antimilitarista, y que de hecho he dedicado toda mi vida adulta digamos a este activismo feminista antimilitarista que tiene que ver con muchísimas otras cosas, pero que es como el resumen de lo que me gusta presentar. Ahora ya estoy jubilada, felizmente jubilada del trabajo cotidiano, pero no del activismo.

AAM: ¿En qué colectivos participas ahora más activamente?

MC: Fundamentalmente estoy en Ca la Dona, que es un espacio feminista importante para mí, porque cómo conseguir la casa fue una de las cosas del movimiento feminista aquí en Cataluña muy importante. Y bueno, ahora tenemos una casa que mantener, que acoger, que dinamizar… y este es uno de los espacios más importantes. Luego sigo en la Red de Mujeres por la Salud, tanto en la RedCAPS como la Xarxa de Dones per la Salut en Cataluña. La salud creo que tiene que ver mucho también con la paz y con el antimilitarismo, va todo ligado.  Y después estoy en Dones per Dones, que es un grupo antimilitarista. Después de DOAN, algunas mujeres de DOAN y otras mujeres nuevas, nos incorporamos al tema con la guerra de Bosnia, e hicimos un grupo específico que aún nos mantenemos. Vamos a hacer treinta años también. Desde DOAN, en el año 1982, hasta ahora, he estado en un grupo antimilitarista específico organizado por el movimiento feminista, lo cual me parece muy importante, con altos y bajos evidentemente, como todos los grupos. Estoy en más cosas, en la Xarxa feminista, y en todo lo que puedo, pero más o menos estas son mis actividades.

AAM: Hace poco sabíamos de una acampada de mujeres que hubo en Tortosa en el año 1985 y nos resultó llamativo porque éramos varias las personas que participamos actualmente en el ámbito antimilitarista que teníamos pocas o escasas noticias de aquella movilización. Queríamos aprovechar, ya que sabemos que participaste de forma directa en aquel movimiento, para hacerte unas preguntas en relación con ello, y la primera sería que nos cuentes por qué surge esa acampada de Tortosa.

MC: Desde luego para mí es uno de los recuerdos maravillosos del movimiento feminista de esta época. Era desde Dones antimilitaristes, que en el año 82 empezamos a celebrar el día 24 de mayo, y a pensar que después del 23F, que había habido el golpe de estado, las mujeres debíamos ponernos muy atentas a todo el tema de las guerras y de las paces y contra los fascismos. Greenham Common fue una referencia muy grande. Las mujeres de Greenham, que también fuimos nosotras allí, que ahora han celebrado los cuarenta años, y hemos estado escribiendo sobre este tema.  Lo de los campamentos por la paz nos vino de aquí la idea. La idea fue de otras mujeres de Gran Bretaña.  Invitamos a una mujer de Greenham aquí a Barcelona, nos contó, y luego, empezamos a pensar: ahora, nosotras, ¿qué podemos hacer? Y entonces, creo que desde el año 85 fue el primero, y luego durante 10 años más, el día 24 de mayo hacíamos como una especie de campamento. No eran los campamentos fijos, en plan Greenham Common, maravillosos y con tantas experiencias, sino un poco con el mismo sentido: plantarnos en algún sitio que había una central nuclear, o toda una serie de cosas para hablar sobre la Paz, la desmilitarización, la desnuclearización, etc. Entonces nos llamaban “las chicas de las excursiones” porque nos llevábamos todo el movimiento a un sitio con tiendas de campaña. Fue realmente una experiencia muy importante.

Entonces, en el 85, me acuerdo con otra compañera, con Fina Rubio, que veníamos de Madrid en el tren a una reunión, y empezamos a pensar: ¿y si vamos a Tortosa (donde tenían unos terrenos ya para construir una escuela militar para mujeres)? Estábamos ahí en todo el debate de “no al ejército”, y del hecho de estar en contra de que las mujeres nos incorporáramos al ejército. Había un debate, en el que algunas mujeres decían “bueno, pero es una cuestión de igualdad, ser iguales que los hombres”. Nosotras decimos “No, no, no. Queremos que los hombres se vayan del ejército, y las mujeres no vamos a entrar para reforzar nada”. Entonces pensamos en ir a Tortosa, en ir a Tortosa en tren. Lo maravilloso fue que nos fuimos dando alas, y fuimos a Renfe, alquilamos todo un tren. La conductora era una mujer. Yo creo que ha sido la única experiencia donde todas, todas, todas las personas del tren éramos mujeres, e íbamos allí contra esta academia militar. Esto ya fue una experiencia: el tren, con pancartas, con canciones, con todo… Fue una explosión de alegría muy grande y de muchísima fuerza.

Cuando llegamos a Tortosa, que no es una ciudad maravillosamente progresista, hubo dos grupos. Nuestro grupo de amigas, que era un grupo antimilitarista, mixto. Y también había muchas mujeres, que nos estaban allí acogiendo. Paramos en Tarragona y todas subieron, y fue muy bonito. Había otra gente que nos empezó a tirar naranjas podridas, como para irnos de allí, con la idea de que realmente allí, el hecho de que hubiera una escuela militar, podía ser un fondo de más dinero, de más trabajo. Estas cosas típicas de la gente cuando no pensaba un poquito… Estuvo muy bien, porque se hizo un pasillo con gente, y luego ya fuimos por toda la ciudad, hasta que nos fuimos al campamento, y entonces gente en los balcones con mensajes por la paz y de bienvenida. Y nosotras llorando de alegría y cantando. Fue una explosión de solidaridad, y al mismo tiempo con tensión. Pero milagrosamente la policía nos permitió acampar, porque me parece que no pedíamos permisos por aquella época, o sí, igual había alguna mujer que era muy seria y lo pidió, pero no me acuerdo… Y entonces ya acampamos cerca de aquellos terrenos.

Siempre decimos que éramos mil, pero igual éramos cuatrocientas, no lo sé, pero iba todo un tren lleno, y mucha gente fue también en coches. Estuvimos dos noches, del viernes al domingo, e hicimos alguna discusión, un taller sobre el Ejército, un taller sobre las armas… un poco todo esto, Greenham, cómo hacían… Y fue una ocupación de la que lo más importante fue el haberlo hecho, el haberlo pensado. Y tuvo mucha repercusión.  Fue bonito. La prensa nos hizo caso porque era una cosa especial, y entonces vinieron, salimos en todos los periódicos, en nota pequeña, por supuesto: “feministas van a ocupar porque están en contra del Ejército…”. Nos dio una pequeña pantalla de audiencia que anteriormente no teníamos, porque otros de los 24 hicimos acampadas contra una radio militar, contra una feria de armas, y salía una pequeña nota, pero esto fue bum, nuestro día 24 de mayo más importante. No recuerdo si fue el 22, o el 23, o el 18. Creo que fue el 18-19. Ya os lo miraré exactamente porque creo que el cartel ese sí que lo conservo. Y, además, seguro que no fue por nuestra acción, pero esta academia nunca se llegó a llevar a cabo, con lo cual nosotras estábamos emocionadas, como en Greenham Common, donde al final de muchos años se fueron los misiles, a pesar de que fuera por otros intereses.

AAM: O sea, que no se construyó…

MC: No se construyó, con lo cual fue una acción maravillosa en el sentido de la fuerza que dio al movimiento. Fue muy interesante porque además era una cosa muy específica, destinada a decir a las mujeres que estábamos en contra de la violencia en el Ejército, y que éramos insumisas desde ese punto de vista. Fue muy interesante por la fuerza que nos dio estar juntas. Y luego volvimos todas en el tren, cansadas pero contentas. Fue una experiencia antimilitarista feminista con mucha alegría, con mucha fuerza, y que tuvo un impacto muy grande en nuestras vidas y en nuestro activismo.

Tren de mujeres, mayo 1985

AAM: ¿Y qué impacto tuvo en vuestras vidas y en vuestro activismo? ¿Cómo lo viviste?

MC: Lo más importante es la posibilidad de decir: si tienes una cosa clara en la cabeza, ve con tus amigas y hazla. Esto lo decía Gretel Amman, una mujer de aquí de Cataluña, una activista, que ya murió. La posibilidad de que si tienes un sueño concreto, pues lo puedes hacer. Si lo pruebas, y le pones mucha fuerza, lo puedes hacer. El impacto fue esta sensación de que tenemos un pequeño poder entre nosotras, de fuerza, de la convicción de las cosas, y la fuerza de estar reunidas y estar organizadas. Hemos sido capaces de un tren, de enredar a una maquinista, que había poquísimas, para que viniera, y para que además encontrara maravilloso que fuéramos allí. Todo este tipo de complicidades… Yo creo que sobre todo el impacto fue esto: una posibilidad de extender nuestras ideas antimilitaristas y sobre el ejército, que es siempre difícil y complicado, como sabéis muy bien ahora mismo que estamos en plena guerra. Y luego que fue decir, bueno, pues cada año vamos a hacer alguna cosa de estas. Nos reuníamos, nos relacionábamos con el movimiento mixto más grande, también hicimos muchas cosas con los insumisos, contra la mili… En el 85 pasaron muchas cosas, en Cataluña se hicieron unas jornadas feministas de los 100 años, y un aborto… Fue un año esplendoroso desde el punto de vista de actividades raras. Daba mucha ilusión. Yo como lo relaciono todo, el derecho al propio cuerpo con el derecho a no ir al ejército… Fue un año que nos dio un sentimiento de alegría, porque después de todo estábamos hartas. Después del 76, 77, el movimiento feminista estaba muy enfadado, muy decepcionado con los gobiernos. Y luego la pequeña insitucionalización: muchas mujeres pensaban que era una época buena para estar en instituciones. Era una época muy complicada, y por eso para mí, estos dos hechos, que, seguro que hubo muchos más, fueron en mi activismo concreto de un impacto muy alto en época de crisis, de decepciones… aún puedes coger las fuerzas para volver a insistir, y que dure muchos años. Lo estoy contando, y cuando recuerdo lo de Greenham que hicimos allí… esto es para siempre.

AAM: en este lío total que comentas, con la efervescencia de ese año, ¿quién organizó todo esto? Me imagino que sería un crisol de gentes…

MC: Sí, pero no te creas. DOAN era el grupo impulsor, 10 o 15 matadas, o sea que…

AAM: DOAN, ¿nos puedes decir qué es?

MC: Dones Antimilitaristes, el grupo. Estábamos en la Coordinadora Feminista con muchos otros grupos. Con lo cual, nosotras éramos como la referencia del movimiento pacifista, internacionalista. Aunque la organización fue de Dones Antimilitaristes, del grupo concreto, fue con el apoyo de todos los grupos de la casa y vinieron gente de todas partes, mujeres de todas las asociaciones, de toda Cataluña. Fue un pequeño grupo que estaba ya conectado, coordinado, con muchísimos grupos feministas. Esto creo que es una cosa que hemos hecho muy bien las mujeres, el movimiento feminista, porque siempre todos los grupos hemos sido del grupo, pero formando parte de la coordinadora, de una red que luego se llamará “Redes” porque coordinadora quedaba demasiado rígido, y red era más amplio. Había desde mujeres lesbianas, mujeres contra la violencia, las mujeres del aborto… Todos los grupos de mujeres que había allí participaron. Las mujeres enseñantes, que también tuvieron mucha audiencia sobre esto, algunas mujeres del movimiento pacifista que no participaban directamente en el espacio feminista específico. Fue un poco entre todas… Pero a veces un pequeño grupo tiene la posibilidad, en relación con los demás, de hacer cosas, y tenemos que hacerlas.

AAM: Nos comentabas que hubo muchas mujeres de Cataluña… ¿Tú recuerdas si había también mujeres de otras procedencias?

MC: Bueno, seguro que las mujeres que estaban aquí. De fuera, fundamentalmente había mujeres que estaban en el movimiento latinoamericano, sobre todo argentinas, que habían venido de sus guerras y sus represiones. Y seguro que vinieron. No lo recuerdo especialmente, pero creo que sí, que estaban, y vinieron, porque era una cosa de todas las partes. Luego, hubo campamentos por la paz en Zaragoza y en más ciudades, en este estilo, de estar un día o dos en algún sitio.

A mí, personalmente, Greenham Common me cambió la vida, desde el punto de vista que fue como una reflexión distinta. Si se acaba el mundo, ni feminismo ni nada, tenemos que ponernos. Greenhan Common era un movimiento muy amplio, muy diverso, de mujeres, militantes algunas, pero generalmente mujeres de casa, que lo que querían era que la vida siguiera adelante y ya está. Yo, que era una mujer que venía de la extrema izquierda, esto me abrió un poco la vida, de ver con otros ojos, que podíamos realmente unirnos para que el planeta sobreviviera y con ello la vida floreciera. Son un poco las semillas de Greenham Common que estamos en todas partes, y ponemos esto por delante de cualquier otra política. Esto nos hizo replantear muchas cosas, con todas las contradicciones y tensiones que tenemos siempre en todos los movimientos sociales. Esto fue una esperanza de abertura del movimiento de mujeres hacia otras miradas distintas. Aquí también intervino mucho el tema del planeta Tierra que estaba a punto de explotar en aquel momento, y ahora, y lo que queda… Esto fue muy importante.

AAM: Qué interesante, Montse, ahora con lo que está pasando con la guerra en Ucrania, y todas las guerras como bien dices. Con lo que está pasando con la agresión directa al planeta, que es una agresión constante y diaria. Y con todo lo compleja que es la situación a nivel mundial, que nos puede dejar a veces con la sensación esa de, ¿y yo qué hago? Eso es una sensación que hay que intentar sacudirse porque nos paraliza como personas y como movimientos. A mí me gustaría preguntarte qué dirías a las mujeres más jóvenes que ahora están en diferentes movimientos, en el movimiento feminista, en el movimiento de rebelión climática, el movimiento antimilitarista… ¿Qué les dirías? ¿Qué les animarías a hacer? Yo ya sé que tú no eres muy de consejos, por lo que te voy conociendo, pero… ¿Qué les dirías?

MC: Yo, por mi experiencia, siempre digo: la autoorganización es fundamental. No os dejéis, no os quedéis en casa ni vayáis un día a un sitio, autoorganizaros, con sus altos y bajos. Esa es nuestra potencia, es estar juntas pensando qué podemos hacer y hacerlo. Un día nos saldrá fatal, otro día nos saldrá mejor, otro día haremos un tren, otro día haremos no sé qué… pero yo creo que esto es muy importante, la autoorganización de las mujeres. Nosotras mismas nos vamos a salvar a nosotras mismas, para entendernos, y de una vez haremos solidaridad, haremos redes… Esta es la idea. Aquí hay por ejemplo iniciativas de mujeres jóvenes que han estado haciendo con el tema del aborto otra vez, porque realmente en Barcelona se puede abortar “por la ley” pero en otros sitios no. Se han movilizado muchísimo, y han conseguido que la privada se pusiera nerviosa, y muchas cosas… Cuando un grupito florece en un sitio, pum, allí hay un cambio, y aquellas mujeres lo consiguen. No nos desesperemos porque luego vinieron ochos de marzo muy potentes, que parecía que todo el mundo era feminista, y hubo un cambio importante en “me too” y muchas cosas que no vienen al caso; pero nos quedamos con un mundo que es una desesperación, con falta de derechos y de todo. Pero hay también alegría: en todo el mundo, en todos los países, en todos los sitios del planeta hay pequeños focos de mujeres autoorganizadas que están plantando cara contra la destrucción del planeta, contra el racismo, las violencias, etc. Esta es la experiencia. Búscalas porque están, y están en todas partes. Esta es la idea…

AAM: Nos quedamos con esa alegría que transmites tan bien, y esa capacidad de autoorganizarnos y de salvarnos a nosotras mismas. Muchas gracias por compartir aquí vuestra experiencia con nosotras.

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