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De la caverna de Platón a la España de las cavernas

18 noviembre, 2019

Fuente: http://www.eldiario.es

Los líderes de las tres derechas han llegado a un acuerdo de gobierno en la Comunidad de Madrid. El 1 de agosto. Han elegido el día perfecto, la víspera de que la Fiscalía Anticorrupción pidiera imputar a dos de sus ex presidentas, Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes, por la financiación irregular del PP de Madrid. Mientras España sestea en vacaciones. Los que disfrutan de ellas cuando quieren, los que solo tienen unas, los que ni a ésas llegan, verán pasar con sordina informativa que se ha consumado una tragedia: la entrega a la ultraderecha de la gestión de instituciones. Algunas tan potentes y decisivas como la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid. Tienen cuatro años para enterarse a fondo.

Era absolutamente previsible. El PP siempre ha sido una empresa más que un partido político. Una empresa con métodos laxos de negocio que tiene claras sus prioridades. 25 años en la Comunidad de Madrid, casi los mismos en el Ayuntamiento –con el lapso de Carmena-, han creado una estructura sólida que por nada del mundo se podía perder. Es el «régimen de Madrid» como lo definió este artículo de Ignacio Escolar. «Madrid es el epicentro de la Gürtel, de la Púnica, de la Lezo. Es la capital del Tamayazo, de la quiebra de Caja Madrid, de las tarjetas Black».

La Comunidad de Madrid es la más rica de España y la que menos invierte en educación pública. La segunda que menos invierte en sanidad pública. Un paraíso fiscal para los más ricos. 373 multimillonarios viven en Madrid, con patrimonios por encima de los 30 millones cada uno, según los datos de Escolar. Y este gobierno, estos gobiernos, son «los que ha votado la gente», dicen. «A disfrutar lo votado», dicen.

Algunas personas, unos cuantos millones si lo vemos, acudieron a las urnas pensando que votaban a un partido centrista liberal al introducir su papeleta para Ciudadanos. Los hay así de ingenuos o distraídos. Pero tanto Aguado como Villacís rebosan felicidad por sus acuerdos con PP y Vox en Madrid. Y la apuesta de Albert Rivera es idéntica si no más radical aún.

Añadamos -punto decisivo- que algunos medios son muy selectivos en sus críticas y «olvidos». Miren cómo jalea la COPE, emisora de la Conferencia Episcopal, que subvencionamos con nuestros impuestos, a un ultraderechista, condenado por no pagar las obras de su mansión. El alto cargo de Vox no quiere ni huelgas, ni sindicatos. Y ve a Errejón con manos menos duras que las de ellos. «Se confunde a la gente ofreciéndole libertad de expresión al tiempo que se le escamotea la libertad de pensamiento», escribía el gran pensador José Luis Sampedro, argumentándolo.

¿Libertad de expresión? Ya ni eso y, al paso que vamos, cada vez menos. El distrito de Aravaca, Madrid, ha prohibido esta semana una actuación del cantautor Luis Pastor con su hijo. PP y Ciudadanos vuelven a prohibir una actuación programada durante la gestión del anterior consistorio y lo hacen por unanimidad, con Vox.

Ignacio Aguado, Rocío Monasterio e Isabel Díaz Ayuso
Ignacio Aguado, Rocío Monasterio e Isabel Díaz Ayuso

Vox marca pauta ideológica en la triple derecha. Con su sarta de bulos e involución. Los acuerdos, en Madrid por ejemplo, incluyen bajar los impuestos, a pesar de la deuda de la Comunidad. Es la mayor de la historia de la región: 35.150 millones de euros cuando hace una década se situaba en los 11.380 millones.

«Lucharán» contra la inmigración y marcarán su impronta en la educación, aun cuando eufemísticamente dicen que no lo harán los poderes públicos. Violencia intrafamiliar, control de la «educación moral» y la «aportación de España a la civilización» son pilares del acuerdo «trifacha» en Murcia.

Almeida y Villacís revirtiendo una zona peatonal en Madrid. Foto publicada por el alcalde
Almeida y Villacís revirtiendo una zona peatonal en Madrid. Foto publicada por el alcalde

El Medio Ambiente es otra de las víctimas de las políticas ultras que han llegado a Madrid. La felicidad con la que Martínez-Almeida, alcalde PP, y Begoña Villacís, vicealcaldesa de Ciudadanos, levantaron setos para poner asfalto y coches da idea de lo que puebla estas cabezas.

Lo hacen, dicen, «Por España». Es el emblema que figura en las carpetas de Vox. La frase que lleva permanentemente en la boca la ultraderecha titular, la azul y la naranja. El PP ha soltado a Cayetana Álvarez de Toledo, nueva «portacoz», para decir que «ETA está detrás de la investidura de Chivite [candidata del PSOE] en Navarra», Es una ignominia, absolutamente inadmisible. Ante la que el coro mediático calla. Por España, la banda y el plan, vienen Albert Rivera y los suyos.

Por España. ¿Qué España? Esta derecha se apropia de cuanto le place, hasta del nombre del país en el que vivimos todos. Su España es la del lejano Imperio y la Conquista y la Reconquista y las Cruzadas y, siguiendo para atrás, la de los «trogloditas» de Atapuerca. La España de la caspa, la mordaza, las clases, machista, aprovechada. La que alimenta «las manadas» depredadoras de mujeres, como la ocurrida este viernes en Bilbao. La franquista sobre todo. La caverna de Platón que solo alimenta lo oscuro, dejando el mundo de la razón a otros. Porque existe otra España luminosa y de progreso. De la que forman parte conservadores y progresistas.

Los de Ciudadanos, los más cínicos, protestan y acuden a la Fiscalía si les increpan en las manifestaciones en las que se plantan buscando votos, y no han dicho ni media palabra de los conciertos suspendidos con sus votos y de todos los recortes de libertades. La derecha extrema ha convertido libertad en una palabra de uso restringido: solo existe la libertad de mercado y la libertad de represión. Las de comer suficiente, tener un hogar, vivir o expresarse son secundarias.

Con este panorama –del que se pueden dar muchos más ejemplos-, España está sin nuevo gobierno. Y el PSOE se pasea por los medios con declaraciones que nos llenan de hastío. Por decir lo más suave.

Inolvidable verano el de 2019, para borrar si se pudiera. Poblado de constataciones lamentables. Y le seguirá el otoño y el invierno. El futuro se puede cambiar, si existe voluntad de hacerlo. Las prioridades para quienes disponen de esa capacidad deberían estar por encima de cualquier interés espurio.

Apoyarse en fascistas para quitar a Manuela Carmena

29 junio, 2019

Fuente: http://www.eldiario.es

Se refería a la humanidad, supongo, pero tras el recuento electoral Díaz Ayuso dijo «el hombre»: que lo más importante que tiene el hombre es la libertad. «Soy la presidenta de todos los españoles en Madrid», ha dicho también. Es absurdo que alguien tan incapaz como Díaz Ayuso pueda ser presidenta de la Comunidad de Madrid, pero a los votantes de derechas no les importan las aptitudes de sus candidatos. Total, para robar solo hay que ser ladrón y para robar de las instituciones, los fondos y las empresas públicas solo necesitas que te lo permitan tus fundamentalistas. La corrupción de la trama Gürtel, la trama Lezo o el caso Púnica no les importa. La corrupción de Ignacio González y Francisco Granados no les importa. El espionaje de Esperanza Aguirre a los adversarios no les importa. El desmantelamiento y la privatización (Díaz Ayuso lo llama «colaboración público-privada»), para favorecer a unas pocas empresas concesionarias, de una sanidad pública que favorecía de manera universal y con calidad no les importa. Que hayan aumentado, y quieran incrementar, las subvenciones a colegios privados, muchos ultracatólicos, mientras Madrid es la comunidad que menos invierte en sus escolares no les importa. El escándalo del caso Máster no les importa.

Avergüenza mucho una ciudadanía así. Más aún sabiendo que, aunque el PP se había desplomado en la generales (y, de hecho, ha perdido votos en las municipales y autonómicas), el gobierno de Díaz Ayuso sería posible si pacta con Ciudadanos pero también con los fascistas de Vox. A fin de cuentas, para ella «Vox no es extremo, tiene postulados que no comparto pero es un partido democrático con el que se puede llegar a acuerdos». El partido democrático al que se refiere es el de Ortega Smith, que quiere apartar el Orgullo LGTBI llevándolo a la Casa de Campo, y Rocío Monasterio, que se atreve a mencionar la zoofilia mientras sostiene un folio con el logo de COGAM. Avergüenza una ciudadanía capaz de entregar su voto a esa formación (aunque menos que en las elecciones generales), pero también a un PP que se sabía que solo podría gobernar con semejantes alianzas y a un Ciudadanos que hizo lo mismo antes en Andalucía. Díaz Ayuso ya ha avisado de que no quiere dejar «infrarrepresentada» a ninguna de las formaciones con las que pactará, incluida Vox. Asusta que a esa ciudadanía no le importe la presencia de gente así en las instituciones democráticas. Deja estupefacta que les pueda convencer el tándem ultraderechista junto a Díaz Ayuso.

La falta de escrúpulos políticos de la que será presidenta de la Comunidad de Madrid (y, con seguridad, también la misma de Ciudadanos), más algún error de Manuela Carmena y numerosos errores de la izquierda han traído la peor noticia para la ciudad: que Carmena haya perdido la alcaldía. Costó mucho tener a alguien como ella y pierde Madrid. No ha habido nadie mejor al frente del consistorio en muchas décadas y su gestión deja muchos y visibles beneficios. Con Madrid Central ha disminuido notablemente la contaminación del aire y las calles del centro se han vuelto mucho más cómodas y agradables sin la saturación de coches. La deuda ha disminuido al tiempo que ha aumentado la inversión en servicios públicos. Madrid ha tenido un perfil feminista e inclusivo. Veníamos de Ana Botella. La que vendió viviendas sociales a fondos buitre con los que trabaja su hijo José María Aznar Botella. Pero, a pesar de tener más votos que sus rivales, Manuela Carmena ha perdido la alcaldía. Ganan los perdedores por la misma vergonzosa razón que mantendrán la Comunidad: los pactos con los fascistas. Da mucha vergüenza también que alguien como Martínez-Almeida vaya a sustituir a alguien como Carmena y que lo vaya a hacer con el apoyo de alguien con la violencia verbal e ideológica de Ortega Smith.

Ahora toca que la izquierda haga autocrítica, pero ya hemos oído esa cantinela tantas veces y el doble golpe ha sido tan duro que el desánimo y la desesperanza se palpan entre las personas que han votado a alguna de sus distintas divisiones. Temerosa con la que se avecina, hay mucha gente harta y enfadada con las izquierdas fragmentadas, puristas, egoístas, ególatras, irresponsables, sordas. Deberían dimitir varios, no solo Pablo Iglesias, como se está pidiendo y para quien además no es el momento porque hay que hacer gobierno progresista nacional. Quizás lo haga después, pero Podemos está herido de muerte y no parece que vaya a sobrevivir. Y quizá las izquierdas madrileñas sean un poco más inteligentes a la próxima. A lo mejor así no se quedan más de 700.000 personas en casa y algunas votan izquierdas. Es difícil perdonar esa abstención y en parte ha estado motivada por la desmotivación de la desunión. Esos votos eran fundamentales y al final vamos a tener todos lo que solo ellos se merecen.

Mientras tanto, solo cabe la resistencia, esa palabra que creíamos nuestra y que también, como tantas cosas, quiso quitarnos la ultraderecha cuando Abascal la usó en la noche electoral nacional. No queda más remedio que resistir. Y seguir luchando, también por esos animales que las derechas vienen a seguir torturando en la Comunidad de Madrid y, seguramente, en la escuela de tauromaquia del municipio (escuela de torturadores y gente que mata) a la que Carmena cerró el grifo. En Madrid los animales han perdido. Como han perdido en Europa, al no conseguir Pacma el ansiado escaño que llevaría a los animalistas españoles a trabajar en una alianza de once formaciones animalistas europeas. Una tristeza y una vergüenza.

La mano que mece la publicidad institucional

8 agosto, 2018

Fuente: http://www.eldiario.es

Producen auténtica estupefacción las evoluciones del Partido Popular para sustituir la figura de su presidencia, sin cambiar nada. El PP ha apostado por la continuidad, intensificando su derechización. Las mismas o mayores mentiras, la cara de aquí no pasa nada con la corrupción que les echó de La Moncloa o el descomunal inflado de militantes.  Los candidatos han tenido el descaro de presentar como avales de triunfo hasta a exministros reprobados o tocados al máximo como José Manuel Soria, en el caso de Pablo Casado.

Más aún, los discursos al inicio de su Congreso han mostrado un PP profundamente airado y soberbio. El ideario común ofrece un Partido Popular que considera ilegitimo el voto de millones de personas a partidos democráticos cuyo ideario no comparte. El poder les pertenece por derecho y se lo han robado.  Cospedal, la secretaria general saliente, ha llegado a calificar de «felonía», traición, la moción de censura de Pedro Sánchez «destructiva». Todo es ETA ya. Hasta Sáenz de Santamaría para Pablo Casado.

Les han echado de La Moncloa pero no de todo el poder. Cualquier ciudadano que use su cabeza deducirá que los grados de corrupción de las instituciones a los que ha llegado España hubieran sido imposibles sin complicidades de peso. Desde luego un periodismo vigilante  -que masivamente cumpliera su función-  lo hubiera denunciado con contudencia.

Bien caro nos costó. El PP usó profusamente el dinero de nuestros impuestos para beneficiar, de forma desproporcionada y arbitraria, a medios que defienden su modelo. Corrupción incluida, se diría. La publicidad institucional repartida por la actual presidenta del Congreso Ana Pastor cuando era titular de Fomento, da buena prueba de ello. Benefició en particular a Losantos, La Razón, ABC y El Mundo. Y de la actitud: han tenido que revelar los datos a petición de eldiario.es y forzados por sentencia judicial.

Y ahí andamos porque para buena parte de los medios convencionales los auténticos enemigos son quienes quieren limpiar la putrefacción que nos anega. No hay parangón entre la virulencia que despliegan contra todo lo que no sea derecha o bipartidismo clásico que contra los corruptos incluso.

No es solo cuestión de ayudar a la subsistencia de los amigos, las contrapartidas a estas subvenciones tienen una decisiva influencia sobre la sociedad.  Hurtar  o manipular noticias priva a los ciudadanos del derecho a la información y fomenta creencias erróneas.

El trabajo de muchos periodistas ha ido descubriendo datos de esta prebenda en forma de la llamada eufemísticamente “publicidad institucional”. Es una larga cadena que incluye la administración central con todos sus ministerios, organismos y ramificaciones, se expande por autonomías, ayuntamientos y todo tipo de corporaciones locales y también internacionales. Por supuesto, no ha sido solo el PP quien ha incurrido en esta práctica. Es un capítulo a revisar profundamente.

En un trabajo anterior, hace dos años, vimos las distintas regalías de Ana Botella o Esperanza Aguirre en Madrid –comprueben el tratamiento recibido por ellas y el dispensando a Manuela Carmena-. Y de otras autonomías y ministerios. Ana Mato, condenada expresamente en Gürtel, favoreció a medios afines de forma desorbitada  al frente de Sanidad, Igualdad y Asuntos Sociales. La Gaceta de Intereconomía (que llegó a cerrar por falta de ventas) y La Razón, el periódico menos leído de los nacionales, obtuvieron hasta 27 veces más publicidad que 20 Minutos y El País, que eran entonces los de mayor tirada.

Portada de La Razón

ABC y La Razón han venido presentado a Rajoy como un aguerrido líder, mientras atacaban ponzoñosamente a sus rivales políticos. La prensa no debería tener rivales políticos, pero en España los tiene dada su implicación.

2013, apoyando a Ignacio González
2013, apoyando a Ignacio González

La hemeroteca guarda portadas especialmente hirientes. Como la de ABC en la que nos vendían las excelencias del equipo ejemplar del PP de Madrid. Si habrán cambiado poco las cosas que Casado nos ofertó otro Team bien similar.

Las televisiones y radios de los grandes consorcios se han comportado de forma similar. Marcando a quién odiar, y a quién salvar. A menudo, en contra de los intereses de los ciudadanos que, sin embargo, “compran” dolorosamente los mensajes como vienen y los difunden.

La pública, RTVE, ha sido en manos del PP de Rajoy, sigue siendo hoy aún, una fábrica de esconder información y manipularla. Cientos de denuncias de los consejos de informativos lo certifican. «El Telediario de TVE ha contado, transcurridos 10 minutos desde su inicio, que el PP ha sido encausado por la destrucción de los ordenadores de Bárcenas, aunque no contenían información relevante”. 1 de Diciembre de 2017, escribí, una vez más. De esta forma, más de dos millones de televidentes de cada edición se hacían una idea completamente distinta a la real.

El PP está roto, derechizado, furioso, infectado… vivo. Como demuestra el camino mediático surcado estos días. Está vigoroso todo el engranaje. La Audiencia Nacional va a investigar, nos dicen, las grabaciones de Corinna zu Sayn-Wittgenstein al Rey Juan Carlos I, anterior Jefe del Estado.  Algo que produce –a mí al menos- una sensación ambivalente. De un lado la necesidad de indagar si existen responsabilidades por un uso fraudulento de nuestro dinero, si lo hubiere. Por este sistema que termina creando redes de impunidad en la que todos actúan de testaferros. Del otro (por así decirlo), el origen mediático de la filtración que la tizna gravemente. La cautela ante lo que no termina de cambiar.

La cuerda floja, entre aciertos y errores, puede romperse en cualquier dirección. O no, si se sustituye por un soporte sólido.

La funeraria de Madrid que se privatizó por 100 pesetas: una remunicipalización de «éxito» con 4,1 millones de beneficios

4 agosto, 2018

Fuente: http://www.eldiario.es

La Funeraria de la capital fue protagonista de uno de los mayores escándalos de la época de José María Álvarez del Manzano. En 1993, se vendieron casi la mitad de las acciones de la hasta entonces empresa pública y, por lo tanto se semiprivatizó, por la cantidad de 100 pesetas. El contrato que se alcanzó con la sociedad privada se extinguía el 15 de septiembre de 2016. Pese a las reticencias del socio privado, el Ayuntamiento de Madrid gobernado ya por Ahora Madrid decidió remunicipalizar la empresa.

En el primer año de gestión 100% pública, la Empresa Municipal de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid (EMSFC) ha cerrado las cuentas con 4,1 millones de euros de beneficios, venía de tener pérdidas el año anterior por 230.000 euros. El presupuesto para 2018 prevé un aumento de los beneficios hasta los 4,8 millones de euros. Estos buenos resultados refuerzan el plan de inversiones de la empresa, que incluye la reforma integral del tanatorio sur.

Antes de la remunicipalización, el Ayuntamiento de Madrid controlaba el 51% de la funeraria y Funespaña -perteneciente a Mapfre- el 49% restante. La funeraria municipal era una empresa rentable que generaba beneficios cada año, excepto el último año de gestión mixta que tuvo un déficit de 230.000 euros. Pese a que durante la gestión semiprivada había beneficios de en torno a 40.000 euros, estos se han multiplicado por 100 desde que es completamente pública.

¿Cómo? Dejando de pagar la tasa interna de rentabilidad a la que el Ayuntamiento se comprometió con el socio privado por su inversión en la funeraria, que estaba fijada en un 20% de los beneficios antes de impuestos. Funespaña entró en la empresa por 100 pesetas y posteriormente hizo una ampliación de capital de 1,2 millones.

Funespaña ha obtenido durante los años en los que ha estado en la empresa de funeraria de Madrid 64 millones de euros de beneficios: 38 millones por la gestión de la sociedad (20% de los beneficios antes de impuestos) y 26 millones de dividendos por la propiedad del 49% de las acciones. Supuso multiplicar por 54 su inversión inicial. A su vez, eran 64 millones que dejaba de ganar el Ayuntamiento de Madrid. Por eso, para el Ayuntamiento de Madrid la remunicipalización ha sudo todo un «éxito». Eso no incluye los sueldos de los altos directivos ni los beneficios obtenidos por las operaciones con empresas vinculadas, recuerdan desde el Consistorio.

El pasado viernes, el consejo de administración de la Empresa municipal funeraria, con el concejal de Emergencias, Seguridad y Salud, Javier Barbero, de presidente y el edil Carlos Sánchez Mato de vicepresidente, aprobaron una ampliación de capital por 21 millones de euros para acometer inversiones «que se han dejado de hacer durante los más de 20 años en los que ha sido una sociedad mixta», explica a eldiario.es Sánchez Mato.

El anterior Gobierno municipal de Ana Botella encargó al  Centro de Estudios de Materiales y Control de Obra (CEMOSA) una auditoría para determinar qué el estado de conservación de cementerios y tanatorios. El informe que ya llegó con Manuela Carmena como alcaldesa concluyó que la Empresa Mixta de Servicios Funerarios no atendió a su responsabilidad de conservación de los doce cementerios y dos tanatorios que explotaba. El análisis del estado de conservación cifraba las obras necesarias en todos esos recintos por valor de casi 23,8 millones.

El informe apuntaba a que la «falta de mantenimiento» había generado «lesiones o patologías sobre los materiales o elementos constructivos añadidas a las intrínsecas que se les supone debido a su antigüedad. Un plan de inversiones de mantenimiento hubiera paliado con creces las lesiones que se observan actualmente en los cementerios».

«La falta sistemática de mantenimiento se produjo mientras el socio privado continuaba recibiendo dividendos y el 20% del resultado de explotación», recuerda Sánchez Mato. «Si hubieran hecho las inversiones de las que tenía obligación su beneficio habría sido de 40 millones, pero prefirieron quedarse los 20 millones de más», critica.

Desde 1993 a 2016, los 23 años de gestión semiprivada, Funeraria invirtió 24 millones de euros. Desde que la empresa ha vuelto a ser pública, el Ayuntamiento de Madrid prevé invertir un total de 39,2 millones de euros en tres hasta 2020. En 2017 se acometieron 2,2 millones en inversiones; 2018 terminará con 14,3 millones; para 2019 se prevén 12,4 millones, y para 2020 unos 10 millones. La ampliación de capital de 21 millones aprobada en el consejo del viernes sirve para que la empresa tenga las reservas suficientes para afrontar todas esa inversiones. El resto de la inversión hasta llegar a los 39,2 millones se afrontará «con la generación de caja de la sociedad», explican desde la empresa municipal.

Pleito judicial por 23 millones de euros

El enfrentamiento entre Funespaña y el Ayuntamiento de Madrid ante la remunicipalización de la Empresa Municipal de Servicios Funerarios de Madrid (EMSFM) llegó a los tribunales. Funespaña quería una compensación del Consistorio por la extinción de la concesión.

En concreto, Funespaña quería el reparto de las reservas voluntarias de la sociedad. “De lo contrario, se privaría a Funespaña SA de su derecho a participar en los beneficios sociales, sin que la eventual imposición a la EMSFM de obligaciones adicionales en un momento posterior pueda justificar la privación definitiva y confiscatoria de dicho derecho esencial”, decía el escrito.

La aseguradora quería un reparto de dividendos por un valor de 23 millones de euros al liquilar la empresa, algo a lo que se negó el Ayuntamiento de Madrid. Fuentes del Consistorio aseguran a este diario que los tribunales anularon el acuerno pero a su vez deja claro que al socio privado no le corresponde tal compensación.

La balanza

17 enero, 2018

Fuente: http://www.infolibre.es

Publicada 08/11/2016 a las 06:00 Actualizada 08/11/2016 a las 10:47  

Una de las cuestiones que más me plantean en las entrevistas, pero también por la calle, es por qué en el programa en el que trabajo se le da tanta caña al PP. La impresión que percibe un sector de la audiencia es que la balanza está muy descompensada.

Cuando te detienes y les comentas que sólo se debe “dar caña” al que comete fechorías, la respuesta es siempre la misma: “Todos las hacen”. Entiende el personal que vive en un estercolero y que aquellos que no son denunciados es porque gozan de la bendición de los medios de comunicación que ocultan sus felonías. Es en ese contexto en el que se entiende que un partido político procesado como tal y que ha tenido, como en el caso de la corporación municipal valenciana, a nueve de sus diez concejales imputados, a los que decidieron no aplicar sus propias normas de control para no desaparecer del Ayuntamiento, no se haya convertido en un partido marginal.

Los votantes extrapolan la corrupción porque les resulta inadmisible creer que “los suyos” son peores que “los otros”, ya que esto les situaría en una posición moral comprometida, y más en el que caso de España, donde la derecha estaba toda unida en un solo partido, situación que ha rendido unos réditos extraordinarios gracias al sistema electoral. La renuncia a votar su opción por una cuestión ética les dejaría sin alternativa ya que, como hemos visto, el crecimiento de Ciudadanos se ha desinflado cuando hicieron la puesta en escena de aquella alianza ficticia con el PSOE. Alianza, aunque no se entendió bien, pero que cumplía una doble función. Por un lado permitía al PSOE excluir a Podemos de cualquier posibilidad de pacto. Por otro, situaba a Ciudadanos más en el centro de lo que lo hacía la ciudadanía, empeñada en que se trataba de la marca blanca del PP, al posicionarse como una fuerza que apostaba por la gobernabilidad sin tener en cuenta la ideología, ese espacio de los que se llaman apolíticos que se empeñan en que no hay derechas ni izquierdas, pero votan a la derecha.

Sin embargo, esa actitud de compadreo con el PSOE, que le ha funcionado a Susana Díaz en Andalucía para quitarse de encima el muerto de tener que pactar con la izquierda, a ellos no les va bien. No fue bien vista cuando se planteó a nivel nacional y llevó a muchos de los votantes de Ciudadanos a volver a la casa matriz, a la nave nodriza en las siguientes elecciones en las que el PP recuperó parte de lo perdido. Aquellos que apostaban por Ciudadanos para que este partido entregara su voto al PP, con lo que salvaban los escrúpulos de votar a políticos corruptos a sabiendas, al tiempo que se escogía la opción deseada, se sintieron engañados ante la posibilidad de que gobernara Pedro Sánchez. Se trataba de un voto en diferido que, al plantear la posibilidad de dar el gobierno al enemigo, se revirtió, como no podía ser de otra manera.

Así llegamos a esta disposición en la que el PP quiere recuperar su integridad, lavar su imagen, sin renunciar a sus privilegios, sin dejar de hacer de las suyas, porque esta gente no se dedica a la política por vocación de servicio, no está en su naturaleza servir, para eso tienen a los subalternos, a los empleados, a las chachas. Ven en la administración de lo público “una oportunidad de negocio”, que es el eslogan que utilizaron en la Comunidad de Madrid en los cursos de captación de inversores cuando organizaban la privatización de la sanidad pública. El mismo eslogan de Jeb Bush en su recorrido europeo para reclutar aliados de cara a la guerra de Irak. Decía que había mucha pasta para los vencedores de aquella guerra. Motivo suficiente para masacrar a una población de millones de habitantes, por lo visto.

Estos transeúntes que me abordan para decirme que dé caña a los demás, lo que me están pidiendo es que compense el deterioro que las acciones delictivas de sus líderes provoca en sus formaciones, me piden que hunda también la reputación de los rivales. Con o sin razón para ello, y esta forma de sentir se refleja en los medios de comunicación, que son el mejor termómetro de la calidad del sistema.

Recuerdo que al día siguiente de la crisis del PSOE, con la consecuente defenestración de Pedro Sánchez y la constitución de la gestora, todos los diarios de papel en los kioscos festejaban en sus portadas los hechos y bendecían la nueva situación, así como la decisión de los nuevos dirigentes del partido de abstenerse en la votación de investidura. Ni una sola opinión editorial adversa a pesar de que, por lo visto, tanto la militancia del partido como la mayoría de los votantes estaban en contra de esa decisión. Algo huele a podrido en Dinamarca. Fue cuando nos contaron que el PSOE no estaba por la democracia directa sino por la participativa, razón por la que habían decidido tomar una decisión tan importante sin consultar a nadie. Algo se había quebrado en nuestra democracia. Se volvía a la aristocracia y por primera vez existía una opinión única de todos los diarios en torno a un tema controvertido como pocos.

En este nuevo orden informativo en el que andamos inmersos, esta semana hemos vivido un tsunami informativo en torno a la venta del piso de Espinar. El hecho no parecía tener mucho recorrido. Había comprado un piso de protección oficial y luego lo había vendido sin llegar a ocuparlo al precio que marcaba la ley obteniendo un beneficio. Todos coincidían en que la operación era legal, pero remarcaban la cuestión de la responsabilidad política recuperando declaraciones de propio Espinar en el sentido de que estas viviendas no se hacían para especular, así como fotos de su asistencia a manifestaciones a favor del derecho a la vivienda. Se obviaba una pequeña cuestión que ha asolado a los miembros de esta formación, cuando los hechos sucedieron no pertenecía a un partido que ni siquiera existía. También Zapata está siendo juzgado esta misma mañana de lunes, a pesar de que el caso ha sido archivado en cuatro ocasiones parece no terminar nunca, por unos hechos que carecen de relevancia y también ocurrieron cuando no se dedicaba a la actividad pública. El pasado también ha perseguido a Rita Maestre y a otros miembros de la formación. “Ya que han decidido no delinquir saquemos la mierda del pasado”. Esa parece ser la consigna.

A pesar de la escasa relevancia que para los ciudadanos tiene la venta del piso que llevó a cabo Espinar, durante la semana pasada llenó la prensa de artículos, en algún diario ocupó la portada y la contraportada, monopolizó las tertulias televisivas, las de radio, fue motivo de artículos editoriales y abrió informativos televisivos. Se podría estudiar en las universidades como ejemplo de algo que se convierte en importante por el tratamiento masivo que le dan los medios informativos que impiden que alguien se pare a considerar de qué se está hablando.

La onda que se emite se suma a la que viene de vuelta y entra en resonancia creándose la tormenta perfecta que convierte en indefendible una fechoría inexistente.

En el colmo de los disparates, cuando se hace crítica a esta eclosión informativa desde miembros de Podemos se les acusa de intentar matar al mensajero y concretamente a Pablo Iglesias: “De arremeter contra los medios que no controla”. La pregunta que cabe hacerse es: “¿Cuáles son los medios que controla?”. Es evidente que esta ha sido la prueba de afinidad de que tal y como vaticinaba Manuela Carmena, declaración por la que fue vapuleada, “tienen a todos los medios en contra”. Tal vez fuera una expresión exagerada, hay algunos medios que parecen no estar en contra, pero desde luego no conozco ninguno que esté a favor y, mucho menos, que controle dicha formación. LaSexta, cadena en la que trabajo y que es la que dicen que, a su vez, trabaja para ellos, desde luego que no. Eso sí, hay muchas opiniones a favor de que se les vete en esa cadena, como la de Alfonso Guerra que se echa las manos a la cabeza porque en algunos programas: “les dan un micrófono”. Ya le digo yo que no, que luego lo tienen que devolver, pero ignoran al afirmar tales cosas que estos perroflautas forman la tercera fuerza política del Parlamento.

Destaca infoLibre, diario digital que muchos de ustedes conocen, que, durante el mandato de Ana Botellase regalaron trece propiedades de tapadillo, sin pasar por caja y por un valor de 300.000 euros al fondo buitre Blackstone, que se hizo no con un piso, sino con 1.860 a precio de saldo. Esa vez no hubo especulación sino desalojos, que es mucho menos grave para esos medios de comunicación prosistema. Es una pena que en su día, cuando los afectados que vivían en esos pisos a los que se les hurtó su derecho preferente a la compra, y se encontraron con que sus nuevos arrendatarios eran esos fondos buitres que les subieron, contra lo prometido por el Ayuntamiento, la renta mensual, estos medios tan preocupados por el destino de la vivienda social hicieran oídos sordos a sus desesperadas denuncias. Sus demandas no fueron tratadas como la venta de Espinar. Esas acciones delictivas que causan quebranto a la población y a las arcas públicas en beneficio de las empresas de los amigos entran dentro de la lógica. Han venido a por la pasta y obran en consecuencia. Tampoco tuvo excesivo eco en esos medios cuando se descubrió que nuestra flamante ministra de Defensa gastó nada más y nada menos que cien millones de euros de un crédito concedido para la construcción de un hospital en Toledo en otros menesteres más urgentes como, por ejemplo, publicidad, cuando faltaba un mes para las elecciones. Cien millones, nada menos, que se volatilizaron y ni un céntimo fue destinado al fin para el que se concedió el crédito que ahora hay que pagar. Estas cosas, entienden estos informadores, no interesan a los españoles. Una pena.

Para que nos entendamos, lo que destacan los medios de forma masiva es la falta de moralidad en la acción de Espinar, eso es lo que les preocupa, la salvación de su alma.

Después del crimen de Espinar los votantes del PP pueden seguir apoyando a su partido sin taparse la nariz al introducir su voto en la urna porque “la balanza está compensada”. Todos, los nuevos y los viejos, son iguales: corruptos. Ahora sí, los votantes del partido del Gobierno festejarán sin complejos su victoria.

Mientras, los que se lucran del expolio de lo público podrán brindar con sus compinches, porque tienen quien les lava la cara y les peina todas las mañanitas, y mirarán a la patria con la vista puesta en un futuro mejor, con la satisfacción del trabajo bien hecho que, citando a Pablo Guerrero, “como un licor suavísimo les llena de contento”.

Anda Ken Loach, haz esta película si te atreves

8 septiembre, 2016

Fuente: http://www.eldiario.es

El negocio turbio de la venta de vivienda protegida a fondos buitres en Madrid: si fuera una película, no nos la creeríamos de tanta brocha gorda como lleva

Protesta contra Blackstone en Nueva York. /EDU BAYER

Lo de los fondos buitres y las viviendas protegidas en Madrid, va Ken Loach y hace una película, y saldríamos todos del cine cabeceando y diciendo “no está mal, la intención es buena, pero es una historia maniquea, simplista, pelín demagoga: los malvados capitalistas contra la gente humilde, el especulador sin escrúpulos y los pobrecitos inquilinos. Demasiada brocha gorda, todo muy didáctico”.

Pues es verdad, Ken Loach, no se te ocurra hacer una película sobre la venta de viviendas protegidas en Madrid, porque no se la iba a creer nadie. “Un panfleto anticapitalista”, diría un crítico. Ni los madrileños nos la íbamos a creer. Míranos, lo preocupados que estamos por lo sucias que están las calles (que sí, que lo están), mientras llevamos años oliendo la Mierda con mayúsculas sin alterarnos demasiado.

Pero bueno, por si Ken Loach se queda sin ideas y no le importa arriesgarse con una historia inverosímil de puro verdadera, le paso un resumen del guión:

1-En plena crisis, el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad se lían a vender viviendas públicas de alquiler protegido, destinadas a rentas bajas, jóvenes y familias vulnerables.

2-Las viviendas se venden en lotes, muy por debajo de su valor, y en un proceso con todo tipo de irregularidades (aunque esto lo sabremos después).

3-Varios “fondos buitres” se quedan con la mayor parte de viviendas, a la cabeza de ellos Fidere, filial de la compañía inversora Blackstone (que tiene nombre de empresa mala-malísima en una peli de Ken Loach, ¿verdad?). La misma Blackstone que también ha comprado hipotecas de familias a Catalunya Caixa, o que se está haciendo con cada vez más viviendas a precio de saldo, con la única oposición de la PAH.

4-El Ayuntamiento asegura que los inquilinos no notarán ningún cambio, que pueden estar tranquilos.

5-La nueva propietaria, nada más llegar, empieza a joder a los inquilinos (sí, he puesto “joder”, que en las pelis de Ken Loach se la pasan diciendo “fuck esto”, “fuck lo otro”). Les pone todo tipo de trabas, les sube el agua, y por supuesto les aumenta el alquiler en cuanto toca renovar contrato.

6-Empiezan los desahucios. Familia que no puede pagar la nueva renta, a la calle. Pero (atentos, que aquí es cuando el público dirá “anda ya, te has pasado tres pueblos, Ken Loach”) el Ayuntamiento de tapadillo se ocupa de realojar a toda prisa a los desahuciados, para que no le creen problemas al fondo buitre: el casero envía al Ayuntamiento el listado de próximos desahucios, y el consistorio se hace cargo de las familias para ahorrarle el coste social a la empresa.

7-Aparecen los primeros héroes, esos luchadores anónimos que siempre salen en las pelis de Loach: vecinos, inquilinos de viviendas ex-protegidas, que se organizan para denunciar lo que está pasando y llevar su lucha a los tribunales.

8-Los malos son desenmascarados por fin: los vecinos se organizan para resistir, el nuevo Ayuntamiento (gobernado por una abuelita entrañable y un puñado de perroflautas, qué me dices a eso, Ken) investiga lo sucedido y saca a la luz las irregularidades; la Cámara de Cuentas confirma lo que todos sospechaban (y los espectadores ya habíamos adivinado en el minuto uno): que fondos buitres y políticos estaban compinchados, que el proceso fue turbio, y que el negocio ha sido redondo, con comisiones sospechosas y plusvalías a lo grande. A cambio, dejan una bomba de relojería para años.

9-Ahora viene el momento dramático, ese en que se nos encogerá el corazón: una mujer, Arancha Mejías, que se convirtió en portavoz espontánea de los afectados, que acusó a Fidere de ser, no buitre, sino hiena (“se comen la carroña financiera y se ríen de los vecinos”), sufre las consecuencias de su lucha: la empresa propietaria la echa de su casa, sin opción a seguir de alquiler. A la calle, tienes un mes para recoger tus cosas.

Ya ven, todo inverosímil, todo de brocha gorda. Todo real. Me falta rematar la historia, no sé si darle un final ilusionante, en el que se hace justicia, los culpables pagan y una ola de solidaridad arropa a Arancha (esta semana  celebra Junta de Accionistas el fondo, lo digo por si alguien quiere pasarse a saludar); o un final pesimista en que los de siempre se salen con la suya y seguimos quejándonos de lo sucio que está Madrid, pero suciedad de la otra.

IU advierte a Botella que poner una placa a Carrero Blanco es ilegal y que, de llevarse a cabo, acudirá a los tribunales

9 noviembre, 2015

Fuente: http://www.larepublica.es

IU rechaza y se opone de forma contundente el argumento falaz esgrimido por Ana Botella para, acogiéndose a una proposición adoptada en el pleno del Ayuntamiento de Madrid por unanimidad, de todos los grupos, a fin de otorgar recuerdo y reconocimiento a las víctimas del terrorismo tras la recuperación de la democracia en 1978, otorgar una placa a Carrero Blanco, una de las figuras más negras de nuestra historia.

En este sentido, el responsable de Memoria Democrática de IUCM, José Antonio Moreno, ha advertido a Botella que “ni IU ni su Grupo Municipal han avalado semejante barbaridad y, de llevarse a cabo, iremos a los tribunales ya que es una iniciativa ilegal que contraviene lo previsto en la Ley 52/2007, conocida como Ley de la Memoria Histórica, la cual prohíbe actos, signos y símbolos de exaltación y/o apología de la dictadura franquista”.

“Botella aprovecha un acuerdo institucional consensuado para refrescar sus raíces franquistas, niega a las víctimas y hace apología de los liberticidas, poniendo en pie de igualdad a víctimas con victimarios, algo que nuestro Grupo Municipal en el Ayuntamiento de Madrid va a combatir”.

“En cualquier otro país del mundo, sería impensable que un jerarca de una dictadura tuviera una placa de reconocimiento. En este sentido, envidiamos las políticas de memoria de países como Francia, Alemania o Italia”, ha señalado.

Por ello, ha instado nuevamente tanto al Gobierno de la Comunidad de Madrid como a los Ayuntamientos tanto de la Capital como del resto de municipios madrileños a “aplicar la Ley 52/2007 y retirar no sólo los símbolos y monumentos de exaltación franquista y antidemocrática sino a eliminar de las calles de nuestros pueblos y ciudades nombres de genocidas y liberticidas que oprimieron y reprimieron al pueblo español durante décadas”.

Igualmente, Moreno ha anunciado que “desde IU se van a tomar las iniciativas oportunas para homenajear a los caídos en Madrid víctimas del terrorismo fascista, como Yolanda Gonzalez, o víctimas del terrorismo de estado, como Enrique Ruano, en su calidad de luchadores por la libertad y la democracia en España”.

El dirigente de IU también ha reclamado al Poder Judicial que “cumpla con la orden de detención y correspondiente extradición emanada de la justicia argentina respecto a Martín Villa y Utrera Molina en su calidad de cómplices de delitos contra la humanidad (detenciones forzadas, torturas, asesinatos…) en cuanto jerarcas del franquismo y – por tanto- responsables de las atrocidades cometidas”.

Finalmente, ha exigido al gobierno de España “la aplicación de las recomendaciones del Consejo de Derechos Humanos de NNUU en lo referente al cumplimiento por España de lo prevenido en la Convención Internacional sobre prevención de Desapariciones Forzadas y facilite la localización y exhumación de las fosas de las víctimas del franquismo, así como que viabilice políticas públicas de memoria democrática que hagan posible la VERDAD, la JUSTICIA y la REPARACIÓN para con dichas víctimas”.

España dispone de caspa para usar y exportar

17 octubre, 2015

Fuente: http://www.eldiario.es

¿Qué esperaba Rajoy que ocurriera el 9N? ¿Tenía algún plan posterior? ¿Disponen de él la caterva de exaltados que piden soluciones drásticas?

Es la odiosa España –hay otra– que, sumida en el oscurantismo, considera la medida recta de todas las cosas los genitales masculinos. Y que suele demandarlos para, siempre, apoyar la violencia desde el poder.

El escritor Mario Vargas Llosa, activo opositor a la consulta, que calificó de ataque a la democracia, incluso en ‘The York Times’.

Despertar al día y a la semana con Ana Botella en plena charla con la Virgen de la Almudena, rogándole nos brinde “la fortaleza necesaria para superar cualquier amenaza a la libertad y unidad de nuestro país”, marca. Apolíticos varios andan también muy preocupados con Catalunya y entre sus pesadillas a odiar se encuentra el presidente Artur Mas. De cuanto sucede en España, sólo hablan de eso. “Va contra la ley”, argumentan. Irrefutable. La ley es lo primero, sobre todo en este país que la respeta con fruición.

Un pueblo al que se ha usado y manipulado en sus sentimientos desde distintos flancos se expresa. Con cortapisas. Tantas que desvirtúan cualquier resultado. ¿Qué esperaba Rajoy que ocurriera el 9N? ¿Tenía algún plan posterior? ¿Disponen de él la caterva de exaltados que piden soluciones drásticas? Escuchar mentar al 23F al representante de UPyD, el partido transgénico –el que marcó la senda de los partidos transgénicos, con más precisión–, vuelve a situarnos en nuestra realidad. La que corrobora ver a un Nobel de Literatura, originario del barrio de Miraflores de Lima, como un alma errante tratando de impedir que los catalanes opinen en una urna. España dispone de caspa para usar y exportar.

La mirada del Cardenal Cisneros en la interpretación del actor Eusebio Poncela en la serie ISABEL de RTVE

La mirada del Cardenal Cisneros en la interpretación del actor Eusebio Poncela en la serie ‘Isabel’ de RTVE.

Cada hecho de entidad al que nos enfrentamos nos devuelve a nuestra idiosincrasia. Somos herederos directos de aquella España medieval y conquistadora que desollaba herejes para imbuirles la fe cristiana. La que sentaba al Papa –incluso corrupto– y a todas las divinidades y santos en la mesa de las decisiones sociales. Ana Botella este domingo, los condecoradores de vírgenes, las damas de la mantilla y el rosario que infieren dolor hasta a los enfermos, son de la misma ralea. Es la odiosa España –hay otra– que, sumida en el oscurantismo, considera la medida recta de todas las cosas los genitales masculinos. Y que suele demandarlos para, siempre, apoyar la violencia desde el poder.

¿El respeto a la ley? ¿El que tuvieron Zapatero y Rajoy cambiando la Constitución a las órdenes de los mercados neoliberales en 3 días de agosto? Quizás se refieren al que demuestra, sin ir más lejos, el partido en el Gobierno de casi todo, el PP, con varias bandas de (presuntos) saqueadores en su seno. Por no hablar de su caja B troncal cuya existencia afirma hasta el juez, y la legión de mentirosos demostrables. Y la de los hipócritas de doble moral que rezuman en la más fértil cosecha.

Sobre la unidad de España no debo opinar, soy muy radical en ese punto: no comprendo el amor por obligación y, si se tercia, a insultos y golpes. Y en el fondo me sobran todas las fronteras físicas, sólo mantendría las que pudieran aislar la injusticia y la iniquidad. Ahora bien, que pongan el foco en la votación de Catalunya como problema fundamental de España es perverso.

Metidos en un lodazal de inmundicia de proporciones inauditas, no damos a basto para detener cada nueva remesa que nos lanzan desde los poderes públicos. Asuntos que deberíamos resaltar –importantes– quedan sepultados por toneladas de mugre surtidas a diario. ¿Qué menú nos ha traído el día y la semana? Indigerible una vez más. Las medidas de ahorro del Gobierno con los parados, a los que, según informa en este diario Ana Requena, quieren tener un año sin cobrar antes de facilitarles la dádiva de apenas 400 euros, por 6 meses y una sola vez. El resto del tiempo, que acudan al colchón familiar, a la caridad o a tapiarse el estómago. 400 euros al mes, qué dispendio, cuando alguna de sus señorías puede gastar el doble en relax durante un fin de semana en Canarias, por ejemplo.

Pasarnos a las puertas giratorias del poder. A la Abogacía del Estado –ese cuerpo en ascenso meteórico desde el 20 de noviembre de 2011–. La entidad no se persona en la investigación de la caja B del PP porque no quiere su jefa: Marta Silva Lapuerta –destacada miembro de la familia conservadora–. Según informa la Cadena SER, era secretaria de Sacyr en los días de la entrega –firmada– de 200.000 euros al PP de Cospedal. Casi de inmediato –por pura casualidad, bien sabemos–, el contrato de la gestión de basuras con su filial en Toledo aumentó en 11 millones de euros. La deuda legítima que dicen tantos políticos responsables que tenemos que pagar sin emitir ni un reparo.

Vivimos en una situación insostenible, por cualquier lado que lo miremos. Robo a corrupción armada, tarjetas ‘black’, cursos de formación inexistentes, los ERE tapadera, descaro mayúsculo que justifica jolgorios con dinero público mientras se priva de comedores escolares a los niños, o de enfermeras. Se cercena la ciencia. O se raciona la salud y hasta la vida, no dando tratamientos a enfermedades “caras”.Posponiéndolos de continuo y seleccionando a quién le toca vivir o morir.

Y ahí siguen. Aplicando el cilicio a la sociedad. Soberbios. Con su mirada torva capaz de las mayores injusticias. Apasionados ejecutores de la ley del embudo. Embaucadores de personas poco atentas a su papel en la vida.

Esta caspa añeja y mohosa sepultó a lo largo de la historia cuantos movimientos innovadores se producían, muchas veces pioneros en el mundo conocido. Es tanta que pesa. Nacida de herpes o llagas, de la grasa o suciedad, no deja de ser escamas que puede aventar un gran viento de cordura y decencia.

No es preciso vivir debajo de un puente para ser de izquierdas

15 octubre, 2015

Fuente: http://www.eldiario.es

En un verano cuajado de noticias densas y trascendentales, la derecha española ha logrado crear una polémica con las vacaciones de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. Capitaneados por Francisco Marhuenda al mando de La Razón y sus infectas mentiras habituales, se discute si una persona de izquierdas tiene derecho a disfrutar de una escapada estival de una semana, inviertiendo 600 euros –de su dinero-  en el alquiler de una casa compartida. Con 71 años y 50 años de profesión en la que ha sido una jueza de gran prestigio.

Políticos (de los oficiales y de los ejecutan esa labor en medios y dicen ser periodistas) ven normal que la anterior alcaldesa dedicase algo más de esa cantidad, en este caso por noche, en el Penha Longa Hotel Golf Resort de Portugal en viaje privado también, aunque dejara en la capital española la grave crisis del Madrid Arena con cinco jóvenes muertas por la incompetencia. Ana Botella puede porque es de derechas. Los despilfarros oficiales llegaron a llamar la atención hasta de prensa extranjera como Der Spiegel. Y, tras su relevo, vamos conociendo muchos más.

El ‘debate’  de las vacaciones de Carmena llena horas y horas de televisión. Han llegado a equiparar las vacaiones de la alcaldesa con la invitación de un empresario en duda a un par de ministros, como publicó eldiario.es,  o con las que disfruta a todo yate el privilegiado imputado Rodrigo Rato. Solo por las preferentes o por sacar a bolsa una caja quebrada –con lo que ha supuesto- parece que debería reembolsarnos algunos dineros antes de darse sus chapuzones.

El gran tema latente es que la derecha española y sus fieles becerros entienden que para ser de izquierdas hay que vivir debajo de un puente.  Con habilitarse espacio en una chabola levantada en la ribera, uno ya es un rico propietario y ha de ser de derechas para “conservar” sus pertenencias. Si has firmado un fascal de letras con un banco y habitas en la casa que aún les pertenece para lo que gusten mandar, entonces ya te has convertido en un potentado que no puede sino votar al PP o en su caso a Ciudadanos.  Partidos que cuidan amorosamente de nuestros servicios, pensiones y futuro manteniéndolos alejados de los recortes y la especulación. Ese es el conjunto de la idea que quieren inculcar. Con éxito, siquiera sea por la machacona insistencia del mensaje. De este modo excluyen de cualquier compromiso social serio a cuantos tienen los mínimos medios de subsistencia. A los gestores de estas falsas tramas les guía una clara y sucia intencionalidad política, pero la mayoría lo piensa realmente, aunque pueda parecer increíble.

Pasó desapercibida esta joya que firmó en ABC en Marzo, de 2015, del siglo XXI, Marcos Sueiro, con el expresivo título de Carolina Bescansa, la ‘oveja negra’ de una dinastía gallega y que no tiene desperdicio de principio a fin. “Carolina Bescansa -escribía dolido el autor- nació en una de las familias patricias de Santiago de Compostela. La cofundadora de Podemos es descendiente de uno de los clanes que han dado color a la vida local”.  Carolina destacaba por su inteligencia superior a la de varios de sus hermanos, dice, pero todo se truncó: “En una familia tan extensa siempre hay pequeñas decepciones, pero la menor de las Bescansa superó casi todas las expectativas”.

¿Qué hizo Carolina? Tras relatar las virtudes que adornan a su familia y las amistades que atesoran, Sueiro concluye con una reflexión que es todo un tratado del pensamiento conservador español. La irrupción de Bescansa en un partido de izquierda ha provocado un daño que abochorna a su linaje con el peor de los lamparones:  “… la fuerza de su apellido ha replegado a todos los componentes de la saga, que evitan contestar a preguntas sobre el compromiso revolucionario de su sobrina. En las reuniones entre las dinastías médicas y universitarias en la residencia Bescansa de la isla de la Toja se evitan las preguntas ‘innecesarias e incómodas’. El tiempo dirá qué lugar ocupará en la vida española y si su éxito radicará en seguir cuestionando el lugar de donde procede”.

En las reuniones entre las dinastías médicas y universitarias en la residencia Bescansa de la isla de la Toja se evitan las preguntas ‘innecesarias e incómodas’. El tiempo dirá qué lugar ocupará en la vida española y si su éxito radicará en seguir cuestionando el lugar de donde procede, señala ABC

Ser de izquierdas no es una religión, no implica sacerdocio ni voto de pobreza. Por el contrario estas condiciones sí se exigen en la religión católica a la que se apresta con fervor de boquilla, preferentemente la derecha,y basta ver el cómo lo cumplen. Los Evangelios están llenos de esa doctrina que rechaza la usura, la avaricia y el egoísmo y propicia la generosidad. En estos momentos cuentan con un Papa que parece tratar de reconducir el catolicismo a su espíritu original. La gran diferencia es que la derecha opta –como mucho- por la caridad que les hace sentir superiores, y la izquierda por la justicia. Los resultados de la justicia son más sólidos y más dignos. Se trata de hacer políticas que disminuyan las desigualdades y que brinden oportunidades a todos, no de hacer tabla rasa en la precariedad.

La derecha, según se deduce, aplaude el brutal aumento de la desigualdad social que ha propiciado el Gobierno de Rajoy  –como demuestran datos unánimes, no manipulados-.  Y todas sus secuelas.  Fiel seguidor de lo que hoy manda en Europa: el liberalismo que, como describen con profusión sus profetas televisivos, consiste en, a la manera del viejo Oeste americano, llegar, plantar la tienda, cuidarse de uno mismo y a los demás que les zurzan.  Unos lo consiguen, otros no. Los débiles sobran. Estamos viendo atestar las fronteras a las víctimas más acuciantes de esta ideología fanática. Y de los hipócritas que se lucran con el negocio de las armas, cerrando los ojos a sus consecuencias.  Y salen neofascistas de debajo de las piedras, sin rubor alguno. Tienen claro que estas personas, refugiados y emigrantes, están de más. ¿Qué hacemos con ellas? ¿Las dejamos morir? ¿Las gaseamos mejor que ya probó su eficacia? No se van a evaporar. Aumentarán, porque viene implícito en las políticas que se aplican.

Todo esto está apoyando la derecha en la práctica, incluidos los no tan ingenuos seguidores de las consignas manipuladoras. En España con el regalo añadido de una corrupción descomunal. Si los políticos conservadores pueden gastar lo que les plazca, propio y ajeno, y robar con total impunidad, sus votantes sustentan la Ley del Gran Embudo, aparcando todo escrúpulo.  Esta gente muestra un desahogo patológico en elegir de la moral lo que les conviene.

En definitiva, se han apañado una vida de derechos, prerrogativas y hasta desmanes a imponer. Sin contrapartida alguna que sí exigen a los demás. La izquierda es la que se preocupa de molestas bagatelas como la equidad o los derechos de las personas y punto. Alguien habrá de hacerlo porque esta situación es insostenible y augura días muy negros –aún más negros-.  En su infinita ignorancia, gran parte de quienes la apoyan son como aquel gallo jactancioso del cuento que, creyendo ser invitado en la boda, acabó en la cazuela para servir de manjar en el convite.

Los frikis del Partido Popular

14 abril, 2015

Fuente: http://www.eldiario.es

Iker Armentia, 28/05/2014 – 19:55h

Asegura el gurú sociológico del PP, Pedro Arriola, que los de Podemos son unos frikis, y se entiende que por extensión puede llegar a ser friki todo el que le quite el sueño al Partido Popular. ¿Y en el PP? ¿En el Partido Popular hay frikis?

Jorge Fernández Díaz. Mientras el común de los mortales aprovecha su visita a Estados Unidos para zamparse una hamburguesa o disfrutar de un partido de la NBA, el ministro del Interior marchó a Las Vegas y en vez de liarla parda como obliga esa ciudad de perdición, Fernández Díaz optó por algo más comedido y descubrió a Dios. A partir de ahí toda una sucesión de acontecimientos espirituales ha desembocado en que el ministro medite habitualmente en el Valle de los Caídos (que, por cierto, para meditar en el Valle de los Caídos no hacía falta descubrir a Dios en un casino, con seguir por Twitter a Pío Moa es suficiente). Entre sus grandes logros está la condecoración policial que concedió a la Virgen, en concreto, a Nuestra Señora María Santísima del Amor. Lo más friki de todo es que ahora el Estado tendrá que defender la condecoración ante los tribunales y… ¿a dónde le van a mandar la citación judicial a la Virgen? El cielo existe pero para llegar allí, primero hay que palmarla, y no veo disposición entre el cuerpo de funcionarios para cumplir ese cometido. Muy friki.

Mariano Rajoy. El político al que menos le interesa la política en España ha llegado a presidente del Gobierno. Como si Vicente del Bosque aborreciera el fútbol. O al dueño de una eléctrica no le apeteciera subir el precio de la luz. En múltiples ocasiones ha sido visto con el Marca bajo el brazo, lo que no es ningún problema en sí mismo salvo que sea visto siempre exclusivamente con el Marca bajo el brazo. Ni siquiera con un libro de Dan Brown como Elena Valenciano. Viniendo de un presidente del Gobierno no me digan que no es un poco friki.

José Manuel Soria. Friki total. Cuando Aznar se deja bigote, el ministro de Industria lleva bigote. Cuando Aznar se lo quita, él también. Cuando está de moda el bigote no-bigote, ahí está Soria con esa especie de sombra extraña bajo la nariz. El aznarismo llevado a la dictadura estética. Eso no es amor, eso es obsesión. Yo si fuera Aznar no lo invitaba a cenar a casa.

Esteban González Pons. Esta semana sostuvo con vehemencia que en las elecciones europeas el bipartidismo no sufrió un correctivo, convirtiéndose así en el primer líder político de la historia en el Partido Popular que contradice una portada de La Razón. De este sesudo análisis de González Pons se extrae otra conclusión: el vicesecretario general de Estudios del PP no sabe hacer sumas y restas. O se hace trampas en el solitario para que cuadren con su realidad alternativa. Ahora se entiende que Rajoy lo dejara en el banquillo cuando formó el Gobierno. Perdón, lo friki es lo contrario, que sabiendo que es un hacha de la demagogia no lo hubiera incluido en su Gobierno.

Carlos Iturgaiz. Bruselas ha perdido un eurodiputado, España ha ganado un profesor de acordeón. Iturgaiz escaló al mainstream mediático gracias a su enfrentamiento en Bruselas con Ada Colau, pero mientras la mayoría de los intentos de criminalización de los movimientos sociales han generado más o menos temor, el puñetazo verbal de Iturgaiz a Colau lo único que provocó fueron risas. Iturgaiz es tan friki como para ser del PP y ni siquiera saber cómo acojonar un poco a los perroflautas.

Ana Botella. Marcharse de spa a Portugal en medio de una tragedia como la del Madrid Arena no es friki. Es otra cosa. Ustedes ya me entienden. Sin embargo, Botella se adentra en el terreno del frikismo cuando rompe una de las reglas de oro del insípido marianismo: para no fallar, mejor no hacer. Desde el ‘relaxing cup of coffee’ hasta la reescritura de la historia de la Humanidad introduciendo la reforma laboral, Botella no para de hacer (y de hablar) para acabar fallando casi siempre, quebrando así otra norma básica de la vida en general y de la actividad política en particular: de los errores, se aprende. Botella de los errores aprende a errar más.

Y la lista es larga: Esperanza Aguirre a la fuga en Madrid cuando todo el mundo sabe que los españoles de bien prefieren Suiza para saltarse la ley; Carlos Floriano, trapecista verbal sin red; las visiones de «más alegría en las calles» de Soraya Sáenz de Santamaría; Gallardón, el hombre que defiende a las mujeres atacándolas; Wert, tan friki que ya no parece ministro; Cristóbal Montoro, que cuando habla no se sabe si alaba o amenaza…

Aunque, reconozcámoslo, ellos no son frikis. Los frikis somos nosotros que tenemos que aguantarlos. Y, además, los frikis no sonríen con tanto entusiasmo cuando están mandando a miles de personas a la pobreza y la desesperanza. Eso, simplemente, es sadismo.